Coexistencia y Educación (Libro Patricio Alarcón) PDF
Coexistencia y Educación (Libro Patricio Alarcón) PDF
COEXISTENCIA
Y
EDUCACIÓN
2013
2
COEXISTENCIA Y EDUCACIÓN
Aproximación a una projimología para la vida y la salud
CONTENIDO GENERAL
Introducción
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
1. Introducción ...................................................................................................................................... 95
2. ¿Qué es la intimidad? ....................................................................................................................... 95
3. ¿Qué es la intimidad educativa coexistencial .............................................................................. 99
4. ¿Qué es la intimidad sexual ............................................................................................................100
5. ¿Por qué a más intimidad educativa coexistencial menos
abusos sexuales en el contexto escolar? ...................................................................................... 101
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Introducción
Unimos los radios de una rueda, pero es el agujero central lo que permite que el carro se mueva. Torneamos la arcilla para hacer una vasija, pero es el
vacío interno lo que contiene aquello que vertemos en ella. Hincamos estacas para construir una cabaña, pero es el espacio interior lo que la hace
habitable. Trabajamos con el ser, pero es el no ser lo que usamos.
Tao Te Ching, Lao Tzu
El tema central de este libro, es el ser del estudiante y el ser del docente en relación,
proceso que se ha denominado intimidad1 educativa coexistencial. Este libro es un pre-texto para
invitar a vivir la “vida educativa” con la consciencia de estar en el mejor lugar y con las mejores
personas, experiencia cumbre o perfecta que requiere simplemente de existir donde y cuando
se es. Porque sólo siendo donde se es, el prójimo próximo puede ser donde es.
1 En este texto se define “intimidad pedagógica”, como la interacción que ocurre entre actores educativos: docentes-
estudiantes, estudiantes-estudiantes, docentes-docentes, docentes-apoderados, etc., donde ambos actores involucran
positivamente su identidad a favor de una interacción nutricia.
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En estricto rigor son dos formas distintas de ser o existir, porque corresponden a dos
tipos de realidades, que suelen no distinguirse. La realidad del aquí y el ahora corresponde al
denominado dominio político, nombre que denota el poder transformacional con que se cuenta
en dicho dominio, el otro corresponde al dominio semántico y hace referencia a la realidad mental,
a lo que existe sólo en nuestro pensamiento, es sin duda el modo en que se puede existir de
acuerdo al cognito ergo sum cartesiano, el dominio político está más próximo al daseim de la
fenomenología husserliana. Esta distinción también la realizan los teóricos sistémicos de
segundo orden, cuando distinguen entre la ontología del explicar que constituye la descripción
mental que se hace de la realidad y la ontología hermenéutica que hace referencia a la realidad
experimentada en el contexto en que se está y con quién se está, los teóricos de la psicología
de la gestalt y la programación neurolingüística, realiza la misma distinción cuando señala el
“mapa” (equivalente al dominio semántico) no es el “territorio” (equivalente al dominio
político).
Se puede coexistir con distintos grados o niveles, esto dependerá de cuanto ser de los
coexistentes esté involucrado en el encuentro íntimo. Mientras más ser co-involucrado del
docente y los estudiantes mayor intimidad educativa, mientras menos ser o dimensiones de
éstos menos intimidad educativa.
La intimidad puede ser más o menos esclavizante o liberadora, las identidades en juego
pueden ser más o menos debilitadas.
Otro supuesto, es que algunos de los factores que pueden haber incidido en la
generación de intimidades colusivas2 o psicopatológicas docente-estudiantes, son los roles de
poder y subdornización que se les han asignado, lo que ha redundado en docentes supra-
responsabilizados y estresados, y en estudiantes infra-responsabilizados y desmotivados. Este
2Vínculos que obedece al patrón a mayor intimidad menor identidad, en tanto se produce una relación de tipo simbiótica o de
dependencia no liberadora, debido a que uno o los dos vinculantes utilizan aspectos de la identidad del otro para completar la
propia o utilizan factores de su propia identidad para completar la del otro interactuante.
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texto, como alternativa a esta realidad, promueve una intimidad docente coexistencial, madura,
nutritiva, plena y por tanto liberadora y saludable para todos los involucrados en el proceso
coeducativo.
La intimidad se denomina según el contexto, con palabras como otredad (en sintonía
con los planteamientos de autores como Emmanuel Levinas, Pedro Ortega, Carlos Skliar),
redes de conversaciones (ocupando el concepto que Humberto Maturana utiliza para explicar el
entrelazamiento entre el lenguajear y emocionar propio de la comunicación en la dimensión de
lo humano), yo-tú (utilizando el término del filósofo dialógico Martín Buber), complexus
(entendida como las redes de acciones y retroacciones descritas por Edgard Morín), coreografía o
pautas de pautas que conectan (en el contexto de la ecología de la mente propuesta por
Gregoty Bateson). Sin embargo, el modo de nominación que busca caracterizar y proponer es
el de coexistencialidad y más específicamente el de intimidad coexistencial.
3Ejemplos de estas investigaciones son las siguientes: "Derechos Humanos y Pedagogía de la coexistencialidad" (2005) de Pïa
Fuentes. "Análisis de las pautas interrelacionales al interior del aula desde la perspectiva de la pedagogía de la
coexistencialidad"(2011) de Jaime Mierzejewsky ."Factores de la intimidad educativa que incorporan a algunos docentes como
personas significativas en la historia de interacciones de los docentes" (2012) de Marcela Pino. "Las Pautas relacionales
sustentadas en los principios de la pedagogía de la coexistencialidad y su impacto en en los resultados de una investigación
psicopedagógica individual" (2012) de María Elena Ber Moll
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estructural, no les resta la plena libertad que posee dentro de este encuadre, vale decir que la
única organización (aquello que hacen que sean máquinas vivas) que permanece cualquiera sea
el cambio estructurales (modificación de alguno de los componentes del sistema vivo) del
docente y el estudiante.
Si bien la ontología estudia el ser en sí, en cuanto ente, la gnoseología el ser en cuanto
conocido, la ética el ser en cuanto bueno, la estética el ser en cuanto bello, en este libro se
intenta abordar el ser en cuanto siendo, circunscrito al ámbito educativo, más precisamente al
instante del encuentro profesorestudiante, a la experiencia única e irrepetible que a más
significativa, más perdurable. Busca relevar la problemáticas ontológica de la educación, sin
desconocer y desconectar las problemáticas teleológicas4, antropológicas5 y metodológicas6. La
problemática ontológica está sin duda vinculada a las otras tres, porque cada una de ellas
trabaja con el ser del estudiante. Este texto intenta hacer de ello un pensar, sentir y hacer
consciente. Que hay un otro que es cuando uno es en el acto del coexistir educativo. Este
intento se abordará desde distintos fundamentos teóricos, con la plena convicción de que se
requiere con urgencia de la presencia y consciencia óntica en el acto educativo.
Otro eje temático considerado es la cibernética, con su distinción entre sistemas vivos
o de segundo orden y sistemas artificiales o de primer orden. La educación, principios y
acciones que se han construido desde la perspectiva de las máquinas artificiales, en definitiva se
ha realizado sobre la bases del no ser o de la desvalorización de la existencia. Este texto busca
fundamentar la construcción de educación para seres vivos, es decir existentes y coexistentes,
en una aproximación conceptual sucesiva a una temática que busca estudiar en el escenario
microsocial del aula, lo que sucede entre la díada dos actores (profesorestudiante), aún
sabiendo que pueden haber más actores y que entre ellos pueden construirse otras díadas y
triadas, se busca profundizar en la multiplicidad o crisol de procesos que ocurren entre ellos, se
aborda inevitablemente la comunicación, desde los aportes de Shannon y Weaver que ofrecen
una diádica de la comunicación, al incorporar el concepto de retroalimentación de la
cibernética, con lo que se obtiene una mayor comprensión de las complejas comunicaciones
interpersonales y se pasa de la concepción lineal a la circular, sumadas los aportes
interpretativos de la comunicación humana de Bateson7, Maturana8, Flores y Echeverría9.
7 Se considerarán los aportes de Gregory Bateson como la comunicación doble vincular, y la pauta que conecta.
8 De Humberto Maturana se considerarán los aportes que ha realizado desde su biología del conocimiento, como sus
concepciones ecosistémicas del lenguaje, y de conversaciones matrízticas, lenguajear y emocionar.
9 De Fernando Flores y Rafael Echeverría sus aportes sobre la comunicación humana a partir de la ontología del lenguaje.
10 De la psicología sistémica es estudio considerará los principios ecosistémicos de la relación y las características estructurales,
especialmente de la Escuela de Palo Alto, y preferentemente de los autores Virginia Sartir y Paul watzlawick.
11 De la psicología humanista y transpersonal se consideran para abordar este estudio concepciones de “ser”, “sí mismo”, y
este término a un “lente” u gnoseología que permite ver al otro y a sí mismo en lo que se es, en la validación del ser,
relevándolo al “deber ser” y al “no ser” en general. Semejante a lo que Lacan señala como la ”mirada” que devuelve al “ser”, a
la “validación del otro como un legítimo otro”, que es el modo en que Humberto Maturana define amor.
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Capítulo 1
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13Con este término se desea valorar una forma de ver la realidad con los tres principios de la complejidad, vale decir como lo
señala el mismo Edgard Morín, sin la “inteligencia ciega”, percibiendo el “complexus”, la doble dialéctica y la hologramatidad,
en este caso en el estudiante con que se interactúa y en sí mismo en tanto interactuante en ese “aquí y ahora”.
14El término ontopedagógico se incorpora como un término síntesis, donde los núcleos se encuentran en lo ontológico (el ser
del estudiante y el docente) y el contexto educativo en que estos “seres” coexisten.
13
1. Distinciones iniciales
La mirada teórica de este ensayo desordena las prioridades y énfasis más comunes,
aceptados sobre la problemática educativa, porque plantea que toda reforma, toda innovación
educativa, es inútil o poco efectiva si no se hace una transformación a nivel ontológico. Esto
equivale a decir que para poder educar a los estudiantes primero hay que hacerlos existir,
permitirles entrar a la sala de clase o contexto de aprendizaje. Hacer existir que, lejos de ser un
acto inmaterial y al margen de la realidad, es lo único real que permite, como una puerta que se
abre, que ingrese la existencia y todo aquello que la constituye: el lenguaje, las emociones, el
sentir, la modificabilidad cognoscitiva, la información; en definitiva, la complejidad del
multiverso que constituye la realidad.
Los expertos educativos, por lo general, sienten más respeto y valoración por la
reflexiones o estudios destinados a la problemática metodológico de la educación (cómo hacer pasar
la reforma al aula, cómo desarrollar las habilidades del pensamiento, cómo contextualizar los
aprendizajes, cómo desarrollar inteligencias múltiples en el aula y todo aquellos cómos que se
consideren efectivos, eficaces y eficientes para mejorar la calidad de los aprendizajes de los
alumnos).
intervenciones educativas, sin tener claridad en el perfil real e ideal del alumno o del docente
en cuestión?
Estas son algunas de las preguntas que se intentarán responder en el desarrollo de este
ensayo, al margen del actual epicentro educacional, preocupado del cómo y de qué; inquietudes
que, sin lugar a dudas, otorgan un cierto estatus en los ámbitos académicos. Pero es hora de
preocuparse un poco del sujeto, del ser, del con quien, del para quién se hace tanto aparente
esfuerzo. Un quien que ha sido magistralmente bien bautizado por el sistema educativo -uno de
los más especializados en la negación del otro- con el nombre de alumno, cuya traducción
etimológica es sin luz, algo parecido a no visible, opaco, apagado o inexistente. Al menos hasta
que alguien, presumiblemente dotado de luz, o de cierto poder iluminador, pueda encenderlo o
hacerlo existir.
Para comenzar, es conveniente hacer una distinción entre las múltiples formas que
pueden tomar las interacciones en el co-vivir y la “interacción educativa”. En el contexto de
este ensayo, cada una de ellas se entiende como el fenómeno ocurrido en el contexto del
presente (del aquí y el ahora entre dos interactuantes) en donde a lo menos uno de ellos tiene la
intencionalidad consciente de producir en el otro una modificabilidad estructural que considera
positiva para el otro. El proceso es del todo co-educativo cuando ambos interactuantes tienen
la misma intencionalidad de un modo simultáneo. A este tipo de interacción se le puede
aplicar, según diferentes teóricos;15 categorizaciones tales como: relación de co-legitimización
del otro como legitimo en la relación, proceso de co-aceptación incondicional positiva, relación
co-nutricia, relación co-constructiva, cruce proficiente de dos mitos familiares o de dos saberes, el
intercambio de dos representaciones sociales, o el acto de co-existencia entre dos co-legitimadores.
15 Para construir estas afirmaciones, se tomaron sustentos teóricos de autores tales como: H. Maturana, C. Rogers, S.
Moscovici, J. Lacan y V. Satir, entre otros, con un predominio teórico principalmente interaccionista, y por consiguiente, le
otorga relevancia tanto al lenguaje como a la emoción.
15
¿Qué ocurre actualmente dentro del aula?, ¿por qué las aulas están vacías de niños, o
sólo contienen fragmentos de ellos?
Por lo general, las interacciones dentro del aula son la reproducción del modelo
funcionalista del control social, vale decir; se suele reiterar una relación unidireccional en
cuanto a la distribución del poder, en donde, el tipo de relación más frecuente es el de la
influencia social, en la cual un agente socializador define, dirige, controla y evalúa lo que el otro
sujeto de control social (sujetable, socializable) hace a nivel cognitivo, corporal y psicosocial.
También ocurre que, por lo general, las interacciones entre el profesor y sus alumnos
suele ser con un otro-alumno (escindido, reducido, atomizado, en síntesis: simplificado.)
Descrito por el otro-profesor como un sistema cibernético de primer orden o lo que es igual a
una máquina artificial o sistema trivial o taciturno.
Este tipo de relación determina que dentro del aula sólo nos encontremos con
fragmentos de alumnos, estilo pedagógico que podríamos denominar enseñanza fragmentada, en
cuanto se imparte sólo a partes de los alumnos (en el mejor de los, a partes como el aparato
perceptivo-motriz desde una mirada conductista, o la mente y sus destrezas desde el
cognitivismo) Partes que además se subdividen en otras partes más pequeñas según la
asignatura o sub-sector de aprendizaje o actividad metodológica. Por ejemplo; desarrollar o
rehabilitar la escritura, ejercitando de manera aislada y casi exclusiva la coordinación óculo
manual, dejando fuera del proceso (y por tanto del niño) sus sentimientos e ideas cuya
transmisión es, ni más ni menos, el objetivo de saber escribir, y obviamente tampoco se incluye
sus relaciones y su contexto al cual pertenecen los destinatarios de su material escrito.
Donde se encuentran cada una de las pautas que conectan17 y explican cada una de sus acciones, y
que son, generalmente, imposibles de ver por el docente quien (como la mayoría de los sujetos
producto de la cultura occidental) es poseedor de una inteligencia ciega,18 que le impide ver la
complejidad propia y característica de todo sistema vivo.
La negación parcial o total del ser del otro, en que el profesor puede incurrrir es un
problema óntico con varias aristas:
Segundo, el problema óntico de no “limpiar el propio lente” para ver con claridad el ser
del otro, acción que parece ser posterior a “ver” o legitimar el propio ser.
Tercero, el problema óntico que impide al profesor que no se conecta con el ser del
estudiante ayudarlo a conectarse con la verdad de su ser.
En relación con el primer problema, si se pudiera resumir cual es la falta óntica que se
comete cuando no se valida el ser del otro, se podría decir que consiste en un problema para
ver con claridad el ser del otro. Sin embargo, podría concluirse que el problema puede ir más
allá de una mirada borrosa, también puede transformarse (especialmente por la actitud
fragmentadora de algunos profesores) en una devolución negadora o incompleta de dicha
mirada.
Según Lacán, durante el estadio del espejo es cuando los sujetos constituyen su estructura
psíquica, la que puede ser neurótica, psicótica o perversa: Esta depende de lo que ocurra entre
la función materna u “otro grande “ y la cría u “otro pequeño”; cuando la madre devuelve la
mirada y el niño la acepta; asume la estructura neurótica, cuando la madre devuelve la mirada
y el niño no la acepta, la estructura es perversa; cuando la madre no devuelve la mirada, la
estructura es psicótica.
17 “Pauta que conecta” es un concepto utilizado por Gregory Bateson, y hace referencia a coreografía o pauta de pautas
relacionales, que en definitiva explica las conductas en el contexto del aquí y el ahora.
18 “Inteligencia ciega” denomina Edgard Morín a la incapacidad –producto del paradigma de la simplicidad- de percibir la
maraña de acciones y retroacciones (complexus), el principio dialógico entre lo opuesto o aparentemente contradictorio (doble
dialéctica), y a la imposibilidad de ver la parte en el todo y el todo en la parte (principio hologramático).
17
no refleja o devuelve la imagen, podría obligar al que se mira inventarse una identidad
imaginaria, un otro yo que le permita desenvolverse en su relación con el mundo.
Dentro del mismo contexto, Sartre sostenía que la mirada puede quitar o dar existencia al otro.
¿Es posible quizás asegurar lo mismo de algunos profesores? ¿Pueden quitarle o reducirles la
existencia a sus alumnos con la “mirada”?.
Y de ser así, ¿sería éste un acto que transgrediría la ética profesional del educador?
Presumiblemente, de ser afirmativas todas estas interrogantes, podría hablarse de miradas que
dan vida; de aquellas que le devuelven al estudiante el reflejo de la persona que es, y no de otra
que fue o será.
Una analista lacaniana cita el caso que de un niño que le tenía temor a los espejos y
todo lo que se le pareciera, porque en ellos veía un payaso monstruoso. Después de algún
tiempo de psicoanálisis, descubrió que el payaso era la imagen del niño atrapada detrás del
espejo con la nariz enrojecida por tanto golpe en su intento desesperado por salir desde su
interior. Quedó presumiblemente atrapado detrás del “espejo” porque su madre no le
devolvió la mirada.
La mirada de esta madre se había quedado fija en el recuerdo de un hijo anterior, que
había muerto a los pocos meses de vida. Por tanto, cuando miraba a este hijo vivo no le
devolvía la mirada porque ésta se le había quedado fija en la imagen del otro hijo muerto,
situación que lo habría psicotizado.
Esta reflexión intenta ligar lo óntico a nivel del desempeño profesional del docente,
porque la preocupación más frecuente parece tener relación con el daño moral se le puede
hacer al estudiante, más que con el daño óntico que se le puede hacer al alumno. Uno hace
referencia a una trasgresión u omisión al bien del otro y la otra a una trasgresión u omisión al
ser del otro.
En general, la filosofía considera al ser u ontos como lo entitativo o esencial: “un ser es y
no puede no ser”, y como accidental y contingente al “cómo” de ese ser. Dependiendo de la
18
corriente filosófica, un ser puede o no puede ser más o menos bueno, bello o verdadero: “El
hombre es libre en su querer y actuación… Las posibilidades de nuestro querer y actuación no
vienen señaladas de antemano”. (E. Coreth, 1964).
Pero, si bien esta libertad le permite ser más menos actualizado en su bondad, desde la
mirada filosófica esencialista no podría elegir ser o no ser en algún grado de parcialidad o
totalidad.
Por tanto, un profesor no debería tener dificultades de relación óntica con sus alumnos,
dado que tanto él como éstos siempre son lo que son, y cualquier “falta” o limitación en dicho
“ser” estaría como dice Sastre, en el observante, en el sujeto y no en el objeto. Vale decir, la
“falta” óntica estaría en el profesor y no en el alumno. Lo que podría expresarse parafraseando
a Sartre, que el profesor es “falta” y no el alumno. Ello equivale a decir que el profesor es el
falto de luz y no el alumno.
Esa “falta” es precisamente la negación del ser del otro: tener los ojos cerrados para la luz del
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alumno, no establecer una relación desde la emoción del amor, desde el dominio matríztico; lo que
este estudio plantea como un problema óntico.
En forma figurada, equivaldría a suponer que por una ceguera ontológica algunos
profesores “no ven”, o no le “permiten existir”, a sus alumnos. Los profesores podrían
clasificarse entre los que nunca han hecho entrar a un estudiante a su sala de clases o espacio
de “aprendizaje”, los que les permiten entrar sólo por partes y otros que les permiten entrar
completos; con su inconsciente, con su corporalidad, con su experiencia, con su mente, con su
contexto, etc.
También puede afirmarse que, toda parcialización, fragmentación o negación del ser del
paciente en una falta de ético-óntica, dado que afecta o reduce el ser u onto del otro, que es lo
esencial o trascendental donde se sostiene lo valórico o ético. Por tanto, si se niega o
transgrede el “árbol” (ser) se niega o transgrede todo fruto (bien, verdad, belleza, unidad) que
brote o dependa de él.
Puede decirse que no ver con claridad el ser del otro según el marco teórico de este
análisis, algo que éticamente debería preocuparle a un educador, porque estaría dando cuenta
de una ceguera que le es intrínseca, especialmente en un tipo de profesión que tiene como una
de sus fortalezas ver el ser integral del otro y el contar, como herramienta fundamental de
trabajo, con su propia personalidad. Este problema puede transformar la pedagogía en un
19Esta afirmación parafrasea: “Mis ojos están cerrados para tu luz”, que es el modo en que la cultura matríztica mapuche
expresa “no te quiero”, sin caer en la negación del otro, ni en el uso de la palabra no.
19
proceso errático e incierto, finalizando en una de las peores alianzas de co-ayuda: la de un ciego
guiando a otro ciego. Lo planteado fue muy bien expresado por el maestro budista vietnamita
Thinch Nahat Hanh cuando escribió:
“Muchos no vemos las cosas con claridad porque no somos íntegramente nosotros mismos. Si lo fuéramos,
comprenderíamos que una sola persona, por obra de su manera de vivir, es capaz de demostrar que la vida es
posible, que es posible que el mundo tenga un porvenir.” 20
En el marco de esta teorización, resulta conveniente señalar: ¿Qué se entiende por ser y
ser del otro?
El ser es lo que trasciende es lo que queda como esencia después de quitar todo
accidente o todo lo que no es ser. Esto se asemeja a lo que explicó Miguel Ángel cuando se le
preguntó cómo había logrado esculpir al David, él respondió: le quité al mármol lo que sobraba.
Miguel Ángel, para encontrarse con el ser de su David, sólo tuvo que quitar todo lo que no era
David. Un educador debiera tal vez parecerse a un escultor ontológico, con la capacidad
(como principal sentido de acción pedagógica), de encontrar el ser de su alumno, dejando fuera
todo lo que éste no es. En definitiva lograr que los alumnos sean lo que son, descubrir el
“David” que se encuentra oculto en cada uno de sus estudiantes.
20Citado por John Welwood en artículo: “El poder de la verdad”, p. 27. Revista Uno Mismo, 1999.
21Para Maritain, “la noción del ser, por ser la primera y la más conocida de todas, es sin duda demasiado clara por sí misma
para dar de ella una definición propiamente dicha”. Según él, la cuestión fundamental es: ¿Cuáles son los objetos de
pensamiento que se imponen necesaria e inmediatamente a la inteligencia cuando se dirige aplica su atención al ser como tal?
20
Rogers, mirándole a los ojos, le respondió: hábleme de usted. Con esta respuesta, Rogers
hizo referencia a que la única persona posible es la que es, el ser real, en espacio real y en
tiempo real. No es posible definir el concepto de persona sin descarnarlo de la persona que se
intenta definir, sin destruir la identidad de todas las personas que se intenta representa en un
constructo o concepto general.
artificiales, sistemas que operan en el dominio relacional separando la realidad del observador.
24 Con sistema observante se hace referencia a los sistemas cibernéticos de segundo orden, o sistemas vivos, que incorporan en
su operar la inseparabilidad del observador con lo observado.
21
del otro, tendría, al parecer, una mayor capacidad de comprender25 a la persona que se
explicita.
