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Delito Defraudacion Tributaria Modificado

Este documento presenta un trabajo de investigación sobre el delito de defraudación tributaria realizado por un grupo de estudiantes de derecho de una universidad peruana. El trabajo define el delito de defraudación tributaria, explica sus elementos objetivos y subjetivos, y analiza conceptos como autoría, participación y tipos de delitos. También incluye jurisprudencia relevante y conclusiones sobre el marco legal de este delito en Perú.

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Delito Defraudacion Tributaria Modificado

Este documento presenta un trabajo de investigación sobre el delito de defraudación tributaria realizado por un grupo de estudiantes de derecho de una universidad peruana. El trabajo define el delito de defraudación tributaria, explica sus elementos objetivos y subjetivos, y analiza conceptos como autoría, participación y tipos de delitos. También incluye jurisprudencia relevante y conclusiones sobre el marco legal de este delito en Perú.

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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN:
El delito de Defraudación Tributario

AUTORES:

- Cuba Cárdenas Eva Rosario

- Rojas Rojas Katherine Estefita

- Temoche Porras Bryan Manuel

- Martínez Dávila Yuriko Andrea

- Suarez Espíritu Edgar Humberto

- Zegarra Noé Ysabel

ASESOR:

Dr. Elías Josué Rodríguez Lozano

LIMA – PERÚ

2021

INDICE

1. INTRODUCCION……………………………………………………………1

1
2. EL DELITO DE DEFRAUDACION TRIBUTARIO……………………….2

3. TIPICIDAD OBJETIVO……………………………………………………...3

3.1 SUJETO ACTIVO…………………………………………………………..3

3.2 SUJETO PASIVO…………………………………………………………...3

3.3 BIEN JURIDICO…………………………………………………………………….3

3.4 ACCION TIPICA……………………………………………………………………..3

3.5 OBJETO DEL DELITO…………………………………………………………..,,,,3

4. TIPICIDAD SUBJETIVA………………………………………………………………4

5. AUTORIA Y PARTICIPACION……………………………………………………….5

5.1 AUTORIA DIRECTO…………………………………………………………………5

5.2 AUTORIA MEDIATO…………………………………………………………………5

5.3 COAUTORIA………………………………………………………………………….5

5.4 AUTORIA Y PARTICIPACION EN LOS DELITOS ESPECIALES Y COMUNES….5

6. DELITO DE PELIGRO O DE RESULTADO…………………………………………6

6.1 DELITOS DE LESION…………………………………………………………………6

6.2 DELITOS DE PELIGRO…………………………………………………………………6

6.3 DELITOS DE PELIGRO CONCRETO…………………………………………………6

6.4 DELITOS DE PELIGRO ABSTRACTO……………………………………………….6

7. JURISPRUDENCIA………………………………………………………………………7

7.1 SALA PENAL TRANSITORIA RECURSO DE NULIDAD N 2341-2018 LIMA…..7

7.2 CASACION N 222-2012 - AREQUIPA…………………………………………………7

8. CONCLUSIONES…………………………………………………………………………..8

2
9. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS……………………………………………………..9

Introducción

3
En la actualidad de la economía peruana se ven muchos tipos de actuaciones
económicas y de carácter comercial de acuerdo a estas medios de intercambios
comerciales por dinero se les conoce como medio de compra venta de insumos o
de otro tipo de mercancías de los cuales el estado ha impuesto parámetros para
tener estas formas de comercio y ejercitando su primacía de la potestad tributara
es que se han dictados disposiciones al respecto para salvaguardar el principio de
autoridad y de recaudación, ejercer su disposición en el marco de su política de
estado, para que el ejercicio de recaudación tributaria sea eficiente se han dictado
los marcos normativos que se deben de llevar a cabo en la función administrativa
y de esta manera alcanzar los objetivos de recaudación de impuestos para que el
estado sea económicamente activo, el presente trabajo trata de explicar y
entender las acciones del estado en favor de la recaudación tributaria su ejercicio,
la importancia y las consecuencias que se les atribuyen aquellos contribuyentes
que omiten o por otros medios evaden las acciones que el estado en el marco
normativo se nos atribuye como sujetos de las obligaciones a las cuales estamos
obligados.
Es de esta manera que se entiende por delito tributario, a toda acción u omisión en
virtud de la cual se viola o no se ejecuta una norma tributaria, es decir, se actúa de
forma dolosa utilizando de forma fraudulentas métodos para obtener un beneficio
personal o para terceros.

