Abuso Sexual de Menores - Reflexiones
Abuso Sexual de Menores - Reflexiones
Algunas                MEDICINA
                                               reflexionesDEsobre       FORENSE
                                                                  la pedofilia y el•abuso
                                                                                      AÑO sexual
                                                                                          3 – Nºde2
                                       menores 93
                                             (93-112)
a) Pedofilia.    f.   Atracción
erótica o
94 Juan Carlos Romi, Lorenzo García      Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                                menores 94
                                                                Según       el    Manual     de
                                                               Diagnóstico          de      los
                                                               Trastornos Mentales (DSM-
                                                               IV) la pedofilia se encuentra
                                                               den- tro de la categoría de
                                                               parafilias, que forma par te
                                                               de        los       “Trastornos
                                                               sexuales y de la identidad
                                                               sexual”. Se la define como
                                                               fantasías       sexua-       les
                                                               recurrentes       y altamente
                                                               exci-      tantes,      impulsos
                                                               sexuales             o     com-
                                                               portamientos que implican
                                                               activi- dad sexual con niños
                                                               (13 años o menos) durante
                                                               un período no in- ferior a los
                                                               seis meses.
                                                               La acción consistente en
                                                               utilizar al menor como objeto
                                                               pasivo de una cópula anal se
                                                               denomina pedica- ción.
                                                               El lolismo es la preferencia
                                                               sexoeró- tica de varones
                                                               maduros por ado- lescentes
 96 Juan Carlos Romi, Lorenzo García   Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                             menores 96
 El     término    pederastia
 también se lo suele utilizar
 para describir el sexo anal
 practicado por un adulto con
 un menor. Así se habla de
 pe- derasta al que practica
97 Juan Carlos Romi, Lorenzo García         Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                                   menores 97
                             Respecto a la gravedad de
                             las pa- rafilias se considera
                             que depende del grado de
                             actuación y del nivel de
                             perturbación: leve, fantasía
                             no escenificada; moderada,
                             la imagi- nería en ocasiones
                             se transforma en acción
                             provocando          conflictos
                             sociales y ocupacionales; y
99 Juan Carlos Romi, Lorenzo García       Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                                 menores 99
                                                                  La pedofilia   se          explica
                                                                  siguiendo    ese           patrón
 100 Juan Carlos Romi, Lorenzo García   Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                              menores 100
 El psicoanálisis     considera
 que la neurosis         es el
 reverso de la per- versión.
 En la neurosis      todos los
 síntomas se forman contra el
 sis- tema pulsional activo
 que no es aceptado por el
 yo    (egodistonía). En la
 perversión, la conducta arcai-
 ca es asumida y deseada por
 el   yo   (egosintonía).    El
 perverso        tolera      la
 perversión.
La                                  es de los     18 años.       La
pai                                 mayor
do
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103 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 103
 Investigaciones      sobre la
 gravedad de la perturbación
 de los paidófi- los y la edad
 de los mismos con- cluyeron
 queen existen tres grupos:
 a) de edad adolescentes,
 b) de treinta y cinco a
 cuarenta años, y c) de
 cincuenta y cinco a sesenta
 años. El segundo es el grupo
 más numeroso. Se considera
 queen     a     este     grupo
 pertenecen quienes han su-
 frido   grandes     desajustes
 mentales y sociales, queen
 incluye el alcoho- lismo,
 frecuentemente        asociado
 con su conducta.
 Se ha interpretado queen en
 ciertos casos el impulso a
 abordar sexual- mente a un
 niño refleja el senti- miento
 de haber fracasado en la
 vida     adulta,   social    y
 sexualmente. Aunque         un
 adulto predispuesto       a la
 paidofilia              puede
 ocasionalmen-       te     ser
 seducido por las inocentes y
 desinhibidas muestras de
 afecto de un niño; no es este
 quien infun- de con su
 106 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                               menores 106
                                    a     y      la        agresiva
ge                                  heterosexual.
sti
va                                  Los             sentimentales
s                                   homoeróticos tie- nen poco o
al                                  ningún    interés   por   las
us                                  mujeres, toda su capacidad
o                                   sexual se concentra en los
de                                  niños, concre- tándose bajo
ma                                  la forma de caricias queen le
ter                                 provocan el orgasmo.
