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Romanos: Lectura desde los Excluidos

1) El documento ofrece claves para entender la Carta a los Romanos desde perspectivas históricas y de los excluidos, analizando el contexto del siglo I y la situación de Pablo. 2) Se debe estudiar la situación socioeconómica del Imperio Romano, las comunidades cristianas de Roma, y la experiencia personal de Pablo como judío, artesano y prisionero. 3) También es importante conocer los conflictos teológicos entre grupos judeocristianos y helenocristianos sobre la le

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Romanos: Lectura desde los Excluidos

1) El documento ofrece claves para entender la Carta a los Romanos desde perspectivas históricas y de los excluidos, analizando el contexto del siglo I y la situación de Pablo. 2) Se debe estudiar la situación socioeconómica del Imperio Romano, las comunidades cristianas de Roma, y la experiencia personal de Pablo como judío, artesano y prisionero. 3) También es importante conocer los conflictos teológicos entre grupos judeocristianos y helenocristianos sobre la le

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Cmo entender la Carta a los Romanos?

[desde
una perspectiva histrica y los excluidos]
El artculo ofrece claves de lectura para leer la carta a los Romanos desde una
perspectiva histrica y desde los excluidos. Intenta ser pedaggico, y por ello
indica sugerencias concretas para la comprensin integral de la carta. Los aspectos
bsicos propuestos para una relectura actualizada son: 1) analizar el discurso
teolgico de Romanos dentro de la situacin socio-econmica injusta del primer
siglo, junto con las disputas teolgicas, 2) comprender al autor como un sujeto
colectivo transindividual, influenciado por su etnia, trabajo y experiencia con los
tribunales, 3) estudiar toda la carta con la gua de ciertas claves. La clave
fundamental que orienta nuestra lectura es la exclusin.
Introduccin
La interpretacin de toda la carta depender de la manera como comprendamos la
relacin entre injusticia, justicia y justificacin; los binomios pecado\gracia, ley\fe,
muerte\vida, carne\espritu; y el sentido de eleccin. Estos pueden ser
comprendidos desde una definicin conceptual dada de antemano, o desde un
entendimiento a partir de una realidad particular. En el segundo caso los conceptos
arriba mencionados recobran constantemente nuevos sentidos en cada situacin
especfica. Pero estos sentidos no son arbitrarios, sino que estn orientados por los
sentidos fundantes que dieron origen a los conceptos, los cuales pretendemos dar
en este artculo. Por lo pronto, debemos insistir que Romanos no debe considerarse
como una suma teolgica desarticulada de su realidad.
Para comprender el discurso teolgico paulino, habra entonces que ubicarnos en el
primer siglo, ao 56-57. Estudiar la situacin socio-econmica, poltico-militar y
religiosa del imperio romano, y en especial la ciudad de Roma. Adems, habra que
estudiar tambin las situaciones conflictivas dentro de las diversas comunidades
cristianas, y al autor, Pablo, cuya experiencia personal, tnica, laboral y eclesial
influy en su comprensin teolgica de la realidad. De esa manera se historizan los
conceptos fundamentales de la carta.
Despus de haber analizado y descubierto lo que posiblemente Pablo en la carta
intent responder a su momento histrico, y despus de tener claras las claves de
lectura, podemos releer la carta a la luz de nuestra realidad, guiados por las claves
y siguiendo una estructura para facilitar el estudio.
Las siguientes pginas buscan ser solo una gua para el anlisis pertinente de la
epstola. Cada lector las readecuar siguiendo su propio estilo y contexto.
1. Ubicacin de la carta, el autor y sus lectores del primer siglo