Sin embargo, conocer el ser de otro requiere de alguien que exponga su ser y de otro que
esté dispuesto a conocer o aceptar el ser de ese alguien. Ambos (conscientes de que no existe ser
previo o posterior, que ellos) se constituyen como tales, en ese aquí y ahora donde se exponen-
aceptan mutuamente.
Este modo de coexistencia permite re-descubrir en cada instante al otro (hijo, pareja,
alumno, profesor…), dado que el otro no es lo que fue, no es por tanto todo lo que sé sabe de
él, no es toda la información que se tiene de él archivada en la mente: eso es exactamente lo
que no es. Esta confusión equivale a superponerle al ser del otro un “otro semántico”,26 otro
que sólo existe en la mente.
Entonces, ¿al otro se le mira con la mente vacía? ¿Sin preconcepciones respecto de su
ser?
25 “Comprender” la persona del otro, dentro de la teoría rogeriana (que tiene sus fundamentos conceptuales en la filosofía
humanista y existencialista) dice relación con la comprensión del “sí mismo” del otro.
26 “semántico” hace referencia a la descripción de la realidad desde el dominio mental o racional, en oposición al dominio
“político”, que hace referencia a la descripción de la realidad en el contexto del aquí y el ahora.
27 Para esta reflexión, sólo existe el ser con el que se interactúa en el contexto de la realidad, en el aquí y el ahora. Todo lo que
está en la mente, como lo sostienen los post-racionalistas son sólo explicaciones o mentiras, que no son otra cosa que un modo
de organizar lo que se piensa o se cree de sí y de los otros en tiempo presente. Todo lo cual sólo existe en el dominio
semántico o mental.
28 “Clase” en este contexto se utiliza para señalar una actividad centrada en la transmisión de información memorística e
irreflexiva.
22
Esto es, sin duda, imposible. Además al hacerlo, se incurriría en una especie de
autonegación. La propuesta es hacerlo con una doble mirada, viendo simultáneamente el ser y el
deber ser del otro (alumno), teniendo conciencia de la diferencia de los dos tipos de ser,
cuando se está en presencia del otro (alumno). La gnoseontología frustrante (o equívoca) se
produce cuando se confunde el debería ser con el ser, lo que no es con lo que es, el propio
constructo mental o semántico del otro con el otro real o político.
Cuando se contesta que está completa, (teniendo como referente la luna semántica), y se
responde que está toda la luna, sólo que se encuentra iluminada una parte de ella, se está
nuevamente negando la luna que es, porque se está fragmentado o escindiendo la luna en dos
partes, en la que es (la iluminada) y la que debería ser (la que se vería si estuviera
completamente iluminada). Cabe reiterar que ésta última sólo existe en la mente del
observador.
Cuando se responde que está completa, porque el cuarto menguante es toda la luna que
es, porque no existe ninguna otra luna real o política diferente, y que, por tanto, cualquier otra
luna (incluida la “completa” que está archivada en la mente) no existe en el dominio del ser o
del contexto presente, entonces se está en presencia de la doble mirada: se ve y se acepta lo que
es como una totalidad, y se ve lo que falta o no es como una falta que está en el que mira y no en
lo que se mira. Sin duda que toda esta reflexión puede aplicarse a la pregunta: ¿los alumnos, en el
aquí y el ahora, están completos o incompletos?
También es posible, que el modo en que el profesor responda esta pregunta esté
relacionado con el modo más o menos negador que interactúe o coexista con sus alumnos.
mental o ideal, sólo verá con frustración y a veces desesperanza lo que le falta a éste para calzar
con la imagen mental o ideal.
Con este tipo de relación de negación, donde el profesor ve al “otro que no es” o
“debería ser”, sólo consigue bloquearse o eliminar la posibilidad de coexistir con sus alumnos,
porque viendo al alumno que debería ser deja de ver al que es, negándole o borrándole la
existencia, y con ello la posibilidad de co-construir cualquier tipo de cambio, el que dentro de
este contexto podría denominarse aprendizaje coexistencial29. Por otra parte, cuando el
profesor tiene en su mente al alumno semántico, es decir: al menos desordenado, al más talentoso, al
que debería entenderlo o al menos respetuoso que lo esperado, no sólo experimenta la frustración de que
el que tiene en frente no sea el alumno mental o ideal, además le está comunicando con su
mirada, con su emoción, con su paralenguaje: Tú no existes, tú no eres el que yo quisiera que
fueras, estás mal, estás en falta conmigo, estás incompleto, eres imperfecto.
El alumno, descrito a este nivel de negación, no encuentra a otro que lo constituya, que
lo legitime, que le otorgue identidad o existencia, quedando inhabilitado del todo para
cualquier tipo de interacción (que no sea funcional) y para cualquier cambio o aprendizaje (que
no sea posible de realizar por una máquina artificial).
Por lo tanto, el docente debe aprender a ver la luna siempre completa: la luna que es y
no la que no es; al estudiante que es y no al que no es. Es necesario señalar que esta mirada de
validación no conlleva una paralización del otro en un ser estático. Muy por el contrario, es la
única que permite ver al ser del otro es su permanente cambio y la complejidad de su
multiverso.
29 Como aprendizaje coexistencial; podría denominarse, al modo de aprendizaje propio de la naturaleza humana, al que, sin
embargo se ha excluido o artificializado en el contexto educativo. Podría compararse con el entretejimiento de los complexus
individuales, lo que supone que cada interactuante tiene conciencia y disposición para compartir su maraña existencial con el otro
El nuevo co-complexus o entretejido coexistencial constituyen el aprendizaje co-existencial.
24
Para Martín Buber, desde su filosofía dialógica, el hombre necesita de dos tipos de
relación: con los objetos y con los sujetos (la relación cosificadora que hace de los demás un
ello y las que se establecen con el tú personal, cuya forma perfecta sería el tú eterno). “Las
relaciones educativas son de descubrimiento del yo y del tú” (otro-discípulo, otro-maestro,
otro-igual). La relación Yo-tú es una relación dialógica y dialéctica que transforma
progresivamente más en yo más en tú a cada uno de los miembros de la relación.
“La persona es un ser con otros y eso quiere decir abierta al mundo y a las demás
personas… porque el yo se perfila cuando hay un tú del cual el yo, al afirmarse se distingue”
(Buber, 1981).
30Con “contexto de co-aprendizaje” se hace referencia a lo que comúnmente se denomina “proceso enseñanza-aprendizaje”.
31 “Modelo de conducta social adaptada” hace referencia al modelo regulado y mantenido por el “Bloque Institucional de
Control Social” dentro del cual se encuentra la escuela, que busca “socializar” a los sujetos de modo que sean adaptados o
“sujetados” a un sistema cuyo modo de operar es la influencia y control social, y cuyo objetivo es producir sujetos dóciles,
obedientes, pasivos, funcionales al sistema económico-político y reproductores del modelo en todos los ámbitos de su
existencia.
25
De los análisis realizados por Buber, Mounier, Levinas y Laín Entralgo entre otros, se
puede concluir que el hecho fundamental de la existencia humana no es “yo pienso, luego
existo” del racionalismo cartesiano (que encierra al hombre en su conciencia individual), ni la
búsqueda de valores abstractos e impersonales, ni mucho menos transformación técnica del
mundo. Para ellos el hecho fundamental es que todo hombre sea interpelado como persona
por otro ser humano (en la palabra, en el amor y en la obra). En este contexto se requiere una
educación que comprometa a los humanos al reconocimiento y la aceptación, que los conduzca
a desarrollar su identidad y pertenencia, remitiendo al nosotros como horizonte de realización.
Cabe desprender dos actitudes básicas que pueden asumir los profesores. Los
profesores que quieren ser ellos mismos y realizarse utilizando a los demás, y los que por ser
ellos mismos dejan que los otros tengan su propio modo de ser. Los primeros temen ser
destruidos por otros, si se les deja ser lo que son, los segundos están conscientes de que sólo
siendo ellos mismos pueden ayudar a otros a ser ellos mismos; y dejando a los otros ser ellos
mismos.
26
Ionesco, el padre del teatro del absurdo, representa en una de sus obras los
protagonistas dejan de ser desconocidos cuando en un país extranjero, se “ven” 32 por primera
vez y descubren que habían sido marido y mujer durante muchos años.
No parece casual que Ionesco haya ubicado físicamente a estos dos personajes en un
país extranjero, porque, como dice Fernando Flores, “los extranjeros ven transparente”,
debido a que al cambiar de contexto, se modifica la pauta que les conecta (en la terminología de
Gregory Bateson). Pautas que el paradigma del control social aún imperante contribuye en
hacerlas repetitivas, mecánicas y predecibles (semejantes a las pautas de los sistemas artificiales,
taciturnos o triviales)33.
Mientras no ocurra una perturbación que permita pasar del orden al extra-orden (es
decir, a lo extraordinario) no se dejará de ver o escuchar lo que se quiere o espera ver o
escuchar, o más bien no se quiere o no se espera ver o escuchar. Sólo entonces se ve
transparente: la nueva pauta del nuevo contexto para una vista aún no amoldada o mecanizada
que facilita conectarse con ella y permite ver todo lo que es invisible para los nativos, a quienes,
como dice el adagio los árboles no le permiten ver el bosque.
32 El verbo “ver” se utiliza con la denotación en que Sastre ocupa el verbo “mirar”, cuando hace referencia a la mirada que
hace existir al otro.
33 Nombre con Gregory Bateson denomina los sistemas observados o máquinas artificiales.
34 Complexus, significa “tejido en redes” de acuerdo a la epistemología de la complejidad de Edgard Morín. Como fue señalado
corresponde a la maraña de acciones y retroacciones que ocurren en la co-vivencia.
27
que en los establecimientos educacionales, predominan las pautas de pautas que construyen
una coreografía negadora de la vida o de la existencia.35
Entonces, el complexus educativo, (las redes de conversaciones propias de las escuelas, la pauta
que conecta) ¿ha entretejido en los sistemas educativos una coreografía de la inexistencialidad?
Los docentes podrán lograr tener una recuperación súbita de la “visión”, y ver al
alumno que tiene delante, como ocurre con los turistas, cuando quedan estupefactos frente a la
belleza de un cielo o unos árboles que aprecian en un país extranjero. Cielo y árboles en nada
diferente a los que pueden “ver” desde su casa, sólo que sus miradas “opacas” no les permiten
apreciarlos.
Puede decirse entonces que mirar no es lo mismo que ver, y que ver no es lo mismo que
existenciar,36 Se podría hablar, entonces, de tres tipos de miradas, o de niveles “transparencia
visual”:
a) Un primer nivel en que se “ve” lo que se quiere “ver”, vale decir: lo que uno
tiene en su mente; por lo tanto no, se ve la realidad externa, sino que la
semántica o mental.
Esta co-existencialidad es, sin duda, más que la unión de dos colores o de dos uni-versos:
es la combinación de dos multi-versos; en el lenguaje de Habermas “la fusión de dos horizontes”,
35 Bateson, al respecto, realiza las siguientes preguntas: “¿Por qué los establecimientos educativos no enseñan casi nada de la
pauta que conecta? ¿Acaso los maestros saben que llevan consigo el beso de la muerte que tornan insípido todo cuanto tocan
y, entonces, se niegan sabiamente a tocar o enseñar cualquier cosa que posea importancia para la vida real? ¿O es que portan el
beso de la muerte porque no se atreven a enseñar nada de importancia para la vida real? ¿Qué es lo que pasa?”.
36 Este neologismo hace referencia a la mirada que da existencia o vida al otro- En el mismo sentido, Jean Paul Sartre sostiene
En este diálogo (en tanto es abierto, genuino o validador) se evidencia el fenómeno que
B. Sarlo (1995) denomina “el estallido del sujeto”, el protagonismo de lo subjetivo por sobre lo
objetivo, o lo que también podría expresarse como “la preponderancia del yo”.
38 Esta frase se sustenta en la afirmación de H. Maturana, que “toda interacción nos modifica estructuralmente como un
todo”, puesto que el sistema nervioso opera como totalidad.
29
Esta instancia dialógica ofrece un producto re-creado, un otro que surge siempre nuevo
al mismo tiempo que sigue siendo el mismo, un producto estético, con la singularidad y la
“belleza” de una obra de arte.
El alumno y el profesor, utilizando sus paletas, mezclan los “colores” de su yo con los
de su interactuante; cada uno, como un protagonista total y absoluto, plasma una co-identidad,
un yo entretejido con el otro y un otro entretejido por su yo, lo que puede interpretarse como
una verdadera comunión o como una efectiva comunión, la que permitiría co-dialogar, co-
comprenderse, co-ayudarse, y en definitiva, co-existir.
Esto equivale a sostener que el alumno es siempre parte del contexto dialógico y
gnoseológico del profesor, que la realidad (o el ser) del alumno no es independiente de la
realidad (o ser) del profesor, y viceversa.
La dialógica se hace aún más comprensible (a la vez que más compleja) cuando
también logramos percibir los procesos de reconstrucción de identidad o de
autorrepresentación, que vive cada uno de los interactuantes durante la experiencia dialógica o
co-existencial.
El diálogo, en términos de Humberto Eco (1962), constituye una “obra abierta” en que
ambos interactuantes dejan de ser pasivos para convertirse en “centros activos de una red de
relaciones inagotables”.
b) Diálogos afectivos – informativos: Ej. “¿Cómo te sientes?”; “¿qué te hizo reaccionar de ese
modo con tu compañero?”; “alumnos, hoy no es un buen día para mí, estoy pasando
por un momento de tristeza porque estoy de duelo”. Estos diálogos pueden adscribirse
a los generados por la comunicación empática y asertiva, en tanto empatía se entienda
como la capacidad de reflejar al otro que se comprende la emoción desde la cual está
hablando y asertividad como la capacidad de comunicarle al otro la emoción desde la
que se habla.
c) Diálogos éticos- trascendentes: Ej. “El Señor te bendiga”, “tú eres un milagro irrepetible”,
“estar contigo ilumina mi alma”. Estos diálogos son frecuentes entre religiosos o
personas que promulgan la misma fe, y (aunque pueden ser conversaciones profundas
y llenas) muchas veces contienen la negación que conlleva el deber ser, por ejemplo:
tienes que ser como el Señor es, te entrego mi testimonio para que aprendas a actuar
como yo, etc.
d) Diálogos co-existenciales: Ej. “¿Qué puedo hacer ahora para que te sientas más valorada?”;
“¿que tengo que cambiar para que te sientas más feliz a mi lado?”; “tu presencia me llena
de renovada energía”. Estos diálogos están centrados en el ser del otro, en el sentir o
percibir lo que el otro es aquí y ahora, con una disposición a compartir o exponer el propio
ser a la mirada del otro. Son diálogos que requieren de una actitud y presencia corporal
total en presente, especialmente de la comunicación pupilar. Por ello, algunos autores
interaccionalistas consideran como relación genuinamente humana, la ocurrida cara a cara,
descartando por tanto, las comunicaciones telefónicas, epistolares, o por Internet. Estos
diálogo requieren disminuir o quitar el espesor del mundo,39 sacar todo lo que no soy, o lo que
los demás han dicho que soy,40 un diálogo de ser a ser, sustrayéndose de los paralogismos o
disfraces utilizados para protegerse del posible daño producido por otro, requiere de “yoes”
libres de máscaras41, con una cierta holomirada del ser del otro; ser que es más que la suma
de sus partes, así como cada una de sus partes es más que la suma del todo. Es una mirada
39Estas palabras hacen referencia a la afirmación de J.P. Sartre: Estoy separado de mí mismo por todo el espesor del mundo
40 Al respecto, conviene recordar que el autoconcepto, autoimagen y autoestima de las personas está conformada
principalmente, por lo que los demás le han dicho que son, y dado que la cultura occidental es eminentemente negadora, puede
sostenerse que éstas están conformadas principalmente por lo que le han dicho que no son, o lo que les falta.
41Máscara, en el sentido que la utiliza Carl Jung, como el arquetipo complementario de la Sombra, siendo la máscara la
personalidad que se muestra a los demás para satisfacer sus expectativas de rol, y la sombra lo que la persona realmente, es
pero mantiene detrás de la máscara en la oscuridad por temor a no ser aceptado.
31
que percibe al otro como un sistema constitutivo42. En este contexto, cobra sentido la
afirmación de M. Kundera (1994) “cuanto mayor es el lente del microscopio que observa el
yo, más se escapan el yo y su unicidad”.
La convivencia dice relación con un co-vivir, con dos vidas interactuando generando
“vida” entre ellos, legitimándose como legítimos en esa convivencia.
Cuando se establecen relaciones desde la negación no es válido hablar de convivencia, porque
se deslegitima al otro, se le niega el ser y la existencia. A este tipo de relación o conversaciones
Maturana las denomina patriarcales.
Y sin duda que uno de los aspectos fundamentales de la educación que deben reconstruirse, es
la evolución desde una educación patriarcal o de la no convivencia a una educación matríztica
o de la convivencia, sustentada en el amor o la legitimización del otro como legítimo en esta
convivencia.
A continuación un cuadro comparativo de estos dos tipos de educación.
42Que se constituye en lo que es, en el contexto del presente y no como un sistema sumativo o suma de partes invariables y sin
conexión entre ellas
32
Mis palabras hablan de mi ser, es una frase comúnmente utilizada, para indicar que
nuestro lenguaje es reflejo directo de lo que somos.
Por otra parte la Biblia señala que hay palabras que dan vida y palabras que matan,
otorgándole a la palabra una capacidad de dar o quitar existencia. Fernando Flores en su
ontología del lenguaje44 señala algo semejante, cuando expresa que el lenguaje construye
realidades.
Maturana señala que “si nos preguntamos que es el lenguaje, y atendemos a lo que
hacemos en la vida cotidiana al distinguir el lenguaje, veremos que hablamos de lenguaje o
lenguajear cuando se produce un fluir de interacciones que constituyen coordinaciones
conductuales consensúales. Por esto indicamos que el lenguaje ocurre precisamente allí, en las
43Según Maturana, “ Nosotros los seres humanos creamos el mundo que vivimos en nuestra vida, es decir, el mundo que
vivimos surge momento tras momento en el flujo de nuestro vivir” (Maturana, 1999)
44 Uno de los cambios fundamentales en el estudio de la comunicación al que nos aproxima ontología del lenguaje es a la
sustitución de la antigua interpretación descriptiva del lenguaje por la interpretación generativa, el lenguaje como generador de
realidades y de acciones. Es una concepción que sostiene que creamos el mundo con nuestras distinciones lingüísticas, con
nuestras interpretaciones y relatos y con la capacidad que nos proporciona el lenguaje como coordinación de acciones con
otros. Permitiendo tomar conciencia de la responsabilidad que se asume cuando se habla, de qué forma cada palabra, frase
que se emite produce un impacto en quien o quienes la escuchan y que a partir de allí se coordinan acciones, y de acuerdo con
lo que sostiene este estudio a partir de allí se produce la coexistencialidad.
33
Entonces surge la preocupación e interés por prestar atención no sólo a qué “se dice”,
sino que también; a “quién se le dice”, “cómo se les dice”, “cómo me dijeron”.
El filósofo británico John Austin, fue el primero en destacar esta cualidad activa del
lenguaje; empleando sus propias palabras: la naturaleza "ejecutante" del lenguaje. Se dio cuenta
de que aún, cuando describimos, estamos "haciendo una descripción", en consecuencia
estamos "actuando". Cuando decimos a alguien, por ejemplo: "te felicito", no sólo lo estamos
diciendo, sino que lo estamos ejecutando.
tengamos eventualmente, y en ese sentido nos pueden abrir espacios para una de las acciones,
que me parece el motivo final de esta reunión: "El Aprendizaje".
Haciéndonos eco de lo expuesto por Humberto Maturana respecto a que, "el proceso
de comunicación no depende de lo que se entrega, sino de lo que pasa con el que recibe". La
mayoría de los problemas que surgen en este proceso es porque no hacemos distinciones entre
el hablar y el escuchar. Es necesario hacer una diferenciación, incluso entre el "oír" y el
"escuchar", donde el oír es un fenómeno biológico asociado a la capacidad de distinguir y
diferenciar sonidos en nuestras interacciones con el medio. Y el escuchar pertenece al dominio
del lenguaje y se constituye en las interacciones con otros. Lo que los diferencia es que el
escuchar implica comprensión e interpretación, cuando atribuimos una interpretación a un
sonido pasamos del oír al escuchar. Escuchar es oír más interpretar.
Esta información nos abre todo un mundo de reflexiones acerca de uno de los
fenómenos más practicados y menos comprendido por el ser humano, motivo de
desencuentros, de incomprensiones y de conflictos tanto a nivel personal, interpersonal como
organizacional.
45 Nutritiva en el sentido que la utiliza Virginia Satir, como opuesto a relación conflictiva. Como una interacción que liberaliza,
desarrolla y energiza a lo co-vivientes.
46 El marco conceptual referido, se basa en la propuesta psicoanalítico-sistémica de Jurg Willi, quien desarrollo la teoría de las
colusiones o relaciones “esclavizantes”, generadas por la necesidad de satisfacer las necesidades afectivas primitivas o de la
primera infancia, lo que se traduce en relaciones simbióticas en que uno y otro son mutuos satisfactores de sus necesidades
afectivas.
47 Para esta clasificación también se incorporaron elementos teóricos de Virginia Satir, psicóloga de la Escuela sistémica de
Palo Alto, que ha tenido un importante e influyente rol en la psicoterapia sistémica familiar.
48 “Intimidad” en este estudio hace referencia a las interacciones que ocurren en el aquí y el ahora entre dos personas, que
involucren la afectividad y la validación del otro.
49 Relación simbolizada en el corazón que encierra dos nombres, que representa, en alguna medida, la unión de dos que
forman uno, en el tipo de relación “tú eres yo y yo soy tú” o “Nosotros uno”.
37
profesor con una autoestima debilitada que tiene que inventarse una nueva identidad50
para satisfacer su necesidad de ser admirado, aprobado y en definitiva “amado”, la
colusión es una complementación perfecta si dicho profesor encuentra en sus aulas,
alumnos narcisos complementarios que también, como producto de una autoestima
debilitada, renuncian a su identidad y asumen la de otro como la propia. Si ese otro es
un profesor narciso, el acoplamiento es exacto. Muchas veces estas relaciones colusivas
han sido descritas como modelos positivos de relación profesor-alumno, sin embargo
tienen son, como ya se señaló, limitadoras del desarrollo personal e interpersonal. Un
ejemplo es la colusión educadora-madre v/s estudiante-hijo, donde un educador abandonador
proactivo51 puede completar su “carencia” (satisfaciendo su necesidad afectiva primaria
de de no abandono) relacionándose con alumnos abandonados quienes, a su vez, de un
modo usualmente esclavizante o dependiente; satisfacen su propia necesidad afectiva
de protección y cuidado. Este tipo de pautas interaccionales profesor-alumno,
analizada más allá de la aparente pseudoamorosidad, podría traducirse en disfunciones del
proceso de individuación (o estructuración de la personalidad) de los estudiantes, con el
consecuente impacto que ésto pudiera tener, en la calidad de sus relaciones presentes y
futuras.
50 Esta identidad puede adquirir la forma ideal de un profesor erudito y docto, incluso de un maestro de altura dogmática,
ética o relacional, en síntesis la personalidad de un profesor narciso puede tomar todas las formas que aseguren la admiración o
adoración de otros.
51 Psicológicamente cuando una persona en su infancia sufre abandono o maltrato tiene dos mecanismos opuestos para
resolver su necesidad en la adultez, la proactiva que se sustenta en incorporar la pauta interaccional opuesta a la vivida: la de
proteger y cuidar, o la regresiva que es repetir la pauta vivida: la de abandonar y castigar.
38
De igual modo que Albert Camus vivió su “extranjero”, Ernesto Sábato su “túnel” y el
mismo Neruda vivió en sus “residencias en la tierra” el cansancio de ser hombre. No obstante
prácticamente todos ellos vivieron su periodo humanista, un reencuentro con el hombre y la
esperanza.
