UNIDAD 18
PRENOCIONES. CONCEPTO. CARACTERES. ELEMENTOS
El contrato de sociedad, es una institución jurídica de relevante importancia en la codificación y
sobre todo en la actividad comercial contemporánea para fortalecer su capital y ampliar sus
actividades.
La sociedad es pues una persona jurídica dotada de una organización acorde al tipo de
contrato suscripto por los socios. Esa organización es vital en razón de que se otorga
importancia fundada la factor técnico sobre el cual se construye el interés de los socios y las
probabilidades de utilidades resultantes del negocio social.
El Art. 959 conceptúa a la sociedad de la siguiente manera: Por el contrato de sociedad dos
o más persona, creando un sujeto de derecho, se obligan a realizar aportes para
producir bienes o servicios, en forma organizada, participando de los beneficios y
soportando las pérdidas.
El contrato de sociedad presenta entonces las siguientes características fundamentales:
Es un contrato CONSENSUAL, BILATERAL, ONEROSO, FORMAL, para algunos tipos de
sociedad como las S.A. o las S.R.L. y otras; y su inscripción en el registro respectivo.
Los elementos son los siguientes:
a) APORTES: es indispensable que en la sociedad haya introducción de los aportes. El
que rehusare a la entrega de los mismos por parte de uno de los socios que
prometieron una prestación es causal de disolución de la sociedad. Esas prestaciones
que se deben aportar pueden consistir en obligaciones de dar o en obligaciones de
hacer. Es socio capitalista aquel cuya prestación consista en obligaciones de dar y es
socio industrial aquel cuyos aportes consisten en obligaciones de hacer. La totalidad de
las prestaciones referentes a obligaciones de dar se denomina CAPITAL SOCIAL.
Finalmente, la prestación del socio industrial también puede consistir en obligaciones de
dar, ya que puede existir casos en que un socio es a la vez industrial y capitalista.
En los aportes consistentes en obligaciones de dar, ésta se puede verificar por la
transferencia del uso o del dominio. En el primer caso la sociedad es mera detentora de
las cosas entregadas; en cambio, en el segundo caso la sociedad es propietaria de las
cosas entregadas y los socios pierden derecho a esos aportes consistentes en dominios
y solo conservan la facultad de recibir su respectiva proporción cuando se liquide la
masa.
b) DIVISIÓN DE LAS UTILIDADES Y DE LAS PERDIDAS: la sociedad se constituye para
obtener alguna utilidad social apreciable en dinero y que los socios se dividirán entre sí.
La división de las utilidades y de las pérdidas forzosas. Es cláusula prohibida en todo
contrato social, el otorgamiento de exoneraciones a algunos socios en la participación
de pérdidas o de ganancias en virtud del principio de la igualdad de los socios. Lo que si
puede variar es la proporción en que cada uno de los socios concurre a satisfacer las
pérdidas o a disfrutar de las ganancias.
c) PROPOSITO DE LUCRO: es fundamental el propósito de obtener beneficios
pecuniarios, lucro que solo es posible a través de los aportes es decir, con el capital
social y las actividades desplegables con la utilización del mismo, porque debe existir
relación de causa a efecto entre éstos factores y el resultado que llegue a obtenerse.
d) CONDUCCIÓN U ORGANOS DE DIRECCIÓN: el mismo puede estar representado por
los mismos socios, un tercero, la gerencia, presidencia, directorio, asamblea,
sindicatura, etc. Todo ello conforme al tipo de sociedad que se ha constituido por el
contrato.
e) AECTIO SOCIETARIS: es un factor psíquico, intelectual, interno y que no figura
documentadamente en los contratos sociales. Es pues un requisito definitorio de la
sociedad y por ende forzoso. Los socios deben tener el ánimo de contratar y constituir
por ella una sociedad, en el que se regirán bajo un cierto tratamiento igualitario. Los
socios son iguales, es lo que produce la affectio societatis y que determina el propósito
de considerarse colaboradores a los efectos de conseguir el fin social y con derechos
análogos.
CLÁUSULAS ESPECIALES: PERMITIDAS Y PROHIBIDAS
Este contrato como todos los demás está gobernado por el principio de la autonomía de la
voluntad. Es lícito pues introducir todas las estipulaciones que las partes consideren
convenientes a sus derechos, salvo los casos en que la ley misma determina prohibiciones
expresas. Entonces, las cláusulas pueden ser PERMITIDAS Y PROHIBIDAS. El Art. 960 nos
habla de las “Cláusulas permitidas” al decir que: Es lícita la sociedad de todos los bienes
presentes y también de todas las ganancias, cuando éstas provinieren de negocios
ciertos y determinados.
