Logoterapia CODEH
Víktor Emile Frankl
(Viena 1905-1997) gestalt
“No hay ninguna situación en la vida, que carezca de
sentido, y el sentido de mi vida, es acompañar a
quienes, como peregrinos, buscan fatigosamente el
sentido de sus vidas o afrontar el sufrimiento de una
vida para ellos sin sentido”.
V. E. Frankl
Introducción
La logoterapia es fundada en la década de los 30 por V. Frankl, quien vivió en los
campos de concentración el sufrimiento, la falta total de sentido de vida y el vacío
existencial. Después de esa experiencia, crea la logoterapia como una novedosa
forma de psicoterapia humanista centrada en la persona, con la idea de situarla
desde su libertad y su responsabilidad.
Su propósito es ayudar a la persona a encontrar el significado de su existencia, el
sentido de su vida, y que descubra en sí misma, esa fuerza interior que es
indestructible, capaza de desafiar y superar cualquier circunstancia por dramática
que esta sea y que su pensamiento sea siempre decir: “sí a la vida, a pesar de todo”.
Se emplea la logoterapia para tratar neurosis psicógena y neurosis noógena (noó:
espíritu) y para modificar o transformar algunas actitudes y conductas
disfuncionales, a través del método: intensión paradójica; técnica de-reflexión;
auto-distanciamiento; modificación de conducta; diálogo existencial-analítico
(mayéutica).
Su filosofía se basan en la idea que la vida tiene sentido en la medida que el hombre
le da a su vida una orientación personal, centrándose en sus propios valores.
Las 4 actitudes del ser humano para alcanzar su sentido de vida son:
1. Sentir que cada día es único e irrepetible;
2. Toda la vida, aún en las peores circunstancias, merece ser vivida;
3. Ser creativos, hasta en los momentos de crisis; y,
4. Tener una dirección.
Los 4 aspectos que aborda la logoterapia son:
1. Sentido de vida
2. Vacío existencial
3. Libertad de elección
4. Autotrascendencia
Algunos de los conceptos más importantes en logoterapia, son:
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Vacío Existencial
Sentimiento de vacuidad que surge por la falta de sentido en la propia vida. Un
aspecto, que en su momento despertó la curiosidad de Frankl, fue el significativo
número de pacientes que acudían a su consulta, llevando problemas concernientes
a un sentimiento de carencia de sentido en sus vidas. Meditando sobre tal
problemática, Frankl concluyó, que el terapeuta no debía interpretar esas
lamentaciones como un síntoma morboso, enmascarador de una neurosis de
núcleo sexual o atribuible a sentimientos de inferioridad. "El problema del sentido
de la vida -señala Frankl- ya se plantee de un modo expreso o de una manera
simplemente tácita, debe ser considerado como un problema verdaderamente
humano. Por tanto, el hecho de la ausencia del sentido de la vida, no debe
interpretarse nunca, en modo alguno, como síntoma o expresión de algo enfermizo,
patológico o anormal en el hombre; lejos de ello, es la verdadera expresión del ser
humano de por sí, de lo que hay de verdaderamente humano, de más humano, en el
hombre".
Frankl explica la génesis de este problema: “Contrariamente al animal, el hombre
carece de instintos que le digan lo que tiene que hacer y, a diferencia de los
hombres del pasado, el hombre actual ya no tiene tradiciones que le digan lo que
debe ser; parece que muchas veces ya no sabe tampoco lo que quiere en el fondo. Y
entonces sólo quiere lo que los demás hacen (conformismo), o bien, sólo hacer lo
que los otros quieren, lo que quieren de él (totalitarismo)”.
No son el conformismo ni el totalitarismo, sin embargo, las únicas manifestaciones
que acentúan el vacío existencial. Frankl considera que con el advenimiento de la
automatización en la vida laboral, las personas disponen de mayor tiempo libre, lo
que debería ser considerado como muy positivo, pero cuando no se consigue sacar
el máximo provecho personal de esas horas, entonces la sensación de vacío se
incrementa. Hay, por otro lado, los individuos que con su dedicación exclusiva al
trabajo ocupan todas sus horas del día con citas y proyectos, entregados a una febril
y desmesurada actividad, tratando de cubrir su sensación de vacío interno.
