SIMPLICIDAD
Es tan humano este dolor que ciento.
Esta raíz sin tallo florecido.
Este recuerdo anclado al pensamiento
y por toda la sangre repetido,
que ya ni me fatiga el vencimiento
ni me sangra el orgullo escarnecido,
mi corazón se acostumbró al tormento
de perder la mitad de su latido.
Ya mi rencor no exige la venganza,
aprendí a perdonar toda esperanza
como un bello pecado original.
Llevo en las manos tantas despedidas,
y en lo que fue el amor tantas heridas,
que me he tornado un hombre elemental.
AH! LA ANGUSTIA
Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!
Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
De su alarido!
Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!
PENSAMIENTO
"Eres mi primer pensamiento,
Mi primer sentimiento
Eres mi alegria
Me entregas alegría
Eres mi pasión
Me entregas pasión
Eres el que despierta en mi
Lo mas profundo de mi ser
El que con una sola palabra
Controla mi ser
Que con una sola mirada
Penetra mi mente
Eres el que siente mi entrega
Y me entrega paciente su amor
Eres mi tiempo, mi espacio, mi todo"
AMOR
"Este amor que ha crecido en mí por ti,
es tan fuerte que temo morir.
Que tú no me quieras me duele ,
y cada noche que pienso en ti,
este dolor se fortalece.
Pero este dolor que duele hasta morir,
pues es algo que no me cansaré de sentir."
ALEGRIA
Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.
Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
( Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía. )
Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.
Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.
EL PASO DEL TIEMPO
Esperé a que volvieras
durante días, semanas, años
quizá toda la vida
desde que tengo memoria
Y nunca volviste
Siempre tú, en mis sueños
Siempre tú, en mis esperanzas
Siempre tú
Y ahora que te vuelvo a ver
qué suerte,
ya no te necesito.
VIDA
Vivir como una isla,
lleno por todas partes
de ti, que me rodeas
ya presente o distante
con un temblor de luz
primera, sin pulir,
sin arista de tarde,
ni sombra de jardín.
Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.
LA PRIMAVERA BESABA...
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida.
ACABANDO
Ella seductora,
mas guadaña en mano,
me ofrece su cuerpo
con todo su encanto
Me digo a mí mismo,
bastante he sufrido
y me hundo feliz
en su cuerpo tibio
Acaricio suave,
lamo con cuidado,
escucho gemidos
y casi he llegado
Entonces, metal,
y brillo afilado
en medio de la cara
me la ha clavado
Quedo allí tirado
con jugos en mi mano,
y a ella, afuera mío
la escucho acabando
GRITO
El teléfono suena
y yo lo atiendo
una voz siniestra
me dice te quiero
Miro hacia afuera
y entonces lo veo
las puertas yo cierro
y allí sola espero
Tomo una cuchilla
y llamo a emergencias
la puerta del fondo
parece estar abierta
Corro hacia ella
pero el llega antes
máscara blanca
y negros los guantes
Subo la escalera
y él detrás de mí,
entonces me alcanza
y comienzo a resistir
Pronto con su fuerza
mi cuchilla arrebata
pego un fuerte grito
y él, sin más, me mata.
NO PARA EL TIEMPO, SINO PASA; MUERE
No para el tiempo, sino pasa; muere
la imagen de sí, que a lo que pasa aspira
a conservar igual a su mentira.
No para el tiempo; a su placer se adhiere.
Ni lleva al alma, que de sí difiere,
sino al sitio diverso en que se mira.
El lugar de que el alma se retira
es el que el hueco de la muerte adquiere.
Tan pronto como el alma el cambio habita,
no la abandona el cambio en lo que deja
ni de la vida incierta la separa;
se aventura y su riesgo sólo imita
al tiempo entonces su razón perpleja,
pues goza la razón, más no se para.
ENTRE TÚ Y LA IMAGEN DE TI QUE A MÍ LLEGA
Entre tú y la imagen de ti que a mí llega
hay un espacio al cabo del cual eres sólo una memoria.
Tienes tiempo de abrir la puerta sin que te vea,
huir y regresar después de haber cambiado o muerto del todo.
Tienes tiempo de hacerte presente a otros ojos
y dejar en ellos otra visión deshabitada.
Tus palabras son hondas para contener en sus ecos
otras obscuras que escucharé precisas cuando te hayas apagado,
para sepultar en sus silencios dichas que no posees,
dicha que de ti apartan -porque no de tu ausencia-
los fragmentos de ti, que las sujetan,
distantes uno de otro, dispersos y recónditos,
sin reintegrarte nunca la vida que te arracan y sólo tu muerte recupera.
LA TARARA
La Tarara, sí;
la Tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca.
Mueve la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.