Sin embargo, las normas y leyes creadas para este tipo de delitos, que están
establecidas en el Código Tributario, muchas veces están plasmadas, por el cual
son objetos de evasión por la fraudulenta corrupción que impera a nuestra
sociedad, por esta razón, las normas muchas veces son simplemente escritas,
pero no se ejecutan como realmente se establece y emana el código tributario,
que finalmente cuando estas se concluyen como delito tributario, son tipificados
penalmente y sancionados tal como lo establece el código penal, nuestro sistema
de justicia debe perseguir duramente a la corrupción que es la esfera principal,
donde nacen los delitos en consecuencia, a la configuración de elementos típicos
que concluyen en defraudación tributaria.

4
Base legal
Mediante el decreto legislativo N° 813, vigente a partir del 20 de abril de 1996, se
deroga los artículos 268 y 269 de la ley penal, aprobado por el decreto legislativo
N° 635, referidos al delito de defraudación tributaria, con la finalidad de que una
ley especial sobre delito en su modalidad de defraudación tributaria, se
contemplan atenuantes no considerados anteriormente. Ya que pueda alcanzar
sostenerse una rigidez al ser resuelta, y encontrar la motivación certera por los
magistrados.

EL DELITO DE DEFRAUDACIÓN TRIBUTARIA

Se entiende que “Evadir” proviene del latín “evadere” que significa


“sustraerse”, irse o marcharse de algo donde se está incluido. Aplicando este
razonamiento al campo tributario “evadir” va a tener el significado de “sustraerse al
pago” (dolosamente o no) de un tributo que se adeuda. En consecuencia, la
evasión tributaria es un concepto genérico que engloba tanto al ilícito tributario
(Infracción Tributaria) ilícito tributario penal (Delito Tributario) (SANABRIA ORTIZ,
1997)

Esta modalidad de delito se encuentra regulada en el Título I de la Ley


Penal Tributaria, específicamente en el artículo 1º de la referida norma y es
considerado, en términos del Derecho Penal como como el tipo base, ya que
reúne los elementos de la descripción de la conducta que se pretende sancionar.
Allí se indica que se considera como una conducta contraria a Ley lo
siguiente: “Artículo 1.- El que, en provecho propio o de un tercero, valiéndose de
cualquier artificio, engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, deja de pagar
en todo o en parte los tributos que establecen las leyes, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de 5 (cinco) ni mayor de 8 (ocho) años y con 365
(trescientos sesenta y cinco) a 730 (setecientos treinta) días-multa” (PERUANO,
1998).

5
El texto original de la norma en mención era el siguiente: “Artículo 1.- El que, en
provecho propio o de un tercero, valiéndose de cualquier artificio, engaño, astucia,
ardid u otra forma fraudulenta, deja de pagar en todo o en parte los tributos que
establecen las leyes, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
cinco ni mayor de ocho años”. Este artículo fue sustituido por la Décimo Primera
Disposición Final de la Ley Nº 27038, la cual fue publicada en el Diario oficial El
Peruano el 31-12-98

En ese sentido, el precepto normativo al que se hace mención a dos tipos: Una
relacionada con la pena privativa de la libertad que estaría representada con el
confinamiento de una persona en la cárcel; y la otra que sería de tipo pecuniaria,
como son los llamados días multa.

Sobre esta última debemos consultar lo que señala el texto del artículo 41° del
Código penal, el cual determina que la pena de multa obliga al condenado a pagar
al Estado una suma de dinero fijada en días multa.

El importe del día-multa es equivalente al ingreso promedio diario del condenado y


se determina atendiendo a su patrimonio, rentas, remuneraciones, nivel de gasto y
demás signos exteriores de riqueza.

El texto del artículo 43° del Código Penal precisa que el importe del día-multa no
podrá ser menor del veinticinco por ciento ni mayor del cincuenta por ciento del
ingreso diario del condenado cuando viva exclusivamente de su trabajo.

TIPO Base del Delito Artículo 1° (defraudación tributaria)

En la doctrina existen dos posiciones respecto a cuál es el bien jurídico protegido


del delito de Defraudación tributaria: la “patrimonialista” y la “funcionalista”. Desde
el punto patrimonialista se señala quienes se adhieren a la tesis “patrimonialista” la
protección se dirige al patrimonio de la “hacienda pública”. Por el contrario, para
quienes se alienan a favor de las posiciones “funcionalistas” el bien jurídico se
identifica con el sistema o funcionamiento de la “hacienda pública” (Bramont,

6
2014).
Por ello, “sea que se denomine de una u otra manera, la idea esencial del bien
jurídico tutelado en los tipos penales tributarios es la misma, por lo que la cuestión
terminológica pierde importancia. En nuestro medio, debido a la falta de tradición
de la acepción “hacienda pública” es mejor hablar del “sistema de recaudación de
ingresos y realización del gasto público.” (ABANTO, 2000).

