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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
CENTRO DE ESTUDIOS PARA EL DESARROLLO
Y LA PARTICIPACIN
FE Y VALORES EN LA GESTIN
DEL DESARROLLO LOCAL:
EXPERIENCIAS EN NCASH E ICA
Liliana Berta Herrera
Jess Orccottoma Crdenas
Lima, marzo de 2008
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Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Centro de Estudios para el Desarrollo y la Participacin CEDEP
Av. Jos Faustino Snchez Carrin 790, Lima 17, Per
www.cedepperu.org
Telfono: (51-1) 4630099 / Fax: (51-1) 4616446
Coordinacin:
Enrique Rodrguez Doig
Autores:
Liliana Berta Herrera
Jess Orccottoma Crdenas
ISBN
Hecho el depsito legal en la Biblioteca Nacional del Per N:
2008-04788
Primera edicin: 500 ejemplares
Marzo, 2008
Diseo de Cartula: Ruperto Prez Albela
Diagramacin e impresin: Roble Rojo Grupo de Negocios S.A.C.
Amrico Vespucio 110 COVIMA, La Molina
Telfonos: 3496636 / 3485571
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
NDICE
PRESENTACIN
I. INTRODUCCIN
II. MARCO CONCEPTUAL
2.1. La participacin ciudadana
2.2. Participacin poltica de las Iglesias Evanglicas
2.3. Participacin y gnero
III. PARTICIPACIN POLTICA DE LOS NUEVOS
MOVIMIENTOS RELIGIOSOS
3.1. Los Nuevos Movimientos Religiosos
3.2. El ethos o espiritualidad pentecostal en Amrica Latina
3.3. Derrotero histrico de la participacin poltica de los
grupos evanglicos
3.4. Impactos de la participacin poltica de los evanglicos
en el escenario regional:
3.4.1 Cerro de Pasco: Redoble por Rancas y Agapito Robles:
la lucha por las tierras
3.4.2 Puno: La lucha por la educacin y la construccin
de ciudadana
3.4.3 Cajamarca: La Granja Porcn: Los nuevos empresarios,
el camino de la prosperidad
3.4.4. Apurmac: apropiacin de espacios de participacin
local
IV. PRINCIPALES HALLAZGOS DE CAMPO
4.1. Regin ncash
a. La presencia de las iglesias pentecostales en el Callejn
de Huaylas y las nuevas formas de relacin.
b. Participacin de la iglesia pentecostal en los espacios
locales y gestin de desarrollo
c. Los valores religiosos y la participacin poltica.
d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el mbito
local
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e. Impacto logrado a nivel local: la experiencia de
Francisco Galn en la gestin municipal
4.2. Regin de Ica
a. Presencia de las iglesias pentecostales en la Regin Ica
y nuevas formas de relacin
b. La coyuntura de emergencia (terremoto) y el rol de la
corriente evanglica
c. Participacin de la iglesia pentecostal en los espacios
locales y gestin de desarrollo
d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el mbito
local
V. REFLEXIONES FINALES: PARTICIPACIN POLTICA
DE LOS PENTECOSTALES EN LAS ZONAS DE
ESTUDIO Y SU IMPACTO EN EL ESPACIO LOCAL Y
REGIONAL
BIBLIOGRAFA
ANEXOS
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
PRESENTACIN
El CEDEP con el auspicio de la cooperacin internacional, desde hace
ms de dos dcadas, viene desarrollado un conjunto de estudios, propuestas
y proyectos de desarrollo en espacios sobre todo rurales. Uno bsicamente
andino: las zonas altas de ncash y otro netamente costeo: los desrticos
valles del departamento de Ica. En estas dos regiones, hemos visto como la
iniciativa de los campesinos/as, y comuneros/as ha ido forjando transfor-
maciones productivas, adaptando tecnologas y forjando nuevos paradig-
mas de viabilidad para la pequea agricultura en el Per.
Estas acciones han ido acompaadas de un intenso trabajo de aliento
a la organizacin campesina y su participacin en instancias de gobierno
local y regional. Ello ha provocado el fortalecimiento de las organizacio-
nes sociales, los gremios productivos, los gobiernos locales y, en general,
el conjunto de las instancias de representacin local. Pero es ms, a esto
habra que aadir la activa intervencin de nuevos lderes campesinos y
campesinas, dotados de un renovado espritu participativo.
En estos largos aos de trabajo de colaboracin en el desarrollo de la
pequea produccin campesina, la organizacin y la participacin ciuda-
dana en zonas rurales, hemos podido observar, el buen desempeo en la
gestin local que los Nuevos Movimientos Religiosos especialmente los
Pentecostales vienen mostrando, dando como resultado nuevas formas
de participacin ciudadana y reintroduciendo valores que se consideraban
perdidos, como la tica en el trabajo, la educacin ciudadana y la gestin
de gobiernos ecientes.
Bajo estas consideraciones, se ha logrado que valores de base religiosa
cobren vigencia en el plano extra eclesial, mejorando la gestin del desa-
rrollo local. Con la nalidad de compartir estas experiencias, CEDEP y el
Servicio Evanglico de Iglesias en Alemania para el Desarrollo EED, han
credo conveniente recoger el conjunto de experiencias exitosas en la ges-
tin local que han llevado a cabo nuestros equipos de campo, en estrecha
colaboracin con lderes/as y campesinos y cuya fuente de valores contina
siendo nutrida por la fe inherente a los nuevos movimientos religiosos.
Para este n, CEDEP cont con la colaboracin de Jess Orccottoma
Crdenas, socilogo de larga experiencia de trabajo en medios rurales del
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Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Per y Latinoamrica y Liliana Berta Herrera, Comunicadora Social, que
igualmente tiene una fructfera trayectoria ligada al saber campesino y los
movimientos religiosos; ambos investigadores conjuntamente con los in-
tegrantes de nuestros equipos profesionales de campo y la participacin
activa de lderes/as campesinos, han logrado plasmar los aspectos ms va-
liosos de esta experiencia, que busca alcanzar el desarrollo social guardando
el mayor respeto y delidad por los valores ticos. Al respecto, es preciso
destacar que dichos valores ticos de origen religioso, de manera singular y
sin mayores obstculos lograron una plena complementacin con nuestros
tradicionales valores andinos, cuyas races son mucho ms notorias en las
poblaciones rurales.
