[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
30 vistas41 páginas

AMORES

Cargado por

gkmortega
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
30 vistas41 páginas

AMORES

Cargado por

gkmortega
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 41

AMORES

Gina Martínez
Para Ángel Fuentes:

PRIMER ADIÓS

He llegado a la conclusión, de que lo único que nos hace falta,


para curar estos días de ausencias, locura, abandono, nostalgia...
Son esos abrazos largos de domingo, que últimamente faltan,
que antes ya nos han curado...
En ese verano que nos regalamos,
luego de un año de perder(nos) la fe, cosa difícil recuperarla.
BORRADOR

Dos palabras... no me atrevo,


dos que dije muchas veces a uno...
Dos que no pude volver a decir a otro,
dos como aquélla noche que creí que éramos uno...
éramos dos, como las palabras que no dije...
Ahora entiendo por qué...
Porque no era él... .
Ahora esas palabras me atormentan
al sentirlas y reprimirlas,
no quiero, no puedo,
no son ciertas (pienso),
son lo más verdadero que me ha sucedido últimamente (siento)...
pero de nuevo sé que no eres tú,
no quisiera que lo fueras, me das miedo,
me envenenas, me haces ser soberbia y rebelde...
como quisiera ser realmente,
como sólo tú me conoces y me aceptas...
yo te acepto, lo acepto...
acepto todo el narcisismo, la soledad, la desconfianza,
la promiscuidad que a ambos nos castiga,
el trastorno de ansiedad, la personalidad depresiva...
Y por todo eso, no las digo, ni lo haré...
INUNDACIÓN

Tengo miedo de que el mundo se acabe antes,


de que la Tierra te trague,
que la península se hunda
de la misma forma que flotó.
No ser parte de la inundación semental y
primigenia de tu cuerpo...
Ahogarme en tu saliva,
agarrarme de ti para flotar.
Tengo miedo de que tu mundo se acabe
sin mí...
que no me quieras antes de morir,
de no ser la última mano que sueltes
cuando nos arrastre la corriente.
No quiero que el mundo se acabe antes de verte.
LLANTO

Lágrimas, lágrimas y más


que inunden mi mirada,
¿Qué hay de malo en llorar?
¿Y qué si es mi sino de vida?
Así llegué, llorando,
no volveré a censurar mi llanto.
Y si no puedes con él,
y si te cansa, y si te harto
está bien,
pero no dejaré de ser yo,
no sacrificaré mis ojos;
no, no te los regalo...
te bendigo con el agua
que brota de ellos
por el espanto hacia la vida,
por el terror de amarte tanto.
DEPENDENCIA

Ya no le pedía nada a la vida.


Ni siquiera ser bendecida por ella.
Ya no creía en las bendiciones.
Sólo creí en ti y llegaste.
Te llamé con el corazón.
Fuiste el único capaz de comprender como se está muerto en vida.
Me salvaste.
Te volviste más adictivo que el dolor
Te volviste necesario como el aire
Cuando no estás me asfixio
Pero no te basta con saber que me tienes atada.
Necesitas todo de mí.
PRESENCIA

Sentir que me deshago en tus manos


Mientras tiemblo y derrito mi sangre
mis fluidos siempre llenándote de miel.
A veces no pienso, a veces me deshago
con sólo pensarte.
Escucho los susurros sin que estés
Es el eco de tu presencia que me inunda.
Tú me mojas con la boca,
con tu semen, con tu sangre.
Tú me llenas de caricias
que propagan viento del sur
que me eriza todas partes.
Si te vieras con mis ojos,
te sintieras con mis piernas...
Si mordieras la misma boca que yo.
Tu boca de fresa, de tomate que chorrea
el jugo de carne que me como
Porque ya no existe nada más
que esencia y voracidad
entre los dos.
OTRA VEZ

Lamento no haber sido lo que creías.


Lamento la vida.
Lamento la muerte.
Lamento el dolor que siento.
Que no me permite seguir sosteniendo,
nuestras manos entrelazadas.
Nuestra playa al atardecer.
Nuestros besos desesperados.
El calor de la piel.
Claro que te amo.
Que aún te amo.
Me duele verte así
y no poder darte consuelo.
Porque mi cabeza no da para nada.
Ahora... que de nuevo viene
el dolor y la peste y la náusea.
De no querer hacer nada.
Dormir pero no descansar.
Ayunar involuntariamente,
llorar sin parar.
Lamentarme extrañarte
tanto.
Pero no querer verte
otra vez.
¿QUÉ NECESTIO?