Ahora bien, al condensarse la frustración existencial en síntomas neuróticos,
estamos frente a una "neurosis noógena" (noos proviene del griego y puede
traducirse por espíritu). El cuadro descrito por Frankl no es una neurosis psicógena
en sentido estricto, puesto que los síntomas vivenciados por el individuo surgen de
una combinación de sentimientos de falta de significado y conflictos de valores.
La relevancia de este descubrimiento ha sido refrendado por varias investigaciones
de corte psicométrico que han empleado ciertas pruebas para medir el vacío
existencial, comprobando que cerca del 20% de las neurosis son noógenas. Estos
resultados son tomados con mesura por Frankl, quien previene de caer en
generalizaciones fáciles, ya que así como no toda frustración existencial debe
tornarse necesariamente una neurosis noógena, tampoco toda neurosis noógena
nace del abatimiento y la desesperanza. (5)
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Frustración Existencial
Para Frankl, el hombre que no encuentra sentido a su vida se hunde en el vacío
existencial. Cuando no tengo instintos que guíen mi conducta, y no tengo ayuda de
tradiciones que orientan mis elecciones. Frankl señaló, que “el hombre no sabe qué
hacer”. Este vacío se manifiesta en el aburrimiento. La frustración existencial es la
frustración del deseo de significación. La preocupación de un hombre, o incluso su
desesperación acerca del significado de la vida, es un trastorno espiritual, pero no
un trastorno mental. (3)
Voluntad de Sentido
La lucha del hombre por encontrarle un sentido a la propia vida. Según Frankl, es
el impulso innato, a encontrar un significado y propósito en la propia vida. Expresa
la preocupación de Frankl, ante los métodos psicológicos enfocados en la
percepción del “componente exterior”. Se le podría llamar voluntad de sentido, a la
tensión radical y sana del hombre, para hallar y realizar un sentido, un fin y
además es expresión de la Autotrascendencia.
En otras palabras, encontrarle sentido a todas aquellas situaciones que obligan al
hombre a enfrentarse consigo mismo. Si no se encuentra un sentido a la vida,
podríamos caer en depresión, o una experiencia de vacío existencial; con esto
podemos afirmar que la búsqueda fundamental del ser humano, no se basa en la
búsqueda de la felicidad, sino, de la voluntad de sentido, y esta misma lleva a la
felicidad. (1)
De acuerdo a la paráfrasis de Crumbaugh (citado por Frankl): "La voluntad de
sentido puede ser entendida en términos de la ley de organización perceptual de la
psicología de la Gestalt. De hecho Frankl la relaciona con la percepción: la voluntad
de percibir, de adjudicar sentido al ambiente, de interpretar, de organizar los
estímulos para construir totalidades llenas de sentido. Los psicólogos de la Gestalt,
consideran que esta tendencia organizadora es una propiedad innata de la mente.
Tiene valor de supervivencia, pues, cuanto más amplio es el espectro de los
estímulos que pueden ser comprendidos e interrelacionados, tanto mayor es la
oportunidad de manipulación adaptativa". (2)
Sentido de Vida
Primero hay que hablar del Sin Sentido. Cuando se mencionan cosas tales como:
“Mi vida no tiene sentido”; “Es que no me hallo”; “No me encuentro”; “Me
desconozco”; “Me siento vacio” y dichas expresiones momentáneas se vuelven
permanentes, se habla del sin sentido y la persona presenta un sistema
inmunológico débil.