Por todas estas razones, CEDEP, en su calidad de contraparte peruana
del Servicio de Iglesias Evanglicas en Alemania para el Desarrollo EED,
queda muy complacido de poder presentar este libro: Fe y valores en la
gestin del desarrollo local: experiencias en ncash e Ica, que segura-
mente servir para seguir alentando valores ticos de gran signicado como
el aprecio al trabajo, la responsabilidad, la transparencia en la gestin del
desarrollo y el buen gobierno de las poblaciones campesinas pobres y apar-
tadas de los centros de poder de nuestro pas.
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
I. INTRODUCCIN
El presente estudio es una aproximacin a los impactos logrados por
las corrientes evanglicas, en especial de las corrientes pentecostales, en la
gestin local en dos regiones del pas: ncash e Ica. Y con mayor precisin,
en los mbitos de intervencin del CEDEP en ambas regiones.
Se haba trazado como horizonte temporal para el estudio dos dcadas
y media (19802005), periodo en el cual la historia del pas estaba signada
por procesos sociales y polticos decisivos, al que Manrique calica como
la acumulacin de varias crisis. En efecto, este periodo, en particular,
signic el trnsito del periodo del gobierno militar a la apertura democr-
tica, por exigencia de las organizaciones populares; luego el trnsito a las
dcadas de la violencia poltica interna, con resultados dramticos para la
poblacin rural y del pas; despus, el trnsito a la poca de la corrupcin
y la crisis de gobernabilidad y de las instituciones; y salir nalmente, al
gobierno democrtico y la recuperacin econmica en los ltimos aos
cinco aos.
En este contexto, desde una mirada retrospectiva, hemos rastreado las
diferentes coyunturas regionales, en las que encontramos el aporte valioso
y el rol protagnico que cumplen las corrientes evanglicas, en particular
las corrientes evanglicas pentecostales. El papel que estaba circunscrito a
la esfera religiosa fue rebasada por los problemas sociales y polticos impe-
rantes, y tuvo como efecto inmediato una mayor participacin en la vida
poltica, ya sea a nivel nacional, regional o local, a travs de diferentes
cargos dirigenciales y desde las organizaciones de la sociedad civil.
Los diversos temas que estn en debate actual, fueron levantados hace
ms de medio siglo por los integrantes de las diferentes iglesias evanglicas,
en particular las iglesias evanglicas pentecostales, como temas de agenda
social: la educacin de los campesinos, la libertad de culto que recin
se estableci en la Constitucin de 1993, la recuperacin y lucha de las
tierras comunales; la proteccin y valoracin del medio ambiente; y la au-
tonoma en la administracin y el emprendimiento econmico a partir del
uso de los recursos locales.
En buena cuenta, las nuevas corrientes religiosas no catlicas, como ca-
tegora de anlisis, presentan una heterogeneidad singular y reviste de cierta
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Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
complejidad. Recientemente, la contribucin de mayor reexin correspon-
de a Motte (2001)
1
. Este autor, pese a ser considerado como un miembro
prominente de la Iglesia Catlica, muestra una apertura amplia para el an-
lisis y una tonalidad inclusiva en trminos religiosos. Desde su perspectiva,
plantea tres aspectos como discusin de fondo: la trascendencia de los as-
pectos subjetivos en el anlisis; considerar a los miembros de las corrientes
evanglicas como actores sociales; y visualizar un derrotero nuevo para la
sociedad, al que calica como una revolucin silenciosa. Sin embargo, el
aspecto que se relaciona directamente con este estudio tiene que ver con la
clasicacin que propone de las corrientes evanglicas en tres tipos: evang-
licas, pentecostales y escatolgicas.
Una de las caractersticas ms pronunciadas de las corrientes pen-
tecostales, es su apego al discurso escatolgico, que se puede encontrar
en las dcadas de la violencia
2
. En consecuencia, los pentecostales de
los ltimos treinta aos son principalmente de discurso fundamenta-
lista, aunque la reciente ruptura producida en esta corriente (la apari-
cin de los neopentecostales o los carismticos) abre nuevos caminos.
Como la vinculacin con la teologa de la prosperidad que empata, en
buena cuenta, con la teora del neoliberalismo econmico, es decir, el
nfasis en el aspecto econmico, el desarrollo individual y los empren-
dimientos econmicos. Se reconoce una mayor participacin de las
mujeres como pastoras, y se rompe la dicotoma poltica/religin.
En este estudio, centralmente, nos abocamos a rescatar los impactos lo-
grados por la corriente pentecostal en el desarrollo local. La construccin del
Estado, en sus diversas dimensiones, pasa tambin por fortalecer los gobiernos
locales para poder atender los problemas sociales ms acuciantes, especial-
mente del rea rural. Es preponderante el rol de los gobiernos locales. En esa
perspectiva, el caso ms emblemtico que hemos hallado se reere a la gestin
local de Francisco Galn en el distrito de San Miguel de Aco, provincia de
Caraz (ncash)
3
. En once aos de gestin en el gobierno municipal, se han
1
Sobre este tema existe una abundante literatura, sin embargo la obra de Dominique Motte
es sugerente: Una revolucin silenciosa? El impacto social de las nuevas iglesias no cat-
licas del Per. Cusco: CBC, 2001.
2
Se trata del aporte logrado por Ponciano Del Pino en Tiempos de Guerra y de Dioses.
Rondas y senderistas en el Valle del ro Apurmac. Ayacucho: UNSCH, 1996.
3
Nos referimos a la gestin de Francisco Galn, lder campesino, con apenas segundo grado de
educacin primaria, pero con una cualidad excepcional para la gestin de buen gobierno. Fue
premiado dos veces por algunos sectores del Estado peruano (MIMDES y FONCODES).
