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Derecho del Consumo y su Regulación

El documento habla sobre el derecho del consumo. Define la relación de consumo y los contratos de consumo. Explica que hay dos partes en una relación de consumo: el consumidor y el proveedor. También cubre la interpretación de los contratos a favor del consumidor, la prelación normativa a favor de las leyes más favorables al consumidor, y los principios de formación del consentimiento en las relaciones de consumo.

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Derecho del Consumo y su Regulación

El documento habla sobre el derecho del consumo. Define la relación de consumo y los contratos de consumo. Explica que hay dos partes en una relación de consumo: el consumidor y el proveedor. También cubre la interpretación de los contratos a favor del consumidor, la prelación normativa a favor de las leyes más favorables al consumidor, y los principios de formación del consentimiento en las relaciones de consumo.

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Derecho del Consumo

L- Concepto

El derecho del consumo es una rama del derecho común (de


desprendimiento preponderantemente comercial), que tiene por objeto el estudio y
regulación de las relaciones de consumo entre los particulares y los proveedores de
bienes y servicios, entendida esta como aqudla situación jurídica en la cual alguna
persona adquiere o utiliza bienes o servicios como destinatario final, para beneficio
propio o de su grupo familiar o social.

En el marco de este concepto, tanto el Art. 1° de la Ley 24.240 (en adelante

''LDC''), como los Arts. 1092 y 1093 del Código Civil y Comercial de la Nación (en
adelante "CCC''), tienen similares expresiones tanto para definir la relación de
consumo, como el contrato de consumo. Veamos.

Art. 1°, LDC: "La presente ley tiene por objeto la defensa del consumidor o
usuario. Se considera consumidor a la persona física o jurídica que adquiere o utiliza,

en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en beneficio


propio o de su grupo familiar o social.

Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de


consumo como consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o
servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o
de su grupo familiar o social."

Art. 1092, CCe: ''Relación de consumo. Consumidor. Relación de consumo es el vínculo /.


jurídico entre un proveedor y un consumidor. Se considera consumidor a la persona humana ojurídica
que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario jina~ en

beneficiopropio o de su gmpo familiar o sociaL


Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como
consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa,
como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o sociaL"

Art. 1093, CCe: "Contrato de consumo. Contrato de consumo es el celebrado entre un


consumidor o usuario final con una persona humana ojurídica que aaúe profesional u ocasionalmente
o con una etnpresa produaora de bienes o prestadora de servicios, pública o prívada, que tenga por
oijeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte de los consumidores o usuarios, para
su uso privado,familiar o sociaL"

2.- Partes en la relación de consumo

La relación de consumo, y su posterior concreción a través de un contrato,


supone al menos dos partes.

En primer lugar se encuentra el sujeto de preferentemente tutela, es decir, el


consumidor o usuario. En segundo término, el proveedor, entendido éste como toda
"persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que desarrolla de manera
profesional, aun ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación,
construcción, transformación, importación, concesión de marca, distribución y
comercialización de bienes y servicios, destinados a consumidores o usuarios." (Cfr.
Art. 2°, LOC).

No debe soslayarse que, en el marco de la relación de consumo pueden


intervenir otros actores que tengan directa injerencia jurídica, siendo colocados todos
en situación similar a la del proveedor.

En dicho sentido, el Art. 40 de la LDC equipara como responsables por los


daños que pudieran provocas las cosas objeto de consumo, a los fabricantes,
comercializadores, distribuidores y cualquier otra persona que se encuentre
interviniendo en la cadena de comercialización de los bienes y servicios que tienen
como destinatario final al consumidor.
Por otro lado, también resulta factible una relación de consumo en el marco

de los denominados contratos conexados, es decir, aquellas situaciones en las cuales el


consumidor se encuentra frente a más de una parte que tenga obligaciones similares o
independientes, pero todas parte de la misma relación de consumo.

Bien podría resultar el caso de un seguro de vida en marco del contrato de

tarjeta de crédito, que no fuese cumplido por la aseguradora, en atención a la falta de


pago de la póliza, por el hecho de que el Banco, luego de cobrar la prima mensual, no
la rinda en la empresa de seguros.

