ho y                 Religión en un estado democrático
n                    Rodrigo
       REPASO: PREPARACIÓN PARA EL EXAMEN Parte 2
       TEMAS 5-11
            1. ¿Cómo se clasifican los grupos religiosos?
               Los grupos religiosos son, por definición, grupos sociales con mayor o menor
               organización dedicados a una serie de fines religiosos. En virtud del principio de
               libertad religiosa y el de libertad de asociación, dichos grupos pueden optar por
               diferentes estatutos jurídicos que pueden servir para clasificarlos.
               Los grupos religiosos que no se inscriban en Registro alguno funcionaran como
               grupos de hecho, pero no es el único estatuto jurídico por el que pueden optar. Los
               grupos religiosos también pueden constituirse como asociaciones civiles mediante
               su inscripción en el Registro General de Asociaciones del Ministerio del Interior,
               acogiéndose así al Derecho común de asociación, u optar por inscribirse en el
               Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia y verse amparadas por el
               derecho especial previsto para ellas.
               No nos podemos olvidar tampoco de las denominadas “sectas”, que a pesar de no
               ser un concepto jurídico definido por norma alguna no puede ser dejado de lado a la
               hora de clasificar los grupos religiosos. Etimológicamente las sectas son grupos
               minoritarios que se separan de una Iglesia o Comunidad, pero en la actualidad se
               trata de un término con connotaciones negativas, pues son socialmente vistas como
               grupos pseudo religiosos con fines propios que realizan actividades ilícitas.
               Además, para clasificar los grupos religiosos debemos de tener en cuenta su
               máxima y última expresión institucional del asociacionismo religioso, las
               Confesiones religiosas que menciona la Constitución y desarrolla la LOLR como
               “Iglesias, Confesiones, y Comunidades Religiosas”, pues estas también pueden ser
               justificadas según su régimen jurídico. Dicha clasificación es la siguiente:
               Las Confesiones de hecho aquellas no inscritas en el RER.
               Confesiones meramente inscritas en el RER, a las que se les aplica la LOLR y la
               legislación eclesiástica general.
               Confesiones inscritas con declaración de notorio arraigo, lo cual les concede ciertos
               derechos como el poder recibir subvenciones de la fundación “Pluralismo y
               Convivencia”, ser parte de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa, o que sus
               matrimonios tengan efectos civiles.
               Confesiones inscritas de notorio arraigo con Acuerdos de Cooperación. Estas se
               regirán según lo dispuesto en sus respectivos acuerdos, destacar aquí que los
               Acuerdos con la Iglesia Católica, por tener esta personalidad jurídica internacional,
               tienen la consideración de acuerdos internacionales.
   Además, las comunidades e iglesias de una misma fe frecuentemente se agrupan en
   Federaciones confesionales para mantener un diálogo unitario con el Estado.
2. ¿Qué se entiende por Confesión religiosa?
   No existe una definición legal de Confesión religiosa. Cuando la Constitución
   emplea el término lo hace para referirse al asociacionismo religioso más elevado,
   cuando se constituye como máxima y última expresión institucional de este. Junto
   al aspecto institucional debe, además, de contar con un sustrato sociológico
   suficiente.
   Aunque no ofrecen una definición de Confesión religiosa, la LOLR y la
   Constitución proporcionan suficientes datos para construir un concepto de esta.
   La Constitución las reconoce como representantes institucionales de las creencias
   religiosas de la sociedad que cooperan con los Poderes públicos. La LOLR, por su
   parte, reconoce el derecho de estas a organizarse internamente según sus propios
   criterios y con independencia del Estado. Esta independencia es garantizada por el
   principio de libertad religiosa y la neutralidad del Estado frente a las Confesiones,
   además de la consideración de estas como formaciones sociales previas al Estado y
   verdaderos ordenamientos jurídicos primarios.
   Además, las Confesiones aúnan en sí las notas de capitalidad y globalidad junto con
   una organización autónoma e independiente última en su género. En este sentido,
   pueden tratarse de organizaciones internacionales con una estructura unitaria como
   la Iglesia Católica o los Testigos de Jehová, o de Comunidades e Iglesias de carácter
   local con pocos creyentes, pero aún constituidas como organizaciones autónomas e
   independientes, como es el caso con algunas iglesias evangélicas en España.
3. ¿Qué diferencia existe entre Confesión y entidad religiosa? Exponga algún ejemplo.
   La diferencia entre Confesión y entidad religiosa radica en que la Confesión
   religiosa se refiere a las Iglesias, Confesiones y Comunidades religiosas en su
   expresión más elevada, constituyéndose como su máxima y última expresión
   institucional, con un suficiente sustrato sociológico y organizándose internamente
   de acuerdo con sus propios criterios, con total independencia del Estado.
   Por otro lado, las entidades religiosas son aquellas creadas por una Confesión y que
   se proponen fines religiosos, y una vez reconocidas como tales por el Estado, se les
   aplica una normativa especial, que suele ser más favorable para estas entidades que
   la prevista en el Derecho común.
   Respecto a los fines, existen algunos indudablemente religiosos como es el culto,
   pero también otros de carácter mixto como es la educación desarrollada sin ánimo
   de lucro por las entidades religiosas, en todo caso, estos fines no deben ni pueden
   ser contrarios a los propios preceptos de la Confesión fundadora. En España se
   tiende a la consideración extensiva de los fines religiosos, sin que esto implique que
   las Confesiones, como cualquiera con personalidad jurídica, pueda crear otro tipo de
   entidades con fines diferentes y concorde al derecho común, sin que se les aplique
   el derecho especial precisamente por la no religiosidad de sus fines.
   También se puede dividir las entidades atendiendo a su substrato material, siendo
   las entidades orgánicas aquellas pertenecientes a la organización de la Confesión, y
   las asociativas las que cuentan con un carácter personal, creadas o por fieles o por la
   jerarquía de la confesión, aunque siempre con aprobación de la última.
   Por su origen, las entidades también pueden ser originarias, las propias Confesiones
   en sí, o derivadas, entidades creadas por las Confesiones para el cumplimento de sus
   fines.
