Los indicadores macroeconómicos son una pieza clave del análisis
fundamental para los inversores, ya que permiten conocer el estado de la
economía de un país.
     I.     Indicadores Macro-económicos.
  Los indicadores macroeconómicos son estadísticas o lecturas de datos que
reflejan las circunstancias económicas de un determinado país, región o sector.
Los analistas y los gobiernos los utilizan para evaluar la salud actual y futura de
la economía y los mercados financieros.
  Los indicadores macroeconómicos son datos estadísticos que indican el
estado actual de la economía de un estado, de acuerdo con ciertas áreas de la
economía (mercado bancario, industria, mercado laboral, comercio). Con la
ayuda de estos datos, es posible explorar el pulso de la economía, su estado
permanente, así como su reacción después del impacto con varios factores
externos.
  Así pues, los indicadores macroeconómicos son medidas que permiten
analizar y valorar de manera agregada las principales variables económicas,
que componen los sectores de la macroeconomía (Fernández: 2006). Son
formas de medición y valoración que presentan información tanto cuantitativa
como cualitativa, de las diferentes variables que componen a la economía en
general.
  Los indicadores macroeconómicos son las cifras que nos indican la
evolución de la economía en una zona o país concreto. Tanto si se opera
mediante criterios fundamentales como técnicos debemos conocer su
evolución para poder entender el mercado, los indicadores macroeconómicos
son publicados por gobiernos o empresas del sector privado de manera
regular.
  De forma aislada no es muy significativo el dato, para que tenga importancia
es necesario relacionarlo con algo. Para ello, es común utilizar números índices
y entender cómo funcionan, de qué manera se pueden manipular y cómo se
deben interpretar. Dichos números índices se utilizan para expresar varios tipos
de actividad económica, como: producción, precios, salarios, productividad e
indicadores compuestos. Es un método para resumir la información e
interpretarla rápidamente. (Heath: 2012).
  Los indicadores macroeconómicos son importantes para cualquier inversor
porque pueden tener una influencia significativa en los movimientos del
mercado. Por eso la mayoría de los análisis fundamentales incorporan
indicadores macroeconómicos.
  No hay nada que garantice que estos indicadores sean fiables por sí
mismos, pero desempeñan un papel a la hora de dar forma a la economía.
Incluso si estos indicadores solo influyen en otros inversores a la hora de abrir
y cerrar posiciones, puede bastar para crear volatilidad en el mercado.
  Hay conjuntos de datos específicos que tienen una mayor influencia en
determinados países, por lo que es importante centrarse en indicadores
macroeconómicos diferentes dependiendo del activo con el que se esté
operando. Por ejemplo, si se trata de una empresa británica o el FTSE 100,
deberías observar los indicadores macroeconómicos que afectan al Reino
Unido.
    II.   Funciones de los Indicadores Macro-económicos.
  Los indicadores macroeconómicos son estadísticas económicas que se
liberan periódicamente por agencias gubernamentales y organizaciones
privadas. Estos indicadores proporcionan información sobre el rendimiento
económico de un país o de una región en particular y, por lo tanto, tienen un
impacto significativo sobre el mercado de divisas y las operaciones
comerciales.
  Los indicadores representan importantes herramientas para la toma de
decisiones ya que transmiten información científica y técnica que permite un
análisis de la realidad económica y social.
  Por otro lado, son indicadores con pertinencia y precisión, específicos en
cada uno de los casos de los valores que representan y genéricos. No menos
relevante, por mucho que sean complejos y que puedan resultar determinantes
a la hora de adoptar estrategias en el mercado financiero, estos indicadores
son de fácil acceso y en realidad se ponen a disposición de todos aquellos que
los puedan necesitar.
   Los indicadores macroeconómicos nos muestran la evolución de una
economía o país. Independientemente de los criterios con los que operemos
debemos conocer la evolución de estos, con el fin de poder entender el
mercado desde el punto de vista macro. Como comienzo, debemos tener en
cuenta que los indicadores y datos macroeconómicos pueden sernos de
utilidad a nivel informativo tanto para inversiones a medio-largo plazo como
para el intradía.