En dicho entendimiento, el consumidor tendrá una acción directa contra


ambos proveedores. Contra el seguro en tanto el medio de pago ofrecido al

consumidor (el pago con el resumen de la tarjeta de crédito) se encuentra vigente y


cumplida la obligación, y respecto del segundo, por su negligencia en el depósito de la
suma de dinero correspondiente que mantenga el riesgo cubierto ante el acaecimiento
del siniestro.

Como lo podemos ver, en el marco de la relación de consumo de un seguro


de vida, accesorio al contrato de tarjeta de crédito, ambos proveedores estarán
obligados al cumplimiento de la prestación pactada (indemnización del valor vida)
bien que por causas-fuente diferentes, determinando el carácter de obligación
concurrente o in solidum.

3.- Interpretación del contrato

La famosa frase de que '~n caso de duda, a favor del consumidor" o. '~n dubio, pro

consumidor': cuya extracción proviene del derecho romano, nominado con el latinazgo
del 'Javor debitons': tiene directa incidencia en el marco interpretativo del contrato de
consumo.

No se trata necesariamente de regresar a la antigua clasificación de los


modelos hermenéuticos que distinguen entre interpretación literal, histórica, dinámica,

evolutiva, mutativa (por adhisión o sustracción), etc.


Se trata de suponer al consumidor sIempre frente a una situación de
desigualdad, ante la cual la normativa otorga un bill de indemnidad, intentando igualar
y fortalecer al destinatario del bien o servicio.

En pocas palabras, el principio del favor consllmidor se nutre la premisa de que


la relación proveedor-consumidor es una relación de experto-profano, lo que impone
un amparo legal como fortaleza extraordinaria, que permita a este último contar con
herramientas de defensa efectivas.

Con dicha impronta, el Art. 1095 del CCC dispone: "Interpretación del contrato
de consllmo. El contrato se interpreta en el sentido más favorable para el consllmidor. Cllando existen
dudas sobre los alcances de Sil obligación, se adopta la qlle sea menos gravosa. "

4.- Prelación normativa

La regla general en materia de prelación normativa es la de la aplicación de la


norma más favorable al consumidor.

De ese mirador, en principio, todas las normas, independientemente de su


origen en la escala normativa, tienen indiferente aplicación a la hora de la tutela del
sujeto indefenso de la relación de consumo.

Decimos en principio pues, en marco del derecho constitucional argentino,


la jerarquía normativa tiene como cúspide a la Constitución nacional y los Tratados
Internaciones de Derechos Humanos (bloque de constitucionalidad federal), luego se

encuentran los restantes Tratados internacionales que tienen jerarquía superior a las
leyes, y posterior a ello las leyes sancionadas por el Congreso (tanto las de carácter
federal, como las nacionales y locales para la Capital Federal, todo de acuerdo a lo
indicado en el Arts. 31, 75 inc. 22 y 116 de la Constitución nacional).

Sin embargo, y al mIsmo tiempo, el nuevo CCC tiene reglas propIas de

aplicación normativa tanto en materia general como contractuaL Veamos.


Los Arts. 10 y 20 indican, respectivamente: "Fuentes y aplicación. Los casos que
este Código rige debe¡¡ ser resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme con la
Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal
efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres son vinculantes
cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o e¡¡situaciones no regladas legalmente, siempre que
no sean contrarios a derecho. "

"Intetpretación. La Iry debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus
finalidades, las Iryes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los
principios y los valoresjuridicos, de modo coherente con todo el ordenamiento. "

Por su parte, e! Art. 963 del CCC dice: "Prelación normativa. Cuando concurren
disposiciones de este Código y de alguna ley especial, las normas se aplican con el siguiente orden de
prelación: a) normas indisponibles de la ley especial y de este Código; b) normas particulares del )(
contrato; c) normas supletorias de la Iry especial,' el) normas supletorias de este Código. "

Por lo tanto, con la salvedad de la jerarquía normativa, en tanto una norma

superior que contradiga a una inferior invalida esta última, en e! marco de! derecho de
consumo existe una regla de la independencia de! origen del producto normativo, si
tiene como finalidad una interpretación más favorable.

