Teoría de Reddin o 3 D
Reddin presenta una teoría sobre la eficacia gerencial denominada teoría 3D. La
misma se basa en el hecho de que al administrador se le exige ser eficaz en una
variedad de situaciones y dicha eficacia puede ser medida en la proporción en que
él sea capaz de adaptar su estilo, de manera apropiada, a la situación de cambio.
De esta forma, para Reddin, la eficacia administrativa es el grado en el cual el
administrador alcanza las exigencias de “producto” (resultados) de su posición en
la organización, la única tarea del administrador es ser eficaz. Sus principales
conceptos son:
Eficacia gerencial: debe ser evaluada en términos de producto (resultado) y no de
insumo; es decir, más por lo que el administrador alcanza en cuanto a resultados
que por lo que realmente hace. La eficacia administrativa no es un aspecto de
personalidad del administrador, sino una función del manejo de la situación. El
desempeño no es lo que el administrador hace, sino lo que obtiene. Hay una gran
diferencia entre el gerente eficiente y el gerente eficaz, donde el segundo es
claramente superior al primero.
Estilos gerenciales: el núcleo de la teoría 3-D es la afirmación de que el
comportamiento gerencial está compuesto por dos elementos básicos: tareas por
realizar y relaciones con las personas.
Los gerentes pueden hacer énfasis en uno u otro elemento básico. Existe el gerente
“orientado hacia la tarea” (O.T.) y el gerente “orientado a las relaciones” (O.R.).
Combinando ambas variables (tareas y relaciones), surgen los cuatro estilos
básicos: relacionado, integrado, separado y dedicado.
Los cuatro estilos básicos sirven como punto de referencia puesto que el
comportamiento gerencial no siempre se ajusta rigurosamente a ellos.
El estilo relacionado se caracteriza por la exclusiva orientación hacia las
relaciones, mientras que el estilo dedicado se destaca por la exclusiva orientación
hacia la tarea. El estilo separado se distingue por la deficiente orientación hacia
las relaciones y hacia la tarea mientras que el estilo integrado se caracteriza por la
orientación integrada hacia las relaciones y hacia la tarea. Esos cuatro estilos
básicos pueden tener un equivalente más efectivo o menos efectivo dando lugar
así a ocho estilos gerenciales adicionales que constituyen una utilización
respectivamente más eficaz o menos eficaz de los cuatro estilos básicos. Así:
De allí las tres dimensiones (3-D) de estilos de comportamiento gerencial en el
modelo de 3-D:
Para Reddin, no existe un estilo ideal. Cada situación requiere su propia
estrategia. La eficacia no es una cualidad administrativa sino el resultado de
aplicar la estrategia o el estilo gerencial más apropiado a cada situación.
Las habilidades gerenciales básicas
La teoría 3-D pretende desarrollar tres habilidades gerenciales básicas:
Sensibilidad situacional: es la habilidad para diagnosticar situaciones.
Flexibilidad de estilo: es la habilidad para adecuarse a las fuerzas en juego,
una vez analizadas y diagnosticadas.
Destreza de gerencia situacional: es la habilidad de gestión situacional, o
sea, la capacidad de modificar una situación que necesita ser modificada.
La teoría 3-D se basa en cinco conceptos teóricos básicos:
El cambio organizacional es un proceso de reunir gerentes para
intercambiar criterios sobre temas que deberían ser discutidos en un clima
de confianza e interés, visualizando la conquista de la eficacia; los
ejecutivos son los que conocen o deben fijar la dirección para la
organización.
El programa 3-D no da una dirección, sólo propone que se considere la
eficacia como valor central, justo lo que falta en el estilo del director. Se
busca una respuesta a la pregunta: ¿qué hacer para ser eficaz en esta
situación?
Los ejecutivos no aplican todo lo que saben. La solución está en dar a los
ejecutivos la oportunidad de aplicar efectivamente lo que saben. La teoría
3-D pretende crear las condiciones para lograrlo.
El cambio debe involucrar todas las unidades sociales. Una organización es
integrada por individuos, equipos, etc. Todos deben participar en el
proceso.
La flexibilidad es condición necesaria del cambio, debe ser estimulada y
deben crearse condiciones para establecerla, si se desea el cambio.