Proyecto de Tesis Uct
Proyecto de Tesis Uct
BENEDICTO XVI
ESCUELA DE POSGRADO
MAESTRÍA EN
INTERVENCIÓN EN VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
AUTORAS
Br. Marillo Ramos Gabriela
Br. Severino Vargas Liz Yahayra
ASESORA
Dra. Santa Cruz Terán Flor Fanny
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:
Discriminación y Violencia Contra las Mujeres
TRUJILLO, PERÚ
2019
I. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
La violencia hacia la mujer representa tanto una violación de sus derechos humanos como
un problema de salud pública (García-Moreno, Henrica, Watts, Ellsberg & Heise, 2013).
Asimismo, la violencia a la mujer ejercida por su pareja varón es la más frecuente respecto a los
distintos contextos de violencia a las mujeres reportados. Esta situación se produce en todos los
países, en todas las culturas y en todos los niveles sociales sin excepción (García-Moreno,
Henrica, Watts, Ellsberg & Heise, 2005).
Esta forma de violencia contra la mujer ha recibido distintas denominaciones según los
diferentes investigadores, enfoques o idiomas, adoptando características también distintas. Así,
ha sido denominada violencia doméstica, violencia intrafamiliar, violencia conyugal, violación
matrimonial, violencia con la pareja íntima, etc. Para efectos del siguiente estudio se utilizará el
término violencia de pareja (VIP) para describir específicamente la violencia a la mujer por parte
de su pareja varón, sin importar el tiempo de relación o la formalidad social que adopte dicha
relación (cónyuges, enamorados, novios, etc.). Además, se adoptará la definición propuesta por
Heise y García-Moreno (2003), desarrollada y ampliada por Butchart, García-Moreno y Mikton
(2011), quienes consideran a la violencia de pareja como un tipo de violencia interpersonal y la
definen como cualquier comportamiento que dentro de una relación íntima o de pareja, causa
daño físico, psíquico o sexual. Este comportamiento, como los autores manifiestan, incluye
agresiones físicas (abofetear, golpear con los puños o con cualquier parte del cuerpo, golpes con
objetos, empujones, estrangulamiento, etc.), relaciones sexuales forzadas, y otras formas de
coacción sexual, maltrato psicológico (intimidación, denigración, humillación constantes,
insultos, gritos, indiferencia, etc.), diversos comportamientos dominantes (aislarla de su familia
y amistades, vigilar sus movimientos, restringir su acceso a la información o asistencia, etc.) e
incluso la muerte.
Deza ,2012 (citado por Aiquipa 2012) refiere que uno de los factores asociados a la
permanencia de la mujer en relaciones violentas es la percepción de amor romántico que tiene de
las relaciones de pareja, lo cual implica depender del otro y adaptarse a él, postergando incluso lo
propio; perdonar y justificar todo en nombre del amor; consagrarse al bienestar del otro;
desesperar ante la sola idea de que la pareja se vaya, sintiendo que nada vale tanto como esa
relación; pensar todo el tiempo en el otro, hasta el punto de no poder trabajar, estudiar, comer o
dormir; idealizar a la otra persona, no aceptando la existencia de ningún defecto; sentir que
cualquier sacrificio es poco si se hace por amor al otro, entre otras características. A todo ello se
sumaría una baja autoestima o desvalorización.
En la dependencia emocional se da una prioridad absoluta a la pareja sobre cualquier otra cosa,
mediante el establecimiento de relaciones basadas en la subordinación y la sumisión. Una vez
establecida la violencia crónica como pauta frecuente de relación puede producirse en la víctima
una dependencia emocional, también denominada “apego paradójico” (Saltijeral,Ramos y
Caballero , 1998).
Es por ello que con los datos obtenidos sobre la problemática resulta ser de relevancia social,
puesto que de esta manera se buscará promover programas, con el fin de concientizar sobre la
violencia doméstica con la dependencia emocional en mujeres víctimas de violencia de pareja.
Antecedentes internacionales:
Momeñe, Jáuregui y Estévez (2017) en la ciudad de Bilbao, España, relacionaron la dependencia
emocional, regulación emocional y el abuso psicológico en relaciones de pareja. Tuvo una
muestra integrada por 303 personas (232 mujeres y 71 hombres) con edades de entre 18 y 75 años
(M= 25,93; DT= 8,66). El 71% de los evaluados se encontraba en una relación de pareja al
momento de realizar la evaluación. Se utilizaron las escalas de: Dependencia emocional en el
noviazgo de jóvenes y adolescentes (DEN) con un coeficiente alfa de 0,90, Escala de abuso
psicológico sutil y manifiesto a las mujeres, con un alfa de 0,98 y la Escala de dificultades en la
regulación emocional, con alfa de 0,93; como criterio de clasificación se consideraron las
relaciones de noviazgo con una duración mínima de un mes. Al análisis de los datos arrojó como
resultado que las mujeres obtuvieron puntuaciones significativa más altas en rechazo y descontrol,
que los hombres (Rechazo: d= -0,28; Descontrol: d= -0,27), demostrando que las mujeres tienen
menor capacidad de regulación emocional que los hombres y existe correspondencia entre abuso
psicológico, regulación emocional y dependencia emocional, concluyendo que el abuso
psicológico y las dificultades en la regulación emocional serían predictoras de la dependencia
emocional.