Necesito que deje de doler.


Eso necesito.
Que pare.
Necesito no extrañarlo
Necesito no recordarlo
Necesito dejar que fluya la herida
Que salga toda hasta ser agua
Pura agua.
Necesito que me creas
Necesito que me entiendas
Necesito (no) estar sola
Pensar a solas
Decir adiós.
DEPENDENCIA II

Yo te hubiera seguido...
Hasta el fin de los días, si no me arrastraras con tu lengua serpentezca hacia el abismo.
Tu alma ya envenenada de licor y de varias mujeres
Ninguna tan memorable como los días en la playa, decías.
Porque yo quise ser tu esclava,
sin miedo ni prejuicios, sin acusarte de macho en los días de revolución femenina.
Pero todo cambia, cuando ya no es juego y se vuelve mi destino
El que está en tus manos, el que está en tu alma.
Que encierra con candado el par de labios.
Que llena de bilis y de sangre mis entrañas.
Que no deja que nadie pase al otro lado de mi sala.
Por temor de ese niño tuyo, que eres tú... Al que yo cuidaba.
Que nadie lo dañe, que nada le falte.
Que no se rompa su frágil existencia de errante y fatigado eterno.
Aunque la mía se haga un eterno sacrificio...
Dar la vida, darla, dártela si te hiciera falta.
MITO

¿Cómo contaremos nuestro mito?


Lo que fuimos.
Del amor que nos hizo flotar y después nos ahogó.
El amor siempre presente en nuestras miradas.
En los gestos más sencillos, como taparnos el uno al otro antes de dormir.

SEGUNDO MITO

Cuánto me cuesta ver lo malo a la hora de decir adiós.


Supongo que para eso son las historias de dos, para convencernos que el mundo es bueno,
antes de enfrentarlo de nuevo solos.
Porque el mito en realidad no somos nosotros, es el amor.
DESPEDIDA

Pronto acabará... Pronto.


Pronto dejaré de sentir que me hace falta verte pronto,
saliendo del trabajo, del ensayo...
Pronto estaba en casa,
jamás había volado tan rápido, tan pronto.
Llegaba, calentabas la comida, pasábamos un rato acostados sin hacer nada.

Dejábamos que el deseo nos inundara poco a poco...


De pronto me besabas,
de pronto yo era líquida, agua de tantos sabores...
Flotaba
por encima de tu cuerpo... Volaba, cabalgaba...
Y de pronto ya no era yo, era tantas
Risas, gemidos, aullidos y gritos...
Tan pronto acababa esta sinfonía,
nos veíamos para sonreírnos y abrazarnos.

Yo no sé si todo fue muy pronto o tardó poco...


Yo sólo recuerdo cada momento como si hubiera sido hace mucho,
Como si nuestras almas ya se hubieran conocido antes
y sólo fuera un momento de las mismas en otro tiempo,
con otras caras.

Pero pronto dejaré de escuchar tu risa y tu guitarra,


ya la escucho lejana,
Pronto el toro y la bruja se separan,
Me dejarás desolada como se queda Ariadna...
O acaso fui yo quien te entregó?
En la playa que tanto nos gustaba.
Ya no imitaremos el mito de Europa y Zeus,
Ya pronto seremos nada... Como la novela que nos gustaba...
Como cuando se ama sin esperanza.
PETIT ADIÓS

A veces quisiera que desaparecieras


Pero que te llevaras todo con lo que me quedo.
No quiero volver a ver tus ojos tristes y pedirles que se queden.
O tu boca perfecta para pedirle un beso,
esas frases tan graciosas que me hacían pensar "él es el indicado".

Hoy vuelvo a enfrentarme sola a todas mis derrotas.


Pero repito, quisiera que en tu corazón por fin exista paz.
Que tus pasos se llenen de magia otra vez,
que yo no te impida ver lo grandioso de tu ser.
Marcharse también es un acto de amor.