¿Esta tesis corresponde también a una mirada educativa desde una perspectiva nihilista?
¿Intenta señalar que la educación, más específicamente en el espacio intersubjetivo y
microsocial profesor alumno son un imposible existencial? ¿Son la soledad o inexistencia de a
dos? ¿Es un constructo mental para amargarse la vida, al modo que lo hacían los
existencialistas absurdos?
52 El absurdo es una idea comúnmente asociada con el existencialismo. En sus discusiones sobre vla conciencia Heidegger y
Sartre describen al ser humano como enfrentándose a un mundo aparentemente absurdo, porque se encuentra en la
encrucijada del ser y la nada, desconcertado por la ausencia de sentido de la condición humana. También entregaron bases para
el existencialismo absurdo Kart Jasper y Gabriel Marcel.
39
Entonces ¿de qué habla este libro? ¿Qué es esto de de que el profesor puede co-vivir
en la inexistencia o relacionarse con la nada?
Más que percibir la presencia corporal del otro. Legitimar la corporalidad del otro
como todo lo que es y como su referencia existencial fundamental. (consciente que uno y el
otro existen donde está el cuerpo). Más que establecer una comunicación pupilar al nivel de la
mirada del otro. Es percibir el “alma”, la “esencia”, la “verdad profunda” del otro, a través de
su mirada. Es darle vida, entregarle existencia con la mirada. Es entretejer dos miradas, dos
vidas, dos esencias, dos miradas, dos vidas. Funcionar dos “horizontes” utilizando la
terminología de Habermas.
Es más que ser asertivo comunicándole al otro desde que emoción se habla, es exponer
la emocionalidad, la historia y la vida al otro, para que pueda intersubjetivizar, inter-vivencial,
inter-existir.
Es más que decirle al alumno que recuerda de tal o cual contenido, es preguntarle que
sentido le hace, que relación tiene el tema con su experiencia o historia de interacciones, qué
puede transferir a su vida real, es decir la única vida que tiene porque la vida ideal a lo más
puede sólo existir en su mente.
Es más que ver en el otro una suma de característica con una mirada fragmentada,
acostumbrada a escindir y a ver partes: alma separada de cuerpo, pensamiento de corporalidad,
emoción de lenguaje, psicomotricidad de cognición, lenguaje de matemáticas. Es relacionarse
con la totalidad del alumno, con su holos, describirlo como un todo completo en cada aquí y
cada ahora.
40
Es más que relacionarse con el alumno que debería, el alumno que será capaz de
realizar tal o cual destreza, del que se espera determinadas conductas deseables, es relacionarse
con el niño que es. Nunca con el niño que no es, porque ese sólo existe en la mente del
profesor. La interacción tiene que directamente con el ser del alumno sin intermediarios ni
“deberías”.
En resumen nada menos abstracta, nada menos fundamental y previó que la actitud
relacional de coexistencialidad, que la disposición a legitimar al otro en la relación, que la
actitud de aceptación positiva del otro.
Nada más importante para un profesor que hacer el esfuerzo de “ver” al alumno que
es, que asumir una actitud de coexistencialidad que le permita y le de la seguridad suficiente
para que se “haga presente”, para que deje por unos instantes al menos, de “engañar”, de ser lo
que el otro espera de él. Y aparezca súbitamente en el espacio tiempo de la coexistencialidad.
Espacio tiempo que merece al igual que la identidad de los interactuantes, describirse como
único irrepetible, porque se vive desde la identidad, desde el sí mismo, desde el ser. Desde
donde es posible la existencia.
Tanto los psicólogos humanista Abraham Maslow y Carl Rogers, como los
representantes de la Escuela de Frankfurt; Erich Fromm y Herbert Marcuse, han planteado,
como las pautas del mundo moderno como el consumismo, la inmediatez, la desechablilidad, el
exitismo basada en la negación del otro. Han modificado la valoración de sí mismos y de los
otros. Las personas más que por lo que son, valen por lo que hacen, por lo que saben y por lo
que tienen.
Viktor Frankl sostiene que cada época tiene su neurosis, según él hoy no nos
enfrentamos como en los tiempos de Freud a la frustración sexual, sino que con una
frustración existencial. Los pacientes de hoy no sufren de complejos de inferioridad como en
los tiempos de Adler, viven bajo un abismal complejo de falta de sentido, de una especie de
vacío existencial.
Frankl explica del siguiente modo la génesis de ese vacío existencial: “Contrariamente al
animal, el hombre carece de instintos que le digan lo que tiene que hacer y, a diferencia de los
hombres del pasado, el hombre actual ya no tiene tradiciones que le digan lo que debe ser.
Entonces, ignorando lo que tiene que hacer e ignorando también lo que debe ser, parece que
muchas veces ya no sabe tampoco lo que quiere en el fondo. Y entonces sólo quiere lo que los
41
demás hacen (¡conformismo!), o bien, sólo hacer lo que los otros quieres, lo que quieren de él
(totalitarismo)”. (Frankl, 1980).
Parafraseando al Dr. Parada, tal vez también sería posible desarrollar una "embriología
del alma del estudiante", donde el profesor puede asumir el rol de "empollador" o de bién de
"útero", en tanto facilitador del surgimiento de la identidad o existencia del alumno.
Sin duda que las aulas son habitadas por alumnos ovíparos y vivíparos, alumnos cuya
identidad está arraigada en distintos tipos de tierra de la más árida y arenosa a la más nutritiva.53 Y
esta diferencia también requiere de diferentes modos de interacción o de mediación
existencial.54 Algunos, para crecer saludables,55 requieren de un vaso de agua al mes y otros de
53 Los conceptos en cursiva “árida, arenosa y nutritiva”, se utilizan en relación a la cantidad de amor explícito y nivel de
aceptación incondicional que cada persona requiere, según cuan insatisfecha haya quedado su necesidad de ser amado durante
los primeros años de su vida.
54
“Mediación existencial”, se utiliza como un parafrasis de la mediación cognitiva desarrollada por Vogotsky y Feurstein.
Hace referencia a la sugerencia de un nuevo y fundamental rol del docente. Convertirse en un mediador de la existencia o
desarrollo ontológico del estudiante, una especie de adelgazador consciente, del espesor del mundo que separa al estudiante de sí
mismo. Esta última idea está tomada de la frase sartriana: “Estoy separado de mí mismo por todo el espesor del mundo”.
55Con el término “saludable” se hace referencia en la terminología de Virginia Satir a tener la olla llena, tener una buena
autoestima, y tener una identidad y/o personalidad estructurada o actualizada.
42
varios valdes de agua al día, algunos "ovíparos" sólo del calor o aceptación incondicional
positiva del docente y otros "vivíparos" de una colaboración matríztica, que les facilite la
autoconstrucción de su personalidad.
Como señales previas del camino hacia una pedagogía de la coexistencia, se propone un
tránsito o deconstrucción56 entre una filosofía y psicología educacional centrada en el
desarrollo personal, en el autocrecimiento, en la autoconciencia, en el darse cuenta del propio
ser y en el autoconocimiento y autovaloración del sí mismo. Hacía una filosofía y psicología
educacional centrada en el co-crecimiento, en el co-conocimiento, en la co-valoración y por
tanto en la coexistencia. Se esbozan finalmente, algunas reflexiones en la dirección de avanzar
desde la teorización a la praxis las siguientes deconstrucciones:
56Toda vez que en este estudio se utilice una comparación o un paso lineal entre un estado y otro se realizará como una
metáfora didáctica, porque este análisis a la base de todo cambio pone el principio de deconstrucción, vale decir que entiende que
ninguna novedad surge de la nada sino que es producto del complexus o redes de acciones y retroacciones que han permitido
una nueva mirada del tema o asunto en cuestión, mirada que en tanto no valida toda la experiencia anterior, que como parte de
una economía mental podríamos llamarlo error o falsedad, se estaría auto-cegando y con ello limitándose la calidad de lo
encontrado en su propia búsqueda
43
3.1. Desde una educación del aprender a ser a una educación del aprender a coexistir o
co-ser.
Debe construirse un proceso con fundamentos y métodos para una educación del
aprender a convivir o coexistir. Una educación que tenga como su principal objetivo,
otorgarles a los estudiantes un espacio-tiempo, un contexto de co-aprendizaje, donde aprendan
a ser; aprendan a ser con el otro y, a hacer que el otro sea. Donde aprendan “herramientas”
vivenciales y ontológicas para aprender a existir y para aprender a hacer existir al otro. De
modo que no salgan al mundo, (como decía Platón) como “vivos muertos” sino que como
“vivos vivos”, para que puedan efectivamente escribir en su epitafio vivió entre tal y tal fecha.
Para que puedan ir por el mundo co-existiendo con dicho mundo, para que dejen de
ver la realidad (y a los demás) como algo ajeno y separado de ellos, para que puedan darse
cuenta que aunque fumen lejos de la gente y lejos de la ciudad igual están contaminando el
mundo y el ambiente, porque en tanto existan en el mundo, ellos mismos son mundo y ellos
mismos son ambientes. Para que puedan alguna vez “conocer” a sus hijos y no relacionarse
por siempre con los hijos que fueron, serán y debieran ser, para que alguna vez pueda besar y
57 En el sentido de ver o devolver en la mira (refleja) el ser del estudiante que es (no el que fue, será o debería ser)
44
hacer el amor existiendo, no estando mentalmente en otro “lugar”, es decir inexistiendo con el
otro cuando más cerca se tiene al otro.
3.2. Desde una educación del autodesarrollo y del crecimiento personal, a una
educación del co-desarrollo y del crecimiento relacional.
Lo mismo ocurre con programas de crecimiento persona, por un lado tenemos los
Objetivos Fundamentales Transversales, los programas del subsector orientación, todos
plagados de actividades y acciones orientadas al crecimiento de habilidades psicosociales,
comunicación afectiva, aceptación de la diversidad, resolución no adversarial de conflictos, etc.
Por otro lado están los Programas CONACE para la prevención de consumo de
alcohol y de drogas ilícitas, que enmarcada en el fortalecimiento de factores protectores
psicobiosociales, desarrolla en los distintos niveles escolares, programas de autoestima, de
fortalecimiento de la capacidad de decisión correcta, habilidades para la comunicación efectiva
entre otras, también cabe mencionar el Programa de Habilidades para la Vida, creados y
financiados por la JUNAEB, que tienen similares objetivos.
La propuesta es transitar desde este tipo de programas, a una educación del co-desarrollo y
co-crecimiento personal. La diferencia está, en que los programas señalados, focalizan el
cambio sólo en los estudiantes (ubican el cambio en el otro) , con el supuesto de que en él
(“dentro de él”), en sus componentes entitativos se encuentra la adecuada comunicación, la
correcta resolución de conflicto, la buena decisión, el rechazo a conductas autodestructivas,
etc. Creer esto, equivale a suponen como en la obra de Moliere, que las amapolas hacen dormir
porque en ellas existe el “principio dormitivo”58
58“Principio dormitivo” es el modo en que se denomina la atribución equívoca de las causas del comportamiento humano,
desplazándola desde la relación (que es donde ocurren y se explican las acciones humanas) a la persona.(lo que supone que las
personas son siempre iguales, independiente del contexto o la relación)
45
No es fácil definir “egoísmo existencial”, podría definirse como una actitud o pauta
relacional que quita o resta existencia al otro, lo que a la vez irremediablemente conllevaría un
egoísmo existencial, de mezquindad con la propia existencia. Una cierta tacañería existencial,
de compartir sólo partes del ser.
Una educación centrada en el “egoísmo existencial” tiene dos efectos negativos para la
relación profesor alumno, por una parte limita la aceptación existencial del alumno y por otra
limita la entrega existencial del docente. Es difícil medir las consecuencias de convivir con
partes o fragmentos de la existencia de los interactuantes, pero lo más probable es que algo de
verdad, de identidad, de totalidad queda fuera del interactuar.
Una educación centrada en la “generosidad existencial”, es una educación que abre las
puertas a la coexistencialidad, que permite la verdadera comunicación profesor alumno,
permite que ambos existan en el contexto educacional. Sólo entonces es posible la
coeducación, sólo entonces es posible aprender a convivir coexistiendo, para transferir dicha
pauta a la vida real, cotidiana y permanente.
Porque se aprende a vivir con los demás del modo en que se vive con los demás, se
aprende la generosidad existencial viviendo esta generosidad en la existencia, se aprende a
hacer existir a los otros haciendo existir a los otros. En esta tarea la escuela tiene una
posibilidad sólo igualable a la que tiene la familia. Por esto junto con su preocupación por
lograr los objetivos fundamentales verticales (O.F.V.) y sus contenidos mínimos obligatorios
(C.M.O.), la educación debe dedicar energía y tiempo para enseñar el intercambio existencial,
para formar en la capacidad de entregar y recibir la existencialidad del otro.
3.4. Desde una pedagogía que mira desde las perspectiva de los reptiles a una
educación que mire desde la perspectiva de las aves59.
59María Teresa Pozzoli, haciendo una analogía entre la división evolutiva entre reptiles y aves, sostiene que “la experiencia
educativa podría contribuir efectivamente a que las personas dejemos de vivir como reptiles para vivir como lo hacen los
pájaros” (2003), en el sentido que los pájaros tienen una mejor perspectiva, que amplia su percepción tanto de la realidad como
de la libertad.
46
Esta holomirada es la que debe crear, desarrollar e instalar en los diferentes niveles de
educación, para que los estudiantes y profesionales puedan opinar, dialogar y enjuiciar con
fundamento, sabiendo donde están parados.
60El término griego holo significa “entero”. Esta propuesta educativa plantea; que la educación se convierta en “un ejercicio
permanente centrado en la localización y la expansión de los dones naturales de ese microcosmo inédito que es cada niño, y
cada adulto que no ha renunciado a su niño interior“(Grinberg, 2003). La holo-pedagogía propone que la educación se haga
cargo de un séxtuple desafío o seis planos del conocimiento: La relación persona-planeta, la inserción individual en el proceso
evolutivo global, el logro de la felicidad, el trabajo por la justicia social, la mutación consciente de nuestro carácter, y la
creación de una sociedad plena de alternativas.
47
Una holopedagogía debería considerar la totalidad del alumno, lo que implica ir mucho
más allá de la manoseada “educación integral”, requiere que el docente en cada “aquí y ahora”
perciba a sus alumnos como totalidad, no como niños que hay que completarlos, como
“recipientes vacíos que hay que llenar”, y menos aún como mujeres u hombres incompletos.
Esta mirada le permitiría al profesor además de poder trabajar con el niño que “es” y
no con el “debería ser”; le pondría al alcance de su mano todo el ser, como un piano con
todas sus teclas y no un “ser incompleto” con sólo algunas “teclas”. Esto le permitiría al
docente interpretar cualquier sinfonía educacional. Lo que obviamente no podría hacer, si sólo
puede acceder a algunas notas.
Una educación planetaria, además del corazón, del espíritu y del alma, hace pasar al aula
el “complexus, el aire, las plantas, los animales, el sol, los planetas y el universo. Esta
incorporación no sólo es intelectual; también es existencial, permite que el estudiante aprenda,
que todo lo que el haga en su mundo particular, tiene efectos en el mundo global, así como
todo lo que ocurre en el resto del planeta también le afecta a él.
Teilhard de Chardín decía al respecto que todos los habitantes de la tierra estamos
sumergidos en una atmósfera común, que denomina “noosfera”, y lo explica con el siguiente
ejemplo, ¿Qué hace que un habitante del hemisferio occidental se conmueva por el dolor, el
hambre o la muerte de habitantes del otro lado del mundo?, según él la explicación está, en que
todos estamos unidos por una especie de espíritu o atmósfera común, que no constituye en un
todo articulado.
Por otro lado con el tema de la “globalización” y de la “aldea global”, se sostiene hoy
que la unidad mínima de toda educación debe ser el planeta.
48
3.7. Desde una educación basada en el modelo del orden y el control social a
una pedagogía del caos61 o del conflicto.
Una pedagogía del caos y el conflicto, sería sin duda una educación más humana, en
tanto reconociera la impredecibilidad de los estudiantes. Sería más humana además por que
permitiría ir más allá de lo ordenado, permitiría que los estudiantes fueran “extra-ordinarios”.
Utilizaría las crisis como periodos fundamentales y necesarios para el desarrollo de los
alumnos, connotaría positivamente los errores como experiencias claves para el aprendizaje,
como un peldaño más de la “escalera del conocimiento”. Todo conflicto, toda problemática
escolar se describiría y ocuparía como una experiencia de aprendizaje.
La lógica cuenta con un prestigio y una legitimidad ganada, y nadie en su sano juicio
pretendería erradicarla de la formación educacional. La distinción que si debe hacerse es que el
pensamiento lógico obedece fundamental a las pautas de los sistemas cibernéticos de Primer
Orden, y por tanto al positivismo-causalista, que permite predecir, sacar conclusiones a partir
de hechos, de ideas, de estudios, y esto está bien por todo lo de mecánico, por todo el
causalismo lineal que contiene la cotidianidad, la economía, la ciencia y la vida laboral. Sin
embargo la propuesta es que la base de la educación la constituya el pensamiento propiamente
61 Esta nueva teoría y práctica de la educación se ha denominado pedagogía del caos debido a factores que la asocian con
ambientes y fenómenos caóticos. Según sus teóricos podría llamarse también pedagogía de la complejidad porque está
diseñada para responder a esta época dentro de la caracterización de complejidad que han hecho grandes pensadores de
nuestro tiempo. Uno de sus principales supuestos asegura que mediante el desordenamiento de las formas de conocer y el
desordenamiento de la realidad que vivimos, se pueden generar múltiples perspectivas de desarrollo humano.
49
Ese tipo de pensamiento lo sintetiza Eduard de Bono, como pensamiento lateral, cuyo
nombre hace referencia, a un tipo de pensamiento que se sale del libreto, que puede ser
extremadamente obvio y simple, que al igual que el pensamiento lógico, sirve para resolver
problemas concretos y reales, pero que corresponde al “elemental querido Watson de Sherlock
Holmes, a un modo de pensar más humano, en tanto que es menos robótica o programable,
corresponde precisamente a lo contrario, a pensar distinto a una máquina programable y
desprogramarse y tomar el camino lateral que no se encuentra dibujado en el mapa.
La educación debería sin duda avanzar hacia este tipo de pensamiento, y con ello sin
duda que aumentarían los descubrimientos, los inventos y los actos creativos.
Humberto Maturana, ejemplifica el origen de la cultura matriarcal con las historia de los
lapones, relata que éstos, durante un periodo del año emigraban hacia el polo norte, y junto
con ellos lo hacían los renos y los lobos, las tres especies co-existían en una armónica
convivencia eco-sistémica. Toda esta convivencia de respeto mutuo y de verdadera co-vivencia
finalizó cuando cierto día a ciertos hombres se les ocurrió competir sobre quien le pegaba a
cierto lobo con cierta piedra, surgiendo con ello el poder de las armas, después le siguió la
competencia de quien podía ser dueño de los mejores renos, surgiendo con ello el poder del
capital.
En una escuela “vale más” el que tiene promedio 7 que el que tiene promedio 2, se les
hace competir, estimulando la “trampa”, la negación del otro. Durante las pruebas los docentes
se quedan dentro de la sala comunicándoles implícitamente, que desconfían de ellos y que sólo
su presencia le puede dar garantía de que no copien.
En un colegio suelen separarse los patios y los recreos, de acuerdo al nivel escolar, de
acuerdo al sexo u otro criterio discriminador. Nada más lejos de una convivencia eco-sistémica.
A partir de las bases del sistema educativo, desde dentro del aula debe iniciarse el
cambio que haga más matríztica la educación. Con el cambio de actitud del docente de aula,
con el establecimiento de pautas de convivencias matríztica o saludables entre los estudiantes,
entre éstos y los docentes, entre los propios profesores y entre éstos y los apoderados.
¿Cuál es la pauta que conecta, que hace que todo profesor no enseñe nada de la vida, y
que convierta todo lo que toca en algo insípido, acaso el profesor es portador del beso de la
muerte? Este texto resume algunas de las expresiones de Gregory Bateson, respecto a que el
profesor es “quitador de vida”, “reducidor de la existencia” del alumno, la pauta que conecta
son las pautas de pautas que los docentes aprenden en su vivir como alumnos y como
docentes.
La paradoja de ser docente está en que la pauta de asumir el rol “oficial”, “esperado” de
ser docente, es precisamente lo que hace insípido o invalida dicho rol. Sucede algo semejante a
lo que le ocurre al ciempiés cuando se le pregunta, como puedes caminar con tus cien pies de
un modo tan coordinado, en el preciso momento que intenta responder la pregunta se le
enredan sus pies y ya no puede seguir caminando.
Hoy los profesores están aprendiendo a serlo, estudiando e imitando a los no docentes,
están enseñando e leer y escribir con la metodología de la psicogénesis o método holístico-
interactivo, elaborado a partir de la observación de cómo los padres se relacionan con sus hijos
cuando les enseñan a hablar o los convierten en lectores escritores o lectores espontáneos.
profesionales. Para que los educadores recuperen la brújula deben cambiar la pauta que los
conecta con un actuar como complementos de no aprendizaje, de no desarrollo, de no vida.
Eso requiere un cambio de coreografía (de pautas de pautas), que la danza educativa sea de la
vida y no de la muerte, que su beso sea de la vida y no de la muerte. Para ello tiene que volver a
orientarse por el norte u objetivo intransable de la educación: Lograr que los estudiantes sean
lo que son, dejar de confundir los medios con los fines los árboles con el bosque, trabajar con
un sentido educacional prioritario e inclaudicable, el ser o existencia plena y actualizada de los
estudiantes.
Una educación “vidente” debería incorporar como parte de la rutina de clases las
figuras más significativas que constituyen su complexus, al abuelo cuando se trate de hablar de
experiencia , de historia o de oficios, las casas de los estudiantes como entornos de aprendizaje,
ineludiblemente en la mayor parte de las actividades las historias de interacciones de los
estudiantes, tanto para darle un significado particular a cada aprendizaje, como para que la
existencia o ser del estudiante se hagan presente en las diferentes actividades: En la identidad
del trabajo artístico, en la creatividad personal en la solución de determinado problema
científico, y en el conocimiento previo y “zona de desarrollo próximo” en todo nuevo
contenido que debe incorporar.
“Educación ciega” se utiliza como parafraseo del “inteligencia ciega” utilizado por el epistemólogo de la complejidad Edgard
62
Morin.
52
Una educación “vidente”, también debería incluir los matices que existen entre un
“buen” y mal “alumno”, entre un alumno “inmaduro” y otro “inmaduro”, entre un alumno
“desadaptado” y otro “adaptado”, del mismo modo incorporar la flexibilidad en la relación
cotidiana profesor – alumno, superando el principio de contradicción, y aceptando que algo
puede ser verdadero y falso a la vez, y que lo opuesto a una verdad no es una falsedad, sino que
una verdad de orden superior. Esto permitiría incluir un importante aspecto de la complejidad
humana, todas las tonalidades que existen entre el blanco y el negro, todos los matices o
multiversos que existen entre la verdad absoluta y la verdad particular, entre la “verdad” del
alumno y la “verdad” del profesor.
Una pedagogía “vidente” tiene que ser capaz de ver e incorporar la complejidad de los
alumnos, en cada actividad, en cada interacción educativa. Su complejidad interna, cada una de
sus esferas de desarrollo: la afectiva, la social, la cognitiva, la intelectual, la volitiva, la
psicomotriz, cada uno de los “cuerpos” señalados por Ismael Quiles: El cuerpo físico, el
cuerpo espiritual y el alma. También debe incorporar su complejidad externa, es decir su
complexus existencial.
Una educación reduccionista, en este contexto teórico puede entenderse como una
educación antisistémica, con la incapacidad de percibir que el todo es más que la suma de las
partes y que las partes son más que la suma del todo. Esta debilidad afecta la visión de la
complejidad de lo humano y los sistemas humanos, limita la posibilidad de comprender el ser y
el vivir del estudiante, equivale a sólo aceptar la “punta del iceberg” como toda la realidad.