Queda como expresa salvedad para e! caso de un tratado internacional (que


cuenta con jerarquía superior a una ley) que si éste contradice una norma interna en
materia de consumo, igualmente puede aplicarse la ley inferior, en la medida que el
tratado internacional violente las normas de orden público internacional (Cfr. Art.

2600, CCC).

5.- Formación del consentimiento

La formación del consentimiento en materia de consumo tiene


características particulares, en tanto no comparte las reglas comunes propias de la

oferta y aceptación de los contratos en general.


Básicamente, la formación del consentimiento se encuentra conformada por
la información (sobre los caracteres esenciales del producto o servicio a consumir) y la
publicidad Oa modalidad de ofrecimiento del servicio o bien, en la exteriorización al
público en general).

La regla general se encuentra contenida en los Arts. 7° y 8° de la LOe, los


que indican:

"Art. r: Oferta. La oferta dirigida a cOlISumidorespotenciales indeterminados, obliga a


quien la emite durante el tiempo en que se realice, debiendo contener la fecha precisa de comienzo y de
finalización, así como también sus modalidades, condiciones o limitaciones.

La revocación de la oferta hecha pública es eficaz una vez que hqya sido difundida por
medios similares a los empleados para hacerla conocer.

La no ejetiivización de la oferta será considerada negativa o restricción ir!Justificada de


venta, pasible de las sanciones previstas en el artículo 47 de esta ley. (Último párrafo incorporado por
arto 5° de la Ley N° 26.361 B.O. 7/4/2008). "

"Art. 8°: Efetios de la publicidad. Las precisiones formuladas en la publicidad o en


anuncios, prospetios, circulares u otros medios de difusión se tienen por incfuidas en el contrato con el
consumidor y obligan al oferente.
En los casos en que las ofertas de bienes y servicios se realicen mediante e! sistema de
Cfimpras telefónicas, por catálogos o por comos, publicados por cualquier medio de comunicación,
deberá figurar el nombre, domicilio y número de CUIT de! oferente. "

Por lo tanto, la oferta de una cosa o servlclO tiene carácter de masivo y


dirigido a un público indeterminado, por eso, precisamente, los derechos involucrados
en materia de derecho del consumo tienen carácter de colectivos (como una rama de
los derechos individuales homogéneos).

Por otro lado, las precisiones que se formulen en los anuncios respecto de
los productos o servicios, tienen carácter vinculante para el proveedor.
eomo se puede apreciar, esta formación del consentimiento dista mucho de
la prevista para cualquier otro tipo de contrato bilateral ordinario, pero, claramente, la
información previa, la oferta indeterminada y las precisiones en la publicidad, forman
parte de la formación de consentimiento en tanto los defectos en alguno de estos
conceptos vician el elemento volitivo (es decir, la voluntad del consumidor) y se
entiende por no perfeccionado el consentimiento.

En ese sentido, los Arts. 1100, 1101 Y 1103 del eee exponen a su tumo:
'Y1rl. 1100: I1iformación. El proveedor está obligado a suministrar información al, consumidor en
fOrma cierlay detallada, respecto de todo lo relacionado con las características esenciales de los bienesy /'
servicios que provee, las condiciones de su comercialización y toda otra cirCtlnstancia relevante para el
contrato. La i'!formación debe ser siempre gratuita para el consumidor y proporcionada con la
claridad necesaria que permita su comprensión. "

'Y1rl. 1101: Publicidad. Está prohibida toda publicidad que:

a) contenga indicaciones falsas o de tal naturaleza que indu~an opuedan inducir a error )
al consumidor, cuando recaigan sobre elementos esenciales delprodudo o servicio;
b) eftaúe comparaciones de bienes o servicios cuando sean de naturaleza tal que conduzcan
a error al conStlmidor;

c) sea abusiva, discriminatoria o induzca al consumidor a comportarse de fOrma


perjudicial opeligrosa para su salud o seguridad. " )

