FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
CURSO            :   HISTORIA DEL PERÚ
  NOMBRE           :   ROCÍO YOSSELÍ
                     SÁNCHEZ ARAUJO  
CICLO            :   I
TEMA             :   DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA DEL
                 TAHUANTINSUYO 
DOCENTE          :   MIGUEL ROJAS SAMANEZ
                           2020
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                                        ÍNDICE GENERAL
I.        ANTECEDENTES....................................................................................................................5
     A.      Guerra entre Huáscar y Atahualpa:.............................................................................5
II.          EL INICIO DE LA CONQUISTA:....................................................................................8
     A.      Noticias del Perú:...........................................................................................................8
III.         LOS SOCIOS DE LA CONQUISTA:................................................................................8
     A.      Viajes hacia el Tahuantinsuyo:.....................................................................................9
IV.          CAJAMARCA, CAPTURA Y MUERTE DE ATAHUALPA...............................................12
     A.      La Toma de Cajamarca:..............................................................................................12
     B.          La Conquista y el Botín:..........................................................................................13
     C.      La Muerte de Atahualpa:.............................................................................................13
V.        LA TOMA DEL CUZCO......................................................................................................15
     A.      El Camino al Cuzco:.....................................................................................................15
     B.          Los Incas después de la Conquista:......................................................................15
     C.      Consecuencias de la Conquista del Tahuantinsuyo:................................................17
VI.          GUERRAS CIVILES ENTRE LOS CONQUISTADORES...............................................18
     A.      Causas Principales:......................................................................................................18
     B.          División:.....................................................................................................................19
CONCLUSIONES …………………………………………………………………………………………….….21
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………….…….22
                                                                                                                                               3
                       INTRODUCCIÓN
Los Incas fueron los dirigentes del imperio americano más grande. Cerca del fin
del siglo XIV, el imperio comenzó a extenderse de su región inicial en la región
de Cuzco hasta la región sur de las montañas Andinas de América del Sur. Esta
terminó brutalmente con la invasión española dirigida por Francisco Pizarro, en
1532.
En el momento de su rendición, el imperio controlaba una población estimada
en 12 millones de habitantes, lo cual representaría hoy Perú, Ecuador y también
una gran parte de Chile, Bolivia y Argentina.
Los Incas llamaban a su territorio Tawantinsuyu, lo que, en quechua, el idioma
inca, significa Las Cuatro Partes. Un territorio de diversos terrenos y climas muy
marcados, que comprendía una larga banda desértica en la costa, entrecortada
por ricos valles irrigados; las altas cumbres y los profundos valles fértiles de los
Andes; y las cumbres montañosas de la selva tropical al Este. La palabra Inca
designa al propio dirigente, así como al pueblo del valle de Cuzco, la capital del
imperio. A veces es usado para designar a todos los pueblos incluidos en el
Tawantinsuyu, pero esto no es correcto. La mayoría de las decenas de reinos
pequeños mantenían su identidad, aun cuando estaban ligados política y
económicamente a los Incas. El quechua fue el idioma oficial y hablado en la
mayoría de las comunidades hasta la llegada de los españoles, pero al menos
20 dialectos locales subsistieron en varias partes del imperio.
En memoria de ellos, los que fueron, probablemente, los primeros socialistas en
el mundo realice este trabajo de investigación: donde se recopilar su
descubrimiento y conquista, que ha venido cayendo en el olvido a lo largo de
los años por diversas razones, ajenas al patriotismo y conocimiento que se
debería de tener.
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  DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA
      DEL TAHUANTINSUYO
I. ANTECEDENTES.
   A. Guerra entre Huáscar y Atahualpa:
   El conflicto surgido entre Huáscar y Atahualpa marca la decadencia del
   imperio de los incas. Al término de esto el monarca triunfante,
   Atahualpa, no disfrutaría mucho de su victoria pues ya los españoles
   pisaban territorios del Tahuantinsuyo y, posteriormente, llevarían a
   efecto el procesamiento del soberano iniciando con ello la conquista y
   dominación española en nuestro suelo.