A DIOS

Te fuiste
en medio del caos.
Mi estómago retorciendo
historias y recuerdos.
Y la mente quemando
este árbol pequeño
y seco.
Que necesitaba agua.
Líquido amoroso
para continuar existiendo.
Sin ti, sin miedo, sin culpa.
Adiós, cuando sólo tú
me mantenías viva.
A Dios que te protege
de nosotros, adiós.
OJALÁ

Ojalá que un día decidas curarte


las heridas que yo no te pude curar.
Ojalá puedas amar sin sentirte culpable,
menos o más.
Ojalá veas que la vida no se trata de competir,
sino de andar de la mano.
TU NOMBRE

Ni siquiera verte
No
No puedo
Me duele leer tu nombre.
Pero lo sigo repitiendo
En mi cabeza.
Tu hermoso nombre
¿Por qué duele?
El tiempo que no lo pronuncio
También me duele
Mis labios se secan
Ya no dicen que te aman
¿Ya no lo sienten?
Tu sabor, tu sudor, tu piel
¿Ya no existe?
Desapareció como tu nombre
De mis labios
Se secan muy rápido
Se quiebran fácilmente
Y mis ojos, que no te vieron hoy
Ni ayer, ni mañana
Que vieron escrito tu nombre en un libro
Y lloraron
Lloraron
Por nosotros, por ver tu nombre
Dime ahora si te vieran.
Para Raúl Cortés:

I
¿A qué le temes tanto? Si antes me has pedido el alma abierta para ti...
Pero cuando te la he entregado resulta que no olvidas a quien te la ha roto...
Otra vez no soy suficiente.
Otra vez un amor insistente y después cobarde...
Me da tanto qué pensar...
Que yo tengo algo mal.
Que nunca logro convencer del todo en nada a nadie...
Siempre así, causando lástima, compasión o ternura
por la miseria de mis pasos...
No todos los que he trazado
Algunos que me han impuesto...
como la mano bajo el vestido a los siete años...
O el picoteo del gallo.
El miedo a Dios y el miedo al diablo
¿Qué culpa tengo de ser tan mediocre para la belleza o la libertad?
¿Si por más que la anhelo se me escapa?
Del amor, por ejemplo ni me entero...
Como ahora contigo, que no quiero
y me enamoro, y te alejo
Porque sé que tú no...
Que aunque me has buscado,
quizá seas como tantos
que viendo un destello después les da miedo
el fuego que sale de mis labios.
(A)MAR

De pronto me vi escuchando tu voz una y otra vez en mi cabeza...


Me vi aferrándome a su melodía,
como quien se aferra a la esperanza por no encontrar salida.
Pensaba y pienso ¿qué tiene de malo un poco de calor en invierno?
¿Por qué quiero cerrarle la puerta a este regalo?
Pero lo que no entiendes que yo sí, es el ahogo tras el naufragio.
La sensación de nadar contra corriente para salvar la vida.
Y aunque la playa sea hermosa... y su agua cristalina,
aún no he aprendido a nadar.
Saber cómo y cuándo respirar en la orilla...
poner la resistencia suficiente a la marea para que no me hunda
y al mismo tiempo dejarme llevar por algún aliado:
el cuerpo, el viento o tus brazos.
No. Me sigo ahogando por falta de experiencia.
Por miedo a hundirme más.
Curiosamente en tu mar que tanto temo,
En tu mar que me trae paz.
II

A lo mejor sólo debo


aprender a decir adiós y cerrar
y guardarte en la misma cajita
donde he puesto todos esos sueños,
que no me atrevo a cumplir.
Esos que estoy segura
que no merezco.
Pues aunque creas
que me siento muy importante
justo el sentimiento de nulidad,
de pequeñez,
me hace reaccionar casi todo el tiempo
y vestir de ausencia la inmensidad.
COYOACÁN

El castigo para los que hablamos mucho, es no saber qué decir cuando la ocasión es callar.
Se hacen nudos las palabras y prefieren el silencio.
Ante tan doliente despedida de recuerdos que no tienen fotografías...

guardados sólo en la memoria.


Porque eran tan breves y confusos que preferiste simplemente estar...
Y estabas un poco ausente,

capturando en el tiempo lo que sabías que no volverá.


Aprender a dejar ir cuando te quieres quedar,

cerca del pecho o de la mano, de los labios cuando menos.