Esto más que el peso de una responsabilidad, es sentirse invitado a la danza cósmica, es
tomar conciencia de enorme poder de cambio que tiene cada uno de los individuos. Y es
precisamente esta conciencia la que debe desarrollarse en los estudiantes, para que el día de
mañana conscientes de su complejidad puedan relacionarse de igual a igual con la complejidad
de la existencia.
63La idea no es confundir esta “macroasignatura” con una educación globalizada. Ésta última se asemeja al proceso de armar
un rompecabezas, a un intento de formar un “todo”, uniendo partes que nunca dejan de percibirse como tales. Es muy
distinto reunir de modo global los colores en una “rosa cromática” a crear una obra pictórica con esos mismos colores. Sin
esta posibilidad de unidad, no habrían existido las obras del Giotto, de Velásquez o de Matisse.
54
Capítulo 2
_______________________________________________________________
“Por encima de los afectos que hayan de vincularnos individualmente a distintas aplicaciones y distintos modos de vida,
debe velar, en lo íntimo de vuestra alma, la conciencia de la unidad fundamental de nuestra naturaleza, que exige que
cada individuo humano sea, ante todo y sobre toda otra cosa, un ejemplar no mutilado de la humanidad”.
José Antonio Rodó
64 Algunas sextas gnósticas creen en una deidad (Abraxas) que representa simultáneamente el bien y el mal. Temática que
también es desarrollada por Herman Hesse en su obra Damián a través del “signo de Caín”
65 El sacerdote jesuita T. de Chardin aspira a eliminar las divisiones entre las diferentes zonas de la realidad; según él, la
superación de la dualidad contradictoria de materia y espíritu hace desaparecer la oposición mundo y Dios. También destaca la
unidad del cosmos (dimensiones, espacio y tiempo), conocida es también su propuesta respecto a las tres envolturas o esferas
sucesivas de la tierra, don de cabe destacar la noosfera, que es donde se unen, en una especie de espíritu común, el sistema
evolutivo del pensamiento y de la consciencia humana y de sus productos.
55
Acéptese que existe una buena disposición a poner la mayor cantidad de colores en la
paleta cognitiva del estudiante, a considerar el mayor número de “inteligencias”, a involucrar
todas las dimensiones posibles del ser, el conjunto más amplio de sus emociones, la
multirelación de las relaciones, la integración de su integralidad, la unión de su unicidad.
Qué es lo que uno puede ver con frecuencia: que un colorido (semántico-intelectual)
profesor monocromático, intenta que sus estudiantes sean policromáticos seres.
No cabe duda que es maravilloso ver la luz, pero no hasta el punto de “empolillarse” y
terminar apagado por la propia luz; o llegar a ser tan partidario de la luz, que olvidemos la
importante existencia de la sombra.
Asumir esta posición nos puede volver muy populares, pero al mismo tiempo
polarizados. Con esta actitud monocular, con la incorporación intelectual de media realidad es
posible finalizar viviendo media vida.
Lo paradojal sería que esta tendencia existencial pendular, esta especie de “videncia
intelectual ciega”66 culmine en una contradicción o negación entre lo que se vive y lo que se
sostiene intelectualmente, en una oposición casi radical entre el “mapa” y el “territorio”. Se
puede fácilmente terminar viviendo en un hemisferio cuando se está escribiendo, predicando
o liderando el pensamiento pro interhemisferismos.
¿Por qué puede ocurrir esto? ¿Por qué esta frecuente disonancia cognitiva67? ¿Porqué
algunos casos el homofóbismo es la explicitación de una homosexualidad implícita? ¿Por qué la
personalidad autoritaria es a veces la solución para una historia de victimización no resuelta?
¿Por qué cuesta tanto incorporar armónicamente la bi y multipolaridad existencial? ¿Es sólo
66 Edgard Morín define como “inteligencia ciega” a la incapacidad de incorporar la “doble dialéctica” a nuestra comprensión
de la realidad
67 En este contexto sería más adecuada hablar de “disonancia integrativa”, escribir, predicar y estudiar sobre la integración
mientras en la cotidianeidad del aquí y el ahora, se rechaza y se segrega al otro real y al próximo.
56
Esto también vale para responder al desafío sobre el cómo aprender a integrar al que
no integra, cómo desarrollar la capacidad de aceptar que la incongruencia es parte de la
congruencia, y que todo segregador dentro de su bosque tiene árboles de integración y que
necesariamente (porque no podría ser el todo de otra forma) en el bosque del más radical de
los “integracionistas” existen árboles “segregacionistas”. Si esta complejidad (principio de la
doble dialéctica que según Morín supera y enriquece el principio de contradicción) cuesta
aceptarla intelectualmente, puede que en el dominio relacional real sea aún más difícil.
condición de todo, situación que lleva a utilizar los argumentos de la integración para atacar la
integración o segregar para integrar.
¿Para qué ver más?, ¿para explicarnos el presente?, ¿para prepararnos para enfrentar el
futuro?, ¿para aumentar nuestro poder a través de la omniconsciencia? Esto aún parece ser
multicausal y confuso, en el ámbito educativo como en cualquier otro, aumentar la visión de la
totalidad hace más fácil la comprensión y validación del otro y de lo otro, permite no
confundir la hoja con el árbol o con el bosque; permite entender la relación ecosistémica y
articulada que existe entre ellos, permite simultáneamente ver la hoja como un todo y como
una parte, sin caer en la confusión entre ambas posibilidades. Hace más posible la síntesis,
Morín diría que permite percibir la complejidad de la realidad: la recursión, la hologramatidad y
la doble dialéctica.
También quien ve más, semejante al uso que se le da a la visión desde los satélites,
puede usar esa amplitud de su mirada, tanto para destruir como para construir. Entonces no
sólo basta con educar la integración y la mirada que lo permite, de manera simultanea y co-
sustancial requiere de la formación moral, que permita operar en la realidad con el principio, a
más visión más responsabilidad consigo y los demás. No se puede hacer del ver más un
oficio de “oraculismo”, sólo para reducir la libertad y con ello la esencia de la condición
humana.
Otra confusión posible es asumir una parte integrativa como un todo integrativo, este
fenómeno parece más posible cuando ocurre en un tránsito desde una cultura “fragmentadora”
58
(o más “ciega” a la complejidad), hacia una cultura más holística, podría parecerse a la
experiencia de pasar desde la óptica de ver en “blanco y negro”, a la de ver en “colores”, o de
la mirada monocular a la doble mirada. En el mito de la caverna equivaldría a desencadenarse y
salir a la luz del sol, esa maravilla de ver más y en algún sentido captar un modo de ver el todo,
se convierte a la vez en la dificultad de seguir ampliando la mirada y con ello una limitante para
ver el todo. Occidentales que estudian medicina china o ayurvédica, sintergética o
antroposófica, fácilmente pueden caer en la tentación de transformar el todo en esa parte que
sub-integró la totalidad, así una melodía que contiene todas las notas se convierte en la única
melodía, la visión de un detalle que contiene todos los colores se transforma en la obra síntesis
de todas las obras. Esta especie de iluminación oscurecedora, o visión enceguecedora, al igual
que los desencadenados de la caverna, que enceguecían con la luz del sol después de una vida
en la oscuridad. También se puede traducir en ceguera total, tanto para ver la parte como el
todo. También para protegerse definitivamente de la “luz”69, regresar a las cadenas para ver las
partes o las sombras, probablemente aún más convencidos o con la necesidad de creer, de que
esa parte es el todo.
Con esto se intenta es reivindicar los fundamentos, la claridad epistemológica que hay
detrás de cada acción, de cada cruzada, de cada programa por popular romántico o bien
intencionado que sea, desde la convicción de que mientras más se vea lo teórico más
coherente será la praxis. En al ámbito educacional escasea esta mirada tanto en la investigación
como en el quehacer educativo.
Frases recurrentes son: Habiendo tanto que hacer en la educación se pierde el tiempo teorizando.
El cambio debe partir de la práctica en el aula. Lo que puede tener sentido es nuevamente la
integración, conectar el todo con la parte y la parte con el todo, como articular teoría de
práctica, los principios del ser con el hacer de este ser. Lo que no tiene sentido, es perder la
visión de síntesis de lo conceptual y práctico en cuanto parte y en cuanto todo.
Independiente del nivel de tomismo, no cabe duda que la educación debiera hacerse
intrínsecamente estética, incorporando consustancialmente en cada uno de sus procesos la
capacidad de integrar y embellecer. Teóricos más naturalistas y panteístas, dicen que la belleza
en plenitud está siempre ahí, que nunca falta nadie o algo. Esas carencias sólo estarán en
nuestra mente, en las limitaciones de nuestro lente epistemológico o en nuestro lector de la
belleza. Todo profesor tendrá siempre la posibilidad de describir a cada uno de sus estudiantes,
a cada uno de sus apoderados y cada uno de sus grupos cursos como un todo completo en sí,
con la misma integración y perfección que la Novena Sinfonía y de actuar y coexistir en
consecuencia con esa descripción.
70Algunos definen estas experiencias como goce cósmico y Abrahan Maslow como experiencia cumbre
71Cabe señalar que los otros trascendentales de acuerdo a la filosofía tomista son: la verdad y el bien. Dios es
definido desde este marco conceptual como el Es, como el existir subsistente o primer motor inmóvil.
72 El padre Osvaldo Lira fue un destacado docente de la Pontificia Universidad Católica, responsable de entregar las bases
filosófico éticas de la formación en esa casa de estudio, su formación tuvo y tiene mucha influencia en la formación
profesional de educadores, abogados, estetas y otros profesionales que egresan de dicha universidad.
60
Es urgente comenzar la tarea de educar la mirada pedagógica, para que los docentes
puedan “ver74” la belleza de la integridad y la síntesis en la parte y el todo, esto sin duda que
abriría puertas y tendería puentes sin fin de transformación, especialmente de aquellos
actualmente descritos como incompletos (y por tanto víctimas reiterados de la profecía auto
cumplida y prefijados con toda la variedad de dis existentes).
Es conocida la imagen del pez que refleja una gaviota en el espejo y de la gaviota que se
percibe como un pez. El autoconcepto o autoimagen, es la construcción de una suma de
devoluciones comunicacionales (verbales, gestuales, emocionales, espirituales, morales) que nos
retroalimentan desde el momento de nuestra gestación.
73 Si usamos como referencia lo que fuera señalado por el padre Osvaldo Lira, se puede afirmar que todo docente puede ser un
Beethoven. Un traductor de la unidad y la belleza de Dios. Dentro de este mismo contexto C. Arroyo define educación;
“como rl acto de poner al niño frente a Dios con el gesto simultaneo de ofrecérselo”.
74 Este ver hace referencia a la mirada epistemológica, que transforma es ser y el hacer de que ve.
75 Concepto tomado de la afirmación de Jean Paul Sartre: El hombre está separado de sí mismo por todo el espesor del mundo.
61
Este es otro ejemplo de un estilo pendular de vivir, cuestan los matices, falta el hábito
epistemológico de la multiversidad, resulta más fácil ser muy parecido al modelo entregado
(actitud regresiva) o al opuesto (actitud proactiva) que asumir la infinitud de posibilidades que
pueden darte entre ambos polos.
Es posible que al enfrentamos a nuestro espejo psíquico, nos enfrentemos a una suma de
partes a una especie de “todo fragmentado”, a un rompecabezas formado por piezas de partes
de otros, de seres contemporáneos y transgeneracionales.
En la suma de los pedazos de este rompecabezas ontológico, concurren fragmentos de
distintas fuentes, niveles, dominios y dimensiones. Para algunos sólo o principalmente lo
genético, para otros se suman lo vivencial en distintos grados de importancia, y así
sucesivamente se le van adhiriendo como partes o como todos lo psicoemocional, lo espiritual, lo
transpersonal, en definitiva una totalidad cada vez mayor.
Una completación del propio rompecabezas con piezas del otro y viceversa, en un acto en
que me esclavizo y/o esclavizo al otro, se siente una especie de necesidad mutua, la que
fácilmente puede confundirse con “estar enamorado”, porque se percibe al otro como el
“agua” exacta y perfecta para el aparente “desierto”. Quién tiene algo de sí extremadamente
sediento es muy probable que se lo pase hablando, pensando y desando lo que describe como
su “agua” o el considera como el más exacto satisfactor de su “necesidad”. Necesidad que en el
dominio de lo humano suele coincidir con una “sed” generada en nuestra temprana edad
socioemocional por las vivencias con nuestras imágenes vinculares más significativas.
76De acuerdo a la teoría de la colusión de Jurg Willi, sería especialmente esclavizantes la relación que opera con la pauta: a
mayor intimidad menor identidad, porque se necesita del otro para “ser”, el otro actúa como un completador de la identidad o
como un sustituto de ésta.
63
permite que seamos verdaderamente “nosotros” (dos holo coexistencias que sólo pueden ser
intimidad a partir de su identidad y ser identidad a partir de esa intimidad).
77Se está haciendo referencia a la obra de Ionesco que plantea la temática del desencuentro y encuentro de una pareja en una
de sus obras del teatro del absurdo.
64
Es una inclusión de la totalidad, una fiesta donde todo y todos están invitados, todos
los tipos y niveles de abstracción, de auto y co aceptación, todos los juicios y pre-jucios, todas
las teorías o antiteorías integracionistas u holísticas, todos los matices que se hayan logrado
alcanzar en lo vivencial y en lo intelectual.
(a) Se puede ver al otro como una parte (su “no-salud”, su “no-normalidad”, “su no-
totalidad”), variantes de esta mirada es ver esa parte como parte, (persona con una
dificultad en su salud, persona con alguna diferencia, persona con alguna falta física,
65
social o psicológica) otra es ver esa parte como un todo. (“el maniático”, el “down”,
el “asperger”, el “ciego”, el “discapacitado”, el listado podría ser interminable)
(b) Se puede ver al otro como una parte del todo, en este caso se activa la doble mirada,
la visión binocular, se visualiza simultáneamente la parte y el todo. Esto es lo que hace
siempre un verdadero artista, nunca ve la palabra asilada de la totalidad del texto, ni la
nota musical aislada de la armonía del acorde y de la melodía total, ni un solo detalle
pictórico desintegrado de la obra completa. Cuando un dialogante o un educador
tienen desarrollada esta habilidad, tienen simultáneamente más desarrollada la
capacidad de validar al otro, porque además de percibir la nota que desafina percibe el
resto armónica de ellas, es más no es posible percibir la desafinación separando la nota
o el acorde del resto de la obra. Un dialogante amplia su capacidad de tolerancia a
discursos y conceptos distinto al propio, porque es capaz de contextualizar esa parte
de lo dicho dentro de un contexto mayor (tanto ajeno como propio), que lo explica, lo
conecta, lo relativiza y lo valoriza. Puede escuchar más y hablar menos, puede
postergar o renunciar a la tentación de contra argumentar, de descalificar y de irritarse.
(c) Se puede ver al otro como un todo, esta le ofrece al observador la totalidad del
paisaje del otro, equivale a poder mirarlo satelitálmente, disfrutar de cada uno de sus
colores, escuchar el sonido de cada una de sus teclas. La totalidad del otro abre la
posibilidad a la coherencia, a la concatenación comprensiva de las partes, redunda en
una disminución de los prejuicios y la negación. En el ámbito de la educación permite
la multiplicación de posibilidades didácticas, posibilita una verdadera educación
integral, facilita las co-melodías, la combinación de colores, en definitiva favorecerá una
integración efectiva, creíble y perdurable. Es distintos para el maestro (artista o
educador) contar con la totalidad de las notas, con la totalidad de los colores, esta
completud sin duda, que incide en las posibilidades y la calidad del fruto de su obra. Esta
es una de las principales ganancias de un docente portador de los lentes de la
holomirada, transformar de su oficio de maestro, a veces explícitamente molesto por
las escasas y limitadas capacidades y recursos psicobiosociales de sus estudiantes, en un
trabajo transformador, que erradica la desesperanza en los estudiantes. Porque
simplemente se ve lo que está, un estudiante siempre es todo él, la reducción a una o
más partes de él, es producto de la ceguera de quien lo ve. Cuando un estudiante es visto
en su totalidad por alguien, alguna vez su tendencia es a operar y a expresarse en la
totalidad que fue percibido.
(d) Se puede ver simultáneamente al otro como una parte y como un todo: Esta
doble visión no es fácil, porque no es natural en nuestra cultura, que se construyó
sobre el paradigma de la simplicidad, en la práctica generalizada de buscar la verdad de
las cosas fragmentándolas. Diseccionando los cuerpos, dividiendo el conocimiento en
66
Si ver al otro como un todo, amplifica las posibilidades del hacer pedagógico
más allá de muchas habituales auto limitaciones, ver a ese todo integrado al todo, le
agrega la infinita riqueza de los matices de la coexistencialidad, de la conectividad y
policromía de la intimidad, si en un yo existen todas las posibilidades combinatorias de
los colores del arco iris existencial (único e irrepetible) puede uno imaginarse las
posibilidades infinitas que pueden darse en la fusión de colores del arcoiris coexistencial
(únicos e irrepetibles) , especialmente si se describe la intimidad entre dos o más
personas como la suma innumerables de momentos de interacciones en un aquí y ahora
o contexto determinado.
(a) Puedo verme como una parte, dentro de esta posibilidad el ejemplo de dos variantes
una; es percibir esa parte como una parte, con ello surgen las lecturas sesgadas de la
realidad escuchar por un solo oído, sólo escuchar olvidándose de tocar, oler, acariciar al
mundo circundante y al otro próximo. En este contexto si tanto el observador como el
observado son percibidos como parte, fácilmente pueden reproducirse las caminatas de
un “ciego” guiando a otro, o los “diálogos de sordo”, la magia ocurre cuando
cualquiera de los dos interactuantes, amplía la banda pasante y agrega más partes del
todo, el aire del diálogo comienza a fluir y la luz del encuentro comienza a brillar. Una
segunda posibilidad es percibir mi parte como un todo, en este caso el observador
puede fácilmente convertirse en la medida de todas las cosas, mide desde su “hoja” que
percibe como el todo o lo absoluto, a todos los bosques del universo, incluido el ser del
bosque en sí, al bosque en su esencia. En este terreno florecen los fundamentalistas
68
solitarios e incomprendidos, los totalitarios cuya verdad sólo tiene sentido para él o a
para quienes se suman a su parte-todo.
(b) Puedo verme a mí mismo como una parte del todo. Éste es sin duda un paso en
dirección a la integración, verse a sí mismo como parte del todo; independiente que
sólo como una parte, permite la incorporación, la pertenencia, la comunión de ideas y
acciones. Un docente comprende que todo lo que hace y deja de hacer tiene un
impacto en el proceso formativo de sus estudiantes, puede ejercer la responsabilidad
conciente de que todo lo dicho y hecho tiene una consecuencia en el contexto en que
se encuentra inserto, sabe que es un “dominó” que puede mover al resto de las
“piezas” y transformar la totalidad o generalidad a partir de su parte o individualidad.
Si a esto se le suma la conciencia de que de un modo equivalente su “chispa” puede
quemar todo el “bosque”, podemos tener a un docente simultáneamente responsable y
empoderado, con la claridad práctica de que le es inherente a su quehacer, educar o
mal educar, y que por cierto es él quien decide en el ejercicio responsable de su
libertad.
(c) Puedo verme como un todo, Esta perspectiva visual está muy relacionada con la
autoaceptación, verse a sí mismo como una totalidad, es contar con la obra completa
para el goce estético, con todas dimensiones humanas para la plenitud existencial, Un
docente que se percibe como una totalidad lo más probable es que proyecte una
imagen de profesor integral, congruente y auténtico. Una de las tres cualidades que
según Rogers le son propias al docente o persona actualizada.
(d) Puedo verme simultáneamente como un todo que es la parte de un todo. Con
esta mirada a la auto aceptación y auto integración individual, se le suman pasos hacia
la co-aceptación y la co-integración; al menos el “árbol” se siente parte del “bosque”; la
ventana como parte del edificio y se tiene algo de conciencia de la diferencias del
paisaje observado desde cada una de las ventanas del edificio. Se hace más probable el
diálogo validador de las diferencias. El universo se hace tolerante y sensible al multiverso.
Se reduce la homogenización porque se sensibiliza el todo individual a la
individualidad del todo, la individualidad se colectiviza., se distingue la diferencia
personal de la diferencia interpersonal y social. Se hace posible educar simultáneamente
con independencia de la tentación de reproducir a los otros de acuerdo a mi modelo y
con la libertad de co-educar manteniendo claridad y respecto por los deslindes entre los
yoes y los tues, especialmente de las fronteras del propio yo. En síntesis, permite semi
permeabilizar (abrir y cerrar) estas fronteras entre el yo y el tú (favoreciendo tanto la
identidad como la intimidad y la permanencia de la parte como un todo y del todo
como parte) y semi permeabilizar las fronteras del yo-tú como, una unidad
coexistencial con el todo del mundo circundante. Cuya sumatoria general es que, a más
69
identidad (unidad individual como todo) mayor intimidad (unidad coexistencial como
todo) y viceversa.
(e) Puedo verme como un todo integrado al todo. Esta unión de totalidades parece ser
la culmine del proceso de holovisión, es la percepción de una doble totalidad de la
directamente propia y de la indirectamente propia, de la fusión del sí mismo con la
alteridad. Es mirar el paisaje siendo parte del paisaje, es la toma de conciencia del
fumador, que cuando se aleja para no dañar a otros o al medio ambiente, sabe que el
también es otro y medio ambiente, comprende a cabalidad que todo lo que le suceda a
él afecta a la totalidad, como cualquier impacto en la totalidad tendrá impacto en él.
¿Cómo se delata esta totalidad frente a los estudiantes? ¿Cómo se invita la totalidad de
los estudiantes al contexto educativo? ¿Qué tipo de relación da cuenta del docente como todo
integrado al todo? ¿Qué tipo de currículo permite que tanto el docente como el estudiante se
desarrollen hologramáticamente? ¿Cuáles serán las estrategias de metodológicas más
coherentes, adecuadas y eficaces para educar la totalidad del docente y el estudiante? ¿Totalidad
70
Se pone la misma pasión de la protagonista de la obra del cineasta chino Zhang Yimou,
“Que no falte ninguno”, ningún estudiante está demás, ninguna de sus dimensiones está de
más, ningún segundo de su vida está de más. El todo es afectado cuando una de sus partes se
niega o segrega. Para muchas culturas existe una dependencia absoluta entre la armonía y la
síntesis del “universo” y cada uno de sus “multiversos”, tiene tanto valor en la totalidad la vida
de un insecto como la vida de toda la humanidad. El todo dejaría de ser un todo cuando se le
niega o quita uno de sus componentes.
Todas las notas son necesarias para que la sinfonía esté completa, todos los estudiantes
constituyen la totalidad del universo escolar, cuando se niega a alguno de ellos (falta una parte
del todo o una nota de la sinfonía), cuando se le iguala con otro (faltan dos partes del todo o
dos notas de la sinfonía). Cada estudiante es parte del todo en tanto es diferente, solo se puede
integrar al todo en tanto sea una parte única e irrepetible. Sólo el que es un todo en sí (por
tanto diferente a todos) puede integrarse y aportar a la totalidad.
Ejemplo de acciones concretas para invitar la totalidad al aula, es iniciar las clases con
alguna actividad coexistencial más o menos breve, más o menos pertinente, más o menos
curricular. Actividad que permita lo más posible, que los estudiantes se instalen en su cuerpo
antes del comienzo de la clase formal, que se contenten con su respiración, con sus emociones,
71
con su historia de interacciones. Que se hagan lo más presentes posibles, que entren con su
cerebro, sus sentidos, su corazón, su voluntad y su libertad.
