Primera Carta: Enseñar-aprender. Lectura del mundo-lectura de la palabra.
En
el mismo tiempo en el que educador enseña, el educando enseña al educador
y ambos aprenden, la verdadera enseñanza se interrelaciona con el
aprendizaje. El educador debe estar dispuesto a enseñar tanto igual dispuesto
a aprender, es la verdadera actitud que un educador debe tomar “el profesor no
es una computadora que lo sabe todo, sino es un ser programado para
aprender” y este verdadero sentido de enseñar y aprender debe hacerse de
forma abierta y critica. Ya que al estudiar es una preparación y a su vez implica
una lectura, Pero leer y el estudiar no es un ejercicio de memorización
mecánica de ciertos fragmentos de texto. Si no que se trata de un estudio y una
lectura crítica, porque si no estaríamos repitiendo lo mismas ideas de todos los
autores, no seriamos humano si solo repetimos, seriamos maquinas en la que
se almacenan solo conocimiento de una manera pasiva. Al estudio-lectura
crítica y la escritura. Implica una enseñanza crítica que necesariamente
requiere una forma crítica de comprender y de realizar la lectura de la palabra y
la lectura del mundo, la lectura del texto y la lectura del contexto. Según Freire:
"Leer un libro no es pasear por las palabras. Es releerlo, es reescribirlo. No
enseñar a los niños que leer y escribir son casi la misma cosa desde el punto
de vista del ejercicio intelectual y humano es un gran error"
Segunda Carta: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice. Cerremos
los ojos y pensemos en el miedo que alguna vez temimos en el pasado, por
ejemplo nuestro primer día de clases como educador, la cuestión de lo difícil, y
el miedo que nos provoca. La cuestión que aquí se planteada no es en negar el
miedo, aun cuando el peligro que lo genera sea ficticio. El miedo en sí, sin
embargo es concreto. La cuestión que se presenta es la de no permitir que el
miedo nos paralice o nos persuada fácilmente de desistir de enfrentar la
situación desafiante sin lucha y sin esfuerzo. El miedo es provocado por alguna
dificultad que tengamos, pero la dificultad esta siempre relacionada con la
capacidad de respuesta del sujeto que teme. El peor error más terrible es
retroceder al primer obstáculo que se nos presente, el miedo es un derecho,
que nos exige valentía. Pero no debemos dejar que nos paralice en nuestra
labor como educadores. Tercera Carta:"Vine a hacer el curso de magisterio
porque no tuve otra posibilidad". Escuche una vez que decir en una reunión de
padres de familias de una promoción escolar. Cual decía, que si mi hijo no
logra ingresar a la universidad, entonces estudiara para profesor. Muchas
veces hemos escuchado decir estas palabras de la misma forma u otra, pero
siempre con el mismo sentido. La práctica educativa de la que hablamos no
puede ser tomada como última opción para una persona que pretende iniciar
una carrera profesional, por el contrario el ser educador es serio. Por qué
tratamos y trabajamos con gente, con niños, que son seres humanos, en el que
participamos en su formación como persona. Podemos ayudaral educando o
perjudicarlo,.
Tercera Carta: Podemos contribuir a su fracaso con nuestra incompetencia
eirresponsabilidad. Pero también podemos ayudar con nuestra constante
preparación y con el gusto de enseñar tomándolo con mucha seriedad y
compromiso. Por eso no se puede formar a una persona como docente solo
porque no tuvo otra oportunidad, de raíz estamos formando un exterminador de
educando. Me atrevo a decir que la carrera de ser educador es subestima por
la sociedad y sus políticas, con el injusto salario. Preguntándome a mí mismo:
¿La tarea de un profesor (da) es importante?, ¿El salario que percibe es digno?
¿La sociedad reconoce la importancia de esta profesión?.
Cuarta Carta: De las cualidades indispensables para el mejor desempeño de
las maestras y los maestros progresistas. Las cualidades para un profesor
progresista están sujetas con las prácticas coherentes con la opción política de
una naturaleza crítica del educador, por eso mismo las cualidades no algo con
la que nacemos. La humildad no es una cualidad vinculada a la falta de respeto
por uno mismo o cobardía, más aun nos exige valentía confianza en nosotros
mismo. La humildad nos ayuda a reconocer que no lo sabemos todo, sin
humildad difícilmente podremos escuchar a nuestros alumnos. Ser humilde
significa estoy abierto a enseñar y aprender. La morosidad una cualidad que si
no está presente en el educador su labor pierde significado. Se habla de tener
una morosidad no solo por los alumnos sino por el proceso de enseñar. La
tolerancia no significa ser tolerante con algunos, si no saber convivir con los
que son diferentes, estar abierto a aprender cosas diferentes, aceptarlos y
respetarlo tal como es.
