Tomar La Palabra, Escuchar y Hacerse Escuchar
Tomar La Palabra, Escuchar y Hacerse Escuchar
Documento  de  trabajo  n  5
Gobierno  de  la  Ciudad  de  Buenos  Aires
S  e  c  r  e  t  a  r    a   d  e   E  d  u  c  a  c  i    n
S u bs ecr et ar  a   de   E du caci n
Direccin   General   de   Planeamiento
D  i   r  e  c  c  i     n   d  e   C  u  r  r     c  u  l   a
1999
GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Jefe de Gobierno
Dr. FERNANDO DE LA RA
Vicejefe de Gobierno
Dr. ENRIQUE OLIVERA
Secretario de Educacin
Prof. MARIO A. GIANNONI
Subsecretario de Educacin
Dr. ROGELIO BRUNIARD
Directora General de Planeamiento
Lic. MARGARITA POGGI
Directora de Currcula
Lic. SILVIA MENDOZA
Como es de conocimiento pblico, durante el ao 1998 se ha iniciado en el mbito de la
Ciudad de Buenos Aires el proceso que culminar con la sancin por la Legislatura de la Ley de
Educacin  de  la  Ciudad.  Esa  ley  establecer  el  marco  normativo  para  la  organizacin  y  el
funcionamiento  del  sistema  educativo  en  esta  jurisdiccin.  Hasta  entonces,  el  proceso  de
actualizacin curricular se enmarca en la normativa que ha venido definiendo la implementacin
gradual y progresiva de la Educacin General Bsica (EGB):
Resolucin N 2846/95. Primer ciclo de EGB.
Resolucin N 336/96 (15/10/96). 4grado  (1  ao  del  segundo  ciclo  de  EGB)  para
Escuelas de Gestin Privada.
Resolucin N 746/96 (4/12/96). 4grado (1 ao del segundo ciclo de EGB).
Resolucin N 15/98 (9/1/98). 5  y  6  grados  (2  y  3aos  del  segundo  ciclo  de
EGB).
En  consecuencia,  hasta  la  sancin  de  la  mencionada  ley,  se  dar  continuidad  a  la
denominacin en uso.
Lengua
Documento de trabajo n5
Tomar la palabra, escuchar y hacerse escuchar
Autoras: Delia Lerner, Hilda Levy y Silvia Lobello.
Revisin crtica: Mara Elena Rodrguez.
Colaboraron en la elaboracin de este documento:
Estela Lorente, Liliana Lotito y Nelda Natali.
DIRECCIN DE CURRCULA
Equipo de profesionales
a cargo de la actualizacin curricular del Nivel Primario
Asesora: Flavia Terigi.
Coordinadora: Ana Dujovney.
Beatriz Aisenberg, Helena Alderoqui, Silvia Alderoqui, Clarisa lvarez, Paula Briuolo,
Claudia Broitman, Andrea Costa, J os Chelquer, Graciela Domenech, Adriana Elena,
Daniel Feldman, Claudia Figari, Silvia Gojman, Mariela Helman, Horacio Itzcovich, Mirta
Kauderer, Vernica Kaufmann, Laura Lacreu, Delia Lerner, Silvia Lobello, Liliana Lotito,
Gabriel Marey, Guillermo Mic, Susana Muraro, Nelda Natali, Alberto Onna, Silvina Orta
Klein, Cecilia Parra, Mara Elena Rodrguez, Abel Rodrguez de Fraga, Patricia Sadovsky,
Graciela Sanz, Anala Segal, Isabelino Siede, Mariana Spravkin, Adriana Villa, Hilda
Weitzman de Levy.
NDICE
Presentacin
1. La oralidad y su lugar en la escuela. Una redefinicin
2. Hablar en la escuela: un quehacer que atraviesa el trabajo en todas las
reas
2.1. La escuela como contexto comunicativo
2.2. Condiciones didcticas
2.3. Las funciones de la comunicacin oral en el aula
2.4.Hablar en situaciones de lectura y escritura (Un ejemplo de
interaccin oral en el marco de actividades centradas en el aprendizaje
de otros contenidos)
3. Situaciones didcticas y contenidos en accin
3.1. Acti vidades habituales
-Narracin de historias tradicionales
-Escuchar radio
3.2. Situaciones didcticas enmarcadas en proyectos de trabajo
-La entrevista
-La exposicin
-De la discusin al debate
4. Reflexionar sobre el lenguaje
4.1. Observaciones sobre los diversos usos del lenguaje
4.2. Anlisis de las relaciones entre lengua oral y lengua escrita
Palabras finales
Referencias bibliogrficas
1
Presentacin
Formar hablantes capaces de tomar la palabra, escuchar y hacerse escuchar es hoy
un  propsito  esencial  de  la  institucin  escolar,  un  propsito  indisolublemente  unido  al  de
formar lectores y escritores autnomos y crticos.
Es por eso que, despus de haber intentado plasmar en documentos anteriores los
conocimientos didcticos actualmente disponibles acerca de la enseanza y el aprendizaje
de  la  lectura  y  la  escritura,  enfrentamos  un  nuevo  desafo:  se  trata  ahora  de  redefinir  el
papel de la oralidad en la escuela, de explicitar las condiciones y describir las situaciones
que pueden contribuir de manera decisiva a la formacin de los alumnos como hablantes.
Redefinir el papel de la oralidad en la escuela es imprescindible porque, aunque la
lengua  oral  est  presente  en  ella  desde  siempre  como  vehculo  privilegiado  de
comunicacin  y  de  elaboracin  del  conocimiento,  es  muy  reciente  su  incorporacin  como
objeto  explcito  de  enseanza  y  aprendizaje.  Formular  las  condiciones  didcticas  en  las
cuales es posible lograr que los nios se atrevan a tomar la palabra y puedan actuar como
interlocutores  activos  es  igualmente  esencial  cuando  se  aspira  a  ofrecer  a  todos  los
alumnos iguales oportunidades para desarrollarse no slo como hablantes y oyentes sino
tambin y ante todo como personas.
La concepcin de la oralidad que se despliega en este documento se nutre en los
aportes  de  diversas  ciencias  del  lenguaje.  Estn  muy  presentes  en  particular  las
contribuciones  de  la  sociolingstica  y  de  la  etnografa  de  la  comunicacin,  que  han  sido
decisivas  para  configurar  la  definicin  actual  de  la  lengua  como  conjunto  de  variedades
adecuadas a diversos usos sociales y ya no como una unidad monoltica, para entender
que  todas  las  variedades  son  lingsticamente  equivalentes  y  que  ninguna  puede  ser
considerada superior o inferior a otra, para poner en evidencia que las valoraciones acerca
del lenguaje estn ligadas al prestigio social de los hablantes, para poner en primer plano el
desarrollo de la competencia comunicativa ...
Ahora bien, si se aspira a lograr que todos los alumnos puedan poner en accin los
usos  del  lenguaje  requeridos  por  las  diversas  situaciones  de  comunicacin  que  debern
enfrentar en el futuro, si se pretende que todos los alumnos lleguen a ser capaces de tomar
la palabra, escuchar y hacerse escuchar, cules son las condiciones que la escuela tiene
la responsabilidad de asegurar y cules son las situaciones didcticas que es imprescindible
presentar para hacer posible el cumplimiento de estos propsitos?
Para que los alumnos puedan llegar a posicionarse efectivamente como hablantes
responsables, eficaces y crticos, es necesario que se apropien de una gama importante de
variedades  y  usos  del  lenguaje.  Podrn  apropiarse  de  ellos  en  la  medida  en  que  tengan
ocasiones  de  ponerlos  en  accin,  en  la  medida  en  que  se  les  brinden  mltiples
oportunidades de participar en una diversidad de situaciones de comunicacin. Aprendern
as en la prctica que son muchas las situaciones comunicativas a las que las personas se
enfrentan en su vida y que las maneras ms eficaces de conducirse varan en funcin de las
caractersticas de la situacin, lo que les permitir ubicarse cada vez ms adecuadamente
en esas diversas situaciones.
Aprender a usar una lengua afirma Halliday (1982) consiste tambin en aprender
a liberarla de las restricciones del entorno inmediato: aprender a separar las palabras de
los contextos en los que son producidas, de los objetos a los que refieren, de las personas a
las que aluden. Aprender a librarla de las miradas, los gestos, los sonidos y lograr as que
las palabras sean autosuficientes, autnomas, explcitas
2
En las conversaciones familiares, en general el tema est implcito en la situacin.
Cuando  un  sujeto  toma  por  primera  vez  contacto  con  interlocutores  a  quienes  no  lo  une
ninguna experiencia previa, el primer gran esfuerzo consiste en encontrar el espacio virtual
en el cual se ha de desarrollar la comunicacin y encontrarlo no es algo que las personas
sepan  hacer,  es  algo  que  aprenden  a  hacer  a  lo  largo  de  sucesivas  (y  a  veces
problemticas) situaciones nuevas.
Cuando una persona cuenta en su vida con muchas posibilidades de interactuar con
diferentes  interlocutores,  en  diferentes  situaciones,  con  diferentes  propsitos,  va
incorporando  como  parte  de  su  competencia  comunicativa  la  posibilidad  de  entablar  y
sostener  el  dilogo  con  menor  esfuerzo.  Cuando  en  cambio  una  persona  interacta
cotidianamente  con  un  mismo  grupo  humano,  a  propsito  de  los  mismos  temas,  en
contextos por todos conocidos, tiene oportunidades frecuentes de utilizar el lenguaje para
cumplir  ciertos  propsitos  para  pedir,  para  dar  instrucciones,  para  brindar  informacin
nueva, pero en general le resulta innecesario utilizarlo para presentarse, para expresar su
opinin,  para  hacer  preguntas  y  le  resulta  innecesario  porque  todos  sus  interlocutores
habituales lo conocen, todos saben lo que piensa, todos tienen conocimientos equivalentes
a  propsito  de  las  mismas  cosas  Cuando  se  participa  en  contextos  ms  formales  de
comunicacin, cuando se sostienen intercambios con personas ajenas al crculo inmediato,
con las que no se comparte idnticas presuposiciones, resulta necesario usar el lenguaje
para una mayor diversidad de funciones. Son tambin estos intercambios los que requieren
un  uso  ms  descontextualizado  del  lenguaje  y  ms  explcito  referencialmente  y  es
precisamente este uso el que la escuela tiene la responsabilidad de poner en primer plano
constituyndose  en  un  mbito  propicio  tanto  para  la  prctica  de  la  oralidad  en  los  ms
diversos contextos como para la reflexin acerca de ella.
La lengua oral se incluye en la vida escolar de dos maneras diferentes pero difciles
de  separar:  como  instrumento  de  comunicacin  que  atraviesa  todas  las  interacciones
sociales y todas las situaciones de aprendizaje que se desarrollan en el aula y, al mismo
tiempo,  como  objeto  de  enseanza.  Es  tambin  de  estas  dos  maneras  como  hemos
intentado  incluirla  en  este  documento  y  es  por  eso  que,  despus  de  haber  explicitado  la
concepcin  desde  la  cual  se  aborda  la  lengua  oral  y  de  haber  analizado  su  papel  en  el
mbito  escolar,  dedicaremos  el  segundo  captulo  Hablar  en  la  escuela  a  las  mltiples
situaciones  de  comunicacin  oral  que  se  producen  naturalmente  mientras  se  estn
enseando  contenidos  de  diferentes  reas  y  consagraremos  el  tercero  Situaciones
didcticas y contenidos  en  accin a desarrollar un conjunto de situaciones didcticas que
no forman parte de la cotidianeidad escolar y que es necesario presentar para ofrecer a los
nios oportunidades de desarrollar quehaceres del hablante que slo se ponen en accin en
el  marco  de  contextos  comunicativos  ms  pblicos  y  formales,  cuando  es  necesario
preparar  cuidadosamente  las  intervenciones  y  cuando  los  interlocutores  son  menos
conocidos o ms numerosos de lo que es habitual en la escuela.
Finalmente, en el ltimo captulo, se proponen situaciones centradas en la reflexin
sobre  el  lenguaje.  Estas  reflexiones  sobre  la  diversidad  lingstica  y  sobre  los  usos  del
lenguaje  en  diferentes  espacios  de  la  comunidad,  as  como  sobre  las  diferencias  entre
lengua oral y lengua escrita estn fuertemente ligadas a la prctica: se sustentan en las
mltiples  reflexiones  que  tienen  lugar  tanto  en  la  conversacin  cotidiana  como  en  las
situaciones comunicativas formales, tanto cuando se sostiene una discusin como cuando
se  escribe  y  hay  que  decidir  entonces,  por  ejemplo,  cul  es  el  registro  lingstico  ms
3
apropiado  o  qu  expresiones  de  la  oralidad  coloquial  pueden  incluirse  y  cules  es  mejor
descartar, tanto cuando se planifica una exposicin o un debate, como cuando se prepara
una entrevista con una personalidad...
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1. La oralidad y su lugar en la escuela, Una redefinicin.
Conquistadores  y  conquistados  necesitaron  comprenderse  mutuamente,  en  todos
los lugares y todas las pocas. El drama de la conquista de nuestra Amrica  tambin  tuvo
una  dimensin  lingstica.  Como  los  ms  necesitados  para  hacerse  entender  eran  los
conquistados,  fueron  ellos  quienes  manifestaron  un  mayor  don  de  lenguas.  ()  El
conquistador  necesita  hacer  valer  sus  derechos  sobre  los  conquistados,  en  un  acto
lingstico de toma de posesin.
Emilia Ferreiro (1994)
Imaginen  una  amplia  casa  victoriana  en  el  centro  de  Cheltenham:  tres  pisos  y  un
stano.  Hay  una  familia  viviendo  all.  El  padre  se  cas  dos  veces,  tiene  dos  hijas  de  su
primer  matrimonio  y  una  hija  menor  del  segundo.  Desgraciadamente,  su  segunda  esposa
falleci. El padre viaja mucho por negocios y son las dos hijas mayores las que se encargan
de  llevar  la  casa,  obligando  a  su  hermana  menor  a  hacer  todas  las  tareas  desagradables.
Las  dos  hermanas  mayores  salen,  participan  en  reuniones  sociales  y  son  invitadas  a
distintos acontecimientos, mientras la hermanita se queda en casa. La llaman la hermanita
parlanchina  porque  siempre  est  murmurando,  cantando  canciones,  recitando  poesas,
hablando  con  los  vecinos  a  travs  de  la  verja;  sin  embargo,  nunca  es  invitada  a  ninguna
reunin. Llamemos a las dos hermanas mayores la Seorita Lectura y la Seorita Escritura
y,  por  supuesto,  ustedes  ya  saben  lo  que  sucedi:  las  tres  fueron  invitadas  al  baile  de  la
Reforma Curricular. Las invitaciones cayeron en el buzn y la hermanita abri la suya, loca
de  contenta,  diciendo:  fui  invitada  al  baile!;  por  fin!,  por  fin  me  reconocieron!.  Oh,  es
ridculo. Debe haber un error de computadora -le dijeron las dos hermanas mayores- y ella
contest:  No,  es  cierto.  Ac  dice  que  vaya  al  baile.  Bueno,  de  todas  maneras  -le
replicaron- no pods venir, porque no tens nada para ponerte.
Y  ustedes  ya  saben  lo  que  sucedi.  Se  fueron  al  baile  y  dejaron  a  la  hermanita
desesperada. Pero entonces lleg  un  hada  madrina,  la  transform  y  ahora  tiene  ropa  para
vestirse. Lleg tarde al baile curricular. Entr por la gran puerta, camin hacia el centro y el
prncipe la vio. Pens: Quin es? Nunca antes la v, es hermosa. Debo conocerla. Camin
hacia ella, la mir a los ojos y dijo: No s quin eres. Eres hermosa. Debes bailar conmigo.
Ella lo mir y respondi: S, bailar contigo, pero no olvides que debers evaluarme. Bien,
estoy preparado para evaluarte, contest el prncipe, pero no olvides que debers satisfacer
mis criterios(...).
Cenicienta fue invitada al baile. La pregunta que corresponde hacer ahora es: qu
pieza le van a pedir que baile?
Alan Howe (1994)
Comentario sobre el nuevo status conquistado por la lengua oral
en el curriculum ingls. (Traduccin libre)
Es  justo  concebir  el  papel  de  la  lengua  oral  como  anlogo  al  de  la  pobre
Cenicienta?
Si  bien  es  cierto  que  el  lugar  que  ha  ocupado  en  la  escuela  no  es  comparable  al
ocupado por la lengua escrita, hay que reconocer que contrariamente a lo sugerido en una
de  las  citas  que  encabezan  estas  lneas-  la  lengua  oral  siempre  ha  tenido  un  lugar  de
importancia en la escuela:
- En tanto objeto de enseanza, ha estado presente en objetivos curriculares como
enriquecer  el vocabulario o  desarrollar  la  capacidad  de  expresar  las  propias  ideas y, en el
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caso  de  la  Ciudad  de  Buenos  Aires,  ha  conquistado  ya  un  lugar  entre  los  contenidos
desarrollados por el DC 86.
- En tanto instrumento de comunicacin, la lengua oral ha tenido siempre aunque
de manera implcita una fuerte presencia en la escuela:
 *Porque  su  rol  en  la  enseanza  y  el  aprendizaje  es  fundamental,  aunque  se
manifieste de manera diferente en diferentes modelos didcticos: en el modelo tradicional
se apela a la transmisin oral, en particular a travs de la explicacin y la interrogacin; en
el  modelo  que  enfatiza  la  construccin  escolar  del  conocimiento,  el  papel  central  que  se
asigna a la cooperacin cognitiva entre nios hace entrar en escena la interaccin social y
por  lo  tanto  lingstica  no  slo  entre  el  maestro  y  los  alumnos  sino  tambin  entre  los
alumnos mismos.
 *Porque la escuela es uno de los espacios sociales donde se habla y la lengua oral
ha tenido all siempre en acto un rol crucial. En la escuela coexisten diversas formas de
habla, que estn cargadas de diferentes grados de prestigio y, por ende, de poder. De este
modo, la sociedad atraviesa la escuela, la penetra. Sucede en ella lo que en toda institucin
social.  Pero  la  escuela  tiene  un  rol  enseante:  frente  a  la  diversidad,  no  permanece
impasible, interviene de algn modo y afecta el comportamiento lingstico de los alumnos.
Ahora bien, mientras que escuela y alfabetizacin estn identificadas, la adquisicin
de  la  lengua  oral  se  vincula  con  procesos  sociales  ms  amplios.  La  lengua  escrita  es
concebida como adquisicin escolar, la lengua oral no lo es. Aunque el aprendizaje de la
oralidad y el de la escritura tienen lugar tanto dentro como fuera de la escuela, es indudable
que la cuota de responsabilidad que le corresponde a la institucin escolar es muy diferente
en  uno  y  otro  caso:  mientras  que  la  responsabilidad  social  de  la  escuela  frente  a  la
alfabetizacin  es  central,  es  la  familia  el  agente  ms  importante  en  la  adquisicin  del
lenguaje oral. Por eso result histricamente difcil para la escuela definir cul deba ser su
intervencin en este aprendizaje.
Al igual que en la historia de la Cenicienta, la lengua oral est presente en la vida
social  de  los  nios  ya  que  en  su  casa  ellos  conversan,  protestan,  canturrean,  recitan,
escuchan relatos, argumentan para obtener lo que desean, entonces para qu pedirle
que asista a la escuela?
Tomar conciencia de que la escuela puede contribuir a evitar la discriminacin
lingstica  es  lo  que  nos  lleva  a  acentuar  el  lugar  de  la  lengua  oral  como  objeto  de
enseanza.  En  qu  sentido  y  de  qu  manera  puede  la  institucin  escolar  hacer  esta
contribucin?
Entre  los  alumnos  de  una  clase,  es  posible  reconocer  distintas  variedades
lingsticas  distintas  formas  de  hablar.  Frente  a  esta  diversidad,  pueden  tomarse
posiciones diferentes: o bien se interpreta que alguna de esas variedades es superior o ms
valiosa  que  las  otras  o  bien  se  piensa  que  todas  son  equivalentes  pero  no  gozan  de  la
misma valoracin social. Las decisiones didcticas que se derivarn de una u otra de esas
interpretaciones sern muy diferentes y tendrn consecuencias tambin muy distintas para
los alumnos. La primera puede llevar como de hecho ha llevado a pensar que es funcin
de la escuela ensear el lenguaje correcto e incluso a intentar que los alumnos descarten
aquellas  formas  lingsticas  consideradas  incorrectas;  la  segunda  conduce  tanto  a
reconocer la validez de la lengua materna de los nios de esa manera de hablar que han
aprendido  en  su  hogar  como  a  producir  intervenciones  didcticas  que  permitan  a  todos
apropiarse tambin de las variedades lingsticas prestigiosas en su comunidad y utilizar las
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diversas  variedades  todas,  tambin  la  adquirida  en  su  grupo  de  pertenencia  en  forma
adecuada a las diferentes situaciones comunicativas en las que se encuentren inmersos.
Desde la perspectiva lingstica, la nocin de correccin ha sido sustituida por la de
adecuacin.
 Desde  estas  concepciones  sealbamos  en  el  Documento  de  Actualizacin
Curricular  N  1  (p.4),  un  hablante  competente  ser  aquel  que  tenga  capacidad  para
construir,  en  diferentes  situaciones,  textos  adecuados  y  eficaces  (orales  o  escritos).  Esto
implica ubicar en primer plano algunas nociones fundamentales:  competencia,  adecuacin,
eficacia, texto ().
Competencia  entendida  no  slo  como  competencia  lingstica,  es  decir  como
conocimiento  por  parte  del  hablante  de  las  reglas  lingsticas  que  le  permiten  producir
oraciones  gramaticalmente  correctas,  sino  como  competencia  comunicativa,  que  supone
tambin  el  manejo  de  las  reglas  sociales  que  hacen  que  el  hablante  pueda  ubicarse  de
manera adecuada en situaciones comunicativas variadas.
La nocin de adecuacin pone en primer plano la cuestin de la variedad lingstica
y  la  capacidad  del  emisor  para  ubicarse  ante  esa  variedad:  para  elegir,  segn  la  situacin
comunicativa,  una  entre  otras.  Reemplaza  as  la  nocin  tradicional  de  correccin,  que
supone  un  modelo  lingstico  nico  a  imitar  (en  la  escuela,  muchas  veces,  aquel  ofrecido
por los libros de texto).
El  concepto  de  eficacia  se  refiere  a  los  efectos  logrados.  Un  enunciado  es  eficaz
cuando el emisor logra con l lo que se propuso: por ejemplo, hacer rer a otro con un relato
o dar a alguien una informacin que necesitaba. Si un enunciado es inadecuado (porque no
tiene  en  cuenta  la  edad  o  la  posicin  del  receptor  al  que  va  dirigido,  las  caractersticas
formales  o  informales  de  la  situacin  en  que  se  ubica,  el  tema del  que  se  est  hablando),
seguramente ser tambin ineficaz.
Sustituir la tradicional distincin entre lo correcto y lo incorrecto por la distincin
entre  lo  adecuado  y  lo  inadecuado  supone  dejar  de  concebir  el  espacio  escolar  como
aquel  en  el  que  debe  instalarse  una  nica  variedad  lingstica  la  ms  prestigiosa  en  la
comunidad particular a la que pertenece la escuela dentro de una situacin comunicativa
tambin nica -la situacin escolar- para emprender la tarea de configurarlo como un mbito
que abre las puertas a las ms diversas situaciones comunicativas y permite, por lo tanto,
poner en accin y reflexionar sobre las variedades ms adecuadas para cada una de esas
situaciones. Es esta opcin la que orienta las diferentes situaciones didcticas propuestas
en el presente documento.
Renunciar  a  la  distincin  entre  lenguaje  correcto  y  lenguaje  incorrecto  no  es  fcil
para la institucin escolar, ya que ha sido tradicionalmente responsable de la conservacin
de esa variante de la oralidad que nos hemos acostumbrado a considerar como correcta.
Sin embargo, adems de la necesidad de orientar el trabajo en funcin del eje adecuacin /
inadecuacin, hay argumentos de peso que fundamentan esa renuncia.
En  efecto,  incluso  una  mirada  superficial  sobre  la  cuestin  nos  obliga  a  hacer
constataciones y plantear interrogantes que ponen en tela de juicio esa nocin tan arraigada
en  la  institucin  escolar:  lo  que  es  considerado  como  correcto  por  una  comunidad
lingstica no siempre lo es para otra comunidad de hablantes de la misma lengua. No hay
forma de establecer qu es lo correcto. Podra considerarse acaso que la forma de hablar
de los madrileos es ms correcta que la de los porteos o la de los correntinos?. Dentro de
la ciudad de Buenos Aires, quin habla ms correctamente?: los jvenes o los ancianos,
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los mdicos o los maestros, los polticos o los profesores? Y si pensamos en cada uno de
nosotros:  cundo  hablamos  mejor:  cuando  conversamos  informalmente  con  un  amigo  o
cuando participamos en un curso de capacitacin docente?
Pero  adems  y  sobre  todo  hay  argumentos  sociolingsticos  e  histricos  muy
fuertes  para  convencernos  de  que  no  es  lcito  permanecer  aferrados  a  la  nocin  de
correccin en relacin con el lenguaje.
Argumentos sociolingsticos
El aporte de los estudios sociolingsticos es esencial cuando se trata de definir la
funcin  de  la  escuela  en  relacin  con  el  lenguaje  oral.  Estas  investigaciones  entre  las
cuales  se  destacan  los  trabajos  de  W.  Labov  demostraron  que  las  diferentes
variedades de una lengua son equivalentes en su estructura profunda, que no existen
variedades  lingsticamente  superiores  y  que,  sin  embargo,  estn  cargadas  de
diferentes grados de  prestigio  social  y  poder. Es por eso que, aunque aquellos que no
hablan las variedades ms prestigiosas son tambin expertos hablantes, emplear una u otra
no habilita equitativamente para el xito en la vida acadmica o laboral.
Estas investigaciones han mostrado tambin que los usos del lenguaje pueden ser
diferentes en diferentes grupos sociales, que las diferencias no radican en la calidad de las
relaciones sintcticas o semnticas establecidas, sino en la actuacin lingstica en relacin
con las exigencias del entorno comunicativo (M.E. Rodrguez, 1988). Las diferencias en el
uso  del  lenguaje  estn  vinculadas  con  la  cultura  propia  de  cada  comunidad  y  no  hay
razones para considerarlas como desigualdades.
Labov  ha  aportado  elementos  de  peso  para  refutar  la  teora  del  dficit  cultural  y
lingstico de los nios pertenecientes a grupos socialmente desfavorecidos. Sus estudios,
basados en observaciones realizadas en situaciones reales de habla, pusieron en evidencia
la gran valoracin que las comunidades estudiadas los ghettos negros  de  Harlem,  entre
otras  acuerdan  al  lenguaje:  Vemos  un  nio  inmerso  en  estmulos  verbales  desde  la
maana  hasta  la  noche.  Vemos  muchos  actos  de  habla  que  implican  la  exhibicin
competitiva  de  habilidades  verbales,  los  insultos  rituales,  el  cantar,  el  hacer  brindis,  los
duelos verbales, las bravatas: toda una gama de actividades en las cuales el individuo gana
prestigio mediante su uso del lenguaje. Vemos que el nio pequeo trata de adquirir esas
habilidades  de  los  nios  mayores  permaneciendo  en  la  periferia  de  los  grupos  de  sus
semejantes  un  poco  superiores  en  edad,  e  imitando  esta  conducta  al  mximo  de  sus
habilidades. No vemos ninguna conexin entre la habilidad verbal en estos eventos de habla
caractersticos de la cultura de la calle y el xito en el saln de clase (Labov, 1969).
Estos trabajos demostraron tambin y esto es fundamental cuando se piensa en el
contexto  escolar  que  las  caractersticas  de  la  situacin  en  la  que  se  recogen  los  datos
influye  de  manera  decisiva  en  los  resultados  que  se  obtienen:  cuando  el  entrevistador
pertenece  a  la  comunidad  o  est  muy  cerca  de  ella  en  lugar  de  ser  un  extrao
perteneciente a un grupo social ms favorecido, cuando sabe lo suficiente sobre los nios
como para elegir temas que suscitan su inters y sobre los cuales desean hablar, cuando la
entrevista  se  hace  con  por  lo  menos  dos  nios  (lo  que  compensa  de  algn  modo  la
asimetra en relacin con el adulto), cuando se hace sentir a los nios que est realmente
permitido hablar de temas que los movilizan (aunque no estn usualmente permitidos en el
mbito  escolar),  entonces  los  mismos  nios  que,  entrevistados  en  la  modalidad
tradicional,  se  haban  mostrado  monosilbicos,  ineptos,  ignorantes,  vacilantes,  compiten
por  tomar  la  palabra  y  se  dirigen  tanto  el  uno  al  otro  como  al  entrevistador.  El  hablante
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monosilbico que no tena nada que decir sobre ningn tema y  no  poda  recordar  lo  que
haba hecho ayer ha desaparecido. En su lugar, tenemos dos muchachos que tienen tanto
que decir que se interrumpen constantemente el uno al otro, que no parecen tener ninguna
dificultad en el uso del idioma para expresarse () (Esto) significa que la situacin social
es  el  determinante ms  importante  de  la  conducta  verbal, y que un adulto debe entrar
en  la  relacin  social  adecuada  con  el  nio  si  quiere  descubrir  lo  que  ste  es  capaz  de
hacer. (Labov, 1969)
Investigaciones  realizadas  en  nuestra  ciudad  han  mostrado  la  vigencia  que  estas
conclusiones  tienen  aqu  y  ahora.  La  poblacin  escolar  de  Buenos  Aires  puede
caracterizarse como multilinge, no slo en el sentido de que incluye alumnos cuya lengua
materna  no  es  el  castellano  sino  tambin  en  el  sentido  de  que  est  integrada  por  nios
cuyas familias provienen de diferentes lugares de nuestro pas as como de pases limtrofes
y hablan, por lo tanto, diversas variedades del castellano. Un estudio antropolgico en curso
(R.  Feldsberg,  1997)  centrado  en  el  anlisis  de  la  problemtica  enfrentada  en  el  marco
escolar por alumnos que pertenecen a comunidades migrantes y realizado en una escuela
que atiende una cantidad importante de nios de origen boliviano revela que los docentes
caracterizan a estos nios como muy introvertidos y poco comunicativos y sealan entre
los  factores  que  obstaculizan  el  proceso  de  enseanza  y  aprendizaje  la  dificultad  en  la
comunicacin  de  los  alumnos,  tanto  en  la  expresin  oral  como  escrita;  pobreza  de
vocabulario; las diferencias en los usos del lenguaje oral y el acento de los alumnos ().
Los mismos docentes afirman, sin embargo, que estos nios actan de una manera muy
diferente  cuando  se  encuentran  en  contextos  en  los  que  se  sienten  ms  valorados:
portadores de una cultura de gran tradicin artesanal, tienen oportunidad de destacarse en
la clase de plstica instancia en la que sus conocimientos previos resultan especialmente
compatibles con las expectativas escolares y en ese mbito se comunican oralmente con
mayor espontaneidad e incluso producen escrituras al hacer historietas, por ejemplo que
evidencian un buen manejo del lenguaje, tanto de la estructura sintctica como del lxico.
Por otra parte, la investigadora hace notar que la actuacin de los chicos en el recreo y en
particular  las  interacciones  sostenidas  con  ella  revelan  posibilidades  lingsticas  muy
diferentes de las que se ponen de manifiesto cotidianamente en el aula: Cierto da decid
caminar  por  el  patio.  Estaba  muy  concentrada  en  mi  rol  de  observadora  tomando  fotos
cuando de pronto me di cuenta de que la situacin se haba revertido y que yo me haba
transformado  en  la  observada.  Alrededor  m  comenz  un  alboroto:  chicos  y  chicas  de
diferentes edades me rodeaban y me perseguan pidindome por favor si podan ver, tocar,
usar y mirar a travs de la mquina de fotos. Queran saber cmo funcionaba y hacan mil
preguntas. Qu haba pasado? Aunque eran los mismos alumnos que haba observado en
el aula, su conducta era radicalmente diferente: demostraban curiosidad, inters y poca o
ninguna timidez.(Feldsberg, 1997 a).
El  desempeo  lingstico  est  fuertemente  determinado  por  las  condiciones  de  la
situacin  en  que  se  produce.  Si  un  nio  permanece  callado  o  muestra  dificultades  para
expresarse  en  el  aula,  esto  slo  significa  que  l  acta  de  ese  modo  en  el  marco  de  esa
situacin social en la cual puede sentirse desvalorizado, inhibido o evaluado y esto no nos
habilita para inferir que se es el nico comportamiento lingstico  posible  para  ese  nio.
Cuando  se  encuentran  en  un  terreno  en  el  que  priman  variedades  y  usos  del  lenguaje
diferentes de los propios, los alumnos enfrentan un problema difcil de resolver: lo que es
aceptado o prestigioso en su comunidad de origen deja de serlo en la escuela. Modificar las
condiciones  en  que  se  desarrollan  las  interacciones  en  el  mbito  escolar  permitira
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seguramente que se manifestaran otras posibilidades de desempeo verbal, otras maneras
de usar el lenguaje.
Por  otra  parte,  hay  muchas  ms  semejanzas  que  diferencias  entre  las
variedades de habla. Si bien la variacin es inherente a la lengua, el campo de lo que vara
es bastante restringido: hay zonas estables y zonas inestables de la lengua y es en estas
ltimas  donde  se  producen  las  variaciones,  es  tambin  en  relacin  con  esas  zonas
