Ensayo
EL MATRIMONIO
E P I S T O L A DE M E L C H O R O C A M P O
Viernes
10 Sep. 2021
INTRODUCCION
Melchor Ocampo ha sido un destacado político mexicano que participó en la
redacción de las Leyes de Reforma, las cuales se han realizado con el fin de
que el santuario se desligara de los asuntos concernientes al desempeño del
estado. En medio de las atribuciones de las que ha sido despojada el templo
permanecen las referentes a la operación de: los registros civiles de origen,
defunción y matrimonio.
En este archivo, se estableció que las bodas religiosas no tenían validez
oficial, y que desde aquel instante la alianza de 2 personas iba a ser un
contrato civil con el estado. Previo a la Ley del Registro Civil no existían leyes
sobre el matrimonio pues este se consideraba como un acto individuo al
derecho canónico y a la potestad del santuario.
La mediación del Estado mexicano en el matrimonio inició con la expedición
de la Ley Orgánica del registro Civil del 27 de enero de 1856, seguida de la
Ley del Matrimonio Civil del 23 de julio de 1859. Para realizar comentado
contrato civil, bastaba con que los contrayentes se presentaran en el registro
y que se les leyeran los artículos de la ley en materia, que incluían, de forma
impuesta, la famosa epístola donde se expresaba que el matrimonio civil era
como se representa en la epístola de Melchor Ocampo de la cual se hablara
en el presente ensayo.
ENSAYO
En esta epístola nos marca el papel que todos los enlaces matrimoniales que
comprometen a ofrecer aquel gran paso en la vida sabiendo al compromiso
que estamos realizando y comprometernos a ofrecer todo de sí a nuestra
pareja del mismo modo formamos una familia para el bien de nuestra vida
pues tanto como el ser humano como la dama nos comprometemos a
cambiar nuestra vida. Del mismo modo respetar, querer, ser fiel, fiar y ser
cordial con quien escojamos y los dos no mentir y si alguien fracasa enfrentar
aquellas faltas y no buscar los inconvenientes en ellos mismos para que una
vez que tengan sus hijos que vean el gran ejemplo que ofrecen a su historia y
pues la vida de sus hijos no sea mala pues vale más enseñar con el ejemplo
más que con palabras, porque una vez que no escoges bien a tu pareja no
puedes llegar a ser un óptimo matrimonio.
En ella marca una parte que algunas personas, podrían interpretar como un
apartado un tanto machista, el cual dice; que la mujer, cuyas principales
dotes sexuales son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la
ternura, debe dar y dará al marido, obediencia, agrado, asistencia, consuelo y
consejo, tratándolo siempre con la veneración, es aquí donde puede ser
interpretado como si la mujer tuviese que ser la esclava obediente del
hombre, pero, tomando en cuenta la época en la que fue escrita esta carta,
es considerable que existían otros ideales diferentes a nuestra época actual,
sin embargo lo que le da continuación a ese apartado es lo siguiente; …la
veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la
delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí
mismo, el uno y el otro se deben y tendrán respeto, deferencia, fidelidad,
confianza y ternura, y ambos procurarán que lo que el uno se esperaba del
otro al unirse con él, no vaya a desmentirse con la unión. Que ambos deben
prudenciar y atenuar sus faltas. Que nunca se dirán injurias, porque las
injurias entre los casados deshonran al que las vierte y prueban su falta de
tino o de cordura en la elección: ni mucho menos se maltratarán de obra,
porque es villano y cobarde abusar de la fuerza. Así demostrándonos e
indicándonos que todo es y debe ser mutuo, con respeto y sin violencia
alguna.
CONCLUSION
Melchor Ocampo escribió esta carta que establecía las normas de cómo debe
ser la forma adecuada de conformar una familia; el funcionamiento de las
personas y de la dama en el mismo, y cuál era la capacidad de ellos en la
sociedad. Ha sido redactada en un tiempo donde a la dama se le veía como
un ser indefenso que estaba bajo la tutela de su marido.
La Epístola dejaba clara la superioridad física, moral y económica del ser
humano, con en relación a la sumisión, extenuación y obediencia de las
damas; lo que se explica por el entorno de la era, donde la obligación del ser
humano era la de ser distribuidor, representante público y legal de su familia,
así como el que toma las elecciones en el sentido más extenso de la oración.
Sin embargo, a la dama le tocaba el arreglo de los asuntos domésticos, la
crianza y enseñanza de los hijos, tanto como la atención y esmero por
agradar y aconsejar al esposo.