   Un ejemplo de Confesión religiosa sería la Iglesia católica, que es una de las
   confesiones religiosas más grandes y antiguas del mundo, con una organización
   internacional y una estructura jerárquica que incluye diócesis, parroquias,
   fundaciones, cofradías, entre otras entidades. Por otro lado, un ejemplo de entidad
   religiosa sería una congregación religiosa específica, como la Compañía de Jesús,
   que es una orden religiosa de la Iglesia católica fundada por San Ignacio de Loyola,
   y que tiene una estructura y organización propia para llevar a cabo sus fines
   religiosos y apostólicos.
    Las Confesiones religiosas y sus entidades, si quieren actuar en la vida jurídica
   civil han de obtener el reconocimiento del Estado, que les atribuye una personalidad
   jurídica civil. Dicho reconocimiento puede tener lugar de diversas maneras. La
   Iglesia católica, al tener personalidad jurídica internacional, estar
   mencionada expresamente en la CE y haber firmado Acuerdos internacionales con
   el Estado no necesita ningún reconocimiento ulterior. El resto de las Confesiones y
   entidades religiosas pueden obtener la personalidad jurídica civil por inscripción en
   el Registro de Entidades Religiosas (RER), mediante notificación al Ministerio de
   Justicia y por el imperio de la ley.
4. ¿En qué se manifiesta la autonomía que reconoce el Estado a las Confesiones?
   La autonomía que reconoce el Estado a las Confesiones religiosas se manifiesta en
   que estas entidades tienen el derecho a organizarse internamente de conformidad
   con sus propios criterios, con total independencia del Estado, como realidades
   previas al Estado y verdaderos ordenamientos jurídicos primarios. Esto significa
   que las Confesiones religiosas pueden establecer sus propias normas de
   organización, régimen interno y régimen de su personal, incluyendo cláusulas de
   salvaguarda de su identidad religiosa y carácter propio, siempre y cuando respeten
   los derechos y libertades reconocidos por la Constitución, en especial los de
   libertad, igualdad y no discriminación.
   La plena autonomía para establecer sus propias normas de organización, sin más
   límites que los marcados por el orden público, de acuerdo con lo establecido en la
   Ley de Libertad Religiosa se manifiesta en que pueden organizarse de acuerdo a sus
   criterios dogmáticos sin más límite que eñ orden público, lo que les permite tener
   una organización autónoma e independiente de cualquier otra, siendo consideradas
   como formaciones sociales originarias, y va más allá que la mera autonomía
   estatutaria concedida por el Estado a otras organizaciones sociales (asociaciones,
   fundaciones, sindicatos, partidos políticos, etc.) a las que puede imponer algunos
   requisitos organizativos, como por ejemplo, que se organicen democráticamente,
   pues no puede intervenir en su régimen interno de manera alguna salvo las ya
   mencionadas.
5. ¿Cómo adquieren personalidad jurídica civil los grupos religiosos en España?
   Las confesiones y entidades religiosas que quieran actuar en la vida jurídica civil
   deben estar reconocidas por el Estado, que les atribuye personalidad jurídica civil.
   Dicho reconocimiento puede darse de diversas maneras.
   La iglesia católica, por su personalidad jurídica internacional, estar mencionada en
   la Constitución, y haber firmado acuerdos internacionales con el Estado, no necesita
   reconocimiento ulterior. El resto pueden obtener la personalidad jurídica civil
   mediante inscripción en el RER, notificación al Ministerio de Justicia y por
   ministerio de la ley.
   Según la Ley Orgánica de libertad religiosa, en el RER se pueden inscribir Iglesias,
   Confesiones y Comunidades religiosas, pudiendo éstas crear entidades menores
   para cumplir sus fines de acuerdo con el ordenamiento jurídico general.
   El acuerdo de asuntos jurídicos con la Santa Sede preveía que las órdenes y
   congregaciones de la Iglesia, así como sus asociaciones y fundaciones alcanzarán
   personalidad jurídica civil mediante su inscripción en el Registro correspondiente.
   Con la publicación del reglamento del RER se aprovechó para inscribir entidades
   menores tales como: circunscripciones territoriales, secciones locales, asociaciones
   con fines religiosos y sus federaciones, o cualquier otra entidad inscribible según
   los acuerdos con el estado.
6. ¿Qué entidades se pueden inscribir en el RER? ¿Qué datos hay que inscribir
   en el RER?
   En el Registro de Entidades Religiosas (RER) se pueden inscribir las "Iglesias,
   Confesiones y Comunidades religiosas" y sus federaciones, así como otras
   entidades menores creadas por estas entidades mayores, como asociaciones y
   fundaciones. Además, también pueden inscribirse los seminarios y centros de
   formación de ministros de culto, los centros superiores de enseñanza de materias
   eclesiásticas, y cualquier otra entidad inscribible según los Acuerdos con el Estado.
   Los datos que deben inscribirse en el RER incluyen la denominación de la entidad,
   el domicilio, el ámbito de actuación, la descripción de sus fines religiosos, el
   régimen de funcionamiento, los representantes legales y los órganos representativos
   con expresión de sus facultades y requisitos para su válida designación. Estos datos
   son necesarios para la seguridad jurídica y para que terceros que quieran contratar
   con la entidad conozcan los datos esenciales.
   Además, para la inscripción de federaciones es necesario aportar los documentos
   que acreditan la adscripción o integración de las entidades miembros en la
   federación, así como su previa inscripción en el RER.
   En resumen, en el RER se pueden inscribir las entidades religiosas mayores, sus
   federaciones, entidades menores creadas por estas entidades mayores, así como
   otros tipos de entidades religiosas y sus datos de identificación y funcionamiento
   deben ser inscritos para garantizar la seguridad jurídica y transparencia en sus
   actividades.
7. ¿Quién puede determinar qué es y cuáles son los lugares de culto de una confesión?
    Solo las autoridades confesionales están legitimadas para determinar qué es un lugar
    de culto de su propia confesión. En Derecho eclesiástico, el término "lugar de culto"
    se refiere a aquellos lugares en los que las confesiones celebran habitualmente sus
    cultos o ceremonias religiosas, y se trata de un espacio sagrado protegido. Los
    lugares de culto reciben nombres diversos según las distintas tradiciones religiosas,
    como iglesia, templo, mezquita, sinagoga, entre otros. Además, la identificación de
    estos lugares a efectos jurídicos viene determinada con criterios finalísticos,
    considerándose tales a los locales que habitualmente estén destinados
    específicamente a funciones de culto, oración o asistencia religiosa, y cuando esta
    finalidad sea expresamente acreditada por la respectiva Comunidad o Iglesia, con la
    conformidad de su Federación.
