UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD
DEL CUSCO
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
El Derecho a la Libertad de Expresión y el Derecho a
la Intimidad de los Funcionarios Públicos de
Municipalidad Distrital de San Sebastián, 2019.
AREA : SEMINARIO DE LA INVESTIGACIÓN
DOCENTE : EFRAÍN JORGE POLO Y LA BORDA GONZÁLEZ
ALUMNO : AMERICO GRECO CRUZ CUSIRIMAY
CUSCO –PERU
2019
INTRODUCCIÓN
Nuestro ordenamiento jurídico vigente y las situaciones que se presentan en un mundo
digitalizado y globalizado en el cual también forma parte el Perú, surgen con precisión y
claridad un problema lleno de actualidad que enfrenta al Derecho a la intimidad, que
conforme a la mayoría de autores y que comparto es tan importante y al mismo nivel del
derecho a la vida y la libertad y ello porque este derecho materia de estudio viene a ser el
último reducto del ser humano frente al sistema. Si esto es así, el problema surge cuando
este derecho fundamental e inherente al ser humano se encuentra con otro derecho no
menos importante, que es el derecho a la Información, en el sentido que las libertades de
expresión e información no tienen límites ni fronteras, es necesario y oportuno investigar
este conflicto de derechos, pues las libertades sin dirección y sin rumbo carece de sentido
para la sociedad. Las consecuencias del mal uso del derecho a la información podemos
palparla cuando los medios de comunicación que es un poder exprofesamente realizan a
través de sus programas televisivos donde cultivan la indiscreción, y venden así retazos
de la vida privada de personas que pasan a convertirse en mercancías que se convierten
en fuente de ingresos económicos avasallando de esta manera los derechos tan
elementales de las personas sean públicas o privadas que todos tenemos. También los
sistemas de interceptación telefónica son más que una observación paranoica y que son
realizadas con aparatos de central auditivos, artificios técnicos o cualquier instrumento
que se vale sus atores con el propósito de invadir la intimidad de las personas, que como
hemos tomado conocimiento con horror en estos últimos años en nuestro País, y ha
quedado acreditado que ni los gobiernos escapan a la tentación de exceder el derecho a la
intimidad, teniendo un interés más bien político. Estos son pues, algunas de las formas
con que un mal manejado derecho a la información puede traspasar sus fronteras e invadir.
Hasta la intimidad que es el valor intrínseco de la dignidad humana y quizás el último
baluarte. El derecho a la intimidad es de suma importancia para el hombre actual, un
derecho base que sustenta todo sistema democrático. Por ello el derecho a la intimidad no
solo se entiende hoy día como negativa de la persona a que se entrometan en su vida
privada y el control de la información respecto de ella, sino debe entenderse en su faceta
de dar y recibir información a fin de que el ser humano pueda adoptar las decisiones más
importantes de su existencia. El derecho a la libertad de información es otro derecho
fundamental y no menos importante del ser humano, el cual se robustece con el desarrollo
de la información a través de los medios de comunicación masiva que con los medios más
avanzados penetran en los recintos privados de las personas que no tienen límites
temporales ni especiales, a ello se agrega el desarrollo vertiginoso de la informática que
puede ampliar, condensar y ordenar todos los datos que el ser humano va dejando en su
vida y que permite a terceros obtener un perfil de comportamiento con lo cual se considera
también un recorte a la libertad de las personas. En nuestro ordenamiento judicial existen
normas las cuales protegen la no trasgresión al derecho a la intimidad, sin embargo se
dice que son muy genéricas para las distintas formas que como expondremos pueden
atentar contra este derecho fundamental. Siendo importante la presente investigación,
pues, va dirigida a solucionar un problema común a la sociedad peruana, la cual se
encuentra totalmente desorientada, respecto cuando termina el derecho y comienza el del
otro, debido a la falta de conocimiento y más aún a la falta delimitación precisa de estos
dos grandes derechos que se sea aplicable cuando una persona considera que su derecho
a la intimidada ha sido vulnerada y solicita al Órgano Jurisdiccional tutela jurídica.