ial
po                                  Los agresivos heterosexuales
rn                                  inten- tan satisfacer    sus
o-                                  impulsos    con niñas, con
gr                                  métodos queen van des- de
áfi                                 la seducción a la violencia,
co,                                 ter- minando, en contadas
inc                                 ocasiones,    en   homicidio
est                                 sádico-criminal.
o
y                                   Otros estudios, respecto a
vio                                 los abu- sadores masculinos,
lac                                 han determi- nado: a) los
ión                                 impulsivos, queen en al-
.                                   guna ocasión abusan a un
                                    niño y b) los pedofílicos
Se                                  propiamente di- chos, cuya
dis                                 preferencia sexual son los
tin                                 niños. Éstos últimos suelen
gu                                  organizar muy bien sus
en                                  andanzas,               eligen
do                                  cuidadosamente a sus vícti-
s                                   mas       a      los    queen
var                                 “entrampan”, y tra- tan de
ian                                 ubicarse en lugares adonde
tes                                 pueden tener fácil acceso a
en                                  ellos   (instituciones       de
la                                  cuidado infantil, colegios,
pe                                  entrenamiento        deportivo,
do                                  etc.).
fili
a:                                  Para los      pedofílicos   es
la                                  esencial     garantizarse   el
se                                  silencio de su vícti- ma, a
nti                                 quien seleccionan y prepa-
me                                  ran, al mismo tiempo queen
nt                                  neutrali- zar la capacidad del
al                                  responsable del niño, si lo
ho                                  hubiera. Esto explica como
mo                                  personalidades socialmente
er                                  respetadas        en      una
ó-                                  comunidad pue- den actuar
tic                                 los      abusos       sexuales
                                    durante     años     sin   ser
 107 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                               menores 107
Ha
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108 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 108
                                                                En algunos        casos   de
                                                                pedofilia el tratamiento más
 110 Juan Carlos Romi, Lorenzo García       Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                                  menores 110
 6. ALGUNAS
    REFLEXIONES
    MÉDICO-LEGALES
 a)        Sobre               las
 características de           los
 pedófilos
 111 Juan Carlos Romi, Lorenzo García     Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                                menores 111
4.
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di-
113 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 113
                                                                La               desinhibición
                                                                comportamental sería una
                                                                condición necesaria para que
                                                                las tendencias o impulsos
                                                                ex- plicados por los tres
                                                                factores an- teriores        se
                                                                traduzcan      de     manera
                                                                estable o esporádicamente
                                                                en ac- tos de abuso sexual
                                                                infantil. Se deben superar
                                                                tres       barreras:       los
                                                                inhibidores    internos,    los
                                                                inhibido- res externos y la
                                                                resistencia o no aceptación
                                                                de la víctima.
pue- de ser más fácilmente víctima de los engaños y la              explicables a partir de las
seducción de un abusador sexual.                                    características psicológicas
                                                                    del sujeto o de su historia
Para que se dé el abuso sexual sería necesario que                  perso-
un sujeto ex- perimente una cierta activación fi-
siológica, es decir, serían factores individuales y
                                dis- torsionar la visión de sí mismo, las relaciones, y el
 nal: del tipo de familia en    mundo en general.
 que vive el sujeto,         de
 aspectos     culturales, de la La sexuación traumática se produ- ce por la intrusión
 situación general de vida del  de intereses y conductas sexuales de un adulto en el
 sujeto, etc.                   desarrollo sexual normal de un niño. Estas conductas
                                        son in- apropiadas       para un niño y al ser
 El modelo presentado hace              recompensadas con frecuencia por los adultos pueden
 hinca- pié en abusadores               aprender a usarlas como estrategia para ob- tener
 fundamental-            mente          beneficios o relacionarse con los demás, adquieren
 masculinos (95%). Sólo se ha           aprendizajes deformados de la impor tancia y
 observado     un     5%     de         significados de determinadas con-
 abusado- ras femeninas, casi
 siempre a tra- vés          de
 mecanismos como la pre-
 disposición
 intergeneracional, la relación
 maestra - amante alumno, o
 la mujer coercionada por un
 va- rón (por miedo           al
 abandono).
 b) Sobre el        niño
 abusado
 Se ha propuesto un Modelo
 Diná- mico de la génesis del
 trauma de abuso sexual
 infantil  que   puede    ser
 entendido    desde    cuatro
 componen- tes:
 a)         Sexuación
 traumática,
b) Pérdida de confianza
relacional, c)
Estigmatización,
 d) Sentido    de pérdida o
 falta de poder.