inestables que son elaborados los juicios sociales en el interior de una comunidad (Boutet,
1989, citado por Berenblum,1996).
Los datos aportados por las investigaciones realizadas en la ciudad de Buenos Aires
permiten  confirmar  que  son  muy  pocos  los  rasgos  sealados  por  los  docentes  como
diferentes de su propia forma de habla y propios de las comunidades de las que provienen
los  nios.  Los  maestros  definen  como  modismos  seala  Feldsberg  (1996)  en  relacin
con  la  escuela  a  la  que  asisten  muchos  nios  bolivianos  el  uso  de  las  siguientes
construcciones lingsticas: en aqu, en all, en arriba, en abajo, es de m, es de vos.
Tambin  aluden  al  empleo  de  algunos  verbos  cuyo  uso  es  comn  en  otros  pases
latinoamericanos,  pero  no  en  la  Argentina,  como  botar  y  jalar.  En  el  marco  de  otra
investigacin  realizada  en  nuestra  ciudad,  en  varias  escuelas  que  atienden  alumnos  de
diferentes  sectores  sociales,  en  general  de  origen  argentino  (A.S.  Berenblum,  1996),  los
ejemplos  proporcionados  por  los  maestros  cuando  se  trata  de  explicitar  cules  son  los
rasgos lingsticos que ellos consideran como diferentes de los usualmente aceptados en la
escuela  son  escasos:  omitir  la  s  del  plural,  anteponer  artculo  al  nombre  propio,  decir
haiga y pronunciar mal (de lo cual se dan slo estos ejemplos: comerse las s o las c y
yelo).
Aunque  seguramente  sera  posible  si  se  hiciera  un  estudio  centrado  en  esta
cuestin  encontrar  otros  ejemplos  de  diferencias  en  el  habla,  no  cabe  duda  de  que  lo
compartido por los hablantes de una misma lengua es mucho ms que lo diferente, no cabe
duda de que la variacin se produce sobre todo a nivel lexical o fontico y es muy reducida
a  nivel  sintctico.  Es  por  eso  que  todos  los  hablantes  de  una  lengua  pueden
comunicarse,  es  por  eso  que  la  diversidad  en  el  habla  nunca  es  obstculo  para
entender al otro y para hacerse entender por l. Sin embargo, esas diferencias han sido
suficientes  para  anclar  prejuicios  sociales,  han  sido  utilizadas  para  estigmatizar  a  unos
hablantes  y  valorizar  a  otros.  Como  seala  Boutet  (op.  cit.),  cuando  se  emite  juicio  en
relacin  con  los  sonidos  voclicos  o  el  estilo  expresivo,  se  est  haciendo  una
apreciacin sobre la estructura social, no sobre el sistema lingstico.
La necesidad de superar una situacin que plantea dificultades serias para muchos
alumnos  y  de  que  los  maestros  cuenten  con  mayor  informacin  sobre  la  diversidad
lingstica  para  intervenir  de  manera  ms  efectiva  es  sealada  por  varios  docentes  de
nuestra  jurisdiccin  (Berenblum,  op.cit.),  una  de  las  cuales  seala:  Creo  que  tiene  que
cambiar  la  manera  de  transmisin  de  la  lengua,  donde  tendra  que  quedar  claro  para  un
maestro  de  lengua  si  la  lengua  que  habla  la  modalidad  de  la  lengua  es  la  misma  que
habla  su  grupo  y  estar  preparado  para  intentar  integrar  estas  dos  modalidades  y  no
poner una como la lengua y lo otro como lo que no existe o no se valora. Esto puede pasar
tambin para un chico que viene de Crdoba, tambin tiene su modalidad de lengua, una
tonada  diferente  En  general  son  chicos  muy  marginados,  un  chico  chileno,  un  chico
boliviano en general la gente se re de cmo habla o dice es un bolita .
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Efectivamente, durante  mucho  tiempo  hemos  credo  que  se  trataba  de  ensear  la
lengua  y  esa  lengua  concebida  como  monoltica  coincida  con  la  variedad  lingstica
considerada  prestigiosa  en  nuestra  comunidad,  con  la  lengua  oficial.  Cules  son  las
razones  que  llevaron  a  imponer  esta  concepcin?  Cul  es  el  proceso  a  travs  del  cual
cierta variedad de lengua se constituye en lengua oficial? Es precisamente en este punto
donde resulta importante hacer intervenir los argumentos histricos.
Argumentos histricos
El  desconocimiento  social  de  los  verdaderos  procesos  de  instalacin  de  una
determinada variante de lengua como lengua oficial seala Berenblum (1996) al exponer la
hiptesis central que orienta su trabajo conduce a su progresiva naturalizacin como nica
variante legtima. Por eso, recordar la historia de esa instalacin es tambin una manera de
combatir la discriminacin.
Unas breves pinceladas tomadas del trabajo de Berenblum bastarn para hacer
presentes aqu algunos hitos decisivos:
-  En  la  poca  de  la  colonia,  el  modelo  de  prestigio  idiomtico  y  cultural  es  por
supuesto Espaa, que regula el comportamiento lingstico de los habitantes de Amrica,
principalmente a travs de la lengua escrita.
- La lengua oficial regida por el modelo espaol se perpeta mucho ms all de la
Independencia.  Quedan  ntidamente  separadas  dos  lenguas:  una  pblica,  utilizada  en  las
ceremonias civiles y religiosas, basada principalmente en la norma escrita, y otra popular y
cotidiana, usada en la vida privada. El uso de la norma culta, urbana y peninsular tanto por
los  espaoles  como  por  los  criollos  marginaba  a  la  poblacin  campesina,  estableca
jerarquas sociales.
-  La  voluntad  de  crear  una  identidad  americana  llev  a  plantear  la  necesidad  de
independizar  tambin  la  lengua,  ya  que  la  independencia  cultural  es  concebida  como
correlato  imprescindible  de  la  independencia  poltica.  Sarmiento  as  como  Simn
Rodrguez en Venezuela y Andrs Bello en Chile se transforma en adalid de una reforma
americana  que  aspira  a  constituir  una  norma  diferente  de  la  espaola,  reforma  que  se
expresa sobre todo en la propuesta de modificar la ortografa hacindola corresponder a la
pronunciacin de los sectores cultos urbanos de la sociedad americana.
-  En  1837,  en  respuesta  a  un  proyecto  de  la  Academia  Espaola,  en  el  que  se
propone  la  creacin  de  una  comisin  para  reparar  y  defender  el  idioma  castellano  en
Amrica,  Alberdi  escribe:  Hay  que  saber  si  ese  proyecto,  acordado  para  Amrica  sin  la
participacin  de  Amrica,  tendr  aceptacin  y  aprobacin  de  las  Repblicas  de  este
continente  que  asumieron,  junto  con  su  soberana  poltica,  la  de  su  educacin  y  cultura
literaria,  incluso  en  su  lengua,  naturalmente,  que  sirve  de  expresin  a  los  actos  de  su
soberana  poltica  ().  Si  hay  un  terreno  en  el  cual  el  dogma  de  la  soberana  del  pueblo
haya  existido,  desde  que  existen  sociedades,  ste  es  el  del  idioma.  La  lengua  es  de  tal
modo  la  obra  inmediata  y  directa  de  la  nacin  que  constituye,  de  cierto  modo,  su  mejor
smbolo. () No puede un pas soberano dejar en manos del extranjero el magisterio de su
lengua.  Sera  entregarle  la  interpretacin  y  la  suerte  de  sus  leyes  fundamentales,  de  sus
cdigos, de sus tratados, escritos en su lengua nacional ().
- A partir de 1870, son creadas las Academias de la Lengua en casi todos los pases
americanos. En la misma poca, la afluencia masiva de inmigrantes a nuestro pas lleva a
atribuir  a  la  educacin  y  a  la  lengua  nacional  un  papel  fundamental  para  inculcar  un
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sentimiento nacional a los extranjeros establecidos en el pas, as como a sus hijos nacidos
en la Argentina. Esta tendencia se refleja claramente en la Ley 1420.
Se intenta incorporar as a los inmigrantes, que provenan en su mayora del sur de
Italia y de Espaa, haban llegado en busca de trabajo, y eran culturalmente desvalorizados
por la lite argentina. La situacin lingstica de la nueva sociedad urbana de Buenos Aires
es  descrita  por  J uan  Mara  Gutirrez  en  1876,  en  su  Carta  de  renuncia  al  cargo  de
Acadmico Correspondiente Extranjero de la Academia Espaola de la Lengua, quien se
refiere  a  la  existencia  de  dos  lenguas,  una  popular  y  otra  culta.  La  ley  suprema  del
lenguaje es para l el uso de las personas que cultivan con esmero la inteligencia.
La historia podra remontarse hasta mucho antes y proseguir hasta la actualidad. La
distincin entre una lengua culta y otra vulgar exista ya en latn. Las lenguas romance 
el espaol entre ellas deben sostener una prolongada batalla para lograr sustituir al latn 
lengua  del  Imperio  Romano  en  las  actividades  consideradas  como  elevadas.  El
castellano es slo uno de las variedades utilizadas en Espaa y su triunfo sobre las otras
est vinculado con el podero de Castilla. Entre nosotros, el lugar prestigioso acordado a la
variedad  de  habla  de  la  clase  media  alta  portea  est  seguramente  relacionado  con  el
podero conquistado por Buenos Aires a travs de los conflictos entre unitarios y federales
Esta  mirada  retrospectiva  pone  de  manifiesto  que  es  la  lucha  entre  diferentes
intereses o poderes y no la correccin lo que define cul es la variedad lingstica que
se constituye como lengua oficial.
Cul es y cmo se gesta la posicin de la escuela frente a esta cuestin?
La  institucin  escolar  hace  suya  la  lengua  oficial  por  razones  que,  como  hemos
sealado en relacin con la sancin de la Ley 1420, estn tambin arraigadas en nuestra
historia e indudablemente vinculadas con la democratizacin de la educacin: La escuela
pblica, gratuita y obligatoria del siglo XX nos recuerda E. Ferreiro (1994) refirindose a un
proceso que trasciende ampliamente las fronteras de nuestro pas es heredera de la del
siglo pasado, la cual fue encargada de misiones histricas de suma importancia: crear un
solo pueblo, una sola nacin, liquidando las diferencias entre los ciudadanos, considerados
como  iguales  delante  de  la  ley.  La  tendencia  principal  fue  equiparar  igualdad  con
homogeneidad.  Si  los  ciudadanos  eran  iguales  ante  la  ley,  la  escuela  deba  contribuir  a
generar  esos  ciudadanos  homogeneizando  a  los  nios,  independientemente  de  sus
diferencias iniciales. () Esta escuela luch no slo contra las diferencias de lenguas sino
tambin  contra  las  diferencias  dialectales  en  el  habla  como  parte  de  su  misin,
contribuyendo  as  a  generar  el  mito  de  un  nico  dialecto  patrn  para  tener  acceso  a  la
escritura.
Pero  la  heterogeneidad  cultural  y  lingstica  se  resisti  a  los  esfuerzos
homogeneizadores  de  la  institucin  escolar  y  la  escuela  pblica  de  los  pases
latinoamericanos pas de la heterogeneidad negada a la heterogeneidad reconocida como
un mal inevitable. (Ferreiro, 1994). Pertenecer a una cultura diferente, hablar una variedad
de lengua diferente de la prestigiosa comenzaron a constituirse en obstculos para culminar
con xito la escolaridad (y esto ocurri y ocurre no slo en Latinoamrica, como lo muestra
la extensa bibliografa europea y norteamericana sobre el fracaso escolar). Fue as  como
diferencia pas a ser sinnimo de dficit.
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De la teora del dficit a la teora de la diferencia
Hoy sabemos la Antropologa cultural y la Sociolingstica lo han demostrado con
creces que la teora del dficit se deriva de una concepcin etnocntrica que valoriza o
desvaloriza los rasgos de las otras culturas -o de las otras variedades de una lengua- en
funcin  de  su  cercana  o  su  distancia  con  los  rasgos  de  la  propia;  hoy  sabemos  que  las
diferencias culturales y lingsticas no son en s mismas signos de desigualdad, que es la
asociacin con el poder o con el prestigio lo que hace aparecer a unas como superiores y
a otras como inferiores.
La diversidad lingstica es una manifestacin de la riqueza cultural producida por la
especie  humana  y  seguimos  apegados  a  la  argumentacin  de  Ferreiro,  1994  es  tan
merecedora  de  ser  preservada  como  la  diversidad  biolgica.  Sin  embargo,  limitarse  a
elogiar la diversidad puede ser tan peligroso como intentar negarla: no se puede ignorar que
lo diferente (de la cultura dominante, de la lengua prestigiosa) suele ser considerado como
deficitario  y  convertirse  en  objeto  de  estigmatizacin;  no  se  puede  ignorar  que  para  la
escuela institucin de tradicin homogeneizadora trabajar con la diversidad constituye un
fuerte desafo.
Despus de sealar que la diversidad cultural puede estar en riesgo de extincin en
esta  poca  de  globalizacin,  Ferreiro  plantea:  Cmo  concebir  la  misin  de  la  escuela
pblica  en  este  contexto?  Ya  no  puede  pretender  homogeneizar,  porque  otras  fuerzas,
mucho ms poderosas, estn consiguiendo en menor tiempo y de manera ms eficaz lo que
la  escuela  pretendi  hacer  sin  conseguirlo.  La  TV  transnacional  ha  logrado  que  nios,
jvenes y adultos deseen poseer los mismos objetos, que aspiren al mismo modo de vida,
que compartan las mismas informaciones y que ignoren otras informaciones, que tengan las
mismas figuras de identificacin.() Por el contrario, creo que el modo de existencia de la
TV en el mundo contemporneo nos da una ocasin privilegiada para repensar la escuela y
para descubrir otra misin (quizs igualmente utpica que la del siglo pasado, pero tambin
igualmente  necesaria):  la  de  ayudar  a  todos  los  nios  del  planeta  a  comprender  y
apreciar el valor de la diversidad.
La escuela actual, frente al desafo de la diversidad
Cmo enfrentar el desafo planteado por la diversidad? Cmo contribuir a evitar la
discriminacin lingstica?
Un primer paso necesario es reconceptualizar la prctica de la oralidad que tendr
lugar en la escuela, lo que implica:
- Entender que la variacin es inherente al lenguaje, que la lengua no puede ser ya
concebida  como  una  unidad  monoltica  como  la  lengua  sino  como  un  conjunto  de
variedades que corresponden a distintos usos sociales.
- Tomar en consideracin que estas variedades son objeto de valoraciones sociales,
que algunas de ellas son ms prestigiosas que otras en ciertos contextos y que la manera
en que los hablantes las usan influyen en la valoracin que se hace de ellos y pueden llevar
al reconocimiento social o a la estigmatizacin.
- Reconocer que la enseanza de la oralidad slo puede tener lugar en el marco de
la participacin en una diversidad de situaciones comunicativas, que la apropiacin de los
diversos usos del lenguaje slo es posible cuando los nios tienen oportunidad de participar
como hablantes y oyentes en situaciones autnticas y, en particular, en situaciones formales
en las que la vida cotidiana no les ofrece muchas ocasiones de participar.
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Una aclaracin acerca del concepto de  lengua estndar
Hemos  optado  por  una  definicin  de  la  prctica  de  la  oralidad  en  la  escuela  que  enfatiza  las
variedades -as como sus usos y las valoraciones que estn asociados a ellos- en lugar de postular la
enseanza de la lengua estndar. Cules son las razones de esta eleccin?
En primer lugar, si bien hubiramos podido utilizar la expresin lengua estndar a la manera
de  los  sociolingistas,  para  referirnos  a  las  variedades  prestigiosas  en  un  momento  dado  y  en  una
comunidad  especfica,  hemos  temido  que  esta  denominacin  sugiriera  que  se  trata  de  ensear  una
lengua, lo que fcilmente podra retrotraernos a ensear la lengua.
En  segundo  lugar,  definir  la  lengua  estndar  no  es  tarea  fcil.  Aparecen,  en  las  diferentes
definiciones  que  se  encuentran  en  la  bibliografa,  dos  rasgos  destacados:  un  criterio  cuantitativo,  en
base al cual se concibe como estndar aquella variedad de lengua que es utilizada por la mayora de
los hablantes de una comunidad lingstica y un criterio cualitativo, segn el cual se la define como la
variedad de lengua utilizada por los hablantes nativos educados.
Ambos criterios resultan problemticos. Si adoptramos el cualitativo, correramos el riesgo de
entender  lengua  estndar  como  sinmino  de  buen  castellano,  lo  cual  nos  retrotraera  al  concepto
de  correccin.  Por  otra  parte,  habra  que  pensar  en  una  lengua  estndar  para  cada  lugar  donde  se
habla  el  castellano  y  -en  nuestro  caso-  para  cada  regin  del  pas.  Adems  -como  lo  ha  sealado
Perera (1994)-, esta caracterizacin de la lengua estndar peca por su circularidad: por una parte, se
dice  que  la  lengua  estndar  es  aquella  variedad  que  emplean  los  hablantes  nativos  educados  y,  por
otra  parte,  se  considera  que  un  hablante  es  educado  porque  emplea  esa  variedad  de  lengua.
Finalmente,  un  hablante  nativo  educado  usa  -en  un  encuentro  informal  con  un  familiar,  por  ejemplo-
formas coloquiales que podran ser consideradas como no-estndar, en tanto que no empleara esas
formas en un encuentro acadmico o laboral, todo lo cual pone de manifiesto que existe una gran
variedad  interna  al  uso  del  lenguaje  tambin  entre  los  hablantes  educados  (y  que,  como  ya
sealamos, el concepto realmente importante es el de adecuacin a la situacin comunicativa).
La definicin estadstica de la lengua estndar es tambin cuestionable, ya que resulta difcil
establecer  en  qu  consiste  la  uniformidad  de  una  lengua,  qu  es  lo  que  se  conserva  como  comn  a
diferentes  hablantes  de  una  comunidad  lingstica.  En  efecto,  hay  variaciones  en  el  tiempo,  en  el
espacio y en el estilo. Como las lenguas son vivas, formas que son consideradas  no  estndar  en  un
momento  histrico  pueden  pasar  a  serlo  tiempo  despus  y  viceversa;  en  relacin  con  el  espacio,  la
lengua  estndar  no  es  la  misma  -ni  siquiera  si  pensamos  en  los  hablantes  nativos  educados-  en
diferentes  pases  o  regiones  donde  se  habla  nuestro  idioma.  De  este  modo,  no  habra  una  sino
muchas  lenguas  estndar  y,  en  el  caso  del  espaol  -idioma  hablado  en  tantos  pases-  puede  ser
realmente difcil saber cuntas son.
Por  todas  estas  razones,  la  aplicacin  del  concepto  de  lengua  estndar  a  la  oralidad  est
fuertemente  cuestionada.  Sera,  adems,  particularmente  difcil  determinar  cul  es  la  lengua
estndar  en  una  ciudad  como  la  nuestra,  habitada  por  una  poblacin  heterognea,  multicultural,
proveniente de distintas corrientes de inmigracin interna y externa.
En  segundo  lugar,  es  necesario  enfocar  el  trabajo  desde  una  perspectiva  que
permita conciliar dos exigencias aparentemente contradictorias: reconocer como hablantes
competentes a todos los alumnos y brindar oportunidades para que todos se apropien de
las formas y usos del lenguaje que les permitirn comunicarse de manera adecuada y
eficaz en cada una de las situaciones en las que participen en el futuro.
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Ambas exigencias son irrenunciables:
- Reconocer  que  los  nios  son  hablantes  competentes  no  es  ms  que  aceptar  un
hecho  que  adems  de  ser  evidente  ha  sido  ampliamente  corroborado  por  los  estudios
psicolingsticos:  en  los  primeros  cinco  aos  de  vida  los  nios  reconstruyen  las  reglas
sintcticas y morfolgicas bsicas de su lengua y el conocimiento (implcito) que tienen de
ellas  les  permite  comunicarse  con  fluidez  con  las  personas  que  los  rodean,  en  contextos
familiares para ellos y en situaciones ms bien informales. El lenguaje adquirido en el seno
de la familia constituye para cada ser humano un elemento central de su propia identidad.
Renunciar a la lengua materna sera renunciar a ser uno mismo.
-  Preparar  a  los  alumnos  para  enfrentar  eficazmente  las  diversas  situaciones
comunicativas  que  la  vida  adulta  les  plantee,  habilitndolos  para  desempearse
lingsticamente de manera tal que no puedan ser discriminados por su forma de hablar y
puedan hacer oir su voz en todas las situaciones que as lo requieran -por ms formales que
stas sean y a pesar de la distancia social que pueda existir con los interlocutores- significa
contribuir  a  una  participacin  ms  equitativa  de  todos  los  ciudadanos  en  la  vida  social  y
constituye,  por  lo  tanto,  una  responsabilidad  ineludible  de  la  escuela  en  una  sociedad
democrtica.
Cmo conciliar estas dos exigencias?
En los trabajos con lengua oral en la escuela seala M.E. Rodrguez (1995) as
como en los trabajos con lengua escrita, es de fundamental importancia tomar en cuenta los
saberes previos de los alumnos, pero no para enfatizar sus carencias, sino para planificar
situaciones  de  uso  de  la  lengua  que  permitan  reflexionar  sobre  formatos  de  habla
alternativos y de mayor prestigio social para poder desenvolverse en contextos ms amplios
y ms formales (la misma escuela, las oficinas pblicas, las empresas, otros vecindarios).
No  subestimar  la  lengua  del  nio  no  quiere  decir  que  dejemos  de  lado  la  intervencin
pedaggica en este campo. Significa promover la capacidad de reflexin sobre el lenguaje
como forma de actuacin social y dejar de lado la tendencia prescriptivista que consiste en
decir al alumno lo que es correcto y lo que no lo es, para mostrarle lo que es adecuado y lo
que no lo es segn el contexto de comunicacin.
La escuela es una comunidad lingstica compleja que ofrece mltiples escenarios
para la comunicacin verbal. Por el solo hecho de ir a la escuela, desde el primer saludo del
primer  da  de  clase,  los  chicos  empiezan  a  participar  en  situaciones  comunicativas  ms
formales, aprenden nuevas formas de usar el lenguaje. Por otra parte, al ampliar el campo
de conocimientos, se adquiere progresivamente un nuevo lxico vinculado con el lenguaje
de  la  ciencia,  la  tcnica  y  el  arte.  El  ingreso  en  la  cultura  escrita  genera  tanto  un  nuevo
empleo de la oralidad como una mayor conciencia acerca del lenguaje.
La escuela es tambin, en el caso particular de nuestra ciudad, un espacio donde
interactan hablantes de diferentes provincias y de otros pases. Esta interaccin es fuente
de enriquecimiento lingstico y punto de partida para la reflexin acerca del lenguaje: por
una  parte,  al  interactuar  con  hablantes  que  utilizan  otras  variedades  del  castellano  en  el
marco de contextos compartidos, se hace posible para los alumnos comprender palabras o
expresiones de nuestro idioma que ellos no producen porque no son usadas en la capital o
en la regin de la que provienen, lo cual contribuye a ampliar su competencia lingstica;
por otra parte, la diversidad genera comparaciones que no tendran lugar si no estuvieran
presentes en el aula diferentes variedades y esas comparaciones expresan reflexiones de
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los nios acerca del lenguaje y originan en algunos casos traducciones de una variedad a
otra. Se abre as un espacio privilegiado para desarrollar un trabajo didctico de reflexin
acerca del lenguaje.
Ahora bien, como la  escuela  es  slo  uno  de  los  muchos  contextos  en  los  que  los
nios necesitarn desempearse en el futuro, es imprescindible que en ella aparezcan no
slo  las  situaciones  que  se  producen  necesariamente  por  tratarse  de  un  contexto  de
enseanza y aprendizaje, sino tambin una diversidad de situaciones comunicativas  con
distintos propsitos, con mltiples interlocutores, con diversos grados de formalidad en las
cuales  los  nios  no  tienen  oportunidades  de  participar  fuera  de  la  escuela  pero  que
necesitan estar preparados para enfrentar en su vida futura.
De  este  modo,  la  tensin  entre  las  dos  exigencias  mencionadas  se  resuelve
asumiendo simultneamente que:
-la lengua materna de los nios es siempre la ms adecuada para ser utilizada
en los contextos ms informales -en el marco  de  la  familia,  cuando  se  conversa  con
compaeros  o  amigos-  as  como  en  las  conversaciones  cotidianas  que  se  sostienen
en el aula;
-si  se  aspira  a  lograr  que  los  alumnos  respondan  con  xito  a  los
requerimientos  de  las  situaciones  ms  formales  de  comunicacin  que  se  plantean
tanto dentro como fuera del aula, es necesario brindarles en la escuela la oportunidad
de apropiarse de las diversas formas y usos del habla que resultan ms adecuados y
eficaces en cada una de esas situaciones.
No  se  trata  entonces  de  sustituir  una  manera  de  hablar  por  otra,  no  se  trata  de
ninguna  manera  de  que  los  nios  renuncien  a  su  lengua  materna.  Se  trata  de  que
dispongan de diferentes variedades, registros y estrategias discursivas y puedan discriminar
cundo  conviene  utilizar  cada  uno  de  ellos,  se  trata  tambin  de  asumir  que  los  nios
necesitan adquirir  poder  sobre  el  lenguaje  para poder aprender a discutir, argumentar,
negociar, persuadir, para responder en una discusin, para resistir y desafiar argumentos
espreos,  para  aprender  a  preguntar,  a  comprometerse  crticamente  con  la  realidad.(A.
Howe, 1994).
Adquirir poder sobre el lenguaje significa re-posicionarse frente al mundo y frente a
los otros, adquirir mayor autonoma, tener ms recursos para hacer oir su voz an desde la
desaventajada  posicin  de  nio.  Dominar  la  lengua  oral  no  es  solamente  enriquecer  el
vocabulario: no  se  trata  solamente  de  conocer  ms  palabras,  se  trata  de  poder  tomar  la
palabra.
Tomar  la  palabra  en  la  escuela  habilita  a  los  alumnos  para  hacer  oir  su  voz  ms
tarde, como ciudadanos:
-Participar  en  debates  en  el  mbito  escolar  elaborar  argumentos  a  favor  de  la
propia posicin, anticipar los del adversario e intentar refutarlos, resistir frente a argumentos
falaces o renunciar a uno propio si se descubre que no es vlido brinda al futuro ciudadano
herramientas para ejercer su derecho a la palabra y defender sus convicciones.
-Tener ocasiones de protestar como alumnos, desde la protesta dirigida a la maestra
por una calificacin que se considera injusta o a los compaeros por haber sido excluido de
un juego hasta el reclamo formal en una emisora barrial con respecto a un problema que
afecta a la escuela, prepara al futuro adulto para atreverse a reclamar en defensa de sus
derechos y los de sus grupos de pertenencia.
16
-Enfrentar  el  desafo  de  interactuar  con  figuras  de  autoridad  al  entrevistar  en  el
curso  de  la  escolaridad  a  personajes  famosos  o  distantes  socialmente  habilita  para
enfrentar  ms  tarde  desafos  similares,  para  correr  el  riesgo  de  expresar  las  propias
opiniones, de hacerse escuchar an cuando se ocupe la posicin menos poderosa en una
relacin  asimtrica  laboral,  por  ejemplo  y  a  pesar  de  las  inhibiciones  que  esto  pueda
generar.
-Actuar como conferencista o expositor, prepararse para elaborar un discurso capaz
de concitar la atencin de un auditorio los compaeros, otros miembros de la comunidad
educativa  o  personas  ajenas  a  la  escuela  (maestros  y  alumnos  de  otras  escuelas,  por
ejemplo) prepara a los nios para organizar y sostener un discurso monologal coherente
as  como  para  enfrentar  preguntas  ms  o  menos  inesperadas  y  construir  respuestas
pertinentes, todo lo cual favorecer un mejor desempeo en su vida acadmica futura.
Formar  hablantes  capaces  de  hacer  oir  su  voz  supone  tambin  preparar  a  los
oyentes  para  escuchar  las  voces  de  aquellos  que  estn  usando  la  palabra. Formar al
oyente es mucho ms que ensear a los alumnos a respetar el turno de habla, formar al
oyente  es  prepararlo  para  desempearse  como  escucha  atento,  como  interlocutor
vlido, como espectador crtico.
Escuchar  al  otro  intentando  comprender  lo  que  quiere  decir  ms  all  de  lo  que
textualmente dice, intentando ponerse en su punto de vista y elaborar una respuesta que
tienda  a  relacionarlo  con  el  propio  punto  de  vista  o  hacer  las  preguntas  necesarias  para
recibir informacin suplementaria y entender mejor la posicin del hablante. Escuchar al otro
tratando  de  seguir  el  hilo  de  su  discurso  pero  preguntndose  al  mismo  tiempo  en  qu
medida  se  comparte  lo  que  el  hablante  dice,  qu  argumentos  podran  agregarse  para
fundamentar mejor la posicin que expone, cules son las objeciones que podran hacerse
a su razonamiento, qu contraejemplos podran encontrarse escuchar pensando con el
otro, ayudndole a desarrollar sus ideas sin dejar de lado las propias.
Escuchar las protestas o reclamos de los otros intentando comprender su posicin y
revisando la propia; escuchar desde la posicin de expositor, por ejemplo las preguntas
que otros hacen tratando de comprender su sentido, solicitando las aclaraciones necesarias
y estableciendo relaciones entre las inquietudes de los otros y las afirmaciones propias que
dieron lugar a esas preguntas. Escuchar, cuando se forma parte de un auditorio -ya sea en
el marco de una conferencia o de una emisin de radio o televisin-, intentando desentraar
las intenciones del emisor, entablando con l un dilogo o una controversia, estableciendo
lazos  o  distancias  entre  su  posicin  y  la  propia,  apoyando  o  refutando  ntimamente  sus
aseveraciones
Recapitulando,  cules  son  los  propsitos  hacia  los  cuales  se  orienta  el  trabajo
didctico  con  la  lengua  oral?  Se  trata  de  formar  hablantes  verstiles  y  dctiles  de  la
lengua  -que  la  empleen  en  forma  adecuada  y  eficaz  en  las  ms  diversas  situaciones
comunicativas-, que no discriminen ni sean discriminados por la manera en que usan
el lenguaje; se trata de formar hablantes que sostengan verdaderos dilogos en cuyo
transcurso se esfuercen por comprender la lnea argumentativa del otro y desarrollen
consistentemente la propia, que puedan tomar la palabra para exponer sus puntos de
vista,  para  preguntar,  pedir  o  reclamar  -an  en  situaciones  comunicativas  donde
resulte  difcil  hacerlo-;  se  trata  de  formar  expositores  capacitados  para  elaborar  y
sostener  un  discurso  autnomo  -sin  contar  con  las  intervenciones  de  los
17
interlocutores para desarrollar sus ideas- ante auditorios diversos; se trata de formar
personas que puedan adoptar una posicin crtica frente al discurso del otro -aunque
el  otro  sea  un  emisor  prestigioso-  y  asumir  el  riesgo  de  exponer  sus  ideas,
defenderlas e incluso de renunciar a ellas por conviccin.
Diversidad  de  propsitos,  diversidad  de  situaciones  comunicativas,  diversidad  de
estrategias  discursivas,  diversidad  de  posiciones  del  hablante  y  del  oyente  Incluir  la
diversidad como participante necesario y fecundo en el trabajo didctico es crucial cuando
se  concibe  el  aprendizaje  de  la  lengua  oral  en  la  escuela  como  una  herramienta  para
combatir la discriminacin lingstica.
18
2. Hablar en la escuela: un quehacer que atraviesa el trabajo en todas las reas
La utilizacin de la lengua oral como instrumento de comunicacin en las diversas
interacciones que tienen lugar en el contexto escolar y, en particular, como instrumento al
servicio  de  la  enseanza  y  el  aprendizaje  en  todas  las  reas  constituir  el  eje  de  este
captulo.
Analizaremos  en  primer  lugar  las  caractersticas  peculiares  de  la  escuela  en  tanto
contexto  comunicativo,  caractersticas  que  determinan  un  cierto  comportamiento  del
hablante, diferente del que asumira en otros contextos. Sostendremos, en segundo lugar,
que  es  necesario  crear  ciertas  condiciones  didcticas  generales  que  deben  estar
presentes  en  todas  las  reas  y  en  la  actividad  escolar  en  general  para  que  sea  posible
contribuir  desde  la  escuela  al  desarrollo  de  la  oralidad.  Finalmente,  intentaremos  mostrar
que, si  esas  condiciones  estn  creadas,  los  nios  avanzan  como  hablantes  y  oyentes  no
slo en el marco de las situaciones didcticas especficamente creadas para desarrollar la