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO
2.1. El Derecho a la libertad de Expresión
La libertad de expresión ha sido reconocida como un derecho fundamental, es
decir, como un derecho esencial para el desarrollo del ser humano como tal y en
colectividad. Es así en las obras “Areopagítica” de John Milton (1644) y “Sobre la
libertad” de John Stuart Mill (1859), Para Milton, las restricciones a la libertad de
expresión solo limitan la creatividad y paralizan la verdad, desconociendo la importancia
de este derecho para el desarrollo de nuevas ideas y conocimientos por parte del ser
humano. (Concepción, 1996)
Como detalla el procesalista (Ruiz, 1990) que, el reconocimiento de la libertad de
expresión como derecho fundamental implica que los Estados tienen dos obligaciones
específicas: Las de respeto y de garantía de este derecho. Por la primera, los Estados se
encuentran impedidos de realizar actos contrarios a la libertad de expresión, mientras que
por la segunda, deben adoptar todas las medidas que permitan a toda persona su goce y
ejercicio, así como prevenir, investigar, sancionar y reparar todo acto que afecte la
libertad de expresión. (pág. 10) Es decir, todas estas obligaciones se derivan de las normas
internacionales de derechos humanos, así como de los propios textos constitucionales.
En el Perú, la libertad de expresión ha tenido un reconocimiento constante en
todos los textos constitucionales, tanto del siglo XIX como del siglo XX. Las
constituciones del siglo XIX otorgaron reconocimiento y protección a la denominada
libertad de imprenta y contemplaron un conjunto de garantías a su favor, como la
prohibición de censura previa y la responsabilidad posterior por su ejercicio
En el ordenamiento jurídico peruano, la importancia del derecho internacional de los
derechos humanos queda de manifiesto en el artículo 55° de la Constitución Política de
1993, la cual reconoce que los Tratados ratificados por el Estado peruano y en vigor
forman parte del derecho interno. Pero más importante resulta la Cuarta Disposición Final
y Transitoria de la aludida Constitución, que obliga a interpretar los derechos
fundamentales en ella reconocidos, de conformidad con las normas internacionales y la
jurisprudencia internacional, esto último por mandato del Tribunal Constitucional y el
Código Procesal Constitucional. (Carpio, 2004, págs. 133 - 134)
Bajo esta perspectiva, es necesario tener en cuenta que la distinción entre la
libertad de expresión como ubre manifestación pública de opiniones e ideas y, el derecho
de la información en su lado activo como manifestación pública de hechos o noticias.
(Pinilla, 1990)
Por ende (Laporta, 2010) delimita la importancia de los derechos a la libertad de
expresión en dos formas:
En primer lugar, permiten comprender las razones por las que la libertad de expresión
goza de un especial reconocimiento y protección.
En segundo lugar, constituyen elementos esenciales para analizar cualquier
controversia jurídica relacionada con su ejercicio. Sólo conociendo los fundamentos
empelados por el operador jurídico se pueden comprender las respuestas que, en unas
normas, sentencia o decisión política, se establezcan respecto a un problema originado
por el ejercicio de este derecho
2.2. El Derecho a la Intimidad Personal.
El Derecho a la Intimidad es el derecho que permite al individuo desarrollar su
propia vida, en que todos deben guardar reserva de los detalles de la vida de los demás,
con un grado mínimo de interferencia, libre de perturbación que ocasionen otros
individuos o autoridades públicas. Se viola este derecho cuando un aspecto de la vida
personal o familiar del individuo es dado a conocer sin su consentimiento. Si la persona
fallece, la protección es ejercida por sus ascendientes y por su cónyuge.