En este momento habra que tratar de descubrir lo que el autor quiso decir con su
discurso como respuesta a una situacin particular.
En la produccin literaria de Pablo se deja ver una situacin agitada y conflictual;
esta situacin se observa con ms claridad en los escritos anteriores a Romanos.
Es importante tener en mente las cartas anteriores del apstol. Romanos ha sido
considerado su pensamiento fundamental, y sus epstolas previas han sido
analizadas a la luz de Romanos. Esto no es correcto. La carta que analizaremos es
su ltimo escrito, y hay que analizarla teniendo en cuenta su produccin anterior,
pues esta refleja, en mucho, su vida cotidiana, intensa y conflictual.
Para ello habra que estudiar:
1.1. Contexto socio-econmico, poltico-militar, ideolgico y religioso del
imperio romano y su relacin con las provincias1
Se trata de una sociedad de modo de produccin esclavista. La figura de Pablo de
"ser esclavo del pecado es tomada de este modo de produccin. El emperador en
turno es Nern (54-68).
Pablo visit muchas ciudades y fue testigo ocular del podero romano y el progreso
que gener la exclusin de muchos.
Aqu habra que subrayar: 1) la situacin de explotacin, opresin, pobreza y
represin de los que no tenan mritos. Esta situacin es presentada y alabada
como civilizacin y progreso, 2) la divisin demasiado estratificada de la sociedad,
donde pocos eran considerados dignos. Se es digno por mritos: econmicos, de
nobleza, o tener poder en algn cargo poltico. Solo eran respetables los
pertenecientes a uno de los famosos ordines: senador, caballero o decurin. La
aristocracia de las provincias poda adquirir ciudadana romana para ser
reconocido, pero a cambio del sometimiento a las polticas del emperador romano.
1.2. La situacin de Roma como ciudad imperial y la situacin de las
comunidades a las cuales va dirigida la carta2
Roma es el centro del imperio. Las decisiones administrativas, polticas y
econmicas judiciales y militares surgen de ese centro. Pablo lo sabe, aunque no
conoci personalmente esa ciudad ni las comunidades cristianas. El hecho de que
no haya estado antes, no plantea un problema fundamental. Haba viajado
muchsimo y conocido las grandes ciudades de ese tiempo, parecidas a Roma,
aunque en menor escala. Adems, conoci personalmente a varios cristianos,
como Aquila y Priscila (Hch. 18.2s), quienes seguramente le contaban sobre su
experiencia de vivir en esa gran ciudad.
De Roma y las comunidades cristianas sabemos poco; de ello habra que subrayar:
a) los grandes contrastes de la gran Capital, la dura vida de los excluidos, los vicios
y el vandalismo de la ciudad, y el despliegue militar para mantenerla tranquila, b)
la ubicacin de los cristianos en el distrito de Trastevere y en la va Appia, que eran

los lugar ms populosos, insalubres y transitados de la ciudad. La necesidad


econmica de muchos miembros de las comunidades de Roma.
1.3. Pablo como judo, artesano y prisionero
No se debe considerar a Pablo como un individuo aislado que en determinado
momento se inspira y escribe de manera excepcional. De acuerdo a los aportes de
nuevas teoras literarias, el autor de toda creacin literaria es un sujeto colectivo
transindividual que recoge aspiraciones, deseos y necesidades de los grupos con
los cuales tiene relacin inmediata. Estas son transferidas de manera coherente en
su discurso con la intencin de responder a las necesidades de los grupos. Si esto
es as, Pablo es un sujeto colectivo, con conciencia colectiva. La estructura de su
discurso teolgico, intenta ser homloga a la de la realidad, con intenciones de dar
una respuesta satisfactoria.
Entre los aspectos de su vida que influyeron su conciencia colectiva es importante
priorizar la etnia, el trabajo de artesano y su condicin de preso. Estos son ncleos
de experiencia viva, que marcan su horizonte teolgico.
Aqu es importante conocer algo de: a) la situacin de los judos en la dispora,
poco alagadora,3 y el trasfondo de Pablo como educado fariseo, b) la situacin de
los artesanos del primer siglo, los cuales eran estigmatizados por la aristocracia
por trabajar con las manos; el trabajo de los artesanos era no-digno, de esclavos, y
eran considerados intiles y sin educacin,4 c) la experiencia de Pablo en la
crcel.5
El lenguaje abundantemente forense de la teologa en Romanos sobre la
justificacin pudo haber sido consolidado no solo por la tradicin sobre la idea de
juicio, sino por su experiencia en los tribunales y en las crceles, en las cuales vivi
angustiado, pendiente de un veredicto. Las autoridades romanas le condenan,
siendo inocente. Pero Dios le justifica por gracia. En la ley romana no cuenta la
gracia, sino los mritos del acusado, dependiendo de su status social, poder y
riqueza. El cdigo penal del principado hace diferencias sociales, y el castigo,
dependiendo del delito, solo es aplicado en todo su rigor al esclavo, al pobre y al
extranjero. El aristcrata, libre y ciudadano con poder se rige con otras normas
ms suaves.
1.4. Los conflictos entre los distintos grupos de judeo-cristianos o helenocristianos alrededor de la ley, la circuncisin y el templo
Un vistazo a las distintas posturas con respecto a la ley y la circuncisin, nos ayuda
a entender tambin la forma como Pablo utiliza el lenguaje. El contenido de la
carta est condicionado no solo por la situacin socio-econmico y poltica, y su
experiencia personal (de conciencia colectiva), sino por las agudas discusiones
teolgicas del momento. Es importante, pues, conocer las diversas posiciones.
Brown y Meier sealan que los cristianos de Roma perteneceran a un grupo de

