[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
138 vistas4 páginas

Aristotelismo y Platonismo

Este documento describe la filosofía de la Edad Media como una época fecunda influenciada por el platonismo y el aristotelismo. Los árabes transmitieron el pensamiento griego al occidente latino a través de traducciones. Los escolásticos crearon la terminología filosófica moderna. El platonismo atrajo a pensadores religiosos por su énfasis en el alma, mientras que el aristotelismo se centró en el estudio del mundo físico. Ambas corrientes se modificaron para ser compatibles con la religión revelada.

Cargado por

Emanuel Vechia
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
138 vistas4 páginas

Aristotelismo y Platonismo

Este documento describe la filosofía de la Edad Media como una época fecunda influenciada por el platonismo y el aristotelismo. Los árabes transmitieron el pensamiento griego al occidente latino a través de traducciones. Los escolásticos crearon la terminología filosófica moderna. El platonismo atrajo a pensadores religiosos por su énfasis en el alma, mientras que el aristotelismo se centró en el estudio del mundo físico. Ambas corrientes se modificaron para ser compatibles con la religión revelada.

Cargado por

Emanuel Vechia
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 4

Estudios de historia del pensamiento científico

Alexandre Koyré

Aristotelismo y platonismo en la filosofía de la Edad Media

La filosofía de la Edad Media es un descubrimiento reciente. Siempre se la presentó como una


triste época en la que el espíritu humano se hallaba esclavizado por la autoridad tanto del
dogma como de Aristóteles, y se agotaba en discusiones estériles de problemas imaginarios.
Incluso hasta hoy el término escolástica suena peyorativo.

Si bien la Edad Media es conocidapor una época de barbarie profunda, ha conocido también
una época extraordinariamente fecunda, una época de vida intelectual y artística de una
intensidad sin igual a la que le debemos el arte gótico y la filosofía escolástica.

Son los escolásticos los que han llevado a cabo la educación filosófica de Europa y han creado
la terminología de la que nos servimos aún, son ellos quienes con su trabajo han permitido a
occidente volver a tomar contacto con la obra filosófica de la antigüedad. Así, a pesar de las
apariencias, hay una verdadera continuidad entre la filosofía medieval y la filosofía moderna.

La falta de relación con el Oriente helénico es lo que ha producido la barbarie intelectual de


Occidente. La reanudación de estas relaciones, es decir, la toma de contacto con el
pensamiento antiguo griego es la que ha producido el desarrollo de la filosofía medieval. Y
ciertamente, en la época que nos ocupa, es decir en la Edad Media, el Oriente ya no era griego
si no árabe. Es por eso que son los árabes los que han sido los maestros y educadores del
occidente latino.

Subrayamos que fueron maestros y educadores, y no solamente intermediarios, porque las


primeras traducciones en latín de las obras filosóficas y científicas griegas fueron hechas no
directamente del griego sino a través del árabe. No por el desconocimiento del idioma sino
porque seguramente no había a nadie que fuera capaz de comprender libros tan difíciles como
la física o la metafísica de Aristóteles. Ahora bien, de esto los latinos no habían sabido nunca
gran cosa. La antigüedad latina pagana había ignorado la filosofía.

Al respecto, es curioso constatar la indiferencia casi total del romano por la ciencia y la
filosofía. El Romano se interesa por las cosas prácticas: la agricultura, el arte de la guerra, la
política, el derecho y la moral. Pero si se busca en toda la literatura latina clásica una obra
científica de una de este nombre, no se encontrará.

Ahora bien, apenas acabó la conquista política, el mundo árabe islámico se lanza con un ardor
sorprendente a la conquista de la civilización de la ciencia de la filosofía griega . El mundo árabe
se siente y se dice heredero y continuador del mundo helénico.

Sin duda, este florecer de la civilización árabe islámica ha sido de muy corta duración. El
mundo árabe, después de haber transmitido al occidente latino la herencia clásica que había
recogido, la ha perdido y repudiado. Esto se puede explicar de un modo mucho más sencillo si
se entiende que la ortodoxia islámica reprochaba de la filosofía su actitud anti religiosa.
Esta es la importancia de rescatar el papel de la herencia antigua. Ocurre que nuestra filosofía
está vinculada por entero a la filosofía griega, sigue las líneas trazadas por la filosofía griega,
realiza actitudes previstas por ésta.

