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Derecho Penal.

El resumen sintetiza un documento que describe el proceso judicial contra Jhoan Andrés Guzmán Silva por el delito de violencia intrafamiliar agravada. El defensor presenta un recurso de casación contra la sentencia que lo condenó, alegando cuatro cargos: 1) La prueba no da la certeza requerida para condenar, 2) Existe error de hecho por falso raciocinio en la valoración de pruebas, 3) La conducta no fue antijurídica y no afectó la unidad familiar, 4) Los hechos configuran

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Derecho Penal.

El resumen sintetiza un documento que describe el proceso judicial contra Jhoan Andrés Guzmán Silva por el delito de violencia intrafamiliar agravada. El defensor presenta un recurso de casación contra la sentencia que lo condenó, alegando cuatro cargos: 1) La prueba no da la certeza requerida para condenar, 2) Existe error de hecho por falso raciocinio en la valoración de pruebas, 3) La conducta no fue antijurídica y no afectó la unidad familiar, 4) Los hechos configuran

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JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

Magistrado Ponente

AP3964-2022

Radicación No. 57118

(Aprobado Acta No. 209).

Ibagué (Tolima), dos (2) de septiembre de dos mil


veintidós (2022).

Se pronuncia la Sala sobre la admisibilidad de la


demanda de casación presentada por el defensor de JHOAN
ANDRÉS GUZMÁN SILVA contra la sentencia proferida por
el Tribunal Superior de Bogotá el 1º de octubre de 2019,
confirmatoria de la decisión emitida por el Juzgado
Veintinueve Penal Municipal de Conocimiento de la misma
ciudad el 6 de agosto de 2019, que lo declaró penalmente
responsable del delito de violencia intrafamiliar agravada.
Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

ANTECEDENTES FÁCTICOS

Fueron sintetizados por el Tribunal de la manera


siguiente1:

«El 10 de marzo de 2018, siendo aproximadamente las cuatro


de la madrugada, luego de celebrar el día de la mujer y
departiendo licor, Yury María Claros se dirigía en un taxi
junto con su compañero permanente Jhoan Andrés Guzmán
Silva y un amigo de este, quien manifestó que deseaba ir a
la zona de Santafé donde las trabajadoras sexuales, ante lo
que el procesado asintió, mientras la mujer optó por bajarse
del vehículo y dirigirse a su residencia ubicada en la Carrera
39 B Nº 4-97, apartamento 209.

Una vez arribó a su domicilio, aproximadamente a las 4:30


de la madrugada, se percató que su compañero permanente
la estaba esperando en la recepción y mientras ella subía al
apartamento, él la seguía con la supuesta intención de sacar
sus cosas, por lo que ella le dijo que mejor lo hiciera en la
mañana e intentó impedir el ingreso del mencionado al
domicilio, momento en el que este le propinó un golpe en el
rostro, la tomó del cabello y la arrastró dentro del inmueble,
quien dio gritos de auxilio y le pedía que no la agrediera más;
no obstante, el inculpado continuó dándole puntapiés y
golpes en la cara, al tiempo que le tapaba la boca para que
no gritara.

Minutos más tarde, hicieron presencia miembros de la Policía


alertados por la Central de Radio (sic), quienes procedieron a
la captura del acusado, luego de que la víctima señalara que
deseaba denunciar los hechos de violencia.

Ese mismo día Yury María Claros fue valorada por en el (sic)
Instituto Nacional de Medicina Legal, donde le fue
dictaminada incapacidad médico legal provisional de 20
días.».

1 Cfr. Folio 12 del c. del Tribunal.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

El 11 de marzo de 20182, ante el Juzgado Sesenta y


Nueve Penal Municipal con Función de Control de Garantías
de Bogotá se llevó a cabo las audiencias concentradas de
legalización de la captura, formulación de imputación y
medida de aseguramiento en contra de JHOAN ANDRÉS
GUZMÁN SILVA, en calidad de autor del punible de violencia
intrafamiliar agravada, diligencia en la cual, por solicitud de
la Fiscalía, se dispuso la libertad del imputado.

Radicado el escrito de acusación3, el 24 de julio de 2018


se produjo la audiencia de verbalización respectiva4, y el 2 de
octubre siguiente, la vista preparatoria5.