Una educación coexistencial inicia sus estrategias de enseñanza, teniendo como piso el
paradigma sociocultural, que rescata el carácter social del aprendizaje, que sostiene que
aprendemos de los demás, con los demás y para los demás, primero porque resume las palabras; de los,
con los y para los demás por el prefijo co, asume la imposibilidad de cualquier tipo de aprendizaje
fuera del contexto de la coexistencia, establece como aprendizaje el entretejimiento de
existencias (estas pueden ser entendidas desde los distintos acepciones cibernéticas de 2°
orden, como el complexus o maraña de acciones y retroacciones (Morín), como la historia de
interacciones (Maturana) o como la pauta que conecta (Bateson). Desde esta perspectiva por
ejemplo el aprendizaje de la lectura está incompleto si se sólo logra decodificar los signos
lingüísticos (modelo perceptivo motriz) continuaría incompleto si se logra decodificar
significados (modelo cognitivo lingüístico) desde la perspectiva teórica propuesta se lee
efectivamente, cuando se entretejen todos los niveles existenciales de la historia de
interacciones de lector y del autor. Sólo se ha leído cuando el amarillo (lo escrito que desde el
principio de la hologramática es una parte donde está el todo o existencia del autor) del autor
se entreteje con el azul (todo o existencia) del lector, y se genera por primera vez el “verde”
(producto de la lecturacoexistencial).
Por ejemplo cuando un aprendiz incorpora una nueva información (una parte), puede
ser una nueva parte más que se suma a otras (aprendizaje mecánico), puede ser una nueva parte
que se combina con otras anteriores (aprendizaje significativo) o puede ser una nueva parte que
modifica la totalidad del conocimiento previo, el nuevo color se combina con cada uno de los
matices previamente logrados (aprendizaje coexistencial)
en el aquí y el hora, vale decir en el contexto único de aprendizaje, mientras más de él existe al
momento del aprendizaje más holístico y conciente será éste. Requerirá de docente que
también estén presente (lo más de él posible) para que pueda coexistir en la plenitud de su ser
en dicho contexto, también deberá existir un tiempo dialógico intencionado (de interactuantes
validados en su totalidad ontológica) para favorecer y asegurar el entretejimiento existencial.
Para evitar intervenciones sistémica que se desarrollan sólo desde la convicción de que
el todo es más que la suma de las partes, que realizar este proceso como si se armara un gran
rompecabezas (donde erróneamente se considera la formula, a más piezas más sistémico), es
imprescindible incorporar la máxima: la parte es más que la suma del todo, esto agrega la valoración
de cada estudiante, persona o sistema, como un todo único e irrepetible, no igualable aún con
la suma de todas las partes de la totalidad. Sólo esto permite y hace que tenga sentido entretejer
existencia, que tenga tanto valor la existencia de un docente como la de cualquier otro
estudiante, apoderado o docente. No debe existir diferencia entre escuchar la “Novena
Sinfonía” con estar en la presencia de un estudiante a la ejecución de la “Novena Sinfonía”,
ésta aparente exagerada comparación sólo es posible cuando se percibe al otro como lo que es;
un todo integrado, único e irrepetible. Por esto es que a la integración le antecedente el
asombro de este encuentro con la obra de arte que constituye el ser del otro. Sólo después de
maravillarme con el otro puedo abrir mi ser para el encuentro, y sólo a partir de este encuentro
es posible entretejer las existencias y sólo a partir de esta coexistencia es posible una verdadera
integración.
78Como ya se señaló con este concepto Edgard Morín define la incapacidad para percibir la hologramatidad (el todo en la
parte y la parte en el todo) además del complexus y la recursión.
73
Capítulo 3
_______________________________________________________________
¿CÓMO ABORDAR
PARA INCLUIR EN EDUCACIÓN?
Temas del capítulo
________________________________________________________________________________________
¿Cómo abordar para incluir en educación? Esta es la pregunta que orienta el desarrollo de
esta reflexión, la que tiene por objeto analizar los modos de mantener al estudiante integrado en
sí, en cada una de sus dimensiones e incorporado como un todo dentro del contexto educativo
al que pertenece, especialmente cuando presenta algunos de los denominados problemas
psicosociales o afectivos. En este análisis se apela intencionalmente a la no segregación y a la
extinción de la derivación fácil, la que suele hacerse desde la percepción brumosa y
simplificadora del ser del estudiante como un sistema sumativo, fragmentado o
descontextualizado. El texto se estructuró mediante la formulación de preguntas con el fin de
facilitar el proceso de reflexión y análisis.
separarlos, favoreciendo con ello la negación de alguna de las partes en que se escinde la
realidad. Si lo que es propio de lo humano, se considera inherente al acto de educar y por tanto
de vivir, entonces el aceptar incondicionalmente al otro, se hace natural y lógico. Por ello
subrayar la obviedad, poniendo un foco en lo propio y esperable, como es la integración,
además de someterla a una riesgosa sobreexposición; se tiende a invisibilizar los componentes
asociados, que le son necesarios para completarse y fluir. La sugerencia es incorporar la
inclusión como un proceso imprescindible de co-laboración, de co-estudio y de co-existir. Vale
decir, asumir sin condición alguna, que en el dominio de lo humano sin inclusión es
impensable la colaboración, el aprender y el existir.
Algo similar ocurre con las “tareas para la casa” y también con las “derivaciones a
especialistas”, los docentes, además de autoexcluirse al optar por disminuir la controlabilidad
que tiene sobre las problemáticas, en el acto de enviarlas para que otros, en otro lugar, las
solucionen también exportan su responsabilidad. Enviar y colocar las problemáticas fuera del
contexto educativo, es también el mecanismo para activar el locus de control externo, que
permite a algunos docentes poner las causas de sus “fracasos” fuera y lejos de sí y en lo posible
en otro-culpable identificable.
75
¿Cómo abordar para detener, o al menos evaluar seriamente, la creación de programas apéndices,
desarticulados y descontextualizados, en los que muchas veces cuesta visualizar al estudiante, como el principal
objeto del empeño y de los recursos económicos invertidos? El conocido “síndrome del adorno de arbolito
de pascua”, con que se conocen los programas que se incorporan descontextualizados a los
sistemas educativos, es un claro ejemplo de una mala inclusión, y por ello de un abordaje de
efectos transitorios y superficiales.
Muchas veces el interés institucional por estos programas, incluidos los destinados a
intervenir dificultades psicosocioafectivas, se perciben más como una oportunidad de ingresos
adicionales y de prestigio para el establecimiento, que como una posibilidad -que vale la pena
aprovechar y articular- en beneficio de los diferentes estamentos educativos. Usualmente son
asumidos por los docentes con ciertos niveles de disgusto, porque por lo general no conllevan
tiempos o recursos adicionales asociados. Los seguimientos y evaluaciones ex post-facto de
tanto programa psico-educativo incorporados a los sistemas vía concurso, por lo general dan
cuenta de pérdida de tiempo y de recursos. Lo que se requiere para aumentar la adherencia e
impacto de estos programas, es incorporarlos democrática y por ello participativamente al
proyecto educativo institucional en cada uno de sus marcos; situacional, téorico-doctrinal y
sobretodo en el operativo, por tanto incorporado al Proyecto Técnico Pedagógico y al Manual
de Convivencia Escolar.
¿Cómo abordar para evitar la extraña relación entre la cantidad de financiamientos posibles para
acceder, y el número de casos de niños y niñas que surgen, precisamente con la dificultad para los que esos
fondos están designados? Es difícil evaluar y calificar las intenciones, pero al parecer las buenas
intenciones continúan empedrando el “infierno”. La hipótesis central de esta reflexión, es que el
origen de toda problemática humana y las asociadas a esta dimensionalidad, son productos de
la falta de integración. En este caso, la desarticulación o carencial dialógica parece estar, entre la
cultura patriarcal y la cultura matríztica. Un ejemplo de ello, es cuando se intenta con una
política sustentada en el poder económico, instalar una transformación, que para ser real y
efectiva, requiere de las pautas propias de las conversaciones sustentadas en la confianza y la
validación del otro como legitimo. Superar esta supuesta contradicción requiere de la
aplicación del principio dialógico o de la doble dialéctica80 con el objeto de generar una tercera
realidad, la de la integración o encuentro nuevo y articulador, de dos “culturas” o modos
aparentemente contradictorios de vinculación humana.
¿Quién le pone el cascabel al gato?, ¿quién además de valorizar y difundir el aporte de quienes han
tomado la decisión económica y humanizadora de disminuir las problemáticas psicosociales de los estudiantes, y
de incluirlos integralmente, denuncian a aquellos que sólo han encontrado un buen medio de aumentar sus
ingresos? No es el mejor modo de incluir, colocar la propia billetera como prioridad, y menos
80El principio dialógico o de la doble dialéctica es uno de los tres principios de la epistemología de la complejidad enunciados
por Edgard Morin.
76
“acomodar” la información -como ha sido denunciado por varios profesionales honestos- para
“incluir” a los que no tienen problemas como si los tuvieran, sin ninguna consciencia del daño
personal y sistémico que ello conlleva. No hay peor ciego que el que no quiere ver, que la
motivación legítima, pero no equitativa de algunos empresarios de la educación, es lucrar con
la segregación, el sobre diagnóstico y la eternización de las problemáticas de los estudiantes.
¿Quién lucha por este tipo de derechos de los niños y niñas? ¿Quién es capaz de de enfrentar o
detener la máquina del consumo y sometimiento financiero que lucra dañando la salud y la
felicidad de niños y niñas?
¿Cómo abordar para disminuir la ceguera pedagógica, de intervenir confundiendo a los estudiantes con
“relojes descompuestos” que se envían a reparar a especialistas expertos en sólo una de sus partes? La
derivación como procedimiento cuenta con mucho prestigio, especialmente en el campo de la
medicina alópata. Sin embargo, debería reevaluarse críticamente en el contexto escolar, porque
los “niños no son relojes descompuestos que se mandan a reparar81”, no son seres
descontextualizados, siempre va con ellos “la maraña de acciones y retroacciones82” de sus
“redes de conversaciones83”. También porque los estudiantes son sistemas constitutivos y no
sumativos. Es decir, que no son la suma de cualidades invariables como serían la de un reloj.
Los niños y niñas son sistemas constitutivos, vale decir, se acoplarán y constituyen según el
contexto o medio en que se encuentre. En un circo un niño reirá con los payasos mientras que
el reloj continuará imperturbable, en una plaza de juegos correrá y saltará, el reloj si no es
movido por alguien continuará sin cambio. En la consulta de un especialista los niños y niñas
modificarán su emocionalidad y corporalidad según la experiencia interactiva ocurrida en ese
contexto; el reloj no será afectado por el rapport o ansiedad generada por el especialista.
¿Cómo abordar para no contribuir al aumento de la incidencia y prevalencia de los problemas de salud
mental dentro de los sistemas educativos? Si consideramos los datos estadísticos y las denuncias
mediáticas de los problemas de salud mental de los estudiantes, una pregunta sistémica básica
81 Afirmación realizada por la psicóloga Neva Milic, en una de sus clases en la Escuela de Psicología de la PUC.
82 Modo en que Edgar Morín define complexus, que es la expresión más nítida del principio hologramático, uno de los tres
principio de su conocida epistemología de la complejidad.
83 Entretejimiento del lenguajear y emocionar, modo de comunicación y convivencia propio del dominio de lo humano, según
es: ¿en qué estoy contribuyendo a esa problemática? ¿Mi estilo vincular será complemento de
problemas de salud mental de mis estudiantes?
¿Cómo abordar para descartar las intervenciones a problemas psicoeducativos con resultados bajos y
transitorios? La clave puede estar en abandonar la práctica de “más de lo mismo”, que para
muchos caracteriza el modo de operar de la educación. Un profesor puede mantener invariable
por décadas estrategias que nunca han funcionado, como por ejemplo, el ¡cállense!, para
mantener el orden en su clase. Cómo si existiera un punto ciego para el cambio, que obligara a
operar desde la máxima: más vale una estrategia conocida aunque no funcione que aventurarme en una que
desconozco. Usualmente esos patrones invariables de intervenciones son idénticos a los que sus
profesores utilizaron con ellos en su época escolar. ¿Por qué la creatividad, la innovación o lo
paradojal pueden llegar a ser tan esquivas en el contexto educativo?
Este gatopardismo de cambiarlo todo para que todo siga igual, está también sustentado
en la tendencia de mantener el estatus quo anterior a la crisis o dificultad, es un cambio para no
cambiar. Es un proceder que redunda en la eternización de las problemáticas, producto de la
búsqueda de una pseudo seguridad y un pseudo control, accionado lo más probable de un
modo irracional y posiblemente inconsciente.
84 Esta autoevaluación puede estar operativamente sustentada en que el profesor asuma co-sustancialmente a su rol de docente
el de investigador e incorpore la investigación-acción como una práctica permanente para mejorar sus prácticas académicas y
vinculares con sus estudiantes.
78
¿Cómo abordar para reducir el estilo de procedimientos que favorecen el patrón: docentes supra-
responsabilizado versus estudiantes infra-responsabilizados? Como subproducto de las relaciones de
poder y la necesidad de controlar, ambos a su vez subproductos de la inseguridad y los temores
asociados, facilitan un tipo de relación donde el docente, posiblemente inseguro, que necesita
mantener el control se sobre-responsabiliza, al anular el ejercicio de la libertad responsable de
los estudiantes.
Generando con ello ambientes de aprendizaje pasivos no modificantes, en los cuales el profesor
lleva las “riendas” de todos los procesos, precisamente las que debería manejar cada uno de los
estudiantes para desarrollar su autonomía, su seguridad y sus capacidades en general. Con dicha
pauta se generan no sólo estudiantes pasivos, sino que además disminuidos en sus necesidades
y motivaciones, ambos condicionantes imprescindibles para la generación de nuevos
aprendizajes.
Este tipo de vínculo pedagógico, produce un círculo vicioso difícil de romper, porque
se sustenta en el equivoco de que el “buen profesor” es el que ayuda a sus estudiantes a
resolver sus problemas. Cada vez que un docente hace o piensa lo que el estudiante puede
hacer o pensar por sí mismo, le está notificando tácitamente: “no eres capaz”, “me necesitas”,
“soy superior a ti”. Lo que se traduce en actitudes estudiantiles con pautas vinculares
demandantes y culpabilizadoras, las que muchas veces, son generadoras de patrones de
sobreexigiencia y victimización. El resultado de esta ecuación relacional, es el aumento de la
insatisfacción y agotamiento docente, más la disminución de la responsabilidad y del esfuerzo
estudiantil.
Intervenir sin incluir a los estudiantes en la solución de sus propias problemáticas, es una
exclusión que produce sentimientos de minusvalía y exceso de locus de control externo, junto
con desgaste, frustración y desesperanza en los profesores.
¿Cómo abordar para modificar las pautas que mantienen la supremacía de las convivencias escolares
conflictivas por sobre las convivencias escolares saludables? Primero, tener el convencimiento de que este
cambio es posible, estar de acuerdo con teorías como la biología del amor, que consideran la
co-vivencia saludable como natural e inherente a la condición humana. Distinguir entre
relaciones humanas (matrízticas, nutritivas, sustentadas en el amor incondicional) y relaciones
deshumanizadas (patriarcales, conflictivas, sustentadas en la desconfianza y la competencia).
Tener conciencia de que nada humano es posible construir sobre la desconfianza y la negación
del otro.
79
¿Cuál será la ganancia secundaria de transformar nuestros espacios laborales y también educacionales
en “campos de batalla”, en lugares donde es frecuente encontrar la desconfianza, la competencia o la negación?
¿Será ya incontrolable la supremacía del “chaqueteo”, del comentario mal intencionado, de
ocupar energía y tiempo en notificar a los otros que el prójimo está mal, que es el culpable y
que es menos bueno en todo lo posible a mí?
¿Cómo abordar sin excluir los patrones socio emocionales arraigados y heredados posiblemente de
generación a generación? Primero validando el linaje e historia de interacciones generacionales y
transgeneracionales de los estudiantes y sus parientes. No es sólo legitimar al otro como tal,
también y de modo simultáneo a todos los otros que son parte de la historia de ese otro,
fundamentalmente a aquellos que le han permitido existir, en las condiciones que sea. El mejor
modo de abordar estos patrones socioemocionales es validarla, que también es un modo de
incluir, excluirlas, negarlas o atacarlas sólo las exacerba y las hace permanente, no debe
olvidarse la vieja máxima: Lo que resiste persiste.
Entonces, ¿favorecerá el abordaje inclusivo, validar los problemas psicoeducativos, para avanzar
hacia una convivencia más legitimadora del otro, aceptando estas supuestas “alteraciones” de la naturaleza
humana como parte necesaria de un todo? Sin duda, porque cuando la norma, los estándares, las
estadísticas, o las teorías pro-homogenización y anti-diferenciación operan, lo hacen no sólo
destruyendo o hiriendo gravemente las identidades, sino que además dañan seriamente los
recursos personales (afectivos-mentales-corporales-valóricos) que dificultan enfrentar lo que el
propio medio (familiar, escolar u otra) les genera. Validar las mal denominadas “faltas”,
“dificultades”, “trastornos”, “problemas” es paradojalmente el primer paso para abordarlas en
forma integral y transformadora.
¿Será también necesario cultivar la honradez y la sinceridad para no conformarse con las apariencias
de buena hermandad o con la opción de establecer relaciones superficiales, funcionales con poco involucramiento
de la identidad e intimidad? Para responder esta pregunta se requiere considerar la verdad y la
profundidad vincular de las intervenciones como factores positivos. La máxima dice que los
borrachos y los niños dicen la verdad, deben también agregarse los estudiantes y los
profesores. El engaño en el lugar donde se debería enseñar a vivir en verdad, es un problema
serio de inconsecuencia y de consecuencias de aprendizajes inadecuados.
¿Cómo abordar para aminorar las acciones que no satisfacen la necesidad de instalar coreografías
educativas: complementos de salud y felicidad integral y sistémica? Es posible que en este abordaje se
encuentre la mayor parte de puntos ciegos, porque el bailarín y coreógrafo no está consciente
de lo que baila, está tan adiestrado a mirar el “paisaje ajeno”, fundamentalmente para criticarlo,
compararlo y transferirle responsabilidades y culpas, que no logra ver la parte del baile del otro
que le compete. No es capaz de darse cuenta que cuando habla críticamente de los defectos del
otro está hablando de los propios, que cuando gasta tiempo y energía para expresar su rabia o
decepción de aquel que lo atormenta, le hace sufrir, le maltrata o le hace una vida imposible,
está hablando de sí mismo y en el peor de los casos del “Pepe grillo” que le recuerda la tarea de
crecimiento humano que ha estado postergando o ignorando.
¿Cómo abordar para no continuar describiendo como “falta” o connotando negativamente los
llamados trastornos socioafectivos, psicopatologías, problemas adaptativos y otros similares? Las patologías,
las discapacidades o los déficits no están en los estudiantes observados, están en los docentes o
82
especialistas que los observan. El único modo en que se puede ver a un estudiante como
“anormal” es mirarlo teniendo un mapa mental de “normalidad” que permita efectuar la
comparación. Las faltas no están en lo mirado sino en el que mira.
Otro paso fundamental, es tener por principal objetivo del quehacer docente: la
felicidad y la salud de los estudiantes. Es interesante observar las razones por la que algunos
docentes enfrentan sus desafíos laborales. Se podría construir fácilmente una pirámide de
motivaciones laborales docentes, similar a la desarrolla por Abraham Maslow; a la base podríamos
ubicar a los denominados por los propios docentes como: “gana panes”, que se mueven
fundamentalmente para satisfacer necesidades básicas (alimentación, vestuario, vivienda, etc.),
que son adecuados e imprescindibles como primer paso, pero no como sentido único. En
peldaños intermedios puede encontrarse la búsqueda de afecto, necesidad que si bien puede
parecer más sublime y loable, es igualmente “esclavizante” para quién la experimenta. Desde la
óptica de la coexistencialidad, alcanzar la cumbre de la pirámide y actuar en congruencia no es
suficiente, porque falta el otro y en esta mirada pedagógica es la salud y felicidad de ese otro la
necesidad y valor principal del hacer pedagógico.
Cuando los docentes sólo se sienten parte de uno de los eslabones del desarrollo
humano, social y político de sus estudiantes, pueden pecar de cierta miopía sistémica, que le
puede hacer perder el sentido de su quehacer educativo, en el contexto real en que se
desempeña.
De tanto mirar las operaciones matemáticas y las estrategias didáctica, diseñadas para
enseñarlas, puede dejar de ver la conexión de ese aprendizaje con la salud y felicidad plena de
sus estudiantes. La falta de percepción de la conexión del todo con la parte, puede hacer de su
tarea pedagógica un sin sentido frustrante y por ello desmotivador y cansador, tanto para él
como para sus estudiantes.
Otro modo de abordar para incluir, es incorporar la doble dialéctica y el poder de elegir
enfrentar las “problemáticas” psico-educativas de los estudiantes, como oportunidades de
aprendizaje o de transformación. Esa decisión pedagógica consciente es fundamental, cada
docente elige si la crisis o el conflicto es un muro para quedarse bloqueado, dándose cabezazos
o auto compadeciéndose o lo considera el peldaño de una escalera que permite avanzar para
transformar y transformarse.
Ver el vaso medio vacío, ver al otro como una carga, como otro en falta, ver los
problemas como una dificultad, como un obstáculo más o menos insalvable, es una forma de
mirar la realidad, que ya en sí es un gran problema, porque es el mejor modo de aumentarlos y
perpetuarlos.
Ver sólo el color negro y no el blanco, sólo el yin sin el yang, ser vidente sólo para la
dificultad y el problema en los estudiantes y ciego para sus talentos e integridades, es el mejor
modo de privarse de la riqueza dialógica de lo aparentemente opuesto, de las nuevas realidades
o soluciones que brotan. Por ejemplo, cuando se integran dos realidades aparentemente
contradictorias, como los buenos y malos alumnos, los exitosos y los fracasados, los adaptados
y los desadaptados, las víctimas y los perpetradores, los morales y los inmorales, etc., surge una
tercera realidad que es de orden superior a las otras dos por separado. Esa hermosa a la vez
que difícil aventura, de abandonar el hábito de satanizar y exterminar lo negro y de exaltar y
defender lo blanco, hace imposible los matices, el gran error que se comete, que también es de
ceguera, es pensar que en el Planeta Tierra y por ello también en los colegios no existen los
matices. La polarización es una economía mental maniqueísta que sólo le sirve al inseguro que
combate su debilidad mediante el control sobre sí y los otros.
Es más fácil intervenir para incluir, cuando se conoce el “paisaje” completo y se distingue
en su individualidad y relación cada “árbol”, cada “rama” y cada “hoja”, porque no sólo no se
deja nada fuera, sino que además se conoce previamente el impacto sistémico de cada acción.
Con estos lentes, es otro el modo en que se abordan las diferentes situaciones de
estigmatización, de relaciones conflictivas, y también otros son los resultados.
85
Otro modo de abordar para incluir, es considerar en el contexto educativo, todas las
“dificultades” como señales de auxilio, como luces rojas que los estudiantes encienden para dar
a conocer sus alertas existenciales, es su modo más o menos consciente de pedir ayuda. No es
la señal para expulsarlos, etiquetarlos o traspasarlos como “estudiantes problemas” a otro
contexto más especializado y menos educativo. También pueden ser leídos, como señales de
“cambio”, como las denominadas “crisis situacionales” o “crisis de desarrollo”, porque son la
ocasión de la madurez y del desarrollo psicobiosocial; constituyen la gran oportunidad para el
cambio integral.
También pueden considerarse, como formas para la búsqueda de pertenencia, porque para
la psicología valorativa de la socioafectividad, el soporte afectivo y el sentido de pertenencia
asociado, son tan necesarias como el aire. Por ello existe la “pertenencia por poder”, asumida
por pequeños tiranuelos que manejan a su antojo la emocionalidad de sus padres u otros
figuras consideradas socialmente como de autoridad, al sentirse poco queridos o sobre un piso
afectivo tan débil, que ante la posibilidad de hundirse y perecer en la aguas del abandono
emocional, sólo les queda la alternativa de aferrarse del “cuello” de la emocionalidad de los
responsables de hacerlos sentirse seguros para vivir, desde la premisa - si tú no me puedes
asegurar soporte, ahora soy yo el que tengo el poder de sostenerme y lo haré de ti-
desafortunadamente, la consecuencia es la zozobra de ambos en el agua de la inseguridad.