Sus problemas son siempre los problemas del saber y del ser planteado por los griegos . Y
según se dé a estas preguntas una u otra respuesta será uno platónico o aristotélico.

Sin embargo existen grandes diferencias. Principalmente porque la filosofía medieval se sitúa
dentro de una religión elevada. El filósofo, salvo excepciones, es creyente. Además, mientras
que Platón o Aristóteles se forman libremente su concepción de Dios, el filósofo medieval sabe
que su Dios es un dios creador, concepción muy difícil, o quizá incluso imposible de captar por
la filosofía.

La complicación en las relaciones entre filosofía y la religión, entre la razón y la fe, son las que
han alimentado el desarrollo filosófico de Occidente.

La filosofía medieval se nos presenta la mayor parte de las veces como si estuviera dominada
completamente por la autoridad de Aristóteles. Pero esto corresponde a un período
determinado. Y la razón de eso es bastante fácil de comprender.

En primer lugar, Aristóteles fue el único filósofo griego cuya obra completa fue traducida al
árabe y más tarde en latín. La de Platón no tuvo este honor y fue menos conocida. En este
sentido la obra de Aristóteles además fue una verdadera enciclopedia del saber humano.
Hasta Descartes no había nada absolutamente nada que darles.

Platón en cambio se enseña mal. La forma dialogada no es una forma escolar. Su pensamiento
hace que se lo estudie únicamente en La Academia. Y en todo caso no se lo estudia tanto como
se lo interpreta, por lo tanto, se lo transforma.

El Timeo de Platón contiene algunas de sus doctrinas fundamentales, así como la noción de la
separación del mundo sensible y del mundo inteligible. Es comprensible que los filósofos
medievales hayan visto en él una doctrina muy aceptable y muy compatible con la noción de
dios creador. Se puede decir incluso a la inversa, que la noción de dios creador se enriquece y
se precisa con la de un plan ideal preconcebido por Él desde toda la eternidad.

La doctrina política de Platón culmina en la doble idea de la ciudad ideal y del jefe ideal de la
ciudad, el rey filósofo que contempla la idea del bien, las esencias eternas del mundo
inteligible y hace reinar la ley del bien en la ciudad.

La atracción ejercida por el platonismo sobre un pensamiento religioso es evidente. El tema


del alma naturalmente cristiana tema constante entre los pensadores de la Edad Media
encuentra la prueba más bella en el ejemplo de Platón.

Fue mediante la lectura de libros platónicos como San Agustín fue llevado hasta Dios. Fue en
estos libros donde su alma atormentada e inquieta, conmovida por el espectáculo del mal
reinante en el mundo hasta el punto de admitir la existencia de un Dios del mal al lado de un
Dios bueno, aprendió que no hay más que un solo Dios. Fueron los platónicos los que
enseñaron a San Agustín que Dios es el mismo bien creador, fuente inagotable de perfección y
de belleza.

El alma es aquí la palabra clave de los platónicos, y toda filosofía platoniana está siempre
finalmente centrada en el alma. Inversamente, toda filosofía centrada en el alma es siempre
una filosofía platónica.
El platónico medieval está deslumbrado por su alma por el hecho de ser un alma. Y cuando él
platónico medieval busca el conocimiento de sí mismo lo que busca es el conocimiento de su
alma y el conocimiento de su alma donde encuentra su felicidad.

El alma para el platónico medieval es algo hasta tal punto más elevado y perfecto que el resto
del mundo, qué a decir verdad, con este resto no tiene nada en común. Por eso no sigue al
mundo y a dónde debe volverse el filósofo es hacia el alma. Pues es en el interior del alma
donde habita la verdad.