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
logrado impactos que han trascendido el mbito regional: la desaparicin del
consumo de aguardiente, la implementacin de diversos proyectos de desa-
rrollo local en nueve centros poblados, la capacidad de convocatoria para la
planicacin comunal y distrital en forma constante, la sostenibilidad de los
espacios de concertacin (asistencia promedio de 100 personas); metas exi-
tosas en temas de seguridad alimentaria, entre otros. Y lo ms preponderante
en esta gestin son aquellos valores que el quehacer poltico ha perdido hace
mucho tiempo en el escenario peruano: la cuestin pedaggica; los valores
ticos y la transparencia en la gestin de buen gobierno. Esta misma expec-
tativa se cierne en la actualidad en el distrito de Ataquero (Caraz), donde
otro miembro de la corriente pentecostal asumi la alcalda de este distrito.
Si la tendencia sigue as, quiere decir que la corriente pentecostal es capaz
de proponer modelos de gestin local, que combina de manera exitosa las
prcticas religiosas con una nueva forma de hacer poltica.
En este sentido, nos hemos planteado como objetivo central analizar el
papel que desempean los Nuevos Movimientos Religiosos en el desarrollo
local en dos zonas del pas: ncash e Ica. Desagregando este objetivo princi-
pal, sealamos los objetivos especcos: a) analizar el impacto de los NMR,
especialmente los pentecostales, en el desarrollo local; b) explorar sobre las
formas de participacin de los integrantes de los NMR en la poltica local, es-
pecialmente en la gestin de los gobiernos locales; c) analizar los cambios que
se generan en las propuestas de poltica y desarrollo en el gobierno local como
resultado de la participacin de los NMR en el desarrollo local; d) analizar la
permanencia de valores de base religiosa en el terreno extraeclesial, como
un factor de inuencia en el tipo de participacin en el desarrollo local y el
escenario poltico nacional.
En cuanto a las hiptesis de trabajo, nos planteamos: a) Los NMR re-
presentan nuevas formas de relacin dentro de la comunidad, donde no
slo se han modicado patrones tradicionales, sino que han modicado
radicalmente el escenario local y poltico; b) En las zonas donde el Estado
se mostr durante dcadas como un padre distante y despreciativo, los
NMR ocupan el espacio dejado por ste, al traer consigo un estilo de tra-
bajo y una relacin paternalistas; c) A pesar de una presencia mayoritaria
de los NMR en la escena poltica nacional y local, existe ausencia de li-
derazgos femeninos, como reejo de los altos grados de tradicionalismo en
trminos de relaciones de gnero al interior de estos movimientos, y nal-
mente, d) Los valores que se encuentran en la base religiosa de los NMR
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Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
inuyen en su rol en otros espacios extraeclesiales, como el desarrollo
local y la participacin poltica.
Este informe incluye como contenido cinco captulos. En la primera
parte, a manera de introduccin, se presentan los objetivos e hiptesis
de trabajo. En la segunda parte, presentamos el marco conceptual so-
bre la participacin poltica, en ella se hace un breve recorrido sobre la
participacin social, la participacin de los NMR, y una breve presen-
tacin sobre participacin y gnero, as como un marco general sobre la
participacin como un derecho a la luz del derecho internacional y la
normatividad nacional.
En la tercera parte, nos referimos especcamente a la participacin de
los evanglicos, en particular de los pentecostales. Se hace un breve resu-
men sobre la participacin de estos grupos en la poltica nacional, regional
y local; los rasgos que denen a los grupos pentecostales en Amrica Lati-
na, y nalmente, impactos de la participacin poltica de los evanglicos
en el escenario regional.
El cuarto captulo presenta los principales hallazgos de campo en las zonas de
estudio, y el quinto captulo presenta una reexin, a manera de conclusiones,
sobre las particularidades que adquiere la participacin en el escenario local de
los grupos pentecostales en contextos de interculturalidad.
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
AGRADECIMIENTOS
Queremos expresarles nuestra gratitud a los integrantes entrevistados
de las diferentes iglesias evanglicas, tanto en Lima como en las regiones
de estudio, Ica y ncash. De manera especial a:
Rafael Gotto (Presidente del CONEP, Iglesia Peregrinos del Per),
Mara Elena Zelada (Secretaria Ejecutiva de KAIROS), Josas Espinoza
(Telogo de los Pastores, Iglesia Redentor de Callao), Manuel Penacho
(Pastor de la Iglesia Vida), Erika Izquierdo (Proyecto Desafo Mikeas),
Daniel Crdova (Iglesia Evanglica Pentecostal del Per), Pedro Vliz
(LWR), Ricardo Verstegui, Lenna Hokeman (Comisin Interreligiosa de
la MCLCP), Epifania Inocente, Hernn Soto (Ocina Nacional de la Igle-
sia Asambleas de Dios del Per).
A nivel local, a Francisco Galn (ex alcalde de Pampamaca), Julio Loza
(pastor de la IEPP), Hugo Salazar (Care Per), Hermes Curo (Visin Mun-
dial en Huaraz), Vctor Luna y Hugo Arequipeo (pastores de las Asam-
bleas de Dios en Caraz y Yungay), Gerardo Castro (pastor de Ica), entre
otros, que tuvieron la gentileza de conversar y compartir con nosotros sus
proyectos, esperanzas, logros y sueos.
Asimismo, queremos expresar nuestro agradecimiento al Centro de Es-
tudios para el Desarrollo y la Participacin (CEDEP), por la oportunidad
de explorar un tema sumamente fascinante. Al Director Ejecutivo, Flix
Wong; al Director de Investigaciones, Enrique Rodrguez Doig, por haber
propiciado un ambiente agradable y clido de trabajo; al Analista Social
del CEDEP ncash, Eduardo Molinari; y a todos los integrantes del equi-
po de trabajo de CEDEP Ica por el acogimiento que tuvieron durante la
permanencia en las zonas de estudio.
A Jaime Vela, responsable del Sistema de Facilitacin de EED en el
Per, por facilitarnos documentos de lectura y la relacin con las institu-
ciones de la corriente evanglica para las entrevistas en la ciudad de Lima.
Y a Nora Crdenas: sus comentarios, sugerencias y el compromiso con el
tema fueron insumos importantes para la presente investigacin.