        a) La sucesión del trono
        El legítimo heredero, designado por Huayna Cápac, era su hijo el
        príncipe Ninan Kuyuchi, quien murió casi al mismo tiempo que su
        padre, víctima de una extraña peste que asoló la región ecuatoriana
        (probablemente fue la viruela traída por los españoles y que se
        propagó desde Panamá). Pero como aún en vida, Huayna Cápac
        había designado a Huáscar como segundo sucesor al trono imperial,
        entonces este se ciñó la Mascapaicha que le acreditaba como
        gobernante del Tahuantinsuyo al que, también, aspiraba su
        hermano bastardo Atahualpa, que habiendo nacido en el Cusco
        había asimilado a la nueva nobleza de Quito y que, de esta forma,
        veía postergadas sus ambiciones.
        b)La guerra
        Encolerizado, a su vez, Huáscar porque su hermano no había
        acompañado los restos de su padre, de Quito al Cusco, y porque
        tampoco había acudido a rendirle homenaje de sumisión y pleitesía,
        castigó con la muerte a la embajada que Atahualpa le había
        enviado para presentarle sus excusas por su inasistencia al Cusco.
        Pensó, de esta manera, Huáscar, hacer sentir su autoridad. No lo
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consiguió ya que esta acción del gobernante cusqueño provocó la
sublevación de Atahualpa, desencadenándose la guerra civil.
En el curso de los acontecimientos, Huáscar consiguió éxitos
iniciales. El general Atoc, enviado por él, logró derrotar a las
huestes de Atahualpa en la batalla de Tumi-Pampa. Atahualpa fue
hecho prisionero pero logró escaparse. Reorganizó su ejército y
cerca al Cusco derrotó al ejército de Huáscar en la batalla de
Quepay-Pampa. El ejército triunfante de Atahualpa se volcó sobre la
ciudad imperial, la que fue saqueada y destruida completamente.
Huáscar fue hecho prisionero y obligado a presenciar esta
destrucción. Se buscaba no dejar vestigios de lo que había sido la
ciudad del Cusco, así como de su arrogante nobleza imperial.
En esta forma se precipitaba la ruina del Tahuantinsuyo. El poderío
imperial estaba debilitado. Atahualpa, luego de la victoria de sus
generales retornó hacia el norte, deteniéndose en Cajamarca. En
estas circunstancias hacían su aparición los españoles en las costas
de Tumbes. Más tarde, Atahualpa fue hecho prisionero por los
españoles y, desde allí, mandaría matar a su hermano Huáscar que
aún se encontraba en prisión. A su vez, él fue ajusticiado el 26 de
julio de 1533.
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 Rebelión de Manco
 Inca , invade el Cusco
Ejecución del inca Atahualpa el 26
de julio. Fue condenado a al
garrote.
Fue acusado de poligamia y de
idolatría
 Los españoles llegaron al
 Tahuantinsuyo en abril.
 El 16 de noviembre capturaron
 al inca Atahualpa
   Tercera expedición de
   Pizarro zarpó de
   Panamá. Estaba
   compuesta por 180
   hombres y disponía de
   37
                             7
II. EL INICIO DE LA CONQUISTA:
   La conquista del Tahuantinsuyo o Imperio Incaico se inicia con la llegada
   de Francisco Pizarro y sus huestes al Tahuantinsuyo en 1532 marco el
   inicio de una gran transformación en las formas de vida de los
   pobladores de los Andes.
   A. Noticias del Perú:
   Con el descubrimiento del océano Pacífico en 1513, se extendió la noticia
   de la existencia de ricas tierras al sur, donde abundaba el oro. Se dice
   que la información fue contada por Panquiaco, hijo del cacique Comagre.
   Los rumores que corrían consistían en que el Virú habían espléndidas
   tierras gobernadas por poderosos hombres. La leyenda del oro estuvo
   presente en las expediciones españolas, de la época. Así, en la
   exploración del Golfo de San Miguel, realizada por el capitán Francisco
   Becerra, se escucho algo similar, y lo mismo le ocurrió a Pascual de
   Andagoya cuando intentaba avanzar en la exploración hacia el sur para
   dar con el ansiado reino del oro. Estas leyendas se incorporaron al
   imaginario de los conquistadores, como es el casi de Francisco Pizarro.