    Por otro lado, en los Acuerdos de cooperación con las confesiones minoritarias, se
    ofrece un concepto legal de lugares de culto, y se consideran tales a los locales que
    habitualmente estén destinados específicamente a funciones de culto, oración o
    asistencia religiosa, y cuando esta finalidad sea expresamente acreditada por la
    respectiva Comunidad o Iglesia, con la conformidad de su Federación.
    En resumen, las autoridades confesionales son las únicas legitimadas para
    determinar qué es y cuáles son los lugares de culto de una confesión, y estos lugares
    se caracterizan por estar destinados específicamente a funciones de culto, oración o
    asistencia religiosa, con la conformidad de la respectiva Comunidad o Iglesia y su
    Federación.
8. ¿Qué es un lugar de culto y qué rasgos subrayaría en el régimen legal de los lugares
    de culto?
    Un lugar de culto se refiere a un espacio destinado específicamente a funciones de
    culto, oración o asistencia religiosa, y que es expresamente acreditado por la
    respectiva Comunidad o Iglesia, con la conformidad de su Federación. Estos lugares
    suelen ser utilizados para la celebración de ceremonias religiosas y otras actividades
    relacionadas con la práctica de la fe. En términos legales, los lugares de culto gozan
    de inviolabilidad y están protegidos por la ley. Además, su identificación a efectos
    jurídicos se determina con criterios finalísticos, considerándose tales a los locales
    que habitualmente estén destinados específicamente a funciones de culto, oración o
    asistencia religiosa, y cuando esta finalidad sea expresamente acreditada por la
    respectiva Comunidad o Iglesia, con la conformidad de su Federación.
    En el régimen legal de los lugares de culto, se subrayan rasgos como la
    inviolabilidad de los mismos, la protección de la libertad religiosa, la exención del
    Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para los lugares de culto de la Iglesia
    católica y las Confesiones minoritarias con Acuerdo de cooperación, así como la
    reserva y cesión de espacios de titularidad pública para lugares de culto. Además, se
    establecen requisitos para la anotación de los lugares de culto en el Registro de
    Entidades Religiosas, como la aportación del título de disposición y un certificado
    de su carácter de lugar de culto, con la conformidad del órgano superior de la
    confesión. En cuanto a los aspectos urbanísticos, las normas autonómicas suelen
    prever la reserva y cesión de espacios de titularidad pública para lugares de culto, y
    en algunos casos se requiere una licencia municipal para la apertura de lugares de
    culto.
        En resumen, un lugar de culto es un espacio destinado a funciones de culto,
        oración o asistencia religiosa, protegido por la ley y con requisitos específicos
        para su anotación en el Registro de Entidades Religiosas. El régimen legal de
        los lugares de culto subraya rasgos como la inviolabilidad de los mismos, la
        protección de la libertad religiosa, la exención del Impuesto sobre Bienes
        Inmuebles (IBI) para los lugares de culto de la Iglesia católica y las Confesiones
        minoritarias con Acuerdo de cooperación, así como la reserva y cesión de
        espacios de titularidad pública para lugares de culto. Además, se establecen
        requisitos para la anotación de los lugares de culto en el Registro de Entidades
        Religiosas, como la aportación del título de disposición y un certificado de su
        carácter de lugar de culto, con la conformidad del órgano superior de la
        confesión. En cuanto a los aspectos urbanísticos, las normas autonómicas suelen
        prever la reserva y cesión de espacios de titularidad pública para lugares de
        culto, y en algunos casos se requiere una licencia municipal para la apertura de
        lugares de culto.
9. ¿Cómo definiría Usted la objeción de conciencia?
        La objeción de conciencia se refiere a la negativa a cumplir un deber jurídico
        por motivos de conciencia, ya sea por razones religiosas, ideológicas, éticas,
        morales o deontológicas. Este fenómeno social y jurídico moderno ha surgido
        en diferentes ámbitos, como el servicio militar obligatorio y el aborto, y ha
        generado controversia en cuanto a su cobertura jurídica y reconocimiento en
        diferentes países. En el caso de España, la objeción de conciencia al servicio
        militar está reconocida en la Constitución, mientras que, en el caso del aborto, la
        ley reconoce el derecho a la objeción de conciencia para el personal sanitario
        implicado en la interrupción voluntaria del embarazo.
10. ¿En qué se diferencia la objeción de conciencia de la desobediencia civil?
    La objeción de conciencia se diferencia de la desobediencia civil en varios aspectos.
    La objeción de conciencia se refiere a la negativa a cumplir un deber jurídico por
    motivos de conciencia, ya sea por razones religiosas, ideológicas, éticas, morales o
    deontológicas. Por otro lado, la desobediencia civil suele ser masiva, pretende
    cambiar la ley y su motivación puede ser muy variada. Además, la desobediencia
    civil es una acción colectiva que busca modificar la normativa legal, mientras que la
    objeción de conciencia es una decisión personal de abstenerse de cumplir un deber
    jurídico por motivos de conciencia.
    Cada vez resulta más difícil ofrecer una definición por la variedad de sus
    manifestaciones y de sus motivaciones. Podríamos definirla como la negativa a
    cumplir un deber jurídico procedente de una norma o un contrato, por razones de
    conciencia. La figura típica con la que suele confundirse es la desobediencia civil.
    Desobediencia civil: suele ser masiva, pretende cambiar la ley, y su motivación
    puede ser muy variada. Objeción: es personal; sólo pretende abstenerse de cumplir -
    o incumplir-, un deber jurídico.
11. ¿Dónde se encuentra el fundamento constitucional de la objeción de conciencia?
    El fundamento constitucional de la objeción de conciencia se encuentra en el
    artículo 16 de la Constitución Española, que reconoce el derecho a la libertad
    ideológica, religiosa y de culto. Este artículo establece que "se garantiza la libertad
    ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más
    limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del
    orden público protegido por la ley".