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
II. MARCO CONCEPTUAL
2.1. La participacin ciudadana
La participacin ciudadana como un derecho, ha sido reconocida en diver-
sos tratados y normas, tanto nacionales como internacionales. Sin embargo,
como seala Panchi
4
(2007), toda esta gama de normatividad existente no ha
detenido el desborde del conicto ni el continuo desprestigio de la poltica a la
que se supona deba aportar signicativamente. Como seala este autor, se ha
pasado del entusiasmo principista e ideolgico al pesimismo elitista y conser-
vador, sin detenerse a mirar las particularidades de los procesos, los actores, los
espacios, las motivaciones, etc. No hay un tipo de participacin, sino varias, y
homogeneizarlas no aporta al debate.
La participacin no es un proceso lineal ni homogneo, es resultado
de una conuencia de factores diversos. Para Panchi, la participacin
no debe entenderse como una poltica lineal y homognea, sino como resul-
tado de las luchas y conuencias entre actores y proyectos polticos distintos.
Para Tanaka (2001), la participacin no es una forma de accin natural
o espontnea, sino ms bien una construccin social resultado de la
superposicin de los problemas involucrados en toda forma de accin
colectiva. La participacin cambia en funcin de para qu se participa,
en qu se participa y quines lo hacen en cada caso. Plantea que se
requiere expectativas ms realistas hacia la participacin y a la vez, un
reconocimiento ms profundo de las relaciones de poder existentes den-
tro de una comunidad.
Este autor distingue tres grandes contextos (entendidos como ti-
pos ideales) en los que puede ocurrir la participacin, marcados por
diversos grados de complejidad (baja, media o alta) que nos parece
relevante mencionar, dadas las caractersticas de las experiencias ob-
jeto de anlisis en el presente estudio, y desarrolladas en contextos
diferenciados: uno rural y uno urbano marginal. Los datos empricos
demuestran que la participacin puede tomar diferentes modalidades,
vinculadas al tipo de relacin que se establece entre los actores invo-
4
Participacin ciudadana en el Per: disputas, conuencias y tensiones. Lima: PUCP, 2007.
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lucrados. Diversos autores proponen o recogen formas de caracterizar
esta participacin, que no son excluyentes y permiten dar una idea de
la complejidad del fenmeno.
Para el caso colombiano, Velsquez (1989) indica algunas caracte-
rsticas de la participacin que bien pueden extrapolarse a la realidad
peruana. Como factores favorables seala la existencia de condiciones
legales e institucionales para que se extienda el control ciudadano, y el
hecho que la organizacin ciudadana sea promovida desde el Estado, es-
tableciendo mecanismos a travs de los cuales los ciudadanos pueden
ejercer este derecho.
Empero, prevalecen obstculos derivados del carcter de las normas, el
peso signicativo del Estado en su funcionamiento cotidiano, y la actitud
de muchos agentes estatales frente a la labor scalizadora de los ciudada-
nos. Para este autor, el uso instrumental de la participacin proviene de
dos lados: del Estado, interesado en tutelar el proceso, pero tambin de los
lderes interesados en sacar provecho personal o colectivo del ejercicio de
la veedura. Los problemas que afectan a los ciudadanos, sus prioridades y
las opciones para abordarlas, deben ser materia de decisin de los propios
ciudadanos en todos los niveles. Ello requiere de capacidades y competen-
cias para una participacin proactiva de las personas y de las organizacio-
nes sociales en la toma de decisiones.
La estandarizacin y normalizacin de las diversas leyes y normas favo-
recen el reconocimiento de la participacin como un derecho ciudadano.
Sin embargo, a pesar de ser un avance normativo, le permite al Estado
tener el control de la participacin, quitndole capacidad de agencia a
los actores, as como no facilitar una mirada regional al tema de la parti-
cipacin de hecho, homogeneizar sta, hace que la diversidad cultural
desaparezca del debate.
Sin embargo, no es posible pensar la participacin desde un todo. Hay
que mirar procesos, espacios, actores, motivaciones. En ese sentido, es
importante el reconocimiento positivo de la diversidad cultural, reto que
debe ser asumido no slo por los decisores de poltica, sino por los actores
locales. En este camino es importante fortalecer capacidades locales y pro-
mover procesos inclusivos de participacin.
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Normas a nivel Internacional
El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Polticos (1966), de carcter vinculante,
establece que todos los ciudadanos gozarn, sin ninguna distincin de raza, color, sexo,
idioma, religin, opinin poltica o cualquier otra condicin social, del derecho y opor-
tunidad de participar en la direccin de los asuntos pblicos, directamente o por medio
de representantes libremente elegidos (Art. 25).
La Declaracin de Qubec (2001) reconoce que la participacin ciudadana y la re-
presentacin poltica adecuada son las bases de la democracia, y que los gobiernos locales
son los que tienen mayor presencia en la vida cotidiana de la ciudadana. Para ello,
promovern mecanismos para facilitar la participacin ciudadana en la vida poltica,
especialmente en los gobiernos locales o municipales [y] fortalecern la capacidad
institucional de los gobiernos locales para permitir la plena y equitativa participacin
ciudadana en las polticas pblicas sin discriminacin alguna y para facilitar el acceso a
los servicios esenciales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Finalmen-
te, respecto al rol de la sociedad civil, reconoce que los hombres y las mujeres tienen
derecho a participar, en condiciones de igualdad y equidad en los procesos de toma de
decisiones que afectan sus vidas y bienestar.
A nivel nacional
La Constitucin Poltica del Per, reconoce la participacin ciudadana como un
derecho inherente a la calidad de la persona (Art. 2, inciso 17), y tambin como control
poltico. Este control es a la vez social, econmico y cultural, lo que fortalece la idea de
vigilancia social como mecanismo democrtico de participacin ciudadana tanto a nivel
individual como de forma asociada en diferentes mbitos de accin (Art. 31).
La Ley 26300 Ley de los Derechos de Participacin y Control Ciudadano, que regula los
derechos de participacin y control ciudadanos de conformidad con la Constitucin y estable-
ce como derechos de participacin, la iniciativa de reforma Constitucional, la iniciativa en la
formacin de las leyes, el referndum y la iniciativa en la formacin de dispositivos municipales
y regionales. Como derechos de control ciudadano, reconoce la revocatoria y remocin de
autoridades, la demanda de rendicin de cuentas y otros mecanismos de control establecidos
por esta Ley para el mbito de los gobiernos municipales y regionales (ibid.).