El juicio oral se desarrolló en sesiones del 20 de


noviembre6 y 9 de julio de 20197. La sentencia de primera
instancia fue proferida por el Juzgado Veintinueve Penal
Municipal el 6 de agosto siguiente8 condenado al procesado
por el delito enrostrado a la pena principal de 72 meses de
prisión e interdicción para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el mismo lapso, negándole por

2 Cfr. Folio 11 del c. del proceso.


3 Cfr. Folios 12 a 14 ibídem.
4 Cfr. Folios 18 y 19 ibídem.
5 Cfr. Folios 22 a 24 ibídem.
6 Cfr. Folios 26 y 27 ibídem.
7 Cfr. Folios 46 y 47 ibídem.
8 Cfr. Folios 53 a 57 ibídem

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

expresa prohibición legal, la suspensión condicional de la


ejecución de la pena y la prisión domiciliaria.

Promovido el recurso de apelación por el defensor9, el 1º


de octubre de 2019, la Sala de Penal del Tribunal Superior
de Bogotá la confirmó íntegramente10.

Inconforme con la anterior decisión, el defensor


interpuso el recurso extraordinario de casación que pasa la
Sala a resolver en su debida fundamentación.

LA DEMANDA

Luego de identificar los sujetos procesales, la sentencia


demandada, resumir los hechos y la actuación procesal, el
letrado, amparado en la causal tercera de casación invoca
cuatro cargos.

A manera de preámbulo, el censor acusa la sentencia


del Tribunal porque desde su perspectiva la prueba sobre la
cual se funda la sentencia no se apreció adecuadamente,
transgrediendo con ello -de manera simultánea- los postulados
de la lógica, las leyes de la ciencia y/o las reglas de la
experiencia.

9 Cfr. Folios 298 a 305 ibídem.


10 Cfr. Folios 12 a 21 del c. del Tribunal.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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En su primer cargo reprocha la fundamentación del


fallo «en prueba que no da la certeza y que mal podría dársele plena
credibilidad y todo el valor persuasivo, para cumplir con lo dispuesto en
el Artículo 381 del Código de Procedimiento Penal, que exige para emitir
fallo condenatorio, el conocimiento más allá de toda duda, acerca del
delito y de la responsabilidad penal del acusado.».

Sostiene que no hubo una debida valoración probatoria


de los elementos de juicio obrantes en el plenario y recrimina
el valor persuasivo otorgado a lo dicho por la denunciante
pese a las dudas e inconsistencias obrantes -sin especificar a
cuales se refiere-.

Desde su perspectiva, el examen probatorio de conjunto


no advierte la existencia de prueba que pudiera llevar a la
certeza del delito y la responsabilidad del acusado, razón por
la cual el fundamento de la condena es la versión de la
denunciante valorada sin respeto a las pautas doctrinales de
valoración dispuestas para tal fin -sin precisarlas-.

Cuestiona la declaración de la ofendida pues pese a


conocer el temperamento agresivo de su asistido le abrió la
puerta del apartamento, y por omitir indicar ser ella quien lo
atacó al momento del ingreso a la vivienda, relatando los
hechos a su acomodo y con el propósito de obtener un
beneficio económico.

Estima que lo ocurrido en el apartamento configura una


riña, y reprocha la falta de valoración de las huellas de
violencia física halladas a cada una de las partes en el

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

dictamen médico legal, así como las manifestaciones de su


defendido, quien siempre sostuvo haber sido atacado por su
compañera permanente.

Aduce que la conducta de su representado, «no puede


tipificarse como Violencia Intrafamiliar puesto que su actuar no fue
antijurídico», pues en las diligencias se demostró que el bien

jurídicamente tutelado, la unidad y armonía familiar, no se


conculcó y las pruebas recaudadas no conducen a la plena
certeza requerida para la condena.

En su segundo cargo invoca la existencia de error de


hecho por falso raciocinio «en relación con la valoración de diversos
elementos de convicción», tales como el informe médico legal

realizado a su defendido y la versión de la denunciante,


desconocidas tanto por el juez de primer grado como por el
Tribunal, pues GUZMÁN SILVA sufrió lesiones, laceraciones,
rasguños en su cara, cuerpo y una herida en su cabeza,
demostrativas de violencia en su contra como este lo afirmó.