lengua oral situaciones que sern objeto del prximo captulo sino tambin en el curso de
muchas de las situaciones didcticas dirigidas a ensear otros contenidos, tanto en Lengua
como en otras reas del conocimiento.
2.1. La escuela como contexto comunicativo
Utilizar el lenguaje como instrumento de comunicacin es una caracterstica comn a
todas  las  instituciones:  Desde  un  punto  de  vista  lingstico  seala  Halliday  (1982),
podemos  concebir  una  institucin  social  como  una  red  de  comunicacin;  su  propia
existencia  implica  que  en  ella  se  produzca  la  comunicacin:  habr  participacin  en  la
experiencia, expresin de solidaridad social, toma de decisiones y planificacin (). En la
escuela, el lenguaje ocupa un lugar an ms relevante que en otras instituciones, ya que es
un instrumento esencial para el desarrollo de la enseanza y el aprendizaje, en tanto que 
como tambin hace notar Halliday un hospital o un correo no dependen tanto del lenguaje
para cumplir su funcin.
La  institucin  escolar  se  distingue  de  otros  contextos  comunicativos  porque
constituye  segn  la  expresin  de  B.  Bernstein  (1993)  un  contexto  instruccional,  es
decir:
-Un  contexto  donde  se  realizan  interacciones  cognitivas,  con  el  objeto  de
reconstruir saberes social y culturalmente validados.
El lenguaje desempea un papel fundamental en la construccin de conocimientos
en  todas  las  reas:  hablar  con  otros  permite  desplegar  lo  que  uno  est  pensando,
desarrollar conocimientos que uno apenas haba comenzado a esbozar. Cuando uno intenta
comunicar  a  otro  lo  que  sabe  o  piensa,  necesita  hacer  explcitos  ciertos  argumentos,
establecer  relaciones  entre  ideas,  ejemplificar  para  aclarar  lo  que  quiere  decir
Complementariamente, escuchar al otro permite conocer lo que no se saba o considerar los
problemas desde otra perspectiva.
Plantear problemas, formular interrogantes y elaborar respuestas, discutir con otros
diversas interpretaciones posibles de un texto que se ha ledo o de una experiencia que se
ha  realizado,  intercambiar  informaciones,  narrar,  describir,  exponer,  explicar,  confrontar
ideas  y  argumentar  para  sustentarlas  o  refutarlas...  son  actividades  esenciales  para  la
19
construccin y comunicacin del conocimiento que se ejercen hablando y escuchando a los
otros.
-Un contexto caracterizado por la asimetra, dada la participacin fundamental de
una figura de autoridad el maestro y por un interjuego de cooperacin y competencia
entre pares, en el cual se aprende con los otros y de los otros.
La autoridad de la que est investido el maestro se refleja en el uso del lenguaje, ya
que es l quien controla gran parte de la conversacin que tiene lugar en el aula: decide
cul es el tema del que se hablar ya sea porque lo propone o porque lo acepta, quin va
a hablar y durante cunto tiempo, cundo corresponde que un alumno intervenga, cules
intervenciones son pertinentes...
Al  asumir  la  responsabilidad  de  la  enseanza,  el  maestro  asume  tambin  la
necesidad  de  controlar  las  interacciones  verbales  de  tal  modo  que  stas  favorezcan  el
aprendizaje. Los profesores tienen que dedicar mucho tiempo y esfuerzo a mantenerse en
contacto con sus alumnos, no slo por las condiciones de comunicacin en el aula media 
que distan mucho de ser ideales sino tambin por la propia naturaleza de la enseanza.
Tienen  que  atraer  y  mantener  la  atencin  de  los  alumnos,  hacer  que  hablen  o  estn
callados, que sean ms precisos en lo que dicen y escriben, e intentar establecer algn tipo
de comprobacin y llevarla a cabo para asegurarse de que la mayor parte de los alumnos
estn siguiendo lo que dicen (...) (Stubbs, M.; 1983, p.56).
Asegurar  que  los  nios  interacten  de  manera  productiva  para  el  aprendizaje  de
todos  requiere  tambin  que  el  maestro  ejerza  un  control  sobre  las  interacciones.  Dar  la
palabra a aquellos que an no llegaron a producir el conocimiento al que el maestro apunta
aunque otros alumnos ya lo hayan hecho es posibilitar que los primeros expliciten lo que
han comprendido y abrir espacio para una discusin que no tendra lugar si siempre se diera
la palabra a los que estn ms cerca de la respuesta esperada; organizar en algunos casos
los  grupos  de  trabajo  de  tal  modo  que  puedan  interactuar  nios  que  habitualmente  no
trabajan  juntos  pero  que  estn  en  condiciones  de  hacerse  aportes  recprocos  es  abrir
posibilidades de enriquecimiento para el aprendizaje que no se daran si la constitucin de
los grupos fuera siempre espontnea...
Como  el  maestro  tiene  el  control  de  las  interacciones,  tiene  tambin  el  poder  de
ceder  la  palabra  a  los  nios  por  perodos  prolongados.  Es  lo  que  ocurre,  por  ejemplo,
cuando  se  trabaja  en  pequeos  grupos  o  cuando  el  maestro  plantea  un  problema  para
discutir  en  grupo  total  y  decide  adoptar  el  rol  de  moderador.  En  estas  situaciones,  las
oportunidades de participar como hablantes y como oyentes se distribuyen de manera ms
equitativa. Como todos los miembros del grupo tienen iguales oportunidades de participar 
a  diferencia  de  lo  que  ocurre  cuando  el  maestro  asume  el  rol  de  expositor,  todos  estn
involucrados en esa cooperacin activa entre hablantes y oyentes que caracteriza cualquier
conversacin... y se les presentan entonces problemas similares a los que se plantean en el
curso de cualquier conversacin.
En efecto, como ocurre en otras situaciones de comunicacin fuera de la escuela, la
cooperacin entre hablantes y oyentes no est dada de antemano: los hablantes tienen que
lograr que los oyentes cooperen con ellos, tienen que conquistar su atencin anunciando
de qu van a hablar, compartiendo interrogantes o adelantando informaciones interesantes,
mostrando  la  utilidad  de  conversar  o  discutir  sobre  la  cuestin  que  proponen.  Los
participantes  en  la  conversacin  no  siempre  encuentran  espacio  para  presentar  o
desarrollar lo que quieren decir; a menudo tienen que esforzarse por conservar su turno de
habla,  tienen  que  solicitar  a  los  oyentes  que  les  permitan  terminar  antes  de  responder,
20
mientras los oyentes a su vez dan muestras de su deseo de intervenir y se esfuerzan por
encontrar el momento oportuno para incluir sus respuestas, sus preguntas, sus objeciones...
"Incluso  en  situaciones  de  enseanza  en  clase,  que  se  consideran  normalmente  como
actividades instrumentales para desarrollar una tarea y que se focalizan en la transmisin de
informacin objetiva, lo que ocurre efectivamente en la conversacin depende del uso que
hagan los participantes de estrategias de sealizacin para establecer contextos favorables
a la efectividad de la comunicacin (J . Gumperz, 1988, p. 82).
Sin  embargo,  aunque  las  situaciones  centradas  en  el  intercambio  entre  pares  se
parezcan  ms  a  las  conversaciones  que  podran  tener  lugar  en  un  mbito  no  escolar,
tambin estn marcadas por el contexto comunicativo en el que se producen: aunque est
actuando slo como moderador, el maestro podr decir no veo ninguna mano levantada y
la  respuesta  que  obtendr  ser  muy  diferente  de  la  que  podra  darse  en  otro  contexto:
ningn alumno le contestar yo tampoco, porque todos se darn cuenta de que esta frase
no debe ser interpretada como una descripcin de lo que el maestro tiene ante su vista sino
como una incitacin a participar en la discusin. Del mismo modo, si el docente le pregunta
qu quisiste decir? a alguien que acaba de participar, el destinatario entender que esa
pregunta no tiene el mismo significado  que  tendra  en  otras  situaciones:  no  indica  que  el
maestro  no  ha  comprendido  su  intencin,  sino  que  la  explicacin  que  ha  dado  es
insuficiente  o  errnea  y  debe  ser  ampliada  o  rectificada.  stas  son  slo  algunas  de  las
expresiones que adquieren en la escuela un sentido muy diferente del que tienen fuera de
ella;  los  nios  pueden  interpretarlas  y  responder  de  la  manera  esperada  en  el  contexto
escolar  porque  han  descubierto  ya  algunas  de  las  normas  implcitas  que  rigen  en  este
contexto.  Tomar  conciencia  de  la  existencia  de  estas  normas  es  til  para  comprender  el
esfuerzo  que  seguramente  demanda  a  los  nios  ir  comprendiendo  cules  son  las
intenciones  subyacentes  a  tales  expresiones  y  cules  son  las  respuestas  adecuadas  en
cada caso.
Adems  de  contribuir  a  esclarecer  el  sentido  de  sus  consignas,  preguntas  o
indicaciones lo cual puede ser necesario sobre todo para los nios que acaban de ingresar
a la escuela, o para los que provienen de otras regiones o pases donde algunas normas
pueden ser diferentes, el maestro ayuda a los nios a distinguir qu es lo adecuado y qu
es lo inadecuado en el contexto escolar, en funcin del lugar, el momento o el interlocutor 
una expresin puede ser adecuada en el recreo y no serlo en la clase, puede ser adecuada
cuando  se  trabaja  en  pequeo  grupo  pero  no  cuando  se  realiza  una  discusin  colectiva,
puede ser adecuada en clase e inadecuada cuando uno se dirige a un miembro del personal
directivo...
Ahora bien, en tanto contexto de enseanza y de aprendizaje, la escuela es tambin
un  mbito  de  relaciones  interpersonales.  Durante  el  desarrollo  de  las  actividades
didcticas, pueden producirse conflictos, un nio puede monopolizar el uso de la palabra, a
veces se generan discusiones que resulta difcil resolver Pero el proceso no concluye con
la  elaboracin  de  un  producto:  en  la  escuela  se  acta  y  tambin  se  reflexiona  sobre  la
accin. Despus de la tarea, los chicos analizan, discuten, revisan su propia participacin
con el objeto de flexibilizarla, corregirla, enriquecerla, hacerla ms equitativa Y el  canal
para hacerlo es la palabra.
Porque  es  un  contexto  instruccional,  las  relaciones  se  tejen  en  el  marco  de  las
actividades compartidas y ste es el trasfondo en el que se inscriben los otros vnculos que
ligan  a  las  personas.  Si  se  logra  que  el  aula  funcione  como  un  mbito  de  trabajo
21
cooperativo, si en el marco de las situaciones didcticas los alumnos pueden porque se
sienten autorizados a hacerlo expresar sus ideas, reflexionar sobre su propia actuacin y
reorientarla cuando es necesario, analizar con los otros los problemas cognoscitivos que se
estn  enfrentando  y  acordar  soluciones,  entonces  ser  posible  que  las  interacciones
personales  entre  los  miembros  del  grupo  adopten  esta  misma  modalidad.  Si,  en  cambio,
ese mbito no est creado desde el punto de vista estrictamente referido a la enseanza y
el aprendizaje, ser muy difcil crearlo en relacin con las interacciones personales.
Finalmente, sealemos que, al relacionar las caractersticas del contexto escolar 
tanto el papel crucial de los intercambios orales para la enseanza y el aprendizaje como la
asimetra maestro-alumnos y la naturaleza de las interacciones entre pares en el aula con
los  propsitos  planteados  en  el  captulo  anterior,  resulta  evidente  que  el  cumplimiento  de
estos ltimos requiere la creacin de condiciones que permitan concretarlos.
2.2. Condiciones didcticas
Para  que  los  alumnos  se  sientan  convocados  a  intervenir  y  se  comprometan
activamente con los temas que tratan en las diferentes reas del conocimiento, para que la
lengua  oral  lejos  de  ser  una  barrera  constituya  un  puente  entre  los  miembros  de  la
comunidad escolar, para habilitar a los futuros ciudadanos a tomar la palabra, es necesario
crear en la escuela condiciones como las siguientes:
-Los  chicos  participan  de  redes  variadas  de  comunicacin:  con  uno  o  ms
interlocutores, con pares o con adultos, tanto en parejas como en grupos pequeos o en el
grupo total. Experimentar estas distintas formas de organizacin de la tarea permitir a los
chicos  desempear  diferentes  roles  y  desarrollar  diferentes  estrategias.  Al  trabajar  en
pareja,  se  relacionan  con  un  compaero  cooperativamente,  discuten,  dudan,  preguntan  a
terceros; uno  hace  y  el  otro  asiente,  uno  decide  y  el  otro  acata  En  un  pequeo  grupo,
cada chico reconoce qu integrantes piensan como l y cules no, se ubica frente a un lder
o desempea el papel de lder En el grupo grande, al ser ms importante la intervencin
del maestro, cada nio interacta con l: acepta que el docente coordine los intercambios,
que funcione como mediador y acerque posiciones encontradas en una discusin
Estas variadas redes permiten que todos los nios puedan incluirse en la tarea, ya
que  algunas  sern  ms  apropiadas  que  otras  para  que  diferentes  nios  se  atrevan  a
participar. Para algunos resulta sencillo desde el primer da de clase hablar en pblico frente
al grupo total, otros se sentirn menos expuestos al interactuar con unos pocos compaeros
y slo cuando se sientan seguros en el pequeo grupo se animarn a participar en el grupo
total.
Al establecer esta diversidad de propuestas de organizacin de la tarea, tambin la
comunicacin del maestro  con  los  nios  se  desarrolla  en  diversos  circuitos:  se  ve  menos
limitada a la situacin de clase frontal y adopta formas mucho ms personalizadas, ya que
con  frecuencia  el  docente  conversa  con  un  pequeo  grupo  de  nios  y  con  cada  uno  en
particular. En todos los casos el maestro abre espacios para la participacin de aquellos que
espontneamente hablan menos, alentndolos a hablar, dndoles tiempo para organizarse,
ayudndolos a elegir o preparar lo que van a decir.
22
-Todos los alumnos estn y se sienten autorizados a expresar sus ideas an cuando
su opinin sea diferente de la del maestro o de muchos de sus compaeros, saben que el
disenso  est  permitido  en  el  marco  del  aula  y  que  es  a  menudo  el  punto  de  partida  de
discusiones que obligan a fundamentar las ideas.
Hacer efectivo en la clase el derecho a la palabra requiere que las ideas que cada
chico expresa sean realmente tomadas en cuenta por el maestro y por los compaeros, que
se les responda considerando el contenido de su intervencin y se evite interrumpirlos para
hacer correcciones referidas a aspectos superficiales del discurso.
El aula se configura as como un mbito de trabajo en el que todos participan, en el
que  todos  estn  habilitados  para  opinar,  disentir,  proponer,  argumentar,  preguntar,
reclamar
-Los temas o problemas sobre los cuales se habla son relevantes para el grupo que
participa en el intercambio trtese de un pequeo grupo o de la clase total, ya sea porque
se  conecta  con  aspectos  de  la  vida  personal,  escolar  o  comunitaria  o  porque  la
conversacin gira alrededor de contenidos que se estn aprendiendo y sobre los cuales es
necesario  hablar  para  ponerse  de  acuerdo,  para  ampliar  lo  que  se  sabe,  para  confrontar
ideas.
-El  maestro  alienta  a  todos  los  alumnos  a  tomar  la  palabra,  pone  lmites  a  la
participacin de cada uno para hacer posible la de todos, interviene para evitar que unos
pocos  monopolicen  el  uso  de  la  palabra  mientras  otros  permanecen  en  silencio  e  intenta
que los primeros aprendan a escuchar y los ltimos se atrevan a hacer oir su voz.
Al  decidir  sus  intervenciones,  el  docente  toma  en  cuenta  que  el  desempeo
lingstico de los nios en el aula puede ser muy diferente del que ellos mismos tienen en
otros contextos: nios que son muy comunicativos con su familia o con sus compaeros en
el  recreo  pueden  ser  muy  silenciosos  o  limitarse  a  dar  respuestas  monosilbicas  cuando
estn en clase. En el contexto escolar, algunos chicos pueden sentirse intimidados porque
estn  incursionando  en  un  terreno  que  an  sienten  como  extrao,  porque  todava  no
advierten  cundo  se  espera  que  hablen  y  cundo  se  espera  que  hagan  silencio  en  la
escuela,  porque  saben  que  lo  que  dicen  ser  evaluado  y  optan  por  exponerse  lo  menos
posible o por medir cuidadosamente lo que dicen y cmo lo dicen para no correr el riesgo de
producir un efecto no deseado en el maestro Puede ocurrir tambin que no se atrevan a
abrirse paso entre las voces de los otros, que teman ser objeto de crtica o burla por parte
de sus compaeros.
Interrogarse sobre las razones que llevan a algunos nios a limitar su participacin 
o por el contrario, en otros casos, a constituirse en el centro de la atencin lleva al docente
a acercarse a cada uno de sus alumnos, a entenderlos mejor y, por lo tanto, a intervenir de
manera  ms  acertada.  Estar  atento  a  la  inquietud  que  puede  generar  en  los  nios  el
desconocimiento de algunas de las normas que rigen las interacciones en la escuela, as
como al temor o al desconcierto que puede ocasionarles la ruptura involuntaria de alguna de
ellas  y  ayudar  a  descubrir  cules  son  los  comportamientos  lingsticos  ms  adecuados,
cules son las respuestas esperadas en distintas situaciones, frente a diferentes consignas
o intervenciones... todo esto favorece que los alumnos adquieran mayor confianza en sus
propias  posibilidades  de  usar  adecuadamente  el  lenguaje  en  la  escuela  y  hace  posible
incorporarlos con mayor rapidez al funcionamiento normal de la clase.
23
Adems,  el  maestro  est  atento  a  sus  propias  intervenciones:  se  pregunta  si  los
alumnos  interpretaron  una  pregunta,  una  afirmacin  o  una  informacin  suya  en  el  mismo
sentido  que  l  le  atribuy  y,  si  es  necesario,  la  reformula;  analiza  la  interaccin  grupal
preguntndose  si  todos  los  nios  tuvieron  tiempo  suficiente  para  reflexionar,  si  cada  uno
dispuso  del  espacio  necesario  para  intervenir  y,  en  caso  de  considerarlo  pertinente,
replantea  la  situacin  controlando  ms  rigurosamente  las  condiciones  en  que  ella  se
desarrolla.
De este modo, la accin del maestro tiende en todo momento a crear un marco de
comprensin y aceptacin recproca, en el cual sea posible para todos tomar la palabra y
ser escuchados.
2.3. Las funciones de la comunicacin oral en el aula
Entre  las  diversas  funciones  que  cumplen  los  intercambios  orales  realizados  en  el
aula cuando se estn enseando y aprendiendo diferentes contenidos, destacaremos aqu
dos  que  revisten  particular  importancia:  hablar  para  tomar  decisiones  y  para  organizar  la
experiencia.
Hablar para tomar decisiones
Tanto  en  la  escuela  como  en  otras  instituciones  sociales  lo  hemos  sealado  ya
citando a Halliday, hablar es un instrumento esencial para planificar y tomar decisiones. En
la  vida  cotidiana  es  frecuente  que  los  intercambios  orales  supongan  algn  tipo  de
negociacin:  acordar  el  lugar  de  una  cita,  fijar  criterios  para  la  realizacin  de  un  trabajo,
decidir  la  actividad  del  fin  de  semana  o  determinar  cmo  se  distribuyen  las  tareas  en  el
grupo familiar o laboral son instancias en las que el lenguaje es usado para negociar.
Negociar  supone,  fundamentalmente,  escuchar  y  argumentar.  Escuchar  y
argumentar son comportamientos que se adquieren en ciertas condiciones: cuando existe
tanto  la  posibilidad  del  disenso  como  la  disposicin  para  el  acuerdo.  Las  experiencias
previas de los nios en este sentido son sin duda muy diversas, ya que los mrgenes de
discusin permitidos en sus familias pueden diferir considerablemente.
Ahora bien, en la escuela no todo es objeto de negociacin. Hay, como en cualquier
otra institucin, normas que estn fijadas y no pueden ser cuestionadas, pero tambin hay
decisiones en las que los nios pueden intervenir.
La distribucin interna de las tareas en un pequeo grupo de trabajo, la eleccin del
cuento que leer el maestro o la planificacin de un texto que se producir colectivamente
son algunas de las muchas situaciones en las que los alumnos se enfrentan a la tarea (y la
responsabilidad) de usar el lenguaje para negociar, lo que implica aprender  a  escuchar  y
aprender  a  argumentar.  Son  aprendizajes  que  los  nios  hacen  usando  el  lenguaje,  son
conocimientos que adquieren sobre el uso de la lengua y que muchos de ellos slo pueden
adquirir en la escuela.
Cuando  el  grupo  est  planificando  una  tarea  definiendo  el  producto  que  espera
elaborar  y  los  pasos  a  seguir  para  lograrlo,  seleccionando  los  materiales  a  utilizar  o
distribuyendo  responsabilidades,  hay  que  ofrecer  oportunidades  para  que  todos  opinen
aunque  no  siempre  lo  hagan  con  propiedad,  para  que  formulen  propuestas  aunque  no
puedan fundamentarlas y sugieran alternativas aunque no resulten viables.
24
En estas situaciones la pregunta del maestro, el pedido de justificacin de una idea,
la sntesis parcial, la interpretacin explcita para verificar la comprensin de la propuesta,
se convierten en el estmulo para la apropiacin progresiva del lenguaje como herramienta
para  la  discusin,  el  acuerdo,  el  disenso,  la  negociacin.  Que  esta  herramienta  est  al
alcance  de  los  alumnos  en  la  actividad  cotidiana  es  condicin  necesaria  para  que  ellos
puedan  luego  encarar  situaciones  de  debate  formal  (Ver  Captulo  3).  Es  as  como  se  va
creando en el aula el espacio adecuado para que los alumnos aprendan poco a poco a
argumentar con mayor precisin, a opinar de modo pertinente, a escuchar para reforzar su
propuesta con nuevos argumentos
La  participacin  de  los  nios  en  la  planificacin  de  la  tarea  y  en  la  toma  de
decisiones  se  ve  muy  favorecida  en  el  marco  del  trabajo  por  proyectos.  Al  hacer  posible
conciliar  los  propsitos  didcticos  (slo  realizables  a  largo  plazo  y  vinculados  con  las
necesidades  futuras  de  los  alumnos)  con  objetivos  inmediatos  y  valiosos  desde  la
perspectiva actual de los nios, los proyectos permiten adems de preservar el sentido de
la  lectura  y  la  escritura  en  tanto  prcticas  sociales,  como  lo  hemos  sealado  en  nuestros
documentos anteriores involucrar a los alumnos en las decisiones que es necesario tomar
para  desarrollarlos,  ofrecen  mltiples  oportunidades  para  que  ellos  tomen  iniciativas  y
asuman responsabilidades de manera cada vez ms autnoma.
Hablar para organizar la experiencia
El  lenguaje  es  una  herramienta  fundamental  para  organizar  la  propia  experiencia.
Desde  muy  temprana  edad  y  a  lo  largo  de  toda  la  vida,  es  a  travs  del  lenguaje  como
estructuramos nuestra propia historia; son las exigencias del lenguaje las que nos llevan a
organizarla en episodios, ancdotas o secuencias y es a travs de l como, al relatar
nuestra historia, le otorgamos continuidad y sentido para nosotros mismos y para los otros.
Como  sostiene  Bruner  (1995),  el  relato  es  la  forma  en  que  naturalmente  los
humanos  organizamos  la  experiencia.  Decir  que  la  estructura  del  relato  permite  otorgar
sentido a los hechos de nuestra vida equivale a decir que las exigencias planteadas por la
organizacin  del  relato  nos  llevan  a  organizar  tambin  los  sucesos  que  relatamos:
seleccionamos  un  momento  particular  (inmediato  o  remoto)  para  dar  inicio  al  relato;
elegimos  personajes,  dilogos,  sensaciones;  seleccionamos  episodios  que  se  unen
causalmente;  escogemos  tambin  un  momento  culminante  que  opera  como  cierre  del
relato. Ese inicio, esos detalles, esas relaciones entre los sucesos, ese final son tambin el
tejido de nuestra interpretacin de esos hechos, del significado que les atribuimos, del modo
en  que  nos  apropiamos  de  nuestra  propia  historia,  del  modo  en  que  nos  hacemos
protagonistas de ella.
La funcin narrativa del lenguaje se  despliega  muy  tempranamente  en  los  nios  y
contina desarrollndose en la medida en que los contextos en los que habita lo favorezcan.
La escuela es cuando los docentes crean las condiciones que as lo propician uno de los
contextos  privilegiados  para  ese  desarrollo,  ya  que  es  posible  ofrecer  a  los  chicos
numerosas  oportunidades  para  relatar  sucesos  de  su  vida  cotidiana,  as  como  para
reconstruir experiencias de aprendizaje realizadas en la escuela.
A travs de sus relatos, las vivencias extraescolares penetran en el aula: a alguien
se  le  cay  un  diente  y  recibi  un  regalo,  en  una  familia  se  produjo  un  nacimiento,  un
compaero  se  va  de  la  escuela  porque  su  familia  se  muda,  una  prolongada  amistad  se
quiebra, los padres de un nio se divorcian, muchos chicos estn preocupados porque sus
25
padres no encuentran trabajo A veces por iniciativa propia y otras veces a solicitud del
maestro, los nios suelen contar episodios o pelculas que han visto por televisin, as como
hechos  sorprendentes  de  los  que  se  han  enterado  a  travs  de  algn  medio  de
comunicacin.
Al  abrir  espacios  para  compartir  experiencias  extraescolares,  se  hace  posible
tambin que los nios reconstruyan las experiencias culturales de las que participan y las
compartan  con  sus  compaeros.  La  cultura  propia  es  un  aspecto  central  de  la  identidad:
cuando  un  nio  da  a  conocer  algn  aspecto  de  su  cultura,  est  dndose  a  conocer  a  s
mismo  y,  cuando  est  conociendo  la  del  compaero,  lo  est  comprendiendo  mejor.  La
lengua oral es, sin duda, un vehculo privilegiado para conocer y darse a conocer.
Al narrar a los chicos de otro grado o de otra escuela el proceso que el grupo llev a
cabo para organizar un debate, para preparar una antologa, para hacerse experto  en  un
tema,  para  elaborar  la  biografa  de  una  personalidad  o  para  hacer  un  experimento,  al
reconstruir el itinerario recorrido en el curso de una visita, los nios reorganizan tambin sus
experiencias escolares.
Desempearse  como  narradores  enfrenta  a  los  nios  con  un  desafo:  tanto  para
narrar una experiencia vivida como para renarrar un cuento que se ha escuchado o ledo,
una  ancdota,  una  pelcula  o  una  noticia,  es  necesario  reconstruir  la  serie  de
acontecimientos, interrogarse sobre las relaciones temporales y causales entre ellos, pensar
sobre  las  caractersticas  de  las  personas  o  personajes  que  intervienen  en  la  historia  y  la
manera en que se interrelacionan...; es necesario tambin interesar a los oyentes, encontrar
y poner en accin recursos para capturar su atencin durante cierto tiempo. Mientras estn
contando, las preguntas del maestro y los compaeros permiten a los nios darse cuenta de
que han trastocado el orden de algunos acontecimientos y entonces resulta difcil para los
oyentes comprender la relacin existente entre ellos; descubren tambin en algunos casos
que hacen intervenir en los hechos a un personaje que no haban presentado previamente...
Cuando el pblico da muestras de inquietud, los narradores comprenden que su relato se
est  prolongando  innecesariamente  e  intentan  acortarlo...  Estas  experiencias  van
permitindoles  tomar  conciencia  de  muchos  de  los  problemas  involucrados  al  narrar  y  
guiados  por  la  intervencin  del  maestro  y  de  sus  compaeros  encontrar  algunas
soluciones.
Es as como la narracin se incluye cuando resulta pertinente en la conversacin
cotidiana del aula y esta inclusin puede dar lugar, en algunos casos, a la organizacin de
situaciones didcticas especficas dirigidas a desarrollar las posibilidades de los nios como
narradores (Ver punto 3.1.).
2.4. Hablar en situaciones de lectura y escritura (Un ejemplo de interaccin oral en el
marco de actividades centradas en el aprendizaje de otros contenidos).
Hablar  es  ya  hemos  insistido  en  ello  un  instrumento  fundamental  en  toda
interaccin cognitiva y, en esa medida, cumple un papel relevante para el  aprendizaje  en
todas las reas. Mostrar en qu consiste ese papel en el caso de la lectura y la escritura
permitir  ilustrar  sin  salir  del  mbito  de  nuestra  rea  cmo  interviene  la  oralidad  en  el
aprendizaje y cmo se progresa en el dominio de la lengua oral mientras se aprenden otros
contenidos.
26
Las  situaciones  de  lectura  y  escritura  desarrolladas  en  nuestros  documentos
anteriores
3
 incluyen momentos en los que aparecen en primer plano los intercambios orales
entre los chicos o entre stos y el maestro. Focalizamos entonces los aprendizajes referidos
a la lectura y a la escritura; intentaremos mostrar ahora qu aprenden los chicos sobre la
oralidad al mismo tiempo que aprenden sobre la lectura y la escritura.
-Lectura y oralidad
Para formar lectores competentes, autnomos y crticos decamos en el Documento
de Actualizacin Curricular N 2, es necesario  crear las condiciones para que los nios
participen  frecuentemente  en  situaciones  tpicas  del  intercambio  entre  lectores,  que  les
permitan  poner  en  juego  y  apropiarse  progresivamente  de  aspectos  fundamentales  del
quehacer  del  lector,  tales  como:  leer  para  otros  en  forma  cada  vez  ms  comunicativa,
contar  o  explicar  lo  que  han  ledo  a  personas  interesadas  en  conocerlo,  comentar  con
otros los textos ledos y recomendar (o no) su lectura; opinar  sobre lo ledo  y  confrontar
las  propias  opiniones  con  las  de  otros  lectores  que  han  ledo  el  mismo  libro,  noticia  o
artculo.
Compartir la lectura y discutir acerca de lo que se est leyendo supone una intensa
interaccin oral, tanto en la prctica social como en la prctica escolar. Es por eso que, al
mismo tiempo que se apropian de quehaceres del lector, los nios van desarrollando sus
posibilidades como hablantes y oyentes:
*Las  situaciones  de  lectura  literaria,  orientadas  a  lograr  que  los  chicos  se
aproximen  a  los  comportamientos  habituales  de  los  lectores  de  literatura,  enfrentan  a  los
nios con la necesidad de renarrar un cuento que estn leyendo cuando los dems nios
no  lo  han  ledo,  de  argumentar  para  fundamentar  o  rebatir  una  opinin  o  una
interpretacin (propia o de otro lector) o para convencer a  otro  de  que  lea  el  libro  que  le
estn  recomendando,  de  escuchar  activamente  las  historias  contadas  por  sus
compaeros,  as  como  las  diversas  interpretaciones  o  puntos  de  vista  expuestos  en  el
aula...
Mientras se van formando como lectores literarios, como las situaciones didcticas
los  obligan  a  intentar  que  los  oyentes  comprendan  sus  intervenciones  y  se  mantengan
pendientes de sus palabras, los chicos van aprendiendo tambin a contar con coherencia
creciente  la  historia  que  estn  leyendo,  son  cada  vez  ms  capaces  de  centrarse  en  los
acontecimientos  fundamentales  y  de  evitar  digresiones,  van  logrando  crear  intriga  en  los
que escuchan... A medida que avanza su experiencia en la discusin de interpretaciones y
en  la  elaboracin  de  recomendaciones,  se  sienten  cada  vez  ms  comprometidos  a
fundamentar sus opiniones; las reacciones que perciben en sus interlocutores as como las
sugerencias,  objeciones  y  preguntas  del  maestro  y  de  sus  compaeros  los  ayudan  a  ir
superando  algunos  usos  de  expresiones  coloquiales  no  siempre  adecuados  o  cierta
tendencia a las reiteraciones innecesarias. Es as como los criterios que usan para hablar
de  los  textos  se  hacen  cada  vez  ms  precisos  y  los  argumentos  con  que  fundamentan
opiniones, ms eficaces.
La prctica permanente de la conversacin acerca de lo que se lee y el esfuerzo por
producir  los  efectos  deseados  en  sus  interlocutores  van  haciendo  posible  que  los  nios
desarrollen un metalenguaje oral para hablar acerca de los textos, de las intenciones de sus
autores,  de  su  interpretacin.  Se  apropian  tambin  progresivamente  del  lenguaje  literario
                                                