1. Tipicidad Objetiva
Según la doctrina, los elementos que componen la tipicidad objetiva en el delito de
defraudación tributaria son, esencialmente, el comportamiento engañoso del
agente activo dirigido a incumplir con su obligación tributaria y, el perjuicio
ocasionado al Estado precisamente por dicha omisión dolosa.
Sujeto Activo
Si la conducta típica exige una relación jurídico-tributaria entre el contribuyente y la
administración tributaria, el “sujeto activo” tendrá que ser necesariamente el
obligado tributario; esto es, el sujeto pasivo de la obligación tributaria. Siendo así,
en la medida en que se verifique la necesidad de fundamentar el presente
precepto sobre la base de una relación jurídico-tributaria preexistente, es correcto,
a mi modo de ver, afirmar que la figura delictiva materia de análisis responde a la
idea del delito especial y, específicamente, de un delito especial propio. Sin
embargo, en la doctrina penal existen voces que cuestionan la posibilidad de
entender al delito materia de análisis como un delito especial, señalando que, en
realidad, se trataría de un delito común. Así, en la doctrina española es posible
encontrar importantes defensores de esta minoritaria, pero significativa posición.
Entre ellos, por ejemplo, Pérez Royo, (1986, p. 79), afirma que el delito de
defraudación tributaria debe ser entendido como un delito común, en la medida
que en el precepto materia de comentario no existe ninguna referencia ni expresa
ni implícita a las condiciones personales del sujeto de la acción, como sucede en
los delitos especiales propios. En ese sentido, según: Pérez Royo, (1986, p. 79),
dado que el tipo de defraudación tributaria no se refiere a quien alude el pago de
«sus» tributos, sino que hace una referencia genérica a quien defraude a la

7
hacienda pública mediante la elusión de tributos (propios o de un tercero), no se
podrá decir que se trata de un delito especial, sino que habrá que entender a tal
figura delictiva como un delito común
Sujeto pasivo
En lo que respecta al “sujeto pasivo” del delito, se reconoce generalmente que
aquel es la administración tributaria, tanto del gobierno central (Sunat) como de los
gobiernos, regionales y locales.

BIEN JURÍDICO
En cuanto al bien jurídico protegido en el delito de defraudación tributaria, debo
iniciar señalando que, dadas las limitaciones formales que determinan los
alcances de la presente contribución, habrá que dejar de lado el análisis de la
tradicional discusión entre la tesis “patrimonialista” (que ve como el objeto ideal de
necesaria protección jurídico-penal al patrimonio de la hacienda pública) y las tesis
«funcionales» (que postulan que el bien jurídico a tutelar está representado por la
función tributaria o las funciones del tributo. Por ello, en este momento me limitaré
a exponer mi opinión con respecto a lo que considero debe ser el bien jurídico
protegido en el delito de defraudación tributaria. En la medida que el delito
contemplado en el artículo 1 de la LPT requiere que se dejen de pagar total o
parcialmente los tributos que establecen las leyes, sería posible afirmar que el
legislador habría optado por la adopción de una concepción patrimonialista. Sin
embargo, si bien el referido precepto penal exige un perjuicio como resultado
típico, la sola verificación de este elemento no convertiría a la figura delictiva en
mención en un delito de carácter patrimonial: existen muchos delitos que, aunque
contemplan la producción de un perjuicio patrimonial (como, por ejemplo, los
atentados contra el sistema crediticio), no por ello adquieren el carácter de delito
patrimonial. Asimismo, el eventual perjuicio patrimonial en los delitos tributarios no
es comparable al de los delitos patrimoniales tradicionales; pues, mientras que en
estos se produce un perjuicio sobre los bienes que ya se tienen, en aquellos se
produce una afectación de la pretensión patrimonial del Estado sobre parte del
patrimonio de los contribuyentes. De esta manera, para entender como

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configurado al delito de defraudación tributaria, no bastará con la verificación de
una falta de percepción de ingresos fiscales (disminución en el valor económico
del erario público); pues, a mi modo de ver, aquello resulta insuficiente para
afirmar que se ha producido el menoscabo del bien jurídico protegido.