cristianos-judos y paganos-convertidos que eran ms conservadores que Pablo en


cuanto al judasmo. La tesis de Brown y Meier es que no se debe hablar de judeocristianismo o de pagano-cristianismo, sino de diversos tipos de cristianismo judeopagano. Ellos proponen por lo menos cuatro variedades de cristianos que aparecen
en el Nuevo Testamento: 1) cristianos judos y paganos convertidos que exigen la
observancia de toda la ley, incluyendo la circuncisin, 2) cristianos judos y
paganos convertidos que no imponen la circuncisin, pero exigen a los paganos
convertidos la prctica de ciertas observancias judas. A ellos pertenecen Pedro y
Santiago (y los cristianos de Jerusaln por sus lazos estrechos), 3) cristianos judos
y paganos convertidos que no imponen ni la circuncisin, ni la observancia de
leyes alimenticias. Entre ellos Pablo y Bernab, 4) cristianos judos y paganos
convertidos que no imponen ni la circuncisin, ni las observancias alimenticias, ni
se atan al culto y a las fiestas judas de significacin permanente. Estos eran ms
radicales que Pablo en cuanto al judasmo (cp. los evangelios de Juan cp. 2.19,21;
4.29; Marcos 2.22).6
1.5. La situacin particular de Pablo frente a Roma y Jerusaln7
El autor escribe la carta a la comunidad cristiana de Roma en el ao 56-57 desde
Corinto.8 Haba estado preso poco antes en Asia, fue liberado, viaj a Macedonia,
volvi, escribi la carta de reconciliacin a los corintios9 y ahora se encuentra
nuevamente en ese puerto. Sus intenciones son de ir a Espaa, pero antes de
dirigirse a ese pas debe ir a Jerusaln a dejar el dinero que haba recogido en
Macedonia y Acaya para los pobres de entre los santos de Jerusaln (Rm 15.24-26).
Entre sus planes tiene pensado pasar un tiempo corto por Roma a su regreso de
Jerusaln para sentir entre los hermanos de Roma el mutuo consuelo de la fe
comn (Rm 1.12; 15.28), y tambin para descansar (Rm 15.32).
El Apstol est muy preocupado por sus relaciones con los hermanos de Jerusaln.
En su carta se evidencia esta situacin cuando ruega a sus destinatarios que oren
por l, utilizando palabras tan solemnes como las de Rm 15.30-31.
Pablo busca ganarse el apoyo de los cristianos de Roma, en su lucha por defender
un evangelio que incluya a todos los pueblos de la tierra. Por eso insiste en que el
evangelio de Jesucristo se acoge por fe y no por la ley. Eso lo observamos varias
veces en sus cartas anteriores. Pero hay ms que eso. Rm 15.30-31 nos revela
varias situaciones, una de ellas es la seriedad de los problemas de aceptacin de
Pablo por los de Jerusaln. Pablo haba ido demasiado lejos para los ms
conservadores, atados a la tradicin juda10. Nos revelan, asimismo, los deseos de
Pablo de mantener la iglesia unida (cp. su inters por la colecta). No cede en
cuanto a su evangelio, pero tampoco busca causar divisiones; y por ltimo, nos
sugiere su inters por conquistar la simpata de los cristianos de Roma. Esto no
solo porque est en sus planes el visitarles despus de Jerusaln, sino porque la
comunidad romana, tal vez por estar ubicada en la capital del imperio, tena cierto
peso entre las comunidades cristianas primitivas (cp. Rm 1.8), y adems, dato

importante para el futuro inmediato de Pablo, los romanos cristianos tenan una
relacin muy estrecha con los de Jerusaln11, lo que indica su apego a una
tradicin en cierto grado diferente a la de Pablo. En efecto, se trataba de cristianos
que, a pesar del gran nmero de procedencia del paganismo, eran fieles a una
parte de la herencia de la ley, sin imponer la circuncisin. Este hecho nos ayuda a
entender no solo parte del contenido de la carta, sino tambin la manera como la
carta ha sido desarrollada.12
2. Claves para la lectura de la carta13
El punto 1, visto arriba, servir de trasfondo para iluminar el discurso teolgico, y
ver en l un intenso proceso lleno de conflictos y dinamismo. Pablo trata de
responder a esos desafos particulares de su historia. Al articular el discurso
paulino con su realidad, el contenido de la carta deja de ser abstracto. Es
impensable leer a Pablo sin escuchar la voz de un prisionero inocente, sin sentir el
dolor y la rabia de tantos esclavos crucificados injustamente, o sin ver los miles de
afectados por el progreso de la civilizacin romana, o sin escuchar los gritos de una
etnia arrasada por las invasiones romanas.
El discurso teolgico de Pablo en Romanos es denso. Se necesitan ciertas claves
para comprender sus conceptos. Vamos a explicitarlas.
La clave fundamental es la exclusin.
2.1. Contextos de exclusin
Hoy da experimentamos ese problema, producido bsicamente por el sistema
capitalista de mercado con polticas neoliberales, el cual no reconoce el derecho de
todos a vivir dignamente. Tambin se experimenta la exclusin en nuestra
sociedad preponderantemente racista y androcntrica. Y, por ltimo, la ideologa
dominante del capitalismo, se manifiesta como la nica alternativa viable. Los
valores de nuestra sociedad estn invertidos. Las leyes del mercado, judiciales, y
tico-culturales no son suficientes, pues estn sometidas a los intereses de los que
tienen el poder.
Vimos que una situacin parecida la encontramos en el primer siglo; a nivel
econmico y cultural de parte del imperio, y a nivel tnico-religioso de parte de
algunos sectores de Jerusaln. Las leyes, romana y juda, tambin eran mal
interpretadas y manipuladas, al grado de someter a los humanos a su servicio.
2.2. Respuesta teolgica de Pablo
2.2.1. Injusticia y pecado