Así, la condena a su procurado desconoce los principios


de la sana crítica que debieron aplicarse a todas y cada una
de las pruebas recaudadas conforme con los postulados de
la lógica, las leyes de la ciencia y las reglas de la experiencia,
insistiendo en la existencia de una riña entre la pareja y no
un acto de violencia intrafamiliar de JHOAN ANDRÉS
GUZAMÁN, pues la conducta no se desplegó frecuentemente
y ni destruyó la unidad y armonía familiar, con lo cual no
tiene la connotación delictual dada por el Tribunal.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

Relieva que la versión ofrecida por la denunciante ante


la Comisaría Sexta de Familia de Puente Aranda el 16 de abril
de 2018 se produjo un mes después de la ocurrencia de los
hechos denunciados, contradiciendo su afirmación relativa a
la que GUZMÁN SILVA actuaba siempre de esa forma.

En su tercera censura aduce un error de hecho por


indebida apreciación de la prueba en la que se fundamentó
la sentencia, debido al desconocimiento total de los medios
de conocimiento aportados por la defensa.

Sostiene que inexplicablemente «todas las pruebas


aportadas por la defensa fueron desechadas, desconocidas, no tuvieron
la suficiente valoración, pues si se hubiese hecho la debida apreciación
y un verdadero raciocinio sobre todas y cada una de ellas, se hubiese
llegado a otra conclusión o por lo menos no más allá de la duda, sin
poder establecer LA PLENA CERTEZA de los dos elementos que exige el
Artículo 381 del Código de Procedimiento Penal.».

Según el recurrente, durante el proceso la defensa


presentó pruebas testimoniales y documentales -no especifica
cuales-, sin que merecieran alguna valoración a favor del

acusado, pues desde el principio se dio por sentada la


conducta delictiva y su responsabilidad.

En su cuarto cargo, el impugnante esgrime que la


sentencia producida como resultado de la indebida
apreciación de la prueba sobre la cual se fundó la condena,
es perjudicial para el procesado por comprometer su libertad,
buen nombre y buena reputación, afectando gravemente su
estado de salud y causándole un perjuicio irremediable tanto

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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a él como a su familia pese a no existir certeza respecto de


los hechos denunciados y la responsabilidad de su
representado.

Requiere a la Sala casar la sentencia del Tribunal y


absolver a JHOAN ANDRÉS GUZMÁN SILVA

CONSIDERACIONES

La Sala inadmitirá el libelo casacional por no cumplir


con los aspectos técnicos y formales exigidos por el recurso
extraordinario, señalados en los artículos 183 y 184 de la Ley
906 de 2004 y desarrollados exhaustivamente por la
jurisprudencia de la Corporación.

La demanda de casación es el instrumento dispuesto


para que el recurrente sustente la validez de sus
pretensiones ante la Corte, por ello, se ha establecido para el
casacionista con interés, determinados requisitos técnicos y
legales de carácter formal o sustancial, «De ahí que el inciso 2º
del artículo 184 de la Ley 906 de 2004 consagre que no será admitida la
demanda si el actor carece de interés para acceder al recurso; si el escrito
es inconsistente, esto es, si su motivación no evidencia la potencial
violación de garantías y, en términos generales, cuando de su contexto
se advierta fundadamente que no se precisa del fallo para cumplir
alguna de las finalidades del recurso»11.

11 Cfr. CSJ. AP. de 24 de agosto de 2011, Rad. 36507.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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Por consiguiente, el actor no solo debe indicar la causal


a través de la cual pretende la revocación del fallo confutado,
sino que a la vez se halla compelido a cumplir con las
exigencias argumentativas propias de la casación, pues se
trata de un recurso de naturaleza extraordinaria y no de un
instrumento para la continuidad del debate fáctico o jurídico,
cuya naturaleza se centra en controvertir una sentencia de
segunda instancia revestida de la doble presunción de
corrección y acierto respecto del ordenamiento jurídico.