Sansuste (2016) realizó una investigación para su Tesis para obtener la Licenciatura en Psicología
no procede denominada “Dependencia emocional y desesperanza aprendida en mujeres víctimas
de violencia intrafamiliar” tuvo como objetivo estimar la relación entre la dependencia emocional
y desesperanza aprendida en mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, la muestra estuvo
conformada por 25 mujeres con edades entre los 25 y 35 años, el tipo de estudio fue correlacional
transversal con un Diseño no experimental, se utilizaron dos instrumentos Cuestionario de
dependencia emocional y la escala de desesperanza de Beck. Los resultados revelaron un
coeficiente de correlación de Sperman (r=0,978) donde se concluye que existe una relación directa
positiva de un (98%) entre ambas variables ya que, presentan un nivel alto de correlación.
Gonzáles y Leal (2014) en un estudio para la Revista Tendencias en Psicología desarrollaron una
investigación “Dependencia emocional y violencia de pareja en mujeres del sector paraíso-
Panamá” tuvo como finalidad revelar si la dependencia emocional es un factor de riesgo para ser
víctima de violencia de pareja, la muestra estuvo conformada por 35 mujeres atendidas por el área
de Psicología del Centro de Apoyo a la Mujer Maltratada de edades entre los 18 y 30 años que
mantenían una relación de convivencia; se utilizó un muestreo no probabilístico de tipo
intencional, se utilizó el cuestionario de dependencia emocional de Lemos y Londoño que evalúa
6 dimensiones. Los resultados obtenidos demuestran que existe relación significativa de ambas
variables concluyendo que la dependencia emocional predispone a una mujer a ser víctima de
violencia por parte de su pareja. Además, se evidencia que existe diferencia en los niveles de
dependencia emocional según el grado de estudios.
Antecedentes nacionales:
Zea (2016), en su investigación “Dimensión Desarrollo del Clima Social Familiar de mujeres
víctimas de violencia conyugal de Centro de emergencia mujer. Callería Ucayali, 2016”. Estudio
de tipo cuantitativo, de nivel descriptivo simple cuyo objetivo fue describir el desarrollo familiar
de Mujeres víctimas de violencia conyugal del centro de emergencia mujer de la ciudad de
Pucallpa con mujeres víctimas de violencia conyugal La población estuvo conformada por 12
mujeres que se asisten en el Centro de Emergencia Mujer donde se le brinda apoyo legal y
psicológico. El instrumento utilizado fue la Escala de Clima Social Familiar (FES) de RH. Moos
en su dimensión desarrollo. Los resultados indican que 75% de las mujeres se ubican en el nivel
bajo reflejando una inadecuada estabilidad. Resultados similares se encuentran en las áreas
autonomía, actuación, intelectual cultural, social –recreativo, moralidad– religiosidad, El estudio
concluye que la mayoría de mujeres víctimas de violencia conyugal presentan niveles promedios
y bajos en las áreas anteriormente mencionadas, reflejando dependencia emocional
y económica de la pareja agresora. Así mismo muestra la carencia en las habilidades sociales y de
estima no reconociéndose como persona capaz de generar recursos con mérito propio.
Aiquipa (2012) realizó una investigación “Diseño y Validación del Inventario de Dependencia
Emocional-IDE” cuyo propósito fue construir y validar un instrumento para reunir las propiedades
psicométricas adecuadas para medir el constructo de dependencia Emocional en una muestra
constituida por 757 participantes (498 mujeres y 359 varones), entre las edades de 18 a 55 años.
Del total de reactivos iniciales, fueron eliminados más del 75% de ellos a través de procedimientos
sistémicos, en la prueba final quedaron 49 ítems. Los resultados evidencian que el constructo
Dependencia Emocional, contiene indicadores de fiabilidad y evidencia de validez adecuada.
Antecedentes locales:
Por ello la violencia representa “todo acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a
dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, moral, patrimonial,
económica o sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo generador tenga o
haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o
mantengan o hayan mantenido una relación de hecho”.
Violencia Psicológica
Constituye toda acción u omisión que cause daño, dolor, perturbación emocional, alteración
psicológica o disminución del autoestima de la mujer o la persona agredida, es cualquier acto que
dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado,
celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad,
comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales
conllevan a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio”.