III. LOS SOCIOS DE LA CONQUISTA:
   En Panamá se había concentrado un gran número de españoles, entre
   ellos, Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Listos para iniciar una nueva
   exploración, se asociaron con el clérigo Hernando de Luque, testaferro
   de Gaspar de Espinoza, importante banquero de Panamá, quien sustento
   económicamente la nueva compañía conquistadora. Con la autorización
   del gobernador de Panamá, Pedro Arias Dávila, Pizarro y sus socios se
   lanzaron a la aventura y a buscar u botín que se repartieran entre los
   inversionistas de la expedición. Pizarro dirigía la empresa, Almagro
   tomaría a su cargo la formación de la tropa cuidando su abastecimiento y
   Luque asumiría la dirección espiritual de los nuevos territorios.
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A. Viajes hacia el Tahuantinsuyo:
  a) El Primer Viaje (1525 – 1525)
   Navegaron bordeando la costa          y   llegaron   hasta   lugares
   desconocidos que bautizaron como Puerto Piñas y Puerto del
   Hambre. Más al sur, encontraron un poblado donde fueron
   atacados por los naturales. Por ello incendiaron el pueblo, al que
   llamaron a partir de ese momento Pueblo Quemado.
  b) El Segundo Viaje (1526 – 1527)
   Después de llegar a la altura del río San Juan, Almagro regresó a
   Panamá y Pizarro continuó hacia el sur. Ante la queja de los
   soldados, que habían acudido al nuevo gobernador Pedro de los
   Ríos, este envió al capitán Juan Tafur con la orden de hacerlos
   regresar. Tafur los halló en la Isla del Gallo, lugar del celebre
   episodio donde Pizarro preguntó a sus hombres si querían
   “regresar a Panamá para ser pobres”, sin fama ni dinero, o “seguir
   hacia el Perú para ser ricos”. Solo trece decidieron continuar y los
   demás embarcaron de regreso a Panamá. Los trece y Pizarro
   esperaron medio año la llegada de provisiones y hombres.
   Finalmente llego Bartolomé Ruiz con provisiones y la orden del
   Gobernador de que todos regresaran. Antes de cumplir con la
   orden, Pizarro y sus hombres navegaron las costas y llegaron a
   Tumbes. Allí fueron recibidos por los naturales, quienes les
   ofrecieron chicha, fruta, maíz y otras viandas. Era una forma
   habitual de establecer relaciones de los pueblos andinos.
   Sorprendidos con las construcciones y vestidos de indígenas,
   decidieron regresar para pedir la autorización de conquistar las
   tierras halladas. Los recién llegados a Panamá alardeaban de las
   maravillas vistas con sus propios ojos. Sin embargo, Pizarro viajó
   a España para ser facultado por el Rey Carlos I, llevando consigo
   tumbesinos cautivos, camélidos, cerámicas y otros objetos. La
   Corona española firmó la Capitulación de Toledo en 1529,
   documento que los autorizaba a llevar a cabo su empresa.
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c) El Tercer Viaje (1526 – 1527)
 En el tercer viaje, Pizarro encontró el pueblo de Tumbes quemado
 y destruido por el ataque del curaca de la Puná. Los hispanos
 tardaron en la costa ocupados en fundar el pueblo de San Miguel
 de Tangarará y en hacer averiguaciones sobre esa tierra. Ahí fue
 que se enteraron de la guerra fratricida, situación que podía serles
 útil para la invasión.
 Según el cronista Mena, Atahualpa envió a un capitán suyo
 disfrazado de hombre humilde para espiar a los cristianos. Este
 personaje propuso luego atacar al ejército español en un
 desfiladero pero el Inca se lo impidió porque quería que subiesen
 hasta Cajamarca.
 Lenta y prudentemente avanzaban los españoles y en un
 reconocimiento del campo, Hernando de Soto llegó con cuarenta
 hombres al lugar de Caxas donde hallaron un pueblo destruido por
 la guerra pero con los depósitos llenos y un Aclla Huasi o Casa de
                                                                  10
Escogidas. Los soldados quisieron repartirse a las mujeres pero
Pizarro tenía prohibido cualquier desmán o pillaje que pudiera
irritar a los naturales.