'Y1rl. 1103: Ejedos de la publicidad. Las precisiones formuladas en la publicidad o en


anuncios, prospedos, circulares u otros medios de difusión se tienen por incluidas en el contrato con el
consumidor y obligan al oferente. "

Ello, a más de poder generar la nulidad contractual, por un VICIO en la


voluntad, también, dice el Art. 1102 del eee, puede canalizarse a través de una acción
que ordene cesar en los efectos de la publicidad engañosa. Si, de todos modos, el
contrato se encuentra en ejecución, los daños que se produzca producto de la falta de
información, son plenamente indemnizables.
6.- Cláusulas abusivas

Un capítulo especial sobre el derecho del consumo es el referido a las


cláusulas abusivas en este ámbito, que tiene como consecuencia inmediata la
declaración de invalidez de dicha cláusula (que forma parte del contrato) y la

obligación del magistrado de integrar el convenio con otro texto no abusivo que dé
sentido al resto de las cláusulas. Es decir, en este campo, y salvo que resulte
insostenible el contrato por sí mismo, sin las cláusulas que fuesen anuladas, se
privilegia el principio de continuidad. Esto es así, precisamente, porque la voluntad del
consumidor es la de mantener el contrato, sólo que no en términos abusivos o
indignos.

En pruner lugar, el Art. 37 de la LOe ha legislado sobre el asunto


disponiendo:

"Interpretación. Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no convenidas:


a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por
daños;

b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o
amplíen los derechos de la otra parte;
c) Las cláusulas que contengan C/Ialquierprecepto que imponga la inversión de la carga de
la proeba en perjuicio del consumidor.
La interpretación del contrato se hará en el sentido más favorable para el consumidor.
Cuando existan dudas sobre los alcances de su obligación, se estará a la que sea menos gravosa.
En caso en que eloférente viole el deber de buena fe en la etapa previa a la conclusión del
contrato o en su celebración o transgreda el deber de información o la legislación de defensa de la
competencia o de lealtad comercial, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o
la de una o más cláusulas. Cuando eljuez declare la nulidad parcial, simultáneamente integrará el
contrato, si ellofuera necesario. "

Mientras que, el cee, en su Art. 1117 remite al Art. 988 del mismo cuerpo
(referido a los contratos por adhesión a condiciones generales o cláusulas
predispuestas), que dice: "Cláusulas abusivas. En los contratos previstos en esta sección, se deben
tener por no escritas:

a) las cláusulas que desnaturalizan las obligaciones del predisponente;


b) las que importan renuncia o restricción a los derechos del adherente, o amplian derechos
del predisponente que resultan de normas supletorias;

c) las que por su contenido, redacción o presentación, no son razonablemente previsibles. "

Como se puede apreciar, la redacción es muy similar a la del Art. 37 de la


LOe.

Por lo tanto, como regla general, podemos deducir de las normas


transcriptas, que habrá cláusulas abusivas cuando: a) El proveedor cuente con más

facultades o sus obligaciones resulten de cumplimiento más laxo; b) Se limite la


responsabilidad por daños del proveedor; c) Las que impongan a priori la renuncia de
derechos por parte del consumidor; el) Las que impliquen la inversión de la carga

probatoria en perjuicio del consumidor; e) Las que no sean razonablemente


previsibles; f) Y todas aquellas en las cuales el desequilibrio contractual (en perjuicio
del consumidor) resulte evidente, sea en razón de los plazos, de la modalidad de la

prestación, por las cláusulas penales exageradas, intereses usurarios, etc. y cualquier
otra forma de distorsión contractual.

7.- Límites y control judicial de las cláusulas abusivas

Los Arts. 1121 y 1122 son novedades legislativas, aunque ya la


jurisprudencia las había receptado a los [mes de dar soluciones justas en tomo a
circunstancias que se presentaban a diario, en relación al precio de la cosa contratada y
la cosa o servicio que se le sirve contraprestación.