Cuando los efectos del ejercicio del poder (irresponsabilidad escolar, robos, violencia,
mentiras, etc.), para sentirse perteneciente, se confunden con características identitarias, suele
darse un paso más en la búsqueda de seguridad, a través del mecanismo de pertenencia por
“revancha”, donde la rabia y la confirmación de que se es: indeseado, rechazable, negado,
excluible o castigable, se convierte en la razón única o principal para existir.
Cuando los estudiantes construyen su “edificio psicológico” sobre dos pilares: (a)
normas claras y consistentes y (b) amor explícito. En su vida escolar, familiar y personal,
pueden no sólo soportar sino que fortalecerse con los numerosos “sismos” (crisis) que le
tocará vivir a través de su existencia. Por ello siempre es un modo efectivo e integrativo
abordar la restauración o instalación de los dos pilares señalados. A partir de este tipo de
intervención se entrega a los estudiantes las condiciones para la vida digna, porque es la
fragilidad, el temor, la inseguridad o la baja autovaloración lo que impulsa a hacer lo que no se
quiere y dejar de hacer lo que si se quiere. En definitiva caer en el sin sentido o vacío
existencial, es tierra fértil de la autodestrucción y de la pérdida de la felicidad y de la salud
psicobiosocioespiritual.
En fin, el ¿cómo abordar en el contexto educativo para incluir? es una pregunta abierta,
siempre disponible a mejores y más actualizadas respuesta. Sin embargo, no basta con
responderla, se requiere con urgencia traducir las propuestas en acciones concretas, tanto en la
formación docente, como en el quehacer educativo cotidiano. Son muchos docentes y
estudiantes que necesitan un despertar más sano y más feliz, es decir, sentirse más libres y más
amados.
87
Capítulo 4
_______________________________________________________________
Entre tantas interpretaciones creativas sobre una de las profecías de la cultura Maya,
que anunciaría el fin del mundo para el año 2012, bien puede agregarse otra. ¿No será que los
mayas están homologando fin con cambio? ¿Ese fin del mundo anunciado corresponde un
cambio esencial en el planeta?
¿Por qué es adecuado y necesario hablar del fin o muerte de la educación actual? Tal
vez porque si el “grano de trigo no muere”, vale decir, si no utilizamos la actual educación (de)
constructivamente, como base para la germinación de un nuevo sistema, el "árbol" nunca
logrará ser, continuaremos “produciendo” seres “muertos” para un planeta cada vez más
parecido a un “cementerio”.
educativo a estos “vientos” que comienzan a soplar en todo el mundo, es de esperar que no
sean sólo soplos de muerte para borrar o eliminar lo actual (la semilla o base de la nueva vida
de la educación) y tengan también el aliento de vida, para empujar un cambio coherente y
sincrónico con el existir, la humanidad, la libertad, el amor, la salud y la felicidad. Aspectos tan
primordiales como olvidados en la actual educación
Desear un fin del mundo para la educación, es anhelar un “cambio 2”, es soñar con
abandonar el viejo hábito de las reformas educacionales, con el desgastado afán homoestatista del
“cambiarlo todo para que todo siga igual”. Gatopardismo que se ha traducido en enormes e
inútiles inversiones de recursos y de tiempo. ¡Cuántas vidas, cuántas marchas, cuántas
reuniones, cuántos seminarios por un no-cambio!, para “más de lo mismo”.
Desde esta óptica, se hace imprescindible y anhelable el fin de esta educación tanática.
Cobra sentido esperar que el fin del mundo anunciado, sea el de la actual educación pro-
inexistencia, cuya pauta es la de ser portadora “del beso de la muerte”. Esta educación debe
morir a la muerte para nacer a la vida.
Según la mitología, todos los héroes mueren y renacen, la educación al igual que la oruga
debe morir para que pueda nacer la mariposa, fortaleciendo las alas en el proceso de romper la
crisálida para desarrollar las fuerzas para poder volar. ¿Por qué puede tener sentido describir la
actual educación como tanática o pro-inexistencial?
a) Porque opera como una educación promotora de la inexistencia, destructora del ser y de la
identidad de los estudiantes. Intencionalmente los indiferencia, homogenizándoles el vestuario,
los valores, los aprendizajes y las necesidades. Acción que facilita el control social y con ello la
esclavización a través del ejercicio del poder del mercado.
las decisiones y logro de los educandos, cuando ya es posible predecir su devenir, con la
exactitud que se puede hacer con un sistema artificial o muerto.
c) Porque, como sostiene Gregory Bateson, la educación es un proceso que transcurre a espaldas
de la vida. Se hace en formatos, espacios, horarios instalados en la época de la revolución
industrial, que era el contexto funcional que servía para mantener recluidos a los hijos de los
obreros mientras éstos trabajaban. Los niños y niñas fueron retirados de sus familias, de los
espacios naturales de sus juegos, para recluirlos en un tiempo-espacio eminentemente negador
de la existencia, por ejemplo, de los innumerables movimientos posibles del cuerpo humano,
se restringe al estar sentado durante años y décadas. A esta negación del cuerpo se le suma la
negación de la mente, los mejores estudiantes son los mejores títeres que reproducen los
conceptos, teorías, descripciones de la realidad de otros, con toda la dependencia de animación
o alma que es de suponer, subproducto de esta aún vigente: educación ventrílocua. Súmese a esto
la negación de las emociones, el sentir, el corazón queda fuera de las aulas. Continúa el reinado
del homo sapiens, la ceguera de que con el desarrollo de las habilidades cognitivas es suficiente,
para abordar adecuadamente el navío de la vida y llegar además a buen puerto, a pesar de
difundidos autores y teorías que tratan de otorgarle un lugar más relevante a las emociones, al
momento del quehacer educativo suele mantenerse su invisibilización o postergación.
d) Por qué la educación conserva el hábito de pseudoexistir entre cuatro paredes, desde el supuesto
de que es posible traer al planeta con sus seres y sus procesos dentro del aula, se habla de niños
y árboles dibujados en papel o codificados en palabras, mientras por la ventana se pueden ver
los árboles movidos por el viento y niños trepando a ellos. Además, por lo general, producto
del hábito epistemológico de fragmentar la realidad en dos dominios semántico y político o en
cuerpo y mente, los estudiantes tienen serías dificultades de vincular los árboles pulcramente
dibujados en sus libros o luminosamente proyectados desde un PowerPoint, con los árboles
reales y cotidianos, aún más difícil vincular los derechos del niño estudiados desde la más
profunda y apasionada literatura; con el niño real que en la cotidianidad pone a prueba la
capacidad de respetarlo.
e) Porque la educación es una creación funcional del hombre, al parecer, generada para separarnos
de la vida interior (de nuestra mismidad: identidad, personalidad) y de la vida exterior (nuestra
relación saludable y plena con la otredad: humanidad, planeta). Para sumergirnos en un
solipsismo, en una nihilidad que transforma a seres reflexivos y gregarios en habitantes de la
tierra que pasan mucho tiempo de su vida interactuando con máquinas no vivas o cadáveres
cibernéticos, usualmente solos, compitiendo consigo mismo en batallas irreales, con la puerta
cerrada a la vida y la comunicación. Los lugares preferidos son los que favorecen la alteración, el
estar y quedarse fuera de sí, los espacios que dan garantía de dificultar el ensimismarse o
encontrarse con uno, con el mayor ruido posible, con todo tipo de estímulos visuales y
digestivos; contextos que lo protegen del silencio, de la centración, de la alineación y de la
90
g) Porque la educación nos enamora más de la muerte que de la vida. Vivimos más en el
paradigma del miedo que del amor, nuestros hábitos de vida suelen estar más cerca de la
enfermedad que de la salud, de la infelicidad que la felicidad. Los estudiantes son incorporados
a sistemas donde se les trata con desconfianza, se les vigila mientras rinden sus exámenes, se
les envía en transportes escolares, muchas veces para protegerlos de los peligros prójimos con
los que habitan el planeta. Se les llena de obligaciones académicas con un tipo de evaluación
que agudizan el miedo a fracasar y les van destruyendo gradualmente su capacidad natural de
descubrir y aprehender el mundo. La salud, que depende de la integración armónica de la vida
de los estudiantes a las otras vidas y de cada una de sus dimensiones humana, se traduce en que
son letalmente heridos por una educación fragmentadora, de la existencia cotidiana y de la vida
interior.
Demasiados escritos como éste, han intentado la respuesta. Notables autores y sus
teorías han generado propuestas alternativas respetadas y efectivas. Pero, por alguna razón, se
convierten en alternativa para minorías muchas veces de elite.
¿Desde dónde respondemos, desde la historia, desde los paradigmas educativos, desde
la rabia, desde la frustración, desde el deber ser, desde el otro? ¿Es posible, al margen de las
leyes del mercado y de los fundamentalismos segregadoras, construir una educación para la
vida, para la coexistencia, para el amor, para la libertad, para la salud, para la paz, para el bien,
para la belleza, para la verdad y para la confianza?
Lo primero que llama la atención con la pregunta es el acceso gratuito que se tiene a
cada uno de los “paras” señalados. Por contraste pareciera que lo que la educación chilena
actual lo que vende, es el derecho de acceder los privilegios el sistema económico ha creado y
valorizado desde sus conveniencias de poder y control e influencia social.
Los estudiantes con la voluntad doblegada, con la identidad herida de muerte, con los
satisfactores homogenizados, como diría Max-Neef, enloquecen por lograr lo que no necesitan
y nunca han querido, ellos y los padres sumados a esta concientización desde la legítima
inspiración de desear lo mejor para sus hijos, venden su tiempo, su esfuerzo y su dignidad a los
sistemas creados con la perfección de generar una nueva, legal y aceptada esclavitud, donde
tanto los padres como los hijos deben aceptar entregar una buena parte de su vida a los
“caporales” de los sistemas de poder. Los que han logrado que los estudiantes -y quienes los
apoyan- se alineen para el logro de sus aparentes fines, creen que se esfuerzan para la
concreción de adecuados fines y proyectos de vida, pero sólo lo hacen para mantener y
alimentar la cultura de la esclavitud, del sin sentido, del miedo y la no existencia.
doce o veinte años para desarrollar o generar los frutos en un árbol que siempre los ha tenido
o que más que depender del poder del otro requiere tomar conciencia de su propia capacidad
para llenarse de frutos. Así, la educación actual comienza a debilitar sus teorías, sus inversiones
y algunas de sus marchas, pues, ¿para que pagar tanto y ocupar tiempo para obtener lo que
siempre se ha tenido? Por cierto, que si lo que busco es una educación distinta -instrucción,
aprendizajes mecánicos o poseer las competencias que el mercado requiere- entonces- cobrar
tiene sentido, porque se vende un capital, un bien que está tarificado por el mundo financiero.
Lo que hace más fácil “venderse”, “competir” y “ganar”, y continuar reclutado en el ejército del
mercado, según C. Naranjo, y, por sobre todo, seguir confundiendo ser, con tener o saber.
Capítulo 5
_______________________________________________________________
1. Introducción
2. ¿Qué es la intimidad?
La intimidad pueda ser abordada desde múltiples enfoques teóricos, como el “yo-tú” o
el “nosotros” en la filosofía dialógica buberiana, desde la biología del amor, como un
acoplamiento estructural congruente sustentado en la validación al otro como legítimo otro en
el dominio de esa convivencialidad, desde un enfoque sistémico; como un encuentro
fortalecedor de las identidades de los interactuantes.
verde, no sólo no les resta el azul o el amarillo a los colores interactuantes, si no que por el
contrario, es a partir de esa experiencia de intimidad lo que a los colores señalados les
posibilita fortalecer su azulismo y su amarillismo, siendo además este fortalecimiento lo que
permite que el verde sea más plenamente verde. Por tanto la condición de una intimidad madura
es que en el acto de constituir el verde, no sólo no dejan de ser los colores que son, sino que
por el contrario los fortalece, y con ello el verde que generan.
Estos colores que son las identidades de los interactuantes, se encuentra en permanente
cambio, la falta de conciencia de este dinamismo es probablemente una de las principales
causas de las pseudointimidades o dificultades en las posibilidades reales de experimentarla.
Existen ciertas intimidades románticas e impuestas por el sistema de control social, las
que se reiteran, reduciendo la creatividad y limitando hasta la rutina el horizonte de la
multidimensionalidad de la intimidad.
La intimidad es un vínculo, acoplamiento, encuentro, que para que sea tal debe cumplir
con los siguientes requisitos:
b) Aceptación incondicional positiva del ser del otro (validándolo como un legítimo
otro, y en tanto diferente aceptar que piense distinto y sienta diferente. Con libertad de actuar y
responder con independencia de las expectativas y las predicciones)
c) Percepción de sí y del otro como seres completos y perfectos, por tanto la intimidad
para ser tal, debe constituirse en un modo de relación en que el yo no se “completa” o
“perfecciona” en el otro y éste tampoco se “completa” o “perfecciona” en el tú. Sólo este rasgo
fundamental de la intimidad permite que el yo y el tú accedan a la experiencia relacional de
95
fortalecerse en sus diferencias, legitimando simultáneamente la mismidad (el ser del sí mismo)
y la otredad (el ser del otro)
EJEMPLOS DE
TIPOS VERSIONES DE INTIMIDADES NUTRICIAS VERSIONES DE PSEUDOINTIMIDADES
INTIMIDADES
Estética Co-goce estético diferenciado y enriquecido por las Competir sobre la mejor elección o valoración estética.
identidades en intimidad.
Experiencia estética que enriquece la relación de los Influir para modificar o acrecentar el nivel de interés o goce
interactuantes. estético.
Conflictiva Experiencia que fortalece la relación de los Experiencia que genera o aumenta la negación de yo o del tú,
interactuantes. de los interactuantes.
Sexual Intimidad sexual integral u holística que incorpora el Intimidad fragmentada o atomizada donde se consideran
mayor número de dimensiones de los interactuantes sólo una dimensión (como por ejemplo la corporal) o una
(corporal, mental, emocional, espiritual, energética, parte de dicha dimensión (genitalidad)
entre otras)
Intimidad que incorpora el respecto por la diferencia Intimidad utilizada para satisfacer necesidades primarias no
96
de género o de opción sexual en distintos niveles de satisfechas (en un continuo que vas de menos a más
encuentros: pupilar, verbal, corporal o combinado con patológicas)
cualquier otra de las infinitas posibilidades de
intimidad humana.
Educativa Intimidad en que las díadas: docente-estudiante, Relación que por la invisibilización de algunos de los
estudiante-estudiante u otra modalidad, en la interactuantes no permiten la generación del “nosotros” en
construcción del “nosotros” opera fortaleciendo el la intimidad educativa.
desarrollo y madurez plena e integrada de las
identidades, así como la calidad y la hologramatidad de
la convivencia. (favoreciendo la salud y la felicidad de
los interactuantes)
- Transformación integral, experimentada por
educadores y educandos en la co-vivencia educativa Relación de intimidad educativa que privilegia o niega
dentro del dominio político, incorporando con ello la alguna de las dimensiones de desarrollo humano de los
significatividad y transferencia a la vida de la intimidad interactuantes.
laboral.
Laboral Intimidad co-laborativa experimentada en el contexto Relación que favorece la negación entre los trabajadores
del trabajo que fortalece la identidad y rol de los (competencias, prejuicios, discriminación, doble vínculos,
trabajadores involucrados en la convivencia. entre otras muchas formas de negación)
Intimidad laboral que fortalece el yo, tú y la relación Relación laboral que debilita o daña algunas de las tres
integral dimensiones involucradas en ella: el yo, el tú o la relación
emocional Intimidad empática y/o asertiva Comunicación que confunde, niega o no refleja la
emocionalidad de los interactuantes.
Intimidad en la holoemocionalidad /diálogos del Comunicación que racionaliza o mecaniza los diálogos a
corazón través de la reducción o intelectualización de la
emocionalidad de uno o más de los interactuantes.
Intelectual Intimidad de fusión de horizontes86 mediante el Dialogo de sordos o intentos por lograr que el otro piense
entretejimiento de los conceptos, ideas, argumentos o como uno.
discursos de los interactuantes.
Mediación holístico integrativa, en que dos o más otro Relación educativa de poder o influencia social mediante la
interactuantes utilizando su estructura cognitiva cual se oprime o somete el intelecto del otro.
colaboran co-constructivamente en el desarrollo
cognitivo de otro.
corporal Intimidad en el dominio de la holocorporalidad, en Interacción en que se somete la voluntad del otro a través
que los interactuantes se encuentran a partir de una hacer dócil su cuerpo.
co-conciencia corporal en el dominio político.
Intimidad en la conexión cuerpo-emociones-mente, Interacción en que se niega una parte o el todo corporal del
donde la corporalidad se co-asume como el punto de otro o de sí mismo en interacciones sustentadas en
referencia fundamental de la coexistencia. “deberías”, generadoras de comparaciones negadoras del yo
y el tú.
espiritual Intimidad de goce cósmico o conexión de la Intimidad en que se utiliza (a modo de préstamo) la
individualidad con la trascendentalidad, de la parte con espiritualidad de otro como propia, para suplir la carencia o
el todo o de lo personal con lo trascendental. dificultades psicoespirituales para acceder a ella.
Intimidad de conexión con el silencio menor87 y Interacciones pseudoespirituales en las que se pierde el
mayor, que permite a partir de la toma de conciencia enraizamiento y el juicio de realidad, lo que obstaculiza el
del existir de sí mismo de lo otro y de los otros, co- encuentro con los otros.
alimentar el espíritu y el alma de los interactuantes.
e) El único contexto posible de aprendizaje es el contexto del aquí y el ahora en que ocurre
la intimidad educativa coexistencial.
En este tema es fácil confundir oro con oropel, amor con pseudoamor y también
verdadera intimidad sexual con falsa o pseudointimidad sexual, esto ocurre cuando esta
88 Los niveles de la pirámide de de Maslow son las siguientes: fisiologicas, seguridad, sociales, estima, autorrealización.
89 Los memes son definidos como niveles de conciencia en el modelo de la "Spiral Dynamics" o Espiral del desarrollo de David
Beck y Chris Cowan.
90 Los tres cuerpos son: el físico, el espíritu y el alma.
99
intimidad es descrita y vivida, como la mayor parte de los procesos humanos, desde la
negación de sí mismo y del otro, desde la fragmentación91 de sí mismo y del otro, desde el
desamor de sí mismo y del otro, desde la restricción o anulación de la libertad de sí mismo y
del otro, desde la holopatologización de sí mismo y del otro, etcétera.
5. ¿Por qué a mayor intimidad educativa coexistencial menor abusos sexuales en los
contextos escolares?
91Es sabido que una de las características de la educación de la sexualidad, es que tiende ha impartirse atomizadamente, una
mezcla de partes desconectadas de información genital, y de una domesticación sexual con distintos grados de incorporación
de las dimensiones afectivo sociales y espirituales (también incorporadas como partes desconectadas del holoser)
100
procesos, deja de ser una intimidad coexistencia y puede recibir nombres como relación
conflictiva, vínculos sociopatológicos o pseudointimidad.
92 El silencio menor que según el filósofo Ismael Quiles es uno de los alimentos del espíritu, se puede homologar a la presencia
o conciencia de ser; donde y cuando se es.
93 Leer más en su obra, “La pareja humana: Relación y Conflicto”
94 Más información en “Juegos en que participamos” de Eric Berne
95 De acuerdo a la teoría de Gregory Bateson
96 Buscar más información la obra de Humberto Maturana.
97 Cabe recordar que para la psicología humanista experiencial de Carl Rogers: las características de un profesor actualizados
h) Porque la intimidad educativa coexistencial opera en el dominio político98 (del aquí y ahora;
único contexto posible del cambio, del amor y de la existencia), como condición generadora de
la coexistencialidad, este nivel de conciencia existencial inhibe el dominio de la menta y la
racionalización, no existe el autoengaño ni la utilización de mecanismo alguno que permita caer
en la pasividad moral o en la inconsciencia de no imputabilidad99.
Capítulo 6
_______________________________________________________________
100 Afirmación va más allá del reduccionismo que considera este “aprender” como tarea primordial o única de la educación o
circunscrito al “conocer”, o a los procesos cognitivos e intelectuales.
103
Este estudio propone un análisis igualitario del poder y responsabilidad que tienen
ambos interactuantes: estudiantes y docentes en la calidad (humana) de la convivencia
escolar. Además, cuando se democratiza este proceso de convivencia surge
inmediatamente tres tipos de interacciones: docente-estudiante: estudiante- estudiante y
docente-docente (ocasionalmente cuando existe la co-docencia). Desde la óptica de la
psicología sistémica, además de las tres díadas señaladas pueden surgir otras triadas,
como por ejemplo: docenteestudianteestudiante;
estudianteestudianteestudiante; docente estudiantedocente.
acciones y comportamientos, del mismo modo que cuando el estudiante se refiere por
alguna razón a su profesor (criticando, alabando o matices de éstos) se estará
simultáneamente refiriendo a sí.
Esta inseparabilidad es posible comprenderla y acto seguido aplicarla a la reflexión y
al hacer, a partir del principio de recursión de Edgard Morin y del acomplamiento estructural
congruente de Humberto Maturana. Tópicos que serán abordados en profundidad en el
desarrollo de este estudio. Esta recursividad fue asimilada e incorporada por la cultura
china a través del principio del yin y el yang de la filosofía china, como concepto
fundamental de todo lo existente en el universo, la modestia de este estudio sólo
pretende incorporarlo a la coexistencia docenteestudiante.
(f) También se considera un aporte que justifica este estudio, abordar el tema de la
convivencia escolar, un poco más allá que las habilidades sociales para la resolución no
adversarial de conflictos, sino más bien como una co-construcción óntica. Como un
tipo de vínculo que co-fortalece de modo simultáneo el desarrollo del ser del docente y
del estudiante. Si todo profesor ingresara al aula consciente de que cada día es una
ineludible e irrecuperable oportunidad de cultivar su ser y la de sus estudiantes, es muy
probable que abordara su existir y coexistir docente de un modo diferente. En esta
diferencia caben todas las posibilidades, con mayor compromiso, responsabilidad,
sentido o motivación, entre otras.
101El sacerdote jesuita T. de Chardin aspira a eliminar las divisiones entre las diferentes zonas de la realidad; según él, la
superación de la dualidad contradictoria de materia y espíritu hace desaparecer la oposición mundo y Dios. También destaca la
unidad del cosmos (dimensiones, espacio y tiempo), conocida es también su propuesta respecto a las tres envolturas o esferas
sucesivas de la tierra, donde cabe destacar la noosfera, que es donde se unen, en una especie de espíritu común, el sistema
evolutivo del pensamiento y de la consciencia humana y de sus productos.
106
102 Se refiere a mantenerse en el paradigma de la simplicidad, construida a partir de los principios de la física tradicional, que
describe toda la realidad, incluida la humana, como fragmentable, determinista, causalista y lineal.
103 Si bien será abordado más adelante, cabe recordar que Edgar Morín, construye su “edificio” de la complejidad en tres
(i) Otra teoría vinculada la temática estudiada es la psicología existencialista: Este tipo de
psicología se basa en la filosofía existencialista y tienes tantas bifurcaciones y
propuestas como ésta. Por lo extenso del tema, sólo se señalarán algunas ideas
asociadas al tema en estudio. Por ejemplo, Ronald Laing (1985), considera las
enfermedades mentales como un atascamiento existencial (en su mismidad o identidad)
originado de algún modo determinados condicionamientos ambientales o ecológicos
(otredad). Con ello Laing abre una nueva propuesta para lo que él llama “curación”,
reorganizar la personalidad fragmentada del paciente. Esta propuesta nos vuelve a
conectar con el alerta de la educación, que ha sido definida por reconocidos autores
como fragmentadora (Morin), enfermadora (Pichón Riviere) y cerrada o no ecosistémica
(Maturana). Parafraseando a Laing se podría agregar una educación estancadora de la
existencia de los estudiantes por condiciones ambientales y relacionales a-existenciales.