                                    umatizada  o  gravemente
du                                  afecta- da de numerosas
cta                                 formas.
s
se                                  Los       abusos     sexuales
xu                                  conllevan una pérdida de
ale                                 confianza en la relación con
s,                                  el agresor. Este puede ser
así                                 es- pecialmente conflictivo
co                                  cuando existen relaciones
mo                                  familiares entre el agresor y
co                                  la víctima. La víctima puede
nc                                  ser    manipulada,    herida,
ep-                                 amenazada,               etc.,
cio                                 precisamente por quien era
ne                                  objeto de confianza. Esta
s                                   ruptura de confianza en las
err                                 relacio-    nes   se   puede
ón                                  extender a toda la familia
ea                                  por no haber logrado librar a
s                                   la     víctima    de    estas
so                                  experiencias, y extenderse
br                                  también a todas las personas
e                                   del sexo del agresor.
la
se                                  La estigmatización es sentida
xu                                  como      culpa,    vergüenza,
ali-                                envilecimiento, pérdida de
da                                  valor, sentimientos que sólo
d                                   a él / ella le ocurren lo peor,
y                                   etc. La víctima se puede
éti                                 conside- rar marcada para el
ca                                  resto de la vida por las
se                                  experiencias más traumati-
xu                                  zantes       y     considerarse
al.                                 distinta,     des-    graciada,
Por                                 marginada, etc.
últi
mo                                  Las víctimas, por último,
,                                   pueden llegar a creer y
la                                  sentir que lo que les sucede
se                                  está fuera de su con- trol,
xu                                  que no saben reaccionar
ali                                 ante las situaciones,      en
da                                  definitiva, que tienen poco
d                                   poder sobre sí mismos y
del                                 sobre cuanto les sucede. En
niñ                                 este mismo        sentido   se
o                                   pueden volver temerosos de
pu                                  lo que puede ocu- rrirles en
ed                                  el futuro, tomar actitudes
e                                   pasivas y poco asertivas, ser
qu                                  retraí- dos socialmente, etc.
ed
ar
tra
 117 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                               menores 117
Lo                                  a)    Sentimientos            de
s                                   aislamiento,
efe
cto
s a
lar
go
pla
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scr
ip-
tos
en
nu
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ros
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aci
on
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os
co
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el
ha-
be
r
suf
rid
o
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xu
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so
n:
118 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 118
                             marginalidad,             baja                                      ac
                             autoestima,        y        de                                      tiv
                             estigmatización,            b)                                      a-
                             Depresión, an- siedad y                                             ci
                             trastornos     neurovegetati-                                       ón
                             vos, c) Ideación suicida y                                          .
                             conduc-                    tas
                             autodestructivas,           d)                                      El
                             Agresivi- dad sexual, e)                                            ac
                             Fracaso escolar, f) Dificultad                                      on
                             para establecer vínculos y                                          te
                             mantenerlos,       g)      Par                                      ci
                             ticipación   sexual    pasiva,                                      mi
                             automatizada y au- sente                                            en
                             (prestan el cuerpo).                                                to
                                                                                                 tra
                             Otra    consecuencia     que                                        u
                             puede               acontecer                                       m
                             secundariamente        a   un                                       áti
                             menor abusado sexualmente                                           co
                             son los      trastornos por                                         pu
                             estrés    postrau-     mático                                       e-
                             (TPET).                                                             de
                                                                                                 se
                             Esta   patología,     aceptada                                      r
                             como un diagnóstico válido                                          re
                             recién en la dé- cada pasada,                                       ex
                             es   uno     de   los    pocos                                      pe
                             trastornos psiquiátricos que                                        ri
                             ha sido definido sobre la                                           m
                             base de su etiología, y no                                          en
                             simplemente a los síntomas                                          ta
                             fenomenológicamente                                                 do
                             considerados.                                                       de
                                                                                                 va
                             El    rasgo    esencial     del                                     ria
                             trastorno es la aparición de                                        s
                             síntomas     caracte- rísticos                                      m
                             que sigue a la exposición de                                        an
                             un             acontecimiento                                       er
                             estresante                     y                                    as
                             extremadamente                                                      .