     STC 53/1985: «Por lo que se refiere al derecho de objeción de conciencia [...]
    existe y puede ser ejercido con independencia de que se haya dictado o no tal
    regulación. La objeción de conciencia forma parte del contenido del derecho
    fundamental a la libertad ideológica y religiosa reconocido en el artículo 16.1 de la
    Constitución y, como este Tribunal ha indicado en diversas ocasiones, la
    Constitución es directamente aplicable, especialmente en materia de derechos
    fundamentales».
12. Ante unos padres que se niegan a autorizar la transfusión de sangre a un hijo menor
    de edad, con riesgo grave para su vida ¿qué debería hacer el médico? ¿Y si es un
    mayor de edad quien se niega a recibir la transfusión? Entre el derecho a la vida y
    el derecho de libertad religiosa ¿cuál debería de prevalecer?
    En el caso de unos padres que se niegan a autorizar la transfusión de sangre a un
    hijo menor de edad, con riesgo grave para su vida, el médico debería actuar en
    interés del menor y buscar la autorización de un juez para realizar la transfusión, ya
    que el derecho a la vida del menor prevalece sobre el derecho de libertad religiosa
    de los padres.
    Si es un mayor de edad quien se niega a recibir la transfusión, la situación es más
    compleja. En este caso, el médico debe respetar la decisión del paciente, siempre y
    cuando este tenga plena capacidad para tomar decisiones informadas sobre su
    tratamiento médico. Sin embargo, si el paciente no tiene la capacidad para tomar
    decisiones informadas, el médico deberá actuar en su mejor interés, lo que podría
    incluir la realización de la transfusión, si es necesaria para salvar su vida.
    En cuanto a la prevalencia entre el derecho a la vida y el derecho de libertad
    religiosa, la jurisprudencia española ha tendido a primar el derecho a la vida en
    casos de conflicto entre estos derechos, especialmente cuando se trata de la vida de
    un menor de edad.
13. ¿En qué consiste la libertad de enseñanza? ¿Recuerda algún instrumento jurídico
    internacional que la proclame? ¿Dónde se recoge en el Ordenamiento español?
    La libertad de enseñanza consiste en el derecho de los padres a elegir el tipo de
    educación que desean para sus hijos, de acuerdo con sus convicciones religiosas,
    filosóficas y pedagógicas. Este derecho se encuentra proclamado en varios
    instrumentos jurídicos internacionales, como la Declaración Universal de Derechos
    Humanos en su artículo, el Pacto Internacional sobre los Derechos Civiles y
    Políticos, y el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y
    Culturales.
    En el ordenamiento español, este derecho se recoge en la Constitución, que
    garantiza el derecho de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa
    y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
14. ¿Qué razones justifican la presencia de la enseñanza religiosa en el sistema
    educativo público? ¿Tiene apoyo normativo en España esa presencia?
    La presencia de la enseñanza religiosa en el sistema educativo público se justifica
    por el reconocimiento del derecho de los padres para que sus hijos reciban la
    formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones,
    según lo establecido en la Constitución Española. Este derecho también está
    respaldado por la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, que declara que forma parte
    del derecho de libertad religiosa el derecho de toda persona a elegir la educación
    religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones, y que los
    poderes públicos adoptarán las medidas necesarias para facilitar la formación
    religiosa en centros docentes públicos.
15. ¿Cómo se nombran los profesores de religión en España? ¿Qué requisitos
    académicos han de cumplir?
    Los profesores de religión en España son nombrados por la autoridad confesional
    correspondiente, que es quien responde ante los padres de la idoneidad de la
    enseñanza religiosa que reciban sus hijos.
    En cuanto a los requisitos académicos, la Ley Orgánica de Educación (LOE) de
    2006 dispone que los profesores de religión habrán de reunir los requisitos de
    titulación académica exigidos a los demás profesores, además de la declaración de
    idoneidad confesional.
16. ¿Qué condición laboral tienen los profesores de religión en España?
    Los profesores de religión en España tienen una condición laboral de contratación
    laboral, con contrato indefinido que se renueva automáticamente cada año, de
    acuerdo con la Ley Orgánica de Educación.
17. ¿Puede la Administración educativa contratar a un profesor de religión sin permiso
    de la autoridad confesional? ¿Por qué?
    No, la Administración educativa no puede contratar a un profesor de religión sin el
    permiso de la autoridad confesional correspondiente. Esto se debe a que, por
    exigencias internas del derecho de libertad religiosa, para poder ser profesor de
    religión es necesaria la previa designación por la autoridad confesional
    correspondiente, que es quien responde ante los padres de la idoneidad de la
    enseñanza religiosa que reciban sus hijos.
    El Estado no tiene nada que decir sobre la idoneidad religiosa de los profesores de
    religión.
18. ¿Puede un Estado aconfesional o laico financiar a las Confesiones religiosas?
    ¿Por qué razones?
    Un Estado aconfesional o laico puede financiar a las Confesiones religiosas. Esto
    puede ocurrir por varias razones. En primer lugar, el Estado puede contribuir a la
    financiación de las Confesiones religiosas en atención a las actividades de carácter
    social y de interés general que estas desarrollan, sin ánimo de lucro. Además, el
    reconocimiento de la actividad religiosa como legítima y con una notable demanda
    social puede ser una razón para apoyar económicamente a las Confesiones
    religiosas. No discriminar a las entidades religiosas, negándoles financiación por el
    hecho de ser religiosas, puede ser considerado como una muestra de verdadera
    laicidad.
19. ¿Cuántos tipos de financiación a las Confesiones conoce?
    Existen dos formas de cooperación económica entre el Estado y las Confesiones: la
    financiación directa y la financiación indirecta ().
    La financiación directa puede ser a través de dotación presupuestaria, donde el
    Estado contribuye con una partida de los Presupuestos Generales del Estado para
    los gastos de la Confesión oficial del Estado, o a través de asignación tributaria,
    donde el Estado permite que los contribuyentes decidan que una parte de su IRPF
    vaya al sostenimiento de las Confesiones religiosas.
    La financiación indirecta suele tener naturaleza fiscal y tributaria. El Estado otorga
    un trato fiscal más favorable a las entidades religiosas y a las actividades que
    desarrollan, así como a las donaciones que reciben, mediante supuestos de no
    sujeción o de exención de determinados impuestos y tributos.