Estando en Caxas llegó un mensajero de Atahualpa que preocupó
al curaca del lugar, pero de Soto lo tranquilizó. El enviado traía
unos patos degollados rellenos de paja con el mensaje de que lo
mismo les sucedería a los cristianos. El emisario de Atahualpa se
reunió con Pizarro y el gobernador, como buen diplomático, se
mostró muy complacido con las noticias del Inca y le remitió de
regalo dos copas de vidrio y una rica camisa. Además, ofreció su
ayuda para combatir cualquier enemigo del soberano.
Durante varios días continuó Pizarro su camino hacia la sierra
hasta que llegaron ante el real de Atahualpa, quien les mandó
regalos de carne asada, maíz y chicha. Un curaca amigo les
recomendó no probar bocado por temor a que fuesen víveres
envenenados.
Al atardecer entraron sigilosamente en Cajamarca, temerosos de
algún encuentro armado. Hernando de Soto y Hernando Pizarro
solicitaron del gobernador el permiso para dirigirse al real de
Atahualpa y verlo de cerca. El Inca estaba sentado en una tiana o
asiento bajo a la entrada de una casa rodeado de sus principales y
de sus mujeres. Soto se acercó caracoleando su cabalgadura tan
cerca del soberano que su borla se movió con el resoplido del
caballo sin que el Inca hiciese el menor gesto de sorpresa o de
temor. Hernando Pizarro que se había atrasado, apareció con un
intérprete en el anca de su caballo. El Inca les ofreció de beber y
les prometió ir personalmente a la ciudad al día siguiente.
Los españoles pasaron la noche en constante guardia temiendo un
ataque sorpresivo pero nada les molestó. Al día siguiente los
mensajeros iban y venían sin que el Inca se diera prisa alguna.
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         Recién al atardecer y ante las repetidas insistencias de Pizarro,
         Atahualpa se decidió a entrar al pueblo.
IV. CAJAMARCA,              CAPTURA            Y      MUERTE            DE
ATAHUALPA.
   Después de fundar la primera ciudad española, San Miguel de Tangarará,
   a orillas del río Chira en Piura, los conquistadores iniciaron su ascenso
   hasta Cajamarca. Pizarro ordenó que la hueste se instalara en la ciudad y
   envió a Hernando de Soto y luego a Hernando Pizarro a visitar al Inca a
   su campamento con el objetivo de invitarlo a una entrevista .
   A. La Toma de Cajamarca:
       En Cajamarca, primero Hernando de Soto y luego Hernando Pizarro
       visitaron al Inca, quien les ofreció chicha y les reclamó habre tomado
       cosas que no le pertenecían a lo largo de su recorrido. Los españoles
       mostraron gestos de amistad que llevaron a Atahualpa a aceptar la
       entrevista con Pizarro. El día del encuentro los españoles esperaban
       la llegada del Inca listos para combatir. Atahualpa llegó acompañado
       de un gran séquito de guerreros, sacerdotes, servidores, bailarines,
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  músicos y curacas aliados. Al ingresar a la plaza salió a su encuentro
  fray Vicente de Valverde, quien había sido encargado de leer el
  “requerimiento”, mientras Felipillo le traducía al Inca. Al no
  comprender la compleja situación, el Inca arrojo la Biblia que le
  había dado el sacerdote. Inmediatamente los españoles arremetieron
  contra los nativos, lo que causo un gran desconcierto, el Inca cayo
  de su litera y fue tomado prisionero.
B.La Conquista y el Botín:
  Los menos de 200 españoles que participaron en la captura de
  Atahualpa se repartieron un botín de más de 6.000 kilogramos de
  oro y más de 11.000 de plata. El reparto de este botín se efectuó
  considerando las diferencias sociales entre los conquistadores: cada
  hombre a caballo recibió 40 kilogramos de oro y 80 de plata,
  mientras que cada soldado de a pie recibió la mitad de uno de a
  caballo. Entre los hombres de a pie, los dueños de perros recibieron
  un poco más que los simples infantes.