                             traumático.        El    cuadro                                     Ha
                             sintomático      característico                                     bit
                             secundario a la exposición al                                       ua
                             trau- ma debe incluir la                                            lm
                             presencia                    de                                     en
                             reexperimentación                                                   te
                             persistente                 del                                     ap
                             acontecimiento     traumático,                                      ar
                             evita- ción persistente de los                                      ec
                             estímulos relacionados a él,                                        e
                             embotamiento          de      la                                    co
                             capacidad de respuesta, y                                           m
                             síntomas persistentes        de                                     o
119 Juan Carlos Romi, Lorenzo García   Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                              menores 119
                                                               a) Relato consistente en el
                                                               tiempo (confrontación del
                                                               relato en varias entrevistas),
                                                               b) Conocimientos sexuales
                                                               inapro- piados para la edad,
                                                               c)   Descripción  detallada
                                                               acerca de personas lugares
                                                               y tiempos,
                                                               d) Relato de circunstancias
                                                               típicas y características de
                                                               abuso sexual,
                                                               e) Relato de presión             o
                                                               coacción del agresor,
                                                               con el hecho
                                                               relatado            (vergüenza,
                                                               retracción,
                                                               culpa,
                                                               etc.)
                                                               7. REFLEXIONES SOBRE
                                                                  LA OBSERVACIÓN DE
                                                                  FALSAS DENUNCIAS
  a. Las denuncias en sí               b) si fue abusado pero por otra per- sona diferente al
  mismas.                              que se acusa;
  Estudios      internacionales
  reflejan   que     hubo    un
  aumento en el núme- ro de
  falsas alegaciones de abuso
  sexual impensable hasta
  hace poco. También éstas
  tienen efec- tos negativos
  sobre los niños, aun cuando
  después se pueda aclarar
  debidamente la situación,
  pues el vínculo con el
  progenitor acusado puede
  quedar    irremediablemente
  dañado por el sufrimiento
  vivido.
  Frente a la denuncia es
  recomen- dable preguntarse:
 de
 fac
 -
 tor
 es
 div
 ers
 os,
 y
 tod
 os
 sa
 be
 mo
 s
 lo
 difí
 cil
 qu
 e
 no
 s
 res
 ult
 a
 rec
 on
 str
 uir
 un
 he
 ch
 o
 del
 qu
 e
 he
 mo
 s
 sid
 o
 tes
 -
124 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 124
                             tigos y de la multiplicidad de                                      Un
                             rela- tos distintos que en                                          a
                             estas     situa- ciones se                                          ve
                             pueden recabar.                                                     z
                                                                                                 ins
                              En los niños, en particular los                                    tal
                             más pequeños, la memoria                                            ad
                             funciona en cierto sentido                                          as
                             en forma similar a la de los                                        co
                             ancianos: los hechos se                                             m
                             borran con mucha facilidad y                                        o
                             si se insiste desde una                                             m
                             posición    de po- der e                                            e
                             influencia es posible, muchas                                       m
                             veces, rellenar el hueco con                                        ori
                             otros “sucesos” que se                                              as
                             quieran instalar como reales                                        cie
                             (co-construcciones).                                                rto
                                                                                                 s
                             Los niños pueden, y de                                              he
                             hecho lo hacen, mentir con                                          ch
                             diversos propó- sitos. Por                                          os
                             ejemplo, para evitar una                                            qu
                             reprimenda, para parecer                                            e
                             más im- portantes o para                                            no
                             guardar un secre- to en un                                          su
                             juego. Pero, también está                                           ce
                             comprobado que los niños                                            di
                             meno- res de siete son                                              er
                             incapaces de in- ventar una                                         on
                             historia con el propósi- to                                         ,
                             deliberado de perjudicar a                                          el
                             un tercero.                                                         ni
                                                                                                 ño
                             De esta manera, cualquier                                           los
                             historia   falsa   de     abuso                                     so
                             sexual no ha sido inventada                                         st
                             por el niño pequeño, ni es el                                       en
                             resultado de una mentira                                            dr
                             pro- pia. Ha sido instalada en                                      á
                             la mente infantil por uno o                                         co
                             más adultos.       Y, no es                                         m
                             infrecuente que a esto se                                           o
                             hayan      prestado,         sin                                    tal
                             quererlo, los profesionales                                         es
                             llamados      a interve- nir,                                       .