En tanto que las cláusulas prohibidas y que de determinarse, provocan la nulidad de la
sociedad, están consagradas en el siguiente Art.961.- que en apretado resumen dice: La
sociedad será nula:
a) cuando comprenda la universalidad de los bienes presentes y futuros de los
socios;
b) cuando uno de los contratantes concurriere con sólo su influencia política o
social, aunque se comprometiera a participar en las pérdidas;
c) en el caso de atribuirse a uno de los socios la totalidad de los beneficios, o de
liberársele de toda contribución en las pérdidas, o en el aporte del capital;
d) cuando alguno de los socios no participare de los beneficios;
e) cuando cualquiera de los socios no pudiere renunciar o ser excluido, existiendo
justa causa para ello;
f) si en cualquier momento alguno de los socios pudiere retirar lo que tuviere en la
sociedad;
g) cuando al socio o los socios capitalistas se les prometiere restituir su aporte con
un premio designado, o con sus frutos, o con una cantidad adicional, haya o no
ganancias;
h) cuando se asegurare al socio capitalista su aporte, o las utilidades o obtenerse,
o un derecho alternativo a cierta cantidad anual, o una cuota de las ganancias
eventuales;
i) si al socio industrial se le acordare una retribución determinada, haya o no
utilidades; o el derecho alternativo a cierta suma anual, o a una cuota de las ganancias
eventuales; y
j) cuando se convenga que todos los beneficios y aun los aportes a la sociedad,
pertenezcan al socio o socios sobrevivientes.
SOCIEDADES CIVILES Y COMERCIALES
La clasificación de las sociedades en civiles y mercantiles tuvo importancia antes que
rigiera el nuevo Código Civil Paraguayo. Sin embargo en el presente esta
diferenciación ha perdido vigor, por la unificación de las materias referentes a
obligaciones y los contratos civiles y comerciales. Adelantándose a la promulgación de
este CCP, la ley de Quiebras se adelantó al regular el estado de insolvencia tanto de
los comerciantes como el de los no comerciantes.
Carlos Malagarriga en su obra: “Tratado Comercial, Tomo I” refiere al tema sobre la
diferencia entre sociedades civiles y comerciales diciendo que: “Se suele decir que las
sociedades son comerciales por su objeto o por su forma, o sea aquellas constituidas
con el objeto de realizar actos de comercio y las que, aún proponiéndose objeto
distinto, adoptan determinado tipo. Así será comercial la sociedad formada para la
compra y venta de mercaderías; como también aquella creada para especular en
inmuebles si revestía una de las formas admitidas por el C. Comercial … A la inversa,
si varias personas constituyen una sociedad civil, esto es, le atribuyen un objeto que no
implica la realización de actos de comercio y la dedican luego a actos de ese carácter,
será ésta una sociedad irregular a la cual serán aplicables la legislación comercial …
Es por ello que antes de determinar una sociedad comercial por su objeto o por su
forma, hay que afirmar, que lo son por dedicarse a la realización de actos de comercio,
de modo habitual y como si el medio o uno de los medios de conseguir las finalidades
que sus integrantes se propusieron.
SOCIEDAD Y ASOCIACIÓN
Merece hacerse un paralelo con la asociación describiendo las singularidades que
atribuye a esta figura, el Código Civil Paraguayo, las cuales se encuadra bajo los
siguientes criterios:
a- El CCP reconoce a las asociaciones bajo dos formas:
1- Las que tengan por fin la utilidad pública; y
2- Las que tengan fines determinados, los cuales no han sido reconocidos como
personas jurídicas por el Poder Ejecutivo.
b- El fin de las asociaciones difiere fundamentalmente con respecto a las
sociedades, especialmente las de utilidad pública que persiguen labores
relativas al bien común.
c- Se establecen de que las asociaciones son FORMALES, es decir
instrumentados por escritura pública para su validez y el reconocimiento del P.E.
para las de utilidad pública; cosa diferente lo que ocurre con las sociedades que
si bien es en principio un contrato formal, hay algunas que se efectúan sin la
observancia de solemnidades.