Debido a ello, el escrito debe cumplir con unos mínimos


de técnica atendiendo a los principios que la rigen, a saber,
«de (i) sustentación suficiente, según el cual la demanda debe bastarse
a sí misma para propiciar la invalidación del fallo; (ii) limitación, que
presupone que la Corte no puede entrar a suplir los vacíos, ni corregir las
deficiencias de la demanda; (iii) crítica vinculante, que implica que la
alegación se debe fundar en las causales taxativamente previstas en la
ley, atendiendo a los requisitos de forma y contenido de cada reproche,
y (iv) los de autonomía, coherencia y no contradicción»12.

En el presente asunto, antes de especificar cada uno de


los cargos postulados y sin allanarse al deber técnico de
referirse a la finalidad perseguida con el recurso
extraordinario, el censor reprocha al Tribunal la falta de
valoración adecuada de la prueba sobre la cual fundó la
sentencia, por transgresión simultánea los postulados de la
lógica, las leyes de la ciencia y/o las reglas de la experiencia.

12 Cfr. Ídem.

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Casación 57118
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Así las cosas, aunque el censor inicialmente enmarca


las cuatro censuras en yerros producto de falso raciocinio,
en el tercer cargo de la demanda se desvía de esta senda
propositiva hacia el error de hecho por falso juicio de
existencia por omisión, aludiendo al desconocimiento total de
los medios de conocimiento aportados por la defensa,
contradiciendo con ello su marco general de ataque. La Sala
se pronunciará respecto de cada uno de los reproches.

Primer cargo. El impugnante señala que la prueba


practicada no alcanza el estándar de certeza requerido para
condenar, pues no cumple con la exigencia de demostrar más
allá de toda duda la responsabilidad de su representado. De
esta forma, el actor mezcla indebidamente los estándares
probatorios que el sistema procesal de la Ley 600 de 2000
exige para la declaratoria de responsabilidad, esto es la
certeza, con el de la Ley 906 de 2004, relativo al
convencimiento más allá de toda duda.

Respecto de la diferencia entre los dos estándares


probatorios, esta Sala ha dicho13:

«El convencimiento más allá de toda duda de la responsabilidad


penal del procesado pertenece a un estadio del discernimiento
propio de la certeza racional, que se refiere a una seguridad
relativa, o aproximativa, dado que llegar a la seguridad absoluta
resulta un imposible gnoseológico14.

En consecuencia, conforme con la teoría del conocimiento, no es


exigible que la demostración de la conducta humana objeto de
investigación sea absoluta, pues tal precepto es un ideal imposible
de alcanzar.

13 Cfr. CSJ. SP13189-2018 de 10 de octubre de 2018, Rad. 50836.


14 Cfr. CSJ. SP. de 23 de febrero de 2011, Rad. 32120.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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En este sentido, la Corte ha sostenido que15:


«[…] sería una ilusión metafísica esperar la certeza absoluta
de la prueba testimonial (y en especial del conjunto de
aserciones que la integran, pero en general de cualquier
medio probatorio incorporado al proceso), pues los criterios
de aceptación de la verdad (o credibilidad) conducen a
decisiones que implican en menor o mayor medida focos de
discreción incontrovertibles desde un ámbito racional.
El proceso penal […] no puede garantizar de manera
completa la justicia material del caso concreto (aunque lo
busca), sino se satisface con reducir al mínimo (y no con
eliminar, pues ello sería inalcanzable) los momentos
potestativos y las posibilidades de arbitrio en la actuación
mediante un modelo que dé cabida a la refutación de las
teorías e hipótesis en pugna».
El Código de Procedimiento Penal de 2004 adoptó como criterio de
decisión un estándar probatorio de acuerdo con el cual, la condena
debe ir precedida de prueba más allá de toda duda, y aunque
nuestra legislación no especifique que la incertidumbre probatoria
a superar deba ser racional16 así debe ser entendida, puesto que
la duda generada en la sospecha, sentimientos, intuición o en el
presentimiento, deben ser desechadas sin esfuerzo.».

En el presente asunto el Tribunal consideró superada


cualquier tipo de duda seria, relevante y concreta respecto de
la responsabilidad JHOAN ANDRÉS GUZMÁN SILVA en la
violencia intrafamiliar investigada, y aunque el recurrente
plantea una indebida estimación probatoria, no especifica los
yerros de razonamiento del ad quem, y cómo estos impiden
alcanzar el estándar previsto en la Ley 906 de 2004, aplicable
al caso analizado.