El sentido de vida, es encontrar los motivos para ser felices y tener un sistema
inmunológico mejor. Como dijo el propio Frankl: “Un hombre consciente de su
responsabilidad ante otro ser humano, jamás tirará su vida por la borda…”
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El sentido de la vida es lo que le da significado y ayuda a encontrar un soporte
interno a la existencia. Sin dicho soporte interno es más probable que la psique se
vuelva más frágil y, por consiguiente, tenga más probabilidades de enfermar. Esto
no quiere decir que la enfermedad psíquica se origine exclusivamente en la
ausencia de sentido vital, sino que tal vez éste sea un factor importante para
explicar, entender y prevenir la enfermedad mental, e incluso podría darnos pautas
de cara al tratamiento psicoterapéutico.
Dicho significado puede referirse a la vida en general pero siempre en cada
situación concreta que a uno le toca vivir con su personalidad y sus propios
recursos. Este deseo de significado es una necesidad específica no reducible a otras
necesidades y está presente en mayor o menor grado en todos los seres humanos.
Además dicho significado también puede servir de apoyo a la hora de afrontar
situaciones adversas.
El sentido no es el mismo para todos los seres humanos, pues cada uno ha de
hallarlo en función de sus propias circunstancias y en función de sus propios
objetivos en la vida y sus posibilidades. Cada ser humano ha de hallar aquello que
para él confiere un significado a su vida.
El significado debe hallarse a través de una búsqueda personal, no puede darse a
otro. No hay respuestas estándar para hallar un sentido a la vida. Aunque haya
elementos comunes (escalas de valores) entre las personas que han encontrado sus
respuestas, cada uno ha de llegar a su propia solución por sí mismo, tiene que
descubrirlo en la vida misma.
Dicha búsqueda puede ser una fuente de motivación para seguir viviendo y para
asumir las propias obligaciones. Como dijo Frankl: "La lucha por encontrar un
significado en la propia vida, constituye la primera fuerza de motivación del
hombre".
El sentido es, a la vez, subjetivo y objetivo. La conciencia personal es la encargada
de armonizar el significado subjetivo con el sentido objetivo.
Para algunas personas, el "sentido" tiene un carácter espiritual o trascendente,
pues buscar sentido puede implicar la búsqueda de un orden superior. Frankl
define la religión como: "la búsqueda del hombre del significado último" o "la
realización del deseo de llegar al significado último", y afirma que existe un sentido
religioso fuertemente enraizado en las profundidades inconscientes de todos y cada
uno de los hombres.
El desarrollo del sentido se ve influido por el contexto cultural, las experiencias
pasadas, el nivel de conocimientos y los sistemas de creencias. (5)
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Supra Sentido
Frankl habla también del “suprasentido” que, según él, “es el sentido último que
excede y sobrepasa, necesariamente, la capacidad intelectual del hombre... Lo que
se le pide al hombre no es, como predican muchos filósofos existenciales, que
soporte la insensatez de la vida, sino más bien que asuma racionalmente su propia
capacidad para aprehender toda la sensatez incondicional de esa vida.”
En el centro del análisis existencial está el concepto de “existencia” entendida como
una vida construida con sentido, lo que incluye libertad de elección, fidelidad a sí
mismo y responsabilidad sobre los propios actos. Dice Frankl que “el verdadero
sentido de la vida debe encontrarse en el mundo y no dentro del ser humano y de
su propia psique, como si se tratara de un sistema cerrado.” (7)
Libertad
Capacidad inherente al ser humano de autodeterminarse, de elegir la actitud
personal ante un conjunto de circunstancias.
Transitoriedad de la vida
El único aspecto verdaderamente transitorio de la vida, es lo que en ella hay de
potencial y que en el momento en que se realiza, se hace realidad, se guarda y se
entrega al pasado, de donde se rescata y se preserva de la transitoriedad. Porque
nada del pasado está irrecuperablemente perdido, sino que todo se conserva
irrevocablemente.