REQUISITOS GENERALES: CAPACIDAD. CONSENTIMIENTO. OBJETO. FORMA Y
PRUEBA
Capacidad: todas las personas que pueden contratar están en condiciones de celebrar
el contrato de sociedad. La constitución de la sociedad está equiparada a un acto de
disposición. En el caso de mandatarios, la ley exige que el representante tenga poder
suficiente que le confiera facultad para poder constituir una sociedad a nombre de su
mandante. Igual solución se debe dar respecto de los representantes necesarios que
en este caso, deben requerir autorización judicial respectiva.
Consentimiento: es el acuerdo de voluntades requeridas para construir la sociedad es
pues la affectio societatis. Los elementos que caracterizan que existe consentimiento
para la sociedad están determinados por ciertos modos en la conducta de las partes,
tales como: el propósito de ser tratados en un plano de igualdad, la voluntad de unión y
de participar en las ganancias así como el de cargar con las pérdidas de acuerdo con
las partes correspondientes a cada uno. No se trata pues, de un simple consentimiento
sino de una particularísima modalidad en la que aparte de celebrarse una convención,
se crea un sujeto de derecho cuyo estatuto representado por el acta constitutiva
celebrado por las partes.
Objeto: el art. 963 ya nos habla de la existencia de un objeto lícito para que el contrato
de sociedad sea válido y produzca los efectos queridos por las partes. En caso de la
existencia de fines lícitos de la sociedad, la ley le otorga efectos reprochables que
determinan fundamentalmente su liquidación. Una vez liquidada los aportes son
retirados por los socios, no así las ganancias, si las hubiere, que pasaran al Estado
para el fomento de la educación pública; igualmente la ley hace responsable solidaria e
ilimitadamente a los socios y sus administradores por cualquier perjuicio ocasionado
por el acto jurídico ilícito. El objeto para que sea lícito debe recaer sobre bienes
presentes provenientes de negocios ciertos y determinados.
Forma: tal como lo preceptúa el art. 965, los contratos deberán ser formalizados por
escrito. Lo serán por escritura pública en los casos previstos por este Código. Esto se
ajusta al requisito de que el contrato social es formal, es decir, que debe prevalecer la
forma determinada por la ley para que sea plenamente válido.
Prueba: continúa el siguiente art. 966 que A falta de contrato, la existencia de la
sociedad podrá justificarse por hechos de los cuales pueda inferirse, aunque se trate de
un valor superior al fijado por la ley. La sentencia respectiva que declare la existencia
de la sociedad a favor de terceros no facultará a los socios a demandarse entre sí.
LA ENTIDAD Y SUS MIEMBROS
La sociedad constituye una entidad de derecho distinta de los miembros que la
componen. Los bienes aportados a la sociedad por los socios no son de estos últimos,
sino que pasan a pertenecer a la propiedad de la entidad. Lógicamente, la ley otorga la
categoría de personas jurídicas en virtud de la cual podrá efectuar una serie de actos
que le están permitidos por la ley independientemente de la realización por los socios.
En efecto, los socios son terceros para la sociedad en las relaciones de este con los
socios o entre sí, cuando no derivasen de actos propios de su calidad de socios. El
contrato de sociedad reviste entonces un doble valor jurídico, pues no solamente
determina las obligaciones de las partes entre si, sino que constituye un estatuto de la
sociedad y la base de su gobierno interno, como también de sus relaciones con las
personas que la integran.
Si bien los socios se reputan terceros, no lo son para las relaciones que derivan de
actos efectuados en su calidad de tales o de administradores, porque entonces forman
parte integrante de ese conjunto y aquí más que en ningún otro caso, sería evidente
que faltando este factor humano, el contrato ni la entidad podrían concebirse.
PERSONALIDAD DE LAS SOCIEDADES CIVILES
El Art. 967 hace referencia a este punto diciéndonos que: Las sociedades adquieren la
personalidad jurídica desde su inscripción en el Registro correspondiente.
Las sociedades anónimas y cooperativas requieren, además, la autorización
gubernativa previa.
La falta de registro no anulará el contrato, pero la sociedad no adquirirá el dominio ni
derechos reales sobre los bienes registrables apartados por los socios. No será
oponible a tercero ninguna estipulación no registrada que se aparte del régimen
establecido por éste Código, sea restringiendo los derechos de aquéllos o los poderes
conferidos a los administradores.