Con ello se puede decir que lo que más duele, lo que perdura, lo que siempre se manifiesta aunque
esté escondido, es el daño psicológico que el cónyuge causa al otro con injurias o acusaciones,
generalmente una persona se puede volver totalmente indefensa ante la agresión psicológica de
su pareja ya que se destruye el autoestima ocasionando la invalidez emocional para reaccionar
ante la agresión.
Violencia Física
Es todo acto de fuerza que cause daño, dolor o sufrimiento físico en las personas agredidas
cualquiera que sea el medio empleado y sus consecuencias, sin considerarse el tiempo que
requiera para su recuperación
Violencia Sexual
Sin perjuicio de los casos de violación y otros delitos contra libertad sexual, se considera violencia
sexual todo maltrato que constituya imposición en el ejercicio de la sexualidad de una persona, y
que la obligue a tener relaciones u otras prácticas sexuales con el agresor o terceros, mediante el
uso de la fuerza física, intimidación, amenazas o cualquier otro coercitivo”.
Incompatibilidad de las Diferencias: desde el momento en que una pareja decide compartir sus
vidas, están aportando sus diferencias como personas, a fin de complementarse en el amor.
Cuando las diferencias no son aceptadas, surgen los resentimientos y las frustraciones y empieza
a generarse una situación de violencia.
Traumas y Frustraciones Personales: cada miembro de la pareja tiene su historia personal, cada
uno va acumulando tensiones, experiencias frustrantes, aspiraciones rotas, deseos insatisfechos,
sentimientos heridos, impactos duros que la vida ofrece a todo ser humano. Si el sistema familiar
no facilita un clima de confianza y de apertura al diálogo para el oportuno procesamiento de estos
traumas y frustraciones personales, sigue ampliándose el monstruo de la violencia.
Falsas Expectativas: cuando una pareja inicia su vida común, cada uno trae una serie de
expectativas mutuas, algunas de las cuales se explica, pero la mayoría se mantienen en secreto.
Muchos al casarse esperan de su cónyuge, que sea igual a su padre u a su madre o contrario a
ellos. Hay quien escapa del hogar y su opresión, para en el matrimonio sentirse libre. Muchas
veces sucede que este es “el último día del despotismo y el primero del mismo”.
Características de la Violencia
QUIÉN LO FUNDAMENTA? Las características atribuidas a la violencia contra la mujer en el
espacio doméstico, podríamos nombrar a las siguientes:
Ciclo de la Violencia
La violencia no se genera de manera espontánea. Sucede cuando la pareja o uno de sus miembros
acumulan tensiones, enojos y frustraciones así como por dificultades y agresiones que se viven
tanto en la familia como fuera de ella. La violencia que se vive en la calle, en el trabajo o en la
escuela, se lleva a la casa desquitándose muchas veces con la pareja, de igual manera, la violencia
que se vive en el hogar se reproduce o se refleja afuera. Poco a poco la violencia se convierte en
un estilo de vida: las personas se acostumbran a ella y la viven como si fuera natural, sin darse
cuenta de cómo aumenta en forma gradual.
Acumulación de Tensión: En la mayoría de los casos comienza con reclamos mutuos por falta
de atención, por cansancio, por problemas económicos o laborales o por frustración, y estos
problemas pueden fácilmente desencadenar hechos violentos. Es necesario estar conscientes y
reconocer cuando este tipo de situaciones pueden estar afectando nuestra relación de pareja. Para
tratar de evitar un desenlace violento lo aconsejable es tener una comunicación respetuosa en
donde cada uno de los miembros de la pareja pueda hablar libremente de sus sentimientos, deseos
y aspiraciones y encuentre en el otro un escucha solidario y respetuoso.
Explosión o Agresión: Una vez que se rompe el equilibrio en la armonía de la pareja, se pierde
el control y se desencadena la violencia: el hombre golpea a la mujer, pues considera que le está
dando una «lección». Después de lastimarla, trata de justificar lo que pasó; le echa la culpa al
alcohol ingerido, al cansancio o a haber sido provocado. El golpeador no alcanza a comprender
por qué no se controló, mientras que la mujer, asustada y paralizada, no se defiende ni tampoco
solicita ayuda.
Por lo general, las mujeres no acaban de entender lo que les sucedió, pero se creen solas,
desprotegidas y culpables. La vergüenza que sienten les impide contar lo sucedido a personas
cercanas o denunciarlo ante la autoridad.
Reconciliación o Luna de Miel: Esta etapa es esperada por los dos. Después del maltrato, el
golpeador se muestra arrepentido, cariñoso, tierno y amable; se da cuenta del daño que causó. Se
reconoce responsable, se disculpa diciendo que perdió el control y, convencido, promete que
nunca más la lastimará. Mientras, la mujer confía en que todo va a cambiar, que nunca más va a
ser maltratada y que el amor y la tranquilidad que él le muestra en ese momento es la manera en
que van a vivir de ahí en adelante repitiendo una y mil veces este ciclo de violencia”.