En su teologa sobre el pecado (adikia-hamarta) y la justicia de Dios (Rm 1-3) no


se menciona explcitamente el imperio; se habla de las impiedades e injusticias de
los seres humanos que encerraron la verdad en la injusticia (1.18), y de que no
haba nadie capaz de hacer justicia. Pero un estudio de la situacin romana desde
la perspectiva de los pobres hace inmediatamente la ligazn entre el poder del
pecado y la situacin socio-econmica; entre la justicia de Dios y la justicia del
imperio, entre la gracia de Dios que otorga su justicia como don (frente a la
imposibilidad prctica del ser humano de realizarla) y el mrito de status, riqueza y
poder que rige la ley imperial.
Creemos que Pablo ve en el sistema del imperio romano un poder estructural
econmico, poltico y militar, imposible de hacerle frente. Por eso cobra las
dimensiones de una estructura de pecado (hamarta) que lleva a la muerte. Lo ve
como un sistema que, bajo las apariencias, se presenta como el protector y
pacificador de las provincias, pero que esconde en su seno la prctica de la
injusticia. Para Pablo, esto es ausencia o desconocimiento de Dios, idolatra pura.
Ntese que Pablo utiliza el trmino pecado (hamarta) en el captulo tres, no antes.
En 1-2 no habla ms que injusticia (adikia). La prctica de injusticia de todos
pervirti el conocimiento verdadero de Dios. Eso llev a que se cautivara la verdad
en la injusticia. Pecado es la sociedad invertida, en la cual todos los seres humanos
son cmplices por su prctica de injusticia.
Esta ausencia de justicia/ausencia del Dios verdadero, le llev a Pablo a teologizar
sobre el pecado desde Adn. El imperio romano no era la primera ni la nica
experiencia de dominacin de los pueblos, por eso, tiene que haber algo ms
profundo en el interior del ser humano que le hace responsable de las injusticias y
se enreda en ellas. Porque, en un momento, dado stas cobran autonoma y se
tornan en estructuras de relaciones sociales de pecado, incontrolables y
esclavizadoras de todos los seres humanos. A eso se le llama pecado (hamarta).
Pablo no percibe en su tiempo una justicia que tuviera el sello de la verdad. Los
judos pensaban que cumpliendo la ley hacan justicia verdadera. Pablo prueba lo
contrario: quieren hacer justicia dictados por la ley, y su resultado es la injusticia
(Rm 2.21-23).
2.2.2. La ley y la fe en el contexto de exclusin
Haba algunos sectores judeo-cristianos que exigan la circuncisin y el
cumplimiento de varias observaciones de la ley, para todo aquel que quisiera tener
acceso a las promesas de Dios (dadas a Abraham y su descendencia) y pertenecer
a su pueblo. Pablo, por su misin con los no-judos, gente excluida por estar fuera
de la ley judaica, afirma que la ley es incapaz de justificar al ser humano delante
de Dios. Dios, gracias a la vida de fe de Jesucristo, haba acogido por gracia a todos
los seres humanos como sus hijos, y quienes tenan fe en la resurreccin de los
muertos fueron renovados con la capacidad de hacer justicia. Al hablar de
justificacin por la fe y no por las obras de la ley, el Apstol coloca en un plano de