C. La Muerte de Atahualpa:
  En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos
  habitaciones de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano",
  los españoles aceptaron y de inmediato se mandó la orden a todo el
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imperio inca de que enviasen la mayor cantidad posible de oro y
plata hacia Cajamarca.
Después de cumplir su parte los españoles lo sentenciaron a muerte
por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar
un tesoro. Se le concedieron las dos últimas opciones: ser bautizado
como cristiano y luego ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la
primera opción fue bautizado con el nombre cristiano de Francisco.
Se cree que Francisco Pizarro lloró su muerte. (Pedro Pizarro narra
en su crónica: "yo vi llorar al Marqués"). Fue ejecutado el 26 de julio
de 1533. La noticia de su muerte originó una gran anarquía, muchas
etnias incas se sublevaron e intentaron recuperar su independencia.
Fue enterrado en la iglesia de Cajamarca pero unos días después su
cadáver desapareció misteriosamente; probablemente sus súbditos lo
profanaron para momificarlo y ocultarlo. Tras su muerte, muchos
incas partidarios de Huáscar (como Manco Inca) se unieron a los
españoles para derrotar a Chalcuchimac, Quisquis y los demás
partidarios de Atahualpa.
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V.   LA TOMA DEL CUZCO
     A. El Camino al Cuzco:
     La muerte de Atahualpa dejo acéfalo el imperio .Entonces Pizarro,
     temeroso de que se produjera un caos general, eligió a otro hijo de
     Huayna Cápac, Túpac Huallpa o Toparpa, como inca .Pizarro emprendió
     el viaje al Cusco con él, pero en el trayecto, Tupac Huallpa murió
     misteriosamente.
     Durante su viaje al Cusco, las huestes españolas fueron atacadas
     constantemente por Quisquis y Calcuchímac, dos generales leales a
     Atahualpa , pero no pudieron impedir que avanzaran . Cerca de su
     destino , Pizarro recibió la visita de Manco Inca , otro hijo de Huayna
     Cápac , quien le ofreció ayuda para enfrentar a los generales quiteños .
     Esto les permitió a los españoles imponerse finalmente a las tropas leales
     a Atahualpa .
     Con los esfuerzos indígenas, Pizarro continuó su marcha victoriosa al
     Cusco . Antes de llegar, nombró como nuevo soberano a Manco Inca , e
     ingresó junto a él a la capital imperial sin ninguna resistencia .
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B. Los Incas después de la Conquista:
Tras la muerte de Atahualpa en Cajamarca los indígenas andinos se
mantuvieron    incomprensiblemente        dóciles.   Hubo   que   esperar   el
atrincheramiento de Manco Inca para que la historia presenciase la
primera revuelta inca. En un principio Manco había sido un importante
aliado de Pizarro en la captura de Atahualpa, su medio hermano,
luchando en su contra al sumarse al bando de los españoles; fue
entonces nombrado emperador de los Incas ante la venia de Pizarro.
Entre 1533 y 1536 asumió tibiamente sus funciones aunque ningún
miembro de la nobleza indígena profiriese el respeto que antaño tenían
por el soberano. Manco, hijo de Huayna Cápac se vio envuelto en las
riñas entre Pizarro y Almagro, y se le acusó de sublevar a los indios.
Fue entonces apresado, primero en su palacio y luego en Sacsahuamán.
Fue humillado por los guardias, quienes lo escupían y orinaban, y
quienes además habían violado a sus mujeres en su presencia. Lleno de
odio, planeó su fuga prometiendo oro, con bastante éxito puesto que
logró refugiarse en el valle del Yucay.
Allí alzó a los indios, en su mayoría campesinos, y reunió un ejército que
fuentes españolas aseguran era de cuarenta mil hombres. Se dirigió al
Cuzco con todos ellos, a enfrentar a doscientos españoles; ya los habían
visto sobre las laderas de las montañas aproximándose, pero Manco, fiel
a las costumbres guerreras de su pueblo, esperó por la luna llena para
iniciar el ataque. No dudaron en quemar todas las casas de Cuzco
cazando a los españoles, a quienes trataron de acorralar en la plaza
central.