Intensidad Creciente
Referida a la forma en que la violencia va aumentando en intensidad, siendo cada vez más
peligrosa para la vida de la mujer.
Muchas veces y por ello es que no se logra identificar en un primer momento, empiezan con
“pedidos” o “sacrificios” que tiene que hacer la mujer para mantener contento a su pareja; como
por ejemplo “No te pongas esa ropa, que sabes que no me gusta”. Posteriormente se incrementa
a ordenes o mandatos (“Te dije que no te vistieras así”). Luego vendrían las amenazas por no
“obedecer”, continuaría con pequeños empujones, seguido de golpes con mayor fuerza….hasta
llegar a la muerte de la víctima (Suicidio o Feminicidio).
DEPENDENCIA EMOCIONAL
CON QUÉ AUTORES VA A SUSTENTAR LA TEORÍA?
NO PRESENTA A LOS AUTORES,
CITAR Y AL FINAL REFERENCIAR A LOS AUTORES PARA EVITAR EL PLAGIO.
La dependencia emocional es una necesidad afectiva extrema y continua, que obliga a las personas
que la padecen a satisfacerla en el ámbito de las relaciones de pareja; en consecuencia, gran parte
de la vida de estas personas gira en torno al amor. Aunque este fenómeno puede aparecer
puntualmente en la vida de un individuo (es decir, sólo en una de sus relaciones), lo más normal
es que sea una constante en él; por lo tanto, la mayor parte de sus relaciones de pareja presentarán
un patrón característico regido por la mencionada necesidad afectiva extrema. En principio, puede
parecer que, aunque haya una necesidad amorosa mucho más fuerte de lo normal, la dependencia
emocional no debería ser motivo de desadaptación, sufrimiento o insatisfacción. Los dependientes
buscan personas egocéntricas, peculiares, seguras de sí mismas, dominantes y poco afectuosas
para emparejarse con ellas. Puede llamar la atención que este tipo de individuos sean los
predilectos para unas personas que tienen unas demandas afectivas descomunales, pero es que
precisamente se fijan en ellos porque los idealizan, los encumbran hasta extremos difíciles de
imaginar, viendo prácticamente dioses o seres excepcionales donde sólo hay sujetos que, muchas
veces, hacen la vida imposible a sus parejas. Estos individuos son todo lo contrario que los
dependientes emocionales, al menos en lo que a autoestima y valoración de sí mismos se refiere,
de ahí la idealización incondicional que efectúan las personas con dependencia emocional.
Por otra parte Robin Norwood en su obra: Las mujeres que aman demasiado (2009) señala que
“la dependencia emocional o el hecho de amar demasiado no significa amar a demasiados
hombres ni enamorarse con demasiada frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo
por otro ser. En verdad, es obsesionarse por un hombre y llamar a esa obsesión “amor”,
permitiendo que ésta controle nuestras emociones y gran parte de nuestra conducta y si bien
comprendemos que ejerce una influencia negativa sobre nuestra salud y nuestro bienestar, nos
sentimos incapaces de librarnos de ella. Significa medir nuestro amor por la profundidad de
nuestro tormento”.
Todo esto se relaciona con el hecho que las personas que padecen de este problema no sólo no se
quieren prácticamente nada, sino que se critican, atacan y desprecian haciendo que la relación
consigo mismas sea tan deplorable que no soportan la soledad y que sólo se imaginan su vida al
lado de alguien idealizado, de un salvador alrededor del cual centrar su existencia, pero que en su
mayoría lo único que hacen es acrecentar esta dependencia y la necesidad implícita de mantenerse
a su lado.
A esto se puede añadir el criterio de Marta Arasanz Roche, psicóloga y sexóloga española, que
explica que “la dependencia emocional equivale a una necesidad primaria como comer y beber.
Este vínculo de subordinación y fanatismo encuentra en la pareja su escenario de desarrollo más
común. “Cuando se necesita al otro para existir, o se pone en manos de alguien la felicidad, se
entra sin querer en una dependencia emocional”, agrega Arasanz Roche. En esa necesidad del
otro, explica la especialista, están involucrados tres miedos fundamentales: al fracaso, al conflicto
y a la soledad. El dependiente se preocupa por no ser abandonado. En una relación sana, se da
una “dependencia adaptativa”: por ejemplo, cuando uno de los miembros de la pareja tiene una
habilidad que el otro no posee –como llevar las cuentas– y depende de él para organizarlas. En
cambio, en una dependencia emocional uno se somete al otro”.2 Considerando también que la
ansiedad y la depresión son síntomas constantes en el dependiente emocional: que hace que
inconscientemente se menosprecie y se invalide ante la necesitad de afecto de su ser amado.