    Además, el Estado suele incluir una partida en las Leyes de Presupuestos Generales
    del Estado para sufragar iniciativas culturales, educativas, de integración social y de
    fortalecimiento institucional de las Confesiones de notorio arraigo, excluyendo las
    actividades directamente religiosas.
20. ¿En qué se diferencia la financiación directa de la indirecta?
    La financiación directa se distingue de la indirecta en que la primera implica una
    contribución directa del Estado a las Confesiones religiosas a través de dotación
    presupuestaria o asignación tributaria, mientras que la financiación indirecta se
    refiere a un trato fiscal más favorable otorgado a las entidades religiosas y a las
    actividades que desarrollan, así como a las donaciones que reciben, mediante
    supuestos de no sujeción o de exención de determinados impuestos y tributos.
    La financiación indirecta también puede incluir la creación de una partida en los
    Presupuestos Generales del Estado para sufragar iniciativas culturales, educativas,
    de integración social y de fortalecimiento institucional de las Confesiones de
    notorio arraigo, excluyendo las actividades directamente religiosas.
21. ¿Qué es la asignación tributaria?
    La asignación tributaria es un sistema mediante el cual los contribuyentes pueden
    decidir que una parte de su impuesto sobre la renta vaya al sostenimiento de las
    Confesiones religiosas. Este sistema fue introducido por primera vez en la Ley de
    Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 1987, donde se estableció que un
    porcentaje del impuesto sobre la renta (IRPF) sería destinado a la Iglesia Católica, y
    los contribuyentes que no rellenaban la casilla para la Iglesia Católica podían
    rellenar otra para otros fines de interés social.
    La cantidad correspondiente a quienes no rellenaban ninguna casilla se adjudicaba
    directamente a "otros fines de interés social".
22. Describa en qué consiste la financiación indirecta.
    La financiación indirecta consiste en que el Estado otorga un trato fiscal más
    favorable a las entidades religiosas y a las actividades que desarrollan, así como a
    las donaciones que reciben, mediante supuestos de no sujeción o de exención de
    determinados impuestos y tributos. Esto permite a las Confesiones disponer de más
    bienes para el cumplimiento de sus fines y actividades. Además, el Estado suele
    incluir una partida en los Presupuestos Generales del Estado para sufragar
    iniciativas culturales, educativas, de integración social y de fortalecimiento
    institucional de las Confesiones de notorio arraigo, excluyendo las actividades
    directamente religiosas, mediante la fundación público “Pluralismo y Convivencia”.
    El Acuerdo sobre Asuntos Económicos con la Santa Sede y los Acuerdos de
    cooperación con la FEREDE, FCJE y CIE recogen prácticamente los mismos
    supuestos respecto a esta financiación indirecta, sin que exista gran diferencia entre
    Confesiones, aunque hay que destacar que las Confesiones, a parte de la Iglesia
    Católica, a las que se les ofreció su propia casilla para marcar en la declaración de
    la renta la rechazaron.
23. ¿Cuál ha sido el sistema matrimonial histórico español hasta la Constitución de
    1978? ¿Ha habido algún período excepcional? ¿Cuál?
    El sistema matrimonial histórico español hasta la Constitución de 1978 ha sido de
    matrimonio canónico obligatorio hasta el siglo XIX, y de sistema mixto desde
    entonces y hasta la mencionada Constitución. En este sistema el coexistían el
    matrimonio civil y el canónico, siendo opcionales entre sí, aunque era necesario
    probar que no se profesaba la fe católica para poder contraer matrimonio por la vía
    civil. Sin embargo, hubo dos períodos (la Primera y la Segunda República), en el
    que se estableció el matrimonio civil como el único matrimonio reconocido,
    volviendo al sistema de matrimonio civil subsidiario vigente hasta entonces una vez
    finalizadas cada uno de ellas.
24. ¿En virtud de qué precepto de la Constitución hubo que cambiar el sistema
    matrimonial hasta entonces vigente?
    La necesidad de cambiar el sistema matrimonial hasta entonces vigente se debió a
    varios motivos.
    En primer lugar, el cambio de un Estado confesional a uno regido por el principio
    de libertad religiosa implica que este debe mantener una relación de neutralidad con
    las Confesiones, el hecho de que no existiera la posibilidad de que el matrimonio
    contraído según las formas religiosas de estas pudiera adquirir efectos civiles
    suponía una violación de este principio. Los artículos de la CE con mayor
    incidencia en el sistema matrimonial son el 16 y el 32. El artículo 16, en su párrafo
    segundo, venía a excluir implícitamente la existencia de un sistema de matrimonio
    civil subsidiario (que era el hasta entonces vigente), ya que en este sistema, el
    matrimonio civil queda reservado para quienes no profesen la religión católica.
    Pero esto presupone que los contrayentes deben declarar si son o no católicos, lo
    que está tajantemente prohibido por la propia CE, que establece que nadie podrá ser
    obligado a declarar respecto a sus creencias.
    Además, la ambigüedad en la redacción del artículo 32 de la Constitución Española,
    que establecía que "la ley regulará las formas de matrimonio" condujo a una
    reforma del Código Civil, imperada por los nuevos principios constitucionales y el
    Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos (AAJ) firmados entre el Estado y la Santa Sede.
    En dicha reforma se contemplan, precisamente, los efectos civiles del matrimonio
    canónico. Posteriormente, y mediante los Acuerdos con las Confesiones, se
    regularían las cuestiones matrimoniales y la validez civil de este si se contraía
    acorde a la forma religiosa de las mismas, esta regulación fue extendida más tarde
    también a las Confesiones de notorio arraigo que carecen de Acuerdo de
    Cooperación.
25. ¿Cuál es el sistema matrimonial español actualmente?
    El sistema matrimonial español actualmente es un sistema pluralista facultativo de
    tipo latino, en el que coexisten el matrimonio civil y el canónico (este con algo de
    sustantividad propia) y, además, los no católicos pueden contraer matrimonio según
    su forma propia, pero rigiéndose estos por la Ley civil.
26. ¿Pueden tener eficacia civil las resoluciones canónicas en materia matrimonial?
    ¿Cuáles y con qué condiciones?
    Sí, las resoluciones canónicas en materia matrimonial pueden tener eficacia civil.