3
 Documentos de Actualizacin Curricular en Lengua N 2 y N 4.
27
cuando al renarrar lo que leyeron intentan reproducir ante otros expresiones encontradas en
cuentos ledos o, al hablar sobre los textos, necesitan citar lo que dicen los personajes o
reproducir  textualmente  expresiones  que  aparecen  en  ellos.  Encuentran  as  que  en  una
misma pgina de un cuento se alude a un mismo referente de varias maneras diferentes
seguramente para evitar repeticiones que aburran al lector, pero tambin reparan en que a
veces una misma palabra se repite y que eso da fuerza a lo que el texto dice.
Por otra parte, el texto literario al ser integrador de mltiples variedades lingsticas,
aun de las consideradas menos prestigiosas no slo pone en contacto a los nios con el
lenguaje  potico  sino  tambin  con  registros  lingsticos  coloquiales  o  formales,  con
diferentes  variedades  dialectales.  Esto  favorece  un  tipo  particular  de  reflexin  sobre  el
lenguaje: por ejemplo, sobre las voces diferentes que dialogan en un mismo texto o sobre
distintas  maneras  de  decir  lo  mismo  que  pueden  resultar  ms  o  menos  adecuadas  en
diferentes situaciones comunicativas.
*Las  situaciones  de  lectura  orientadas  hacia  la  preparacin  de  los  alumnos
como  estudiantes  (Documento  de  Actualizacin  Curricular  N4)  muestran  claramente  la
intervencin de la lengua oral y tambin de la escritura como herramienta de construccin
del  conocimiento.  Por  otra  parte,  estas  situaciones  plantean  a  los  chicos  desafos  que
favorecen avances en relacin con la oralidad: ellos tienen oportunidad de ir desarrollando
sus quehaceres como hablantes a medida que van resolviendo los  problemas  que  se  les
plantean cuando intercambian  informacin o la organizan  para  compartirla  con  otros;
cuando  exponen  para  comunicar  lo  que  leyeron;  cuando,  al  intentar  hacer  ms
comprensibles  sus  ideas  o  convencer  a  otros,  ejemplifican  o  explican,  agregan
informacin suplementaria o tratan de expresar de otro modo algo que ya dijeron; cuando
parafrasean partes de los textos que consultan; cuando reformulan preguntas en relacin
con el tema sobre el que leen o agregan informacin pertinente al notar que el que tiene
que contestarlas no las entiende; cuando discuten sobre el sentido que puede atribuirse al
texto  o  sobre  significados  de  palabras  desconocidas...  Al  mismo  tiempo,  y  a  medida  que
progresan  en  la  lectura  de  textos  expositivos  y  en  la  discusin  sobre  ellos,  los  nios  van
apropindose  de  lxico  especializado  y  entran  en  contacto  con  diferentes  modos  de
organizar la informacin y de hacerla avanzar, modos de organizacin a las cuales podrn
volver  a  recurrir  cuando  planifiquen  situaciones  de  exposicin  oral  (Ver  punto  3.2.).
Parafrasear,  reformular  preguntas,  ejemplificar,  explicar...  Ejercer  quehaceres  como  stos
permite a los alumnos desarrollar nuevas posibilidades en su desempeo como hablantes,
posibilidades  que  se  enriquecern  al  participar  en  situaciones  formales  de  comunicacin
oral, tal como se ver en el prximo captulo.
*Las  situaciones  centradas  en  la  interpretacin  de  los  textos  que  circulan  a
travs  de  los  medios  -y  orientadas  hacia  la  formacin  del  ciudadano-  contribuyen  al
desarrollo de la oralidad, ya que tambin en este caso los nios tienen que esforzarse por
elaborar  un  mensaje  que  pueda  ser  comprendido  por  los  interlocutores  y  por  producir  en
stos  los  efectos  deseados  cuando  comentan  las  noticias  que  han  ledo  y  comparan  la
informacin ofrecida en diferentes diarios sobre un mismo hecho, cuando opinan sobre una
pelcula o un programa periodstico vistos en televisin o sobre los propsitos que persigue
una campaa publicitaria y las razones por las que est llamando la atencin de la gente,
cuando toman posicin ante ciertas informaciones de los medios y discuten para acercar las
diferentes  posiciones  que  coexisten  en  el  grupo...  Es  as  como,  adems  de  contribuir  al
desarrollo  de  los  quehaceres  del  hablante  y  el  oyente,  estas  situaciones  constituyen  un
aporte a la formacin del espectador crtico.
28
Cabe sealar, finalmente, que al leer textos periodsticos o literarios, se encuentran
transcripciones  del  habla  de  personas  o  personajes  en  las  cuales  se  hacen  presentes
diversas variedades lingsticas del castellano. Estas situaciones constituyen una excelente
oportunidad  para  compartir  con  los  alumnos  el  respeto  por  las  variedades  utilizadas  por
otros  hablantes  de  nuestra  lengua,  as  como  la  valoracin  del  conocimiento  de  esas
diversas variedades que enriquecen la competencia lingstica de todos. 
-Escritura y oralidad
Para  formar  a  los  alumnos  como  escritores,  es  imprescindible  ofrecerles  mltiples
oportunidades de escribir con otros y discutir acerca del texto que estn produciendo. Esto
significa  que  no  slo  se  aprende  a  escribir  escribiendo,  tambin  se  aprende  a  escribir
hablando sobre el texto que se va a producir, se est produciendo o ya se produjo.
Mltiples  intercambios  orales  tienen  lugar  cuando  los  chicos  escriben
cooperativamente. La produccin en pequeos grupos hace posible como puede verse en
los  Documentos  N  2  y  N  4  que  ellos  verbalicen  sus  reflexiones  mientras  planifican,
escriben y revisan sus textos -reflexiones que no se explicitaran en un trabajo solitario de
escritura. Cuando se trata de una produccin colectiva, cuando todos los nios participan en
la composicin del texto con la orientacin del maestro, muchas opiniones se hacen oir en
relacin  con  cmo  comenzar,  cmo  ordenar  las  ideas,  qu  escribir  y  cmo  expresarlo...
Para tomar decisiones, los participantes se ven obligados a desplegar sus argumentos a
favor  o  en  contra  de  tal  o  cual  propuesta,  a  poner  en  accin  diferentes  estrategias  para
convencer a los otros miembros del grupo de la conveniencia de adoptar la versin que les
parece  mejor...  Cuando  la  produccin  es  individual,  se  la  somete  a  la  consideracin  de
algunos lectores y se discute con ellos la pertinencia de las modificaciones que sugieren.
Es as como, mientras planifican, escriben o revisan sus textos, los nios discuten
porque tienen que tomar decisiones sobre la informacin que es necesario incluir para que
el lector comprenda o sobre la forma en que expresarn una idea para producir un impacto
en los destinatarios, argumentan para convencer a los compaeros de que su propuesta es
la  ms  adecuada,  exponen  ante  otros  -por  ejemplo-  qu  organizacin  imaginan  para  el
texto que van a escribir, narran oralmente para ir reconstruyendo el proceso acerca del cual
estn escribiendo, renarran el argumento de una novela leda, porque es necesario incluirlo
en una resea que van a escribir...
Lo que los chicos dicen en esas situaciones, al compartir sus dudas y tambin sus
certezas, permite al maestro advertir sobre qu reflexionan y de qu modo avanzan en sus
reflexiones  sobre  el  lenguaje.  Es  as  como,  al  escuchar  las  discusiones  que  los  chicos
sostienen mientras escriben, se constata que hablar con los compaeros permite explicitar
los problemas que se enfrentan y desplegar las propias ideas, que el lenguaje oral funciona
como instrumento de interaccin cognitiva tambin en el marco de la escritura.
Adems, como ocurre en el caso de la lectura, al escribir se hacen aprendizajes que
contribuyen tambin al desarrollo de la oralidad. Gracias al distanciamiento del texto que la
escritura hace posible, los nios pueden tomar conciencia al escribir de algunos problemas
que  tambin  se  les  plantean  al  comunicarse  oralmente,  y  pueden  generar  algunas
soluciones.  Por  ejemplo,  cuando  un  nio  lee  un  texto  de  otro  para  ayudarlo  a  revisar,  se
producen intercambios como los siguientes: el lector seala al autor algunas ambigedades
y, al discutir posibles soluciones, deciden agregar algunos conectores -es as como, sin
embargo, por eso- para mostrar mejor qu quieren decir; al revisar un dilogo entre varios
29
personajes que est incluido en la narracin, el lector detecta que dijo se repite muchas
veces y los dos nios deciden sustituir esa palabra por otros verbos como interrumpi,
respondi  o  exclam  que  aluden  con  mayor  precisin  a  las  intervenciones  de  los
personajes... Mientras producen juntos un texto, dos nios se preguntan si deben narrar en
primera  persona  o  en  tercera  y  esgrimen  diversos  argumentos  al  intentar  convencerse
mutuamente  de  las  ventajas  de  una  u  otra  opcin.  Los  miembros  de  otro  grupo  se  dan
cuenta,  al  releer  un  relato  que  han  escrito,  de  que  se  llega  demasiado  rpido  al  final  y
deciden  entonces  agregar  descripciones  y  dilogos  para  detener  la  accin,  cambiar  el
ritmo y crear suspenso Las soluciones que van encontrando para el texto escrito podrn
ser utilizadas tambin al hablar, al menos en situaciones formales que requieren y hacen
posible como la escritura una cuidadosa preparacin previa (Ver Captulo 3).
Cuando el texto que se produce est dirigido a un destinatario socialmente distante 
cuando se escribe, por ejemplo, un informe dirigido a la directora de la escuela, una solicitud
de  donacin  que  se  enviar  al  gerente  de  una  editorial  o  una  carta  de  lector  una  parte
importante de la discusin se centra en el registro lingstico: al revisar, los nios sustituyen
ciertas palabras y expresiones que aunque son muy usadas en la conversacin cotidiana
no les parecen adecuadas para el texto en cuestin.
Adems de ayudarles a distinguir cul es el registro lingstico ms adecuado para
diferentes situaciones, las actividades de escritura ponen en primer plano la reflexin sobre
las  diferencias  entre  escritura  y  oralidad:  los  nios  van  detectando  algunas  expresiones
propias de la oralidad coloquial que en muy pocos casos resultan adecuadas al escribir, a
evaluar  si  una  expresin  perfectamente  adecuada  en  una  conversacin  amistosa  que
incluso podra utilizarse al citar lo dicho por un personaje en un cuento puede emplearse
tambin  o  debe  descartarse  cuando  se  escribe  una  carta  que  reviste  cierta  formalidad...
Adems de contribuir al avance de los nios como escritores, estas reflexiones constituyen
aportes importantes para el desarrollo de los nios como hablantes: al actualizarlas cuando
participen en situaciones comunicativas formales, los nios tendrn muchos elementos para
decidir qu expresiones coloquiales dejar de lado y qu formas de la escritura pueden pasar
a la oralidad porque son adecuadas a la formalidad de determinada situacin.
A  lo  largo  de  este  punto,  hemos  intentado  mostrar  la  riqueza  de  los  intercambios
orales  que  pueden  generarse  en  el  aula  en  el  marco  de  situaciones  de  lectura  y  de
escritura, as como cunto se aprende acerca de la oralidad mientras se lee y se escribe.
Parece necesario sealar que este enriquecimiento mutuo de los dos trminos en juego la
oralidad  por  un  lado,  la  lectura  y  la  escritura  por  el  otro  no  se  produce  de  manera
espontnea, que se hace posible slo cuando se cumplen dos requisitos: por una parte, las
condiciones didcticas creadas en el aula aseguran que los chicos tengan oportunidades de
escuchar y ser escuchados y promueven que se sientan autorizados a opinar o a no saber
algo,  a  dudar  y  por  lo  tanto  a  preguntar;  por  otra  parte,  las  propuestas  planteadas  a  los
nios  estn  sustentadas  en  una  concepcin  de  la  lectura  y  la  escritura  como  prcticas
sociales que involucran una red de interacciones entre lectores, escritores y textos, en una
concepcin de la lectura que pone en primer plano la construccin de sentido por parte de
quien lee y la discusin  de  diferentes  interpretaciones,  en  una  concepcin  de  la  escritura
que pone en primer plano el laborioso proceso de produccin de textos y la discusin de los
escritores acerca de los textos que estn produciendo.
30
Hemos mostrado hasta aqu cmo opera la oralidad y qu se aprende acerca de ella
en  situaciones  orientadas  hacia  el  aprendizaje  de  otros  contenidos.  Pasemos  ahora  a
considerar las situaciones didcticas especficamente dirigidas a la formacin de hablantes
cada vez ms competentes y eficaces.
31
3. Situaciones didcticas y contenidos en accin
Para formar hablantes capaces de tomar la palabra y hacer oir su voz en diferentes
contextos no slo en los conocidos y privados, sino tambin en los menos conocidos y ms
pblicos,  para  formar  oyentes  dispuestos  a  comprender  el  punto  de  vista  de  sus
interlocutores,  a  cooperar  activamente  con  ellos  y  al  mismo  tiempo  a  posicionarse
crticamente  frente  a  sus  discursos,  es  necesario  generar  en  la  escuela  situaciones
didcticas especficamente orientadas hacia el logro de tales propsitos.
Aunque la conversacin que tiene lugar cotidianamente en la escuela en el marco
del  aprendizaje  de  otros  contenidos  puede  contribuir  mucho  como  hemos  visto  a  la
formacin  de  los  alumnos  como  hablantes  y  oyentes,  el  cumplimiento  de  los  propsitos
planteados  requiere  que  se  lleven  a  cabo  otras  situaciones  que  no  tendran  lugar  en  el
contexto escolar si no se planificaran especialmente.
En tal sentido, es esencial brindar a los alumnos oportunidades de participar como
hablantes y  oyentes  en  situaciones  autnticas,  sobre  todo  en  situaciones  formales  en  las
que la vida cotidiana no les ofrece muchas oportunidades de participar. Es esta opcin la
que permite al alumno apropiarse de aquellos usos del lenguaje que no tienen oportunidad
de  ejercer  fuera  de  la  escuela,  ya  sea  porque  no  son  habituales  en  su  comunidad  o,
simplemente, porque se trata de situaciones en las que usualmente no participan los nios.
En tanto hablantes y oyentes, los nios que hoy estn en nuestras aulas tienen que
estar  preparados  para  enfrentar  en  el  futuro  los  requerimientos  de  una  diversidad  de
situaciones  comunicativas:  al  proseguir  sus  estudios,  necesitarn  escuchar  y  hacer
exposiciones prolongadas as como argumentar para sustentar las posiciones de los autores
estudiados  o  su  propia  posicin  acerca  de  los  problemas  tratados;  al  solicitar  un  trabajo,
necesitarn  elaborar  una  presentacin  de  su  propia  formacin  y  experiencia  previas  que
impresione  bien  al  interlocutor;  como  ciudadanos,  necesitarn  comprender  las
informaciones  que  les  llegan  a  travs  de  los  medios  de  comunicacin  y  ser  capaces  de
analizarlas  crticamente,  as  como  hacer  solicitudes  o  reclamos  y  lograr  que  stos  sean
escuchados; tendrn que enfrentar en muchos casos y en diferentes mbitos sociales a
interlocutores en relacin con los cuales se sienten en situacin de inferioridad... Para salir
airosos de estas situaciones futuras, es imprescindible que los alumnos hayan tenido en la
escuela  experiencias  variadas,  en  el  marco  de  situaciones  comunicativas  formales  con
interlocutores distantes socialmente o con un auditorio ms amplio y menos conocido que el
habitual,  que  les  planteen  el  desafo  de  sostenerse  en  el  uso  de  la  palabra  durante  un
tiempo  ms  prolongado  que  en  la  conversacin  cotidiana  y  sin  la  apoyatura  de  las
intervenciones  de  los  dems,  que  generen  la  necesidad  de  discutir  sobre  los  mensajes
recibidos a travs de los medios, que les permitan ir conociendo las reglas implcitas que
rigen  en  diferentes  contextos  comunicativos  y  los  inciten  a  apropiarse  de  las  estrategias
discursivas y recursos lingsticos ms adecuados para cada contexto.
En las situaciones didcticas que se describen a continuacin, veremos a los nios
progresar  como  hablantes  y  oyentes  al  asumir  los  ms  diversos  roles:  el  de  narrador  de
cuentos, el de expositor o entrevistador, el de moderador o participante en un debate, as
como  el  de  miembro  comprometido  de  un  auditorio  o  el  de  oyente  crtico  de  radio.  Las
situaciones  propuestas  estn  enmarcadas  en  dos  modalidades  organizativas  diferentes:
actividades habituales y proyectos de trabajo.
32
3.1. Actividades habituales
Desarrollar habitualmente por ejemplo, una vez por semana durante un perodo de
varios meses actividades que favorecen una intensa interaccin con algunos gneros de la
oralidad  hace  posible  que  los  nios  se  familiaricen  con  ellos,  que  desarrollen  nuevas
estrategias discursivas, que comiencen a reflexionar sobre algunos usos de la lengua oral.
As  como,  para  formar  lectores  y  escritores,  se  desarrollan  actividades  habituales
que permiten a los nios una interaccin especialmente frecuente con ciertos gneros de la
lengua escrita cuando se decide dedicar algunas horas semanales a la lectura de noticias,
cuentos  o  curiosidades  cientficas,  por  ejemplo,  para  formar  hablantes  y  oyentes  es
importante  instituir  actividades  habituales  dedicadas  ya  sea  a  escuchar  y  comentar
emisiones  radiales  o  televisivas,  ya  sea  a  interactuar  con  manifestaciones  de  la  tradicin
oral tales como refranes, coplas, payadas, leyendas... y tambin, aunque durante perodos
ms cortos, con chistes o colmos.
Intentaremos  perfilar  aqu  de  qu  modo  se  desarrollan  y  qu  contenidos  permiten
trabajar dos actividades habituales: la narracin de cuentos o leyendas pertenecientes a la
tradicin familiar de los nios y la interaccin con emisiones radiales.
Narracin de historias tradicionales
En  nuestra  jurisdiccin  como  ya  hemos  sealado  las  aulas  estn  pobladas  de
nios que provienen de un amplio abanico multicultural. An cuando ni ellos mismos ni sus
padres  sean  los  migrantes,  seguramente  muchos  de  ellos  encontrarn  en  sus  races
abuelos o bisabuelos que s lo fueron. La escuela debiera tomar en cuenta esta diversidad y
aprovecharla para ofrecer a todos los alumnos la oportunidad de conocer algunos aspectos
del  caudal  cultural  que  las  familias  poseen:  los  diversos  usos  y  costumbres,  las  variadas
lenguas  y  las  variedades  regionales  de  la  nuestra,  las  mltiples  expresiones  literarias  y
artsticas.  Los  maestros  pueden  capitalizar  la  diversidad  cultural  de  sus  alumnos
promoviendo situaciones en las que los chicos narren para sus compaeros los cuentos o
leyendas que se cuentan en sus familias.
Al  alentar  estos  intercambios,  el  docente  estimula  una  actitud  respetuosa  e
interesada hacia la diversidad, al mismo tiempo que brinda a sus alumnos la oportunidad de
organizar un relato frente a sus compaeros, de desarrollar estrategias narrativas cada vez
ms ricas.
Los  nios  comienzan  desde  muy  pequeos  a  escuchar  narraciones  y  a  narrar.  Lo
hacen  cuando  cuentan  sus  propias  experiencias,  cuando  renarran  un  cuento  que  han
escuchado o ledo para compartirlo con otros y cuando narran lo que han visto en televisin,
en  teatro  o  en  cine.  Estos  relatos  suelen  aparecer  espontneamente  tambin  en  el  aula,
forman  parte  de  la  conversacin  sostenida  entre  los  alumnos,  as  como  entre  ellos  y  el
docente. La gran experiencia previa de los nios con respecto a la narracin constituye un
punto de partida fundamental al emprender la actividad habitual que aqu se propone.
Narrar  los  cuentos  tradicionales  implica  para  los  chicos  el  desafo  de  generar  el
inters, la curiosidad, la simpata o la intriga de sus oyentes. Implica tambin resolver una
tensin  entre  su  propia  interpretacin  y  la  fidelidad  a  la  historia  original:  al  contarla,  los
chicos harn una reinterpretacin propia de la historia pero, como en este caso se trata de
33
transmitir un cuento que se ha conservado a travs de las generaciones, resulta necesario
respetarlo al menos en su estructura general.
Despus de haber contado y escuchado muchas historias tradicionales, adems de
haber progresado como narradores, los chicos se habrn conocido mejor, habrn aprendido
que el paisaje que enmarc la infancia de las familias de unos y otros ha sido distinto. Es
posible  que  hayan  comenzado  tambin  a  descubrir  que  la  vida  y  las  tradiciones  de  sus
familias  son  a  la  vez  parecidas  y  distintas:  tienen  en  comn  que  los  mayores  cuentan
cuentos a los pequeos para hacerlos dormir, para tranquilizarlos o entretenerlos, aunque
difieran  en  el  contenido,  en  los  personajes,  en  los  escenarios  elegidos.  Al  escuchar  las
experiencias  de  los  compaeros,  al  conocer  historias  tradicionales  de  otras  culturas,  se
hace posible para los nios reconocer y apreciar la riqueza inherente a la diversidad cultural,
resignificar  su  propia  experiencia  situndola  en  contextos  ms  amplios  y  construir  as
sobre ella una mirada nueva.
Desarrollo
*La actividad puede iniciarse con una situacin protagonizada por el docente: puede
ser  l  quien  relate  algunos  cuentos  que  escuchaba  cuando  era  pequeo,  en  su  familia.
Comienza reconstruyendo para los chicos la situacin: quin se los contaba, dnde, con qu
frecuencia, cules eran sus preferidos. Los nios escuchan los relatos, formulan preguntas
y los comentan.
A partir de esta situacin, el docente propone a los alumnos una indagacin en sus
hogares.  Cada  nio  preguntar  a  sus  padres  cules  eran  los  cuentos  que  a  ellos  les
contaban sus propios padres o abuelos cuando eran pequeos. Los nios escucharn esos
cuentos y tratarn de recordarlos. Quizs observen y escuchen cmo sus padres recurren a
su vez a los abuelos para reconstruirlos.
*El  docente  podr  invitar  a  concurrir  a  la  escuela  en  alguna  ocasin  para  narrar
cuentos  a  todo  el  grupo  a  aquellos  padres  de  alumnos  o  abuelos  dispuestos  a  hacerlo.
Resultar tambin interesante invitar un da a un narrador o a algn maestro de la escuela
aficionado a narrar.
Grabar  programas  de  televisin  donde  se  cuenten  cuentos  es  un  medio  para
enriquecer la actividad. En efecto, despus de haber escuchado el relato por primera vez,
los chicos pueden volver a escucharlo para prestar atencin, con la gua del docente, a los
recursos  empleados  por  el  narrador  para  atraer  a  los  oyentes:  diferenciar  los  personajes
imitando  sus  voces,  crear  suspenso  lentificando  el  relato,  interpelar  a  la  audiencia  con
expresiones tales como Y... saben qu ocurri/ vio/ encontr...?. De este modo, los nios
tienen  oportunidad  de  aprender  algunos  recursos  que  podrn  utilizar  cuando  se
desempeen como narradores.
*Antes de que los chicos inicien la indagacin en sus hogares, conversarn en clase
y el maestro les sugerir pensar acerca de la mejor manera de registrar el o los cuentos que
escuchen  para  no  olvidarlos.  Todos  alumnos  y  maestro  harn  propuestas:  pedir  a  los
padres que les cuenten el cuento una y otra vez, tomar algunas notas o grabar el relato para
ir escuchndolo lentamente, retrocediendo y avanzando.
*Una  vez  recogidos  los  relatos,  se  podr  establecer  en  la  agenda  mensual  un
momento para los cuentos. Cada uno de los das previstos, otro alumno podr narrar a sus
compaeros  los  cuentos  de  su  familia.  El  maestro  los  alentar  a  narrar  expresivamente,
tratando  de  captar  el  inters  del  auditorio,  recordando  cmo  escucharon  hacer  a  los
narradores expertos.
34
Es  probable  que  en  los  relatos  aparezcan  expresiones,  escenarios  o  personajes
ligados  a  cada  regin  que  resulten  desconocidos  para  la  audiencia  o  incluso  novedosos
tambin para el narrador. Anticipando esta situacin, el docente propondr al narrador de
turno investigar previamente (preguntando a sus familiares), acerca de algunas expresiones
regionales  o  informaciones  que  probablemente  puedan  resultar  poco  familiares  para  sus
compaeros.
Si  los  familiares  del  alumno  no  conocieran  o  no  recordaran  los  cuentos  de  los
abuelos, el docente podr ofrecerles algunos cuentos tradicionales de la regin de donde
provienen para que ellos los lean y luego los narren a la clase.
Es as como, durante el desarrollo de esta actividad, los nios habrn tenido ocasin
de  escuchar  narraciones,  de  desarrollar  estrategias  para  tratar  de  evocarlas,  de  narrar
frente  a  un  auditorio  amplio  tratando  de  captar  su  inters,  de  contextualizar  el  relato
tomando  en  cuenta  los  conocimientos  de  la  audiencia.  Como  oyentes,  habrn  tenido
ocasin  de  escuchar  cuentos  narrados  por  otros  nios.  Al  mismo  tiempo,  se  habrn
conocido mejor, habrn aprendido que el paisaje que enmarc la infancia de las familias de
unos y otros ha sido distinto. Es posible que hayan comenzado a descubrir que la vida y las
tradiciones  de  sus  familias  son  a  la  vez  parecidas  y  diferentes:  tienen  en  comn  que  los
mayores  cuentan  cuentos  a  los  pequeos,  para  hacerlos  dormir,  tranquilizarlos,
entretenerlos, transmitirles tradiciones y difieren en el contenido, en los personajes, en los
escenarios elegidos.
Contenidos trabajados en el curso de la actividad
Quehacer del oyente
-Escuchar  atentamente  narraciones  para  tratar  de  evocarlas,  la  primera  vez
globalmente y luego empleando diferentes estrategias: pedir al narrador que repita
un  fragmento  o  toda  la  narracin  para  poder  prestar  atencin  a  los  detalles,
preguntar al narrador por aquello que no se est seguro de haber comprendido bien,
tomar notas de algunos pasajes clave para poder reconstruir la totalidad del relato.
(Escuchar  para  tratar  de  evocar  es  una  forma  de  escucha  muy  atenta,
comprometida, en la que el oyente mismo se esfuerza por ejercer un control que le
permita tanto comprender el sentido global del relato como no perder ningn detalle).
Quehacer del narrador
-Graduar el volumen de la voz para ser escuchado por todos.
-Contextualizar  el  relato  tomando  en  cuenta  los  probables  conocimientos  de  la
audiencia, anticipando sus lagunas y ofreciendo la informacin necesaria.
-Utilizar diferentes estrategias para interesar al auditorio: acelerar o lentificar el relato
con la intencin de crear suspenso o generar sorpresa, variar los tonos de voz de
acuerdo  al  sentido  de  lo  que  se  dice  y  al  efecto  que  se  quiere  provocar  en  los
oyentes, agregar u omitir detalles para hacer ms entretenido el relato, caracterizar
los personajes imitando con la voz o la entonacin su forma de hablar...
-Reconocer  que  en  distintas  regiones  se  emplean  giros  diferentes,  identificar
algunos,  compararlos  con  la  manera  propia  de  expresar  una  idea  similar,  hallar
semejanzas  entre  algunos  personajes  arquetpicos  de  distintas  culturas  (como  el
embustero, por ejemplo), analizar la vinculacin entre los personajes y el paisaje.
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Escuchar radio
Escuchar  semanalmente  o  diariamente,  si  esto  resulta  pertinente  en  relacin  con
los  contenidos  que  se  estn  trabajando  y  si  el  tiempo  lo  permite  un  programa  de  radio
puede  ser  una  de  las  actividades  habituales  a  realizar  en  un  ao  escolar.  Ese  programa
puede ser siempre el mismo un noticiero, por ejemplo o puede ir variando en funcin de
los temas que se estn abordando en las clases de otras reas, de los intereses que vayan
apareciendo en el grupo y, sobre todo, de los aspectos de la comunicacin en los que el
maestro decida centrar la escucha y la reflexin.
Para qu escuchar radio en la escuela?
Escuchar noticieros o programas de opinin y tener oportunidad de analizarlos en la
clase permite a los alumnos expresar sus propias opiniones acerca de hechos relevantes de
la actualidad, confrontarlas con las de los dems e ir formando posiciones propias. Seguir
las noticias referidas a ciertos acontecimientos a travs del tiempo les permitir comenzar a
descubrir que algunos de ellos siguen vigentes durante perodos prolongados, en tanto que
otros  son  rpidamente  olvidados,  y  har  posible  tambin  que  comiencen  a  preguntarse
sobre las razones de estas diferencias. Comparar cmo relatan distintas emisoras un mismo
hecho  los  llevar  a  intuir  la  existencia  de  estilos  periodsticos  diferentes  y  a  detectar
algunas de las caractersticas que los diferencian, as como a analizar las posiciones que
se  expresan  a  travs  de  cada  uno.  Llamar  a  la  emisora  cuando  el  tema  que  se  discute
afecta particularmente a los nios puede ser una ocasin para hacer or pblicamente su
voz y para ir aprendiendo a adecuar su discurso a una situacin comunicativa en la que el
auditorio es muy amplio, en la que es necesario hacerse entender por personas que pueden
tener conocimientos muy diversos acerca del tema y en la que es importante dar una buena
imagen de s mismo a travs de lo que se dice y de la manera en que se expresa.
Comparar el tratamiento que diferentes medios radio, televisin, diarios hacen de
un mismo hecho favorece que los nios vayan descubriendo recursos especficos que cada
uno de ellos utiliza para impactar al oyente, al televidente o al lector.
A travs de las discusiones sostenidas en clase y gracias a las reflexiones realizadas
en el curso de diferentes encuentros, los nios irn construyendo criterios de seleccin que
les permitirn ir definiendo preferencias y  comenzar  a  tomar  en  consideracin  al  elegir  la
calidad de los programas, el estilo periodstico que adoptan, la temtica predominante que
abordan,  la  posicin  que  asumen  frente  a  la  informacin.  La  confrontacin  de  diferentes
medios les permitir adems detectar algunos mensajes implcitos tanto en la informacin
que  se  selecciona  como  en  la  manera  de  comunicarla  y  podrn  as  tomar  distancia  e  ir
construyendo  posiciones  propias  personales  o  compartidas  con  todo  el  grupo  sobre
algunos aspectos que fueron objeto de discusin. Se irn formando as como espectadores
crticos.
La  actividad  habitual  puede  incluir  tambin  la  interaccin  con  otros  gneros
radiofnicos:  anuncios  publicitarios,  crticas  artsticas,  entrevistas,  debates...  Al  reflexionar
sobre  diversos  anuncios  publicitarios,  ser  posible  analizar  cunta  publicidad  tiene  como
destinatarios  a  los  nios,  de  qu  modo  se  intenta  persuadirlos  de  la  conveniencia  de
consumir ciertos productos, cules son los recursos utilizados para atraer su atencin... Irn
descubriendo as la importancia de tomar distancia de los textos publicitarios, de analizarlos
crticamente  y  evitar  ser  manipulados  en  tanto  consumidores.  El  anlisis  de  algunas
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entrevistas y debates, adems de  contribuir  a  la  formacin  de  los  espectadores,  aportar
elementos relevantes para la realizacin de estas situaciones en el aula (Ver punto 3.2.).
Contenidos trabajados en esta situacin
-Comparar  noticieros  o  programas  de  opinin  para  seleccionar  uno  que  se
escuchar a menudo.
-Comentar con otros una noticia escuchada por la radio.
-Vincular una noticia con otras escuchadas en das anteriores por radio o conocida a
travs de los otros medios de comunicacin.
-Seguir una noticia por la radio.
-Opinar sobre una noticia, un anuncio publicitario o un programa radial de otro tipo.
J ustificar  la  opinin  propia.  Argumentar  para  aceptar  o  refutar  puntos  de  vista  del
interlocutor.
-Identificar ciudad de procedencia de la noticia y agencia.
-Establecer relaciones entre lo que se escucha y la experiencia propia de cada uno,
del barrio, de la escuela.
-Formar opinin acerca de lo que se escucha.
-Reconocer la opinin del periodista a travs de sus comentarios.
-Seguir una discusin radial tratando de entender las posiciones de los participantes.
3.2. Situaciones didcticas enmarcadas en proyectos de trabajo
Las situaciones que se proponen en este apartado situaciones formales, como la
entrevista, el debate o la exposicin- estn enmarcadas en proyectos de trabajo que pueden
ser propios de un grado, compartidos por los grados de un ciclo o incluso comunes a toda la
escuela.
Cuando  de  lengua  oral  se  trata,  son  particularmente  relevantes  los  proyectos  que
involucran a la institucin en su conjunto, as como los que se dirigen a toda la institucin 
padres incluidos y a otros sectores de la comunidad aunque sean realizados slo por uno o
dos  grupos,  porque  hacen  posible  que  los  alumnos  en  tanto  expositores,  en  tanto
participantes en una mesa redonda se dirijan a un pblico amplio y menos conocido que
los propios compaeros. Aunque son muchos y muy productivos los proyectos que tienen
lugar  en  el  aula,  hay  que  tomar  en  cuenta  que  no  siempre  es  posible  generar  en  ese
espacio situaciones comunicativas en las que sea pertinente una variedad formal de habla,
en  las  que  sea  necesario  porque  as  lo  exigen  la  situacin  y  los  participantes  utilizar
gneros de la comunicacin oral adecuados a los contextos ms pblicos.
La  organizacin  por  proyectos  hace  posible  lograr  que  la  actividad  escolar  se
aproxime  a  la  prctica  social.  Como  ocurra  en  el  caso  de  la  lectura  y  la  escritura  (Ver
Documentos N 2 y N 4), los proyectos permiten acercar tambin las prcticas orales que
tienen lugar en la escuela a las que se producen en contextos extra-escolares. Adems, por
estar orientados hacia propsitos comunicativos tan vlidos en la escuela como fuera de ella
dar  a  conocer  a  otros  un  tema  que  se  ha  estudiado  profundamente,  discutir  cuestiones
polmicas y arribar a algunos acuerdos, recabar informaciones que no se encuentran en los
textos  (entrevistando  expertos),  etc.,  los  proyectos  permiten  tambin  en  el  caso  de  la
lengua  oral  coordinar  los  propsitos  didcticos,  cuya  concrecin  es  siempre  mediata,  con
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otros  que  revisten  un  gran  inters  para  los  alumnos  porque  tienen  sentido  desde  su
perspectiva actual y no slo en relacin con su buen desempeo futuro.
Las situaciones didcticas que se presentarn estn orientadas hacia el desarrollo
de  estrategias  discursivas  que  no  son  habitualmente  exigidas  en  los  contextos  de
produccin  cotidiana  y  que  requieren  la  re-creacin  en  la  escuela  de  condiciones
particulares en  el  marco  de  las  cuales  esas  estrategias  sean  pertinentes.  Al  participar  en
estas  situaciones,  los  alumnos  aprendern  progresivamente  a  adecuar  su  discurso  a  los
contextos  de  mayor  formalidad,  a  realizar  intervenciones  previamente  planificadas,  a
manejarse  en  situaciones  de  mayor  asimetra  que  las  habituales,  a  producir  un  discurso
cuidado, supervisado y autocontextualizado... Aprendern, en sntesis a autocontrolar  su
discurso.
La exposicin, la entrevista y el debate son gneros de la oralidad que recurren a la
lengua escrita: leer, tomar notas, fichar, resumir, hacer esquemas de la argumentacin que
se va a desarrollar... son actividades constitutivas de las situaciones que se desarrollan a
continuacin.
La entrevista
La  entrevista  conserva,  en  trminos  generales,  la  apariencia  del  dilogo.  En  una
conversacin informal, cotidiana, las intervenciones de los interlocutores se van sucediendo
en la produccin de un texto a dos voces. Es frecuente que las voces de los interlocutores
se superpongan, los temas acerca de los cuales se habla van surgiendo espontneamente y
ambos tienen libertad para cambiarlos en el curso del dilogo, por no estar de acuerdo con
el  rumbo  que  est  tomando  e  incluso  para  proponer  (explcita  o  implcitamente)  dar  por
finalizado el encuentro.
En  la  entrevista,  bajo  esta  misma  apariencia  de  intercambio  verbal  entre  dos
personas,  una  de  ellas  hace  las  preguntas  y  la  otra  responde,  el  tema  est  previamente
acordado  y  ambos  deben  ajustarse  a  l,  es  una  de  ellas  quien  decide  cundo  se  da  por
finalizada  y  la  otra  (por  lo  general)  acata  la  decisin.  La  entrevista  es,  por  ello,  una
modalidad de interaccin verbal pautada que, a diferencia del dilogo coloquial, espontneo,
responde a una convencin que, por un lado, requiere determinadas condiciones para ser
llevada a cabo y, por el otro, supone un propsito especfico. Es pues una actividad que se
desarrolla en lengua oral, pero por sus caractersticas resulta especialmente pertinente en el
mbito escolar porque se combina con actividades de lectura y escritura.
La  entrevista  supone,  por  parte  del  entrevistador,  la  realizacin  de  actividades
previas de investigacin y planificacin de las cuales depende en gran parte el logro de los
objetivos  propuestos.  Sea  que  desee  conocer  ms  en  profundidad  la  opinin  de  su
entrevistado sobre un tema en particular, o que le interese averiguar cuestiones referidas a
su vida o a su obra, o que se proponga a travs de este medio obtener datos para algn
trabajo ulterior, el entrevistador deber informarse previamente y tomar notas, en base a las
cuales  disear  el  cuestionario-eje  de  la  entrevista.  Asimismo,  durante  su  desarrollo,  el
entrevistador deber estar atento con el objeto de repreguntar si la respuesta obtenida no
se  ajusta  a  su  propsito  o  si  se  da  cuenta  de  que  su  pregunta  no  fue  adecuadamente
interpretada,  de  retomar  lo  dicho  antes  si  advierte  alguna  contradiccin,  de  establecer
comparaciones  entre  varias  respuestas  para  intentar  conclusiones  parciales,  de  incluir
38
preguntas que no haba previsto si aparece algn tema interesante que considera oportuno
desarrollar...
Los chicos estn habituados a trabajar en la biblioteca del aula o de la escuela para
buscar informacin que necesitan para sus actividades escolares, pero puede suceder que
requieran alguna informacin que no encontrarn en los libros y a la que podrn acceder
consultando directamente a quien puede proporcionarla. La entrevista es una herramienta
til para que los chicos puedan saber ms sobre algn tema que les interesa, conocer mejor
a  un  escritor  cuya  obra  han  ledo  o  dialogar  con  el  artista  luego  de  haber  visitado  una
muestra de pintura o escultura, o presenciado una obra de teatro.
Incluir  una  entrevista  en  el  marco  de  un  proyecto,  o  elegir  la  entrevista  como
herramienta para la bsqueda de informacin que el grupo requiere, supone no solamente
poner a los alumnos en situacin de planificarla, realizarla y eventualmente transcribirla, sino
sobre todo lograr que, a travs de la lectura y la observacin de entrevistas realizadas por
otros, adquieran la posibilidad de ser intrpretes crticos de los medios, lleguen a advertir las
estrategias utilizadas por los conductores televisivos para acorralar a sus entrevistados y las
que stos utilizan para evadir las preguntas comprometedoras, puedan encontrar la opinin
del  periodista  disfrazada  en  la  respuesta  atribuida  al  entrevistado  en  el  peridico,
descubran la modalidad generalizada en los medios de hacer preguntas cerradas con las
que ponen en boca del entrevistado opiniones que, en realidad, ste no sostiene...
Trabajar en el diseo de una entrevista; anticipar los problemas, las respuestas, las
dificultades; transcribir luego eligiendo qu conservar literalmente y qu parafrasear, permite
a  los  alumnos  ver  una  entrevista  desde  adentro  para  luego  ser  lectores  crticos  de
entrevistas.
Concretar  una  entrevista  supone  tambin  ofrecer  a  los  alumnos  la  posibilidad  de
interactuar  con  personas  ajenas  al  mbito  escolar,  supone  brindarles  un  contexto  de
interaccin  ms  formal  as  como  una  ocasin  para  adquirir  y  desplegar  estrategias
discursivas adecuadas a situaciones de mayor distancia social que aquellas a las que estn
habituados.
1.  La preparacin
La entrevista como medio para obtener informacin
La  utilizacin  de  la  entrevista,  desde  el  primer  ciclo,  como  fuente  ms  o  menos
habitual de obtencin de informacin constituye una de las formas de preparar a largo plazo
su inclusin en un proyecto determinado.
Desde muy pequeos los chicos pueden participar directamente de entrevistas que
hacen alumnos de otro grado, de la proyeccin de una entrevista televisiva, de la lectura de
una entrevista. Los temas son mltiples: la conservacin de las especies, el cuidado de la
salud, las novedades en el zoolgico, en un museo, en otros lugares pblicos, la opinin de
artistas  o  polticos,  de  deportistas  o  personas  que  resultaron  de  algn  modo  partcipes  o
testigos de algn hecho importante. La biblioteca escolar rene poco a poco materiales en
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videos,  cassettes  o  diversos  medios  grficos  a  los  que  el  maestro  puede  apelar  en  el
desarrollo de distintos proyectos.
En estos acercamientos, el docente orienta la escucha o la lectura:
-Chicos,  como  estuvimos  estudiando  algo  acerca  de  las  especies  en  peligro,  grab  una
entrevista a una persona de Greenpeace... La verdad es que me  enter  de  la  extincin  de
algunas  especies  que  no  pens  que  se  estuvieran  extinguiendo...,  algunas  por  culpa  del
hombre  y  otras  por  desequilibrios  naturales.  Vamos  a  mirar  unos  minutos,  anoten  lo  que
puede servirnos para nuestro tema...
-Alguien escuch por la radio la entrevista que le hicieron al consejero escolar...? Habl de
nuestra  escuela,  por  las  reformas  que  se  hicieron  en  el  laboratorio...  Escuchen  un
fragmentito que grab la directora...
-Vieron  que  Bornemann  estuvo  en  la  Feria  del  Libro...?  Le  hicieron  una  entrevista  y  justo
dijo  algo  del  libro  que  estamos  leyendo...  Ac  tengo  dos  o  tres  diarios  donde  est  la
entrevista. Fjense qu dice que es muy divertido.
La frecuentacin intencional del gnero, para buscar informacin, para enterarse, porque
es  interesante  contribuye  a  orientar  la  escucha  o  la  lectura  y  a  develar  el  valor  y  la
funcionalidad de la entrevista.
Paulatinamente  diversas  caractersticas  contextuales  y  estructurales  de  la  entrevista  van
hacindose observables para los chicos:
En qu programa se habl de las causas de la extincin de algunas especies...? Se invit
al  entrevistado  para  hablar  de  ese  tema?  Se  le  pregunt  sobre  eso?  Quin  instala,
generalmente, el tema alrededor del cual girar la entrevista?
 Se  pregunt  por  nuestra  escuela  en  el  programa,  o  se  hablaba  de  las  reformas  a  varias
escuelas...?  Estaba  previsto  que  se  hablara  de  nuestra  escuela  y  por  esa  razn  la
directora lo grab...?
Le  preguntaron  especficamente  a  la  autora  acerca  del  libro  que  estamos  leyendo  o  lo
nombr en relacin con algo especial que la une a l o en relacin con alguna otra de sus
obras  que  en  ese  caso  sera  interesante  conocer?  Por  qu  se  interrumpen  las
preguntas y respuestas y el lector se encuentra con un prrafo que dice: La autora no
espera a que le preguntemos por su primer libro; recuerda su adolescencia en la provincia,
los aos difciles de la dictadura, el exilio y ...?
La estructura bsicamente dialgica de la entrevista, el encadenamiento entre la pregunta y
la respuesta, las caractersticas de las preguntas muy abiertas como para dar lugar a...,
muy cerradas... son conceptos que se abstraen cuando se adquiere una cierta experiencia
como  espectador,  oyente  o  lector.  Estos  son  los  conocimientos  que  el  docente  recupera
como contenidos en el momento de planificar puntualmente la realizacin de una entrevista.
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La entrevista como momento especfico de un proyecto
Algunas veces, en el marco de proyectos que se est desarrollando en el aula o en
la escuela, los alumnos necesitan obtener informacin sobre una persona o sobre un tema
que no puede hallarse fcilmente en los materiales impresos de los que disponen. En esos
casos, los chicos pueden realizar ellos mismos una entrevista.
Una vez que se ha establecido la pertinencia de la realizacin, ser necesario que
los alumnos vuelvan a ponerse en contacto con las entrevistas que ya conocen. Analizando
las  intervenciones  del  entrevistador  advertirn  que  es  necesario  realizar  una  cuidadosa
bsqueda y seleccin de informacin previa, pues esto les permitir disear un cuestionario
adecuado  (al  tema,  al  propsito  y  al  personaje  entrevistado).  Los  chicos  necesitan  saber
que es el entrevistador quien propone el eje temtico en torno del cual gira la entrevista 
muchas veces, de hecho, se puede observar que el  entrevistado  empieza  a  hablar  sobre
algo y quien lo entrevista lo interrumpe para reiterar una pregunta que no fue respondida, o
explcitamente le seala que slo le interesa que hable sobre algo en particular.
Si se trata de entrevistar a un autor cuya obra se est siguiendo o al director de la
obra de teatro que se ha visto, el objeto de inters es el entrevistado mismo y se le pedir
entonces que hable de sus propias experiencias.
En este caso, cuando el entrevistado es el autor de muchos cuentos que los nios
han ledo como se anuncia en el Documento N 4, la entrevista se centrar en aspectos
como  los  siguientes:  los  personajes  que  aparecen,  las  similitudes  que  los  lectores  creen
haber  encontrado  entre  ellos,  las  diferentes  estrategias  usadas  para  producir  los
desenlaces, etctera. Tambin ser pertinente, porque se trata de un escritor, preguntarle a
qu  edad  comenz  a  escribir,  si  ha  escrito  otras  cosas  adems  de  cuentos,  a  qu  hora
suele trabajar, si lo hace todos los das o cundo le surgen las ideas, si tiene amigos que
tambin son escritores y hasta si tiene hijos a quienes leerles sus cuentos. Sin embargo, el
entrevistador los chicos, en este caso deber ser especialmente cuidadoso en el respeto
por la intimidad; evitar formular preguntas que puedan incomodar al entrevistado y stas
se referirn ms a su obra que a su vida privada.
Si, en cambio, la entrevista se realiza con el objeto de saber ms sobre un tema y se
decide entrevistar a alguien que es experto en la cuestin por ejemplo, a un odontlogo,
cuando  se  trata  de  profundizar  el  conocimiento  sobre  la  salud  bucal  en  el  marco  de  una
campaa escolar de prevencin de caries (Ver Documento de Actualizacin Curricular N 2)
, entonces lo central ser el tema y no la persona.
En este caso, la informacin previa ser obtenida consultando material bibliogrfico
pertinente  y  el  entrevistado  ser  cualquier  experto  en  el  tema  que  est  dispuesto  a  ello.
Como el foco de la entrevista es el tema que se desea profundizar, ser adecuado pedirle,
por  ejemplo,  que  explique  aquellas  cuestiones  cuyo  sentido  los  chicos  no  hayan  captado
completamente  en  el  material  impreso  consultado  (el  significado  de  algunas  palabras
tcnicas,  las  causas  de  un  problema  mencionado  pero  no  explicado  en  los  textos  ledos,
etctera).
En  ambos  casos,  habr  que  realizar  averiguaciones  con  respecto  al  entrevistado:
averiguar  si  vive  en  la  ciudad,  si  est  dispuesto  a  visitar  la  escuela  y  si  le  agradara  ser
entrevistado por los chicos; de qu modo se puede hacerle llegar la invitacin. Para estos
41
aspectos  organizativos  seguramente  necesitarn  la  colaboracin  de  su  maestro  o  del
bibliotecario.
La preparacin del cuestionario
Una vez que los chicos comienzan a profundizar en el tema de la entrevista, se irn
presentando aspectos acerca de los cuales ser interesante preguntar. La entrevista da una
oportunidad  de  objetivar  diferentes  aspectos  de  la  cuestin  tratada  para  preguntar  sobre
ellos.
En  los  tres  cuentos  que  lemos  aparece  un  chico  de  poco  ms  de  diez  aos...,  los
tres son bastante parecidos entre ellos...(se trata de un descubrimiento que los chicos han
podido  realizar  con  la  ayuda  de  su  maestro:  qu  puede  preguntarse  al  autor  despus  de
haberlo observado...?) Este parecido entre los personajes existe en realidad, o nos parece
a  nosotros?,  es  una  casualidad?,  es  a  propsito?,  por  qu?.  Usted  imagin  un  nico
personaje y le puso distintos nombres, en quin se inspir para crearlo, son ancdotas que
usted  mismo  vivi  en  su  infancia,  se  enter  de  ellas  a  travs  de  un  amigo,  las  invent
todas...?
El  trabajo  grupal  orientado  por  el  maestro  pone  en  circulacin  entre  los  chicos
nuevos  contenidos:  comparacin  de  los  personajes,  aspectos  de  los  argumentos  que
podran ser autobiogrficos, paisajes que se reiteran, pocas, similitudes con obras de otros
autores o alusiones a otras lecturas... Cada pequeo grupo entonces puede  ocuparse  de
formular las primeras preguntas.
Luego ser el momento de analizarlas y de organizar el cuestionario definitivo.
!  Leer las preguntas de todos los grupos y anotarlas en el pizarrn
!  Tratar de descubrir, bajo apariencias distintas, preguntas repetidas
!  Pensar cul va primero y cul despus
!  Analizar  cada  pregunta  en  s  misma:  qu  informacin  se  puede  obtener?,  est  la
informacin  contenida  en  la  pregunta  y  el  entrevistado  slo  necesitar  responder  s  o
no?,  qu  caracterstica  tienen  las  preguntas  que  no  sern  contestadas  con  s  o
no?  (Los  chicos  podrn  descubrir  la  aparicin  de  palabras  interrogativas  y  de
expresiones equivalentes en qu momento, de qu manera... )
!  Puede pensarse en una invitacin en lugar de una pregunta  a  que  el  entrevistado
hable sobre un tema, como: Hblenos acerca de su infancia..., Cuntenos  acerca  de
sus primeros cuentos...? 
El  entrevistador,  al  planificar  sus  preguntas,  realiza  anticipaciones  acerca  de  las
respuestas que recibir: puede suponer que hay preguntas que no necesita hacer porque
estn implcitamente incluidas en otras, y el entrevistado las responder sin necesidad de
que le sean formuladas, pero debe tenerlas en reserva por si esto no sucede. Por ejemplo,
si a un escritor se le pregunta en qu lugar de su casa escribe y cmo lo hace, se espera
que en la respuesta haya indicaciones acerca de si escribe en una computadora o en un
cuaderno,  en  cuyo  caso  no  ser  necesario  preguntarlo  explcitamente,  pero  si  de  su
respuesta (tengo una piecita en la terraza donde me encierro todas las maanas y mientras
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escribo  escucho  msica)  no  se  deriva  lo  que  se  desea  saber,  habr  que  formular  una
pregunta ms directa acerca de los medios que emplea para escribir.
Otros momentos de la preparacin
Cuando los chicos son ms pequeos, como parte de la actividad preparatoria de la
entrevista, para evitar que la falta de experiencia atente contra el xito de la tarea encarada,
el  maestro  puede  sugerir  que  ensayen  antes  de  realizarla,  con  el  objeto  de  anticipar
posibles  dificultades.  El  docente  puede  ofrecerse  l  mismo  como  conejillo  de  Indias  o
planificar  que  los  chicos,  por  grupos,  entrevisten  a  diferentes  personas  de  la  escuela:  el
maestro bibliotecario, el profesor de educacin fsica... Podrn para ello disear una nica
entrevista referida a temas de inters para la comunidad escolar y luego, tras haber hecho
las transcripciones tambin por grupo, todos podrn saber qu respondi cada entrevistado
a las preguntas que entre todos decidieron hacer.
Durante el ensayo, los chicos usan un grabador; al escuchar la grabacin descubren
aspectos que no haban previsto y toman entonces algunas decisiones:
!  las voces de los chicos impiden entender lo que se dice; es necesario que haya silencio
en el ambiente porque si no el grabador registra todo y no se escucha nada;
!  para  evitar  la  superposicin  de  voces  resulta  conveniente  que  cada  chico  formule  una
pregunta  y  que  se  planifique  el  orden  de  las  intervenciones,  o  que  sea  uno  solo  (a  lo
sumo dos) quien tenga a su cargo la formulacin de las preguntas.
El  ensayo  permitir  a  los  chicos  familiarizarse  con  algunas  estrategias  como  la
eventual  supresin  de  preguntas  que  quedan  respondidas  en  una  intervencin  previa  del
entrevistado o la repregunta en caso de que la respuesta no haya resultado satisfactoria...
Pueden  descubrir  tambin,  cuando  escuchan  la  grabacin,  que  han  previsto  tantas
preguntas que la entrevista resulta largusima y esto les servir para seleccionar con ms
cuidado  las  que  harn  al  escritor.  Otra  de  las  cuestiones  que  necesitarn  debatir  con  el
maestro se referir al modo de comportamiento verbal que han elegido para establecer la
conversacin con su entrevistado durante el ensayo. Se dirigieron a l del mismo modo en
que hablan con un compaero en el recreo? Qu diferencias descubrieron al escuchar la
grabacin? A qu se deben estas diferencias?
La competencia comunicativa adquirida por los chicos se pone de manifiesto en el
momento  de  realizar  la  entrevista:  quin  puede  hablar,  cundo,  cmo  se  puede  hablar  a
personas  de  diferentes  status  y  roles,  cul  es  el  grado  de  formalidad  que  requiere  cada
situacin comunicativa.
2.  Desarrollo
La entrevista puede hacerse en presencia de todos los chicos del grado (o del ciclo)
y  en  este  caso  todos  (o  algunos)  pueden  tomar  notas  que  servirn  luego  como  material
complementario para la tarea de transcripcin.
Entre  los  chicos  ms  grandes,  es  posible  planificar  que  slo  dos  o  tres  alumnos
realicen la entrevista (por ejemplo, en un mbito diferente a la escuela) y en este caso la
transcripcin que ellos realicen ser la  nica  fuente  de  informacin  con  la  que  contar  el
grupo para avanzar en el trabajo que han encarado sobre un tema determinado.
43
Como los alumnos han definido cul es el propsito que gua su entrevista, han ledo
y visto varias e incluso las han realizado ellos mismos a personas de la escuela y tambin
saben  de  las  dificultades  que  la  tarea  de  transcripcin  encierra,  podrn  estar  atentos
durante el desarrollo de la entrevista para asegurarse  de  que  las  preguntas  estn  siendo
respondidas,  de  que  las  respuestas  que  obtienen  no  son  confusas  y,  en  este  caso,
repreguntarn  para  evitar  la  ambigedad,  estarn  pendientes  de  las  intervenciones  del
entrevistado  para  no  preguntar  lo  que  ya  ha  sido  dicho,  buscarn  formas  alternativas  de
preguntar en caso de que ste no comprenda el sentido de lo que se le requiere, estarn
abiertos para incluir preguntas nuevas a partir de alguna intervencin de su entrevistado que
resulta interesante pero tambin tendrn presentes sus propios objetivos para evitar que se
desve del tema...
Advertir que, en medio de una intervencin a veces prolongada, el entrevistado dio
ya la informacin sobre la que se haba decidido interrogar no es tarea fcil, forma parte de
la formacin de los nios como pblico...
En alguna de las ocasiones el maestro puede intervenir. Sobre esto Ricardo ya nos
respondi...  Se  acuerdan  que  nos  habl  de  Pringles,  el  pueblo  donde  naci...?
Seguramente  el  interlocutor,  que  se  sabe  ante  un  pblico  muy  joven,  no  se  va  a  sentir
molesto por la repeticin; los chicos, por su parte, descubrirn la reiteracin y recordarn en
qu momento el entrevistado dio la informacin que se les escap.
Tampoco es sencillo repreguntar... Slo alguien muy experto en el tema que se trata
puede  intentar  profundizar  sobre  la  respuesta  obtenida,  lograr  que  la  informacin  sea
ampliada o relacionarla con otras informaciones. Algunas veces, la repregunta puede estar
prevista; en otras, ser el maestro el que promueva una nueva intervencin del entrevistado.
Algunas  veces,  cierto  desorden  en  la  formulacin  de  las  preguntas  durante  el
desarrollo  de  la  entrevista  los  chicos  se  salen  de  lo  planificado,  agregan  preguntas,  se
superponen al hablar-, es un indicador del inters que el tema o la presencia del invitado
despierta en ellos. El maestro puede intervenir para retornar a lo previsto o descubrir que las
nuevas preguntas nacen a partir de datos obtenidos de boca del entrevistado demostrando,
en consecuencia, una escucha atenta y un auditorio consciente de la finalidad por la cual se
realiza la entrevista.
3.  La transcripcin
La tarea de transcripcin es muy productiva, pero suele ser larga  y  engorrosa.  Es
necesario  disponer  de  tiempo  para  ella  y  es  aconsejable  que  los  chicos  se  organicen  en
pequeos grupos (o parejas) para realizarla.
La  transcripcin  de  una  entrevista  no  consiste  simplemente  en  ir  escribiendo  al
dictado lo que est registrado en la cinta. Es necesario revisar luego estas notas para que
se  convierta  en  un  verdadero  texto:  eliminar  todas  las  repeticiones  y  las  muletillas  tan
propias  de  la  lengua  oral,  pero  tambin  agregar  todas  aquellas  cosas  que  se  dieron  por
sobreentendidas  durante  la  entrevista  mediante  gestos,  risas,  silencios,  exclamaciones,
etctera; decidir, por ejemplo, si representan los silencios mediante puntos suspensivos o si
escriben  un  texto  en  el  que  describen  la  situacin  en  la  cual  en  entrevistado  dud
largamente antes de responder; si utilizan signos de admiracin para sealar el nfasis en
44
las  respuestas  o,  entre  la  transcripcin  de  la  pregunta  y  su  correspondiente  respuesta,
hacen  mencin  a  la  actitud  entusiasta  con  que  el  escritor  abord  el  tema  propuesto;  si
reemplazan  un  trmino  que  resulta  excesivamente  coloquial  o  genrico  por  otro  ms
adecuado o preciso. Estas y otras decisiones sern sin duda diferentes a medida que los
alumnos estn ms familiarizados con la tarea de transcripcin.
Los  chicos  descubrirn  al  transcribir  algunas  cosas  que  seguramente  no  habrn
advertido  durante  la  entrevista:  que  las  personas  suelen  repetir  palabras,  titubear,  usar
muletillas,  vacilar  cuando  no  encuentran  una  palabra  o  sealar  algo  en  lugar  de
nombrarlo... De hecho, la transcripcin consiste en un complejo trabajo de traduccin de la
lengua  oral  a  la  lengua  escrita,  que  el  maestro  puede  transformar  en  una  situacin
interesante  para  reflexionar  acerca  de  las  caractersticas  particulares  de  cada  una,  sus
diferencias  y  sus  exigencias.  Estas  diferencias  requieren,  entre  otras  cosas,  tomar
decisiones  referidas  a  la  necesidad  de  reemplazar  con  palabras  escritas  aquellos
elementos extralingsticos (la presencia de las personas, los objetos, la situacin misma) y
los  rasgos  paralingsticos  (el  tono  de  voz,  la  expresin  del  rostro,  el  movimiento  de  las
manos) que aportan significacin y favorecen la comprensin en los intercambios orales.
Si  se  decide  publicar  la  entrevista,  por  ejemplo,  en  el  peridico  escolar,  el  docente
orientar la construccin del texto ya que, probablemente, ser necesario:
!  elaborar  una  presentacin  del  entrevistado  para  que  los  lectores  sepan  de  quin  se
trata;
!  sealar brevemente los propsitos que llevaron a realizar la entrevista;
!  comentar el contexto en el que se llev a cabo y el ambiente que se gener durante el
encuentro;
!  seleccionar los momentos ms importantes para transcribirlos textualmente;
!  decidir  si  toda  la  entrevista  se  transcribe  en  forma  de  dilogo,  si  se  relatan  algunos
momentos o si algo deja de ponerse;
!  decidir  si  se  indican  transiciones  entre  las  partes  que  se  transcriben  y  las  que  se
comentan;
!  pensar de qu manera se sealan las emociones y los tonos
A modo de conclusin
La planificacin  de  una  entrevista,  su  concrecin  y  la  tarea  posterior  de  sntesis  o
transcripcin  tendrn  caractersticas  particulares  dependiendo  de  la  experiencia  que  los
chicos tengan en esta tarea. Sin duda no es posible centrar la atencin simultneamente en
todos  los  mltiples  y  complejos  problemas  que  una  entrevista  supone,  pero  s  es  posible
hacer una primera experiencia hacia el final del primer ciclo y avanzar en el aprendizaje a lo
largo del segundo ciclo escolar, seleccionando diferentes personas para ser entrevistadas y
focalizando la atencin en la tarea previa de investigacin y diseo, en la realizacin de la
entrevista  y  en  su  transcripcin,  en  funcin  de  los  propsitos  didcticos  que  el  maestro
defina y que comparta con sus alumnos.
En el Documento de Trabajo N 4 (pgina89) tambin hay una sugerencia para la
realizacin de entrevistas en el marco de situaciones de Participacin activa en relacin a
temas de inters general, donde se propone entrevistar a personajes pblicos.
45
Si, por ejemplo, llega a la escuela una visita imprevista (consejero vecinal, legislador
de  la  ciudad  o  algn  otro  funcionario),  y  si  los  alumnos  poseen  cierta  experiencia  previa,
resultar factible planificar rpidamente una  situacin  de  entrevista,  solicitarla,  realizarla  y
luego  difundir  en  la  escuela  el  contenido  de  la  misma.  Familiarizar  a  los  chicos  con  esta
modalidad  particular  de  los  intercambios  en  lengua  oral  les  permitir,  en  suma,  dar
respuesta  rpida  y  eficaz  a  situaciones  que,  de  otro  modo,  no  podran  aprovechar.
Asimismo, les permitir afrontar otras situaciones que en la vida cotidiana requieren darse
permiso para formular preguntas o saber responder apropiadamente a ellas: la consulta a
un  mdico  sobre  un  problema  de  salud  personal  o  de  un  familiar;  la  contratacin  de  un
servicio de reparaciones domsticas o la apertura de una caja de ahorro; la entrevista para
acceder a un puesto de trabajo...
Si  bien  la  estructura  general  de  la  entrevista,  su  preparacin,  la  realizacin  y  la
transcripcin  posterior  presentan  siempre  aspectos  comunes,  las  estrategias  de
planificacin, realizacin y transcripcin sern particulares en cada caso, dependiendo del
propsito  y  de  quin  sea  el  entrevistado.  Y,  como  ya  ha  sido  dicho,  el  proceso  de
aprendizaje y familiarizacin de los chicos con el uso de la entrevista como estrategia para
obtener informacin, slo ser eficaz si la realizacin de las mismas resulta pertinente en el
marco de un proyecto que se viene desarrollando. 
1
La exposicin
La  exposicin  supone  un  modo  de  comunicacin  oral  en  el  cual  hay  un  hablante
individual y un interlocutor colectivo; en clase, la exposicin rene a un alumno que expone
con  un  pblico  de  alumnos  que  escuchan,  aprenden  algo  sobre  un  tema,  adquieren  o
enriquecen un saber. El alumno que expone toma momentneamente el lugar del maestro;
la situacin lo lleva a preguntarse acerca de la organizacin y de la manera de transmitir el
saber. La exposicin representa, por lo tanto, una herramienta privilegiada de adquisicin de
conocimientos, tanto para el expositor como para el auditorio.
Los chicos estn habituados a sostener  dilogos  y  tambin  conversaciones  en  las
que los roles de los sucesivos interlocutores son intercambiables. En la exposicin oral, en
cambio, quien habla lo hace para un conjunto de personas y no se producen intercambios
durante su transcurso. Quien habla debe, pues, haber preparado cuidadosamente toda su
intervencin  porque  sabe  que  no  contar  con  el  apoyo  que  en  un  dilogo  o  en  una
conversacin brindan las intervenciones de los otros. Por ello su discurso debe ser explcito,
autosuficiente. Para asegurarse la comprensin por parte de los oyentes es necesario que
siga  un  orden  argumental  (que  puede  ser  lgico  o  cronolgico,  dependiendo  del  tema),
tambin es preciso que enuncie en su presentacin el tema sobre el que disertar y luego
se apegue al mismo, evitando digresiones que podran confundir a su auditorio, finalmente
tendr que hacer un cierre para sintetizar los contenidos expresados a fin de favorecer la
interpretacin de quienes lo escucharon.
                                                