15 Cfr. Ídem.
16 Las actas redactoras de la Ley 906 de 2004 dan cuenta de la inexistencia de un
debate respecto de este aspecto. Cfr. Osorio Isaza, Luis Camilo, Morales Marín,
Gustavo, Proceso penal acusatorio, Ensayos y actas, Acta número 005, Ediciones
jurídicas Gustavo Ibáñez, 2005, págs. 127 a 138.

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Casación 57118
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Asimismo, reprocha la fundamentación de la condena


en la versión de los hechos ofrecida por la denunciante. Al
respecto, de tiempo atrás, la Sala17 ha decantado que el
estándar de conocimiento para condenar no requiere de
multiplicidad probatoria, siendo suficiente un elemento
cognoscitivo incriminatorio con coherencia interna y externa
con los demás medios de conocimiento:

«No se trata de que inexorablemente deba existir pluralidad de


testimonios o de pruebas para poderlas confrontar unas con otras,
única manera aparente de llegar a una conclusión fiable por la
concordancia de aseveraciones o de hechos suministrados por
testigos independientes, salvo el acuerdo dañado para declarar en
el mismo sentido. No, en el caso del testimonio único lo más
importante, desde el punto de vista legal y razonable, es que
existan y se pongan a funcionar los referentes empíricos y lógicos
dispuestos en el artículo 294 del Código de Procedimiento Penal,
que no necesariamente emergen de otras pruebas, tales como la
naturaleza del objeto percibido, la sanidad de los sentidos por
medio de los cuales se captaron los hechos, las circunstancias de
lugar, tiempo y modo en que se percibió, la personalidad del
declarante, la forma como hubiere declarado y otras
singularidades detectadas en el testimonio, daros que
ordinariamente se suministran por el mismo deponente y, por
ende, dan lugar a una suerte de control interno y no
necesariamente externo de la prueba.

Con una operación rigurosa de control interno de la única prueba


(aunque sería deseable la posibilidad de control externo que pueda
propiciar la pluralidad probatoria), como la que ordena
singularmente la ley respecto de cada testimonio o medio de
prueba (art. 254, inciso 2º C.P.P.) también es factible llegar a una
conclusión de verosimilitud, racionalidad y consistencia de la
respectiva prueba o todo lo contrario….».

Inapropiadamente, el recurrente, haciendo caso omiso a la


perspectiva de género que orienta el estudio de los casos
producto del tipo de violencia como el que se analiza, plantea la
responsabilidad de la víctima en los sucesos por cuanto ella era

17 CSJ. AP. del 17 de junio de 2010, Rad. 33734.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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conocedora del temperamento agresivo de su pareja, pese a lo


cual le permitió entrar en la residencia

Una de las manifestaciones más comunes del empleo


de estereotipos o prejuicios de género en procesos judiciales
es la trasferencia de la responsabilidad a la mujer afectada
por el delito, generando con ello una nueva violencia de
género, vale decir, revictimizándola.

Esta transgresión es actualizada por el defensor en el


presente asunto al pretender responsabilizar de la violencia
recibida a la propia víctima y no a quien la ejerció, olvidando
que convencional18 y legalmente19, las mujeres tienen
derecho a una vida libre de agresiones, pues son
consideradas sujetos socialmente vulnerables, razón por la
cual la Sala rechaza su planteamiento.

Según el demandante lo ocurrido el día de los hechos


configura una riña, y los golpes propinados a la ofendida
constituyen la respuesta física de su defendido a sus
agresiones; sin embargo, una vez más, se abstiene de indicar
cuales fueron los yerros en el razonamiento del Tribunal que

18 Cfr. Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer18; la


Recomendación General Nº 19 del Comité para la Eliminación de la Discriminación
Contra la Mujer (CEDAW) del 29 de enero de 1992; Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Convención de Belém do
Pará. 1994; Recomendación General Nº 33 expedida por el Comité para la Eliminación
de la Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) del 03 de agosto de 2015; la
Recomendación General Nº 34 del Comité para la Eliminación de la Discriminación
Contra la Mujer (CEDAW) del 07 de marzo de 2016 y; la Recomendación General Nº
35 del Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) del
26 de julio de 2019, entre otros.
19 Cfr. Ley 51 de 1981, Ley 984 de 2005

