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Bendición de La Corona de Adviento 2022

Este documento contiene oraciones para bendecir una corona de Adviento en una iglesia católica colombiana durante los cuatro domingos de Adviento. Cada oración pide a Dios que ilumine a la iglesia y a su pueblo con la luz de Cristo a medida que se acerca la Navidad, y que los mantenga vigilantes y ardientes en su fe mientras esperan la llegada de Jesús.

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Bendición de La Corona de Adviento 2022

Este documento contiene oraciones para bendecir una corona de Adviento en una iglesia católica colombiana durante los cuatro domingos de Adviento. Cada oración pide a Dios que ilumine a la iglesia y a su pueblo con la luz de Cristo a medida que se acerca la Navidad, y que los mantenga vigilantes y ardientes en su fe mientras esperan la llegada de Jesús.

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BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO

Oremos
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo
ante tu Hijo, el Señor, que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y
del pecado.
Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona
y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de
tu Hijo, te pedimos, Señor, que, bendigas + este signo de esperanza. Y
mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona con nuevas luces, a
nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la luz del mundo,
ilumina todas las oscuridades. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

DOMINGO I DE ADVIENTO
Señor y Dios nuestro, Padre de nuestras vidas y alfarero de nuestro barro,
encendemos esta primera vela como signo de nuestra actitud vigilante ante
tu llegada. No dejes de derramar tus dones en nuestra Iglesia particular de
Nuestra Señora de la Anunciación, al inicio de año litúrgico en este tiempo de
Adviento, camino a la Navidad para que aguardemos con esperanza la
llegada de tu Hijo y sepamos manifestar al mundo la riqueza de tu bondad.
Como pueblo sacerdotal, queremos continuar nuestra carrera con alegría y
vigilancia para alcanzar a Cristo Jesús, nuestro hermano y salvador, hijo de
José y María. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
DOMINGO II DE ADVIENTO
Al encender estas dos velas, Señor, queremos significar nuestra misión de
centinelas ante el mundo de la luz de Dios. Que seamos, en medio de esta
generación, irreprochables y sencillos, 3 hijos de Dios sin tacha, para que
brillemos con tu luz, como estrellas en medio de la sociedad. Siendo dichosos
los que, por fe, como san Juan Bautista, sepamos levantar nuestra voz
creyente para que el mundo no camine en tinieblas. Te lo pedimos a ti,
nuestra luz, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
DOMINGO III DE ADVIENTO
Como Juan Bautista, Señor, queremos ser testigos de la luz. No permitas que
apaguemos en nuestro interior el fuego del Espíritu: que nos mantengamos
ardientes hasta la llegada de tu Reino. Que estas tres velas encendidas sean
el signo de la constancia de nuestra oración. Como queremos entender este
pueblo católico, Presididos por nuestro Obispo, presbíteros, religiosas,
Religiosos y agentes de pastoral, Y tengamos que nuestra vida sea Cristo, que
nos amó y se entregó por nosotros; y así queremos vivir continuamente
mirando su rostro 4 extendiendo su amor. Enciende nuestro amor y danos
fidelidad en la oración. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DOMINGO IV DE ADVIENTO
María fue elegida para dar a luz al Hijo de Dios, para alumbrar al mundo la
Luz de la vida. Concédenos, Señor, que también seamos nosotros
encendidos, como estas cuatro velas, por tu Palabra poderosa. Que tu Iglesia,
a ejemplo de María, sepa alumbrar para el mundo de hoy, en esta sociedad
colombiana la luz de Cristo resucitado. Que sepamos predicar el misterio del
Evangelio, Siendo dichosos los que por fe esperan con fortaleza, Y podamos
testimoniar a todos a la obediencia de la fe. Como estas velas, que tu Iglesia
sea luz sencilla y fiel que alumbra los caminos de la Palabra de Dios. Te lo
pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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