1
 Ver en el Boletn para Maestros Bibliotecarios N 5, Direccin de Planeamiento, MCBA, el desarrollo
de un proyecto en cuyo marco fue entrevistada la escritora Emma Wolf por alumnos de tercer grado
de la Escuela N 17, Distrito Escolar 14.
46
Pero la situacin de exposicin oral tambin supone otro aprendizaje para los chicos:
en ella aprenden a comportarse como auditorio. As como estamos habituados a hablar con
una persona, o con varias, en intercambios fluidos que van produciendo un texto colectivo,
tambin estamos habituados a que nuestro interlocutor nos hable, nos mire, nos interrogue
con la mirada, nos escuche, nos responda... Formar parte de un auditorio supone colocarse
en el lugar de interlocutor aunque quien habla no nos habilite individualmente a ello. Quien
expone habla para todos pero quienes escuchan son cada uno, y colocarse en este lugar
individual  en  el  conjunto  del  auditorio  supone  una  abstraccin  de  la  situacin  concreta,  y
esto es tambin producto de un aprendizaje.
De hecho, el comportamiento de auditorio es una adquisicin tarda en la vida de los
chicos y est fuertemente determinada por su escolaridad. Desde su ingreso en la escuela
los alumnos empiezan a habituarse a ser auditorio en el aula: el maestro da explicaciones,
formula consignas, hace preguntas al conjunto, da instrucciones... Al comienzo, cada uno
requiere que la pregunta, la explicacin, la consigna, le sea dicha en forma individual; poco
a poco van empezando a comportarse como auditorio, como interlocutor colectivo cuyo uso
de la palabra est ms restringido que el del expositor. Pero este "poco a poco" no siempre
es un proceso guiado, ni siquiera observado por los adultos que rodean al nio. Llegar a ser
miembro activo de un auditorio implica haber descubierto que el mensaje dirigido en forma
colectiva  debe  ser  recibido  en  forma  individual,  haber  logrado  sentirse  interpelado  como
sujeto en el plural de los enunciados del hablante. Para que esto se logre, es necesario que
el  maestro sea un modelo de auditorio desde el comienzo mismo de la escolaridad: en los
primeros aos es su escucha atenta, interesada, capaz de sostener la disposicin de sus
alumnos a hablar sobre un tema ocasional o programado la que favorecer en los chicos el
camino hacia sus propias posibilidades de constituirse en auditorio atento e interesado de
los otros (sus compaeros y el propio maestro).
A lo largo del ao escolar, durante el desarrollo de proyectos de Ciencias Sociales o
Naturales,  el  maestro  puede  proponer  a  los  alumnos  la  preparacin  y  realizacin  de
exposiciones en el aula; tambin puede sugerir la invitacin a un experto o realizar l mismo
exposiciones  ante  el  grupo.  De  este  modo,  los  chicos  tienen  ocasin  de  asistir  a
exposiciones reales.
Para los alumnos es tan importante aprender a desarrollar un tema como participar
en  calidad  de  auditorio.  Ser  auditorio  no  significa  escuchar  pasivamente  al  expositor  sino
hacerlo  organizando  internamente  la  informacin  nueva  que  se  recibe,  discutiendo  o
acordando con lo que se escucha, preparando preguntas sobre lo que no se entiende y
sabiendo  que,  en  muchos  casos,  algunas  sern  respondidas  en  el  curso  mismo  de  la
exposicin  sin  que  sea  necesario  formularlas  al  final.  Las  intervenciones  del  maestro
contribuyen  a  la  formacin  de  sus  alumnos  como  auditorio;  l  puede  orientar  de  distintas
maneras la escucha de los chicos:
!  comentando previamente con ellos aspectos del tema que se va a tratar en la exposicin
que realizar un experto especialmente invitado a la escuela;
!  dejando planteadas preguntas que se espera que sean respondidas en el desarrollo de
la exposicin;
!  solicitando que tomen apuntes sobre algn aspecto especfico del tema a tratarse;
47
!  debatiendo y preparando junto con los alumnos una gua que permita tener en cuenta la
aparicin de subtemas dentro de la exposicin que van a escuchar.
Los  chicos  pueden  empezar  a  reparar  tambin  en  algunas  caractersticas
especficas del gnero al adquirir una cierta experiencia como auditorio: cundo y de qu
manera  el  expositor  presenta  su  tema,  cmo  introduce  los  ejemplos,  cmo  logra  hacer
entender al pblico algunos trminos muy tcnicos, cmo da por terminada la exposicin, de
qu manera da paso a las preguntas del auditorio...
La relacin entre expositor y auditorio es una relacin asimtrica tambin desde el
punto de vista de las exigencias de cada rol. En efecto, cada miembro del auditorio debe
hacer  el  esfuerzo  de  colocarse  en  el  lugar  de  un  interlocutor  individual,  pero  la  exigencia
para  el  expositor  es  enorme:  debe  esforzarse  por  lograr  la  atencin  de  todos  sus
interlocutores, y para ello debe ser claro para evitar ser mal interpretado, debe ser ameno
para evitar aburrir a quienes lo escuchan, debe ser breve para evitar cansarlos, debe ser
explcito para evitar que su atencin decaiga. Hacer todo esto no es fcil ni se logra en un
primer  intento  ni  todo  el  mundo  lo  hace  siempre  bien.  Pero  se  puede  aprender.  Hacerlo
bien  o  intentarlo  es,  entre  otras  cosas,  anticipar  la  situacin  imaginando  alguna  manera
eficaz de captar la atencin del auditorio.
Antes  de  que  los  nios  asuman  el  rol  de  expositores,  el  maestro  puede  hacerlos
participar en situaciones en las que l mismo prepara una exposicin, de tal modo que ellos
vayan  familiarizndose  no  slo  con  la  exposicin  tal  como  se  presenta  al  auditorio,  sino
tambin con el proceso de produccin necesario para llegar a ese resultado.
 La  exposicin  grupal  o  individual  puede  realizarse  en  el  aula  a  lo  largo  del  ao
escolar. Las ferias de ciencias que se realizan habitualmente en las escuelas, por ejemplo,
son una ocasin para que los alumnos expongan ante el pblico acerca de los materiales
que usaron, los conceptos cientficos y los procedimientos implicados en su produccin, el
resultado  obtenido  y  sus  eventuales  aplicaciones.  Cuando  los  alumnos  empiezan  a
enfrentarse  ellos  mismos  con  la  tarea  de  exponer,  es  aconsejable  que  el  maestro  los
acompae paso a paso en las diferentes etapas. Hay que empezar por vencer su timidez,
su temor a olvidar lo que quieren decir, la dificultad que supone ganarse el derecho a ser
escuchado. El maestro sabe cules de sus alumnos pueden ser los primeros en realizar la
experiencia  de  enfrentar  como  expositores  a  un  auditorio  colectivo;  sabe  quines  se
animarn ms tarde, quines prefieren trabajar siempre en grupo y tambin esperar a que
otros se propongan ellos mismos como expositores para algn tema que conocen o acerca
del cual pueden reunir mayor informacin que sus compaeros. Una vez que todos hayan
descubierto que no son juzgados, que todos estn aprendiendo, que a algunos les resulta
ms  fcil  pero  que  para  todos  es  posible,  poco  a  poco  disfrutarn  de  enfrentarse  a  un
auditorio con la seguridad de tener algo nuevo e interesante para decir.
1.   Preparacin
Para que una exposicin sea pertinente y eficaz es condicin necesaria que el tema de
la misma sea de inters para el auditorio y que su contenido resulte realmente novedoso. La
preparacin lleva a reunir la informacin disponible acerca de un tema, a ponerla en orden,
a  reagrupar  y  jerarquizar  las  ideas  de  acuerdo  al  propsito,  garantizando  la  progresin
48
temtica, la claridad y la coherencia en funcin de la conclusin a la que se quiere llegar. Se
trata  de  una  situacin  privilegiada  para  trabajar  la  planificacin  de  un  texto  relativamente
largo.
El maestro puede debatir con sus alumnos cul es el contexto en el que tendr lugar
la exposicin, a quin est dirigida y qu es lo que se desea hacer conocer. Una vez elegido
el tema, puede solicitar a los chicos que consignen, individualmente o en pequeos grupos,
lo que saben sobre l. A partir de este primer acercamiento, los orientar para que exploren
la biblioteca, revisen los materiales que encuentren en ella y hagan una primera seleccin.
En esta etapa es importante que el maestro promueva que los chicos discutan acerca de las
fuentes disponibles para decidir cul de los materiales resulta ms apropiado e interesante
de acuerdo con el auditorio y los propsitos de la exposicin. Tambin es el momento para
comenzar a trabajar en relacin con la toma de notas.
Una vez reunida la informacin, resultar interesante volver a or las grabaciones o a
ver los videos de aquellas exposiciones a las que se ha asistido por el genuino inters de
conocer ms acerca de algn tema y, esta vez, focalizar la atencin de los alumnos en la
forma en que los expositores organizaron su discurso.
Los chicos vern en la prctica, orientados por su maestro, que una exposicin supone
casi siempre tres momentos:
!  En  el  primero,  el  expositor  se  presenta  justificando  las  razones  que  lo  autorizan  a
abordar  el  tema  y  hace  una  exposicin  sumaria  del  mismo  tratando  de  despertar  el
inters del auditorio.
Estuvimos  investigando  ltimamente  diversos  aspectos  muy  interesantes
acerca  de  los  animales  silvestres  de  la  zona  mesopotmica  y  queremos
presentarles...
Advertirn que en la presentacin se pone en evidencia la caracterstica interactiva de la
exposicin; generalmente, el expositor incluye al pblico (queremos  presentarles...) y
trata de captar su inters mediante el planteo de cuestiones polmicas, la formulacin de
algunas  preguntas  que  se  suponen  compartidas  por  el  auditorio  o  la  presentacin
sinttica de lo que es conocido por todos, abriendo luego a los aspectos nuevos que se
van a presentar.
El maestro tambin puede brindar algunos ejemplos en los que el expositor presenta al
auditorio el esquema de su discurso:
En  primer  lugar,  tratar  de  presentarles  las  caractersticas  del  clima  y  el
paisaje  de  la  Mesopotamia.  Les  hablar  luego  de  las  especies  que
habitaban  en  la  zona  cuando  llegaron  los  conquistadores  para  centrarme,
por ltimo, en las que han logrado sobrevivir hasta nuestros das pero...
!  El momento central es el desarrollo de la exposicin. El maestro puede intentar que los
alumnos  observen  el  modo  en  que  se  presentan  los  distintos  aspectos  del  tema,  la
manera en que estos se vinculan entre s, los ejemplos y explicaciones que se incluyen,
el  modo  en  que  el  expositor  procura  que  su  auditorio  distinga  las  ideas  principales
49
(sobre  todo,  especialmente...  influy  en  la  desaparicin  de  estas  especies...)  de  las
menos importantes. En esta parte de la exposicin el gran reto es, sin duda, mantener el
inters del pblico recurriendo a analogas, compartiendo argumentos, contrastndolos,
descubriendo  lo  nuevo,  sealando  disidencias,  haciendo  sntesis  parciales....  Quien
expone  incluye  aqu  materiales  grficos,  proyecciones,  cuadros,  que  favorecen  la
comprensin al tiempo que ayudan a mantener el hilo de la exposicin.
!  En  un  tercer  momento,  el  expositor  rene  los  principales  contenidos  abordados
realizando una sntesis final y dando al auditorio la posibilidad de realizar preguntas. El
maestro ayuda a los chicos a descubrir de qu manera se llega a la conclusin, ya que
el encadenamiento de ideas necesario para llegar al cierre es, probablemente, uno de
los procesos ms complejos involucrados en la exposicin.
Algunos ejemplos de trabajo en el aula
A partir del segundo ciclo, es posible programar exposiciones grupales e individuales
de  los  chicos  cuando  aparecen  en  el  aula  temas  de  debate  originados  en  el  trabajo
permanente con los medios de comunicacin. Un tema interesante puede ser -por ejemplo-
Los nios que trabajan en la Argentina, que da lugar a analizar la legislacin vigente en
relacin a los derechos del nio y las convenciones internacionales al respecto. Otro tema
posible para realizar una indagacin y posterior exposicin en el aula, en relacin con temas
de educacin vial, puede ser Los accidentes automovilsticos en las rutas y la publicidad
para el consumo de naftas... Y muchos ms, que pueden no estar contemplados entre los
contenidos curriculares pero sin duda resultan de inters para ser trabajados en el aula. En
estos  casos,  el  maestro  orientar  la  bsqueda  de  informacin  de  sus  alumnos  pues  es
posible  que  el  material  no  se  encuentre  en  la  escuela  y  supervisar  el  proceso  de
indagacin y  preparacin  de  la  exposicin  con  el  objeto  de  permitir  al  conjunto  del  grado
construir un conocimiento adecuado sobre el tema en cuestin.
Cuando  el  tema  de  la  exposicin  coincide  ms  puntualmente  con  contenidos
escolares es necesario diferenciarla de la leccin oral; la conciencia que el expositor tiene
del  auditorio  colabora  con  la  diferenciacin.  En  la  exposicin  los  alumnos  estudian  y
aprenden,  pero  sobre  todo  tienen  presente  el  propsito  de  hacer  saber,  de  informar,  de
hacer  interesante.  La  conciencia  del  auditorio  y  el  propsito  de  ensear  atraviesan
progresivamente la exposicin de los alumnos y dejan en ella marcas lingsticas:
Como  han  visto  se  fueron  extinguiendo  varias  de  estas  especies
mesopotmicas ; podemos pensar por ejemplo en la palomita parda...
La explosin urbana, es decir, el gran desarrollo de las ciudades, en esta
poca...
El esfuerzo por hacer transmisible y comprensible el contenido se hace evidente no
slo  en  la  profundizacin  del  tema  sino  tambin  en  la  reflexin  sobre  los  procedimientos
lingsticos  y  discursivos  (ejemplificacin,  reformulacin  de  expresiones  o  trminos
difciles...) que permiten hacerlo comunicable.
50
En el trabajo escolar muchos momentos dan lugar a que un alumno o un grupo de
alumnos prepare una exposicin. Cuando los chicos estudian, por ejemplo, los animales de
la selva, pueden  organizarse  en  pequeos  grupos;  uno  de  ellos  se  hace  experto  en  los
felinos,  otro  en  los  pequeos  mamferos,  otro  en  las  aves...  Una  vez  que  han  reunido  la
informacin  necesaria,  el  maestro  trabaja  con  cada  grupo  para  organizar  los  datos  de
acuerdo con determinados ejes: el hbitat, las caractersticas fsicas, el comportamiento de
las distintas especies, su alimentacin. Cada grupo toma nota de los diversos aspectos del
tema, el maestro interviene en la planificacin de la exposicin propiamente dicha.
Una de las intervenciones ms importantes en esta etapa de preparacin consiste en
instalar en cada grupo la preocupacin por la organizacin:
De  qu  manera  se  puede  relacionar  lo  que  explicaron  acerca  de  estos
grandes  claros  que  hay  en  la  zona  con  los  hbitos  alimentarios  del
puma...?
Es por eso que  por lo tanto, en consecuencia, entonces-  el puma,
cuando ve a su presa desde lejos, puede desplazarse a gran velocidad...
Al interrogarse acerca de la organizacin y la transmisin de los temas los alumnos
van  empezando  a  incluir  diversas  marcas  que  estructuran  su  discurso;  estas  marcas
pueden jerarquizar ciertas ideas, presentar un ordenamiento cronolgico o indicar etapas de
la  exposicin  (principalmente  viven  en  esta  zona...;  en  la  poca  de  la  llegada  de  los
espaoles  abundaban...;  a  continuacin  les  hablaremos  de  uno  de  estos  pequeos
mamferos  de  la  Mesopotamia:  el  coat...).  Van  articulando  as  las  diferentes  partes  y
tomando  en  cuenta  los  diversos  mecanismos  lingsticos  propios  de  una  exposicin  (dar
ejemplos, definir, dar sinnimos...).
Los chicos pueden realizar notas para guiarse en el momento de la exposicin con el
objeto de no olvidarse de decir todo lo que prepararon y para conservar el orden previsto.
El ensayo de la exposicin ante uno o varios compaeros, apoyndose incluso con
un grabador,  les  permite  detectar  dificultades:  la  necesidad  de  hablar    en  voz  ms  alta  y
clara,  de  evitar  superponerse  cuando  son  ms  de  uno,  de  corregir  la  pronunciacin  de
algunas palabras uno de los chicos descubre, por ejemplo, que tiene problemas para decir
predadores, lo ensaya varias veces o busca un sinnimo que no le produzca problemas?
Los comentarios de los compaeros que participaron del ensayo y los sealamientos
del maestro pueden ayudar a realizar ajustes, a agregar datos en las notas que les sirven
de gua, a replanificar, incluso, algunos aspectos de la exposicin.
El maestro mismo, al finalizar las distintas exposiciones, puede tomar a su cargo la
conclusin, retomando algunos de los aspectos comunes que l mismo ha previsto para que
cada grupo expusiera.
Ustedes han visto que en las zonas selvticas hay extensiones ocupadas
por  rboles  muy  altos  donde  los  pequeos  mamferos  encuentran  su
alimentacin  y  tienen  posibilidad  de  refugiarse  y  reproducirse.  Lo  mismo
51
ocurre con las aves... En cambio, los grandes claros que tambin existen
en las zonas selvticas...
De este modo, la estructura de la exposicin presentacin, desarrollo y sntesis se
realiza tanto en cada una de las exposiciones de los subgrupos como en la suma de todas
ellas.
Otras  situaciones  pueden  plantearse  cuando  los  chicos  ya  han  logrado  cierto
dominio  de  la  exposicin,  y  en  ese  caso  es  posible  que  se  presenten  ante  un  pblico
externo al aula (los padres o los alumnos de otros grados)
En  sptimo  grado,  por  ejemplo,  los  alumnos  estudian  el  origen  de  la  Tierra  y  sus
caractersticas geolgicas. El grado entero realiza un trabajo de bsqueda de informacin
en  distintos  materiales;  un  grupo  prepara  una  cartelera  para  dar  a  conocer  a  todos  los
chicos  de  la  escuela  los  datos  que  les  resultaron  ms  curiosos;  otro,  elabora  un  artculo
reseando para el peridico escolar distintas teoras acerca del origen del planeta; un tercer
grupo  indaga  acerca  de  los  volcanes  y,  teniendo  en  cuenta  que  este  tema  resulta
apasionante, la maestra los invita a organizar una exposicin dirigida a los chicos de quinto
y sexto.
Cada  grupo  debe  buscar  informacin  y  trabajar  sobre  ella  tratando  de  volcarla  en
una cartelera, un articulo o una exposicin. Todos, por lo tanto, comunican  parte de los
temas sobre los que han estudiado.
Los  alumnos  que  preparan  la  exposicin  discuten  mientras  analizan  junto  con  su
maestro  el  material  del  que  extraen  la  informacin  que  necesitan:  se  preguntan  de  qu
manera articular las partes de la exposicin para aprovechar la curiosidad que despierta el
tema.
La decisin la toman, por ltimo, orientndose por los aspectos que a ellos mismos
les resultaron ms sorprendentes:
!  comentan, a modo de presentacin, la sorpresa que se llevaron al descubrir qu gran
cantidad  de  bibliografa  habla  acerca  de  los  volcanes  y  cuntos  especialistas,  de  un
modo u otro, se dedican al tema;
!  informan empleando grficos y algunas diapositivas acerca de la estructura de un volcn
y muestran por medio de un planisferio cules son las zonas volcnicas
!  uno  de  los  chicos  plantea  luego:  En  primer  lugar  es  necesario  tener  en  cuenta  las
graves  consecuencias  que  provoca  la  actividad  volcnica...;  en  este  punto,  cada
miembro del grupo ofrece un ejemplo: la destruccin de Pompeya, las erupciones en el
noroeste de Amrica del Sur y la lluvia de ceniza en el sur argentino
!  pero  aunque  ustedes  no  puedan  creerlo  la  actividad  de  los  volcanes  tambin
produce  grandes  beneficios...,  esta  introduccin  reanima  la  atencin  del  auditorio  que
nunca haba pensado en las consecuencias positivas...
!  la conclusin los lleva a sealar la necesidad de multiplicar la instalacin de grupos de
vulcanlogos  con  sus  equipos  de  deteccin  de  movimientos  para  asegurar  que  las
erupciones no provoquen daos humanos.
Para  exponer  ante  otros  los  chicos  necesitan,  en  primer  lugar,  hacerse  de  algn
modo  expertos  en  el  tema:  esta  posicin  asimtrica  en  cuanto  a  los  saberes  entre  el
expositor y su auditorio es una de las condiciones de este particular contexto comunicativo.
52
En segundo lugar, el trabajo didctico acerca de la exposicin como gnero debe ayudarles
a  encontrar  una  estructura  lingstica  que  les  permita  informar,  aclarar,  modificar  los
conocimientos de su auditorio con respecto al tema en el que son expertos.
2. Desarrollo
Son  pocas  las  novedades  que  se  producen  entre  la  preparacin  y  la  realizacin
misma de la exposicin.
El orador desarrolla la exposicin animando las palabras que pronuncia. Se trata del
momento en que un escrito largamente preparado llega al auditorio generando una ilusin
de espontaneidad.
Al exponer, los chicos pueden:
  leer su texto, intercalando comentarios y ancdotas, deteniendo la lectura para sealar o
explicar  grficos  o  esquemas  y  para  proyectar  diapositivas  o  mostrar  otro  tipo  de
imgenes,
  hablar  espontneamente  apoyndose  en  una  gua  de  notas  que  ellos  mismos  han
elaborado  seleccionando  palabras  claves  e  intercalar  en  su  exposicin  la  lectura  de
citas  o  resmenes  de  aquellos  pasajes  particularmente  importantes  del  tema  que
tambin han elegido previamente.
Estas situaciones pueden alternarse en distintas oportunidades segn los objetivos
del maestro. En ambos casos se trata de exposiciones mixtas que combinando la lectura
con  la  palabra  hablada  hacen  que  el  pblico  reciba  la  impresin  de  espontaneidad,
caracterstica de los gneros orales.
La exposicin termina de estructurarse en el momento de la presentacin. El texto
que llega al auditorio se completa con diversos signos prosdicos: la voz por medio de la
entonacin y las pausas marca los cambios del nivel del texto como la introduccin de un
ejemplo o de una explicacin. Al hablar, el expositor intenta captar la atencin del auditorio
y favorecer la comprensin del contenido. Del mismo modo, los gestos y hasta la postura
que adopta responden a su propsito de hacerse entender.
En el desarrollo de la exposicin el nico momento imprevisible puede presentarse
cuando el auditorio comienza a formular sus preguntas. Este momento siempre se ajusta a
reglas convenidas de antemano: hay que decidir en qu momento se abrir la posibilidad de
preguntar  slo  despus  de  finalizada  la  exposicin  o  tambin  en  algn  momento  de  su
desarrollo, de qu modo podrn formularse (oralmente o por escrito), cunto tiempo podr
durar  cada  intervencin.  En  las  primeras  experiencias  que  se  realizan  en  el  aula,  es
conveniente que las reglas que se fijen faciliten el trabajo de los expositores principiantes:
las preguntas pueden realizarse, por ejemplo, en forma escrita de tal modo que el maestro
pueda  actuar  como  coordinador,  reuniendo  las  preguntas  por  sub-temas,  leyndoselas  l
mismo a los expositores, orientndolos para comenzar a responderlas...
Captar y sostener la atencin del grupo durante el desarrollo de la exposicin no es
tarea fcil para los chicos. No obstante, constituye una instancia de aprendizaje insoslayable
tanto  en  relacin  con  los  contenidos  particulares  sobre  los  que  estn  centradas  las
53
exposiciones como en lo referido a la modalidad particular de lengua oral involucrada, pues
se trata de un aprendizaje til en el proceso de preparacin para la vida acadmica y para la
vida social en general. En efecto, todos nos enfrentamos con frecuencia a situaciones en las
que es necesario explicar ante un jefe o los compaeros de trabajo el proceso y el producto
de una tarea que nos ha sido encomendada, dar cuenta de las ventajas y desventajas de un
determinado procedimiento, proponer un plan de accin... Esto supone para quien lo hace
organizar  previamente  lo  que  desea  explicar  o  proponer,  seleccionar  la  informacin  o  los
argumentos pertinentes y exponerlos de modo claro para asegurar la eficacia del discurso, y
todo  esto  muchas  veces  hay  que  hacerlo  mentalmente,  sobre  la  marcha.  Informar,
explicar,  argumentar,  son  estrategias  discursivas  que  los  alumnos  podrn  adquirir  en  el
contexto  de  situaciones  en  las  que  expongan  ante  un  auditorio;  escuchar,
contraargumentar, esperar a que el interlocutor complete su razonamiento, precisar el tema
central, descubrir las estrategias del otro sern comportamientos adquiridos en situaciones
en las que los alumnos ocupen el lugar del auditorio.
De la discusin al debate
Las discusiones sobre diversos temas son habituales en la escuela. Muchas veces,
mientras trabajan en grupo, los alumnos discuten sobre la tarea que estn realizando: cmo
ser el final del cuento que estn escribiendo, la puntuacin que deben utilizar en el texto, la
conveniencia de usar material grfico para la exposicin oral que estn preparando. Otras
veces, la discusin proviene de algn hecho de la vida cotidiana escolar: conflictos por la
exclusin  de  algunos  alumnos  en  los  juegos,  por  el  resultado  de  un  partido  en  el  que
participaron, normas escolares que consideran injustas, etc. En ocasiones, la discusin sirve
para pasar a la accin, para tomar alguna decisin acerca de la tarea o de la regulacin de
la convivencia. Tambin un tema polmico de actualidad puede ser objeto de discusin: la
reeleccin del presidente, el destino del edificio de la ESMA, las causas de las inundaciones
en  nuestra  ciudad.  En  estos  casos  no  se  pretende  modificar  los  hechos,  sino  solo
comprenderlos, analizarlos crticamente, profundizar los  fundamentos  de  las  posturas  que
pueden tomarse frente al tema. En el intercambio, a travs de la exposicin y defensa de los
de  las  propias  opiniones,  de  la  consideracin  del  punto  de  vista  de  los  otros,  la  posicin
tomada  inicialmente  se  consolida  o  cambia  por  influencia  de  la  argumentacin  de  los
dems.
Debatir  implica  discutir  con  fundamentos,  con  una  preparacin  previa  de  las
intervenciones y con la presencia de un moderador que regula la discusin. Cuando alguien
va  a  participar  de  un  debate  prepara  sus  intervenciones  siguiendo  un  hilo  argumentativo,
jerarquizando  los  diferentes  argumentos  e  hipotetizando  las  posibles  respuestas  del
adversario al que intenta convencer. En un debate los participantes no solo demuestran
conocer  el  tema  a  fondo  (condicin  insoslayable  para  la  discusin),  sino  que  discuten
empleando  diversas  estrategias  argumentativas  para  tratar  de  producir  cambios  en  la
opinin de los dems.
Dadas  las  caractersticas  antes  sealadas,  es  pertinente  preguntarse  si  es  posible
debatir en la escuela con alumnos del 2 ciclo. Es cierto que en este ciclo los alumnos no
son  expertos  en  un  tema,  tampoco  articulan  sus  argumentos  organizndolos
jerrquicamente  como  los  adultos  en  un  debate;  y  aunque  pueden  utilizar  algunas
estrategias  argumentativas  que  comparten  con  los  adultos,  seguramente  no  podrn  usar
54
otras como la irona; por otro lado, la posibilidad de anticipar las objeciones de los dems
supone  un  esfuerzo  de  descentracin  para  considerar  el  punto  de  vista  del  otro  que  los
nios  no  realizan  espontneamente.  Estas  dificultades  que  deben  afrontar  los  nios
implican la renuncia a debatir y discutir en la escuela? Si as fuera cmo podran aprender
los alumnos a participar en debates y discusiones si no tienen la posibilidad de hacerlo?
 Discutir  en  la  escuela  representa  un  desafo  para  docentes  y  alumnos.  En  una
discusin  o  en  un  debate  la  posicin  que  tenemos  frente  al  tema  deja  de  pertenecer  a
nuestro  mbito  privado  para  hacerse  pblica,  deja  de  estar  protegida  por  el  silencio  para
estar expuesta al cuestionamiento de los dems, la certidumbre de las propias convicciones
da  paso  a  la  incertidumbre  que  produce  la  diferencia  de  puntos  de  vista.  Los  alumnos
pueden  sentirse  inseguros  frente  a  la  posibilidad  de  confrontar  sus  opiniones  con  sus
compaeros, pero sobre todo resulta difcil exponerse frente al maestro. Qu pensar la
maestra  si  le  digo  que  no  tiene  razn?,  Yo  estoy  de  acuerdo  con  la  maestra  pero  la
mayora no piensa como yo, mis amigos van a decir que quiero quedar bien con ella. Para
el docente, implica saber de antemano que su palabra no tiene el mismo peso que la de los
alumnos,  que  no  es  uno  ms  del  grupo,  que  en  algunos  casos,  dependiendo  del  tema,
podr  decidir  mantenerse  neutral  en  la  discusin  y  en  otros  deber  sentar  claramente  su
posicin. No tiene la misma connotacin discutir sobre los derechos humanos o el valor de
la democracia; temas en los que se ponen en juego valores ticos socialmente compartidos,
que  hacerlo  sobre  cuestiones  que  pueden  representar  valores  solo  para  un  grupo  (la
ideologa  de  un  partido  poltico,  creencias  religiosas);  o  sobre  tpicos  que  no  involucran
aspectos ticos
2
.
Creemos que vale la pena aceptar el desafo, porque aprender a discutir forma parte
de la preparacin para la vida del ciudadano. Qu puede hacerse en la escuela cuando un
debate con todas las caractersticas formales no es todava posible? En el  2  ciclo pueden
realizarse algunas situaciones intermedias entre discutir y debatir, con el propsito de iniciar
a  los  alumnos  en  discusiones  ms  formales  que  las  habituales.  En  dichas  situaciones,  a
semejanza  de  lo  que  ocurre  en  los  debates,  los  alumnos  prepararn  previamente  sus
intervenciones  y  utilizarn  durante  la  discusin  ciertas  estrategias  argumentativas:
ejemplificar, recurrir a una autoridad para respaldar su punto de vista, establecer relaciones
causales  entre  los  hechos,  ofrecer  contraejemplos  para  refutar  argumentos  de  los
adversarios.  Se  conservarn  tambin  algunos  principios  organizativos  de  los  debates,
pues contarn con la presencia de un moderador y un relator o secretario.
Condiciones didcticas de la situacin
!  El tema sobre el que se va a debatir es un tema polmico frente al cual pueden tomarse
diversas posturas.
!  Los alumnos estn familiarizados con el tema que se va a debatir, saben cules son sus
aspectos controvertidos y se sienten implicados en la polmica.
!  Los  alumnos  saben  como  espectadores  qu  es  un  debate.  En  algunas  ocasiones,  el
docente les sugiri que vieran debates televisivos relacionados con  algunos  temas  de
estudio.  Eso  dio  lugar  a  realizar  un  anlisis  crtico  sobre  el  tratamiento  que  los
participantes hicieron del tema.
                                                