Acción Típica
Dos aspectos distintos de la tipificación penal tributaria, primero los medios que
emplea el agente, en las diversas modalidades típicas “cualquier artificio, engaño,
astucia, ardid u otra forma fraudulenta” y, segundo, el estado de desvalor: “dejar
de pagar en todo o en parte los tributos que establecen las leyes”. Son aspectos,
uno el desvalor de la acción y, el otro referido, a la afectación de la Hacienda
Pública, en sus legítimas pretensiones recaudadoras.
El engaño es la falta de verdad en lo que se dice, o hace de modo bastante para
producir error e inducir el acto de disposición patrimonial. En palabras de GARCIA
RADA, el “artificio” puede darse de dos maneras, desfigurando la realidad, o
simulando lo que no es. El medio de lograrlo puede ser configurando un escenario
especial para lograr el artificio, o aprovechando lo que existe u mediante eso
inducir a error. El artificio puede darse en otras palabras como en actos, tanto en
acciones como en omisiones.
Objeto del Delito
El objeto del delito es el comportamiento de la evasión o la omisión el dolosa el
engaño el ocultamiento de la verdad de las acciones en contra de los impuestos
que se tienen que declarar a las instancias de la administración tributaria
encargadas de la recaudación y la administración de los recursos dinerarios, estos
ingresos son de uso en la administración del estado

2. TIPICIDAD SUBJETIVA
Dolo El delito de defraudación tributaria se constituye como un delito
eminentemente doloso, quedando excluida del tipo penal la posibilidad de
comisión imprudente, para la cual, además, no existe un precepto típico
específico. Consecuentemente, siendo el delito del artículo 1 de la LPT uno

9
doloso, al autor se le atribuye el conocimiento de los alcances de su conducta
(conducta fraudulenta), así como la aptitud lesiva (riesgo directo de realización del
tipo) que la misma posee de cara a la vulneración del bien jurídico-penalmente
protegido. Para poder afirmar la existencia de una actuación dolosa, el sujeto debe
conocer la existencia de una obligación tributaria de pago. Esto, a mi juicio, no
solo implica necesariamente el conocimiento de la existencia de un hecho
imponible (esto es, de las circunstancias fácticas que hacen posible el nacimiento
del deber de tributar), sino también de que debe realizar una prestación pecuniaria
a favor de la administración tributaria por concepto de tributo. En ese sentido, solo
el conocimiento de que existe una obligación tributaria de pago implica el
conocimiento del presupuesto de la prohibición (Díaz & García Conlledo, 2008, p.
408). Por ello, si se toma en cuenta la estructura del tipo penal de defraudación
tributaria, es posible decir que lo mínimo exigible por el dolo es el conocimiento de
las circunstancias que permiten verificar la existencia de un hecho imponible. Si es
que se entiende, como se hace aquí, que la obligación tributaria nace con la
realización del hecho imponible, entonces el conocimiento de la realización de tal
hecho debe acarrear el conocimiento de la existencia de una obligación tributaria
(esto es, la obligación de pagar un tributo), de la cual, como mínimo, el individuo
debe conocer que debe realizar una prestación pecuniaria a la administración
tributaria (una cantidad de dinero; esto es, la cuota tributaria, aunque sin
necesidad de saber con exactitud la cantidad de la misma). Ahora bien, el
conocimiento de la existencia de una obligación tributaria se confirma con la
realización de las conductas típicas defraudatorias.

En ese sentido, Quintanilla (2019) manifiesta que para la comisión del delito de
defraudación tributaria: “se tiene que configurar el elemento subjetivo, sin el cual
no se podría determinar la conducta delictiva, el “dolo”, por lo tanto, las
infracciones en que la conducta dolosa no se confirme, pueden clasificarse como
infracciones administrativas, las cuales no tendrán sanción más que la
pecuniaria”. (p.11)

10
Así mismo, los responsables ante la ley en caso de personas naturales es el
ciudadano que está inscrito en la SUNAT en condición de persona natural con
negocio propio, en el caso de las empresas E.I.R.L está claro que es el titular
gerente y en el caso de las sociedades anónimas o sociedades de responsabilidad
limitada, el responsable directo será el Gerente General y es quien responderá por
las acciones u omisiones que se van a generar y van a producir el delito de
defraudación tributaria.