iguales a todos los pueblos. Con esta propuesta teolgica resuelve felizmente esta
divisin de mundos (judos y no-judos) y universaliza la fe cristiana para que otros
tengan la posibilidad de acceso a las promesas hechas a Abraham.
Esto es en cuanto a la disputa teolgica muy concreta que surgi de las
comunidades cristianas primitivas. Pero esta lgica de la inclusin del excluido al
ser justificado por fe, lleva a otros niveles, adems del religioso. Ya desde el punto
de partida est presente la dimensin cultural (cultura juda/otras culturas). Pablo
mismo cruz, de manera espontnea, la barrera de lo propiamente judo para
llegar a lo social y sexual, por eso tendr que afirmar que en Cristo no hay ni amo
ni esclavo, ni mujer ni varn (Ga 3.28), otras dos desigualdades entre los seres
humanos. La realidad de la injusticia convertida en pecado, que describe en Rm 12 y que se deja ver tambin en su crueldad concreta en 8.18-38, obliga a ampliar
la categora de exclusin a la dimensin econmica, poltica y cultural.
Una palabra en cuanto a la ley mosaica. El inters de Pablo no es desautorizar la
ley sola. Esta cuando no va unida al pecado, es buena, justa y santa. El problema
surge cuando es absorbida por el pecado, el pecado cobra vida, dice Pablo. Esto es
porque la unin entre el pecado y la ley causa la alienacin de los sujetos (Rm 7).
Estos pierden la conciencia y se vuelven esclavos de la ley. Pablo, creemos no se
refiere solo a la ley judaica, en su pensamiento incluye lo que significa la lgica de
la ley cuando se impone al sujeto. Por eso tiene en mente, la ley romana, la lgica
del sistema de aquella civilizacin y las tendencias impuestas por las costumbres.
La ley recobra su funcin original de justicia cuando est orientada por la lgica del
espritu o de la fe. En este sentido la fe consolida la ley (3.31). Lo que Pablo intenta
recalcar es lo que Jess haba enseado: el Sbado debe estar al servicio del ser
humano y no a la inversa.
2.2.3. La justicia y la justificacin es para transformar el mundo invertido
por el pecado
El trmino "justicia de Dios posee distintas connotaciones, trata de la justicia
forense, de la manera justa como Dios siempre ha actuado en la historia, y de una
justicia que espera que el hombre practique. A pesar de estas distintas
connotaciones, todas apuntan a la diferencia entre esta justicia y la justicia que los
cristianos del primer siglo experimentaban, sea la justicia forense o la justicia
social: la una era discriminatoria, la otra representaba su mentira: la injusticia.
Ya que no haba posibilidad objetiva ni subjetiva de hacer justicia por los propios
medios en un mundo injusto dominado por el pecado, el anuncio de la justicia de
Dios aparece como una gran noticia. Pablo no hace ms que recordarla porque esa
justicia lleg con Jess, su vida, muerte y resurreccin.
Pablo llega a la conclusin de que frente a la precariedad de la vida y la
imposibilidad humana de sobreponerse a la injusticia de la que es vctima y
responsable, la justicia de Dios capacita a los seres humanos para que sean
hacedores de justicia verdadera. Jess fue el primero y por l todos tienen el

acceso a esa gracia, aun los agentes victimarios, si son capaces de creer al Dios
que resucita a los muertos (cp. Rm 4.24s). Esta fe en lo imposible (cp. Rm 4.19) le
fortalece en su existencia cotidiana, luchas y peligros (cp. 1 Co. 15.31s).14
Tradicionalmente se ha credo que se es justificado por la fe en Jesucristo, por su
muerte en la cruz. Una mejor traduccin posible de dia pisteos Iesou Xristou (3.22),
es que se es justificado por la fe de Jesucristo. Es decir, su vida de fe manifestada
en sus obras en Palestina, no se gui por la obediencia de la ley manipuladora, sino
por Dios. Dios le justific por su ministerio de justicia. El hecho de que fue
resucitado evidencia que fue justificado por Dios, que su juicio fue contrario a las
leyes romanas y judas.15
Si por la desobediencia del primer Adn, se introdujo la muerte en la humanidad,
por la obediencia de Jess, figura del segundo Adn, estos fueron constituidos
justos (5.19); fueron recreados para la vida, fueron hechos sujetos capaces de
hacer justicia al orientarse por la lgica del espritu que lleva a la vida.
2.2.4. La lgica de la fe triunfa sobre la lgica de la ley
Con la llegada de Jesucristo, quien inaugura el camino de la fe, se vive en los
tiempos de gracia y no de la obediencia a las leyes. Los humanos que acogen el
don de la justicia de Dios se orientan por la lgica de la fe, la cual es una manera
diferente de conducirse en la vida, llenos de esperanza, al servicio de la justicia.
Estos son los llamados "los que estn en Cristo y tratan de actuar como Jess; se
orientan por la lgica del espritu, que es la lgica de la vida, justicia y paz.
Esto no quiere decir que se vive fuera del mundo. La lgica de la gracia o de la fe
se vive dentro del mundo en donde tambin est la lgica de la ley, opuesta a la
del espritu. Pablo la llama tambin la lgica de la carne.16 Aqu se da una lucha
histrica entre la vida y la muerte, la lgica del espritu y la lgica de la ley y
tambin dentro de las personas, que quieren hacer el bien y no lo pueden ejecutar.
En esta lucha en tiempos de gracia, Pablo asegura que la gracia sobreabunda
aunque el pecado abunde, y que la vida triunfa sobre la muerte.
Las comunidades necesitaban de esta fe. Pablo interpela la fuerza de lo divino en
lo humano, ya que cuando los seres humanos acogen el don de la justicia por fe, la
divinidad forma parte de ellos, viven en Cristo estn en Cristo. Pablo llega a afirmar
que tales creyentes son hijos de Dios, herederos y coherederos de Cristo. Parece
que es importante para Pablo que el bautizado reconozca la fuerza de su espritu y
del Espritu que se une a l para testimoniar que tiene el poder de Dios, porque es
hijo libre de l (8.15-16). Al ser hijo libre, ha dejado de ser esclavo de la ley y del
pecado. Pasa a ser seor de la historia, sigue la ley solo cuando est al servicio de
la vida y la justicia (5.17).
2.2.5. Dios elige en su gracia a los excluidos para que no haya exclusin