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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descartaron dicha posibilidad. Contrario a ello el Juez


colegiado indicó lo siguiente20:

«Con base en lo precitado y de acuerdo con lo probado en el juicio,


es indudable que la única persona agredida el día del insuceso
fue Yury María Claros, quien no pudo ni siquiera lesionar a su
pareja, de modo que el muto combate fue inexistente amén
que la agresión provino exclusivamente del procesado.
Igualmente, la legítima defensa que aquél trató de esbozar en su
testimonio tampoco tiene cabida, ya que la prueba recaudada da
cuenta de que quien estaba en posición de defenderse de los
ataques era la víctima, no al contrario, en tanto que Jhoan Andrés
la tenía sometida por la fuerza en el piso del apartamento».
(Destacado de la Corte).

En cuanto a la ausencia de valoración de las huellas de


violencia física halladas a su defendido, la Sala advierte que
fueron descartadas por ausencia de acreditación en el juicio
oral, al igual que su causante hubiese sido la señora Yury
María Claros, más aún cuando esta, así como Mauricio
Aldana y el procesado, afirmaron que en la misma noche de
los hechos se presentó una pelea con otros sujetos en un bar,
de donde JHOAN ANDRÉS GUZMÁN salió con una herida en
la cabeza. Lo anterior condujo al Tribunal a deducir que ese
podría ser, de existir, el origen de la incapacidad, y no la
conducta de la agraviada.

El letrado sostiene que la conducta de su asistido no


puede tipificarse como violencia intrafamiliar por falta de
afectación a una unidad y armonía familiar inexistente; sin
embargo, el Tribunal destacó que durante el devenir procesal
ninguna de las partes puso en entredicho la existencia de un

20 Cfr. Folio 18 del c. del Tribunal.

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Casación 57118
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núcleo familiar de carácter permanente entre los sujetos


activo y pasivo del punible, toda vez que los involucrados
reconocieron que convivieron por un lapso aproximado de
dos años, dentro del cual se produjo el hecho investigado.

Debido a lo anterior, el cargo se inadmite.

En su segundo cargo, el casacionista invoca la


existencia de error de hecho por falso raciocinio debido al
desconocimiento de los principios de la sana crítica conforme
los postulados de la lógica, las leyes de la ciencia y las reglas
de la experiencia, insistiendo en que lo acontecido el día de
los hechos fue una riña entre la pareja y no un acto de
violencia intrafamiliar de JHOAN ANDRÉS GUZAMÁN, pues
el comportamiento, además de no presentarse
frecuentemente, tampoco destruyó la unidad y armonía
familiar y, por tanto no tiene connotación delictual.

Relieva que la versión ofrecida por la denunciante ante


la Comisaría Sexta de Familia de Puente Aranda el 16 de abril
de 2018 se produjo un mes después de la ocurrencia de los
hechos denunciados por ella, contradiciendo su afirmación
relativa a la que su procurado actuaba siempre de esa forma.

En el presente asunto el censor acude a la violación indirecta


de la ley sustancial por falso raciocinio, el cual se estructura
cuando a una prueba materialmente existente y valorada en
su integridad, el juzgador le asigna un mérito persuasivo
transgresor de los postulados de la sana crítica, vale decir,

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

de los postulados de la lógica, las leyes de la ciencia o las


reglas de la experiencia.

A fin de acreditar los yerros por falso raciocinio, el


libelista se halla compelido a indicar qué dice de manera
objetiva el medio sobre el cual recae el dislate, qué infirió de
él el juzgador y cuál mérito persuasivo le fue otorgado.
También debe señalar cuál postulado de la lógica, ley de la
ciencia o máxima de experiencia fue desconocida, y cuál el
aporte científico correcto, la regla de la lógica apropiada, la
máxima de la experiencia que debió tomarse en
consideración y cómo. Igualmente, está llamado a demostrar
la trascendencia del error, indicando cuál debe ser la
apreciación correcta de la prueba o pruebas cuestionadas
que habrían dado lugar a proferir un fallo sustancialmente
distinto y opuesto al atacado.