Sin embargo, las primeras referencias expresas a un derecho a la intimidad o
privacidad, así denominado y con carácter de derecho autónomo, suele afirmarse que
surgen en los Estados Unidos, a fines del siglo XIX, en torno a la noción del “right of
privacy”. Destaca así el aporte del juez Thomas Cooley, en su obra “The elements of torts”
(1879) quien define el derecho a la privacidad como “the right to be let alone”, es decir,
el derecho a ser dejado solo o sin ser perturbado o molestado por injerencias externas no
deseadas. (Ekmekdjian & Pizzollo, 1996, pág. 8)
Es así que se puede detallar, en otras legislaciones actuales, el derecho a la
intimidad y privacidad, o a la vida privada, encontró formalización normativa expresa (e
individualizada) en los Pactos Internacionales sobre Derechos Humanos, antes que en las
Constituciones más conocidas de los países desarrollados. Así, está recogida en la
Declaración Universal de Derechos Humanos (de 1948) cuyo artículo 12° establece:
“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio
o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”.
Un aporte interesante en cuanto a la definición y alcances del derecho a la
intimidad es formulado por el profesor colombiano (Rivera, 1979)“la intimidad personal
es uno de los denominados derechos de la personalidad. Suele definírsela como ese
ámbito personal donde cada uno, preservado del mundo exterior, encuentra la posibilidad
de desarrollo y fomento de la personalidad; lo que significa, en otros términos, que se
trata de ese territorio personal reservado a la curiosidad pública, absolutamente necesario
para el desarrollo humano y donde enraíza la personalidad” (págs. 45 - 46)
En nuestra Constitución de 1993, en el inciso 7° de su artículo 2°, reitera el
reconocimiento del derecho a la intimidad personal y familiar pero, a pesar de algunos
añadidos incorporados al texto precedente, mantiene en la materia que nos ocupa la
misma generalidad e imprecisión antes anotadas. Establece dicha norma como derecho
de toda persona:
“Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a
la voz y a la imagen propias.
Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviada en cualquier
medio de comunicación social tiene derecho a que éste se rectifique en forma
gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de ley”
Es en ese sentido, los ataque a la intimidad generara daños morales, entendiéndose
por tales a la consecuencia del ataque de los derechos extra patrimoniales. Se caracteriza
por los sufrimientos espirituales que provoca un determinado hecho en la persona el
mismo por la naturaleza del perjuicio ocasionado. (Crevillén, 1995)
Pero a diferencia del daño moral, con respecto al daño patrimonial no hay uniformidad
en admitir la posibilidad de la generación de daños patrimoniales resultantes de un ataque
a la intimidad, por cuanto el daño tiene carácter extra patrimonial. Ante esta discusión
Ferreira Rubio menciona lo siguiente: el daño tiene carácter extramatrimonial son
lesiones que naturalmente producen agravio moral, el cual encuentra aquí 56 la verdadera
expansión y fuente. Cuesta imaginar la consecuencia patrimonial a un ataque a la vida
íntima. (Ferreira, 1982, pág. 165).
CONCLUSIÓN
1. El derecho a la libertad de expresión enfrenta un proceso de masificación y
diversificación contando con nuevos instrumentos y sistemas para su
materialización, empleados para la obtención, difusión y divulgación de
información, empoderamiento que, dada la carencia de adecuados mecanismos
para su regulación, supervisión y fiscalización, el desconocimiento de las formas
de tutela y protección por la población, y aunado el desinterés de nuestras
autoridades para la promulgación de una normativa realmente eficaz.
2. Todas las personas sin distinción ni justificación alguna gozan de una ”legítima
expectativa” de protección y respeto de su vida privada e intimidad por lo que el
público no tiene un legítimo interés de conocer su paradero o cómo actúa en su
vida privada, no obstante se encuentre en lugares públicos o que sea conocido
públicamente.
3. Los trabajadores de la Municipalidad Distrital de San Sebastián, por el hecho de
ser funcionarios de ámbito púbico se relacionan necesariamente con asuntos de
interés público, los ciudadanos tenemos el derecho a conocer información relativa
a su intimidad toda vez que dicho conocimiento es de relevancia para el interés
público.
4. La regulación legal de la solución a los conflictos que se presentan entre la libertad
de expresión e información frente al derecho a la intimidad y dignidad de las
personas, se dan en los ámbitos del Derecho Constitucional, Penal y
Administrativo.
BIBLIOGRAFÍA
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Rivera, L. E. (1979). Derecho a la vida privada y el honor y la informatica. México: Siglo
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