SOCIOS. INTRANSMISIBILIDAD DE ESTA CALIDAD
La calidad de socio es intransmisible en razón de que éste carácter que revisten los
mismos es eminentemente personal. Se podrán transmitir los emolumentos, el
beneficio o ventaja que un contrato social reporta al mismo a favor de terceras
personas. Pero es regla general de que la calidad de socios y los derechos de
intervención en las deliberaciones no pueden ser cedidos por simple voluntad del socio
cedente. Como se verá es menester el acuerdo de todos los demás socios para que se
opere la transmisibilidad bajo las causales que taxativamente expone el CCP.
HEREDEROS Y LEGATARIOS DE UN SOCIO PREMUERTO
El Art. 969 dispone: No serán socios los herederos o legatarios si los demás miembros
no consintieren en la sustitución, o si convenida ésta con el socio fallecido, no fuere
aceptada por el sucesor. Tampoco tendrán calidad de socios los dependientes o
empleados a quienes se diere participación sobre las utilidades en pago de sus
servicios.
CESIÓN DE LA CALIDAD DE SOCIO Y DE LOS DERECHOS SOCIALES
El Art. 970 hace referencia a este punto diciendo que: Las personas a quienes algunos
socios cedieren en todo o en parte sus derechos, no se reputarán tales, si los demás
no consintieran la sustitución.
Por su parte, el Art. 971 hace referencia al caso de que la cesión esté autoriza por el
contrato social, disponiendo que: Cuando el contrato social autorice al socio a transferir
su derecho, tendrán los otros asociados derecho de preferencia sobre la parte por
cederse, para cuyo efecto se aplicarán las normas que regulan este pacto, en lo
pertinente.
Resta solo decir que una vez que el cesionario sido aceptado por los demás socios se
producen los efectos que el Art. 973 nos revela: El cesionario admitido como socio,
quedará obligado respecto de la sociedad, de los miembros y de los acreedores
sociales como lo estaba el cedente, cualesquiera que hayan sido las cláusulas de la
transferencia.
SOCIO DEL SOCIO
El Art. 972 hace referencia al caso planteado por el título, diciendo que: Si alguno de
los socios hubiere transferido sus derechos, a pesar de prohibirlo el contrato,
conservará su carácter, pero la cesión producirá sus efectos entre cesionario y el
cedente, considerando a éste mandatario del primero.
En efecto, si el cesionario no es reconocido, en dicha transmisión por los demás socios
éste queda ajeno al mismo pero con el derecho de actuar en el papel de mandante del
socio cedente, que queda como mandatario de aquel.
GOBIERNO DE LA ENTIDAD
Como dijimos el acta constitutiva de la sociedad lo constituye el contrato que tendría a
erigirse como el estatuto de la misma y en virtud del cual rige el gobierno de la misma
la naturaleza de la sociedad, el reparto de las utilidades, cargas, etc.
NOMBRE SOCIAL
El Art. 980 nos dice que: Salvo disposición especial referente a cada tipo de sociedad,
los negocios podrán girar bajo el nombre de uno o más de los componentes, con el
aditamento "y compañía" o sin él, de acuerdo con las reglas que siguen:
a) no podrá contener nombre de persona que no sea socio; pero a la sociedad
constituida fuera del territorio de la República, le será permitido en ésta el empleo del
usado en el extranjero, aunque no corresponda al de ninguno de los miembros;
b) no podrá figurar el nombre del socio puramente industrial o comanditario; y
c) los que hubieren sucedido en los negocios de una sociedad y los herederos de
aquéllos, podrán continuar en el uso del nombre, con tal que mediare el consentimiento
de las personas incluidas en él, si vivieren.
ADMINITRACIÓN DE LOS INTERESES COMUNES
Es normal que el mismo contrato constitutivo de la sociedad se exprese en forma clara
en que se regirá la administración de la entidad e incluso los órganos componentes que
se forman para tales efectos. Sin embargo, cuando nada se indica debemos recurrir al
ámbito del Art. 974 que dice: Salvo disposiciones especiales en contrario, cualquiera de
los socios podrá administrar la sociedad. La facultad de administrar podrá ser conferida
a un extraño.
En defecto de limitación expresa, lo que hiciere cualquiera de los socios en nombre de
la sociedad obligará a ésta; pero cada socio tendrá derecho a oponerse a los actos de
los restantes mientras no hubieren producido sus efectos.
Todo socio puede exigir que los demás contribuyan a los gastos necesarios para la
conservación de los bienes sociales.
ADMINITRADOR DESIGNADO EN EL ACTO CONSTITUTIVO O POR ACTO
POSTERIOR. PODERES DEL ADMINISTRADOR
El Art. 978 dispone: El poder para administrar será revocable, aunque resultare del
contrato social, cuando el nombrado no fuere socio. En este caso, la revocación no da
derecho para disolver la sociedad.
