EL ARREBATAMIENTO
Base Bíblica:
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy pues a preparar lugar para vosotros y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis” / Juan 14:2-3
INTRODUCCIÓN:
El personaje principal de toda la Biblia es Jesús, y la persona más importante que
ha pisado la tierra es Jesús, todo gira en torno a él. El Antiguo Testamento
profetizó su venida mesiánica (Profeta, Rey, Salvador) y el Nuevo Testamento nos
habla de la Iglesia de Cristo, siendo la esposa del Cordero de Dios;
     Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas
       del cordero y su esposa se ha preparado (Apocalipsis 19:7).
Por eso Jesús asegura con firmeza “Voy pues a preparar lugar para vosotros” y
sella su afirmación con la promesa “Vendré otra vez” y añade “y os tomaré a mí
mismo” pero ¿Por qué dice “Os tomaré a mí mismo”?
     Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía; Saulo, Saulo ¿Por qué me
       persigues? Él dijo; ¿Quién eres Señor? Y le dijo; Yo Soy Jesús a quien tu
       persigues (Hechos 9:4-5)
     Y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia (Colosenses 1:18)
Por eso Jesús termina diciendo “Para que donde yo estoy vosotros también
estéis”. Por eso el vendrá y se tomará a sí mismo, porque somos de él. Él nos
compró a precio de sangre, somos la Iglesia de Cristo y debemos estar
preparándonos para ese maravilloso encuentro.
Principio Bíblico:
LA IGLESIA ESCAPARÁ DE LA TRIBULACIÓN
“Velad pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar
de todas estas cosas que vendrán y de estar en pie delante del Hijo del
Hombre” (Lucas 21:36)
I.- COMO EN LOS DÍAS DE NOÉ
Y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también
la venida del Hijo del Hombre, entonces estarán dos en el campo, el uno será
tomado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una
será tomada y la otra será dejada, velad pues, porque no sabéis a que ha de venir
vuestro Señor. (Mateo 24:39-42)
    Y será como en los días de Noé, se les predicó y no creyeron, pero solo
       fueron salvos los que entraron en el arca, Jesucristo es nuestra salvación.
       Así como Noé y su familia escaparon del diluvio universal, así mismo la
       Iglesia escapará de la tribulación. El uno será tomado y el otro será dejado,
       Noé fue tomado para salvación en el arca, y los que no entraron perecieron.
       Por eso Jesús dijo, “vendré otra vez y os tomaré a mí mismo” porque es
       absurdo teológicamente hablando que la iglesia de Cristo que es la esposa
       del Cordero, comprada a precio de sangre deba sufrir la gran tribulación.
       Porque al sufrir la Iglesia sufriría Cristo, Jesús le dijo a Saulo; “Yo soy Jesús
       a quien tu persigues” (Hechos 9:5) el decir que la Iglesia pasará tribulación,
       es decir que la obra de Cristo es en vano e incompleta.
“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la
hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que
moran sobre la tierra, he aquí yo vengo pronto, retén lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:10-11)
II.- COMO EN LOS DÍAS DE LOT
“Así mismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban,
vendían, plantaban, edificaban; más el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del
cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del
Hombre se manifieste…os digo, en aquella noche estarán dos en una cama, el
uno será tomado y el otro será dejado, dos mujeres estarán moliendo juntas, la
una será tomada y la otra dejada, dos estarán en el campo, el uno será tomado y
el otro será dejado” (Lucas 17:28-36)
     Así como Lot escapó de la condenación que vino sobre Sodoma y
        Gomorra, de igual forma la Iglesia escapará de la tribulación:
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos
o que durmamos, vivamos juntamente con él” (1 Tesalonicenses 5:9-10)
    Por eso Jesús dijo; “Vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que
      donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3). Donde está la iglesia
      está Cristo y Cristo ha comprado a su Iglesia a precio de Sangre, por eso la
      Iglesia no debe prepararse para la tribulación sino para el encuentro con su
      Amado.
“Como también en Oseas dice; llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo y a la
no amada, amada” (Romanos 9:25)
    Y el Espíritu y la esposa dicen ven; Amén, si ven Señor Jesús (Apocalipsis
     22:17,20)
III.- LA PARABOLA DE LAS DIEZ VIRGENES