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Primera Libreta

—————————————————————————————

3.2. El desarrollo económico


A principios de la década de los cincuenta, la situación económica del régimen era insostenible, lo
que llevó a la aprobación de medidas para suavizar la autarquía y liberalizar la economía. En 1959, se
implementó el Plan de Estabilización supervisado por el FMI, que incluía la autorización de
importaciones e inversiones extranjeras, así como la promoción de exportaciones, junto con la
reducción de salarios, descenso del consumo interno y la devaluación de la peseta.
Gracias al Plan de Estabilización, la economía española experimentó una gran expansión, con un
aumento de importaciones que generó un déficit en la balanza comercial, compensado por el turismo,
la inversión extranjera -principalmente de EE.UU y Europa Occidental- y la emigración española, que
aportó divisas. Sin embargo, a partir de 1973, el desarrollo económico se vio detenido debido a la
crisis del petróleo, que tuvo un fuerte impacto en la economía española.

3.3. Crecimiento de la población y migraciones


La Guerra Civil y la posguerra en España retrasaron el boom demográfico en comparación con otros
países de Europa occidental, debido a las muertes, el exilio y las difíciles condiciones de vida. Fue en
la década de 1950 cuando la población española comenzó a crecer significativamente, con altas
tasas de natalidad y una disminución en la mortalidad.
Además, se destacó el fenómeno migratorio en España, con personas emigrando tanto a países
industriales europeos como a núcleos industrializados dentro del país, como Cataluña, Madrid, País
Vasco y Valencia. Esta migración contribuyó al crecimiento demográfico y a la distribución de la
población en diferentes regiones.

3.4. Las mujeres bajo el régimen franquista


La Segunda República logró avances en los derechos de la mujer, pero durante el franquismo se
revirtieron, imponiendo una visión conservadora que la consideraba dependiente, inferior y sin
derechos. Esto se reflejaba en la prohibición de trabajar, viajar o tener una cuenta bancaria sin
permiso del marido, y en la aceptación social del maltrato hacia las mujeres. En el ámbito laboral, las
mujeres se enfrentaban a trabajos vetados y salarios más bajos, y se eliminaron leyes como la del
divorcio o el aborto.
No fue hasta 1961 que se observó cierta apertura en el mundo laboral para las mujeres, y hasta 1975
que se modificó el Código Civil para que no necesitaran permiso de su marido o padre para realizar
actividades cotidianas. El franquismo impuso una imagen de la mujer sumisa y sin derecho, pero con
el tiempo se fueron logrando avances en la igualdad de género, aunque aún persistían desigualdades
en el ámbito laboral y social.
4.La oposición al franquismo
4.1. Los guerrilleros
Después del fin oficial de la guerra en España, hubo focos de resistencia guerrillera comunista,
socialista y anarquista, conocidos como maquis, que llevaron a cabo ataques, atracos y
enfrentamientos armados con la Guardia Civil. El final de la ocupación nazi en Francia intensificó esta
situación, ya que exiliados españoles que habían luchado en la Resistencia francesa cruzaron la
frontera hacia la Península, destacándose la invasión fallida del Valle de Arán en octubre de 1944 con
el objetivo de generar una oposición al franquismo.
A pesar de que las acciones de la guerrilla continuaron en diferentes áreas de España, su intensidad
disminuyó con el tiempo hasta desaparecer por completo a finales de los años cincuenta. Los maquis
llevaron a cabo sus actividades de resistencia durante un tiempo, pero gradualmente cesaron sus
operaciones armadas, marcando así el final de la guerrilla en España.

4.2. La oposición política


Tras el fin de la Guerra Civil, la mayoría de los líderes de los partidos antifranquistas se exiliaron a
países como Francia y México, mientras que aquellos que permanecieron en España en la
clandestinidad fueron perseguidos por la policía, resultando en ejecuciones y encarcelamientos. En
los años sesenta, la oposición política se fortaleció con huelgas y movilizaciones, destacándose el
Partido Comunista como el grupo clandestino más organizado e influyente entre obreros y
estudiantes, junto con el nacimiento de ETA en el País Vasco en 1959, que llevó a cabo diversos
atentados.
En 1963, el régimen estableció el Tribunal de Orden Público (TOP) para juzgar delitos políticos,
dictando cientos de penas de muerte hasta la muerte de Franco. Durante este período, los
monárquicos que apoyaron a Franco durante la Guerra Civil abogaron por el retorno de la monarquía,
respaldando a Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, quien abogaba por la instauración de un régimen
democrático en España.

4.3. La oposición social


La conflictividad laboral aumentó en las grandes ciudades industriales de Cataluña, País Vasco,
Madrid y en las minas de Asturias a partir de 1962, a pesar de la represión de los primeros años de
posguerra. En este contexto, surgieron movimientos como Comisiones Obreras (CC.OO.), un nuevo
sindicato clandestino que inicialmente agrupó varias ideologías, pero que luego fue dominado por los
comunistas, mientras que la influencia de la antigua CNT entre los obreros comenzó a disminuir.
Los estudiantes universitarios y de enseñanza secundaria protagonizaron movilizaciones y huelgas,
llegando a ocupar policialmente facultades, cerrar universidades y sancionar alumnos. Paralelamente,
la canción protesta, muy relacionada con el mundo intelectual, aprovechó las grietas de la censura
para movilizar a un público mayoritariamente joven. Además, la movilización vecinal cobró importancia
en los últimos años del franquismo, especialmente en los barrios obreros de las grandes ciudades,
donde las asociaciones de vecinos demandaban mejoras en las condiciones de vida a través de la
creación de equipamientos colectivos, escuelas, institutos y zonas verdes.
4.4. La oposición feminista
En el exilio, surgió un movimiento que denunciaba la opresión de la mujer en la dictadura franquista.
En la década de 1950, se articuló un movimiento reivindicativo de los derechos de la mujer
relacionado con el movimiento obrero. En la década siguiente, esta reivindicación se extendió a todos
los sectores sociales, especialmente a las mujeres que trabajaban en casa o en el campo y a los
movimientos vecinales. Surgieron las primeras asociaciones y asambleas de mujeres en la
clandestinidad, como el Movimiento Democrático de Mujeres, que realizaron tareas de concienciación
sobre la maternidad, la sexualidad y los derechos de la mujer, sentando las bases del movimiento
feminista que se desarrollaría durante el tardofranquismo y, con mayor intensidad, después de la
muerte del dictador.

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