La Ley Orgnica de Municipalidades No 27972, en su Artculo IX del Ttulo Preliminar,
establece, que el Proceso de planeacin local es integral, permanente y participativo, articulan-
do a las municipalidades con sus vecinos. En dicho proceso se establecen las polticas pblicas
de nivel local, teniendo en cuenta las competencias y funciones especcas exclusivas y com-
partidas establecidas para las municipalidades provinciales y distritales. El sistema de planica-
cin tiene como principios la participacin ciudadana a travs de sus vecinos y organizaciones
vecinales, transparencia, gestin moderna y rendicin de cuentas, inclusin, eciencia, eca-
cia, equidad, imparcialidad y neutralidad, subsidiaria, consistencia con las polticas nacionales,
especializacin de las funciones, competitividad e integracin.
La Ley Marco del Presupuesto Participativo, Ley No 28056, establece en su artculo
11, sobre Rendicin de cuentas, que los titulares de pliego de los gobiernos regionales y
gobiernos locales, estn obligados a rendir cuenta de manera peridica, ante las instancias
del presupuesto participativo, sobre los avances de los acuerdos logrados en la programa-
cin participativa, as como del presupuesto total de la entidad.
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Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
2.2 Participacin poltica y las corrientes evanglicas
En la historia poltica del siglo XX, el concepto de participacin ciu-
dadana, en tanto participacin poltica, ha sido utilizado con mltiples
signicados, como sostiene Balln
5
:
el concepto ha sido adaptado a distintos usos para hacer alusin al derecho
al voto para elegir autoridades, a la accin de los movimientos sociales represen-
tativos de los pobres y excluidos en la esfera pblica, a la accin comunal colecti-
va que opera autnoma y organizadamente para satisfacer algunas necesidades,
a distintas estrategias gubernamentales de cooptacin y clientelismo como formas
de consenso y control, a los esfuerzos de grupos y movimientos organizados para
incrementar su acceso y control a recursos y decisiones, as como a la accin
colectiva institucionalizada en distintas estructuras de gobierno para intervenir
en diversos procesos de gestin.
En este contexto, el acuerdo es casi unnime sobre la importancia y
efectividad que se le asigna a la participacin, y se ha convertido en un
tema signicativo en la agenda pblica y en el debate poltico. Dentro de
las iglesias evanglicas, en particular de las pentecostales, la participacin
poltica tiene su sustento en las mismas Sagradas Escrituras, de acuerdo a
Ayllon
6
:
De acuerdo a la fe evanglica, la prctica poltica desde el Estado y desde
la participacin responsable de los ciudadanos en el quehacer de la polis, tiene
un irrefutable fundamento en las Sagradas Escrituras. En efecto, dos de los ejes
transversales que hilvanan el mensaje del Antiguo y Nuevo Testamento, son
la presencia activa de Dios en la vida poltica de las naciones y la preocupacin
especial que tienen por los indefensos del mundo.
En este mismo sentido, la Mesa de Concertacin de Lucha Contra la
Pobreza, en su intento por buscar una mayor participacin de las y los miem-
bros de las iglesias evanglicas en la lucha contra la pobreza, plantean que:
La lucha contra la pobreza es un llamado irrenunciable para todos quienes
experimentan la gracia de Dios, porque es una parte de la expresin del amor al
prjimo y la justa aspiracin de todo ser humano a un desarrollo integral (En
5
Balln, Eduardo. Participacin ciudadana en espacios locales. Notas para un balance ne-
cesario. Lima: Propuesta Ciudadana, 2003.
6
Aylln, Nelson. Presentacin del libro La seduccin del poder: los evanglicos y la polti-
ca en el Per de los noventa de Daro Lpez, 2004.
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
este sentido) La Mesa de Concertacin, es un espacio donde la iglesia puede
contribuir a construir justicia, transmitiendo a la sociedad los ideales de una vida
de acuerdo con el Evangelio (2007:3)
En las dos ltimas dcadas, en nuestro pas se fueron articulando nuevas for-
mas de participacin ciudadana desde la experiencia de diversos sectores organi-
zados de la sociedad civil. En este marco, no es casual, pues, encontrar a los lde-
res de los NMR asumiendo liderazgos locales y ocupando cargos en los gobiernos
locales, la misma que ha trascendido al espacio regional y nacional. En los aos
20 y 30 del siglo pasado, el papel y rol de los adventistas en la regin punea re-
percutieron decisivamente en la vida de los pobladores rurales, porque el marco
religioso que esgrimieron fue rebasado por las injusticias sociales imperantes.
De esa manera, este grupo religioso abri acciones para combatir pro-
blemas de salud y educacin, entre otros, afectando radicalmente los inte-
reses de la sociedad dominante de esa poca. Con otro matiz est el caso
de la Granja Porcn en la regin de Cajamarca, donde es fcil encontrar
la disciplina religiosa, la tica al trabajo y el liderazgo religioso para alcan-
zar metas econmicas prsperas; en los 90, fueron una pieza clave para el
triunfo de Fujimori, como veremos ms adelante.
Nueva Creacin expresa su coincidencia con el telogo alemn Jrgen Moltmann,
quien siempre insisti en la necesidad de un compromiso poltico de parte de los evangli-
cos. Puso como ejemplos al pastor bautista estadounidense Martin Luther King Jr. y el reve-
rendo anglicano sudafricano Desmond Tutu, que se enfrentaron al racismo en sus pases.
Resalt la labor realizada por el Concilio Nacional Evanglico del Per (CONEP),
junto a otras organizaciones evanglicas, por los pobres y la gente indefensa que sufra con
horror la violencia de terroristas y agentes del Estado en las dcadas de 1980 y 1990.
Por ello, el pronunciamiento exhorta a la Iglesia Evanglica a que su compromiso,
tanto en la lucha contra la pobreza como en la promocin de la alfabetizacin, sea con
acciones organizadas, con propuestas tcnicas, con reexin teolgica, con oracin; y
que la prioridad de la agenda sea la conservacin del medio ambiente.
A su vez, plantea que este compromiso sea condensado con denuncias, y con una
labor vigilante, en favor del pueblo y que todo apoyo no est libre de crtica evitando
toda constantinizacin
ALC
Sin embargo, a pesar de ello, su repercusin poltica y su repercusin
en el desarrollo local no han sido consideradas como objetos de estudio.