Nada de ello precisó el letrado, y por el contrario invoca


al unísono todas las modalidades de falso raciocinio posibles,
fusionándolas con el falso juicio de existencia por omisión del
dictamen médico legal de su asistido, que en acatamiento del
principio de autonomía de las causales debieron ser
planteados de manera independiente, pues si la valoración
probatoria de la prueba fue omitida, mal podría recaer en
esta un falso raciocinio del juzgador.

Ahora bien, respecto de la afectación al bien


jurídicamente tutelado de la unidad y armonía familiar, el

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
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Tribunal consideró 21, sin que el demandante demuestre en


su escrito un yerro sobre ello, que a partir de la ocurrencia
del acto de violencia, los intentos por recomponer la paz y la
unidad familiar fueron infructuosos y derivó en la
culminación definitiva del proyecto colectivo común.

Asimismo, contrario a lo afirmado por el libelista, esta


Sala ha insistido que la tipificación del delito de violencia
intrafamiliar no exige una conducta repetitiva por parte del
sujeto activo, bastando para ello con la ejecución de un solo
episodio. Así se ha indicado22:

«En suma, conforme a la definición típica del delito de violencia


intrafamiliar, no se precisa de un comportamiento reiterado y
prolongado en el tiempo del agresor sobre su víctima, pues bien
puede ocurrir que se trate de un suceso único, siempre que tenga
suficiente trascendencia como para lesionar de manera cierta y
efectiva el bien jurídico de la unidad y armonía familiar,
circunstancia que debe ser ponderada en cada asunto».

Por lo tanto, resulta intrascendente que la ofendida


concurriera un mes después de la ocurrencia de los hechos
a la Comisaría Sexta de Familia de Puente Aranda, o indicara
que siempre actuaba de esta manera, pues se relieva, basta
con acto de violencia transgresor del bien jurídico
penalmente tutelado para tipificar el delito. El cargo se
inadmite.

21Cfr. Folios 19 y 20 del c. del Tribunal.


22«CSJ AP, 30 sep. 1999. Rad. 16209.», retomada en SP3261-2020 del 2 de septiembre
de 2020, Rad. 55325.

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Casación 57118
Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

Tercer cargo. El defensor afirma que el Tribunal


desconoció la totalidad de los medios de conocimiento
aportados por la defensa, amparando así su censura en un
falso juicio de existencia por omisión y no en un falso
raciocinio como lo adujo de manera preliminar.

Ante ello, el recurrente debió precisar las pruebas no


valoradas, cuál es la información objetivamente
suministrada por medio de estas, el mérito demostrativo al
que se hacían acreedoras y cómo su estimación conjunta con
el resto de los elementos del acervo probatorio conduce a
derruir las conclusiones del fallo censurado.

Ninguna de estas labores acometió, pues se conformó


con exponer precarias apreciaciones personales a fin de
oponerse a la valoración probatoria realizada por el juez de
segundo grado, lo cual por supuesto no basta para enervar
el fallo del Tribunal el cual se encuentra revestido de las
presunciones de legalidad y acierto. El cargo se inadmite.

Cuarto cargo. Sin aludir a una causal específica de


procedencia del recurso extraordinario de casación, el
impugnante se contrae a reprochar el perjuicio que produjo
la sentencia condenatoria a su representado, impidiendo a la
Sala adelantar cualquier estudio al respecto, pues se
abstiene de exponer con la claridad y precisión que el recurso
extraordinario demanda, el error presuntamente cometido
por el Tribunal. El cargo se inadmite.

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Jhoan Andrés Guzmán Silva
CUI 11001600001320180314001

En suma, los defectos de postulación del libelo


casacional analizado impiden la admisión de la demanda,
más aún al no advertirse violación de garantías de incidencia
sustancial o procesal llamadas a ser protegidas de manera
oficiosa por la Corte, que conduzcan a superar los defectos
del escrito.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal,

RESUELVE

Primero: Inadmitir la demanda de casación


presentada por el defensor de JHOANANDRÉS GUZMÁN
SILVA.

Segundo: Contra esta determinación procede el


mecanismo de insistencia, en los términos definidos
pacíficamente por la jurisprudencia de la Sala.

Notifíquese y devuélvase al Despacho de origen.


Cúmplase.

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NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA

Secretaria

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