2
  Trilla,  J aume  (1992).  El  profesor  y  los  valores  controvertidos.  Neutralidad  y  beligerancia  en  la
educacin. Barcelona, Paids,1992
55
!  Se  dedica  el  tiempo  que  sea  necesario  a  la  preparacin  del  debate,  tanto  a  la
investigacin  o  profundizacin  del  tema  en  cuestin  como  a  la  elaboracin  de  las
intervenciones.  El  tiempo  de  la  preparacin  podr  distribuirse  entre  el  trabajo  que  los
alumnos realizan en la clase y el que pueden hacer solos en su casa o en la biblioteca.
 
 
 Contextualizacin
 
 El  docente  trae  a  la  clase  las  declaraciones  de  Garca  Mrquez  aparecidas  en
peridicos de 1997 acerca de la conveniencia de jubilar la ortografa. Cree que la cuestin
puede  comprometer  a  los  alumnos  porque  es  usual  que  muchos  de  ellos  cuestionen
reiteradamente  las  normas  ortogrficas  y  porque  ya  tienen  ciertos  conocimientos  previos
sobre  el  tema  que  pueden  constituirse  en  argumentos  para  el  debate:  relaciones  entre
ortografa  y  significado,  entre  ortografa  y  morfologa,  entre  ortografa  y  etimologa.
Considera  que  puede  ser  una  buena  oportunidad  para  que  los  alumnos  adquieran  ms
informacin: otros intentos de reforma  ortogrfica,  los  cambios  ortogrficos  ocurridos  a  lo
largo de la historia, la razn de algunas normas  ortogrficas  que  los  alumnos  consideran
arbitrarias,  etc.  Si  bien  la  reflexin  ortogrfica  es  habitual  en  la  clase  y  los  alumnos  han
conceptualizado  que  la  ortografa  est  vinculada  con  el  significado  de  las  palabras,  la
conciben como un objeto esttico. La nueva informacin sobre los cambios ortogrficos y la
polmica suscitada por las opiniones de Garca Mrquez podran aproximarlos a la idea de
la ortografa como un objeto cambiante, que tiene un desarrollo histrico, y al mismo tiempo
llevarlos  a  reflexionar  sobre  las  ventajas  o  desventajas  de  tener  una  ortografa  unificada
entre los pases hispanohablantes.
 
 Para mostrar ms claramente cmo puede llevarse a cabo esta situacin en el aula
hemos  optado  por  describir  el  momento  de  la  preparacin  e  incluir  un  fragmento  del
desarrollo de la discusin entre los alumnos.
 
56
 Algunas  informaciones  sobre  los  intentos  de  reforma  ortogrfica  que  debe  tener  en
cuenta el docente para planificar esta discusin
 
 
 Cules son en este tema las posiciones opuestas?
 Ya en el siglo pasado hubo propuestas de reforma ortogrfica (Andrs Bello en Chile
y Sarmiento en nuestro pas). La propuesta de reforma de Sarmiento consista en crear un
sistema  ortogrfico  muy  simplificado  basado  en  la  pronunciacin  americana.  Su  intencin
era que el uso de este nuevo sistema se extendiera a todos los pases hispanoamericanos e
imaginaba  consecuencias  importantes  en  la  alfabetizacin  que,  al  verse  aliviada  de  la
enseanza de una ortografa compleja, se realizara en mucho menos tiempo.
 Las crticas a esta postura sealan que este nuevo sistema ortogrfico privilegiara la
representacin  de  los  aspectos  sonoros  dejando  de  lado  la  funcin  de  la  ortografa  de
representar  semejanzas  o  diferencias  en  el  significado.  Una  de  las  dificultades
fundamentales para llevar a cabo la reforma propuesta por Sarmiento es la siguiente: cul
es la pronunciacin americana?. Cada pas tiene una pronunciacin diferente y dentro de l
tambin  variedades  regionales,  entonces  cul  es  la  pronunciacin  que  se  representar?.
Por otro lado, si cada regin utilizara una ortografa adecuada a su pronunciacin, habra un
nmero  importante  de  alternativas  de  representacin  de  una  misma  palabra,  lo  cual
dificultara  la  comunicacin  a  travs  de  la  escritura.  Justamente  lo  que  la  escritura  permite
es  una  comunicacin  mediatizada  en  el  tiempo  y  en  el  espacio:  a  pesar  de  las  diferencias
dialectales,  todos  los  hablantes  de  una  lengua  podemos  entendernos.  La  palabra  que  es
escrita  de  la  misma  manera  por  toda  la  comunidad  hispanohablante  es  leda  de  maneras
diferentes  segn  la  pronunciacin  del  lector.  Romper  esa  unidad  implicara  afectar  la
comunicacin, la lectura se  dificultara  (como  cuando  leemos  un  texto  con  la  ortografa  del
siglo  XVIII)  y  podran  producirse  ambigedades  que  obligaran  al  lector  a  realizar  ms
esfuerzos  buscando  en  el  texto  informacin  adicional  que  le  permitiera  estar  seguro  del
significado de lo que lee. Esto significa que la ortografa no debe cambiar? Claro que no, la
ortografa  ha  cambiado  de  hecho,  pero  esos  cambios  han  sido  lentos  y  no  han  afectado
simultneamente a varios elementos del sistema, son producto de una evolucin histrica y,
cuando se han generalizado, la Real Academia Espaola los ha legitimado. Eso es algo muy
diferente  de  producir  artificialmente  numerosos  y  simultneos  cambios  en  el  sistema  que
van en contra del uso que muchas personas hacen de l.
 