Sin embargo, el código tributario establece la representación y quienes son,


también establece responsabilidad sobre el administrador de hecho es decir,
aquella persona que no siempre es Gerente General en la práctica es el que
maneja el negocio, también puede ser responsable directo el contador porque es
el que declara los impuestos, punto importante porque muchos empresarios creen
que el contador es un especialista en derecho tributario, pero no es así ya que el
contador es un profesional cuya tarea principal es contratarlo muchas veces para
declarar impuestos, declarar tributos pero no tiene necesariamente el trabajo de
revisar si los comprobantes de pago son o no reales.

Según Arévalo y Cruz (2018) “En la Ley Penal Tributaria, el delito de defraudación
tributaria no sólo tiene como autor único al contribuyente; sino que, además, el
Contador Público, los asistentes contables y/o las personas que han tenido
intervención en el incumplimiento de las normas tributarias son presuntos
responsables”

Las otras sanciones que existen respecto a la defraudación tributaria es que, si se


comprueba en un proceso penal que hay defraudación tributaria, además de la
pena impuesta que puede ser efectiva está el cierre temporal o definitivo del
negocio y junto con ello están las multas adicionales que se establecen para
resarcir en algo el daño producido, el tipo penal establece además los años de
carcelería efectiva de la libertad también días multas de sanción de acuerdo a la
gravedad del delito cometido y esos días multas son realmente pagos económicos

11
de acuerdo percibidos económicamente de cada persona involucrada en estos
tipos de delitos.

AUTORIA Y PARTICIPACION

Cuando en un hecho delictivo intervienen más de una persona estaríamos


hablando de la Autoría y Participación, por lo tanto, se va diferenciar los grados de
autoría y participación, más los efectos del reproche penal de la sanción que se va
imponer, por eso es importante establecer los grados de participación, se les
puede vincular como autor directo, autor mediato, co autor, instigador, cómplice
primario y cómplice secundario.

Respecto a la autoría y participación ha existido varias teorías que se han


discutido, siendo así la teoría unitaria de autoría y participación la cual en su
momento fue la más difundida, indicando que si intervienen muchos o todos se les
considera autores, todos son participes en la comisión del delito, todos tienen que
ver, respondiendo por igual, así mismo, en nuestro país seguimos con el sistema
unitario únicamente utilizado para los delitos culposos, es decir si intervienen
varias personas en un delito culposo todos van a responder como autor no hay
posibilidades de diferenciación es decir en el Perú no tenemos una forma
diferenciadora de delitos culposos.

En el artículo 23, 24, 25 del código penal nos hablan de un sistema diferenciador
entre autores y participes, así mismo en el sistema diferenciador se va aplicar para
los delitos dolosos, por lo tanto, en el sistema unitario todos son autores para
delitos culposos y el sistema diferenciador que permite distinguir entre autores y
participes la cual se distingue para delitos dolosos y dentro de los partícipes
encontramos los instigadores y cómplices.

Según, Díaz y García (2018) indican “El indicio más importante de la autoría lo
ofrece el art. 28 CP haciendo referencia a las formas de intervención conminadas

12
con la pena de la autoría, la cual distingue entre quienes “son autores” y los que
dan a entender quienes no son autores, sino partícipes.

De lo antes mencionado debemos tener en cuenta en que se diferencia el autor y


participe, siendo considerable mencionar los delitos dolosos, imprudentes,
culposos en la que no se distingue entre autores y partícipes porque sigue la
teoría unitaria.

Así mismo, quienes colaboran en un delito y someten accesoriamente a la


voluntad del autor se les llama partícipe, teniendo en cuenta que los partícipes no
realizan de manera directa un hecho delictivo, pero tienen una sanción por
colaborar y ayudar a los autores que comentan el delito.

AUTORIA DIRECTO

El autor directo entre el, artículo 23 del código penal es quien realiza el hecho por
sí, es decir si alguien decide sustraer un buen por tal motivo el seria el autor
directo, es quien domina el hecho y lo realizado por si, así mismo cuando este
realiza todo el comportamiento en el tipo penal, pero pueden hacer casos de
autoría accesorio donde hay varios autores.

AUTORIA MEDIATO

Ha esta autoría se le conoce como el hombre de atrás, en este caso será autor
mediato quien utilice a otra persona como instrumento para realizar un delito, así
mismo es aquel que no domina el hecho, pero le predomina la voluntad del
instrumento de ese a quien a instrumentalizado para cometer el hecho a través de
varias formas, por medio de engaño, coacción y aprovechándose de su condición
de inculpabilidad, usa un intermediario, pero él no va tener el dominio del hecho
sino de la voluntad.