Esta disposición es clara cuando nos remite al caso de que el administrador nombre en
el acto constitutivo no fuere socio o no fuere fundamental para la vigencia del contrato
en sí. Sin embargo es causa que conduce a la disolución de la sociedad cuando hay
renuncia o remoción del administrador nombrado en el contrato social, si la persona de
confianza que fue designada para la administración del patrimonio de la entidad
renunciare o fuera removido. Aquí habría razón suficiente para que la sociedad se
extinga en razón de haber desaparecido el elemento psicológico de la confianza en la
persona en quien se cifró la esperanza de llevar adelante el negocio.
Por otro lado, la 2º parte del mismo artículo predicho continúa diciendo que: El
administrador nombrado por acto posterior al contrato, podrá renunciar, tuviere o no
justa causa para hacerlo. La razón es que la sociedad no tuvo en cuenta una
administración para determinada persona como se vio en el caso anterior que
comentamos.
Con respecto a los Poderes del Administrador dijimos en el repetido artículo 974, nos
dice en su parte final cuanto sigue: A falta de cláusula expresa, la amplitud de los
poderes de administración se determina por la naturaleza y fin de la sociedad. La
administración de la sociedad se reputa un mandato general que comprende los
negocios ordinarios de ella con todas sus consecuencias. Son negocios ordinarios
aquellos que no requieren poderes especiales.
Los administradores son solidariamente responsables ante la sociedad por el
cumplimiento de las obligaciones que les imponen la ley y el contrato social. Sin
embargo, la responsabilidad no se extenderá a aquellos que demostraren estar exentos
de culpa.
ADMINISTRADORES CINJUNTOS
El Art. 975 determina que si en el contrato social se encomienda a dos o más socios la
administración de la entidad sin determinarse sus facultades ni que obraran
conjuntamente, cada uno podrá actuar por separado, sin perjuicio de que cualquiera de
ellos tendrá el derecho de oponerse a los actos de los otros, mientras los actos
ejecutados no hubieren producido efecto.
Por su parte, el Art. 976 dispone que aún cuando no se hubiere establecido que uno de
los administradores no obrará sin el otro, el principio no regirá en caso de peligro
inminente de un daño grave e irreparable.
Finalmente el Art. 977 dice que aún en el caso de administración conjunta si uno de los
administradores podrá asumir personalmente la representación de la sociedad cuando
haya urgencia, para evitar daño grave a ésta. Si los otros socios no estuvieren
conformes con su intervención, podrán responsabilizarlo por el daño sobreviniente,
quedando a salvo los derechos de terceros que hubieren contratado con aquél.
EFECTOS JURÍDICOS. DERECHOS Y DEBERES DE LOS SOCIOS FRENTE A LA
SOCIEDAD
El Art. 989 dispone que: los socios podrán:
a) exigir de la sociedad el reembolso de lo anticipado con conocimiento de ella para
obligaciones sociales, así como el reintegro de las pérdidas por ellos sufridas;
Los socios responderán a prorrata de su interés social, y la parte de los
insolventes se dividirá de igual manera;
b) exigir que los demás permanezcan en la sociedad, mientras no tenga justa
causa de separación. Se entenderá que la hay cuando el administrador nombrado en el
contrato social renunciare o fuere removido, o si existiendo derecho para la exclusión
de algún socio, no se le permitiere hacer uso del mismo; y
c) renunciar en cualquier tiempo cuando la sociedad fuere por plazo indeterminado,
a no ser que dicha renuncia sea de mala fe o intempestiva.
A los efectos del inc. c) el Art. 990 considera que habrá MALA FE en la renuncia,
cuando se lo efectúe con la intención de obtener de tal actitud, un beneficio o ventaja
que hubiere de pertenecer a la sociedad y será intempestiva cuando la renuncia se
hiciere antes de cumplirse con el fin – objeto de la sociedad, en cuyo caso, el autor de
tal renuncia será responsable de las indemnizaciones por los perjuicios ocasionados.
Con respecto a los DEBERES de los socios, el Art. 981 nos dice que: Cada socio debe
a la sociedad lo que prometió aportar y será responsable por los vicios redhibitorios y
por la evicción, en su caso. Si debiere dinero, sin necesidad de requerimiento judicial,
abonará los intereses desde el día en que debió entregarlo.