Él piensa que no, que tu vida es más amplia, pero a veces tu vida era de él: de las
caminatas, de las risas, de la fuente y los coyotes que vigilan la distancia abismal entre los
dos.
Yo no supe qué decir, para ti fue más sencillo porque soy pequeña e inexperta,
Porque soy otra amiga que quisiste y ya sabes en qué consiste la vida, yo no.
En fin que sólo pude abrazarte y no voltear la cara por miedo a que no voltearas como sé
que no lo hiciste.
Y me dije a mí misma, la que fui, mientras fuimos,
Adiós.
III
Olvidarte.
Comenzar poco a poco.
Será fácil.
Nunca me has dado más de lo que esperaba.
Tampoco menos.
Pero es igual para todos
tu trato.
O sólo me reflejo.
Porque tal vez yo también soy así,
pero en mí es una ausencia
que con nada se llena.
Una angustia de siempre esperar más
y dar de más porque sueñas;
cuando no hay nada que esperar.
Nada.
Entregada siempre a ella.
Porque en ella está el consuelo
de la certeza y desesperanza
Es lo único que sabemos,
que nada sucede con sólo quererlo
Y que nadie nos quiere
sólo con desearlo.
Qué cosa con el amor, que no es cierto
que sean dos.
Siempre somos uno
con nuestros brazos abiertos.
Después la nada.
La única que nos espera
Y consuela
Y acierta a ese miedo
que tuvimos desde siempre
de no ser correspondidos,
ni queridos, ni admirados
no por todos, sólo uno basta
para quebrarnos las entrañas
y sentir que no valemos,
que somos poco,
que algo nos falta.
GITANO

Y no querer volver a verte


y no soñarte
y no desearte
dentro mío
para repetir
el mismo paso del baile
tan glorioso como desgatao.

Ni tus ojos tan dulces


como nostálgicos
y tu sabor tan fresco
y tus manos tan suaves
como fuertes.

Y esa fuerza que tienes


del pasado de tu pueblo,
de tu casa y de tu madre
de tu abuelo
y aquélla muchacha
que pudo embrujarte.

Yo... que nunca logro


saber si me quieres
o sólo sientes ternura
y cariño que no
desprecio
tus abrazos y tus besos
recibidos.
Yo, que mis ojos
son comunes
y mis manos muy pequeñas
no me dan para atraparte
ni quiero obligarlas
ni obligarte
a que me ames.

Porque aunque bruja


no podría embrujarte;
porque amo tu albedrío
y tu voz jonda
y tu pasión
y tu rabia
por la verdad
y la aventura.
Por esa soledad que te distingue
Y el silencio que me falta.
A TI

Te extraño tanto, España...


Te extraño tanto a ti.
A ese presente que siempre olía a futuro improbable.
A ese que idealicé en una cocina,
mientras celebraba la dicha de estar ahí...
A tu comida y tu forma de cocinar.
A esas charlas con música de tu tierra.
Y tu estampa andaluz,
y tus "eses" que sonaban siempre a "zetas".
A la forma en que me mirabas los senos,
a cómo los besabas...
Al miedo de que él nos viera,
al dolor que sentí por no ser yo
quien te sacaba una sonrisa.
Y por eso, tengo que entender
que no fuimos ni seremos uno
Siempre dos, distanciadamente distanciados,
desubicados por su pasado
y nuestra forma sustanciosa y apasionada de amar.
Incompatibles para compartir hoy.
Pero ayer cuando la fuente reflejaba el Sol
Y tu mirada, y tus manos cansadas.
Ayer cuando paseabas mirando libros y casas
Ayer cuando me mojabas con un beso
en aquél parque frente a la iglesia,
donde la virgen nos vio calmarnos las ganas...
Ayer... enredados en lenguas y saliva,
en leguas de viajes y distancias que desaparecían
cuando me mirabas.
Ayer.
Me hace(s) falta.
DEL MIEDO QUE TE TENGO

Tengo tanto miedo que me lastimes.


Temo por mi corazón.
Y quizá más, por mi soberbia.
Por esa nula belleza que fue herida
desde niña.

No puedo hacer algo mejor que ser yo


y a veces no soy suficiente
ni para mí.
Entonces creo que tampoco
para ti.
Y duele... porque por más que me esfuerce
no seré nunca, la mejor.