Concordando con ello “Los especialistas CITAR A LOS AUTORES (APELLIDOS Y AÑO)
reconocen algunas características que identifican al dependiente emocional”:
Necesidad Excesiva. Siente un anhelo constante de la pareja y un afán obsesivo por hacer
contacto: realiza llamadas continuas y apariciones imprevistas.
Deseos de Exclusividad. Se aísla para dedicarse por entero a su pareja y espera su
correspondencia para “sumergirse” ambos en la misma burbuja y distanciarse de los demás.
Idealización del Otro. Aunque es consciente de sus defectos, ensalza a la pareja porque ésta
tiene lo que a él o a ella le falta: seguridad y autoestima.
Relación de Sumisión y Subordinación. Se rinde ante su pareja para congraciarse: así preserva
la relación y refuerza su baja autoestima.
Asunción de las Creencias de la Pareja. Asume como propias las ideas del otro: todo lo que
dice o hace lo sostiene como una verdad irrefutable.
Sin duda el dependiente emocional tiene un concepto distorsionado del amor: no busca una
relación de afecto igualitaria, sino una relación de entrega desmedida en la que el miedo al fracaso,
al conflicto o a la soledad son los pilares que sostienen una relación de pareja y donde se desarrolla
un vínculo disfuncional en el cual uno de los miembros se somete y el otro se impone creando un
círculo vicioso en el que las mujeres suelen ser las más vulnerables y generalmente les cuesta salir
de este tipo de relaciones.
El dependiente no elige a su pareja por azar, sino siguiendo pautas, generalmente inconscientes,
que le permiten compensar su necesidad afectiva y su baja autoestima. Hilario Meca cita el libro
Dependencia emocional: características y tratamiento, del psicólogo y psicoterapeuta español
Jorge Castelló Blasco, para subrayar dos características que suelen identificar a las parejas
elegidas por un dependiente emocional:
1. Son personas idealizables sólo para quienes tienen baja autoestima, porque les asignan
cualidades que no poseen o que son exageradas; pero para el resto de la sociedad suelen
resultar hostiles o son fuente de conflicto.
2. Son narcisistas y explotadores (aunque no desde la mirada del dependiente emocional): se
sobrevaloran a sí mismos, desean la admiración del entorno y, en contrapartida, se complacen
en disminuir a los demás.
En cualquiera de los casos, la pareja del dependiente emocional por lo general vive y reacciona
con agobio. Suele tener varias formas de expresarse: exige límites para restringir las invasiones
del dependiente, propicia la ruptura porque le resulta insoportable la relación, o la entiende
como una dádiva, disfrutando ser la persona relevante en el encuentro.
Sin embargo se debe recalcar que en su gran mayoría las mujeres que atraviesan por este tipo de
problema provienen de familias donde las dificultades y la falta de amor se considera algo normal
y donde también se les ha enseñado a ser personas salvavidas empleando su sufrimiento y
sacrificio por amor a sus seres queridos, es por ello que generalmente las parejas de las
dependientes emocionales suelen ser individuos con otro tipo de problemas como alcoholismo,
drogadicción o machismo, donde la mujer crea adicción al hombre y este a su vez a una conducta
antisocial en la cual los dos mantienen una relación “amorosa” aun sabiendo que no hay amor
sino una necesidad inmensa de cubrir experiencias infantiles de ambos en situaciones
problemáticas y dañinas.
Castelló Blasco (AÑO) enumera cuatro factores como causa del problema:
Considerando lo que expresa Ignacio Vergara, estas personas forman pareja con otra que se
encuentra en circunstancias semejantes y vive en la permanente contradicción del amor
romántico: “ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, contigo porque me matas y sin ti porque
me muero”. Sin embargo, aunque este problema es frecuente en muchos hombres y mujeres, ellos
tratan de compensarlo mediante la búsqueda de intereses intelectuales, laborales, artísticos y
sociales, mientras que ellas buscan la dominación de un hombre, con lo cual no hacen sino
continuar pautas de conducta aprendidas desde la infancia. En la familia por ejemplo a la niña se
la educa como un ser dependiente, incapaz de valerse por sí misma en muchos de los asuntos de
la vida cotidiana relacionados con el trabajo productivo; y su sexualidad le es prohibida en muchas
de sus manifestaciones. Se les estimula, en cambio, lo relacionado con el hogar: los juegos de
cocina y de costura, así como del cuidado de los niños, representado por las muñecas, en tanto
que a los varones se les insta a hacerlo. Si la niña es una “inválida” hay alguien que se presta para
suplir sus deficiencias. Alguien que le ayude a vestirse, a peinarse, a lavarse. A la invalidez y a
los temores se les ofrece una salida: la dependencia. Dependencia de la madre, por regla general
o de una figura representativa de ella y posteriormente dependencia masculina (Rojas González,
Nelly. 2003)
Para finalizar, Castello (2005), afirma que la persona dependiente, es consciente de su necesidad
del otro, considerando no poder vivir sin su pareja y que necesita contar con el otro y tenerlo a su
lado. Asimismo, el dependiente emocional se convierte en un ser vulnerable cuando su pareja no
está a su lado, lo cual origina inseguridad e inestabilidad, de tal manera que percibe como una
experiencia aterradora a la soledad.