                             especialmente          si     se                                    In
                             encontra- ban predispuestos                                         ve
                             a comprobar que el abuso                                            rs
                             existió o si por moti- vos                                          a
                             emocionales                   se                                    m
                             abanderaron a favor de una                                          en
                             de las partes.                                                      te
                                                                                                 y
                                                                                                 co
125 Juan Carlos Romi, Lorenzo García   Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                              menores 125
                                                               Se ha llamado la atención
                                                               sobre una de las pocas
                                                               señales que pue- den ser
                                                               útiles, en lo que al relato
                                                               infantil se refiere, y es
                                                               cuando     al   niño   se le
                                                               pregunta sobre hechos bien
                                                               concretas, por ejemplo: la
                                                               erección       peniana     o
                                                               penetraciones. Si los hechos
                                                               invocados no suce- dieron,
                                                               el supuesto abusado elu- de
                                                               ese tipo de información o le
                                                               re- sulta desconocida.
un niño lo induce a tomar como ciertos he- chos que        son repetidos a través de
no acontecieron, una vez establecida esa construcción      un tiempo
en su mente el niño actuará y hablará con la mayor
convicción de que está en lo cierto. Más si los relatos
                                  mayoría de los casos falsos pro- vienen de madres
 suficientemente prolongado       que hablan de lo que el hijo les “habría” hablado.
 y si son      reforzados   por
 entrevistas a cargo de algún     Cuando existe un disputa parental, cuanto más intensa
 equipo profesional. El niño ni   sea más pro- babilidad hay que los niños sean
 miente ni fabula adrede, sino    involucrados y que comiencen a mostrar signos de
 que estará convencido del        trauma emocio- nal y desórdenes de conducta.
 hecho.     Tan      convencido
 puede lle- gar a estar que
 puede ser difícil conseguir
 que se rectifique, aún si se le
 demuestra que los hechos no
 sucedieron.
 La     primera    forma      de
 inducción de un          adulto
 puede provenir de una re-
 definición de un acto que en
 sí mismo es inocente. La
 madre pue- de preguntar:
 ¿Tu papá te tocó la cola
 alguna     vez?,     lo     que
 realmente      pudo       haber
 ocurrido al higienizar al niño.
 Pero, por el tono del que pre-
 gunta, éste puede entender:
 “papá me tocó y eso se ve
 que no está bien”. El niño se
 defenderá dicien- do: “yo no
 quería, pero él lo hizo igual”.
 Ante nuevas preguntas no
 es infrecuente que “adorne”
 con más información en el
 sentido de lo que él percibe
 que el adulto quie- re oír.
 c. Denuncias y situación
 familiar
pu                                  e en el      niño,    co-cons-
es                                  trucción.
pu
ed
en
ori
ent
ar
so
bre
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lue
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ést
129 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 129
                             d. El entrevistador y                                               ni
                             la pericia                                                          ño
                                                                                                 de
                             Otro    recaudo      a   tener                                      los
                             presente es la calidad y la                                         he
                             preparación        del     en-                                      ch
                             trevistador     a cargo del                                         os
                             diagnósti- co.    Éste   debe                                       in
                             tener un entrena- miento                                            vo
                             especial en interrogar a ni-                                        ca
                             ños sobre la ardua cuestión                                         do
                             de si el abuso existió o no.                                        s.
