MÓDULO 3
PRESUPUESTOS BÁSICOS
DEL          MÉTODO
CIENTÍFICO
MTRO. JEAN
CARLOS ESCURRA
LAGOS
MAESTRÍA EN ASEGURAMIENTO
DE LA CALIDAD
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                   Presupuestos Básicos del Método Científico
I.   Estructura Lógica del Discurso Descriptivo
     1. Introducción
        Segú n Tamayo (2002) menciona que: “presupuestar no es una ciencia, se
        puede utilizar el método científico para lograr una mayor objetividad,
        puede usarse para lograr una rigurosidad en su preparació n y control. Para
        ello, se requiere de profesionalismo y objetividad, pues la meta final al
        presupuestar es eliminar las incertidumbres en su contenido y
        retroalimentar a la empresa con esos conocimientos” (p.56).
     2. Discurso Descriptivo
        Segú n Escarpenter (2010) citado por Palacios (2016), refiere que: “el
        discurso descriptivo es un relato generalmente breve que tiene por
        finalidad entretener, informar o persuadir. Un aspecto importante de los
        discursos es que éstos se conforman como monó logos, es decir, está n
        dirigidos a un pú blico o un oyente, pero sin posibilidad de diá logo, pues
        só lo el orador expone sus motivos y argumentos. Al generar un discurso, es
        muy importante considerar que éste no es espontá neo, sino que sigue un
        proceso de elaboració n, por lo que requiere de una estructura que dé orden
        a lo que se pretende exponer. De esta manera, lo que se dice ofrece un
        orden de ideas coherente, apropiado y má s entendible para el o los
        receptores” (p.1).
        Generalmente, la estructura ló gica del discurso, desde el punto de vista
        aristotélico, es la siguiente:
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Figura 1.
Elementos del Discurso Descriptivo
Fuente. La figura representa los elementos del discurso descriptivo segú n Escarpenter
(2010)                                   Tomado                                    de
http://practicasprofesionales.ula.edu.mx/documentos/ULAONLINE/Licenciatura/Comu
nicacion_y_periodismo/HIG125/S4/HIG125_S4_E_Discurso.pdf
Se concluye, que dichos elementos deben ser considerados en todo
discurso, desde su planeació n hasta su exposició n, pues presentará de
manera ló gica, ordenada y eficaz la informació n que se busca comunicar.
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II.   Necesidades de la Traducción
      1. Comprensión de Texto Original
         Segú n Poyatos (1997) citado por Jiménez y Hurtado (1999), mencionan
         que: El proceso de descodificació n y comprensió n del texto leído es distinto
         al del discurso oral debido a los siguientes factores:
          Los procesos cognitivos de comprensió n de la lengua escrita son
              distintos a la comprensió n de la lengua oral. La comprensió n de la
              lengua oral se ve reforzada por una serie de rasgos paralingü ísticos y
              kinésicos ausentes en la lengua escrita.
          La existencia de rasgos idiosincrá ticos del habla. Vocalizació n, acento,
              entonació n pausas, variantes dialectales, discursos efectuados por
              hablantes no nativos con pronunciació n anó mala o irregularidades
              gramaticales y textuales presentan diferencias en el proceso de
              comprensió n con respecto a la lengua escrita.
          La falta de perspectiva de conjunto del enunciado en la comunicació n
              oral. Aunque en las modalidades de interpretació n consecutiva existe
              en mayor grado que en las de simultá nea, el hecho es que
              normalmente no se repiten los enunciados con el fin de realizar
              comprobaciones. El traductor del escrito dispone del texto completo lo
              cual permite una imagen completa y global para captar el sentido en
              su totalidad antes de iniciar la traducció n.
          La presencia de un entorno comunicativo comú n. El intérprete
              comparte normalmente el contexto comunicativo con los participantes
              en la situació n en la que los aspectos extralingü ísticos (elementos del
              entorno que influyen en el proceso comunicativo por su presencia o
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       ausencia), el conocimiento mutuo, las características de los
       interlocutores y la comunicació n verbal y no verbal, le sitú an ante la
       expresió n de los estados afectivos y cognitivos de los participantes. Se
       produce una interacció n directa entre los participantes y el intérprete.
       A todo esto, hay que añ adir el deseo de comunicació n de los
       participantes que les motiva en ocasiones a colaborar con el intérprete
       para superar las barreras lingü ísticas y culturales, factor ausente en la
       traducció n escrita. El traductor carece de la presencia de este entorno
       comunicativo, siendo su ú nica referencia el texto, si bien puede hacer
       consultas (p.6).