    Según el Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos entre el Estado español y la Santa Sede,
    las resoluciones dictadas por los Tribunales eclesiásticos sobre nulidad de
    matrimonio canónico o las decisiones pontificias sobre matrimonio rato y no
    consumado tendrán eficacia en el orden civil, a solicitud de cualquiera de las partes,
    si se declaran ajustadas al Derecho del Estado en resolución dictada por el Juez
    Civil competente, conforme a las condiciones establecidas en la Ley Orgánica de
    Cooperación Jurídica Internacional.
    El reconocimiento de las resoluciones canónicas en el ámbito civil se basa en el
    principio de que el Estado reconoce los efectos civiles al matrimonio celebrado
    según las normas del Derecho Canónico, es decir, constituido válidamente según las
    leyes de la Iglesia. Esto implica que las resoluciones canónicas sobre nulidad de
    matrimonio y decisiones pontificias sobre matrimonio rato y no consumado pueden
    tener eficacia en el orden civil, siempre y cuando se declare que están ajustadas al
    Derecho del Estado en una resolución dictada por el Juez Civil competente. Este
    reconocimiento de las sentencias canónicas se debe también a que la Santa Sede, a
    todos los efectos internacionales, se trata de un Estado, y España reconoce que las
    sentencias de Estados extranjeros tengan fuerza en nuestro territorio si cumplen con
    lo establecido en el artículo 46 de la Ley Orgánica de Cooperación Jurídica
    Internacional.
    Estas condiciones incluyen que las resoluciones no sean contrarias al orden público
    o inconciliables con una resolución española sobre el mismo objeto o que el proceso
    no se hubiera iniciado en España previamente. Las sentencias canónicas, para poder
    ser declaradas ajustadas al Derecho del Estado en una resolución dictada por el Juez
    Civil competente, no pueden concurrir en los supuestos del mencionado artículo.
    En la práctica, parece que los únicos casos en que podría rechazarse la inscripción
    serían cuando alguno de los contrayentes fuera un menor, incurriera en algún
    impedimento civil no dispensado, o estuviera unido por un matrimonio civil previo
    no disuelto por divorcio.
27. ¿Qué se entiende por «ajuste al Derecho del Estado»?
    El "ajuste al Derecho del Estado" se refiere a que las resoluciones canónicas en
    materia matrimonial deben ser declaradas conformes a las leyes del Estado en una
    resolución dictada por el Juez Civil competente, de acuerdo con lo establecido en
    La Ley Orgánica de Cooperación Jurídica Internacional.
    Esto implica que las decisiones eclesiásticas sobre nulidad de matrimonio o
    decisiones pontificias sobre matrimonio rato y no consumado deben ser evaluadas y
    validadas por el sistema judicial civil para que tengan eficacia en el ámbito civil.
    Este requisito garantiza que las resoluciones canónicas se ajusten a las normativas y
    principios legales del Estado en cuestión, asegurando su validez y reconocimiento
    en el ámbito civil.
     Además, cabe concluir que, si el Estado admite las decisiones canónicas sobre la
    nulidad de los matrimonios en base a las leyes propias de la Iglesia, en buena lógica,
    las normas citadas a propósito de su constitución no pueden reducirse a las
    meramente ceremoniales; es decir, cuando se utiliza la frase «matrimonio celebrado
    según las normas de Derecho Canónico», la ley civil se refiere al complejo de
    normas canónicas que rigen la institución matrimonial, tanto en su momento
    constitutivo, como extintivo.
    Resumiendo: el Estado admite la eficacia civil del matrimonio canónico tanto en su
    momento constitutivo, como extintivo, aunque en este último caso, sometiendo la
    decisión eclesiástica al requisito de que sea declarada «ajustada al Derecho del
    Estado» por el Juez civil. Qué haya de entenderse por ese ajuste al Derecho del
    Estado es otro de esos extremos que ha hecho correr ríos de tinta por parte de
    civilistas, canonistas y eclesiasticistas, pero la interpretación más adecuada es, a mi
    parecer, la que se hace en virtud del artículo 46 de la Ley Orgánica de Cooperación
    Jurídica Internacional, pues la Santa Sede cuenta con Personalidad Jurídica
    Internacional, por lo que sus sentencias judiciales deberían de considerarse como se
    consideran las de cualquier otro Estado.
28. ¿Cuándo y cómo se reconoció eficacia civil a los matrimonios religiosos de
    las confesiones minoritarias?
    Los matrimonios religiosos de las confesiones minoritarias fueron reconocidos con
    eficacia civil a partir de la Ley de la Jurisdicción Voluntaria de 2015, que modificó
    el artículo 60 del Código Civil. Esta modificación otorgó efectos civiles al
    matrimonio religioso de las confesiones que han alcanzado el reconocimiento de su
    "notorio arraigo" en España, como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
    Últimos Días (mormones), los Testigos de Jehová, los Budistas y los Ortodoxos.
    Los requisitos para que estos matrimonios religiosos tengan efectos civiles son los
    mismos que los exigidos a las confesiones con Acuerdo, es decir;
    (1) solicitando el expediente previo de capacidad matrimonial frente al
        Responsable del Registro, Secretario Judicial, Notario o funcionario
        diplomático o consular,
    (2) que se celebre frente a un ministro de culto aprobado por la Confesión que
        luego expedite y entregue al Registro correspondiente diligencia expresiva de la
        celebración del matrimonio, y al menos dos testigos mayores de edad
    (3) en un plazo máximo de seis meses desde la expedición del informe previo de
        capacidad matrimonial
   Una peculiaridad respecto a la inscripción de los matrimonios islámicos derivada
   del propio Acuerdo con la CIE es que estos pueden contraer matrimonio sin tener el
   informe previo de capacidad matrimonial el día de la celebración, aunque tendrán
   que adjuntarlo junto a la diligencia expresiva de la celebración y enviarlo al
   Registro. Otro aspecto diferente es que dicha diligencia expresiva puede ser
   enviada, a parte de por el ministro de culto, por el responsable de la Comunidad
   dónde se ha celebrado el matrimonio. Hay que destacar que de darse este caso el
   Encargado del Registro deberá prestar especial atención a la capacidad de los
   contrayentes antes de proceder a la inscripción del matrimonio.