                             Es perento- rio, además,                                            Ad
                             que el entrevistador tenga                                          e-
                             una extensa práctica previa                                         m
                             en el contacto con niños sin                                        ás
                             histo- rias de abuso. Las                                           pe
                             entrevistas para diagnosticar                                       rm
                             este tipo de delitos no                                             itir
                             resultan fáciles, por empezar                                       á
                             por- que es muy fuerte la                                           re
                             carga    emo-     cional   que                                      ex
                             conllevan.                                                          a
                                                                                                 mi
                             También es fundamental                                              na
                             que    la   persona       que                                       r
                             interrogue   no tenga un                                            ju
                             especial      empeño       en                                       nt
                             “descubrir o develar” abusos                                        o
                             sexuales: debe ser lo más                                           a
                             neutral posible y abier- ta a                                       otr
                             que los hechos invocados                                            os
                             qui- zás no sucedieron.                                             col
                                                                                                 eg
                             Este es uno de los motivos                                          as
                             que         hacen           casi                                    cu
                             imprescindible que sean                                             án
                             grabadas, preferentemente                                           ta
                             con medios audiovisuales, y                                         s
                             que se realicen con la                                              ve
                             presencia simultá- nea de                                           ce
                             otro profesional, ya sea en el                                      s
                             mismo recinto o en cámara                                           se
                             de Gesell. Los registros                                            a
                             obtenidos      servirán    para                                     ne
                             evitar que el niño sea
                             interrogado        por    varias
                             personas       diferentes     en
                             múltiples ocasiones, con lo
                             cual, por un lado se dismi-
                             nuirá la carga traumática que
                             las repeticiones conllevan
                             para el niño, la contaminación
                             del material y con ello la
                             continua re-instalación en el
130 Juan Carlos Romi, Lorenzo García     Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                                menores 130
niños no abusados cuando jue- gan con muñecos             signos indicadores de abuso,
anatómicamente correctos introducen un dedo en la         incluso        conocimientos
abertura anal o vaginal de la muñe- ca y que la mayoría   sexuales inapropiados para la
de ellos toma- ron al muñeco de su pene para re-          edad, aparecen en niños no
volearlo. También se describió que muchos de los          abusados,
                                 entrevistador. El argumento tiene que ver con la evi-
 cuando han sido sometidos a     dencia científica de que un profe- sional “convencido”
 repe- tidos interrogatorios     de que los hechos sucedieron, casi siempre tenderá a
 sobre el tema; y, que no        obtener del niño respues- tas que avalen su creencia.
 existe diferencia significa-
 tiva en la frecuencia de
 dibujos de genitales en niños   8. CONSIDERACIONES PSIQUIÁTRICAS SOBRE LAS
 abusados de ni- ños no             PERICIAS MÉDICAS LEGALES
 abusados.
                                        Para arribar a los conceptos clíni-
 En resumen: si ha habido
 una co- construcción de una
 falsa memo- ria, los dibujos,
 juegos y actitudes del niño
 pueden mostrarse simila- res
 a los que se obtienen de
 niños que realmente han
 padecido abu- so. Asimismo,
 hay que tomar es- peciales
 recaudos    cuando la sin-
 tomatología presente pueda
 corres- ponder a estados post
 traumáticos por divorcios o
 disputas entre los padres. No
 existen    signos     “patog-
 nomónicos”      y es      una
 obligación ética que los
 peritos adviertan de esto al
 tribunal.
 Es imprescindible distinguir
 entre            entrevistas
 terapéuticas y entrevis- tas
 diagnósticas     con    fines
 judicia- les. Se diferencian
 en el propósi- to, en el
 número y en la actitud del
 terapeuta         o       del
 132 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                               menores 132
qu                                  origen     en     la      época
e                                   hipocrática.
es
el
en
car
ga
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ua
do
co
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un
mé
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do
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ne
su
134 Juan Carlos Romi, Lorenzo García     Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                                menores 134
                                                                Al psiquiatra se le pide
                                                                establecer una correlación
                                                                entre el estado de las
 136 Juan Carlos Romi, Lorenzo García   Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
 Samartino                              menores 136
                                    uí     y      ahora        (corte
for                                 transversal).
ma
hol
ísti                                El      concepto        de
ca                                  normalidad.