El Art. 985 por su parte establece que: El socio no podrá servirse, sin consentimiento
de los otros socios, de las cosas pertenecientes al patrimonio social para fines extraños
a los de la sociedad.
Finalmente el Art. 968 dispone que: Todo socio abonará intereses a la sociedad, por las
sumas que hubiere extraído de la caja, desde el día en que las tomó, sin perjuicio de
responder por los daños.
RELACIONES DE LA SOCIEDAD Y DE LOS SOCIOS RESPECTO A TERCEROS
EL Art. 994 habla acerca de quienes son considerados terceros, respecto de la
sociedad, los extraños a la misma, como también los socios en sus relaciones entre sí
que no deriven del contrato social o de administradores de la entidad.
El Art. 995 nos dice que: Serán deudas sociales aquéllas que los administradores
hubieren contraído en esa calidad, indicando de cualquier modo dicho título, u
obligaciones por cuenta de la sociedad, o en representación de la misma.
DE LOS DEUDORES Y LOS ACREEDORES DE LA SOCIEDAD CON RELACIÓN A
LOS SOCIOS
El Art. 998 dice al respecto: Los deudores sociales no lo son respecto de los socios, y
no podrán compensar lo que debieren a la sociedad con sus créditos contra alguno de
los socios, aunque se tratare del administrador.
El Art. 999 por su parte dice: Los acreedores de la sociedad no lo son de los socios,
salvo disposiciones especiales referentes a cada tipo de sociedad.
En regla general de que ninguno de los socios pueda ser exigido pueda ser exigido
más allá de los que él se obligó a cargar, máxima aún, cuando exista clara distinción
entre la entidad y los mismos. Sin embargo, algunas sociedades permiten que en caso
de que no se puede cubrir las deudas con el patrimonio social, los acreedores tengan la
facultad de ir contra los bienes de los socios. Tales son los Ej. De las sociedades de
responsabilidad ilimitada.
RESPONSBILIDAD DE LA SOCIEDAD POR LOS ACTOS DE SUS
ADMINISTRADORES Y POR DAÑOS CAUSADOS POR ESTOS A TERCEROS
La 2º parte del Art. 995 establece que: En caso de duda, se presumirá que los
administradores se obligaron a nombre particular, y cuando la hubiere respecto de si lo
hicieron o no dentro de los límites de su mandato, se entenderá lo primero.
El Art.996.- nos habla del caso en que el o los administradores hayan contraído en
nombre de la sociedad, con extralimitación del mandato, y ella no las ratificare, la
obligación será sólo suya en la medida del beneficio, incumbiendo a los acreedores la
prueba de éste.
El Art.997.- protege igualmente los derechos de los acreedores de la sociedad de
buena fe, cuando los administradores que hubieren obrado en nombre de la sociedad,
lo hayan hecho en virtud de un mandato revocado o cuando el socio administrador que
efectuara el acto con el tercero, estaba privado de hacerlo. En estas circunstancias, es
vital la circunstancias de que los terceros hayan obrado de buena fe, es decir, que no
hayan conocido la revocación o restricción referida. Sin embargo, si los socios probaren
que el tercero conocía de tales irregularidades, en este caso, el acto no podrá ser
oponible a la entidad.
RESPONSABILIDAD DE LOS SOCIOS POR SUS OBLIGACIONES PARTICULARES
HACIA LOS TERCEROS.
El Art. 1001 es claro al referir que: Los socios, en cuanto a sus obligaciones respecto
de terceros, deberán considerarse como extraños a la sociedad. La calidad de socio,
no podrá invocarse por ellos, ni serles opuesta.
Esta norma sigue fielmente el principio que reina a todas las sociedades, cual es, la no
identificación de la sociedad con los socios, cada cual tiene sus propios derechos y
sume sus propias obligaciones.
MANCOMUNIDAD SIMPLE Y SUS EFECTOS
El Art. 1016 estipula muy claramente que: Los acreedores de la sociedad pueden hacer
valer sus derechos sobre el patrimonio social. Por las obligaciones sociales responden
también personal y solidariamente los socios que han obrado en nombre y por cuenta
de la sociedad, pero los otros socios sólo serán responsables hasta el límite de su
aporte, salvo que expresamente se haya obligado solidariamente.
DEUDAS DE LA SOCIEDAD PARA CON LOS SOCIOS. ACCIÓN RECUSATORIA.