Qué tortura esta estúpida competencia


contra mí
para ganar(te).
A un juez que nunca me ha pedido competir
Ni siquiera me ha querido
para algo en específico,
mas que lo bello de lo efímero.
El instante corto y eterno
de sus ojos madrigales,
de su piel de leche.
Y sus pasos cascabeles
Que marcan el ritmo de sus pensamientos.
Desaciertos, desiertos, incomodidades.
Amistades largas y bellas,
que sólo tú sabes conservar.
Porque tal vez tú sí fuiste
aceptado...
Valorado y recordado
desde un primer instante.

Y quizás sea mi rabia


de verme en ti y no encontrarme.
Porque la belleza que proyectas
(esa que ni tú mismo sabes),
es aquélla que busco
desde que infante
alguien me vio mirándome al espejo y me dijo
que no eran tan agradable.
NO PASA NADA

Si no baja un ángel a rescatarme.


Si la piel se agrieta y pincha de tanto que arde.
Si los ojos escurren y enrojecen de tanta agua.
Si el calor sube por mis nervios y me despierta en la madrugada.
Si tengo que anestesiar al cuerpo para que el alma no se salga.
Para no enamorarme de los precipicios que me llaman.
Si el silencio y el suspiro son las únicas palabras que hoy puedo pronunciar...
No pasa nada.
Para Tomás Pellicer:

Te has vuelto un presente


que no necesita de un pasado
para explicarse.
Ha sido y es hermoso todo lo vivido.
Hasta ahora.
Hasta hoy.
Hasta aquí.
¿Es así cómo debe de sentirse?
¿El amor?
Que si fuese sólo la ilusoria sensación
del mismo; eso no importa.
Nada es más importante ahora
que ese "nosotros" que se construye.
De tus gritos,
de mi risa ruidosa
del nuestro vino en la cama
¿Por qué no?
CERCA

Estamos a dos pasos de bailar


más pegados.
Estamos cerca del orgasmo
de amor... ya tuvimos los de placer.
Estamos a dos exhalaciones
de tocarnos con el aire
a kilómetros de distancia
y de años.
Estamos muy cerca del paraíso.
De lo desconocido ¿o no?
Porque sabemos de nuestros
encuentros anteriores,
en otro tiempo,
en otra piel,
en el ayer de una tierra viva
que no deja de girar
y que en cada giro
te he vuelto a encontrar.
A veces más pequeño,
y hoy es al revés.
Y pronto serás gigante
tan grande que no me bastará
el cuerpo para tu (a)mar.
ANAGNÓRISIS

Una silla sin dos piernas, somos.


Un triángulo y no un cuadrado.
Una flecha que apunta hacia arriba
y hoy abajo.
Esa necesidad de ascender sobre una base.
Mis dos piernas te sostienen,
a veces las tuyas a mí.

Me equivoqué como se equivoca un niño


al dibujarte.
No importa, vuelvo a aprender.
Te conozco y me aprendo.
Te amo y me vuelvo a amar.
No es necesario amar a otro
para amarse.
¿O sí?

Todo vuelve a lo real.


Lo onírico ya fue.
Quizá un día sin miedo a soñar,
vuelva.
8 DE MARZO

Sólo por hoy.


¡Qué mal día para ser mujer,
y pensar con las entrañas!
Mal momento para enamorarse.
No importa.
Lo cancelo cual decreto.
Lo digo veintiún veces para que se vaya
esta emoción.
Siete veces siete me amo sólo a mí.
De nuevo
Siete veces siete cancelo lo que siento por ti.
Siete veces siete deseo lo mejor para ti.
Siete veces siete, regreso el tiempo
pero no puedo.
Así que mejor aprendo, siete veces siete.
Fuiste mi número 8,
como la fecha de hoy.
Ya sólo faltan 41.
Para no tener miedo de volverme a mirar
en el espejo de la soberbia y la vanidad.
Para Rodrigo Díaz:

LA ESPERA

¿Qué se hace al esperar?


Se escucha más atentamente
Uno no logra mirar
Se asoma, acecha,
se angustia, desea, desecha.
Piensa (de más, quizás),
se pregunta a sí mismo
si acaso es culpa nuestra
ser los suficientemente
indeseables
para tener que esperar.

HOY

Estoy cansada de inventarme historias de amor.