(j) Por otra parte, Ludwig Binswanger, otro representante teórico de la psicología
existencial, propone el análisis existencial como alternativa a los análisis psiquiátricos
tradicionales, en una paralelismo educacional equivaldría a que los docentes, más que
analizar las conductas y aprendizajes cognitivos de los estudiantes, a lo menos podrían
agregar un análisis existencial de sus estudiantes, especialmente de aquellos que les
presentan más problemas. Este análisis incluye descubrir la visión o el modo en que el
otro vivencia o diseña el mundo o la otredad. Parafraseando a la OSP (Organización de
Significado Personal) de Guidano podría intencionarse el descubrimiento de la
Organización de Significado de la Otredad (OSO) de los otros y de los estudiantes en
el contexto en que se realiza este estudio.
108
Conferencia realizada el miércoles 21 de noviembre en el año 2007 en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la
104
mismos la diferencias entre los distintos habitantes del mundo, con la distinción, que
dentro nuestro, son todos uno, en este contexto teórico la perdurabilidad del otro en la
propia historia, permite unir fuerza, a través del vínculo hologramático y permanente
con los otros, respetando los tiempos y los espacios, a quien viene más atrás y sujetar
las fuerzas de quien se encuentra por delante. Wilber (2001), en relación a esto que
debe respetarse y comprenderse en el otro y su cultura, propone los memes, al respecto
señala: ”La psicología del ser humano maduro es un proceso emergente que despliega,
oscila y se mueve en espiral y que está marcado por la subordinación progresiva de
viejos sistemas de orden inferior de comportamiento a nuevos sistemas de orden
superior mientras se cambian los problemas existenciales del hombre”. Las Dinámicas
del Espiral surgen inicialmente de una obra de Don Beck y Chistopher Cowan que
busca perfeccionar la investigación de Clare Graves. Dicha obra permitió el
acercamiento del más teórico análisis hacía la práctica, aplicando sus principios al
campo de la reestructuración empresarial, sistemas educativos y barrios marginales.
Ken Wilber, adapta está teoría otorgándoles aún más sentido y coherencia. Valentina
Correa (2011), en los fundamentos de su tesis de grado105 realizada en Muketurri,
Etiopía, donde evalúa el impacto educativo de un programa de misionero materno
infantil señala sobre este tema: “Las Dinámicas del Espiral consideran que el desarrollo
humano precede a través de ocho estadios generales a los que también denomina
memes. Un meme es simplemente un estadio básico de desarrollo que puede
expresarse en cualquier actividad. Son amplios paradigmas orientadores, un esquema a
través del cual interpretamos el mundo. Por lo tanto, incluyen ciertas creencias,
agrupaciones sociales, patrones de motivación y dinámicas organizacionales”
(Correa.2011). Finalmente cabe señalar lo que Wilber denomina “Los seis primeros
niveles son "niveles de subsistencia" y están marcados por lo que Graves denomina "el
pensamiento de primer grado". Luego tiene lugar una revolucionaria transformación
en la conciencia que implica la emergencia de los niveles de ser y del pensamiento de segundo
grado, del cual hay dos grandes olas no rígidas, sino olas fluidas, solapadas e
interrelacionadas que dan lugar a la compleja dinámica del espiral del desarrollo de la
conciencia” (Wilber, 2001). Sobre el mismo tema cita además a Cowen y Beck: “La
Espiral no es simétrica sino, muy compleja y, no evidencia, tantos tipos definidos como
mezclas muy diversas. Se trata más bien de mosaicos, redes y combinaciones” (Cowen
y Beck, 1996)
Capítulo 7
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Projimología coexistencial ● Educación para la vida plena ● Educación para la salud plena
● holoasignatura ● Ámbitos projimales ● Objetivos projimales ● Pseudoamor ●
Momentos perfectos ● Desligación ● Poesía de la vida
1. ¿Qué es el prójimo?
Prójimo proviene del latín del vocablo proximus. La real academia lo define como
“Hombre respecto de otro, considerados bajo el concepto de la solidaridad humana”. La
solidaridad para Morin, surge al igual que la responsabilidad cuando se hace consciente o
visible la hologramatidad, al quitarse la venda de la inteligencia ciega. La solidaridad igual que la
projimolidad surge del ser humano y se dirigen al ser humano. También es coincidente con el uso
que se da al término en la escritura bíblica, por ejemplo en Gálatas 5:14 se señala “Porque toda
la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Esta afirmación
contiene la conexión ecosistémica de la hologramatidad explicitada por Morin y la solidaridad
que le es inherente. Si bien está planteada como una ley, se puede inferir la simultaneidad
recursiva que existente entre amarse, ser amado y amar al prójimo.
(a) Puede ser-estando con priorización de lo corporal, incluso esta dimensión más exacerbada
puede ser-estar más o menos existenciada o más o menos completa.
112
(b) Puede ser-estando con priorización de lo mental o cognitivo, también utilizada en distintos
grados de completud.
(c) Puede ser-estando con priorización de lo valórico (axiopraxis), también con la posibilidad
de variar en matices de consciencia y por ello de responsabilidad y juicio.
También existen términos para expresar cuando estas dimensiones de explicitación del
ser-estando, se priorizan de modo contradictorio o disarmónico, se habla de disonancia
cognitiva cuando hace algo distinto a lo que se piensa o incongruencia cuando además ese
operar no es coincidente con lo que se siente.
La priorización plena y simultánea de todas las dimensiones del ser en el estar, también
tiene sus nominaciones, nirvana o expansión plena de la conciencia para la filosofía oriental,
experiencia cumbre para Abraham Maslow o momento perfecto en el lenguaje de Jean Paul Sartre.
2. ¿Qué es la projimología?
b) Actualizar el ser, este proceso presupone la perfección potencial del ser, y por ello entiende
que la meta de la existencial es ser quien se es. Ser quién se es, no es un condicionante menor,
requiere de acuerdo a Abraham Maslow, de la satisfacción de todas las necesidades
jerarquizadas en su pirámide y un encuentro indisoluble entre conocerse y amarse. Lo que para
muchos humanista es un acto simultaneo.
114
c) Instalarse en el cuerpo, proceso que tiene como prerrequisitos (i) recuperar la capacidad de
sentir las emociones, como cuando se era niño; al menos diferenciarlas claramente de
sentimientos, que obedecen a la formula: emociones más pensamiento, los que generalmente
evolucionan hasta quedar convertido sólo en constructos mentales, como por ejemplo una
emoción de rabia, que como todas dura un instante, semejante a una brisa que nos rosa la cara,
podemos convertirla mediantes nuestros pensamientos, en un rencor que dure día, semanas o
meses, o en un odio que nos puede atormentar y esclavizar toda la vida. (ii) otra condición es
aprender a centrarse o alinearse107, a juntar en nosotros todas las dimensiones constitutivas de
nuestro ser, en el tiempo y lugar en que somos. (iii) Lo que requiere a su vez de otro paso
previo, haber adquirido la conciencia corporal, haber aprendido que nuestro cuerpo es nuestro
referente fundamental de existencia, que existimos donde está nuestro cuerpo. (iiii) Ésto a su
vez conlleva la conciencia de sí, búsqueda de tanto caminos que buscan expandirla hasta lograr
una plenitud, que permita tener una conciencia de lo otro y de lo trascendente. Utilizando la
comparación que el filósofo argentino Ismael Quiles hace del hombre; como un resorte visto
desde arriba en el cual se puede percibir como un todo continuo tres cuerpos: el físico, el
espiritual y el alma, podemos sintetizar señalando que instalarse en el cuerpo requiere de la
inseparabilidad de los otros dos cuerpos, y como también lo señalan algunas cosmovisiones
orientales, requiere de que los tres cuerpos sean adecuadamente "alimentados" : el cuerpo
físico de relajación, de nutrientes saludables, de cariño y de movimientos armonizantes; el
cuerpo espiritual de belleza y de silencio menor (consciencia y gozo de lo que es donde soy-
estoy), y el alma de silencio mayor que equivalente a la oración o al diálogo directo con los
trascendental o Dios.
d) Apertura al ser del otro, así como se afirma frecuentemente que "amar es una decisión",
enfatizándose que el amar es una acción "unívoca", porque no espera nada desde del otro, ni se
cobra o construyen expectativa sobre las reciprocidades con que el otro puede responder al
amor otorgado. La apertura al otro, no lleva expectativa alguna sobre cuanto el otro debe
responder a este gesto. El gozo y la plenitud está en ese acto, éste por sí es suficiente y
completo, es un gesto que sólo por hacerse tiene todo su sentido personal y transpersonal.
107 Las prácticas gestálticas, transpersonales y de ciertas técnicas ancestrales y algunas culturas orientales, en este acto de "hacer
presencia", de "ser testigo de sí", lo que se busca alinear es espíritu y personalidad, incluyendo por lo general dentro de esta
última: mente, cuerpo y emociones.
115
cuando éste sea un "mensaje yo" o mensaje asertivo, cuando se le comunique de modo directo
e inequívoco desde que emoción se le está conversando.
h) Capacidad de asombro intacta, para experimentar en cada instante al otro, como si fuera por
primera vez. De esta capacidad depende que cada vez que se está y se vuelve a estar con un
prójimo, se viva como un momento inédito e irrepetible. Al experimentar al otro con la mente
limpia, se coexiste con él con nuevos pensamientos y emociones. Sin comparaciones ni
prejuicios, sólo entonces se hace fácil ver al otro como único e irrepetible, como legítimo otro
o como un ser al que sólo es posible aceptarlo incondicionalmente. Esta dimensión también
requiere de la frescura y naturalidad del volver a ser como niños.
116
i) Saber explicitar la aceptación o amor al otro de modo tal que el otro lo comprenda. Lo
importante no es decirle o expresarle al otro-prójimo que se le ama, lo que imprescindible es
que el otro entienda sin lugar a dudas que se le ama. De todas variadas formar de expresar el
amor, la psicología humanista considera que el escucha al otro en forma activa o refleja, es el
modo más efectivo. No cabe duda que todo prójimo se sentirá muy valorado, importante y
querido, cuando un otro dedique un tiempo de su vida sólo para disfrutar su existencia, sin
tratar de enseñarle o cambiarle nada, y sobre todo sin estar atento a un pseudo-otro con el que
puede pseudo-comunicarse mediante algún sofisticado medio de comunicación virtual.
j) Consciencia del acomplamiento estructural congruente con el que se coexiste con el prójimo,
Saber que cuando hablo del otro se está hablando de sí mismo, permite comprender que el
prójimo a nivel vincular, es en gran medida una construcción de quién interactúa con él. Por
tanto, la forma de cambiar el modo en que el otro se relaciona con uno, es cambiando el modo
en que uno se relaciona con él. vale decir que el otro para su cambio requiere de mi cambio.
Incluso sus roles habituales requieren de un otro que los constituya. Cabe distinguir que este
acoplamiento no ocurre a nivel ontológico, cuando la relación es con el ser del otro, al
vinculante sólo le corresponde validar y actualizar el ser de ese otro. No debe confundirse ser
con hacer en ninguno de los niveles de desarrollo humano.
l) Distinguir el ser del otro y el debería ser del otro. Los teóricos de la programación
neurolingüística sostienen que debería es la palabra más dañina de nuestro idioma, que cada
vez que se usa es para hacer referencia a algún error o carencia, que sólo desempodera. Paul
Watzlawick, el importante teórico sistémico de la comunicación humana, la instala como
protagonista de su libro "El arte de amargarse la vida". No es lo mismo interactuar con el
prójimo que es, y por ello completo y perfecto en dicho contexto covivencial, que hacerlo con
él que uno espera que sea. Como eso otro no existe en el dominio político, la intimidad
coexistencial no es posible, sólo es factible relacionarse parcial o fragmentadamente con él.
Además se enfrenta al otro desde la amargura, decepción o incomodidad de no estar con el
prójimo que se desea, al compararlo con un otro, que sólo existente como una creación mental.
En síntesis esta indiferenciación entre ser y deber ser, implica dos tipos de negación: (a) La
negación del ser político del prójimo y (b) La negación de la totalidad perfecta del ser del prójimo.
a) Ser existente-vivo-presente-estando-completo.
b) Saber, mediante acciones que se sintonizan con la identidad del otro, explicitar amor
fraterno.
c) En todo aquí y ahora, en la co-habitación del contexto existencial, lograr que el prójimo
se experimente siendo- visto, siendo-existido, siendo-legitimado, siendo-sido.
d) Potenciar en la intimidad coexistencial, que el prójimo se sienta más sano y más feliz.
f) Tener la capacidad de reflejar el ser del otro, sin mapas mentales o deberías ser de ese otro.
(desde la ontología hermenéutica y no explicativa)
108 Sobre lo señalado puede encontrarse información en la obra de Víktor Frankl: "El hombre en busca de sentido"
109 La experiencia señalada es relatada por Juan Casassus en su libro: "Camino en la oscuridad"
118
3. Projimología educativa
Sin duda, que el gran desafió de los postulados teóricos es su aterrizaje a la realidad;
¿cómo lograr que la projimología se constituya en una transformación curricular? No en
cualquiera, sino que en la más fundamental e inherente al ser de las personas.
Faltando mucho camino por recorrer, muchos puntos ciegos que superar y demasiado
por estudiar, se señalan a continuación algunos esbozos de propuestas:
a) Potenciar la formación de los docentes, en aquello que requiere ser considerado como su
principal herramienta de trabajo, su ser (sí mismo, yo, self, persona), esto implica a lo menos,
que en cada semestre de su proceso de formación, tenga incorporado en su programa cursos-
talleres-experienciales para fortalecer su proceso de individuación, de vinculación y de
trascendencia. Proceso que a través del dominio de estrategias transformadoras, les permitan
colaborar de modo efectivo en el desarrollo de los ejes pedagógicos: liderazgo, gestión
curricular, administración y convivencia escolar, entre otros.
Entre otras lucideces permitiría a los actores educativo a coexistir con la consciencia; de
que el otro es un reflejo o complemento del cómo él se relaciono con el otro. Por ejemplo,
cada vez que critica o enjuicia a un prójimo, se está criticando o enjuiciando a sí mismo,
porque el otro es una construcción, reflejo o complemento de cómo él se relaciona con ese
otro. La falta o defecto que veo en mi prójimo es mi propia falta o defecto.
projimológico, será difícil que alguna acción anti-prójimo logre tener la influencia o el poder de
enfermar o amargar la vida o de convencerte que sólo eres merecedor de una pseudo-salud y
de una pseudo-felicidad, estableciéndote impositivamente los modos y los precios.
Nunca más se separaría el “yo” del “tú”. El feliz sabría que en ese acto íntimo está
colaborando con la felicidad de toda la otredad, el sano sabría que con sus acciones y hábitos
de autocuidado, está colaborando para que todos los prójimos tengan una vida más saludable.
Se sabría que cuando ama o legitima a los otros, se está amando y legitimando a uno mismo,
que cuando se ama y se libera, se está amando y liberando no sólo a los sistemas circundantes
(familia, comunidad, país) sino que además, a todo el planeta y a todas las generaciones
venideras.
¿El objetivo de la educación es lograr que los estudiantes obtengan puntaje nacional en
la pruebas de admisión a la educación superior? o es más bien, ¿un medio para el logro de una
integración socio-afectiva nutricia en los distintos ámbitos projimales en que se desenvuelven?.
Sin duda que es más fácil preparar para una prueba que preparar para la vida. ¿Qué está
diciendo un padre cuando afirma?: “Una buena educación es el mejor legado que le puedo
dejar a mi hijo”, lo más probable es que coincida con muchos sistemas educativos y estime que
tener mucho conocimiento, con notas y puntajes que lo acrediten, es un buen legado. ¿Será
suficiente para que se realice humanamente como trabajador, como pareja o como padre?
¿Cuándo, dónde y quiénes le enseña a contextualizar sus aprendizajes, sus éxitos profesionales
y académicos con una vida nutricia, feliz y saludable?
No cabe duda, que puede resultar difícil aceptar, que en un sistema educacional hubiera
una macroasignatura única, a través de los cuales se integraran todos los saberes. Sin embargo
tiene sus fundamentos, primero la fragmentación del conocimiento humano en sectores y
subsectores, es una simplificación que contradice todos los postulados del paradigma de la
complejidad, de los nuevos hallazgos de la neurociencia y de la física cuántica. La realidad es
integrada y nuestros sistemas de comprensión de esa realidad operan integradamente, entonces
¿por qué no lo aplicamos en la educación? Por otra parte, estudios de la ontogénesis y
filogénesis del aprendizaje, corroborar dicha hologramatidad epistemológica, validando y
121
Otra opción, es que todas las asignaturas se projimolicen. Para que aprender ciencias y
matemática, incluya además de su dominio instrumental, lo que se hará explícitamente con
esos aprendizajes: pro respeto, pro confianza y pro validación de los otros. Para que se
desarrolle un lenguaje, cuya finalidad esté centrada fundamentalmente en la comunicación
activa y refleja con los prójimos.
Sin duda que hablar de projimología es hablar de intimidad, ambas son dependientes de
la calidad de la mismidad y la otredad, ambas determinan el nivel de liberación, actualización y
construcción de la identidad y la intimidad. Por ello pensarlas en el contexto educativo, no es
menor, porque niños y niñas se aprende a coexistir con el prójimo, según el modo que sus
prójimos próximos (principalmente en la familia y en la escuela) coexistieron con él. Es en
esos contextos donde hay que "meter mano", donde vale la pena invertir tiempo y recursos
(fundamentalmente humanos).
h) Como el espacio tiempo de la plenitud coexistencial: No basta con ser para uno, ese
es un camino incompleto y desconectado: Ser para otro o ser para que otro sea, completa el
camino, une conscientemente lo que siempre ha estado unido. Según el budismo no basta con
meditar para encontrarse consigo mismo, en una mismidad o enclaustrada, ese es sólo el
primer paso, el segundo es salir al otro, encontrarse con la alteridad, después de la mismidad
viene la otredad, después de ser se puede co-ser, después de existir se puede coexistir. Quién es
sólo una parte consciente de sí, sólo tiene la capacidad de encontrarse con una parte del otro.
Quién es todo lo que es, puede encontrarse con todo lo que el otro es. Sólo quién es pleno en
sí puede hacer existir la plenitud del otro. Este coexistir sólo es posible donde los dos
coexistentes son, no hay encuentros de existencias en lo que no existen y estos una de las
tareas primordiales que deben aprender es a ser en el único contexto posible del ser, en el aquí
el ahora, los otros diferentes corresponden al no ser, como por ejemplo el “debería ser”, lo
que fue o lo que será. Los tiempos condicionales, pretéritos y futuros están reservados sólo
para el ser semántico o mental.
(a) Los profesores espejos transformadores: En esta categoría caben los docentes que
reflejan al estudiante que “es” en forma activa y refleja, logran que los alumnos se sientan
vistos y legitimados en el tiempo y contexto en que existe, por ello es transformados porque no
existe otro contexto posible más que el aquí y el ahora, lo que coloca a los estudiantes y al
docente dentro de la vida y en la posibilidad única y real del cambio.
(b) Los profesores nutricios: Se puede denominar a un profesor como nutricio, cuando en el
contexto interactivo fortalece la identidad de su interactuante tanto como la propia, así como
cada una o la mayor parte de las dimensiones de desarrollo del estudiante y de sí mismo. Lo
mismo debe ocurrir con la intimidad la que debe ser nutrida o fortalecida en las vinculaciones
establecidas en la recursividad relacional profesor-estudiante. Se considera como opuesto a
profesor conflictivo que debilita todas o algunas de las áreas mencionadas.
(d) Los profesores holísticos: Se pueden catalogar así a los docentes que en el contexto
relacional son portadores de una mirada hologramáticas, vale decir de validar e incorporar en
toda acción y acto vincular la realidad como articulada, constituidas por partes inseparables,
ligadas en todos los posibles dominios y contextos existenciales.
125
(e) Los profesores libres: Para que un docente pueda ser designado de este modo necesita
no sólo alcanzar las denominadas autonomías para alcanzar la madurez: económica, afectiva,
social. Necesita de algo aún más liberados saber amar, incluido a sus estudiantes, sin generar
ningún tipo de dependencia del otro para sí o de sí por el otro. Asociada a esta capacidad para
ser libre también requiere de saber existir, también sin depender para ello de sistemas de poder y
de control social y del mismo modo no haciendo que de su existir dependan otras existencias.
Los mismos principios y características son las aplicadas a los estudiantes. Sin embargo,
para visualizar lo importantes desafíos que debe enfrentar una educación coexistencial, para
cada categoría de estudiante se indicarán las potencialidades que debe desarrollar. También
como un modo de disminuir lo aparentemente utópico de la propuesta.
(g) Profesores completos: son aquellos que no necesitan completarse con sus estudiantes,
no requieren fragmentarlos o verlos parcializadamente (prejuiciadamente) para pseudos
finalizar su rompecabezas (“identidad”). Tampoco se fragmentan a sí mismos utilizando alguna
de las piezas de su rompecabezas para pseudocompletar a algún estudiante y con ello hacerse
necesario, pseudoadmirado y establecer una relación de poder basada en la seducción, o la
generación de dependencia que constituye aun tan frecuente como invisibilizado tipo de
esclavitud socioafectiva, que daña por igual al “esclavo” como al “esclavizante”.
Todas las categorías y descripciones realizadas pueden aplicarse a los estudiantes porque
las relaciones humanas son recursivas y co-construidas. Por ello, sólo se señalaran algunos
tipos de estudiantes (o identidades) que es posible encontrar en la contextualizad de la
intimidad educativa.
Pueden designarse de ese modo, a los profesores que en el contexto educativo hacen y
viven en coherencia con su identidad, y por ello con su sentido existencial. Vale decir, que en
su ser educador personal-profesional (que en este ámbito son inseparables) hacen lo que
quieren y no hacen lo que no quieren. Dignidad identitaria o dignidad que le permite no sólo
126
existir siendo lo que son, sino que además coexistir con otros sin dejar de ser quien son y sin
restarle identidad a sus coexistentes.
Profesores modificables son profesores vivos o existentes, que no son “muertos vivos”
(Platón) o máquinas artificiales (Maturana) o sistemas cibernéticos de primer orden (Wienner).
Tienen la plasticidad propia de la sanidad en este caso pedagógica. Poseen la libertad y la
capacidad de liberar. Poseen la existencia y la capacidad de hacer existir. Tienen la habilidad y
disposición para aceptar e integrar el universo (de la mismidad) y el multiverso (de la otredad),
creen incondicionalmente en su modificabilidad holística y en la de sus estudiantes. Se auto
asumen como sistemas constitutivos (no como sistemas sumativos) en lo teórico y lo práctico
saben que se constituyen según el contexto en que se encuentran y reconocen la misma
cualidad en sus estudiantes. Se saben co-constructores del otro y de sí mismos. Saben que la
otredad es construida según el cómo se acopla con ella su mismidad. Se sabe modificador del
otro a partir de la modificación de sí mismo. Por ello, opera desde un claro protagonismo o
locus de control interno y lo exige de igual modo en sus estudiantes.
110
Frase expresada por Nicanor Parra, al autor de este libro, enseñándole sobre la emoción social.
111
Señalado en Informe Delors elaborado por la UNESCO en el año 1996.