2. Reformulación
  Respecto al tema Harris (1981) citado por Jiménez y Hurtado (1999),
  refieren: “los siguientes aspectos de la reformulació n, o reexpresió n,
  presentan las siguientes particularidades propias de la traducció n oral
  ausentes, parcial o totalmente, en la traducció n escrita.
   Supresió n de elementos de informació n secundarios. La falta de tiempo,
      tanto en el proceso de comprensió n como en el de reformulació n, hacen
      necesaria la omisió n de detalles sin que por ello se altere la informació n
      principal. En la traducció n escrita se trataría de una libertad pocas
      veces justificable "such sacrifice of detail would be anathema to
      translators.
   Supresió n de redundancias. La lengua oral cuenta con un alto grado de
      redundancia del que carece la lengua escrita. Esta redundancia no suele
      ser reformulada en la interpretació n o lo es en menor grado; para ello el
      intérprete se puede hacer valer de mecanismos diferentes, como rasgos
      paralingü ísticos o kinésicos
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 Sacrificio del estilo. Aunque mantener el estilo del original es un
    objetivo deseable, no siempre se consigue, y a menudo el estilo no se
    encuentra entre las prioridades del intérprete que debe prestar má s
    atenció n al contenido argumental del discurso. Ejemplo claro de ello es
    que se interpretan ponencias, conversaciones, no poesía.
 Modificació n del orden del original. Segú n Seleskovitcht (1982) citado
    por Jiménez y Hurtado (1999), refieren que en ocasiones el intérprete,
    especialmente en las modalidades consecutivas, altera el orden del
    texto de partida en su reformulació n si con ello considera que el
    mensaje será má s comprensible a los destinatarios, aunque no siempre
    es consciente de ello; por ejemplo, en los casos en los que el enunciado
    procedente de un hablante no nativo, una persona alterada o un niñ o. El
    intérprete, una vez aprehendido el "vouloir dire", original, reestructura
    el mensaje de manera má s acorde con la estructura textual de la lengua
    de llegada. Esto sucede de manera má s habitual en consecutiva pero
    también se produce en simultá nea, aunque de manera menos marcada,
    debido a la forzosa linealidad de la reformulació n que sí permite, no
    obstante, incluir en un momento oportuno algú n segmento de
    informació n anterior, omitida o equivocada. Esto no suele producirse
    con tanta regularidad en la traducció n escrita.
 Irrepetibilidad de la escucha y reformulació n. La actividad de
    traducció n oral carece, en la inmensa mayoría de los casos, de
    posibilidades de repetició n; una vez finalizada la reformulació n queda
    descartada la correcció n o edició n; siendo la primera versió n la ú ltima y
    definitiva. Toda la fase de documentació n y preparació n tiene lugar con
    anterioridad a la interpretació n.
 Cará cter oral de la reformulació n. Respecto a ello, Tubau (1993) citado
    por Jiménez y Hurtado (1999), mencionan que el destinatario del
    mensaje no es un lector, es un oyente en todos los casos. No tiene ante
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      sí un papel con letras negras sobre fondo blanco sobre el que puede
      invertir tiempo para descifrar el sentido. No puede volver atrá s, omitir
      fragmentos o repetir la lectura si ha olvidado quién es el sujeto de la
      oració n. En sentido se dirigen las recomendaciones de Weber (1990)
      cuando se refiere a la necesidad de oralizar el texto para su mejor
      comprensió n por parte de los oyentes” (pp.7-8).
3. Diferencias entre la traducción escrita y la traducción oral
   Segú n Lvoskaya (1997) citado por Jiménez y Hurtado (1999), mencionan
   que las siguientes diferencias:
    Figura 1.
    Diferencias entre la traducción escrita y la traducción oral
                                                                                  6
          Fuente. La figura representa las Diferencias entre la traducció n escrita y la traducció n oral
          segú n               Lvoskaya                 (1997)                Tomado                  de
          https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10564/jimenez-tdx.pdf
III.   Referencias Bibliográficas
       Jiménez, A. y. Hurtado, A.          (1999). La Traducción a la vista. Un análisis
               descriptivo. Castelló n: Universitat Jaume I. Recuperado el 21 de
               Octubre                         de                       2020,                        de
               https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10564/jimenez-
               tdx.pdf
       Palacios, A. (15 de Diciembre de 2016). Universidad Latinoamericana.
               Recuperado           el      21        de       Octubre         de       2020,         de
               http://practicasprofesionales.ula.edu.mx/documentos/ULAONLINE/L
               icenciatura/Comunicacion_y_periodismo/HIG125/S4/HIG125_S4_E_D
               iscurso.pdf
       Tamayo, M. (2002). El proceso de la Investigación Científica . México D.F.:
               Editorial LIMUSA S.A.
                                                                                                            7
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