Dice el Art. 1121: ''Límites. No pueden ser declaradas abusivas: .~


a) las cláusulas relativas a la relación entre elprecio y el bien o el servicio procurado; (')
b) las que reflejan disposiciones vigentes en tratados internacionales o en normas legales
imperativas. "
En primer lugar, ello es sumamente correcto pues, el control de los precios
de los productos (principalmente servicios) en nuestro país se encuentra regulado por
diversas leyes especiales (como los servicios de medicina prepaga, de telefonía fija, de
televisión por cable, de educación privada). Asimismo, en aquellos supuestos sujetos a
una economía desrregulada, un control de precios máximos o mínimos puede ser

reglamentado por el Poder Ejecutivo vía la ley de abastecimiento, previa declaración


de emergencia público en dicha materia.

En segundo término, quedan fuera del alcance de considerarse como


cláusula abusiva, aquellas que reflejen disposiciones de carácter vigente en tratados
internaciones, salvo, claro está, que las mismas violen el orden público internacional,
en los términos del Art. 2600 del cee.

Por último, el Art. 1122 preceptúa reglas inexorables en materia de control

judicial de cláusulas presuntamente abusivas. Dice, en lo que resulta pertinente a este


trabajo: "Control judicial. El control judicial de las cláusulas abusivas se rige, sin perjuicio de lo
dispuesto en lo ley especial, por las siguientes regios:
a) lo aprobación administrativa de los contratos o de sus cláusulos no obsta al control,-
b) los cláusulos abusivas se tienen por no convenidas;
c) si eljuez declora la nulidad parcial del contrato, simultáneamente lo debe integrar, si no

puede subsistir sin comprometer su finalidad;"

Del precedente texto se deducen tres conclusiones: a) El control


administrativo no garantiza la legalidad de la cláusula; b) T oda cláusula abusiva se tiene
por no escrita; y c) La desaparición jurídica de la misma, obliga al juez a hace uso de la

técnica de la integración para reemplazar la cláusula por otra que resulte justa.

8.- Modalidades especiales de contratación

A la par de las disposiciones de los Arts. 32 y 33 de la LDe, referido a


ventas domiciliaria y por correspondencia, el cee se ha permitido profundizar sobre

los mismos, en los Arts. 1104 y 1005.

j
El primero dispone: "Contratos celebrados juera de los establecimientos comerciales.
Está comprendido en la categoría de contrato celebrado juera de los establecimientos comerciales del
proveedor el que resulta de una oferta o propuesta sobre un bien o servicio concluido en el domicilio o
lugar de trabajo del consumidor, en la vía pública, o por medio de comspondencia, los que resultan de
una convocatoria al consumzdor o usuario al establecimiento del proveedor o a otro sitio, mando el
objetivo de dicha convocatoria sea total o parcialmente distinto al de la contratación, o se trate de un
premio u obsequio. "

Este precepto se diferencia del Art. 32 de LOC en tanto incluye dentro del
concepto de "contrato fuera del establecimiento comercial", al que fuera celebrado el
domicilio del consumidor O en su lugar de trabajo, incluyendo además, a los

concertados en la vía pública o por correspondencia (en una especie de amalgama


entre los Arts. 32 y 33 de la LOC).

Por otro lado, el Art. 1105 determina: "Contratos celebrados a distancia. Contratos
celebrados a distancia son aquellos concluidos mtre un proveedor y un consumidor con el uso exclusivo
de medios de comunicación a distancia, mtendiéndose por tales los que pueden ser utilizados sin la Y'
presencia jísica simultánea de las partes contratantes. En especial, se consideran los medios postales,
electrónicos, telecomunicaciones, así como servicios de radio, televisión o prensa. "

Tiene elementos del Art. 33 de la LOC, pero ahonda en e concepto del


contrato a distancia, o más conocido como contrato entre ausentes del Art. 980 inc. b)
del CCe.

Incluye, además, a cualquier medio (no sólo postal o de correspondencia)


sino también de cualquier sistema de comunicación. Al mismo tiempo, el Art. 1106 del
CCC indica que, si determinado contrato de consumo requiere como formalidad su
confección por escrito, la misma se encontrará satisfecha si se efectúa por medios
electrónicos.