127
Los estudiantes, complementos relacionales de los profesores con los que coexisten,
son siempre co-responsable de la calidad de la relación (intimidad educativa coexistencial) y del
modo en que éstos se constituyen identitariamente (identidad educativa coexistencial)
Seamos consecuentes, junto con luchar por terminar con la opresión, cosificación o
negación de los estudiantes, a través de múltiples propuestas de liberación, de empoderamiento
o emancipación. Demostrémosles en el dominio de la coexistencia, que confiamos realmente
en ellos, restaurándole la libertad que siempre les ha pertenecido sin olvidar nunca de agregarle
la responsabilidad que esta libertad conlleva. Exigir es un modo de expresión concreta de la
confianza y de la validación en la capacidades del otro. La responsabilidad y la solidaridad,
como ya lo ha señalado Edgard Morín, surgen espontáneamente con la conciencia
hologramática. En lenguaje projimológico, cuando la otredad toma conciencia coexistencial de
la mismidad y la mismidad toma consciencia coexistencial de la mismidad, ocurre lo que tanto
buscamos y esperamos, el otro sabe y siente que lo que le hace al otro se lo hace a sí mismo, y
que lo que se hace a sí mismo se lo hace al otro. Entonces la salud y la felicidad de todo
profesor se hace inseparable de la salud y la felicidad de todo estudiante y viceversa. Porque la
co-salud y la co-felicidad de ambos es fruto de la responsabilidad y solidaridad , también de
ambos.
Los estudiantes que alcanzan este nivel de actualización, son capaces de dos procesos
primordiales:
i) amar
i.i) existir
Los Estudiantes son ecos transformadores de la identidad de los docentes, así como
los docentes son ecos transformadores de la identidad de sus estudiantes. Entiéndase desde la
identidad-negada hacia la identidad-validada. Transformar la pseudo-indentidad , el paralogísmo o
la máscara, en la identidad-verdadera o en el si-mismo que constituye a toda persona en lo que es
o en el milagro existencial único e irrepetible que es. Estudiantes y docentes son ecos
ontológico, que reflejan y fortalecen recíprocamente el ser de cada uno de ellos.
Por esta vía, el educador puede lograr que sus estudiantes sean quienes son y
construyan una vida congruente con lo que son, facilitándoles el ejercicio responsable de su
libertad y el fortalecimiento de su locus de control interno. Convirtiéndolos en protagonistas
de su existencia escolar y post-escolar. Colaborándoles en el proceso de convertirse en
personas autogestionadoras de sus aprendizajes y autodisciplinadoras de sus actos.
130
5. Consideraciones finales
Debe tenerse en cuenta, que cosechar la projimología educativo sólo es posible, cuando
se ha cultivado la intimidad y la identidad educativa coexistencial, cuando la mismidad y la
otredad son los protagonistas fundamentales del quehacer educativo.
Sólo cuando se deja de ver la propia mismidad (que siempre es un todo completo e
integrado) por experiencias de negación propias o “ajenas” (desde la mirada hologramática no
puede existir algo ajeno al ser), pueden generarse procesos de creación de un pseudoser , como
por ejemplo, inventarse una identidad o pseudomismidad (narciso) o asumir una ajena como
propia (narciso complementario), entre otros. Estas negaciones o visiones parcializadas de la
propia identidad llevan a construir pseudointimidades o relaciones de dominación o
dependencia.
En síntesis todos los vínculos que se parecen al amor al prójimo sin serlo, similar a una
muy buena imitación de un original, se construyen a su vez sobre el daño o falsificación de la
mismidad y la otredad. Él que necesita el ser del otro para ser, convierte la mismidad de los
seres involucrados en dos pseudomismidades y el encuentro existencial en una
pseudointimidad, porque no pueden coexistir legitimamente quién niega la otredad del otro
coexistente.
Sin duda que este diagrama se puede completar y parafrasear, sumándoles la dimensión
educativa y coexistencial, y se puede hablar de mismidad educativa coexistencial, de
otredad educativa coexistencial y de intimidad educativa coexistencial, pero ese es
precisamente el objetivo de este texto; explorar en la valorización y conceptualización de cada
uno de estos tópicos en el contexto educativo. La articulación hologramática por ahora, ha
quedado explicita la interdependencia que existe entre ellos, tanto para construir la versión
conflictiva o psicopatológica de cada uno de ellos como la versión nutricia o coexistencial.
Capítulo 8
_______________________________________________________________
Para cambiar la educación se debe cambiar el modo de pensar, esta es una de las ideas que
destacan los seguidores de la epistemología de la complejidad de Edgad Morin. Es sin duda
una buena propuesta, pero su efectividad depende de quién la tome y de como la utilice.
Cambiar el modo en que se describe la realidad no asegura del todo que modificaré el modo de
coexistir en esa realidad. Se hacen muchas cosas que se piensan como perjudiciales. El peligro
principal del pensar desconectado de los fenómenos humanos en el aquí y el ahora, es que
quede reducido sólo a un recurso instrumental, que difícilmente se transfieran a la realidad
personal y a la de los otros. La hiper- epistemologización, sobre todo del que cree que piensa
distinto a todos y que además es poseedor del mejor lente gnoseológico, puede generar distancias
abismales entre su ser y el de los otros. Estos alejamientos pueden ser producto de un
narcisismo que se inicia por un distanciamiento del yo-real y se prolonga con la separación del
yo-inventado, o por el solipsismo y fragmentación que conlleva sustentar la coexistencia en el
modo de pensar. Esto puede, además de generar distancia, favorecer el olvido y el dominio del
otro.
113 La síntesis de este cambio está dada en los principios de la epistemología de la complejidad: el Principio de Recursión que
permite conocer y por ello vivenciar ecosistémica y constructivamente la relación con los otros, el Principio dialógico, que permite
aplicar la doble dialéctica en la relación con la realidad y los otros, superando con ello el principio de contradicción y la
tendencia a dicotomizante, impuesta por el pensamiento occidental y el Principio hologramático, que permite percibir, en la
relación con la realidad y los otros, el complexus o maraña de acciones y retroacciones que permite en la vinculación con el
prójimo, estar consciente del entretejimiento de la parte en el todo y del todo en la parte.
135
114Los contenidos que se considerarán en esta descripción y análisis, son los abordados por Edgar Morin en una conferencia
que dictó en Santiago de Chile en junio del año 2008.
136
tiene en Osorno. Qué importante es estar con amigos, porque sí, sólo por establecer un
encuentro en la incondicionalidad del amor, simplemente para disfrutar el estar con
otro, para coexistir en el encuentro de dos historias ya tejidas que se reencuentran para
compartir y beber en una misma copa toda la nueva agua corrida bajo el puente, para
restaurar algunas tramas desgastadas y para continuar escribiendo la poesía de la vida,
donde ni una sola palabra es descarnada, inodora o insípida. Poesía cuyos versos nadie
registra para convertirlos en textos públicos o descontextualizados.
c. No hacer del bienestar un malestar, Morin señala como ejemplo ello, el aumento en
el uso de antidepresivos y psicotrópicos, denuncia el hecho de que millones de
comprimidos sean consumidos cada noche en Francia. ¿Se estará construyendo una
civilización del mal difuso, del escapismo, de una tendencia que impone la degradación
de las cualidades de la vida? Inevitablemente resuena en la mente la conocida frase de
Nietzsche “mal se tú mi bien”. La afición al escapismo virtual, al más vale mal
acompañado que solo, al “avestruzismo”: Aumenta en el lenguaje platónico el número
de vivos muertos, o al menos, el hábito cada vez más común de “Morir un poco”, de
una forma de inexistencia creada por la propia existencia; por la auto declaración
personal de incompetencia para la vida, de sentirme más vivo cuando más muerto se
está, más presente en el estado de mayor ausencia.
¿Es necesario saberlo o sólo disfrutamos el viaje? ¿Pedimos que paren la “micro”?,
¿mejor saltamos por la ventana?, ¿la secuestramos y la llevamos en la dirección que nos
parece la correcta?
¿La logoterapia tiene la respuesta?, ¿la Biblia?, ¿los maestros de luz? En este apartado sólo
una lluvia de preguntas. ¿Tenemos paraguas?
e. Hay que crear sentidos de pertenencia: No somos de ninguna parte, nos sentimos
excluidos de la familia, de la ciudad, del país (aumentan las agrupaciones alternativas de
pertenencia, micro sociedades que se conforman desde la descomposición de la
sociedad). ¿Qué sucede que nos echan de todas partes?, nos expulsan de la sala de
clases, en la familia somos el segundo, tercer o cuarto excluido, en el trabajo nos hacen
la “ley del hielo” y como protagonistas de una especie de “Crónica de un despido
anunciado”, trabajamos por años con la maleta lista junto al escritorio.
f. Fortalecer a los adolescentes, porque son el eslabón más débil de la cadena social,
producto de la desintegración de la vida y de la sociedad. El mundo de los
adolescentes se construye en un tejido trivial de la civilización, la adolescencia se
construye en la descomposición, en el deshilachamiento del complexus de nuestra
civilización.
Se necesita con urgente una educación integrativa, una medicina integrativa, una
epistemología integrativa, un coexistir integrativo.
les perturbara su ausencia. Nos enfermamos de indiferencia, “no estamos ni ahí”, nos
sumergimos en el anonimato, y con desconocimiento de nosotros mismos, nos
rodeamos, casamos y criamos a otros desconocidos que descritos como tal, lo hacemos
desechable, olvidable y postergable.
k. “Escribamos” más y más “Poesía de la vida”: existen las obligaciones sin placer,
con resistencia y la “poesía de la vida”, lo que se hace por amor, amistad, o encuentro.
Que bueno que están aumentando las comunidades sin rejas con espacios y actividades
comunes, donde la danza grupal, la conversación se hacen en lugares abiertos y
circulares.
115 Se hace un parafraseo del concepto de Vigotsky que hace referencia a un potencial de aprendizaje que se puede actualizar
mediante la mediación.
116 Cabe recordar que Rousseau señala que el individuo participa inevitablemente en una sociedad corrupta, y que puede
conservar su bondad natural, mediante un sistema educativo que le permita al “hombre natural” convivir en dicha sociedad
corrupta.
140
Vivan los coloquios, los amigos que se juntan simplemente a dialogar sobre sus
vidas. Destacaba Morin las agrupaciones informales que surgen en el ámbito laboral
para el placer, la alegría y el autocuidado.
Hay un inconsciente colectivo que resuelva mejor los problemas que la conciencia
parcelada de los políticos y los técnicos. Defensa de la vida como un hábito, avanzar de
141
Capítulo 8
_______________________________________________________________
LA LECTURA COEXISTENCIAL
Temas del capítulo
142
________________________________________________________________________________________
Tipos de lecturas ● bibliotecas vivientes ● mapas coexistenciales
Basta con preguntarle a cualquier persona ¿cuándo aprendió a leer?, para poder inferir
cual es su concepción de lectura. Si responde antes, durante o al término del primer año básico,
nos informa que describe como leer la capacidad de decodificar los signos lingüísticos. La Mafalda
con su agudeza crítica en una de sus intervenciones intelectuales señala volviendo del colegio
después de sus primeras lecciones de lectura: “ahora ya puedo hablar en lenguaje escolar, mi mama me
mima, eso oso soso sesea”. Ana María Kauffan por su parte, sobre este tipo de aprendizaje lector
expresa: “sólo a un educador o una persona que tiene la expresa voluntad de enseñar a leer a
otro, le enseña la letra descarnada”. Decodificar signos es una parte del leer pero no es todo el
leer, sin duda que esta confusión es lo que ha causado estragos en el desarrollo humano, social
e intelectual, al ser la lectura una destreza instrumental del cual dependen la adquisición de
muchas otras competencias, es posible que haya incidido en el debilitamento del edificio
cultural de generaciones.
Qué distinto habría sido todo, en los diferentes niveles de educacionales; incluida la
superior, si los docentes no hubieran dado por hecho que sus estudiantes sabían leer 117 y se
hubieran ocupado en cada asignatura de enseñarles a leer los textos que les asignaban. Porque
basta avanzar un peldaño en la escalera paradigmática y dejar atrás el modelo perceptivo-
motriz118 del concepto de lectura, para encontrarse con la propuesta cognitivolingüística, donde
leer es comprender, es decodificar los significados, por lo tanto leer es interpretar
semánticamente cualquier significante, (textos escritos, dibujos, símbolos, mapas) obviando
incluso la decodificación de los signos lingüísticos. Claramente el desarrollo de los modelos de
lectura van ampliando la mirada, e incorporando las concepciones anteriores, dentro de una
óptica ampliada donde los árboles no impiden ver el bosque. Donde una concepción que es
117Si como se ha señalado no; hubieran hecho equivalente leer, a codificar fonografemas.
118 El modelo que centra el aprendizaje de la lectura en la conducta externa y observable de traducir los grafemas a sus
fonemas equivalentes, está asociado a la psicología conductista y recibe distintas denominaciones, siendo la más común la de
modelo de destrezas, al que se vinculan los métodos de lecturas analítico-sintéticos, fónicos, que se sustentan en el principio de
dividir el lenguaje escrito en sus unidades mínimas (fonografema) y con un criterio de linealidad progresiva van uniendo estos
fragmentos para formar otros mayores. Obedece a los principios del paradigma de la complejidad que opera desde el supuesto
de que es más fácil conocer la realidad si se escinde o fragmenta en partes, esto usualmente se traduce en una perdida de la
percepción holística y en una ceguera para ver la complejidad de la realidad, donde el lenguaje tampoco es diferente, porque
también constituye un todo en sí, de hecho métodos globales y holísticos han sido intentos por abordar el aprendizaje de la
lectura desde esta óptica.
143
parte no se atribuye el estatus de totalidad, vale decir donde la hoja no es el árbol, ni el árbol es
el bosque.
Otro peldaño de la escalera que permite tener una visión más amplia de la lectura, es el
modelo holístico interactivo, que construyó su propuesta teórica y práctica, observando las
condiciones contextuales de la ontogenia del lenguaje, y las características relacionales y
ambientales que permiten el surgimiento de “lectores espontáneos”. Estas observaciones
permitieron conocer las etapas y características de la psicogénesis de la lecto-escritura,
asociada a factores relacionales, como la validación del error, el uso de lenguaje significativo,
los ambientes letrados, el valor de la interacción mediadora y la importancia de describir tanto
el lenguaje (incluido el escrito) como al hablante y lector como una totalidad: física cognitiva y
socioafectiva.
Algunas aproximaciones a esta propuesta se pueden inferir desde dos lecturas del
constructivismo. La primera permite comprender la lectura desde la construcción intimista del
aprendizaje, cada texto (aprendizaje) nuevo se combinada con los procesados con anterioridad
y se construyen nuevas estructuras o andamiajes cognitivos, esta es una manera de multiplicar y
119El modelo psicolingüístico, se encuentran bajo el paraguas teórico de la psicología cognitivista, algunos de sus principales
teóricos son Frank Vellutino y Keneth Goodman, quienes basados en las concepciones de los autores clásicos de esa corriente
elaboraron, tanto explicaciones para la etiología del retardo lector específico, como para el aprendizaje de la lectura,
describiéndola como un proceso cuyo desarrollo dependía fundamentalmente de la madurez de las funciones psicolingüísticas:
semántica, sintáctica, fonológica y prágmática.
144
Otras aproximaciones que valen la pena señalar son aquellas, que incorporan
metodología que vinculan los textos con las experiencias previas de los estudiantes, esto
claramente dentro de marco de la teoría sociocultural de Vigotsky, y le permite al lector activar
su zona de desarrollo próximo antes de la lectura, o contactarse con las experiencias y
significados vivenciales que lo contactan con tópicos, temas, expresiones, hechos u otros
componentes del texto escrito. Dentro de esta perspectiva algunos autores proponen que los
niños y niñas aprender a “leer en redes”, según ellos establecer relaciones entre los textos y
entre los textos y las experiencias personales del lector, facilita la construcción de una
“memoria literaria estructurada”, construida por el conjunto de los libros leídos y por su
procesamiento colectivo e individual, los cuales son un referente que ayuda a la comprensión
de los textos en profundidad.120
¿Cuándo se abre el libro frente a nuestros ojos? Al respecto existe una máxima que
sostiene que el acceso al objeto forma parte de ser del acceso, ésta puede aplicarse para afirmar que el
contacto con toda realidad actual, incluidos los libros y sus contenidos, comienza con nuestra
gestación, toda vez que aceptemos que somos sistemas cibernéticos de segundo orden o
sistemas observadores. En este acceso al objeto, inclúyanse el cuándo, el dónde, el de quién se
obtuvo el libro, además de toda la historia de interacciones que antecede el momento de su
lectura.
Todo ejercicio o actividad que preceda a lectura en pro de expandir nuestra conciencia,
cognitiva, lingüística o existencial sin duda que va a redundar en la “construcción” del texto. Al
respecto cabe hacer otra distinción de que un libro es en tanto es leído por alguien, es el lector
quien hace existir el texto. No existe un texto ( a no ser que sea entre paréntesis) antes de ser
leído. por ello no es posible leer dos veces el mismo libro. Aunque parezca tétrico muchos
anaqueles están repletos de libros muertos, que sólo nacerán a la vida, cuando sean
despolvados y “existidos” por un lector-existente. Si el lector se encontrara en un estado no-
existencia o de latencia existencial el libro continuará siendo cadáver, por mucho que se muevan
Extraído del texto: “Libros y más libros al alcance de la mano” Entrar al mundo de la lectura escrita de A.
120
sus componentes lingüísticos dentro del ataúd, le faltará el aliento de vida que requiere de un
lector vivo y por ello con la capacidad de otorgar vida.
Todas las acciones que se realicen por “avivar” a aumentar el grado de existencialidad del
lector, favorecerán la cantidad de existencia del libro y la posibilidad de una lectura
coexistencial, para que se entretejan dos existencia se requieren dos existentes.
Desde el principio hologramático, resulta difícil aceptar como los textos escritos como
el mejor y mayor registro de la existencia humana. Muchos autores que han definido y
estudiado otras alternativas como: el inconsciente colectivo, los mitos como registro de lo
cultural y lo espiritual, el imaginario colectivo, la cadena de significantes, el tao, etc.
121Esto supone aceptar, además de una epistemología o gnoseología genérica, la posibilidad de una epistemología o
gnoseología, particular, que permite la multiversidad y la transitoriedad permanente del acto de conocer.
146
Dejemos estas tareas para un futuro donde tal vez la forma de hablar, escuchar, leer o
escribir ya sean distintas, donde posiblemente algunas de ellas se conviertan en piezas de
museo, y después del ruido contemporáneo nos hagamos asiduos al silencio, y donde esta
época de tantos discursos podría convertir el escuchar en uno de los principales hábitos de la
humanidad, tiempo en el que tal vez el leer sea reemplazado por el sentir, el amar o
simplemente por el existir.
Primero “existir”, tomar conciencia de se es, todo lo que se es, cuando se es. Que es
aquí y ahora cuando se es más uno mismo. Que cuando soy, tengo el mejor tiempo y el mejor
lugar, que el libro que leo es el único y mejor libro que existe para mí; cualquier otro libro
existe en el dominio del debería ser, del será o fue y por lo tanto no son; o no existen.
El libro sólo después de existido puede ser evaluado o adjetivizado como bueno, poco
interesante, superficial. Todas opiniones que están determinadas por el grado de existencia con
que se lee el libro. El libro es una realidad semejante a una persona con la que uno se
encuentra, esta persona puede ser un niño, un vagabundo, un filósofo, un discapacitado
mental, un religioso o un delincuente; cuanto exista para mí de esa persona, cuan interesante,
147
Así como toda persona puede ser significativa y aportadora para la vida, también lo
puede ser todo libro, desde la hologramatidad no existe ningún contenido del libro que no se
encuentre articulada con los contenidos del lector; el problema está en que siempre se es
conciente de ello, siendo por tanto una habilidad que debe desarrollarse de manera
intencionada.
Algunas personas al leer un libro han experimentado la sensación de haber escrito ese
libro, o de sentir una sintonía especial con lo que el autor expresa. Esta experiencia constituye
un ejemplo de conexión hologramática. En definitiva al ser parte del todo, hemos escrito todos
los libros, y por lo tanto el acto de leer es sólo un reencuentro, un proceso de evocación o de
relectura. Leer es el acto simultáneo, de encontrarse a sí mismo dentro del texto y al texto
dentro de sí. Es un tipo de coexistencia, donde el otro (libro) en la acción de leer se redescubre
como para de sí. Es una alteridad fortalecedora de la mismidad. Es una atajo para regresar a la
propia identidad.
Al igual que la lectura, el aprendizaje involucra a todo el ser del aprendiz, todo
aprendizaje incorpora y vincula la existencia plena del que aprende.
El libro que es una parte vinculada con un todo, es una expresión más o menos
existencial (más o menos vinculada con la existencia del autor. Rango que puede estar dada por
distancias tales como, escribir o copiar el relato de la vida de otro, a escribir una texto
inventado a partir de algunas experiencia personales, a contener componentes de la existencia
del escritor) En todos los casos tanto el que lee como el que escribe no puede estar separado
existencialmente (no sólo mental o cognitivamente) de lo que lee y escribe. Por ello la
coexistencialidad es inevitable.
148
Estas dos existencias, que siempre son una, deben encontrarse consciente en el ser
aprendiz en el acto de aprender. Dentro de muchas posibles estrategias y tipos de experiencias
favorecedoras de esta experiencia, para transitar entre un aprendizaje fragmentado,
preexistencial, intra y extra egoísta (en el sentido de lo poco transferible a las multidimensiones
del propio ser y a las multidimensiones del ser de los otros), se propone incorporar el acto de
construir mapas coexistenciales, que tengan por objeto, como la de toda cartografía, generar
una imagen del “territorio”, que permita tanto la experiencia necesaria de recorrer el territorio
149
TEXTO LECTOR
Existente interactuante 2 :
Existente interactuante 1 :
Coexistente 2 (lector) acoplado
Coexistente 1 (escritor) presente en el coexistentemente con el coexistente 1.
aquí y ahora a través de una expresión
escrita (Libro)
Padre Hijo
Amor Cupertino poeta Poeta
Germain Amiga a la Alarcón
Cancino del alma lectura
Marca libro
de mi padre
Lector
Texto
¿Qué es esto? “Lo esencial es
invisible a los ojos”
Plaza de Llay
Llay
Domesticar Cesar
Alarcón
Taller
COEXISTENCIAL San Ignacio de Loyola
6. Cuestiones finales
El tema de la lectura, tan estudiado, tan valorado, tan promovido, tan comercializado,
sigue aún rodeado por una áurea de preguntas. Sólo como una invitación hologramatizar y
coexistencia el leer, finalizamos este texto con una lluvia de preguntas, que esperan
encontrar los menos paraguas posibles, para que sean a la brevedad abordados con seriedad y
amplitud sistémica coexistencial en los diferentes contextos donde se enseña a leer.
151
¿ Por qué leer tiene cierto prestigio, sobre todo si lo leído cuenta con cierto estatus
intelectual? ¿Por qué no se valora del mismo modo leer una "novela rosa" que una obra de
Foucault? . Será que cuando se trata de libros ¿resulta más difícil validar las diferencias de
los otros? ¿Existe un estándar de calidad o estatus lector? ¿De qué depende la elección de
un libro? ¿Del qué dirán los otros? o ¿de lo significativo que puede ser el libro elegido para
el elector en el instante existencia en que se encuentra? ¿Tendrá relación la frecuencia
motivacional que tiene el leer, con la libertad que tiene el lector de ser elector genuino de lo
leído? ¿La valoración de un texto está determinada por los conocimientos previos (archivos
cognitivos) o por las experiencias socioafectivas coexistenciales previas?
¿Cuántos hermosos libros habrán pasado años en cientos anaqueles sin jamás ser
abiertos por alguien. permanecido inmutables como un difunto en su nicho? ¿Tiene menos
valor humano y coexistencial, el nativo o el hombre iletrado, que utilizó su tiempo vivencial
exclusivamente en leer las señales de la naturaleza o las claves de las expresiones de los
otros? ¿El leer no estará demasiado focalizado en enceguecido en decodificar los
significantes lingüísticos? ¿Cuándo se enseñará a leer la existencialidad y al otro en
coexistencia?
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