Violencia Doméstica:
La violencia doméstica se produce en parejas de cualquier clase social, en todas las culturas y en
cualquier grupo de edad, y está vinculada con todas las formas de abuso que tienen lugar entre
los miembros de una familia, las cuales se pueden presentar en forma permanente o periódica, y
pueden llegar a conformarse en un tipo de interacción característico de la dinámica familiar
(Trujano y Mendoza, 2003).
Dependencia Emocional:
“La dependencia emocional es la necesidad extrema de carácter afectivo que una persona siente
hacia su pareja a lo largo de sus diferentes relaciones” (Castelló, 2005)
▪ Violencia física
▪ Violencia psicológica
▪ Violencia social
▪ Violencia sexual
▪ Violencia económica
▪ Violencia objetal
Dimensiones de dependencia emocional
▪ Miedo a la ruptura
▪ Miedo e Intolerancia a la Soledad
▪ Prioridad de la Pareja
▪ Necesidad de Acceso a la Pareja
▪ Deseo de Exclusividad
▪ Subordinación y Sumisión
▪ Deseo de Control y Dominio
H1: El nivel de violencia doméstica en mujeres víctimas de violencia de pareja que acuden
al Ministerio Publico de Chimbote en el año 2019, es alto.
2.6 Variables
Violencia domestica:
Cuestionario Sobre Violencia Doméstica: Frecuencia y Percepción – VIDO F y P a través de
formas de violencia: Violencia física, Violencia psicológica, Violencia social, Violencia
sexual, Violencia económica, Violencia objetal.
Dependencia emocional:
Dependencia emocional medida por el Inventario de Dependencia emocional – IDE a través
de los factores: Miedo a la Ruptura, Miedo e Intolerancia a la Soledad, Prioridad de la Pareja,
Necesidad de Acceso a la Pareja, Deseo de Exclusividad, Subordinación y Sumisión, Deseo
de Control y Dominio.
Subordinación y 1,2,3,7,8
Sumisión
Deseo de Control y 20,38,39, 44,47
Dominio
III. METODOLOGÍA
O1
M: Población Muestral
R: Relación entre variables
X: Variable 1, violencia domestica
M r
Población:
Según Jany (como se cita en Bernal 2010), la población es el conjunto de todos los elementos o
individuos que tienen cierta características similares y sobre los cuales se desea hacer inferencia”.
(p.160) La población estará conformada por el total de la población que serán las usuarias que
acudan al servicio de atención del Ministerio Publico durante los meses julio y agosto del año 2019,
ya que se desconoce el número exacto de mujeres que acudan al servicio.
Bernal (2010) comenta que es la porción de la población que se elige, y de la cual realmente se
obtiene la información para el desarrollo del estudio y sobre la cual se efectuara la mediación y la
observación de las variables objeto de estudio (p.161). Por lo tanto no podemos determinar a nuestra
muestra ya que el número de la población exacta es incierta .
Por lo tanto se utilizará el tipo de muestreo no probabilístico intencionado o dirigido a sujetos
voluntarios, ya que dependerá de los investigadores seleccionar las personas accesibles según las
facilidades que le otorguen las autoridades de la institución.
La técnica que se utilizará es la encuesta que consiste en recopilar datos mediante un cuestionario
con la finalidad de obtener información, se aplicarán dos instrumentos de manera individual y
autoadministrada por las participantes, para medir las variable violencia doméstica y dependencia
emocional.
Es un instrumento psicológico elaborado por Trujano & Mendoza (2003), la cual permite
identificar la percepción y frecuencia de episodios violentos en la pareja. Se aplica a personas
mayores de 18 años, en forma individual y colectiva, con una duración aproximada de 20
minutos, cuenta con estudios anteriores que muestran su validez y confiabilidad. El cuestionario
consta de 30 reactivos que se responden a través de una escala Lickert, en los cuales se describen
conductas y actitudes que expresan seis formas de violencia comúnmente ejercidas en relaciones
de pareja abusivas, como la física, psicológica, objetal, económica, social y sexual. Los reactivos
se distribuyen de la siguiente manera: Violencia física: 17, 19, 21 y 23. Violencia psicológica:
2, 3, 5, 7, 9, 14, 16 y 22. Violencia social: 1, 6, 8, 10, 12 y 15. Violencia sexual: 11, 13, 24, 27
y 30. Violencia económica: 4, 18, 26 y 29. Violencia objetal: 20, 25 y 28.
Para contrastar estas hipótesis, se utilizó la prueba de independencia del Chi-cuadrado, la misma
parte del supuesto que las variables (violencia doméstica y dependencia emocional) son
independientes.