 
 
  1. Preparacin de la situacin
 
 Qu hacen el docente y los alumnos antes de llegar a la discusin?
Leen y comentan tanto las opiniones de Garca Mrquez como las respuestas que
provocaron en el mundo de la cultura. Algunos alumnos recuerdan que el tema tuvo mucha
repercusin  en  los  medios  y  aluden  a  las  opiniones  de  otras  personas  que  leyeron  las
declaraciones del escritor (los padres, la maestra).
 El  tema  comienza  a  suscitar  la  discusin:  algunos  alumnos  se  sienten
desconcertados  por  el  hecho  de  que  sea  un  escritor  famoso  el  que  propone  reformar  la
ortografa: Yo crea que es necesario aprender a escribir bien, cada uno no puede escribir
57
como  quiere,  no  se  entendera  nada;  otros  dicen  Si  no  escribs  bien  sos  un  burro,  no
pods  encontrar  trabajo;  otros  creen  que  sera  ms  fcil  escribir  las  palabras  como
suenan,  es  imposible  aprender  todas  esas  reglas  que  te  ensean  en  la  escuela  ;  para
contradecir  a  los  que  creen  que  es  conveniente  para  la  vida  futura  tener  una  buena
ortografa,  algunos  alumnos  cuentan  que  tienen  familiares  que  escriben  que  es  un
desastre, por ejemplo mi to y es mdico! y se preguntan por qu tenemos que escribir
bien nosotros?
  El docente les propone discutir formalmente sobre los fundamentos de la propuesta
de Garca Mrquez y sobre las razones por las cuales valdra o no valdra la pena aprender
ortografa. Aunque los alumnos ya tienen opiniones frente al tema, el maestro pospone la
discusin  para  que  se  documenten,  puedan  preparar  sus  intervenciones  y  discutir  sobre
bases ms slidas.
 Durante  algunos  das,  los  alumnos  se  informan  y  profundizan  sobre  el  tema.  El
docente aporta el material: las notas periodsticas aparecidas en ese momento y fragmentos
de  bibliografa  sobre  la  propuesta  de  reforma  ortogrfica  de  Sarmiento.  El  material
seleccionado presenta las dos posiciones, se trata de textos complejos que requieren ser
ledos  con  el  maestro  para  que  pueda  guiarlos  en  la  construccin  del  significado  y
proporcionarles toda la informacin que necesiten
3
. Adems, el maestro ha decidido hacer
algunas breves exposiciones para sintetizar informacin de difcil acceso. El sentido de que
haya  una  informacin  compartida  por  todos  es  permitir  la  anticipacin  aproximada  de  los
argumentos de los otros.
 El docente solicita luego a los alumnos que se renan en grupos por opiniones afines
y pone a disposicin de cada grupo material bibliogrfico suplementario ms acorde con la
posicin hacia la que se han inclinado.
 
 Una vez que los alumnos han profundizado sobre el tema, empieza la preparacin de
las  intervenciones,  que  tambin  llevar  varios  das.  Se  trata  de  elaborar  los  argumentos
para  la  discusin,  basndose  en  la  informacin  recogida  y  previendo  las  posibles
contestaciones del adversario. Por supuesto, los nios pueden tener a mano los textos y
tambin las notas que tomaron.
 El docente les sugiere a algunos alumnos que hagan un sondeo de opiniones entre
personas cercanas de su barrio o su familia para investigar qu piensan sobre la posibilidad
de reformar la ortografa y por qu y para qu sirve escribir sin errores ortogrficos. A otros
les  recomienda  entrevistar  a  un  profesor  de  Lengua  como  experto  en  el  tema  para
conocer su opinin. Aunque las opiniones recogidas sean dismiles, piensa que pueden ser
muy  tiles  en  el  transcurso  de  la  discusin  como  fuente  para  elaborar  las  propias
intervenciones o para anticipar ms ajustadamente los argumentos contrarios.
 Cuando  trabaja  con  los  grupos  que  defienden  la  posibilidad  de  simplificar  la
ortografa, el docente encuentra que los alumnos centran sus argumentos en la comodidad
del  que  escribe,  sostienen  que  sera  ms  fcil  escribir  dejando  de  lado  la  preocupacin
ortogrfica.  Les  advierte  entonces,  ponindose  en  la  posicin  contraria,  que  sus
compaeros  pueden  argumentar  (porque  han  ledo  algunas  crticas  que  l  mismo  les
proporcion) que se dificultara la lectura y que podra haber confusiones en el significado
de los mensajes escritos, especialmente cuando aparezcan palabras homfonas (ola/hola).
Luego  de  discutir  entre  ellos,  le  responden  que  eso  no  es  cierto,  que  un  texto  puede
                                                
3
 Ver Leer textos difciles . Actualizacin curricular. Lengua. Documento n 4 pg. 65.
58
entenderse aunque no est escrito con la ortografa correcta. El maestro les pide entonces
que piensen cmo haran para demostrarles a los dems  que  la  alteracin  ortogrfica  no
incide  en  la  comprensin  del  significado.  Los  alumnos  buscan  en  sus  carpetas  palabras
homfonas con diferente ortografa contenido que haba sido trabajado unos meses antes
y preparan una lista de frases con las que piensan mostrar que el significado puede inferirse
a  partir  del  contexto  y  que  no  es  necesaria  una  diferencia  ortogrfica  para  sealar  la
diferencia  semntica.  Como  contrapartida,  el  docente  les  recuerda  que  han  estudiado
tambin  que  hay  palabras  con  idntica  ortografa  y  significado  diferente  (por  ejemplo
llama)  y  eso  puede  usarse  como  argumento  para  confrontar  con  la  idea  anterior.  Les
sugiere  que  busquen  en  sus  carpetas  otros  ejemplos  similares  o  que  consulten  libros  de
Lengua y que hagan una lista que podrn usar durante la discusin para ejemplificar que la
ortografa no siempre se relaciona con el significado. Uno de los miembros del grupo piensa
que ambas listas deben ser extensas porque si dan muchos ejemplos van a demostrarles a
los compaeros que sus opiniones estn apoyadas en los hechos. Tambin deciden copiar
citas de Bello o Garca Mrquez para utilizarlas en las discusiones y dar a sus argumentos
el respaldo de una autoridad.
  Los  que  no  acuerdan  con  una  reforma  ortogrfica  como  la  propuesta  por  Garca
Mrquez  elaboran  sus  argumentaciones  tomando  en  cuenta  tanto  ideas  que  han
encontrado en la bibliografa provista por el docente como algunas reflexiones hechas  en
clase  sobre  las  funciones  de  la  ortografa  en  torno  a  las  consecuencias  que  una
simplificacin  ortogrfica  podra  tener  en  la  lectura.  Para  mostrar  estas  consecuencias,
elaboran  una  serie  de  preguntas  que  tratan  de  ilustrar  la  situacin:  Cmo  haras  para
escribirle a un chico que vive en Mxico o en J ujuy? Te va a entender si le escribs como
pronunciamos  en  Buenos  Aires?  El  maestro  les  indica  que  los  otros  grupos  pueden
contestar que un chico de J ujuy podra entender perfectamente a otro que escribe de una
manera  diferente  a  la  suya.  Como  los  alumnos  dan  ejemplos  de  escritura  que  tratan  de
representar las diferentes pronunciaciones de nuestro pas, el maestro les sugiere que sa
es una buena estrategia, ya que mostrar reiteradas variaciones en la escritura de un mismo
texto  permite  llevar  al  extremo  el  argumento  en  cuestin.  Los  chicos  aceptan  la  idea,
producen escrituras variando la ortografa y las copian en un afiche para presentarlo durante
la discusin. Estn seguros de que cuando todos lo lean, les darn la razn. Para apoyar
sus argumentos toman nota de las opiniones de algunas personas del mundo de la cultura
que  disintieron  con  Garca  Mrquez,  sabiendo  que  sus  compaeros  tambin  apelarn  a
citas  de  otros  autores.  El  maestro  juega  el  papel  de  abogado  del  diablo  y  les  dice,
anticipndoles  las  objeciones  de  los  dems,  que  aun  esos  textos  escritos  de  diferentes
maneras  pueden  comprenderse  y  les  da  ejemplos  de  ello.  Les  pide  que  piensen
contraejemplos para rebatir esa afirmacin. Los alumnos consultan listas de palabras que
han  elaborado  en  otras  clases  y  encuentran  algunas  (cay  y  call).  Como  no  se  les
ocurren muchas ms, el maestro les sugiere otras. Por ejemplo, los alumnos tienen en su
lista  bote  y  vote,  pero  les  parece  que  no  hay  confusin  posible  en  el  significado;  si
alguien  escribe  Vote  a  Prez  con  b,  difcilmente  se  piense  que  estn  hablando  de  un
barco. El docente les explica que en otros pases latinoamericanos botar significa arrojar y
que entonces si en Colombia o Venezuela escribieran eso podran creer que se trata de una
irona de la oposicin.
 Uno de los chicos, muy compenetrado en el tema de la discusin, trae varios chistes
del  diario  que,  porque  imitan  la  manera  de  hablar  del  Presidente,  alteran  la  ortografa
adecundola  a  la  pronunciacin.  Qu  les  contestamos  si  nos  dicen  que  si  un  diario
59
escribe mal por qu nosotros vamos a escribir bien?. El maestro les hace notar que es una
buena observacin y que adems puede ser un argumento usado por los otros grupos para
mostrar que todos pueden comprender el chiste a pesar de la ortografa no convencional.
Les  recuerda  que  ellos  ya  han  ledo  otros  textos  con  la  ortografa  alterada  (algunos
fragmentos  del  Martn  Fierro)  y  que  piensen  por  qu  y  para  qu  estn  escritos  de  esa
manera. Les pide tambin que busquen ejemplos de cambios ortogrficos aceptados: tienen
experiencia  de  algunos  recientes  (la  posibilidad  de  eliminar  la  tilde  en  los  demostrativos
cuando  funcionan  como  pronombres  y  en  el  adverbio  solo  si  no  hay  riesgo  de
ambigedad
4
); de otros ms antiguos (oscuro, setiembre) vieron ejemplos en libros que
l les mostr. Considera que esos ejemplos pueden servirles para mostrar que los cambios
autorizados son mnimos y graduales y legitiman lo que el uso ha generalizado.
 Mientras  la  mayora  de  los  chicos  elabora  sus  intervenciones  para  el  debate,  un
grupo  se  prepara  para  llevar  a  cabo  la  tarea  de  moderador.  Aunque  solo  un  alumno
cumplir esa funcin, como es una tarea bastante compleja, recibir la ayuda de algunos de
sus  compaeros.  El  moderador  y  sus  asistentes  no  solo  han  investigado  sobre  el  tema
como  el  resto  de  la  clase,  tambin  han  recibido  la  informacin  que  el  docente  prepar
especialmente  para  cada  grupo.  Los  miembros  de  este  equipo  se  han  distribuido  en  los
grupos  que  sostienen  posiciones  diferentes  y  han  participado  de  la  elaboracin  de  las
intervenciones, por lo tanto conocen los argumentos que los participantes utilizarn durante
la realizacin del debate. Dos miembros del grupo oficiarn como secretarios y ayudarn al
moderador a elaborar las sntesis parciales y la conclusin final.
 
  La  preparacin  de  las  argumentaciones  implica  poner  en  juego  el  conocimiento
sobre el tema, pero no se trata solamente de que los alumnos digan lo que saben. Para
componer  este  texto  oral  necesitan  organizar  el  contenido  de  tal  modo  que  resulte
convincente y para ello pondrn en accin las diferentes estrategias argumentativas antes
mencionadas.
  Ahora bien, aunque hayan preparado muy bien sus intervenciones, los nios tendrn
que enfrentar las dificultades propias de la comunicacin oral: en una discusin o un debate
la respuesta del interlocutor es inmediata y puede no ser coincidente con las previsiones y
expectativas del productor. Esto implica un desafo para los participantes: deben reaccionar
con rapidez para responder, reelaborar los propios argumentos a medida que escuchan a
los otros, pensar contraejemplos que no estaban previamente preparados para refutar una
opinin...
 En  sntesis,  durante  la  preparacin  de  las  intervenciones,  el  docente  orienta  la
elaboracin de los argumentos: incita a los alumnos a revisar las fuentes de informacin si
considera  que  el  contenido  est  tratado  de  manera  superficial  o  errnea,  los  ayuda  a
encontrar una lnea argumental, a evaluar la pertinencia de los ejemplos, a ponerse en el
lugar del otro y prever las posibles respuestas.
 
 Una vez que los alumnos han preparado sus intervenciones, el docente da espacio
para  que  se  acuerde  la  organizacin  del  debate:  quin  oficiar  como  moderador  y  quin
ser el secretario que tomar notas de la discusin.
  La  discusin  se  desarrollar  de  manera  sensiblemente  diferente  de  lo  que  es
habitual en las discusiones que se producen en el marco de la conversacin cotidiana, ya
                                                
4
 Real Academia Espaola (1999) Ortografa  de  la  Lengua  Espaola. Madrid, Espasa, 1999; cap. 4,
pgs.49-50.
60
que ha sido cuidadosamente preparada y est permanentemente apoyada en la consulta o
la  cita  del  material  bibliogrfico  al  que  los  alumnos  han  recurrido.  El  registro  lingstico
tender a ser formal, cercano a la escritura: como ocurre en toda situacin de exposicin, el
que habla lo hace tomando prestadas palabras y expresiones de los textos consultados al
prepararla.
 
 
 2. Desarrollo de la situacin
 
 La discusin (fragmento)
 
 
 Docente:- Antes de empezar a discutir les quiero recordar para qu hacemos este debate.
A  raz  de  las  opiniones  de  Garca  Mrquez  empezamos  a  investigar  sobre  la  ortografa.
Varios  de  Uds.  tienen  opiniones  diferentes:  algunos  piensan  que  debera  simplificarse  la
ortografa porque es muy difcil de  aprender  y  coinciden  con  Garca  Mrquez  y  con  otros
autores que lemos, en tanto que otros no estn de acuerdo con esa postura. Lo que vamos
a discutir aqu no es para cambiar la ortografa realmente, aunque la mayora adhiriera  a
esa posicin. Se acuerdan de que vimos en televisin varios debates sobre la posibilidad
de modificar algunas leyes? En el debate no se decidi ninguna modificacin, eso lo van a
hacer los parlamentarios en el Congreso. Los participantes discutieron para dar a conocer el
tema,  sus  posiciones,  promover  la  discusin  y  la  toma  de  posicin  entre  los  ciudadanos.
Nosotros  vamos  a  discutir  para  tratar  de  entender  mejor  las  diferentes  opiniones  de  los
autores,  por  qu  opinan  a  favor  o  en  contra  de  una  reforma,  y  qu  pensamos  nosotros
acerca de si vale la pena aprender ortografa. Est claro? Le cedo la palabra al moderador.
 
 Moderador:  Un  autor  muy  famoso,  Gabriel  Garca  Mrquez,  dijo  el  ao  pasado  en  una
conferencia que era hora de modificar la ortografa. No es el primer escritor que piensa eso
y en este grado los alumnos tenemos nuestras propias opiniones sobre el tema. (Empieza a
leer)  Por  qu  algunos  proponen  reformar  la  ortografa  y  otros  no?    Qu  pasara  si  se
hiciera lo que Garca Mrquez propone? Es necesario respetar la ortografa? Nosotros le
dedicamos mucho esfuerzo a aprenderla, vale la pena? Le cedo la palabra a Adrin.
 
 Adrin:- Nosotros pensamos que es muy difcil aprender la ortografa y estamos de acuerdo
con Garca Mrquez. (Mirando sus notas) La ortografa es muy difcil porque hay muchas
letras que suenan igual y otras como la h que no suena. Entonces cmo se puede saber
cundo  hay  que  poner  b  o  v;  s,  c  o  z  si  todas  suenan  igual?  Ni  hablar  de  la  h.
Ustedes me dirn que hay reglas ortogrficas, pero son tantas que es imposible acordarse
de todas. Las cosas deberan ser ms simples, escribir como pronunciamos y el tiempo que
le dedicamos a aprender la ortografa podra usarse para otra cosa.
 
 Moderador:- Tu turno, Estela.
 
 Estela:- Nosotros no estamos de acuerdo porque si todos escribimos de diferente manera,
o si cada pas que habla castellano tuviera sus propias reglas ortogrficas, sera muy difcil
entendernos  entre  los  que  hablamos  el  mismo  idioma.  Aunque  tengamos  diferentes
maneras de hablar es muy importante escribir igual. La ortografa es difcil de aprender pero
61
creemos que es necesario hacer el esfuerzo porque si no la escritura va a dejar servir para
comunicarse.
 
 Moderador:-  Esta  es  la  sntesis  de  las  dos  posiciones  frente  al  tema.  Ahora  abrimos  la
discusin para que todos puedan opinar. S...Adriana...
 
 Adriana:- Yo estoy de acuerdo con Adrin. Miren el tiempo que perdemos aprendiendo las
reglas y corrigiendo un texto cada vez que escribimos. Es algo de nunca acabar. Nosotros
lemos  a  Sarmiento  que  deca  que  los  pases  latinoamericanos  tienen  que  escribir  como
pronuncian  ellos  y  no  como  los  espaoles,  de  esa  manera  sera  ms  fcil.  Por  qu  si
podemos  hablar  de  diferente  manera  no  vamos  a  poder  escribir  de  diferente  manera
tambin? Les quiero leer algo de lo que l pensaba (...) veinte millones de americanos no
pueden, no deben perder tiempo en consagrar su atencin a asunto tan mezquino
5
.
 
 Claudia:- Bueno, pero imaginte que yo le escribo una carta a mi primo que vive en Mxico,
todos escucharon cmo hablan en El Chavo, bueno... cmo le escribo? Si pongo ayer
yobi  (copindolo  en  el  pizarrn  de  una  ficha  que  tiene  preparada),  a  lo  mejor  no  me
entiende...
 
 Adrin:- (Escribe en el pizarrn) yubia  vos no entends lo que dice? Se puede entender
igual.
 
 Carlos:-  Entender  se  entiende,  pero  queda  mal.  No  s  ...cuando  leo  algo  escrito  as  me
molesta.
 
 Adriana:- Vos porque escribs bien (enojada)
 
 Carlos: - No creas, tengo faltas... (visiblemente molesto).
 
 Moderador:  -(Un  miembro  de  su  equipo
6
  le  hace  notar  que  Adriana  y  Carlos  pueden
terminar peleando, que se estn yendo del tema y le sugiere que intervenga)
 Bueno, ac no estamos discutiendo quin sabe escribir mejor, sino si se entendera si en
cada  pas  se  escribiera  diferente.  Claudia  dice  que  no  y  Adrin  piensa  que  aunque  se
escriba en argentino un mexicano te entiende igual. Vamos a seguir discutiendo eso.
 
 Alberto: -Vos habls de escribir en argentino, yo no hablo como Uds., yo hablo como el
presidente  (risas)  porque  soy  de  La  Rioja.  Mir  si  yo  escribo  en  riojano,  ni  Uds.  que
tambin son argentinos me entenderan. Les voy a mostrar (copia en el pizarrn). Io yecoy
todo el pas Mi yegla se yompi (risas). Parece otro idioma.
 
 Gabriela:- No, la r no habra que cambiarla...
 
 Alberto:- Por qu no? Si vamos a escribir como se dice... yo digo as. Ahora pens qu
pasara si en los diarios se escribiera as y vos les un diario riojano todo escrito as ests
                                                
 
5
 Rosemblat, Angel. Las ideas ortogrficas de Bello.
6
 El moderador es asistido por un grupo de alumnos que no participa en la discusin, sino que observa
el desarrollo de la misma. (ver el momento de preparacin).
62
segura  de  entender?  Estela  dijo  al  principio  que  si  cada  pas  o  provincia  va  escribir
diferente, no nos vamos a poder comunicar y creo que es verdad.
 
 (El moderador llama al orden a Toms que intent interrumpir a Alberto, lo anota en  una
lista para que intervenga despus)
 
 Adrin:- Los chistes del diario sobre el presidente estn escritos as y se entienden.
 
 Estela:- S, pero son un chiste, estn escritos as para imitar al presidente y para que  te
ras.  Te  acords  de  cuando  lemos  el  Martn  Fierro?  Tambin  estaba  escrito  imitando
cmo hablaban los gauchos, y entonces vos te pods imaginar cmo eran, cmo hablaban,
pero si todo estuviera escrito as ni te vas a rer ni te vas a imaginar nada...
 
 Moderador: - Qu queras decir Toms hace un rato?
 
 Toms:- Yo soy correntino, y en mi provincia dicen lluvia. Yo fui all a la escuela hasta 3
grado,  entonces...  si  ac  se  escribiera  como  pronuncian  ustedes,  cuando  me  cambi  de
escuela  tendra  que  haber  aprendido  a  escribir  de  nuevo.  Todo  sera  muy  complicado
cuando un chico se cambia de escuela.
 
 (La  discusin  contina  en  esa  lnea  con  ms  ejemplos  de  textos  escritos  imitando  otras
variedades regionales. El equipo de moderadores considera conveniente hacer una sntesis
de  lo  dicho  hasta  el  momento  para  relanzar  la  discusin  que  parece  estancada  en  ese
punto)
 
 Moderador:-  Por  favor,  Mario,  vos  que  sos  el  secretario,  pods  leer  lo  que  se  discuti
hasta ahora? Lo que se habl solamente, porque los ejemplos ya estn en el pizarrn.
 (El secretario lee)
 
 Maestro:  (dirigindose  al  moderador)  Me  permits  un  momentito?  Me  parece  que  sera
bueno recapitular. Hasta ahora discutimos qu ventajas o desventajas tendra escribir como
se pronuncia en cada pas o provincia. Algunos piensan que eso tendra ms desventajas
porque  dejaramos  de  entendernos  entre  los  que  hablamos  castellano  y  dieron  muchos
ejemplos. Hay otros que piensan que se podra entender igual y que sera ms fcil escribir,
pero  la  verdad  es  que  hasta  ahora  hay  ms  ejemplos  que  escribir  de  manera  diferente
complicara  mucho  las  cosas.  Ac  tenemos  ejemplos  de  una  palabra  escrita  de  muchas
maneras  diferentes,  parece  que  trae  ms  problemas  que  soluciones...aunque  lo  diga
Sarmiento...qu piensan?
 
 Fabin:- Yo quiero decir algo sobre Sarmiento. (Leyendo sus notas). Nosotros hicimos una
entrevista a un profesor de castellano que nos explic que en la poca de Sarmiento hubo
otras personas, que saban mucho de lengua, que quisieron hacer lo mismo que l. Uno de
ellos  fue  Andrs  Bello.  Bello  escribi  un  libro  de  gramtica  espaola  y  fue  Ministro  de
Educacin  en  Chile.  Sarmiento  pensaba  que  si  tenamos  una  escritura  diferente  a  la
espaola era una manera ms de ser independientes, que as cada pas iba a tener ms
poder de decisin. El profesor nos explic que en ese tiempo pensaban que la ortografa
solo  tena  que  ver  con  la  pronunciacin,  y  por  eso  Sarmiento  propona  escribir  como  se
63
pronunciaba. Despus,  la  gente  que  estudia  la  lengua  se  dio  cuenta  de  que  la  ortografa
tiene que ver tambin con el significado de las palabras (por eso las familias de palabras se
escriben parecido) y tambin con el origen de las palabras. Entonces, ellos tuvieron buenas
intenciones, crean que tenan razn pero ahora es diferente. Tambin nos dijo que ninguno
tuvo  xito  en  su  proyecto.  Entonces,  si  no  se  pudo  hacer  antes  me  parece  que  ahora
menos.
 
 Vernica:- Hay otra cosa importante. Hoy Adrin dijo que lluvia y yubia se entiende igual,
puede  ser...  Pero  aunque  ah  se  entienda,  eso  no  pasa  siempre.  Se  acuerdan  de  que
estudiamos  que  hay  palabras  que  suenan  igual  pero  como  no  quieren  decir  lo  mismo  se
escriben distinto?, por ejemplo tuvo del verbo tener y tubo el sustantivo. Si se escribiera
de cualquier manera, podra confundirse una palabra con la otra.
 
 Carmen:-  Si  yo  escribo  Carlos  tubo  fro  (lo  escribe)  alguien  puede  pensar  que  estoy
hablando de un cao?
 Sandra: - No, pero es ms complicado.
 
 Ricardo:-  Qu  es  ms  complicado?  Garca  Mrquez  dice  que  no,  que  no  se  puede
confundir, escuch lo que dice (lee): (...) al fin y al cabo nadie ha de leer la  grima donde
diga lgrima ni confundir revlver con revolver
7
. Sarmiento, bueno... Uds. dicen que eso es
del siglo pasado, pero Garca Mrquez no.
 
 Fabin:- Aunque sea Garca Mrquez me parece que no es as. Yo te voy a explicar por
qu es ms complicado. (Escribe Carlos se cay y Carlos se call). Si no es por cmo se
escriben las palabras, yo no s si Carlos est tirado en el suelo o no habla. Para saberlo
tendra que seguir leyendo lo que viene despus y as sera ms trabajo, ms difcil.
 
 Ricardo:- S, pero te acords de que cuando estudiamos eso tambin vimos este ejemplo
(escribe Pedro cuida la llama), si no les el resto del texto, no sabs si est cuidando el
fuego  o  al  animal.  La  ortografa  no  te  ayuda  para  nada  ah,  eso  que  vos  decs  no  pasa
siempre.
 
 Estela:- Yo creo que eso es raro y en ese caso s tens que leer el resto del texto, pero hay
muchos  ejemplos  que  muestran  que  palabras  que  son  de  la  misma  familia,  se  escriben
igual. Por ejemplo, hijo lleva h, entonces ahijado o hijastro tambin.
 
 Toms: - Claro, si no te acords de cmo se escribe una palabra, pods pensar cmo se
escribe la palabra madre y listo.
 
 Gabriela: - Y eso qu tiene que ver? Si se  puede  escribir  como  lo  decs,  no  tens  que
acordarte de nada...
 
 Toms: - No entiendo.
 
                                                
 
7
 Diario Clarn, martes 8 de abril de 1997, pg. 40.
64
 Moderador:  -  Claro,  Uds.  estn  diciendo  que  si  sabemos  escribir  una  palabra,  podemos
saber  cmo  se  escriben  las  otras  de  la  misma  familia,  pero  ellos  dicen  que  eso  no  es
ninguna ventaja, que sera ms fcil escribir las palabras como suenan.
 
 Estela:- S pero mir... el otro da yo estaba leyendo y encontr una palabra herraje que
no saba qu quera decir. Entonces yo pens debe ser como herradura, debe ser de la
familia porque lleva h y empieza como herradura, as que debe ser algo de hierro y as
pude tener una idea de qu era.
 
 Luis: -Pero eso de la familia de palabras no siempre se cumple. Mir ... huevo se escribe
con h, pero hay otras palabras de la familia que no: valo, ovalado, y eso por qu?
 
 Marcelo: -En el ejemplo que diste con hierro, tambin tens ferretera...y habamos visto
que la h y la f tienen algo que ver...
 
 (Siguen  dando  ejemplos  de  familias  de  palabras  con  y  sin  regularidad  ortogrfica.  Los
asistentes del moderador vuelven  a  recomendarle  que  intervenga.  El  secretario  hace  una
sntesis y le cede la palabra a Fabin que tiene aportes que pueden servir para despejar la
discusin).
 
Fabin:  Sobre  ese  tema  yo  quiero  hacer  algunas  aclaraciones.  Uds.  dan  ejemplos  de
familias de palabras donde todas se escriben de la misma manera y tambin dan ejemplos
donde hay excepciones. Bueno... eso no es porque s y en mi grupo lo investigamos. (Tiene
en la mano algunas notas que mira durante la explicacin) Se acuerdan de que la maestra
nos explic que el castellano viene de otra lengua, del latn, que era el idioma del Imperio
Romano? Del latn vienen el castellano, el portugus, el francs, el italiano y el cataln. Pero
cuando ya la gente hablaba castellano haba algunos problemas para escribir las palabras,
porque se segua usando el alfabeto de los romanos. Tuvieron que inventar la , porque
ese sonido no exista en latn, entonces no tena una letra, la u y la v eran iguales, no en
cmo sonaban, sino en cmo se escriban, entonces para que la gente no leyera vevo, le
pusieron una h adelante para que se dieran cuenta de que era una u. Despus ya haba
dos letras diferentes, pero eso qued como regla y por eso las palabras que empiezan con
hue- hui se escriben con h. Lo que Marcelo dijo de hierro es cierto, porque en ese caso
se mantiene la f que tena en latn, la palabra es ferrum en latn.
Adrin:  -Entonces  para  escribir  en  castellano  hay  que  saber  latn?  Mejor  me  voy  de  la
escuela... (risas).
Gabriela: Est bien, vos ests diciendo que las cosas tienen un por qu, pero si hoy hay
letras diferentes para la v y la u, por qu hoy no se acepta que las palabras con hue-
hui se escriban sin h?. Hoy nadie se confundira.
(El moderador y sus asistentes se consultan en voz baja.)
Moderador:-  Qu  piensan  de  lo  que  dice  Gabriela?  La  ortografa  puede  cambiar?
Cambi en la historia?
65
Fabin:- S que hubo cambios, pero son cambios que se hicieron poco a poco y nadie dijo
desde maana hay que escribir as. Nosotros lemos que cuando la mayora de la gente
escriba las palabras de una manera, se estudiaba y se autorizaba. Pero eso no lo hace una
sola persona, sino la Real Academia. Vieron que en la biblioteca est el diccionario que
ellos hacen?. (Mientras habla, Estela pega en el pizarrn algunas palabras que ejemplifican
cambios ortogrficos aceptados por la Real Academia). Ah hay ejemplos, obscuro/oscuro,
septiembre/setiembre. Tambin hay palabras que se puede elegir entre ponerle el acento
o no solo, este, ese...
Gabriela: -Para qu cambiar todo tan lentamente? Mejor decir de ahora en adelante se
escribe as y listo, se podran hacer ms cambios y ms rpido...
Toms: -No, sera un lo brbaro, nadie se acordara de qu est permitido y qu no y ya
nadie sabra cmo escribrir.
(Siguen discutiendo sobre si los cambios ortogrficos pueden realizarse por decisin previa
o  si  es  mejor  legitimar  los  que  ya  ocurrieron.  Los  argumentos  de  ambos  grupos  estn
agotados. El moderador y sus asistentes leen las notas del secretario que tambin colabora
para hacer la sntesis final)
Moderador:- Creo que nadie tiene ya algo diferente para decir. Lo que discutimos hasta hoy
muestra que hay muchos ms argumentos para demostrar que si cada uno escribe como
pronuncia, entendernos por escrito entre los que hablamos el mismo idioma va a ser muy
difcil porque va a haber muchsimas maneras diferentes de escribir una palabra. Ustedes
tambin mostraron que la lengua y que  la  ortografa  cambian  poco  a  poco  y  que  la  Real
Academia  acept  los  cambios  que  la  gente  hizo,  as  se  puede  seguir  manteniendo  que
todos escribamos de la misma manera. Pero si muchos cambios se quieren hacer de un da
para otro nadie puede seguirlos, entonces lo que Sarmiento y Garca Mrquez propusieron
no va a traer soluciones al problema de la ortografa porque la gente va a seguir escribiendo
como escribi siempre.
Docente: En esta discusin se plantearon diferentes argumentos acerca de las ventajas y
desventajas  de  simplificar  la  ortografa.  Los  que  no  estn  de  acuerdo  con  jubilar  la
ortografa  plantearon  fundamentalmente  cmo  se  dificultara  la  lectura  y  por  lo  tanto  la
comunicacin a travs de la escritura si en cada provincia o regin se escribiera como se
pronuncia, tambin sealaron que se perdera una de las funciones de la ortografa, la de
mostrar  el  parentesco  entre  las  palabras.  Mostraron  que  una  simplificacin  ortogrfica
hecha por decreto traera ms dificultades que soluciones y que intentos similares en el
pasado,  como  el  de  Bello  y  el  de  Sarmiento,  no  tuvieron  xito.  Argumentaron  que  hubo
cambios  ortogrficos  a  lo  largo  de  la  historia,  pero  que  estos  han  sido  graduales  y  han
reflejado el modo en que ya escriba la gente y no al revs.
Los  que  s  estn  de  acuerdo  con  una  reforma  que  simplifique  la  ortografa  trataron  de
demostrar que no se dificultara la comprensin del significado de las palabras aunque se
alterara la escritura, dieron varios ejemplos de cmo la diferenciacin ortogrfica no siempre
est en relacin con una diferencia en  el  significado  de  las  palabras.  De  acuerdo  con  los
autores  que  proponen  la  simplificacin,  argumentaron  que  sera  ms  fcil  escribir  si  la
66
ortografa se adecuara a la pronunciacin y que de esa manera la gente podra alfabetizarse
ms rpido.
Quedaron algunos temas pendientes para otra discusin, algo que Uds. dijeron al principio
pero que despus no retomaron: qu pasa en la vida si uno escribe mal? Eso me afecta
para encontrar trabajo o para seguir estudiando? Simplificar la ortografa va a solucionar
los problemas de la escritura? Es una buena solucin hacer una reforma ortogrfica antes
de que los cambios sucedan en la realidad?
Ustedes no han llegado a un acuerdo. Algunos chicos que al principio del debate sostenan
la simplificacin ortogrfica siguen manteniendo su posicin, otros estn dudando un poco,
los  que  estaban  en  contra  de  la  simplificacin  que  propone  Garca  Mrquez  siguen
manteniendo sus opiniones. Quedan cuestiones abiertas para seguir pensando, estudiando
y discutiendo.
 