Desesperados, los españoles, que contaban con caballos y arcabuces,
lograron   apoderarse    de   la   fortaleza   de    Sacsaihuamán.   Allí   se
atrincheraron y resistieron los embates indígenas. Manco Cápac, que ya
sabía que los caballos eran la principal fortaleza de los españoles, se
había preparado de antemano armando con boleadoras a sus guerreros;
los indígenas llegaron a capturar algunos caballos, y se dice que Manco
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montó uno de ellos lanza en mano. Pero quizás fue la táctica usada por
el Inca rebelde la que causó su derrota; en vez de darles la estocada
final a los españoles, sitió la fortaleza.
Manco Inca hostigó a los españoles durante cuarenta años; restauró la
soberanía del Inca, aunque con menos fastuosidad. Desde su reducto
estaba enterado del acontecer de los españoles en Cuzco, pues enviaba
constantemente fieles espías a investigar o incluso a adquirir armamento,
probablemente intercambiado con comerciantes; destruía las cosechas
de los propios indios del Cuzco con la esperanza de matar a los
españoles de hambre; interceptaba los correos rompiendo los lazos de
comunicación de la gente de Pizarro con Lima; Pizarro tuvo entonces que
fundar     Ayacucho,   entre   las   dos     ciudades,   para   no   perder   la
comunicación.
C. Consecuencias de la Conquista del Tahuantinsuyo:
La victoria de la invasión española sobre el imperio incaico en el siglo XVI
permitió la instauración en Sudamérica de uno de los regímenes
coloniales más feroces, de saqueo de metales preciosos de la región y de
exterminio de la población nativa.
A primera vista parece inexplicable cómo el puñado de hombres que
llegó a la región andina peruana en 1532 pudo imponerse al imperio
incaico. La invasión hispánica tuvo en su favor varios factores: entre
ellos, la superioridad del armamento, de la pólvora y el hierro, así como
de la caballería, que ejercieron además un fuerte impacto sicológico.
El arte de la intriga sutil operó con eficacia también, usando los recursos
de la política renacentista. De esta manera se aprovecharon rivalidades
internas y se obtuvieron los aliados locales para apoyar la intrusión
foránea.
El Tahuantinsuyo se hallaba inmerso en una guerra intestina, en la que
se enfrentaban Huáscar y Atahualpa, dos candidatos a la sucesión del
inca Huayna Cápac, y que dividió a sus mejores fuerzas en dos bloques
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   contrapuestos, que a la hora decisiva no pudieron configurar un frente
   unido.
   Asimismo, las interpretaciones del oráculo inca previas a la invasión
   hicieron que se confundiera a los españoles con dioses que volvían del
   mar para plasmar un nuevo ciclo histórico. Esto motivó el tratamiento
   inmejorable dado a la llegada, hasta que se descubrió tardíamente su
   naturaleza.
   Por último, la epidemia de sarampión desencadenada entonces, causó
   innumerables muertes entre los nativos, que carecían de defensa
   orgánica para una enfermedad desconocida para ellos. Así se instauró un
   régimen de opresión y de explotación despiadada que se prolongó por
   casi tres siglos.
VI. GUERRAS CIVILES ENTRE LOS CONQUISTADORES .
   Se denominan Guerras civiles entre los conquistadores del Perú a las
   luchas que surgieron entre conquistadores españoles del Imperio Incaico
   por la disputa de los territorios conquistados, así como por el control del
   poder político. Estas luchas se extendieron de 1537 a 1554, con
   intervalos de paz relativa. Su punto de partida fue la toma del Cuzco por
   parte de Diego de Almagro, luego que el rebelde Manco Inca abandonara
   el cerco de dicha ciudad y se replegara a Vilcabamba. Su culminación
   ocurrió con el control de la última rebelión de encomenderos encabezada
   por Francisco Hernández Girón. Poco después llegó el tercer virrey del
   Perú, Andrés Hurtado de Mendoza, quien se encargó de realizar la
   pacificación definitiva del Perú.