COAUTORIA

La coautoría es subjetivamente la comunidad de ánimo y objetivamente división de


tareas de importancia en un aporte, el dominio del hecho injusto no lo ejerce

13
solamente uno sino todos mediante una realización mancomunada y reciproca de
varias personas que colaboran consciente y voluntariamente los hechos delictivos.

AUTORIA Y PARTICIPACION EN LOS DELITOS ESPECIALES Y COMUNES

Cuando hablamos de delitos especiales nos referimos que es uno de los temas
más complejos que aborda la dogmática penal, es complejo porque se diferencia
de los delitos comunes, ya que cualquiera puede ser autor o participe puesto que
en los delitos especiales se exige una especial cualificación sea esta la de
funcionario o la de servidor público porque al tener solo como destinatarios a
determinados sujetos cualificados es difícil argumentar al porque aquellos que no
tienen esa cualidad de especial, podrían también ser partícipes de este delito
principal. Por ello cuando se intenta definir qué tipo de delito es la defraudación
tributaria se considera que es un delito especial.

Los delitos tributarios deben ser interpretados como delitos especiales, pues
según Peschiera (2012) (…) Ciertamente se trata de un tema oponible, respecto
del cual no es posible adoptar una posición definitiva sin adentrarnos en la
naturaleza y alcance de la obligación tributaria cuyo incumplimiento dota de
contenido al injusto penal. (p.79)

Dentro de la teoría y también de la jurisprudencia se han dado dos posiciones


marcadas para responder este problema y uno de ellos es que se debería
defender la unidad del título de imputación en el sentido en el que el participe
cualificado también podría tener responsabilidad penal de este delito especial,
existe otra vertiente también defendiendo en la doctrina y jurisprudencia la cual
manifiesta y sostiene de que el particular no tiene esta cualidad de especial, no
debería ni podría ser partícipe de este delito, la jurisprudencia y la doctrina sin
embargo también ha dado una solución a este problema en la medida que este
particular si sería posible de que responda por el delito especial , pero por la
especial descripción típica únicamente podría responder a título de participe,
siendo uno de los claros ejemplos en estos supuesto es cuando el intermediario

14
de un juez que precisamente desea un soborno para favorecer a un usuario
judicial también podría responder a título de participe y si es que este intermediario
exige al usuario un determinado monto para su favorecimiento.

Los delitos comunes pueden ser realizados por cualquiera a diferencia de los
delitos especiales que son realizados solo por algunos, denominamos lo común
como lo habitual, lo típico, cotidiano y usual, algo que no marca su diferencia
siendo reiterativo y sistemático. A su vez son delitos que no exigen que sea
determinada persona, sin embargo, tiene excepciones es que el autor no sea
menor de edad, no sea una persona con discapacidad mental, así mismo que esta
persona no sea funcionario público porque estos últimos no pueden ser
procesados por delitos comunes. Así mismo, en la defraudación tributaria algunos
consideran que es un delito común.

Según Cadavid (2018) Menciona que, hay quienes consideran por un lado al delito
de defraudación tributaria como un delito común, pues, se considera al autor
directo, mediato o coautor, partícipe al asesor fiscal, como inductor, cooperador o
cómplice. Por otro lado, el delito especial exige una cualificación, relación o
condición, pues restringe que un sujeto ajeno pueda ser autor de dicho delito.
Asimismo, se reconoce que el sujeto no cualificado sea responsable como
partícipe en el delito especial.

Sin embargo, se entiende que el delito de defraudación tributaria es una figura


delictiva cuya autoría se circunscribe únicamente a quien posee una relación
jurídico-tributaria teniendo la relación jurídica- tributaria y encontramos la relación
entre el individuo y la administración, ya que el autor se enfoca entre los sujetos
pasivos-tributaros.

DELITO DE PELIGRO O DE RESULTADO

Como concepto general en el delito de resultado es un delito que se requiere la


constatación de un determinado resultado, como es el caso del delito estafa, en

15
donde es necesario evidenciar un perjuicio ilícito en perjuicio de la víctima
induciéndolo en error.