Por el Art. Anterior, en virtud de la mancomunidad simple, todos los socios están
obligados a pagar las deudas sociales por la parte que se han obligado o por lo relativo
al monto de sus aportes. Ahora bien, puede ocurrir que los socios hayan pagado las
deudas sociales, por entero o por cuotas iguales o desiguales, la división entre ellos se
hará en proporción a la parte en la sociedad o a la parte en que participasen de las
ganancias y pérdidas. Lo que alguno hubiere pagado de más le deberá ser
indemnizado por los otros. Es pues la simple aplicación de la acción recusoria, en virtud
del cual, cada socio que ha pagado de más de lo que corresponde dentro de la
sociedad, tendrá la acción para requerir de los demás socios de la parte excesivas con
que cargó, los cuales deberán pagarlo a su vez en proporción al monto de sus aportes
o a lo consignado en el contrato social.
ACREEDORES PARTICULARES DE LOS SOCIOS
El Art. 1002 del CCP refiere que: Las obligaciones particulares de uno de los socios, no
confieren a los terceros contratantes acción directa contra los demás, aunque éstos se
hubieren beneficiado con ellas.
Las obligaciones de los socios que son ajenas a la sociedad no comprometen como
hemos visto, el patrimonio social y los terceros no tienen acción directa contra los
socios aunque estos hubieren obtenido algún beneficio.
TERMINACIÓN. CAUSALES
El Art. 1003 dispone: la sociedad se extingue:
a) por vencimiento del plazo, o por cumplirse la condición a que fue subordinada su
existencia; en ambos casos, aunque no estén concluidos los negocios que tuvo por
objeto;
b) por la realización del fin social;
c) por la imposibilidad física o jurídica de alcanzar dicho fin, sea por la completa
pérdida del capital, de un parte del mismo que impida lograrlo; o por quiebra;
d) por el acuerdo unánime de los socios;
e) si fuere de dos personas, por la muerte de una de ellas; y
f) por las otras causas previstas en el contrato social.
Por su parte, el Art. 1004 habla acerca de las causales en que la sociedad podrá
disolverse a instancia de cualquiera de los socios y son:
a) por muerte, renuncia o remoción del administrador nombrado en el contrato
social, o del socio que pusiere su industria, o de algún participante cuya prestación
personal fuere necesaria para continuar el giro;
b) por el incumplimiento de la prestación de uno de los socios; y
c) cuando fuere de término ilimitado.
LIQUIDACIÓN Y PARTICIPACIÓN
El Art. 1006 nos dice al respecto que: Disuelta una sociedad se procederá a liquidar su
activo. La sociedad subsistirá en la medida que lo requiera la liquidación, para concluir
los asuntos pendientes, iniciar las operaciones nuevas que ella exija, y para
administrar, conservar y realizar el patrimonio social.
El Art. 1008 también hace referencia al mismo punto diciendo que: Los administradores
deben entregar a los liquidadores los bienes y documentos sociales y presentarles la
cuenta de la gestión relativa al período siguiente a la última rendición de cuentas.
Los liquidadores deben hacerse cargo de los bienes y documentos sociales, y redactar
y firmar juntamente con los administradores, el inventario del cual resulte el estado
activo y pasivo del patrimonio social.
Hay que destacar también que los liquidadores no tienen facultad de distribuir entre los
socios ni siquiera parcialmente, los bienes sociales, mientras no se hayan sido
separadas las sumas respectivas para su pago. Así si los fondos sociales disponibles
los liquidadores pueden pedir que los socios depositen las sumas todavía debidas en
relación con sus cuotas sociales y si hace falta, las sumas necesarias dentro de los
límites de su respectiva responsabilidad y en proporción a la parte de cada uno en las
pérdidas (mancomunidad simple). En la misma proporción se distribuye entre los socios
restantes la deuda del socio insolvente.
Con respecto a la PARTICIÓN, el Art. 1011 dice: Para proceder a la partición de los
bienes, las pérdidas y las ganancias se dividirán conforme a lo convenido. Si sólo se
hubiere pactado la cuota de cada socio en las ganancias será igual la correspondiente
en las pérdidas. A falta de toda convención, el respectivo aporte determinará la parte
de cada cual, debiendo determinarse por el juez equitativamente la del socio industrial.
Sólo podrán distribuirse beneficios irrevocablemente realizados y líquidos.
La previsión de esta norma dispone que las pérdidas y las ganancias se asuman en
relación a lo estipulado en el contrato social. Cuando no se hubiere previsto la forma de
distribuir las ganancias o las pérdidas se determinará conforme al aporte de cada socio.