En los cap. 9-11 Pablo se replantea el rol de Israel como pueblo elegido en la
historia de la salvacin. Si Dios acoge a todos incluyendo los no-judos, cul es el
sentido de que haya elegido a un pueblo? Para comprender esta seccin habra
que considerar lo siguiente:171) La eleccin debe ubicarse bajo el designio
misericordioso de Dios, cuya voluntad es que todos formen parte de su pueblo.
Antes de que Dios elija existe ese proyecto de vida para todos. 2) Para que se
cumpla el designio de misericordia de Dios para todos, Dios elige al menor, al
excluido, al pueblo oprimido, para que de testimonio del amor y poder de Dios. La
opcin de Dios -eleccin- por el excluido se da para incluirlos como herederos del
Reino. Elegir al excluido es la garanta de que todos formen parte del pueblo de
Dios. 3) En el momento en que el elegido, sea persona o pueblo, tenga una actitud
de arrogancia y de rechazo a otros, deja de ser elegido y preferido de Dios. El
excluido-elegido debe recordar que ha sido elegido por gracia y no por mritos
propios. Por tal razn la eleccin est ligada a la promesa y no a la descendencia
segn la carne (Rm 9.8).
2.3. Sabidura en la vida cotidiana
En la vida cotidiana hay que actuar con discernimiento, orientados por la lgica del
amor.
Los postulados teolgicos anteriores son fundamentos para orientarse en las
acciones de la vida diaria. Sin embargo, Pablo pide una constante renovacin de la
mente y los cuerpos para tratar de dilucidar la voluntad de Dios en cada momento
(12.1-2). Aqu, el discernimiento es fundamental. Saber conducirse con la lgica del
espritu o la fe, implica actuar con mucha sabidura. A veces implica someterse a la
ley coyunturalmente para sobrevivir, a veces implica limitar nuestra libertad para
no ser escndalo al hermano o hermana dbil (Cp. Rm 14). La renovacin
constante, el discernimiento sabio y el rgimen del amor son la garanta que nos
indica que estamos bajo la lgica del espritu y la fe, cuyas aspiraciones son hacia
la vida, la justicia y la paz.
En este sentido hay que comprender Rm 13.1-7, texto aparentemente ambiguo y
contradictorio frente a las lneas claras liberadoras de Pablo. El texto es
circunstancial, no es fundante.18
3. Repaso de la carta desde la perspectiva de los excluidos
Para facilitar el estudio hay que adoptar o adaptar una estructura. Nosotros
proponemos la estructura desarrollada por Phillipe Rolland.19 La consideramos
bien fundamentada desde el griego y el contenido. Vamos a presentar esa
estructura, y simultneamente, nuestra propuesta de lectura. El contenido de la
mayora de los ttulos de las divisiones es nuestro; ha sido pensado a partir de una
lectura situada. Esta ha sido interpretada a la luz del primer siglo y de nuestra
realidad actual. En las secciones vuelven a aparecer, de manera resumida, las

claves de lectura de la carta.