 Algunas reflexiones sobre la discusin
 
  La discusin formal que hemos presentado aqu gira alrededor de un contenido de
Lengua, pero  ya  hemos  sealado  que  la  materia  de  una  discusin  puede  provenir  de  los
contenidos  de  otras  reas.  Hemos  dicho  tambin  que  los  propsitos  de  una  discusin
pueden ser muy variados: a veces sirve para tomar decisiones sobre una tarea que se est
ejecutando o sobre la convivencia en la escuela, pero en este caso se trata de profundizar
sobre un tema de estudio (ortografa) y de aprender a confrontar con otras opiniones.
  En el transcurso de la discusin los alumnos ponen en accin algunas estrategias
discursivas que han aprendido como participantes en otras discusiones menos formales y
como espectadores de debates radiales o televisivos. Durante la preparacin de la discusin
la  intervencin  del  docente  ha  apuntado  tambin  a  mostrar  el  uso  de  algunas  de  esas
estrategias  o  a  sugerir  otras.  Hemos  podido  ver  que  para  convencer  a  los  dems  los
alumnos ejemplifican lo que estn sosteniendo, contraejemplifican para refutar, redundan en
las ejemplificaciones cuando quieren llevar al extremo un argumento o mostrar que lo que
estn  sosteniendo  no  es  un  hecho  aislado  o  fortuito,  apelan  a  una  autoridad  (Garca
Mrquez,  Bello,  Sarmiento),  anticipan  las  consecuencias  de  los  argumentos  que  estn
desplegando,  toman  en  consideracin  las  intervenciones  de  los  compaeros  para
reforzarlas cuando acuerdan, establecen relaciones causales entre diferentes aspectos de
la cuestin.
  Hemos mostrado tambin cmo interviene el docente durante la preparacin de la
discusin, poniendo en acto algunas estrategias discursivas, sugiriendo a los alumnos que
las usen, mostrando cmo independientemente de cul sea su opinin, puede ponerse en el
lugar de los oponentes y anticipar las objeciones que le harn. El docente se propone que
los  alumnos,  al  ver  estas  estrategias  en  accin,  se  apropien  de  algunas  de  ellas.  Su
intervencin  apunta  a  ensear  a  argumentar  con  efectividad,  a  saber  abandonar  una
posicin cuando nos demuestran que estamos equivocados, a cuestionar las ideas y no a
las personas. La posicin que asume sobre el tema es explcita: en este caso en particular,
no es necesario que exprese su opinin en voz alta, ya todos saben que el docente cree
que hay que escribir correctamente, tal vez por eso resulta un aprendizaje muy provechoso
para todos el espectculo del maestro que se descentra de su opinin y puede considerar
los argumentos contrarios.
 
67
 Contenidos trabajados en la situacin
 
 Quehaceres del hablante
 
"  Prepararse  para  el  debate  leyendo  para  seleccionar  la  informacin  til  para  apoyar
viertos argumentos o refutar otros.
"  Tomar notas que se revisarn al elaborar los argumentos y/o se utilizarn para leer en
voz alta durante la discusin (citando textualmente al autor).
"  Establecer las premisas a partir de las cuales se va a debatir y proponer criterios sobre
los cuales centrar la discusin.
"  Tomar  en  consideracin  los  argumentos  de  los  otros  para  reforzarlos  ofreciendo
justificaciones o pruebas, ejemplificando, sealando una relacin causal o citando una
autoridad.
"  Refutar  argumentaciones  justificando  su  rechazo,  ofreciendo  contraejemplos,
rechazando los principios de autoridad mencionados, contraargumentando.
"  Sintetizar  los  conceptos  sobre  los  que  hay  acuerdo  para  avanzar  sobre  los  prximos
temas  de  discusin  estableciendo  relaciones  de  afinidad  o  contraposicin  entre  los
argumentos vertidos.
"  Evaluar la propia participacin y la de los otros.
Estos  contenidos  se  ponen  en  juego  en  la  situacin  en  accin,  y  pueden
permanecer implcitos durante el desarrollo de la misma.
Ortografa
"  Relacin ortografa significado, ortografa- morfologa, ortografa- etimologa.
"  Valor social de la ortografa
"  El cambio ortogrfico: reforma ortogrfica vs cambio gradual.
Estos contenidos se ponen en juego en la situacin como objeto de reflexin y se
explicitan en el desarrollo de la situacin.
4. Reflexionar sobre el lenguaje
La reflexin sobre el lenguaje aparece en el contexto de la accin, forma parte del
ejercicio de las prcticas, tal como pudo observarse en las situaciones didcticas planteadas
en  el  punto  anterior.  Anticipar  el  tratamiento  que  se  le  dar  a  un  entrevistado  (si  se  lo
tutear  o  se  lo  tratar  de  usted,  por  ejemplo);  elegir  entre  varias  posibilidades  la  mejor
68
formulacin  de  una  pregunta  (la  ms  clara,  la  que  permite  evitar  el  riesgo  de  ofender  o
invadir la privacidad del otro); tomar decisiones acerca de la puntuacin o lexicalizar lo que
no  est  expresado  con  palabras  al  transcribir  un  fragmento  de  entrevista;  elegir  entre
diversas expresiones la que refleja con mayor precisin el contenido acerca del que se va a
hablar o adecuar el lxico a la edad de los destinatarios cuando se prepara una exposicin
dirigida  a  los  ms  pequeos,  buscar  ejemplos  para  sustentar  la  posicin  que  se  est
sosteniendo acerca de la ortografa y su posible reforma, comparar diferentes expresiones
que  tienen  el  mismo  significado  en  diferentes  variedades  del  castellano...  todo  esto  es
reflexionar sobre el lenguaje.
En  el  marco  de  las  actividades  habituales,  la  sorpresa  producida  por  un  nuevo
anuncio  publicitario  que  pone  en  boca  de  un  nio  afirmaciones  propias  de  una  persona
mayor, la reaccin poco previsible para los nios de un poltico frente a la forma en que
un  periodista  radial  formula  sus  preguntas  o  la  carcajada  de  un  entrevistador  frente  a  un
chiste  del  entrevistado  que  los  nios  no  han  comprendido,  los  refranes  que  se  estn
coleccionando y que nunca quieren decir lo que textualmente dicen... son oportunidades en
las que el lenguaje se constituye en objeto de anlisis.
En la conversacin cotidiana en el aula al igual que en otros contextos tienen lugar
tambin mltiples reflexiones: sobre los conflictos que pueden suscitarse cuando la forma
en que un alumno se dirige a otro no es la esperada no tens por qu decirme abr  la
ventana; quin sos vos para darme una orden? podras abrir la ventana, por favor?, as
me tens que decir, sobre la manera en que conviene iniciar una conversacin difcil que
se  sostendr  con  representantes  del  grupo  que  ocupa  el  aula  en  el  otro  turno,  sobre  los
malentendidos  que  se  generan  cuando  el  hablante  atribuye  equivocadamente  al  oyente
conocimientos  de  los  que  ste  no  dispone  y  da  por  sobreentendido  algn  aspecto  que
hubiera  debido  explicar,  sobre  los  lapsus  que  uno  comete  cuando  lo  traiciona  el
inconsciente,  sobre  chistes  lingsticos  que  juegan  con  el  doble  sentido  de  algunas
palabras o  expresiones,  sobre  las  diferentes  maneras  en  que  algunos  nios  interpretaron
una consigna dada por el maestro...
Por  otra  parte,  como  tambin  hemos  visto  (en  el  punto  2.4.),  muchas  reflexiones
sobre el lenguaje tienen lugar en el marco de situaciones de lectura y de escritura, cuando
se leen cuentos de autores espaoles o de otros pases latinoamericanos y las diferencias
dialectales se hacen evidentes, cuando se trata de decidir sobre la conveniencia de incluir o
no en el texto que se est produciendo tal o cual expresin de la oralidad, cuando se opta
por  introducir  ciertos  conectores  para  intentar  asegurar  que  lector  comprenda  mejor  la
relacin que se intenta establecer entre dos ideas...
Adems  de  las  reflexiones  inherentes  a  la  prctica  de  la  oralidad,  la  lectura  o  la
escritura,  es  importante  generar  en  la  escuela  situaciones  especialmente  dirigidas  a
considerar de manera explcita algunos aspectos del lenguaje que tienen particular relieve
para la formacin del hablante, del lector o del escritor. Sugeriremos a continuacin algunas
situaciones  orientadas  hacia  la  reflexin  sobre  dos  de  esos  aspectos:  la  diversidad
lingstica y las relaciones entre lengua oral y lengua escrita.
69
4.1. Observaciones sobre los diversos usos del lenguaje
Estas situaciones toman como eje la observacin de los usos orales que tienen lugar
en  diferentes  espacios  de  la  comunidad:  cmo  hablan  los  adultos  en  el  caf,  en  una
asamblea de la sociedad de fomento del barrio, en una reunin de padres en la escuela?,
cmo hablan los chicos en la escuela y cmo lo hacen mientras estn jugando al ftbol en
el baldo de la esquina?, cules son las diferencias y a qu se deben? Es posible tambin
observar usos del lenguaje diferentes en funcin de la edad de los hablantes o del gnero:
cules  de  las  palabras  o  expresiones  que  usan  hoy  los  jvenes  les  resultan  raras  o
chocantes  a  los  abuelos?,  cules  se  usaban  en  la  poca  de  estos  ltimos  y  ya  no  se
usan?; si se entrevista, por ejemplo, a nias y nios de cierta edad sobre un mismo tema,
se encontrarn diferencias en la manera en que unas y otros hablan?. Finalmente, analizar
series televisivas producidas en otros pases latinoamericanos los nios conocen muy bien
algunas de ellos- permite a los nios especificar algunas de las diferencias existentes entre
dialectos  del  castellano,  as  como  tomar  conciencia  de  que  entienden  lo  que  dicen  los
personajes  aunque  no  conozcan  algunas  de  las  palabras  que  ellos  utilizan...  Al  realizar
pequeas indagaciones a partir de problemas como stos, los alumnos irn descubriendo
que la variacin es constitutiva de la lengua.
La observacin de los usos orales apela (L. Nussbaum, 1995) fundamentalmente a
tres procedimientos: la toma de notas, las grabaciones y las transcripciones.
Tomar  notas  del  habla  de  otros,  sobre  todo  cuando  se  trata  de  situaciones
coloquiales y cuando el registro tiene que ser textual, no es fcil: no slo porque el ritmo de
la escritura es mucho ms lento que el del habla, sino tambin porque, mientras el emisor
habla sin interrupcin, quien toma nota debe ir seleccionando cul es el material que quiere
registrar. Por lo tanto, este procedimiento podr ser utilizado por los nios slo cuando est
claramente predeterminado lo que se desea registrar, cuando se trate de una emisin no
muy  extensa  y,  sobre  todo,  slo  cuando  los  nios  hayan  tenido  antes  oportunidad  de
aprender a tomar notas en otras situaciones (al leer un texto del cual necesitan extractar lo
fundamental  para  el  propsito  perseguido,  mientras  presencian  una  exposicin  y  el
expositor habla ms lentamente de lo que lo hara en una conversacin, cuando el maestro
est explicando algo y es posible pedirle que vuelva atrs para rescatar una idea que no se
ha logrado registrar). Tomar notas ser, en cambio, un procedimiento recomendable cuando
el material a registrar es escrito: por ejemplo, cuando se pide a los nios que recorran un
centro comercial y anoten los textos de los carteles que se muestran en las vidrieras, con el
objeto  de  detectar  la  invasin  de  palabras  en  ingls  que  se  est  produciendo  en  nuestra
ciudad.
La grabacin es un recurso privilegiado porque presenta grandes ventajas: permite
registrar textualmente y con facilidad lo que los hablantes dicen as como oir en grupo lo
grabado.  Sin  embargo,  para  comparar  las  emisiones  de  diferentes  hablantes,  ser
necesario transcribirlas. La transcripcin es una actividad muy productiva para la reflexin
sobre el lenguaje, porque permite tomar conciencia de fenmenos que no son perceptibles
en  la  observacin  directa  ni  al  escuchar  la  grabacin  lo  hemos  visto  en  relacin  con  la
transcripcin de la entrevista, pero requiere mucho tiempo (aproximadamente una hora por
cada cinco minutos grabados), por lo cual ser conveniente definir cuidadosamente en qu
momentos, con qu organizacin del grupo y en relacin con qu objetivos se recurrir a
este procedimiento.
70
Como  puede  observarse,  para  tomar  la  oralidad  como  objeto  de  estudio  es
imprescindible  recurrir  a  la  escritura.  Lengua  oral  y  lengua  escrita  se  entrelazan
constantemente  y  sta  es  una  de  las  razones  por  las  cuales  tiene  sentido  analizar  las
relaciones entre ambas.
4.2. Anlisis de las relaciones entre lengua oral y lengua escrita
Como  se  ha  hecho  notar  reiteradamente  en  puntos  anteriores,  la  prctica  de  la
escritura  genera  mltiples  reflexiones  sobre  las  diferencias  entre  lengua  oral  (coloquial)  y
lengua escrita, diferencias que estn estrechamente vinculadas con las existentes entre las
situaciones comunicativas en el marco de las cuales se utilizan (Ver recuadro). En algunas
ocasiones,  puede  resultar  interesante  capitalizar  las  reflexiones  realizadas  en  situaciones
anteriores o bien generar una secuencia de actividades orientada hacia el establecimiento
de  nuevas  relaciones  entre  lengua  oral  y  lengua  escrita  y  la  sistematizacin  de  las
diferencias establecidas.
A  diferencia  de  otras  situaciones  propuestas  en  las  cuales  la  reflexin  est  al
servicio de la produccin, en la que se desarrollar a continuacin la lectura, la exposicin
oral y la escritura estn orientadas a brindar material para la reflexin y el anlisis (claro que
con el objetivo de mejorar producciones ulteriores). Es por eso que, adems de invitar a los
alumnos a exponer, conversar, leer y escribir, en este caso se los invita tambin a  hacer
explcitos sus conocimientos acerca de ambas formas de comunicacin y a conceptualizar
sus relaciones.
Reflexionar sobre textos instructivos orales y escritos.
Las consignas  e  instrucciones  orales  son  como  es  sabido  muy  frecuentes  en  la
comunicacin  cotidiana  y  cumplen  la  funcin  regulativa  del  lenguaje.  En  muchas
situaciones, estas consignas o instrucciones requieren ser escritas, ya sea por su extensin,
para  evitar  que  se  olviden,  porque  el  destinatario  no  est  presente  o  bien  porque  han
adquirido carcter legal, como en el caso de un reglamento deportivo.
71
Presencia de la oralidad en la escritura, accin de la escritura sobre la oralidad
Muchas veces los maestros se quejan de que los chicos escriben como hablan. En efecto, los
nios son hablantes  competentes  cuando  son  apenas  escritores  principiantes.  Es  por  eso  que  en  su
produccin  escrita  se  advierten  muchas  huellas  de  lengua  oral,  huellas  que  varan  en  los  diferentes
textos  que  producen.  Estas  marcas  de  la  oralidad  en  la  escritura  se  asocian,  por  una  parte,  con
construcciones lingsticas que son corrientes al hablar pero que en general no resultan adecuadas en
la escritura (por ejemplo, al escribir un relato, los nios suelen conservar algunos conectores propios
de la oralidad, como Bueno o Aparte) y, por otra parte, con el hecho de que el escritor principiante
no toma suficientemente en cuenta cmo vara la situacin comunicativa al pasar de la conversacin a
la produccin escrita y escribe como si el lector pudiera actuar como un interlocutor presente.
En  el  lenguaje  oral  -seala  Vigotsky  (1934)-  no  hay  necesidad  de  crear  la  motivacin  del
habla.  En  este  sentido,  el  lenguaje  oral  est  dominado  por  la  situacin  dinmica.  Se  desprende  por
completo  de  ella  y  se  desarrolla  de  acuerdo  con  un  tipo  de  procesos  situacionalmente  motivados  y
condicionados.  En  el  lenguaje  escrito  nosotros  mismos  nos  vemos  obligados  a  crear  la  situacin,
mejor dicho, a representrnosla en el pensamiento. En cierto sentido la utilizacin del lenguaje escrito
presupone  una  actitud  con  respecto  a  la  situacin  totalmente  nueva  en  comparacin  con  la  del
lenguaje oral, actitud que exige una mayor dependencia, una mayor voluntariedad, una mayor libertad
respecto a ella.
Los  cambios  que  los  nios  deben  aprender  a  tomar  en  consideracin  son  diversos:  por
ejemplo,  el  habla  se  completa  con  gestos  y  sealamientos  (ste  es  mi  vestido  favorito,  decimos
mientras mostramos con un gesto a nuestro interlocutor de cul estamos hablando). Otras veces,  se
recomienda: Para hacer esta torta, te conviene usar un molde as de grande y el tamao adecuado
se  sugiere  a  travs  de  un  gesto.  Al  escribir,  en  cambio,  tales  gestos  no  son  posibles  y  hay  que
reemplazarlos por una descripcin ms precisa: ... use un molde de 25 cm de dimetro.
Al hablar, suelen emplearse expresiones vagas que en el dilogo van aclarndose: Daban un
coso  espectacular.  Al  escribir,  ser  necesario  precisar  si  se  trata  de  un  partido  o  de  un  programa.
Algo similar ocurre con el empleo de los adjetivos y pronombres demostrativos: cuando llegamos a la
plaza, estaban esos de la otra cuadra.
Al hablar, con el volumen de voz empleado, con sus matices, con la entonacin, expresamos
nuestra opinin, nuestro estado de nimo, la importancia que atribuimos a lo que estamos diciendo...
Al  escribir,  en  cambio,  debemos  reemplazar  por  una  mayor  variedad  de  construcciones  lingsticas
esos  matices.  Es  el  caso  del  nfasis:  con  el  volumen  de  la  voz  subrayamos  aquello  que  queremos
destacar mientras que al escribir, son las variaciones en el orden de las palabras las que nos permiten
poner de relieve lo que queremos acentuar.
Al  conversar,  solemos  olvidarnos  de  incluir  alguna  informacin  necesaria  para  que  se
comprenda lo que decimos y nuestro interlocutor nos lo seala pidindonos una aclaracin. Al escribir,
en cambio, debemos aprender a controlar que toda la informacin necesaria aparezca en el texto.
Las  condiciones  de  la  enunciacin  son  tambin  diferentes  al  hablar  y  al  escribir.  Cuando
hablamos,  decimos:  Ayer  fui  a  la  plaza.  Al  relatar  lo  sucedido,  en  cambio,  escribiremos  el  da
anterior en lugar de ayer porque el tiempo de enunciacin ha variado.
Mientras  que  al  hablar  repetimos  y  vacilamos,  al  escribir  tenemos  tiempo  para  elegir  las
palabras, para revisar lo escrito y modificarlo y este hecho cambia radicalmente el producto.
Al  hablar  (sobre  todo  en  conversaciones  informales),  planificamos  con  mucha  rapidez  lo  que
diremos  porque  de  lo  contrario,  aburriramos  a  nuestro  interlocutor  y  seramos  interrumpidos  por  l
perdiendo  nuestro  turno  de  habla.  Mientras  que  los  escritores  tienen,  por  lo  comn,  posibilidad  de
realizar  borradores,  confeccionar  un  esquema  previo  de  lo  que  van  a  escribir  o  tomar  notas  que
72
servirn como referente, un hablante hbil debe ser capaz de responder con cierta inmediatez -an en
intercambios  muy  formales,  como  el  del  juicio  oral-  y  al  mismo  tiempo  tomando  en  cuenta  las
intervenciones del interlocutor.
Ahora bien, al mismo tiempo que muchos rasgos de la oralidad son trasladados a la escritura
y  por  eso  progresar  en  la  escritura  implica  establecer  mayores  diferenciaciones  entre  ambas,  es
necesario destacar que esto slo se hace posible a travs del contacto con la lengua escrita.
Cuando  un  nio  se  alfabetiza,  toma  mayor  conciencia  de  la  lengua  y  de  cmo  la  emplea.  Al
poder  comparar  dos  variedades  de  lengua,  se  hace  ms  consciente  de  la  lengua  oral.  Esto  implica
que,  al  aprender  a  escribir,  el  empleo  que  hace  el  nio  de  la  lengua  ya  no  ser  el  mismo  porque  la
escritura  lo  coloca  en  una  situacin  de  mayor  conciencia,  de  mayor  reflexin  y  exige  que  haga
explcitos muchos conocimientos implcitos acerca del lenguaje.
La escritura seala Olson (1995) es una actividad metalingstica.
La situacin que se describir surge a partir de las dificultades confrontadas por los
nios al escribir instrucciones para juegos (en el marco de un proyecto dirigido a producir
una antologa colectiva sobre J uegos y pasatiempos para los das de lluvia, desarrollado
antes de las vacaciones de invierno).
El docente observa que, a pesar de que los alumnos han tenido experiencia en aos
anteriores  con  este  tipo  de  textos,  no  logran  identificar  y  anticipar  las  instrucciones  que
sern  necesarias  para  los  lectores,  que  el  lenguaje  que  utilizan  no  es  suficientemente
preciso.  Constatan  que  en  muchos  casos  las  instrucciones  escritas  producidas  por  los
chicos  se  parecen  a  las  orales  en  la  falta  de  rigor,  en  el  abundante  empleo  de  decticos
(expresiones tales como este..., aquel..., ac..., all..., que sealan objetos o lugares
presentes  en  el  espacio  donde  se  desarrolla  la  situacin  comunicativa)  y  de  expresiones
vagas tales como la torta lleva harina y todo eso. Es a causa de estas dificultades que el
docente decide hacer un pequeo parntesis en el desarrollo del proyecto y dedicar algunas
clases a analizar las diferencias entre textos instruccionales orales y escritos.
Desarrollo de la situacin
8
*El propsito de la primera fase de la actividad es que los alumnos se enfrenten con
obstculos  para  el  cumplimiento  de  una  consigna  causados  por  la  imprecisin  en  la
formulacin de la misma. En un primer momento se les pide a los alumnos que hagan un
plegado  sencillo  con  papel,  trabajando  por  parejas,  basndose  en  instrucciones  escritas
muy  escuetas  que  el  docente  presenta.  Cuando  empiezan  a  surgir  los  problemas  en  la
realizacin del plegado (por la falta de precisin de las consignas, porque las indicaciones
son demasiado generales, por omisin de un paso), y antes de que el nivel de frustracin se
eleve demasiado, el docente le pide a cada pareja que seale los problemas que tuvo y que
intente  justificarlos  explicando  de  qu  modo  hubieran  podido  evitarse.  Luego  se
intercambian estas respuestas en una reunin plenaria de todo el grado que se organiza al
final de la clase y el docente explica que seguirn examinando ms en detalle por qu no
funcionaron las consignas escritas.
                                                
8
  Esta  situacin  es  la  adaptacin  de  una  propuesta  de  trabajo  presentada  en  el  artculo  La
diferenciacin en el conocimiento acerca del curriculum de lengua (en ingls en el original), del libro
Mirando  a  travs  del  lenguaje  (1992),  editado  por  Bain,  R.  Fitzgerald,  B.  y  Taylor,  M.,  Londres,
Hodder y Stoughton.
73
*En la clase siguiente, se le pide a cada alumno que prepare una explicacin oral de
alguna  tarea  sencilla,  por  ejemplo  cmo  hacer  un  truco  con  cartas.  Para  prepararla,  los
alumnos podrn consultar, por ejemplo, libros o revistas de pasatiempos. Cuando los chicos
ofrecen  sus  explicaciones,  surgen  muy  diversas  reacciones  en  los  oyentes:  algunos
interrumpen  para  hacer  preguntas,  otros  muestran  desacuerdos,  piden  aclaraciones  o
corrigen al que est hablando. Estas explicaciones son grabadas y analizadas. Luego, se
les solicita a los alumnos que describan las caractersticas de una buena explicacin oral,
que  sealen  qu  condiciones  reunan  aquellas  que  requirieron  menos  aclaraciones  -por
ejemplo, porque se anticiparon a las posibles preguntas del pblico o porque no omitieron
informacin  fundamental-.  Cuando  se  analizan  las  producciones  de  los  chicos,  es
importante que el docente intervenga ayudando a instalar un clima de respeto mutuo, que
desaliente  cualquier  comentario  descalificador  de  los  compaeros,  que  aliente  la
cooperacin, que permita que dejen avanzar al que est hablando...
*Una de las grabaciones  sealada  por  los  chicos  como  ms  clara  es  usada  como
base para la clase siguiente. El docente la transcribe, la reproduce en papel y les pide a los
alumnos que, en parejas, subrayen todo aquello que indica que lo que estn leyendo no es
lengua escrita, sino una transcripcin de lengua oral. Luego les propone que describan los
rasgos de oralidad que hayan encontrado. Los nios sealan que hay muchas repeticiones,
que  cuando  el  que  habla  se  equivoca,  se  corrige,  que  retrocede  por  momentos  en  la
explicacin para volver a avanzar luego.
*Para  la  clase  siguiente  el  maestro  copia  de  algn  libro  de  pasatiempos  la
explicacin de un juego y luego entrega una copia a cada pareja pidiendo a los alumnos que
sealen  las  diferencias  entre  esta  versin  escrita  y  la  transcripcin  hecha  de  las
explicaciones  orales  para  la  clase  anterior.  Esto  les  permite  consolidar  y  resumir  lo  que
haban aprendido en la clase previa y hacer explcitas las diferencias. Al final de la clase los
alumnos comparten lo que han aprendido y producen un resumen de este tipo:
Escrito Oral
  no hay pausas
  es ms especfico y descriptivo
  no se usan expresiones coloquiales
  no hay errores
  las  explicaciones  estn  divididas  en
prrafos
  se usa un vocabulario ms amplio
  suena como un robot
  no hay muchos pronombres personales
  hay pausas para pensar
  es  menos  preciso,  emplea  expresiones
tales como saben, hagan as, esto
  usa expresiones coloquiales
  duda, hace pausas para pensar, retrocede
para corregirse.
  Una explicacin sucede a la otra.
  Hay muchas repeticiones
  se advierte quin es el que habla
  hay muchos pronombres personales.
74
Luego el docente les pide que expliquen sus cuadros. Algunos dirn:
Cuando escribs, tens tiempo para corregir si te equivocaste
Cuando  habls,  sabs  si  los  dems  te  entienden  o  no,  entonces  pods  volver  a
decirlo usando otras palabras
En  las  instrucciones  orales,  si  no  entends  pods  preguntar.  En  las  escritas,  si
estn mal dadas, no pods hacer lo que te piden
Yo me iba por las ramas cuando me toc explicar el juego porque estaba nervioso
Como puede observarse, las reflexiones de los nios no se refieren slo al producto,
sino  tambin  al  proceso  de  produccin.  Al  hacer  explcitos  estos  conocimientos,  ellos
articulan y construyen un conjunto de orientaciones para su propia escritura, cuyos efectos
no  tardan  en  hacerse  notar:  cuando,  apenas  elaborado  el  cuadro  anterior,  se  retoma  el
proyecto,  se  hace  evidente  que  la  tarea  de  revisar  y  reescribir  cooperativamente  sus
borradores resultar eficaz porque ya han construido un conjunto de criterios compartidos por
medio  de  los  cuales  podrn  evaluar  sus  producciones.  Podrn  as  hacerse  mutuamente
sugerencias ms productivas.
Contenidos que son objeto de reflexin:
-Reconocer algunos rasgos distintivos de los textos instructivos orales y escritos.
-Reconocer que los textos (orales o escritos) dependen de la situacin comunicativa.
-Analizar la eficacia de diferentes consignas
La situacin que se acaba de describir pone en evidencia al igual que muchas otras
consideraciones  hechas  en  el  curso  de  este  documento  que  concebir  la  oralidad  como
objeto de enseanza no significa de ningn modo separarla del trabajo en lengua escrita.
No se trata de distribuir el tiempo entre oralidad y escritura, no se trata de distribuir espacios
entre ellas ni de poner lmites precisos a esos espacios; se trata ms bien de  definir  sus
interrelaciones e intersecciones, de conservar en el marco escolar la solidaridad existente
entre ellas fuera de la escuela.
75
Palabras finales
A  lo  largo  de  este  documento,  se  ha  intentado  mostrar  de  qu  modo  puede
concebirse hoy la prctica de la oralidad en la escuela y cules son los propsitos que la
orientan, se ha puesto de manifiesto cmo se desarrolla la lengua oral cuando es utilizada
como  instrumento  de  comunicacin  y  de  interaccin  cognitiva  en  particular,  se  ha
sugerido un conjunto de situaciones didcticas dirigidas a ofrecer a los nios oportunidades
de participar como hablantes y como oyentes en contextos cada vez ms pblicos, se ha
evidenciado hasta qu punto la prctica del lenguaje no solo de la oralidad sino tambin de
la  escritura  es  fuente  de  reflexin  metalingstica  y  se  han  descrito  situaciones
especficamente orientadas a producir esta reflexin.
Recorrer un trayecto como el aqu planteado permite a los alumnos ejercer desde la
escuela las prcticas de la oralidad que necesitarn ejercer como ciudadanos y les permite
tambin tomar distancia de estas prcticas, constituirlas en objeto de anlisis. Es as como
el  lenguaje,  que  habitualmente  es  transparente  porque  permite  ver  a  travs  de  l  para
comprender  el  sentido  de  lo  que  dicen  los  otros  se  vuelve  en  algunos  casos  opaco,
adquiere una presencia propia, se constituye en observable. Es as como los nios, adems
de  desarrollar  sus  posibilidades  de  adecuar  su  lenguaje  a  las  ms  diversas  situaciones
comunicativas, aprenden a travs del lenguaje y acerca del lenguaje.
Las  propuestas  desarrolladas  en  estas  pginas  constituyen  un  paso  hacia  la
conceptualizacin  del  lugar  de  la  oralidad  en  la  escuela,  hacia  la  definicin  de  las
condiciones que es necesario crear y de las situaciones didcticas que es necesario ofrecer
para que los alumnos puedan avanzar como hablantes y oyentes competentes, autnomos
y crticos. Estas propuestas deben ser complementadas y enriquecidas por los aportes de
los maestros a partir de las experiencias que se lleven a cabo en las escuelas de nuestra
ciudad y su funcionamiento en el aula debe ser rigurosamente estudiado en el marco de
futuras investigaciones.
A  diferencia  de  lo  que  ocurre  en  relacin  con  la  enseanza  de  la  lectura  y  la
escritura,  la  investigacin  didctica  sobre  la  enseanza  y  el  aprendizaje  escolar  de  la
oralidad  es  an  incipiente  y  es  por  eso  que  la  perspectiva  inmediata  es  realizar
investigaciones  en  el  aula  que  permitan  validar,  describir  mejor,  ampliar  y  enriquecer  las
situaciones que aqu se han planteado. A medida que la investigacin avance, a medida que
las  experiencias  se  multipliquen  y  profundicen,  ser  posible  construir  conocimientos
didcticos que contribuirn a asegurar la calidad del trabajo con la oralidad en la escuela, de
un  trabajo  que  permita  formar  a  los  alumnos  como  estudiantes  capaces  de  organizar
exposiciones fundamentadas, coherentes e interesantes y de debatir con otros acerca del
sentido de los contenidos estudiados, como personas capaces de argumentar en defensa
de  sus  convicciones  y  tambin  de  esforzarse  por  comprender  las  de  los  otros,  como
interlocutores atentos y como espectadores crticos, como ciudadanos capaces de tomar la
palabra, escuchar y hacerse escuchar.
76
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