   Estos indicadores nos informan sobre la evolución de la actividad
económica, nos permite realizar comparaciones con la situación económica de
otras regiones o países y nos sirven de guía para la política económica de los
gobiernos.
Los indicadores económicos y financieros nos permiten;
Medir y registrar el comportamiento de los agentes económicos.
Analizar la evolución económica o financiera de un país, una empresa, una
familia, etc.
Realizar comparaciones con la situación económica de otras regiones o países,
o con la situación financiera de otra empresa.
Guiar la política económica y financiera de los países.
    III.   Principales Indicadores Macro-económicos que muestran
           aspectos sociales.
   Indicadores Sociales
   López y Gentile (s/f) describen los indicadores sociales de la siguiente
manera:
   Población: Para analistas y responsables del diseño de intervenciones
públicas de naturaleza social, la información sobre la población debe ser un
aspecto clave, ya que la misma se refiere al entorno humano que debe ser el
sujeto y el objeto del desarrollo social y económico de las comunidades. Del
mismo modo, el volumen, la composición y el ritmo de crecimiento de la
población son factores interrelacionados, que condicionan los diferentes
hechos sociales de un País, una Región, una Comunidad o un Municipio.
  El análisis demográfico tiene en cuenta las características y la composición
de la población a través de aspectos como: la distribución territorial, la
estructura por edad o la distribución según sexo, y contempla también factores
de cambio como la natalidad, la mortalidad o las migraciones. La distribución
relativa de la población por edades junto a los cambios de la mortalidad y de la
fecundidad dan cuenta de diferentes procesos, que derivan en un cambio de la
estructura de las demandas de la sociedad y en consecuencia obligan a
modificar la oferta de servicios sociales, y a readecuar políticas y programas
públicos, destinados a cada grupo de edad en particular.
  Hogares: En muchos lugares la limitada cobertura respecto del trabajo, la
salud y la seguridad social, transforma a la familia en la única institución de
protección social frente al desempleo, la enfermedad y otros eventos
traumáticos. Por otra parte, nuevos enfoques relacionados con las políticas
sociales transversales e integrales y los programas de superación de la
pobreza se centran en las familias. Para realizar diagnósticos y diseñar
intervenciones públicas, es imprescindible entonces conocer las estructuras y
la diversidad de situaciones en el ámbito familiar. Esto se puede hacer a través
del análisis de los principales tipos de hogares y del tamaño medio de los
mismos, así como información sobre sexo y edad del jefe de hogar, de manera
de determinar hogares con jefes/as jóvenes o mayores.
  Educación: La educación es un derecho humano básico cuyo respeto está
asociado a la calidad de vida de todas las personas. Se trata de un mecanismo
de formación en valores y es un ingrediente central para que los individuos
puedan desarrollar todo su potencial, sus capacidades y habilidades, se espera
así que sea el vehículo que facilite la movilidad social. En tal sentido, es
importante destacar que el impacto social de la educación se manifiesta en el
mercado de trabajo a través de la mejora de los niveles de ingreso, y en
diversas áreas como la salud, la participación social, el desarrollo de
instituciones, el bienestar social e individual.
  Salud: La posibilidad de que gobiernos y organizaciones dispongan de datos
actualizados y accesibles sobre la situación de la salud en sus sociedades
permite una optimización de los recursos y una adecuación de las decisiones
que se toman en la materia. Además, un conocimiento más profundo de ciertas
enfermedades ofrece la posibilidad de luchar mejor contra ellas.
  Vivienda y Servicios Básicos: Los indicadores de vivienda presentan un
panorama general de las características de las viviendas y de los servicios
básicos con que cuentan sus residentes, información básica para la
planificación del desarrollo habitacional de las regiones. Las estadísticas de
vivienda tienen una gran importancia, por su elevada incidencia social y
económica. Al respecto, los gobiernos deberían promover la sostenibilidad
ambiental, a partir de cumplir dos desafíos para las políticas de asentamientos
humanos: la reducción de la proporción de personas que no cuentan con un
acceso sostenible a servicios básicos, y la mejora sustancial de las condiciones
de vida de habitantes de tugurios.