De suerte que la transitoriedad de nuestra existencia en modo alguno, hace a ésta
carente de significado, pero sí configura nuestra responsabilidad, ya que todo
depende de que nosotros comprendamos que las posibilidades son esencialmente
transitorias. El hombre elige constantemente de entre la gran masa de las
posibilidades presentes, ¿a cuál de ellas hay que condenar a no ser y cuál de ellas
debe realizarse? ¿Qué elección será una realización imperecedera, una “huella
inmortal en la arena del tiempo”? En todo momento el hombre debe decidir, para
bien o para mal, cuál será el monumento de su existencia.
Normalmente, desde luego, el hombre se fija únicamente en la rastrojera de lo
transitorio y pasa por alto el fruto ya granado del pasado de donde, de una vez por
todas, él recupera todas sus acciones, todos sus goces y sufrimientos. Nada puede
deshacerse y nada puede volverse a hacer. Yo diría que haber sido es la forma más
segura de ser.
La logoterapia, al tener en cuenta la transitoriedad esencial de la existencia
humana, no es pesimista, sino activista. Dicho figurativamente podría expresarse
así: el pesimista se parece a un hombre que observa con temor y tristeza como su
almanaque, colgado en la pared y del que a diario arranca una hoja, a medida que
transcurren los días se va reduciendo cada vez más. Mientras que la persona que
ataca los problemas de la vida activamente es como un hombre que arranca
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sucesivamente las hojas del calendario de su vida y las va archivando
cuidadosamente junto a los que le precedieron, después de haber escrito unas
cuantas notas al dorso.
Y así, refleja con orgullo y goce toda la riqueza que contienen estas notas, a lo largo
de la vida que ya ha vivido plenamente. ¿Qué puede importarle cuando advierte
que se va volviendo viejo? ¿Tiene alguna razón para envidiar a la gente joven, o
sentir nostalgia por su juventud perdida? ¿Por qué ha de envidiar a los jóvenes?
¿Por las posibilidades que tienen, por el futuro que les espera? “No, gracias”,
pensará. “En vez de posibilidades yo cuento con las realidades de mi pasado, no
sólo la realidad del trabajo hecho y del amor amado, sino de los sufrimientos
sufridos valientemente. Estos sufrimientos son precisamente las cosas de las que
me siento más orgulloso aunque no inspiren envidia”. (8)
Neurosis Colectiva
Neurosis colectiva: a nuestra era se la ha llamado la era de la angustia. Sin
embargo, el hombre actual tiene ciertas características que "se parecen a las
neurosis". A éstas se les puede catalogar como neurosis colectivas. Los principales
síntomas son los siguientes:
a. La vida de hoy carece de planificación, impera la actitud del “día a día”. No se
hacen planes a largo plazo, y esto podría ser consecuencia de la incertidumbre
que a dado a la vida las continuas amenazas de guerras nucleares.
b. La segunda es la actitud fatalista ante la vida. Y esto puede ser un efecto más de
las guerras pasadas y de las continuas amenazas de nuevas guerras. Esta
actitud corresponde a la creencia de que es imposible planear la propia vida.
c. El tercer síntoma es el pensamiento colectivo. Al hombre le gustaría sumergirse
en la masa. Actualmente él solo se ha ahogado en el interior de las masas; ha
renegado de su libertad y su responsabilidad.
d. El cuarto síntoma es el fanatismo. Mientras que el colectivismo ignora su
propia personalidad, el fanático ignora a los otros hombres. La única opinión
válida es la suya. (9)
Neurosis Noógena
Tipo de neurosis propuesta por Frankl que surge debido a conflictos de conciencia,
por contradicciones de valores y por una frustración existencial. Frankl distingue
dos formas de neurosis noógenas: la neurosis de desocupación y la neurosis
dominical. La primera está vinculada con el flagelo creciente del paro laboral
forzoso, que mella la estima y el ánimo del desocupado, volcándolo hacia la apatía.