18
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
De hecho, estos aspectos han estado al margen no slo del debate acad-
mico, sino del quehacer de las ONG en cada mbito de trabajo. Una de las
razones de esta ausencia puede ser la subestimacin de la vigencia de otras
formas religiosas en la sociedad peruana. Otra razn puede ser que han sido
rebasados, pues no se esperaba ni la presencia, ni la inuencia, en la magni-
tud alcanzada en una sociedad aparentemente moderna y secularizada. Sea
como fuere, es un hecho que en el actual panorama religioso ha quedado
durante mucho tiempo fuera de la investigacin acadmica universitaria y
de sus repercusiones en el desarrollo local.
2.3. Participacin y gnero
La Iglesia Evanglica Pentecostal del Per aprob por unanimidad conceder a las
ministras mujeres los mismos derechos y prerrogativas que los varones, en un acuerdo
histrico tomado en su Asamblea Nacional realizada en Lima, los das 25 al 30 del pasado
mes de junio. Los pastores y lderes de esta denominacin acordaron que desde ahora,
las pastoras mujeres tambin sern consideradas ministras ordenadas, y no slo ministras
licenciadas como era hasta el momento.
En declaraciones para ALC, el pastor Daniel Crdova, ministro de esta denomina-
cin, explic que con esta decisin tomada por la Iglesia Pentecostal, ahora las pastoras
mujeres podrn ociar sacramentos como la Santa Cena y Bautismo, e incluso realizar
matrimonios, actos que anteriormente no les eran permitidos.
ALC, 2007
Mirar la participacin poltica de las Iglesias Evanglicas nos muestra
ausencias notables en la participacin femenina. Sin embargo, es impor-
tante resaltar el avance notable en materia de reconocimiento formal de
las mujeres como Pastoras. La Iglesia Evanglica Pentecostal del Per
ha aprobado, en junio de este ao, conceder a las ministras mujeres los
mismos derechos y prerrogativas que los varones. Empero, persisten an
en nuestra sociedad barreras culturales, econmicas y sociales que impi-
den a las mujeres el ejercicio de sus derechos polticos. Mucho ms toda-
va dentro de estructuras religiosas, que reproducen esquemas patriarcales
dentro de su organizacin, donde las mujeres tienen poco espacio para la
participacin poltica. A ello se suma el poco o nulo manejo del idioma
castellano que tienen muchas mujeres en las comunidades campesinas. Es
notorio observar el esfuerzo que hacen las dirigentas por hablar en esa len-
gua. No saber hacerlo en un espacio pblico es sentido y percibido como
no saber hablar. Pero el dominio del castellano no slo es un instrumento
19
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
para hablar en pblico, lo es tambin para cumplir cargos pblicos, hacer
vigilancia ciudadana, realizar trmites, solicitar informacin en entidades
pblicas, etc.
A esta dicultad se suma el trato cotidiano que se establece con las
dependencias del Estado, marcado por conductas discriminatorias hacia
las mujeres y los indgenas en general, como podemos observar en las si-
guientes citas:
En 1998, un dirigente campesino me dijo, a propsito de los reclamos de
su comunidad para lograr el nombramiento de una plaza docente en la escuela de
su pueblo, si yo voy con ojotas a la USE no me van atender. En igual o
mayor situacin de vulnerabilidad frente al maltrato, se sienten las mujeres que
se visten de acuerdo a las tradiciones de sus comunidades. Tan claro lo tienen,
que evitan ir y delegan a sus dirigentes varones esa tarea, quienes no siempre
pueden cumplirla, pues a veces luego de viajar muchas horas, no son recibidos
por ningn funcionario
7
.
Hay una complementariedad entre la dominacin tnicocultural y la
de gnero, es decir las mujeres se sienten y son consideradas inferiores no
slo por ser mujeres sino por ser ms indias (De la Cadena 1996
8
). Para
esta autora, si bien es en la ambigedad del acuerdo regional que se aceptan
superioridades e inferioridades tnicas, es en la intimidad de las relaciones donde
se realizan las decisiones acerca de quin es o no indio o misti. Debido a que la
denicin de la capacidad de trabajo de los individuos es central a la distribu-
cin de las etnicidades, el gnero se convierte en eje fundamental junto con la
estraticacin econmica, para la construccin de jerarquas tnicas dentro de la
comunidad e incluso en el marco de unidades domsticas, suponiendo el proceso
de indianizacin de las mujeres (202). Esta condicin favorece en mayor
medida la desvalorizacin y la violencia (el subrayado es nuestro).
Anderson
9
(1994) seala que en el Per la distribucin de la pobreza
tiene fuertes connotaciones raciales y tnicas, as como genricas. Es decir,
hay una mayor feminizacin de la pobreza. La condicin de ser mujer, su
7
Oliart, Patricia. Pobreza y desarrollo en el Per. Informe anual Oxfam, 2002.
8
De la Cadena, M. Las mujeres son ms indias. En P. Ruiz Bravo (editor). Detrs de la
Puerta. Hombres y mujeres en el Per de hoy. Lima: Fondo Editorial de la Ponticia Uni-
versidad Catlica del Per, 1996; pp. 181203.
9
Anderson, J. La feminizacin de la pobreza en Amrica Latina. Lima: Red Entre, 1994.
20
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
reducido acceso al trabajo productivo, la desigualdad en el salario y en
el acceso a servicios como educacin y salud, conducen a una vivencia
diferenciada de la pobreza por gnero. Las mujeres no slo tienen mayores
dicultades para acceder a los servicios educativos, sino ms dicultades
para salir de la pobreza por sus responsabilidades familiares y el cuidado de
los nios, la discriminacin para acceder al mercado de trabajo, la segmen-
tacin de las ocupaciones y los menores salarios.
En este contexto, la construccin y ejercicio de la ciudadana implica
garantizar la participacin de representantes de los diversos grupos cultu-
rales y etnias, a nivel de la toma de decisiones en el diseo, el monitoreo
y la evaluacin de los mecanismos de participacin, como una forma de
asegurar que stos sean accesibles culturalmente.