   Así pues, podemos concluir que, en la práctica, el sistema matrimonial español es
   un sistema de los que hemos calificado como mixtos, si nos atenemos a la letra de
   las diversas disposiciones normativas aplicables (CE, AAJ, LOLR, CC y Acuerdos),
   pues coexisten el matrimonio civil y el canónico (este último con una cierta entidad
   sustantiva), que resultan opcionales entre sí; y se concede a las otras Confesiones la
   posibilidad de que sus ritos matrimoniales sean eficaces para la constitución –y nada
   más– de matrimonios válidos ante el ordenamiento civil.
29. Señale las diferencias principales entre el régimen del matrimonio canónico y los
    matrimonios de las confesiones con Acuerdo de cara al reconocimiento de sus
    efectos civiles.
    Las diferencias principales entre el régimen del matrimonio canónico y los
    matrimonios de las confesiones con Acuerdo de cara al reconocimiento de sus
    efectos civiles radican en el proceso de reconocimiento y los requisitos para su
    validez.
    En el matrimonio canónico, regulado por el Derecho Canónico de la Iglesia
    Católica, el reconocimiento de los efectos civiles del matrimonio canónico está
    sujeto a la inscripción en el Registro Civil, que se practicará con la simple
    presentación de certificación eclesiástica de la existencia del matrimonio, además,
    requiere que las resoluciones canónicas en materia matrimonial sobre nulidad y
    matrimonio rato no consumado sean declaradas ajustadas al Derecho del Estado en
    una resolución dictada por el Juez Civil competente para que tengan eficacia civil.
    Por otro lado, los matrimonios de las confesiones con Acuerdo, como la Iglesia de
    Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), los Testigos de Jehová,
    los Budistas y los Ortodoxos, para tener efectos civiles requieren;
            a. La solicitud del expediente previo de capacidad matrimonial frente al
               responsable del Registro, Secretario Judicial, Notario o funcionario
               diplomático o consular,
           b. que se celebre frente a un ministro de culto aprobado por la Confesión
              que luego expedite y entregue al Registro correspondiente diligencia
              expresiva de la celebración del matrimonio, y al menos dos testigos
              mayores de edad
           c. en un plazo máximo de seis meses desde la expedición del informe
              previo de capacidad matrimonial
       Una peculiaridad respecto a la inscripción de los matrimonios islámicos
       derivada del propio Acuerdo con la CIE es que estos pueden contraer
       matrimonio sin tener el informe previo de capacidad matrimonial el día de la
       celebración, aunque tendrán que adjuntarlo junto a la diligencia expresiva de la
       celebración y enviarlo al Registro. Otro aspecto diferente es que dicha
       diligencia expresiva puede ser enviada, aparte de por el ministro de culto, por el
       responsable de la Comunidad dónde se ha celebrado el matrimonio. Hay que
       destacar que de darse este caso el Encargado del Registro deberá prestar
       especial atención a la capacidad de los contrayentes antes de proceder a la
       inscripción del matrimonio,
       En resumen, las diferencias principales radican en los requisitos y el proceso de
       reconocimiento de los efectos civiles. Mientras que el matrimonio canónico
       requiere de la mera certificación eclesiástica de que este se ha celebrado para ser
       inscrito en el Registro y producir efectos, los matrimonios de las confesiones
       con Acuerdo se reconocen como válidos si se cumplen los requisitos
       establecidos por la ley civil respecto a su celebración y proceso de inscripción.
30. ¿Qué tipos de sistemas matrimoniales existen? Reflexione sobre qué sistema
   matrimonial es más acorde con el principio de neutralidad estatal en materia
   religiosa.
   Existen varios tipos de sistemas matrimoniales, que pueden clasificarse en función
   de la forma en que un determinado ordenamiento civil regula el matrimonio en
   relación con la relevancia o aceptación que pueda conceder a los matrimonios
   religiosos. Estas clasificaciones incluyen:
   1. Sistemas monistas: en los que el Estado solo reconoce un tipo de matrimonio, ya
   sea civil u religioso.
   - Matrimonio civil obligatorio: el Estado solo reconoce el matrimonio civil, y la
   unión religiosa carece de efectos civiles.
   - Matrimonio religioso obligatorio: el Estado solo reconoce el matrimonio religioso.
   2. Sistemas dualistas:
   - Matrimonio facultativo: los ciudadanos pueden elegir libremente el tipo de
   matrimonio, ya sea civil o religioso.
   - Matrimonio civil subsidiario: el matrimonio canónico es obligatorio, salvo para
   aquellos que no profesen la fe católica.
   3. Sistemas pluralistas:
    - Sistema de estatuto personal: el matrimonio se regula según la religión de cada
   individuo.
   - Sistema facultativo de tipo anglosajón: se puede elegir la forma de contraer, pero
   el matrimonio se rige por la ley civil independientemente de la forma.
       - Sistema facultativo de tipo latino: coexisten el matrimonio canónico y el civil, los
       no católicos pueden contraer según su forma religiosa, pero sus matrimonios se
       regirán por la Ley civil.
       Bajo mi perspectiva personal, los tres sistemas pluralistas pueden considerarse de
       especial mérito en cuanto a la posición de neutralidad del Estado.
       El sistema de estatuto personal permite que el matrimonio sea regulado
       completamente por las Confesiones, por lo que no hay ningún tipo de intervención
       del Estado en los mismos. El problema de este sistema es que su aplicación práctica
       da pie a desigualdad e inseguridad jurídica, pues carece de una regulación
       estandarizada para todos los ciudadanos, como se puede ver en países como Israel.
       El sistema facultativo anglosajón resultaría el más igualitario jurídicamente, pues
       rige todos los matrimonios independientemente de su forma por la Legislación civil,
       sin distinción ni privilegio alguno, sin embargo, puede resultar injusto para las
       Confesiones al imponer la normativa civil a la regulación del matrimonio
       confesional, interfiriendo con las regulaciones que la propio religión, con su dogma
       y sus creencias, impone sobre las uniones matrimoniales.
       El sistema facultativo de tipo latino presenta la misma problemática que el de tipo
       anglosajón, añadiéndole el factor del trato algo preferente que recibe el matrimonio
       canónico, justificado en virtud de su relevancia histórica y social, pero preferente de
       todas maneras.