  Trabajo: Desde una perspectiva económica, el mundo del trabajo se refiere a
aquellas actividades humanas que tienen como objetivo la producción de
bienes y servicios. A cambio de ese esfuerzo productivo, los trabajadores
perciben remuneraciones, ya sea bajo la forma de ingresos netos (trabajadores
independientes) o sueldos y salarios (trabajadores dependientes). La
legislación laboral norma las relaciones laborales entre empleadores y
trabajadores, por medio de instrumentos tales como el contrato de trabajo, el
derecho a la sindicalización y la negociación colectiva.
  Es así que se establecen determinados derechos de los trabajadores, como:
jornada laboral, derecho al descanso y vacaciones; asimismo se establecen
ciertas protecciones: salario mínimo, seguridad social, fuero sindical y fuero
maternal. La legislación por otra parte establece que los trabajadores, además,
deben estar asegurados frente a los riesgos en materia de accidentes del
trabajo y enfermedades profesionales. Estas cuestiones son las que permiten
observar que el área del trabajo, finalmente puede y/o debe considerarse como
el eslabón que une los aspectos económicos y sociales del desarrollo,
midiendo el grado de éxito o de fracaso de los logros alcanzados por una
economía en directa relación con el ser humano. Las variables claves se
agrupan en torno a conceptos tan ampliamente estudiados como: el desempleo
abierto, las tasas de participación, la estructura del empleo, los salarios
mínimos y medios y la cobertura de la Seguridad Social.
  Pobreza: Según Amartya Sen (1985) La pobreza puede hacerse desde dos
perspectivas con derivaciones sin dudas diferentes: por un lado, se mide como
falta de ingresos lo que deriva en la falta de posibilidades para desarrollar
plenamente la capacidad de las personas, en tal sentido se clasifica como
“pobre” a una persona cuando el ingreso por habitante de su hogar es inferior
al valor de una “línea de pobreza” o monto mínimo necesario que le permitiría
satisfacer sus necesidades esenciales. O bien, se mide la pobreza a través de
las necesidades básicas insatisfechas (NBI), lo que implica considerar un
conjunto de necesidades básicas que deben cubrirse, relacionadas con las
condiciones de la vivienda, la asistencia escolar y las posibilidades económicas
de subsistencia. En tal sentido, un hogar, para ser considerado NBI, debe tener
inconvenientes en alguna de esas necesidades.
  Cohesión Social: La realidad que intenta capturar un sistema de indicadores
sociales, así como su percepción por parte de la sociedad, cambia
constantemente, por lo tanto, se hace deseable ir más allá y avanzar en lo que
se denominan problemas sociales emergentes vinculados con la exclusión
social, la gobernabilidad, la sociedad de la información, la cultura, la violencia
intrafamiliar o la situación de los discapacitados.
  Aclaramos además que este indicador se estima en los hogares y a partir de
allí tenemos la cantidad de población sujeta a tales carencias. En tal sentido,
surge una temática social de importancia: la cohesión social, concepto que se
refiere a la eficacia de los mecanismos de inclusión, y a la valoración subjetiva
de las personas en cuanto a la pertenencia a un proyecto común y/o sociedad
trascendiendo la mera satisfacción de las necesidades materiales. En este
sentido, está directamente relacionado a otros conceptos, tales como: capital,
integración, inclusión y ética social.
  La importancia de incluir los indicadores de cohesión social, radica en que
estos permiten observar la existencia de desigualdades y brechas sociales
insalvables, midiendo por otra parte resultados sociales (aunque no aborda los
medios por los cuales estos fueron alcanzados). La cohesión social debe
considerarse como fin y como medio a la vez. Como fin en relación a todo
objetivo de política pública, lograr la inclusión de todos los miembros de la
comunidad, y como medio ya que toda sociedad con un mayor nivel de
cohesión social brinda un mejor marco de crecimiento económico