21
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
III. PARTICIPACIN POLTICA DE LOS NUEVOS
MOVIMIENTOS RELIGIOSOS NO CATOLICOS
3.1. Los Nuevos Movimientos Religiosos
Un primer aspecto complejo y difcil de dilucidar en la reexin en relacin
a este tema, se reere a la necesidad de diferenciar la religin como concepto
abstracto de la confesin cristiana. Desde una visin general, se sabe que la re-
ligin cristiana es una sola en trminos globales, pero hay muchas confesiones,
iglesias y movimientos religiosos sobre esta matriz. Empero, en todas ellas, se
evidencia la bsqueda de divinidad, de la cual se desprenden las diferencias ms
diversas entre iglesias, confesiones y movimientos religiosos.
En los discursos fundacionales de la evangelizacin en el Per se en-
cuentran las iglesias histricas: catlicas y evanglicas. De stas ltimas
se desprenden varias corrientes religiosas con distintas denominaciones y
procedencias. De Europa proceden las iglesias luteranas o las protestan-
tes, y de Norteamrica, las evanglicas. Una de esas iglesias, como expre-
sin de una de las corrientes evanglicas que llegan al pas en las primeras
dcadas del siglo XX, es la iglesia pentecostal Asamblea de Dios.
En este contexto, una mirada de la evolucin de las corrientes evanglicas
en el Per, nos remite a la situacin de la Iglesia Catlica, adems de otros fac-
tores gravitantes que ejercen inuencia en los cambios dentro de los Nuevos
Movimientos Religiosos no Catlicos a lo largo de las ltimas dcadas.
Si tomamos como referencia las cifras ociales ofrecidas por el Censo de
1940, tenemos que el 98.51% de la poblacin peruana se denomina catlica,
mientras la corriente evanglica apenas representaba el 0.88% de la pobla-
cin total. No est dems decir, que el Estado peruano, segn la Constitu-
cin vigente hasta antes de 1979, era un Estado que se reconoca exclusiva-
mente como catlico. Posteriormente, la Constitucin de 1993 modica esta
situacin y se incluye el respeto y la tolerancia a otras confesiones, conforme
se puede evidenciar en el Artculo 50 de dicha constitucin:
Dentro de un rgimen de independencia y autonoma, el Estado reconoce a
la Iglesia Catlica como elemento importante en la formacin histrica, cultural
y moral del Per, y le presta su colaboracin. El Estado respeta otras confesiones
y puede establecer formas de colaboracin con ellas.
22
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
No obstante, la situacin de la Iglesia Catlica haba comenzado a
cambiar a inicios del siglo XX. Hay una disminucin en cifras relativas de
sus miembros: de 1981 hasta 2005, se evidencia una tendencia a la dismi-
nucin de 94.6% a 85.6%. Por oposicin, en el mismo periodo, las corrien-
tes evanglicas, en trminos generales, han crecido considerablemente de
5.3% a 12.3%
10
. Dicho de otra manera, en la dcada del 40 apenas tenan
el 0.87% de la poblacin peruana, en el ao 2005, llegan al 12% del total
de la poblacin peruana, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Cuadro No. 1
Evolucin cuantitativa de la corriente evanglica: 1940 2005
Fuente: Elaborado en base a los censos nacionales de poblacin
Webb y Fernndez Baca: Cunto 2001.
Similar tendencia se observa si analizamos el ndice de crecimiento de las
corrientes evanglicas. De hecho, el grco muestra la tendencia creciente
de las iglesias evanglicas y un estancamiento de la Iglesia Catlica:
Aos
Poblacin peruana
Iglesia Catlica Corriente evanglica
Nmero %
Nmero de
miembros
%
Nmero de
miembros
%
1940 7023.111 100 6115,339 87 54,818 0.80
1993 22639,443 100 19530,300 86 1566,200 7.00
2001 26346,840 100 19530,300 74 1717,000 7.00
2005 27219,264 100 23535,000 86 3197,000 12.00
10
Elaboracin propia en base a: Fernndez Baca, Graciela; Webb, Richard. Anuario Estads-
tico Per en Nmeros 2005. Lima: Cunto, 2005; p. 356, cuadro 7.7.
23
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
En general, cuando nos referimos a la corriente evanglica, debemos
entender que estamos mencionando indirectamente a varias denomina-
ciones, varias iglesias o confesiones religiosas, con distintas matrices hist-
ricas y con distintos nfasis en algunos aspectos religiosos. Esa constelacin
de corrientes religiosas ha aumentado considerablemente en los ltimos
aos. Adems, al interior de aquellas corrientes histricas o tradicionales
han aparecido nuevas corrientes de innovacin en la forma de manifestar
la fe religiosa, conforme se puede ver en el siguiente cuadro.
Cuadro No. 2
Evolucin cuantitativa de las corrientes evanglicas
1995 - 2005
Fuente: Webb, Richard; y Fernndez Baca, Graciela: Per en cifras.
Cunto 1995, 2000, 2006
Existiran varias razones que explican las causas de la tendencia cre-
ciente de los miembros de las iglesias evanglicas. Seran la desercin de
los miembros de la Iglesia Catlica por desencanto y por cuestionamientos
a la forma de encarar la fe religiosa, la inuencia de la idea del milenarismo
y el recambio generacional en la sociedad, la crisis generalizada de la socie-
dad y de las instituciones, y el anclaje de la fe religiosa en los sectores ms
pobres de la sociedad peruana. Sin embargo, es importante mencionar, que
en los ltimos aos hay una tendencia de crecimiento importante en los
sectores medios profesionales, como se puede apreciar en la siguiente cita:
Iglesias/aos 2005 2000 1995
1. Asociacin de Iglesia Evanglica Libre del Per 530,000 250,000
2. Testigos de Jehov 93,000 75,000 53,500
3. Israel del Nuevo Pacto Universal 35,000 25,000 350,000
4. Iglesia de Jess de Santos de los ltimos Das 390,000 342,000 290,000
5. Iglesia Adventista del Sptimo Da 664,000 497,000 352,500
6. Alianza Cristiana y Misionera. 42,000 34,000 21,300
7. Iglesia Bautista 343,000 105,000 105,000
8. Iglesia Agua Viva 90,000 15,000
9. Asamblea de Dios 1,000,000 600,000 115,100
10. Iglesia P. Sokka Gakkai 10,000 7,000 5,700
11. Iglesia Anglicana Episcopal 1,000
12. Iglesia Evanglica Presbiteriana 16,000 15,700
13. Iglesia Metodista 7,000
Total 3,197,000 1,717,000 1,565,800
24
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Entre los profesionales, universitarios, gente que vive en Surco, en La
Molina, es decir hay un ascenso social, propio de la evolucin de una cultura.