El artículo 1 de la LPT presenta una configuración típica según la cual el delito de


defraudación tributaria exige como resultado típico el «dejar de pagar en todo o en
parte los tributos que establecen las leyes». Esto quiere decir que este resultado
debe entenderse como la generación de un perjuicio para la administración
tributaria, cifrado en una cuota tributaria defraudada. Lo acabado de señalar
debería conducir consecuentemente a admitir alejándome de su comprensión
como delito de mera actividad que el delito de defraudación tributaria es un delito
de resultado, en la medida que resulta posible distinguir dos momentos separables
espacio-temporalmente: la conducta típica (conducta defraudadora) y el resultado
típico (ausencia de percepción o percepción reducida de una determinada
cantidad de dinero por concepto de obligación tributaria de pago)

Usualmente se sostiene que el perjuicio se produce cuando el individuo no paga la


respectiva cuota tributaria o ingresa, a favor de la administración tributaria, una
determinada cantidad de dinero por concepto de pago de la obligación tributaria,
siendo aquella cantidad de dinero menor a la que corresponde en la realidad. El
momento en que debe realizarse el pago, como es claro, inicia después de la
liquidación de la obligación tributaria, ya sea que esto se realice por parte del
propio obligado tributario (autoliquidación) o por parte de la administración
tributaria. Sobre la base de estas ideas, es posible entender los motivos por los
cuales algunas voces en la doctrina nacional entienden que el perjuicio sobre la
recaudación tributaria debe ser efectivo; esto es, que se exija que el Estado deje
de percibir los tributos realmente adeudados.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el elemento del perjuicio no debe
ser analizado desde la perspectiva de los esquemas propios de los delitos
patrimoniales, sino que debe atenderse a las específicas circunstancias que le
confiere el hecho de ser interpretado desde la figura nuclear del derecho penal
tributario, como es el delito de defraudación tributaria. Una comprensión como
esta tiene importantes consecuencias.

16
En primer lugar, como se explicó anteriormente, será posible afirmar que el objeto
de la acción en el delito de defraudación tributaria no radica en la concreta suma
de dinero recaudada efectivamente, sino en la declaración como mecanismo
orientado a poner en conocimiento a la administración tributaria sobre los datos de
hecho y de derecho en virtud de los cuales puede determinarse el an y
el quantum de una obligación tributaria material. Esta comprensión del objeto de la
acción, a mi modo de ver, es congruente con el objeto del bien jurídico propuesto
(la concreta pretensión tributaria subjetiva, que solo podrá concretarse una vez
que se realice la liquidación de la obligación tributaria).

En segundo lugar, habrá que decir que, si se entiende al perjuicio como la no


recaudación de una determinada cantidad de dinero debida, entonces habrá que
esperar que la administración tributaria realice sus procedimientos de fiscalización
posteriores a los pagos que los contribuyentes hagan por concepto de sus
respectivas obligaciones tributarias, si es que se quiere admitir la comprensión del
perjuicio en términos patrimoniales.

En efecto, si, por ejemplo, el contribuyente deja de ingresar, por medios


fraudulentos, una determinada cantidad de dinero por concepto de obligación
tributaria o, en todo caso, valiéndose de medios fraudulentos ingresa una cantidad
de dinero menor a la que debería haber ingresado, de ser cualquiera de tales
hechos detectado por la administración tributaria y esta realiza una exacta
liquidación de la cuota tributaria a la que el contribuyente estaba obligado a pagar,
entonces no podría hablarse de un perjuicio; pues, al haberse generado el título de
ejecución, la administración tributaria podría cobrarlo en la vía administrativa
correspondiente. Como es evidente, una concepción del perjuicio desde la
perspectiva de los delitos patrimoniales debería llevar a pensar no solamente que
son infracciones con perjuicio económico únicamente las no descubiertas, sino
también que el delito de defraudación tributaria nunca podría consumarse, pues
sería siempre necesaria la concurrencia de la actuación inspectora de la
administración tributaria para la liquidación de la cuota tributaria, sin la cual el
hecho quedaría en todos los casos en fase de tentativa.

17
La aceptación de estos lineamientos, como es evidente, resulta político-
criminalmente contraproducente, sobre todo si se toma en cuenta la ya explicada
dinámica del sistema de gestión de la administración tributaria (en la que esta se
ubica, por motivos de eficiencia, en una posición institucional caracterizada por el
desconocimiento de diversos hechos de relevancia jurídico-tributaria).

Por estas razones, pienso que el perjuicio no debe entenderse como la no


percepción —total o parcial—, por parte de la administración tributaria, del importe
de la cuota tributaria objetivamente debida, sino como la aptitud de la acción para
producir un perjuicio, lo cual se verifica en el momento en que se oculta el hecho
imponible, pues en este momento existe ya, en potencia, un derecho de crédito a
favor de la administración. De esta manera, el perjuicio, en el delito de
defraudación tributaria, se produce cuando se deja de liquidar con exactitud (ya
sea que la liquidación se realice por parte del mismo contribuyente o aquella sea
efectuada por la propia administración tributaria). En ese sentido, el delito
contemplado en el artículo 1 de la LPT, en la medida que posee la estructura de
un delito de resultado, presenta, por un lado, a la conducta típica, consistente en la
conducta defraudadora, mientras que, por otro, el resultado típico consistirá en la
ausencia de liquidación o liquidación defectuosa de la obligación tributaria de
pago.