LA REDACCIÓN ES EN PASADO
4.1 Presupuesto
UNIDADES EN SOLES
Subtotal 1 470.00
recojo de datos
Empastados 1 20 20.00
Subtotal 2 1256.00
4.2 Cronograma
ETAPAS ENERO FEBRE MARZO ABRI MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SETIEMBR OCTUB
RO L E RE
Coordinación previa x x x x x x x x X
Recopilación de datos x
Presentación de Proyecto – x X
evaluación de jurados
Elaboración de informe
Sustentación X
4.3. Recursos
4.3.1 Humanos:
• Autores del proyecto de investigación
• Asesor del proyecto de investigación
• Estadístico
• Mujeres Víctimas de Violencia de pareja
• Autoridades del ministerio publico
4.3.2 Materiales:
Bienes Fungibles:
• Papel Bond A – 4
• Lapiceros
• Engrapador
• Grapas
Bienes no Fungibles:
• 1 memoria
• 1 laptop
• 1 Impresora
Servicios:
• Fotocopias
• Impresiones
• Pasajes
• Viáticos.
2. Aiquipa, J. (2012). Diseño y validación del inventario de dependencia emocional-IDE. 15(1) Perú:
Lima.
3. ANÁLISIS DEL CONCEPTO "DEPENDENCIA EMOCIONAL". I Congreso Virtual de Psiquiatría 1
de Febrero - 15 de Marzo 2000; Conferencia 6-CI-A: [52 pantallas]. Disponible en:
http://www.psiquiatria. com/congreso/mesas/mesa6/conferencias/6_ci_a.htm
5. CASTELLÓ BLASCO Jorge. 2007. Dependencia emocional: características y tratamiento. Pág. 47.
8. FERREIRA, G. (2005). La mujer maltratada. Un estudio sobre las mujeres víctimas de la violencia
doméstica. Buenos Aires: Sudamericana. (Libro virtual), cítelo en: 49
http://www.mimdes.gob.pe/files/PROGRAMAS%20NACIONALES/PNCVFS/investigaciones/Estudio
_VFS_MV.pdf
9. Gonzáles, E. y Leal, R. (2014). Dependencia emocional como factor de riesgo para la violencia de
pareja en mujeres del Sector Paraíso distrito de San Miguelito-Panamá. Revista Tendencias en
Psicología. 2014,1 (2): 25-35. Recuperado de
http://revistas.upagu.edu.pe/index.php/TP/article/view/332
11. Goñi, A. (2016). Dependencia emocional y violencia en las relaciones de pareja en adolescentes de
instituciones educativas estatales del distrito de Ancón en el año 2016 - Lima, 2016”. (Tesis
Licenciatura). Universidad Cesar Vallejo. Lima, Perú
12. Libro virtual elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en
América Latina y el Caribe (CREFAL). 2005. Disponible en:
http://www.crefal.edu.mx/crefal2012/images/stories/publi caciones/mama_papa/violencia.pdf
14. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 4ª edición (DSM-IV). American
Psychiatric Association.
15. Momeñe, J., Jáuregui. y Estévez, A. (2017). El papel predictor del abuso psicológico y la regulación
emocional en la dependencia emocional: una revisión. Behavioral Psychology/Psicología
Conductual, 16, 207-255.
18. TORRES CHÁVEZ Efraín, 2006, Breves comentarios a la ley contra la violencia de la mujer y la
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20. Urbiola, I., Estévez, A., Iruarrizaga, I., & Jauregui, P. (2017). Dependencia emocional en jóvenes:
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22. http://www.ediciona.com/portafolio/document/5/7/8/7/dependencia_emocional_7875.pdf
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24. https://ifea.hypotheses.org/1283
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26. http://repositorio.upagu.edu.pe/bitstream/handle/UPAGU/812/DEPENDENCIA%20EMOCIONAL%
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29. http://repositorio.uladech.edu.pe/bitstream/handle/123456789/144/ZEA_PANAIFO_LILA_ISABEL_
DESARROLLO_CLIMA_SOCIAL_FAMILIAR_VICTIMAS_VIOLENCIA.pdf?sequence=1&isAllowe
d=y
APÉNDICES Y ANEXOS
Instrumentos de medición
Este cuestionario trata de investigar las diferentes formas en que las personas nos relacionamos con nuestra
pareja.
Por favor, lea cuidadosamente cada uno de los enunciados y coloque en la línea del lado izquierdo la
frecuencia con que se presenta esa situación con su compañero (pregunta 1). Utilice la siguiente escala:
Al terminar, cubra esas respuestas con un pedazo de papel y lea la lista por segunda vez, indicando en la
línea del lado derecho qué tan violenta considera esa situación (pregunta 2). Utilice la siguiente escala:
Ejemplo:
La contestación que en este caso dio la persona a la pregunta uno fue el número 1, es decir, que su
pareja nunca le ha exigido obediencia a su antojo.