Este estado aparece como síntoma neurótico cuando la persona convierte al
desempleo en una excusa para justificar sus fracasos, eximiéndose de emprender
nuevos retos. Por el contrario, el tipo no neurótico percibe dicha situación como
una contingencia pasajera, entiende que el no ejercicio de su profesión no
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determina que su vida carezca de sentido, y en consecuencia, evita desesperarse,
buscando alternativas sanas en que ocupar su tiempo.
b) La neurosis dominical o de los fines de semana, se expresa en los individuos
que acostumbran dedicar todo su tiempo a la actividad laboral. Cabe
mencionar, sin embargo, que Frankl le concede al trabajo un papel
fundamental en tanto es el campo donde el hombre encuentra la posibilidad
de crecer y realizarse dentro del marco de los valores creativos,
permitiéndole fortalecer los vínculos con su comunidad.
c) Finalmente, Frankl ha precisado otros cuados aparte de la neurosis noógena,
que han sido recogidos por Krize, y que son: "neurosis somatógenas", que
responden a causas físicas con efectos en el dominio psíquico;
"enfermedades psicosomáticas", que son de desencadenamiento psíquico
pero se acompañan de cosas físicas; "neurosis reactivas", que de igual modo
son soportadas en común por la psique y el cuerpo, y cuyos síntomas
principales, a diferencia de lo que ocurre en el caso de las enfermedades
psicosomáticas, son de naturaleza psíquica, y "neurosis psicógenas", que son
de causación psíquica (pero que también pueden tener efectos físicos)". (4)
Trabajo Psicoterapéutico en el sufrimiento
Para tratar neurosis psicógena y neurosis noógena, y para modificar o transformar
algunas actitudes y conductas disfuncionales, se emplean técnicas de logoterapia,
tales como: intensión paradójica; técnica derreflexión; autodistanciamiento;
modificación de conducta; y diálogo existencias-analítico (mayéutica).
Por ejemplo, la “intención paradójica”, es otro de los elementos fundamentales de
la logoterapia; a través de ella se lleva a las personas a realizar o vivenciar aquello
que más temen, aunque sea por un momento. Desde el punto de vista de Frankl, el
miedo a cualquier cosa, hace que se produzca aquello que se teme, y la atención
excesiva, evita que se cumpla lo que se desea. Enfrentar los temores a través de la
“intención paradójica” permite trascenderlos, del mismo modo en que no hacer de
los deseos obsesiones facilita su realización. Así, el objetivo de la logoterapia, es
conducir a los individuos a la autodeterminación, con base en asumir la
responsabilidad personal y reconocer el sentido individual en relación con el
mundo que le rodea. Para hallar el sentido, existen tres factores:
1. Valorar y reconocer el sentido de cada experiencia
2. Ser creativo y comprometerse en todos los proyectos personales que
configuran el proyecto de vida
3. Tener responsabilidad sobre las actitudes personales; es decir, sobre el modo
en que asumimos y enfrentamos las diversas situaciones que se presentan
como parte de la existencia. (6)
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Se ha probado, que la “intención paradójica” es efectiva en el Pandeterminismo.
Por ejemplo, en el plano político, a nadie se le ha olvidado toda la propaganda que
se hizo para motivar a los jóvenes para que se inscribieran en los registros
electorales con motivo de la elección parlamentaria y el fracaso que ésta tuvo. (10)
Intención Paradójica
Técnica psicoterapéutica de la logoterapia que consiste en proponerle al paciente
desear e intentar justamente aquello a lo que tanto teme.
Pandeterminismo
El punto de vista de un hombre que desdeña su capacidad para asumir una postura
ante las situaciones, cualesquiera que éstas sean. Fue el nombre que le dio Frankl,
en la década de los 50, a la apatía de la gente en general. Se refiere a la sensación de
estar totalmente determinado (pan=todo, total) por las situaciones externas; y por
lo tanto no vale la pena tomar las riendas de la propia vida, sino que más bien,
conviene dejar que esta fluya con su fuerza determinante. Frankl lo conceptualiza,
sosteniendo que “éste es el punto de vista de un hombre que desdeñe su capacidad
para asumir una postura ante las situaciones, cualesquiera que éstas sean”.