Por último, una situación particular se presente con la facultad de


revocación unilateral de la aceptación. Es decir, no se trata conceptualmente de la
revocación del contrato, sino del efecto retroactivo al momento de perfeccionamiento

del mismo, ya que la normativa permite (para estas modalidades especiales de


contratación) la retractación de la aceptación de la oferta.

Tanto en el Art. 34 de la LOe como en el Art. 111 O del eee otorgan al


consumidor un plazo de diez días corridos para ejercer ese derecho.

Las únicas excepciones al derecho de revocar se encuentran legisladas en el


Art. 1116 del eee, el que dice: ''Excepciones al derecho de revocar. Excepto pacto en contrario,
el derecho de revocar no es aplicable a los siguientes contratos: y
a) los referidos a produaos confeccionados conforme a las especificaciones suministradas por
el consumidor o claramente personalizados o que, por su naturaleZf1, no pueden ser devueltos opuedan

deteriorarse con rapidez;


b) los de suministro de grabaciones sonoras o de video, de discos y de programas
informáticos que han sido decodificados por el consumidor, así como de ficheros informáticos,

suministrados por vía electrónica, susceptibles de ser descarg,ados o reproducidos con carácter inmediato
para su uso permanente;
c) los de suministro de prensa diaria, publicaciones periódicas y revistas. "

9.- Consecuencias del incumplimiento obligacional

Una de las normas más preCIsas y sencillas dentro del derecho del
consumidor, en lo que respecta a los remedios ante los incumplimientos a las
obligaciones asumidas por el proveedor, es el Art. 10 bis de la LOe.

No hay dudas de que, ante la necesidad de integrar la norma indicada del


estatuto consumeril con otra, el eee en su Art. 1078 del eee tiene previsto los
mecanismos específicos de pacto comisorio.

Sin embargo, si no fuese necesario, la simple aplicación del Art. 10 bis, con
menor rigorismo (y preferentemente aplicable, por el principio de la interpretación
normativa más favorable al consumidor) que el eee, tiene plena efectividad.
l

Dicho precepto, reza: ''Incumplimiento de la obligación. El incumplimiento de la


oftrta o del contrato por el proveedor, salvo casofOrtuito ofuerza mqyor, faculta al consumidor, a su
libre elección a:

a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ellofuera posible;


b) Aceptar otro produao oprestación de senicio equivalente;

c) Rescindir el contrato con derecho a la restitudón de lo pagado, sin peljuido de los efectos
producidos, considerando la integridad del contrato.

Todo ello sin pe,juicio de las acciones de da/los y pe1]ilicios que comspondan. "

Particularmente, se trata de una fórmula sintética de lo que estipulaban las


derogadas cláusulas de los Arts. 505 y 1204 del Código Civil de Vélez Sarsfield.

10.- ConclusiÓn

El derecho del consumo, a lo largo de su desarrollo jurisprudencial y

doctrinario, ha sido recogido normativamente en el nuevo Código, el que, a su vez, ha


mejorado la aplicación y agilidad en materia interpretativa de esta rama del derecho.
Sin embargo, las normas de la LDC continúan vigentes y, salvo absoluta
incompatibilidad con el Código, no deben considerarse derogadas en tanto, caso por
caso, podrá determinarse si dicha legislación es de aplicación preferente al Código.

En definitiva, dentro del nuevo marco constitucional posterior a la reforma


del año 1994, el derecho del constunidor ha ido evolucionando al punto tal de otorgar
al constunidor un amparo similar al que ostenta un trabajador dentro del marco del
derecho laboral, con el único objeto de prevenir o paliar los efectos de los abusos o
predominancia de la parte más fuerte del contrato, en esta relación que hemos dado en
llamar de experto-profano.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

-FARINA, Juan M., Defensa del consumidor y del usuario, Ed. Astrea, 4° edición
actualizada y ampliada, Buenos Aires, 2008.

-ALTERINI, Atilio A. - AMEAL, Osear J. - LÓPEZ CABANA, Roberto


M., Curso de Obligaciones, Ed. Abeledo-Perrot, 4° edición, Buenos Aires, 1991.

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