Por otra parte, en la pregunta dos su respuesta fue el número 5, lo que significa que ella considera
muy violento que uno de los miembros de una pareja exija obediencia a su antojo.
Pregunta 1 Pregunta 2
Los siguientes enunciados expresan Los siguientes enunciados expresan
comportamientos y actitudes que puede situaciones que puede haber vivido con
mostrar su pareja hacia usted. ¿Con qué su compañero u observado en otras
frecuencia se presentan en su compañero? parejas. ¿Qué tan violentas las
considera?
1) Nunca 2) Rara vez 3) A veces 1) Nada violenta 2) Poco violenta
4) Frecuentemente 5) Muy frecuentemente 3) Regular 4)Violenta 5) Muy violenta
Lea cada frase y decida si las oraciones que aparecen a continuación les describen de acuerdo a como,
generalmente, siente, piensa o actúa en su relación de pareja, anotando sus respuestas con un “X” en el
casillero que corresponda. Si actualmente no tiene pareja, piense en su(s) relación(es) de pareja(s)
anterior(es) y conteste en función a ello.
Nº REACTIVOS 1 2 3 4 5
1 Me asombro de mí mismo(a) por todo lo que he hecho por retener a mi pareja
2 Tengo que dar a mi pareja todo mi cariño para que me quiera
3 Me entrego demasiado a mi pareja
4 Me angustia mucho una posible ruptura con mi pareja
5 Necesito hacer cualquier cosa para que mi pareja no se aleje de mí lado
6 Si no está mi pareja, me siento intranquila(o)
7 Mucho de mi tiempo libre quiero dedicarlo a mi pareja
8 Durante mucho tiempo he vivido para mi pareja
9 Me digo y redigo ¡se acabó!, pero llego a necesitar tanto de mi pareja que voy
detrás de él o ella.
10 La mayor parte del día pienso en mi pareja
11 Mi pareja se ha convertido en una parte mía
12 A pesar de las discusiones que tenemos no puedo estar sin mi pareja
13 Es insoportable la soledad que se siente cuando se rompe con una pareja
14 Reconozco que sufro con mi pareja pero estaría peor sin ella
15 Tolero algunas ofensas de mi pareja para que nuestra relación no termine
16 Si por mi fuera quisiera vivir siempre con mi pareja
17 Aguanto cualquier cosa para evitar una ruptura con mi pareja
18 No sé qué haría si mi pareja me dejara
19 No soportaría que mi relación de pareja fracase
20 Me importa poco que digan que mi relación de pareja es dañino, no quiero
perderla(o)
21 He pensado : “que sería de mi si mi pareja me dejara”
22 Estoy dispuesto (a) a hacer lo que fuera para evitar el abandono de mi pareja
23 Me siento feliz cuando pienso en mi pareja
24 Vivo mi relación de pareja con cierto temor a que termine
IDE
Nº REACTIVOS 1 2 3 4 5
25 Me asusta la sola idea de perder a mi pareja
26 Creo que puedo aguantar cualquier cosa para que mi relación de pareja no se
rompa
27 Para que mi pareja no termine conmigo he hecho lo imposible
28 Mi pareja se va a dar cuenta de lo que valgo, por eso tolero su mal carácter
29 Necesito tener presente a mi pareja para poder sentirme bien
30 Descuido algunas de mis responsabilidades laborales y/o académicas por estar
con mi pareja
31 No estoy preparado(a) para el dolor que implica terminar una relación de pareja
32 Me olvido de mi familia, mis amigos y de mí cuando estoy con mi pareja
33 Me cuesta concentrarme en otra cosa que no sea mi pareja
34 Tanto el ultimo pensamiento en acostarme, como el primero al levantarme es
sobre mi pareja
35 Me olvido de mi mundo cuando estoy con mi pareja
36 Primero está mi pareja después lo demás
37 He relegado algunos de mis intereses personales para satisfacer a mi pareja
38 Debo ser el centro de atención en la vida de mi pareja
39 Me cuesta aceptar que mi pareja quiera pasar un tiempo solo(a)
40 Suelo postergar algunos de mis objetivos y metas personales por dedicarme a
mi pareja
41 Si por mi fuera, me gustaría vivir en una isla con mi pareja
42 Yo soy solo para mi pareja
43 Mis familiares y amigos me dicen que he descuidado mi persona por dedicarme
a mi pareja
44 Quiero gustar a mi pareja lo más que pueda
45 Me aíslo de las personas cuando estoy con mi pareja
46 No soporto la idea de estar mucho tiempo sin mi pareja
47 Siento fastidio cuando mi pareja disfruta la vida sin mí
48 No puedo dejar de ver a mi pareja
49 Vivo para mi pareja