Si solo se fijó la cuota del socio en las ganancias, pero no respecto de las pérdidas,
esta proporción de las ganancias se aplicará al de las pérdidas.
Por último en la división de los bienes de la sociedad se observará, en todo lo posible lo
dispuesto por el CCP sobre la división de la herencia.
SOCIEDADES ANÓNIMAS
Las sociedades Anónimas son aquellas constituidas por dos o más personas que
formando un capital social por medio de aportes que se llaman acciones participan t
responden de los resultados de los actos sociales hasta el monto del patrimonio.
La denominación social puede estar de cualquier modo, siempre y cuando contenga la
indicación de S.A., igualmente debe estar constituida por Escritura Pública en cuyo acto
constitutivo se deberán consignar una serie de datos para que produzcan validez.
Son caracteres de las Sociedades Anónimas:
a) Distinción de las sociedades constituidas por acto único y por acto escalonado o
sucesivo.
b) Protección del accionista en el ejercicio de sus derechos sea individualmente,
sea como integrante de un grupo.
c) Organización de un sistema de responsabilidad civil que coadyuvará a una
administración prudente.
d) Reestructuración del órgano de contralor. La sindicatura como instrumento para
el manejo de la sociedad.
SOCIEDADES NULAS. CASOS EN QUE TIENE LUGAR LA NULIDAD. EFECTOS
JURÍDICOS
Hemos visto el Art. 961 en tópicos precedentes del mismo capítulo, entonces, remitirse
al mismo para describir este punto. Solamente resta referir que con respecto a los
efectos jurídicos, el Art. 962 nos dice: La nulidad del contrato podrá ser alegada por los
socios entre sí para eximirse de las obligaciones que él les imponga; pero no frente a
terceros de buena fe, a quienes les será permitido invocarla respecto de la sociedad y
los socios. En caso de mala fe de los terceros, los socios podrán aducir contra ellos la
nulidad.
SOCIEDADES IRREGULARES. ACTOS PREVENTIVOS Y ACTOS
FUTUROS.PRUEBA. SITUACIÓN DE LOS TERCEROS
Sociedades irregulares: son aquellas que no han observado algunos de los requisitos
previsto por la ley para que la misma sea válida y produzca efectos normales. Ej. La
sociedad que debiendo instrumentarse en escritura pública no lo hubiere hecho. Sin
embargo, no es razón suficiente para privar a los miembros de una acción entre si
puesto que aquí no se invoca ningún hecho ilícito que es distinto en cuanto a derechos
y efectos. Es por ello que el Art. 964 dispone claramente que: En todos los casos de
nulidad, salvo el previsto por el artículo antecedente, los socios podrán alegar entre sí
la existencia del contrato para pedir que se restituyan los aportes, se liquiden las
operaciones comunes, se dividan las ganancias y adquisiciones e indemnicen las
pérdidas.
La sociedad tendrá derecho para demandar a terceros por las obligaciones contraídas
a favor de ella, sin que éstos les sea permitido alegar la inexistencia de la misma.
Los terceros, a su vez, podrán invocarla contra los socios sin que éstos puedan oponer
su nulidad.
Como se refleja aquí se debe probar la existencia de la sociedad y su validez a los
efectos de liquidar y partir los bienes resultante de la misma o sea, recae sobre actos
pretéritos y no para los actos futuros para cuyos efectos, la sociedad es nula. En
cuanto a las pruebas alegadas se admiten todo tipo de pruebas aunque sean de un
valor superior al asignado por la ley. Y finalmente con respecto de los terceros basta
solo con leer detenidamente el artículo transcripto en su parte final y se tendrá por
contestado el punto.
SOCIEDADES ILÍCITAS: SITUACIÓN DE LOS SOCIOS Y DE LOS TERCEROS DE
BUENA FE O DE MALA FE. EFECTOS DE LAS SOCIEDADES ILÍCITAS Y DE LOS
ACTOS ILÍCITOS AISLADOS
El Art. 963 dispone que: Será nula la sociedad que tenga fines ilícitos. Cuando se
declare su disolución los socios podrán retirar sus aportes, pero no las utilidades, las
que ingresarán al patrimonio del Estado para ser destinadas al fomento de la educación
pública.
Los socios, los administradores y quienes actúen como tales en la gestión social
responderán ilimitada y solidariamente por el aviso social y los perjuicios causados.