De poner virtudes donde no las hay.
De escuchar anécdotas donde ya no hay nada que contar.
De creer que el sexo es algo más que eso.
De sentirme única, especial.
Tengo ganas de ver la realidad.
Saberme amada
sin dudas ni miedo
Porque exista algo nuevo
y bueno.
No forzar a nadie a que me quiera.
No buscar, ni tener que preguntar
qué quieres.
Porque sabré lo que merezco.
Y no serán sobras ni trazos de celos
o traumas infantiles,
de abandono,
de miseria.
De no haber sido escuchados
y amados a tiempo.
El tiempo exacto para no tener que lastimar.
MUERTOS

Me hubiera encantado que huyeras conmigo


y devorarnos mutuamente.
Pero tienes miedo y es normal.
Y yo nunca te invité a que me acompañes.
Yo también tuve miedo de enamorarme de ti.
Y de saber, de asegurar que somos tan tristes para estar juntos.
Y que no nos corresponde tanto caos a esta edad.
Pero que no puedo evitar que me duela.
Lo corto que fue... lo mentiroso que fuiste... lo cobardes que fuimos.
¿Y por qué?
¿Será que ya estamos muertos?
¿Serás que nunca curamos los otros duelos?
Un día te vi deshojar una planta y lo supe.
No olvidarás el pasado.
Y entonces ese escape... ese espacio tan reducido
que construimos
fue de paso... un paso inolvidable
que no quieres repetir.
ALIENTO

Tengo unas ganas enormes


de que fumes dentro de mi boca
de recibirte desnuda por la madrugada.
Que comiences a morderme
y que de pronto se nos olvide
el tiempo y las paredes.
Y no me importe gritar y no te importe lastimarme
un poco... sólo un poco.
Que me digas que me amas aunque apenas me conoces
pero que sepas que un día caminamos
juntos
el Camino de Santiago
en otro tiempo, tomados de la mano.
Y que esta vida es el pretexto
para cumplirnos lo que nos debimos
aquélla otra.
Que me digas al oído que quieres pero te resistes
a matarme...
Porque despiertas en mí ese lado suicida...
porque despierto en ti esa oscuridad
porque mi luz no se apaga,
dijiste
y eso te desespera
porque tú fumas con la muerte,
siempre la traes muy cerca
y quisieras devorarme para sentir la vida
que hace mucho no sientes.
Y yo quiero sentir esa presencia
que liberas con cada exhalación
con cada herida
en cada mirada
encontrar la nada entre tus dientes
y dejarme coger por ella
hasta vaciarme de cuerpo
y sólo ser alma.
Para Luis Ramírez:

UNA MUERTE

Después de estar tan cerca.


La nostalgia que queda:
voces, suspiros, cuerpos, caricias.
Abrazo, los abrazos, el Abrazo.
La necesidad de cercanía.
Cuando ella se ha ido
cuando aún la piensas
cuando aún lo recuerdo
y me dices "detente"
podríamos hablar de ellos
toda la vida,
pero mejor cuéntame sobre gatos
yo te enseño mis proyectos
tú proyectas tus fantasías,
ambos reímos y nos besamos.
Volvemos a encendernos...
sobre todo por mí, por mi ansia
de que el reloj cuenta
y las horas pasan
y este momento
que ahora es pasado
y que ya no será.
I

Me duelen tanto las partidas


incluso antes de que sucedan.
Me despido antes por si acaso,
porque creo que te fallaré o me fallarás.
Porque no logro ser TODO.
Siempre soy mejor siendo nada
o me compro ese cuentito ególatra
para sentirme especial
porque ni tú ni nadie me lo hará sentir
porque tendría que creerlo.
Y pocas veces creo en mí.
II

A veces las cosas dejan de ser divertidas muy pronto.


También las personas.
Se revelan.
Y eso es bueno, mejor antes que después.
No hacernos falsas expectativas,
ver de frente la realidad.
No importa
si para ti no soy tan importante.
Yo sí me importo
y me quiero demasiado
como para seguir estos juegos que no van a ningún lado.
Que me estresan, me enojan y me entristecen.
Estar pendiente de que una vela no se apague
y que su luz sea muy tenue...
No soy salvadora de nadie.
Puedo ayudar si me lo pides,
pero no salvarte ni salvarme a través de ti.
Gracias por prestarme el reflejo de mi carencia.
Es momento de verme de otra manera.
Abundante y satisfecha suena bien.
En paz y en amor conmigo misma
suena mejor.
El amor siempre es mejor.

También podría gustarte