Observamos en la estructura dos secciones, en la primera Pablo intenta reorientar
la historia de la salvacin hebrea (1.16-11.35), en la segunda escribe sobre
situaciones concretas de la vida cotidiana (12.1-15.21). La carta en su totalidad
presenta cuatro bloques temticos de estructura concntrica, bien delineados, y
enmarcados por la introduccin (1.1-15) y el eplogo (15.22-33; y 16.25-27). Los
cuatro bloques o partes son: Justicia de Dios en un mundo invertido (1.18-4.25);
triunfo de la vida sobre la muerte (5.1-8.39); eleccin, exclusin y misericordia de
Dios (9.1-11.36); vida renovada y discernimiento (12.1-15.13). La tesis de toda la
carta se anuncia en 1.16-17. El c. 16 es un apndice que acompaa el escrito.20
**********
Cabe decir que la estructura que aqu compartimos nos ha sido muy til en la
enseanza de cursos sobre Romanos.
**********
Bibliografa recomendada
1) Bibliografa bsica para la relectura desde la exclusin:
Gonzales Faus y otros, La justicia que brota de la fe, Santander: Sal Terrae, 1982.
, El secuestro de la verdad, Santander: Sal Terrae, 1986
Hinkelammert, Franz, La fe de Abraham y el Edipo occidental San Jos: DEI, 1989.
Mesters, Carlos, Carta a los Romanos, Bogot: Paulinas, 1990.
Miguez, Nstor, No como los otros que no tienen esperanza.
Estudio socio-econmico de 1 Tesalonicenses. Tesis doctoral indita, Buenos Aires,
ISEDET, 1989. Pronto ser publicada por el DEI, en Costa Rica.
, "Lenguaje bblico y lenguaje poltico, RIBLA n.4.
, "El imperio y los pobres en el tiempo neotestamentario, RIBLA, n. 5-6.
Miranda, J. Porfirio, Marx y la Biblia, Salamanca: Sgueme, 1976, pp. 191-226; 259282.
Tamez, Elsa, Contra toda Condena, San Jos: DEI-SBL, 1991.
, Justicia de Dios, vida para todos, San Jos: SEBILA, 1991.
, "La eleccin como garanta de la inclusin. RIBLA, n.12, 1992.
2) Otra bibliografa en espaol con informacin importante:
Bornkamm, Gnther, Estudios sobre el NT, Salamanca: Sgueme, 1983.
, Pablo de Tarso, Salamanca: Sgueme, 1979.
Kseman, Ernest, Ensayos Exegticos, Salamanca: Sgueme, 1987.
Kertlege, Karl, Carta a los romanos, Barcelona: Herder, 1985.
Penna, Romano, "Puntos claveS en la teologa de Pablo, en Proble mas y
perspectivas de las ciencias bblicas, Rinaldo Fabris, ed., Salamanca: Sgueme,

1983.
Perrot, Charles, La epstola a los romanos, Cuadernos Bblicos 65, Estella: Verbo
Divino, 1990.
Segundo, Juan Luis. El hombre de hoy ante Jess de Nazaret, Madrid: Cristiandad,
II/1, 1982.
Wilckens, Ulrich, Carta a los Romanos, Salamanca: Sgueme, 1990.
3) Comentarios importantes en ingls:
Barret, C.K. A Commentary of the Epistle to the Romans, London: Adn & Charles,
1962.
Cranfield, CEB, The Epistle of the Romans, Edinburgh: T & T Clark, 1975.
Ksemann, Ernst, Commentary on Romans, Michigan: Eerdmans, 1980.
Notas:
1 La mejor referencia en espaol la ofrece Nstor Mguez, en su obra: No como los
otros que no tienen esperanza. Estudio socio-econmico de 1 Tesalonicenses. Tesis
doctoral indita, Buenos Aires, ISEDET, 1989. Pronto ser publicada por el DEI, en
Costa Rica. Vase tambin Nstor Mguez, "El imperio y los pobres en el tiempo
neotestamentario, en RIBLA, n.5-6: E. Tamez, pp. 66-75. Otra literatura en
espaol, M.I. Finley, La economa de la antigedad, Mxico: Fondo de cultura
econmica, 1974.
2 E. Tamez, Contra toda Condena. La justificacin por la fe desde los excluidos, San
Jos: DEI, 1991, pp. 109-110.
3 Andr Paul, El mundo judo en tiempos de Jess. Historia poltica, Madrid:
Cristiandad, 1982.
4 Ronald F. Hock, The Social Contexzt of Pauls Ministry. Tentmaking and
Apostleship, Filadelfia: Fortress Press. 1980. Resumen en E.Tamez, Contra toda
Condena, pp. 59-64.
5 E.Tamez, Contra toda condena, pp. 62-65.
6 Raymond E. Brown/John P. Meier, Antioche et Rome, Pars: Cerf, 1988, pp. 1928.En espaol tambin aparecen estos grupos en los cuadernos de Verbo divino, n.
65. La epstola a los Romanos, presentada por Charles Perrot.
7 Aqu transcribimos literalmente las pginas 110s, sin las notas, de Contra toda
condena.
8 Creemos que la carta fue enviada a Roma tal y como est escrita, es decir,
incluyendo el captulo 16, con la larga lista de personas conocidas de Pablo, que ha
sido tradicionalmente considerado como parte de otra carta dirigida a Efeso. Cp.
Raymond E. Brown/John P. Meier, Antioche et Rome (Pars: Cerf, 1988) p. 243s.
9 2 Co. 1.3-2;13;7.5-16; 8 y 9.
10 Cp. la actitud de intolerancia de Pablo en Flp. 3.2-3 y en Ga. con respecto a los
judaizantes.