Asimismo, también tenemos Los llamados delitos de resultado, a su vez, se


subdividen en delitos de lesión y de peligro.

a) Delitos de lesión:

En esta clase de delitos, se requiere que el resultado derivado de la acción sea la


efectiva lesión de un objeto que corporaliza el bien jurídico protegido, como es el
caso, por ejemplo, del delito de daños.

b) Delitos de peligro:

En este tipo de delitos de resultado, reciben la denominación de peligro con base


en la amenaza que generan sobre el objeto que representa el bien jurídico.

18
Por último, En cuanto a la configuración del peligro, se suelen diferenciar, a su
vez, en delitos de peligro concreto y peligro abstracto.

A.1) Delitos de peligro concreto: En los que el tipo penal exige una verificación
de haberse presentado todas las condiciones concretas para la amenaza de lesión
que recae sobre el bien jurídico. Ej. Delito de Peligro por medio de incendio o
explosión

A.2) Delitos de peligro abstracto: En esta categoría de delitos de peligro, se


requiere únicamente estar frente a una peligrosidad virtual producida por la
conducta, una peligrosidad abstracta y no concreta, sino general; como sucede en
el delito de conducción bajo estado de ebriedad o drogadicción, en donde basta
con estar a bordo de un vehículo en movimiento para generar una amenaza virtual
a la sociedad.

Jurisprudencia

SALA PENAL TRANSITORIA


RECURSO DE NULIDAD N° 2341-2018
LIMA

En el presente caso no es adecuada la determinación de la pena impuesta


por la Sala Penal de Reos Libres, pues no se valoraron adecuadamente las
condiciones personales de la sentenciada. Debiendo reducirse la pena
prudencialmente, y a su vez convertirse en doscientos ocho jornadas de
prestación de servicios a la comunidad, pena prevista en el inciso 1, artículo
31, del Código Penal, concordado con los artículos 34 y 52 del citado
código.

CASACION N° 222-2012 – Arequipa

El recurso de casación interpuesto por la procaduria publica Ad- lHoc, de la


Superintendencia Nacional de Administración Tributaria contra la empresa
SERVICIOS MULTIPLES NAVARRETE E.IRL, en agravio del estado.

19
Jurisprudencial establecida por la Corte Suprema, por el Tribunal
Constitucional, precisando el pago del cuestionado que establece el pago
total o la cancelación de la deuda es una causa de exclusión de punibilidad,
debido a que el deudor tributario tiene voluntad de pago frente a la
detección de la administración tributaria, por tanto, en el presente caso, al
haberse cancelado la deuda vinculada a la comisión del ilícito Tributario.

Se cumplió con lo dispuesto en el Acuerdo Plenario número 2-2009/CJ-1 1 6, sin


tener en cuenta que el numeral once del referido Acuerdo Plenario precisa que la
regularización está sujeta a dos requisitos esenciales: actuación voluntaria a
través de un auto denuncia y pago total de la deuda tributaria. La exigencia de la
regulación voluntaria implica que la misma se realice en forma espontánea, vale
acotar, antes de la intervención de la autoridad administrativa o penal a través de
un requerimiento explícito.

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Conclusiones

La evasión tributaria es una problemática de nuestro país que vemos arraigada de


forma permanente, es por ello que hemos visto las intensificaciones y mejoras en
materia de fiscalización tributaria, sin embargo, se necesita un mejor esfuerzo para
lograr resultados más óptimos.

La figura de la evasión tributaria se materializa como delito en el marco de la


defraudación tributaria que se encuentra tipificado en la Ley Penal Tributaria.

Existen diversas causas derivadas de la figura de evasión tributaria. Dentro de las


principales causas de la evasión tributaria está la intención misma de evadir, la
falta de asesoría de los contribuyentes y la falta de fiscalización de la Sunat.

Las consecuencias derivadas de la figura de la evasión tributaria son el


detrimento en el presupuesto público estatal que afecta las obras, las políticas
públicas y programas del Estado.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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del contador público y la defraudación tributaria en la provincia de San
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