   A. Causas Principales:
           La disputa entre los conquistadores del Perú por la repartición de
            las tierras y riquezas del Imperio de los Incas. La raíz de todo ello
            estuvo en la Capitulación de Toledo, ajustada entre Francisco
            Pizarro y la Corona española, en la que el primero logró muchos
            privilegios y mercedes, en desmedro del resto de sus socios,
            Diego de Almagro y Hernando de Luque. A ello se suma que era
                                                                              18
    práctica común de Pizarro disponer a su antojo del botín, lo que
    ahondó más las diferencias con su socio Almagro, que se vio
    marginado en el reparto de las riquezas. Diferencias que los
    partidarios de cada uno harían suyas y que con el correr del
    tiempo y de la conquista, se irían ahondando hasta volverse
    irreconciliables. Particularmente se incubó un odio feroz y mutuo
    entre Almagro y Hernando Pizarro, hermano de Francisco.
    Quedaron así definidos dos bandos, los almagristas y los
    pizarristas, acusándose mutuamente de traición y de no respetar
    los compromisos. Hay que señalar que el otro de los socios de la
    Conquista, el sacerdote Luque, no intervino en estas disputas
    pues murió a poco de haber empezado la conquista.
   La intervención de la Corona española para fortalecer su presencia
    en las colonias nombrando nuevas autoridades y reglamentando
    dispositivos legales como las famosas Leyes Nuevas. Una de estas
    leyes disponía la supresión de las encomiendas hereditarias, cuyos
    titulares, los encomenderos, protestaron enérgicamente, al ver
    que sus descendientes no gozarían de lo que ellos habían ganado.
    Otra ley que fue muy impopular entre los encomenderos fue la
    supresión del trabajo personal de los indios. Los conquistadores
    percibían que, a pesar de sus sacrificios para conquistar los reinos
    del Perú, el rey de España quería imponer otras autoridades,
    arrebatarles sus tierras e indios para repartirlas entre sus
    allegados y gozar así de los beneficios de la conquista, logrados
    con tanto esfuerzo por los conquistadores. Naturalmente, vieron
    todo ello como una tremenda injusticia y por eso no dudaron en
    alzarse en armas.
B. División:
 Se dividen estas guerras civiles en cuatro grandes bloques, con sus
 respectivas subdivisiones:
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      La guerra entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro el Viejo
       (1537-1538).
        Batalla de Abancay
        Combate de Huaytará
        Batalla de las Salinas
      La guerra entre Diego de Almagro el Mozo y Cristóbal Vaca de
       Castro (1541-1542).
        Batalla de Chupas
      Las guerras de Gonzalo Pizarro (1544 - 1548):
        La guerra de Quito (contra el Virrey Blasco Núñez Vela)
        La guerra de Huarina (contra Diego Centeno).
        La guerra de Jaquijahuana (contra Pedro de la Gasca).
      La guerra de Francisco Hernández Girón (1553 – 1554):
        Combate de Villacurí
        Batalla de Chuquinga
        Batalla de Pucará
Las dos primeras fases se pueden resumir como una disputa entre
los bandos de almagristas y pizarristas, estos últimos alineados
finalmente en torno al representante de la Corona, el visitador Vaca
de Castro. Mientras que las dos fases siguientes se definen
claramente como la rebelión de los encomenderos en contra de la
Corona española, motivada por algunas leyes u ordenanzas que iban
contra sus intereses: en el caso de la rebelión de Gonzalo Pizarro,
por la supresión de las encomiendas hereditarias, y en el caso de la
de Francisco Hernández Girón, por la supresión del trabajo personal
de los indios, entre otras razones.
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                   CONCLUSIONES
 Los conquistadores fueron muy inteligentes al usar animales que los
   incas nunca habían visto en su vida y que los asustaban. Tal era el caso
   de los caballos y también de los perros de guerra que eran entrenados
   para luchar contra los enemigos.
 Los españoles no lucharon solos contra los incas, sino que lucharon junto
   a los huascaristas, rebeldes y pueblos de los alrededores para vencer a
   los incas.
 Los españoles no libraban sus batallas sino eran sus aliados los que
   luchaban. Ellos iban en la retaguardia como reserva.ç
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                     BIBLIOGRAFÍA
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   http://es.wikipedia.org/wiki/
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   http://es.wikipedia.org/wiki/Amauta
                                                                       22