COMPONENTES DEL ALCANTARILLADO FLUVIAL:
CUNETAS: Las cunetas recogen y concentran las aguas pluviales de las vías
COLECTORES PRINCIPALES: Son tuberías de gran diámetro, conductos de sección rectangular o canales abiertos, situados
generalmente en las partes más bajas de las ciudades, y transportan las aguas servidas hasta su destino final.
POZOS DE INSPECCIÓN: Son cámaras verticales que permiten el acceso a los colectores, para facilitar su mantenimiento.
ÁREAS DE EXPANSIÓN: Estas estructuras se utilizan raramente, en casos críticos, donde es necesario laminar las ondas
de avenidas.
DISPOSICIÓN FINAL DE LAS AGUAS DE LLUVIA: Son estructuras destinadas a evitar la erosión en los puntos en que las
aguas de lluvia recogidas se vierten en cauces naturales de ríos, arroyos o mares.
La Masacre de las Bananeras o Matanza de las Bananeras fue un exterminio de los trabajadores sindicalizados
de laUnited Fruit Company que se produjo entre el 5 y el 6 de diciembre de 1928 en el municipio de Ciénaga, cerca
de Santa Marta, en el departamento del Magdalena, Colombia. Un número desconocido de trabajadores murió
después de que el gobierno de Miguel Abadía Méndez decidió enviar al ejército colombiano a poner fin a una huelga
de un mes organizada por el sindicato de los trabajadores que buscaban garantizar mejores condiciones de trabajo.
El gobierno de los Estados Unidos de América había amenazado con invadir Colombia a través de su Cuerpo de
Marines, si el gobierno colombiano no actuaba para proteger los intereses de la United Fruit.
El 12 de noviembre de 1928 estalló una gran huelga en la zona bananera de Santa Marta, una huelga masiva jamás
vista en Colombia. Más de 25 000 trabajadores de las plantaciones se negaron a cortar los bananos producidos por
la United Fruit Company y por productores nacionales bajo contrato con la compañía. A pesar de tal presión, la United
Fruit Company y sus trabajadores no lograron un acuerdo colectivo, la huelga terminó con un baño de sangre: en la
noche del 5 de diciembre, soldados colombianos dispararon sobre una reunión pacífica de millares de huelguistas,
matando e hiriendo a muchos. Esa terrible noche ha sido grabada en la conciencia de los colombianos por los
novelistas Gabriel García Márquez, en su obraCien años de soledad, quien nació en la zona bananera el mismo año
de la huelga, y Álvaro Cepeda Samudio, en su novelaLa casa grande, y por el dramaturgo Carlos José Reyes, quien
cuenta la historia a través de los ojos de un soldado recluta