El autor plantea que este fenómeno es de la época actual y hace una comparación
entre el hombre de hoy y el de antaño “a diferencia de los hombres del pasado, el
hombre actual ya no tiene tradiciones que le digan lo que debe ser. Entonces,
ignorando lo que tiene que hacer e ignorando lo que debe ser, parece que muchas
veces ya no sabe tampoco lo que quiere en el fondo. Y entonces sólo quiere lo que
los demás hacen (conformismo) o bien, sólo hacer lo que los otros quieren, lo que
quieren de él (totalitarismo)”.
Como dijo Frankl: “La libertad es la capacidad de decidir voluntariamente lo mejor
para la vida de uno, aunque esto en ocasiones, signifique ir en contra de lo
establecido. Cada decisión trae consigo una o varias consecuencias y el aceptarlas y
hacerlas propias es la responsabilidad”, “ser responsable significa ser selectivo, ir
eligiendo”. Para esto es necesario tener un sentido en la vida que nos guíe en cada
decisión que tomemos. Frankl sostiene que la voluntad de sentido es el esfuerzo
por el mejor cumplimiento posible del sentido de su existencia, es decir, el esfuerzo
por ser libre. Esta opción por ser consecuente con el sentido de la propia vida
muchas veces implica renunciar al placer inmediato, e incluso puede llevar al
sufrimiento, que a la larga conduce a un bien mayor, que es la vida llena de sentido.
La sociedad actual, es alienante de la búsqueda de sentido. Al valorarse sólo la
utilidad, la eficiencia, la productividad, el hombre no tiene tiempo para detenerse y
reflexionar, a la hora de tomar decisiones, si la opción elegida es la mejor para él, si
es consecuente con el sentido que se ha propuesto cumplir a lo largo de su vida. De
aquí la apatía, el no estar ni ahí: el perder el norte, el objetivo y simplemente actuar
casi por inercia, hace que todo dé lo mismo, permite creer que las decisiones
tomadas en cada momento no son determinantes de nuestra vida, por la sencilla
razón de que no sabemos qué es lo que queremos y esperamos de ella. Lo anterior
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hace que esta sociedad esté marcada por una falta de sentido, por un vacío
existencial, el cual tiene varias causas. La primera, la falta de sentido, esto es, no
tener un sentido por el qué vivir; una segunda, la frustración de este sentido
(frustración existencial), y la tercera, lo que Frankl llama “neurosis noógena”, la
cual, a diferencia de las tradicionales, se produce por conflictos de conciencia, por
contradicciones de valores y por una frustración existencial.
Frankl propone una nueva forma de terapia, un método menos retrospectivo y
menos introspectivo que el Psicoanálisis, mira más bien al futuro, la logoterapia. Al
aplicarla el paciente ha de enfrentarse con el sentido de su propia vida, para, a
continuación, rectificar la orientación de su conducta en tal sentido. La logoterapia
se centra en el significado de la existencia humana así como en la búsqueda de
dicho sentido por parte del hombre. (10)
Bibliografía
(1) http://www.psicoactiva.com/diccio/diccio_t.htm#letra_v
(2) http://sisbib.unmsm.edu.pe/BvRevistas/Neuro_psiquiatria/v64_n2/victorFrankl.htm
(3) http://html.rincondelvago.com/viktor-Frankl.html
(4) http://sisbib.unmsm.edu.pe/BvRevistas/Neuro_psiquiatria/v64_n2/victorFrankl.htm
(5) http://www.logoforo.com/anm/templates/?a=326&z=1
(6) http://sepiensa.org.mx/contenidos/2006/s_logoterapia/logotrapia_2.htm
(7) http://sepiensa.org.mx/contenidos/2006/s_logoterapia/logotrapia_1.htm
(8) http://gruporenacer.wordpress.com/2007/11/09/la-transitoriedad-de-la-vida/
(9) http://www.logoterapia.com.mx/docs/Logoterapia-VFrankl.pdf
(10) http://html.rincondelvago.com/el-pandeterminismo-en-la-vida-cotidiana.html
Víctor Jiménez Rodríguez