Quinta Carta: Primer día de clase. El educador estará sometida constante
mente al miedo, y la mejor opción no es ocultarlo. De hecho el miedo no es un
derecho más que corresponde el deber de educar, se debe iniciar primero por
asumirlo y superarlo. Por qué asumiendo el miedo podremos lograr su
superación. Lo que nos plantea en este escrito Paulo Freire: Que lo mejor es
decirle a los educados lo que estamos sintiendo en una demostración de que
somos humanos y limitados. Hablándoles que todo ser tiene miedo y es un
derecho que nos exige valentía. Y demostrarle que el educador no es un ser
invulnerable, tiene emociones y sentimientos como el educando. En vez de
tratar de esconder nuestro miedo con autoritarismo. Un punto muy importante
que menciona Freire en este escrito, estoy de acuerdo al a hacer saber que el
educador es un ser humano, frente al educando. Por qué no podemos educar a
niños con mentiras, que piensan que su maestra no tiene emociones. La
educadora debe despertar el humanismo del educando como parte de un
proceso de formación.
Sexta Carta: De las relaciones entre la educadora y los educandos. En este
sexto escrito abarcaremos las relaciones entre la educadora y los educandos.
Las relaciones que se tiende en cuesta en la hora de hablar de estas
relaciones: la enseñanza, el aprendizaje, el proceso de conocer-enseñar-
aprender, la autoridad la libertad. Referidos al discurso que transmite el
docente hacia los alumnos las cuales deben ser coherente y permanentes.
Entre el decir y el hacer siendo el ultimo el más fuerte.
Tienes que ser abierto a cambios como la participación de los educandos en un
ámbito democrático y con respeto. Un maestro debe ser una imagen de
autoridad, firmeza y seguridad y orden sin sobre pasar los limites en respeto
mutuo en el aula. El maestro debe inclinarse siempre al lado de la justicia, la
libertad.
Séptima Carta: De hablarle al educando a hablarle a él y con él; de oír al
educando a ser oído por él. Debemos vivir en un contexto equilibrado y
armonioso entre hablarle al educado y hablar con él. Esto quiere decir que hay
momentos en los que la maestra, como autoridad, le habla al educando, dice lo
que debe ser hecho, establece límites sin los cuales la propia libertad del
educando se pierde en la permisividad, pero estos momentos se alternan,
según la opción política de la educadora, con otros en los que la educadora
habla con el educando. El hablar con el educado ayuda a preparar el oído del
educando, el hablar con él también le enseñamos a escuchar. En la que
formamos cuídanos crítico y respetuoso y abierto ante la diversidad.
Octava carta: Identidad cultural y educación. En este noveno escrito se aclara
la importancia de la identidad de cada uno de nosotros como sujeto, ya sea
como educador o educando, en la práctica educativa. Ya que la identidad de
los educando tiene que ver con las cuestiones fundamentales del plan de
estudios, tanto el oculto como el explícito, y obviamente con cuestiones de
enseñanza y de aprendizaje. Cabe mencionar que debemos ser humildad para
aceptar y vivir en la interculturalidad y diversidad. Respetando y aceptando a
las personas y su cultura.
Y para iniciar el respeto a la identidad cultural de los educandos, él primer paso
a dar en dirección a ese respeto es el reconocimiento de nuestra identidad.
Novena carta: Contexto concreto-contexto teórico. (Relación teoría y práctica)
Estos dos elementos se asumen como una interacción capital, en la que la
práctica adquiere un papel relevante, por lo que debe ser sabida y debe ser
objeto de saber. De tal forma, plantea una ciencia de la práctica, lo cual le lleva
a afirmar que la ciencia descubre verdades acerca del mundo. La práctica y la
teoría, deben entablar una relación de diálogo, no de oposición, pues son
complementarias. Pero no solo debemos estar abierto a la realidad teórica, que
ella ofrece si no que también el educador debe estar dispuesto a que los
alumnos aprendan las relaciones que encuentra en el contexto concretos de
ellos mismos.
Décima Carta: Una vez más, la cuestión de la disciplina. Es importante que las
cualidades del docente que se comentaron en las anteriores cartas se
desarrollen para que exista disciplina. Para que haya disciplina es preciso que
exista una libertad pero no una libertad en decir que no. Sino una libertad con
autoridad. Cuando nosotros respetemos a la persona independientemente de
sus sexo, color, o cultura. Estaremos forjando en nuestro mismo la disciplina
intelectual. Ya que la disciplina juega un papel importante para que aprendizaje
se logre alcanzar a su mayor éxito.
Conclusión:
Para concluir lo anterior, señalare los aportes que considero que sigues siendo
propuesta que se debe aplicar en la práctica educativa. Respeto al educando y
su saber. Reconocer su realidad como parte de partida para su enseñanza. Es
importante escuchar al educando y saber hablar al educado. Demostrar que
somos seres humanos con emociones y sentimientos. Educar al miedo y no
esconderlo con autoritarismo. Identificar primero nuestra identidad cultural
como educador par luego educar al educando