La verdad habita en el interior del alma pero la verdad para el platónico medieval es Dios
mismo, verdad eterna y fuente de toda verdad, sol y luz del mundo inteligible . La verdad es
Dios quien habita en nuestra alma, más cerca del alma de lo que estamos nosotros mismos. El
alma humana es literalmente una imagen y semejanza de Dios y está es justamente la razón de
que no se pueda conocer por completo.

El hombre para el platónico medieval no es más que un alma que posee un cuerpo. La usa pero
en ella misma es independiente de él y más molestada y trabada que ayudaba por él en su
acción. Sólo el alma está dotada de la actividad propia del hombre, el pensamiento y la
voluntad. Hasta tal punto que para el platónico no habría que decir el hombre piensa sino el
alma piensa y percibe la verdad.

El innatismo de Platón, mundo sensible concebido como un pálido reflejo de la realidad de las
ideas, el apriorismo e incluso el matematismo, y ahí un conjunto de rasgos que caracterizan al
platonismo medieval.

Así como el platonismo, el aristotelismo no es tampoco el de Aristóteles. Las doctrinas


cambian y se modifican a lo largo de su existencia histórica. El aristotelismo medieval no podía
ser el de Aristóteles aunque no fuera más que porque vivía en un mundo diferente. En un
mundo en el que, tal como lo he dicho anteriormente, se sabía que no había y que no podía
haber más que un solo Dios.

A pesar de las prohibiciones, el aristotelismo se propaga en las universidades y se dirige a


gentes habidas de saber. Es ciencia antes de ser incluso filosofía y es por su valor propio de
saber científico por lo que se impone. Al comienzo su doctrina parece contraria a la de la
religión revelada e incluso a la concepción fundamental del dios creador.

Es por eso que los filósofos de la Edad Media se hayan visto obligados a interpretar y a
repensarlo en un sentido nuevo compatible con el dogma religioso. Este esfuerzo es llevado
delante por Santo Tomás y llegó a ser la base de la enseñanza en occidente.

La actitud espiritual del aristotelismo no es el alma lo que estudia, sino que es el mundo: la
física y las ciencias naturales. Pues el mundo no es el reflejo apenas consistente de la
perfección divina sino que el mundo se ha solidificado de cierto modo. Es un mundo, una
naturaleza o un conjunto jerarquizado y bien ordenado de naturalezas Conjunto muy estable y
muy firme que posee un ser propio que lo posee incluso como propio.

Sin duda para el aristotélico medieval este ser es derivado de Dios, causado por Dios e incluso
creado por Dios. Pero éste ser que Dios le confiere, una vez recibido, el mundo, la naturaleza,
la criatura, lo posee. Y es suyo y ya no de Dios.

El espíritu del aristotélico está naturalmente fijado en las cosas. La existencia de las cosas es lo
que hay de más seguro para él. El acto primero y propio del espíritu humano no es la
percepción de sí mismo sino la percepción de los objetos naturales. El aristotélico tiene sin
duda un alma pero él no es un alma, es un hombre.

El hombre no es un alma encerrada en el cuerpo, alma inmortal en un cuerpo mortal. Esa es


una concepción que rompe la unidad del ser humano. El hombre es un animal racional y
mortal. El hombre no es algo extraño infinitamente superior al mundo, es una naturaleza entre
otras naturalezas. Una naturaleza que en la jerarquía del mundo ocupa un lugar propio. Un
lugar sin duda bastante elevado pero que se encuentra en el mundo.

Las pruebas de la existencia de dios del aristotélico demuestran su existencia en cuanto causa
primera y fin último de los seres. Se puede razonar de una manera análoga construyendo una
serie, lucha de causas eficientes sino de fines, es decir, habrá que establecer en algún lugar un
fin último, un fin en sí mismo.

En el aristotelismo todo se mueve y nada se mueve por sí mismo, porque todo movimiento
presupone un motor. Por tanto de motor en motor se llegará al último primer motor inmóvil,
el cual revelará al mismo tiempo ser el fin primero o último de los seres.

Se puede al fin argumentar a partir de la contingencia de los seres y hacer ver que la serie de
los seres contingentes no puede prolongarse indefinidamente. Y que debe conectar en algún
lugar con un ser no contingente, es decir, necesario.

También podría gustarte