ob
ser                                 Desde       la      perspectiva
var                                 psicojurídica corresponde a
el                                  un estado de las facultades
de                                  mentales que, desde el
ve                                  punto de vista           penal,
nir                                 permite            al     sujeto
his                                 comprender la criminalidad
tór                                 de un acto y dirigir sus
ico                                 acciones; y desde el punto
qu                                  de vista civil, requie- re que
e                                   el sujeto tenga capacidad
de                                  para dirigir su persona y
ter                                 adminis- trar sus bienes. En
mi                                  ambos                   fueros,
nó                                  independientemente          que
un                                  pueda      presentar     alguna
he                                  alteración psico- patológica
ch                                  detectable a través de la
o,                                  clínica psiquiátrica.
y
no                                  El psiquiatra forense se
sól                                 encuentra      con      estas
o                                   dificultades cuando rea- liza
los                                 una pericia sexológica.
efe
cto                                 Así, la pedofilia se convier
s                                   te en delito cuando se actúa
cir                                 la tenden- cia. El placer, sea
cu                                  por razones cua- litativas o
nst                                 cuantitativas,   mueve a la
an-                                 voluntad para que salte la
cia                                 barre- ra de lo aceptado por
les                                 la sociedad. Es un acto
en                                  voluntario.
un
de                                  Para alcanzar la satisfacción
ter                                 del placer, las personas
mi                                  “normales desde el punto
na                                  de vista psicojurídi- co”,
do                                  recurren al engaño, al aisla-
aq                                  miento psíquico y físico de la
                                    vícti- ma, es decir ponen su
                                    inteligencia al servicio del
                                    placer. Recurren o crean el
                                    ambiente       necesario para
                                    lograr el fin.
138 Juan Carlos Romi, Lorenzo García    Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                               menores 138
Cu                                 o, el sujeto se protege
an                                 inteligentemente .
do                                 ¿Cómo puede descubrir el
se                                 psiquia- tra esa diferencia
ve                                 cuanti o cualita- tiva si el
ac                                 interesado no lo expre- sa?
us                                 ¿Cómo,    si   del    examen
ad                                 clínico
                                                                                                 cu
                             psiquiátrico    no      surgen                                      al
                             indicadores de trastornos                                           qu
                             mentales       que       hagan                                      ier
                             sospecharlo?     ¿Acudir     al                                     in
                             psicodiag- nóstico como en                                          di
                             las pericias de fi- liación se                                      vi
                             recurre a la comparación de                                         du
                             muestras     de ADN       para                                      o
                             determi- nar la paternidad?                                         pu
                                                                                                 ed
                             En     dicho    estudio   se                                        e
                             comparan      dos   o    más                                        es
                             muestras. Tiene una proba-                                          tar
                             bilidad de certeza cercana al                                       en
                             100%. En la obtención de                                            co
                             las muestras no interviene                                          nd
                             la voluntad del suje- to. La                                        ici
                             confiabilidad depende de la                                         on
                             técnica de determinación. El                                        es
                             resul- tado es una “prueba”                                         po
                             cierta.                                                             te
                                                                                                 nci
                             No se justifica        que el
                                                                                                 al
                             individuo se niegue a que le
                                                                                                 es
                             tomen una mues- tra si es
                                                                                                 de
                             inocente, porque la posi-
                                                                                                 se
                             bilidad de error es casi
                                                                                                 r
                             desprecia- ble y se puede
                                                                                                 un
                             repetir en él, cuan- tas veces
                                                                                                 ab
                             sea necesario.
                                                                                                 us
                                                                                                 ad
                                                                                                 or
                             9.
                                                                                                 se
                             COROLARIO
                                                                                                 xu
                                                                                                 al.
                             De todo lo expuesto y a
                             manera de síntesis se puede
                                                                                                 El
                             decir que, en la peritación de
                                                                                                 in
                             adultos             presuntos
                                                                                                 di
                             victimarios de abuso sexual
                                                                                                 vi
                             de     menores,      se    han
                                                                                                 du
                             examinado      tanto    sujetos
                                                                                                 o
                             parafílicos pedófilos como
                                                                                                 co
                             individuos       considerados
                                                                                                 n
                             “norma- les” desde el punto
                                                                                                 te
                             de vista psico- sexológicos.
                                                                                                 nd
                             De manera          tal     que
139 Juan Carlos Romi, Lorenzo García   Algunas reflexiones sobre la pedofilia y el abuso sexual de
Samartino                              menores 139