11 La tesis de Brown afirma que el cristianismo de Roma es originario de Jerusaln


e incluso representa una forma de cristianismo que asocia los judos y los paganos
a las personalidades de Jerusaln como Pedro y Santiago. Op. cit., p.138.
12 Su mensaje principal es la justicia de Dios que se haba revelado en aquel
momento, pero da explicaciones y aclaraciones por ejemplo con respecto a la
recepcin de esa justicia, el rol de la ley y de Israel (9-11), etc. Adems escribe de
manera muy corts. Brown hace notar la diferencia entre Romanos y Glatas, y
tambin algunas partes de la carta a los filipenses, en cuanto la forma como Pablo
se expresa. En sus cartas anteriores fue muy atrevido contra los judaizantes; en
Romanos, en cambio, abunda en diplomacia. Cp. Brown y Meier, ibid., pp. 146158.
13 Varios prrafos de esta seccin han sido tomados, con ligeros cambios, de
Contra toda condena, pp. 139-143.
14 La intencin principal de Pablo no es el de contraponer la iniciativa de Dios
frente a la del ser humano en la accin de justicia (an cuando la recuerda a
menudo en sus cartas), ni las obras a la fe. Al partir de la realidad concreta, Pablo
no ve salida posible para la realizacin de su criatura por sus propios mritos. Est
hablando simplemente en trminos realistas, por eso tiene que pensar en un Dios
que por ser justo y amoroso no permite que los seres caigan en sus redes y hagan
caer a otros hacia la muerte.
15 Rm 3.24-26a es un fragmento cltico pre-paulino que recuerda la funcin
redentora y expiatoria de Cristo. Lo introduce Pablo para desautorizar el
exclusivismo de salvacin de un pueblo. Los sacrificios cruentos en el Templo no
son necesarios para la salvacin. E.Tamez, Contra toda condena, pp. 126-131.
16 Carne tiene distintas connotaciones en el NT. 1) se refiere a toda persona: "toda
carne alabe a Dios sin connotacin peyorativa, 2) se refiere a relaciones familiares
o de raza "los de mi carne, "la promesa segn la carne; se refiere tambin a la
debilidad y fragilidad humana, que tiende hacer aquello que va contra lo bueno.
Son los deseos egostas y varos que quieren imponerse como una ley interior a la
conciencia de quien ha acogido la lgica de la vida.
17 El prrafo siguiente es el resumen de mi artculo "La eleccin como garanta de
la inclusin en RIBLA 12, 1993. En ese artculo se encuentra explicada la
argumentacin.
18 Recomendamos la lectura sociolgica de Uwe Wegner, "Romanos 13.1-7: Los
cristianos y las autoridades en RIBLA 4,1989.
19 Eptre aux Romains, Texte grec structur (Roma: IBP) 1980.
20 Este captulo ha sido tradicionalmente considerado como parte de otra carta
dirigida a Efeso. Nosotros pensamos que la carta fue enviada a Roma incluyendo el
captulo 16, con la larga lista de personas conocidas de Pablo. Cp. Raymond E.
Brown/John P. Meier, Antioche et Rome, Cerf, 1988, p. 243s. Para el estudio de Rm
16 remitimos al lector al cuaderno de Verbo Divino, n.65. Aqu no lo trataremos.
21 Esta se divide en tres partes y cada una de ellas consta de un anuncio breve de
la tesis de esa parte, el desarrollo de la anttesis que termina en un clmax

negativo, y el desarrollo de la tesis que se inicia en su clmax positivo como


respuesta a la situacin de la anttesis. La estructura de cada parte es concntrica,
dividido en tres: A, B, C; C, B, A. Las anttesis de las tres partes se subdividen en
tres puntos y las tesis en dos.
22 No-judos (o helenos) son los llamados paganos o gentiles. Preferimos "nojudos porque los otros dos trminos son despectivos; en la carta no tiene esa
connotacin, al contrario, se trata de incluirlos dentro de las promesas a Abraham.
23 Rm 1.26 ha sido un texto tradicionalmente utilizado contra el homosexual por
nuestra sociedad homofbica. En 1.18-32, Pablo est empleando una tradicin
(que incluye los tres ingredientes, idolatra-adulterio-homosexualidad), proveniente
de la perspectiva del judasmo sobre la depravacin de los gentiles. A nuestro
entender, el inters de Pablo en 1.18-32 es mostrar no solo la debilidad humana,
sino la perversin de la sociedad desde la perspectiva macro-estructural y la
imposibilidad del ser humano de hacer justicia en aquellas condiciones. La
homosexualidad le sirve como figura de inversin de valores de acuerdo a la visin
heterosexual de la pareja. Rm 1.26 no se debe tomar literalmente, as como
tampoco las afirmaciones de que todos los judos o todos los paganos son injustos
en sus prcticas; seguramente haba gente buena, sincera y honesta como en toda
sociedad. El problema era que adems de la fragilidad humana,
antropolgicamente hablando, la justicia efectiva, significativa y real en su medio
era, a sus ojos, imposible de ser realizada sin la intervencin de Dios.
24 Los vv. del 4.23-25 sirven de transicin para introducir la segunda parte.
25 25b se lee mejor antes del 24.
26 Cp. Dt. 7.7-8.
27 Segn la carne aqu significa segn la misma sangre o raza.

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