       Por todo ello, no tengo un veredicto definitivo más allá de que son los sistemas
       pluralistas los que mejor resguardan la neutralidad estatal respecto a las
       Confesiones, siendo aplicables cada uno de estos regímenes en situaciones
       concretas que los hacen los de mayor aptitud para la sociedad sobre la que rigen.
1. CASO PRÁCTICO: Fátima acude a un instituto de educación secundaria de Barcelona.
   Sus padres tienen conocimiento de la existencia de un acuerdo entre el Estado español y
   la Comisión Islámica de España en el que se establece la posibilidad de recibir
   enseñanza religiosa musulmana en los centros docentes públicos. Ante esto, los padres
   de Fátima desean solicitar para el próximo curso la asignatura de religión islámica.
   Describa los requisitos que se deben de cumplir y el procedimiento a seguir por las
   partes implicadas.
   En primer lugar, los padres de Fátima tendrán que enviar al centro la respectiva
   solicitud de que desean que su hija recibe la asignatura de religión islámica.
   Posteriormente, el centro estudiará esta solicitud, y les comunicará a los padres que
   existen ciertos requisitos, como el número mínimo de alumnos que deben querer recibir
   la clase (10 del mismo curso, aunque se puede evaluar caso a caso) para que esta pueda
   ser añadida al horario.
   Después, enviarán la solicitud a la Consejería de Educación de la Comunidad
   Autónoma, pues es esta la titular de la competencia de Educación. Esta, de su bolsa de
   profesores de religión, escogerá uno para enviarlo al centro. Dicho profesor deberá de
   contar tanto con la aprobación de la CIE (que responde de la idoneidad de la enseñanza
   religiosa islámica impartida supervisando la cualificación del profesor como definiendo
   el currículo y material del curso) como de la CCAA (debe contar con los mismos
   requisitos académicos que se le exige al resto de profesores). Dicho docente está
   contratado por la Administración Pública, con un contrato laboral automáticamente
   renovable cada año mientras cumpla con los requisitos previamente mencionados.
2. CASO PRÁCTICO: Los padres de un alumno de 6º de primaria muestran reticencias a
   que su hijo asista a clase cuando se imparten contenidos relativos a la educación sexual,
   como parte de la asignatura de ciencias naturales. Los padres se niegan a que su hijo
   asista a clase durante estas clases, alegando motivos de conciencia. Determine qué
   derechos están implicados en este supuesto y qué legislación sería la aplicable. Exponga
   qué consecuencias tendría la postura del alumno y razone jurídicamente una propuesta
   de solución al caso.
   El derecho implicado en este caso es el derecho de libertad religiosa y de creencias, el
   derecho a la educación, y el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación
   acorde a sus propias creencias, recogidos tanto en la Constitución como en Tratados
   internacionales.
   En cuanto a la legislación aplicable encontramos:
   La LODE, que establece el derecho a la educación y la participación de los padres en la
   educación de sus hijos, así como la obligatoriedad de la educación en ciertas etapas y;
   La LOE. Esta ley establece el derecho a una educación integral y el respeto a las
   convicciones religiosas y morales de los alumnos y sus familias.
   Si el alumno no asiste a las clases de educación sexual, podría perderse parte del
   contenido curricular obligatorio, lo que podría afectar su rendimiento académico y su
   formación integral.
   Dado que la educación sexual es un contenido curricular obligatorio, se debe buscar un
   equilibrio entre el derecho del alumno a recibir una educación integral y el derecho de
   los padres a que la educación se ajuste a sus convicciones religiosas y morales. Una
   propuesta de solución podría ser ofrecer a los padres la posibilidad de que su hijo reciba
   una educación alternativa durante las clases de educación sexual, como, por ejemplo, la
   realización de actividades supervisadas por el centro educativo que respeten las
   convicciones de los padres, pero que no excluyan al alumno del contenido curricular
   obligatorio. Esto permitiría conciliar los derechos implicados y garantizaría el
   cumplimiento de la legislación educativa vigente.
3. CASO PRÁCTICO: Cada cierto tiempo los medios de comunicación reflejan noticias
   que dan voz a movimientos sociales y políticos sobre la posibilidad de suprimir la
   asignatura de religión en los centros docentes públicos. Desde sus conocimientos de
   Derecho Eclesiástico del Estado, ¿podría el Gobierno del país ejerciendo sus
   competencias modificar o suprimir el estudio de la religión como asignatura en la
   educación pública? ¿Habría vulneración de derechos en este caso? ¿Qué mecanismos o
   procedimiento se debería seguir de acuerdo con la regulación actual? Razone
   jurídicamente sus respuestas.
   El Gobierno del país, ejerciendo sus competencias, sí podría modificar o suprimir el
   estudio de la religión como asignatura en la educación pública. Sin embargo, esta
   decisión debe ser tomada respetando los derechos fundamentales y la normativa
   vigente.
En el caso de España, la regulación actual establece que la enseñanza de la religión en
los centros docentes públicos está sujeta a acuerdos entre el Estado y las confesiones
religiosas. Estos acuerdos garantizan el derecho de los alumnos, sus padres y los
órganos escolares de gobierno a recibir enseñanza religiosa en los centros docentes
públicos, siempre que sea solicitada.
Por lo tanto, si el Gobierno decidiera modificar o suprimir la asignatura de religión en la
educación pública, debería seguir un procedimiento que respete los acuerdos existentes
con las confesiones religiosas y garantice el derecho de los alumnos y sus padres a
recibir enseñanza religiosa, de acuerdo con las convicciones de estos últimos.
En cuanto a la posible vulneración de derechos, la supresión de la asignatura de religión
podría ser considerada una vulneración del derecho de los padres a que sus hijos reciban
la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones, tal
como establece el artículo 27.3 de la Constitución española.
Por lo tanto, cualquier modificación o supresión de la asignatura de religión en la
educación pública debería realizarse respetando los acuerdos existentes, garantizando el
derecho de los alumnos y sus padres a recibir enseñanza religiosa, y evitando vulnerar
los derechos fundamentales establecidos en la Constitución y la normativa vigente.
En resumen, el Gobierno del país, ejerciendo sus competencias, podría modificar o
suprimir el estudio de la religión como asignatura en la educación pública, pero debería
hacerlo respetando los acuerdos existentes, garantizando los derechos fundamentales y
siguiendo el procedimiento establecido por la regulación actual.