Decir ahora como antes Bastian los pentecostales son sinnimo de pobres, es
una visin incompleta. (El subrayado es nuestro)
11
.
En el caso peruano, si miramos las regiones, podemos observar su pre-
sencia a nivel nacional, siendo Amazonas (25.7%), Ucayali (25.6), y Aya-
cucho (21.12) las que concentran los mayores porcentajes de crecimiento.
Pero tambin es importante resaltar que el mayor crecimiento de las igle-
sias evanglicas se da en las regiones ms pobres del Per. Si analizamos la
tendencia en las zonas de estudio ncash e Ica tambin muestran pre-
sencia importante de poblacin evanglica, 14.4% y 8.4% de crecimiento,
respectivamente, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
11
Manuel Penacho, Pastor de la Iglesia Vida.
Segn Paulo Hebmuller, el crecimiento de las iglesias pentecostales es el
fenmeno ms espectacular en el panorama religioso de Amrica Latina en
las ltimas dcadas. Los pentecostales, que en 1990 representaban apenas
0.9% del total de cristianos del mundo, llegaron al 5.8% en los aos 70 e in-
25
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
crementaron su membresa al 26% en el 2000. Para el caso peruano, si bien
no tenemos datos cuantitativos de todas las iglesias pentecostales, sobresale
el crecimiento de la Iglesia Pentecostal Asamblea de Dios, como un caso
singular por el crecimiento y presencia generalizada a lo largo del pas.
Segn Erika Izquierdo
12
, el fundamento de la iglesia pentecostal es ubi-
carse justamente en aquellos lugares donde no existe otra iglesia, de all su
crecimiento tanto en trminos espaciales como de miembros:
T te vas a cualquier parte de Per, y te vas te encuentras una iglesia
Asamblea de Dios, puede que no te encuentres otra iglesia evanglica, puede que
no te encuentres ni siquiera una iglesia catlica, pero encuentras Asambleas de
Dios, encuentras iglesias de corte pentecostal porque esto es el fundamento.
La evolucin en cifras absolutas de la Iglesia Asamblea de Dios,
como expresin de la corriente pentescostal, es un claro ejemplo de
su clara vinculacin con los sectores pobres del pas. All se observa
no slo el crecimiento de sus miembros sino del nmero de iglesias
en los ltimos diez aos. En la actualidad, la proliferacin de las
iglesias se puede evidenciar con suma facilidad en las reas urba-
nomarginales y en las reas rurales, como se puede apreciar en el
siguiente cuadro:
12
Erika Izquierdo. Proyecto Desafo Mikeas.
26
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Cuadro No. 3
Evolucin de la Iglesia Asamblea de Dios: 1993 2005
Varios aspectos resaltan a simple vista. La proporcin de su crecimiento es
superior a cualquier corriente evanglica, incluso, superior a la Iglesia Catlica;
los espacios de mayor inuencia estn en las reas rurales y en las reas urbanas
marginales; las diversas crisis que afectaron a la sociedad peruana (violencia,
crisis econmica y la corrupcin) tambin son factores que explican su creci-
miento. Del Pino, para el caso del valle del ro Apurmac, sostiene que:
No slo Sendero Luminoso luchaba por conquistar a los excluidos, sino,
probablemente con mayores y mejores ventajas, lo hacan tambin los evangli-
cos cada quien buscaba llegar de mejor forma a los desahuciados desarrollando
discursos de esperanza y salvacin (4-5).
Aos Nmero de miembros Nmero de iglesias
1993 109,200 1,447
1994 109,200 1,447
1995 115,100 2,035
1996 115,100 2,035
1997 115,000 2,035
2000 600,000 3,200
2001 600,000 600,000
2002 1,000,000 3,000
2003 1,000,000 3,000
2005 1,000,000 3,000
27
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Creemos adems, que ante la ausencia del Estado, los evanglicos ocu-
pan estos espacios, dotando de esperanza y reconocimiento a las personas.
Al respecto, el mismo autor plantea:
El Evangelio pasaba a ser un refugio para los sectores ms frustrados de la
poblacin. Es as en tiempo de plagas y guerra, los evanglicos recrearon horizon-
tes utpicos y bblicos sobre los que se apoyaron diversas poblaciones, sumindo-
las como insumos de sobrevivencia (4)
Fuente: Elaboracin propia en base a: Webb, Richard; Fernndez Baca, Graciela: Cunto de
1993 al 2006.
Las Asambleas de Dios a nivel nacional
Mi nombre es Hernando Soto, ministro ordenado de las Asambleas de Dios del Per, y
mi trabajo lo realizo en Huancayo, en la sierra central de Per, y por varias pocas he sido
presidente de la Fraternidad de Pastores
Nosotros somos una organizacin congregacional y cada pas, Per por ejemplo, depende de
su propia organizacin. No dependemos de otros pases, pero s en todo el mundo hay las Asam-
bleas de Dios. De Per, de Venezuela, Chile, Argentina, Estados Unidos, pero de todos modos
tenemos una vinculacin, somos una hermandad fuerte en todo el mundo, pero cada pas se rige
por sus propias costumbres, ideales, principios y formas de gobierno que creen tener
En nuestro pas como ejemplo, tenemos una directiva nacional integrada por cua-
tro ejecutivos nacionales y tambin tenemos una directiva regional. Estamos pronto, el
prximo ao, a implantar las subregiones. Por ejemplo, en el departamento de Junn van a
haber tres, porque en mi departamento hay sierra y tambin hay selva, y a veces no es com-
patible, hay cosas que por aos se lucha, entonces ahora va a salir la subregin de la selva
central y de la misma sierra, tambin va a salir dos subregiones, a pesar que somos sierra,
porque el pueblo de las Asambleas de Dios es fuerte en Huancayo, somos casi 330, 340
pastores, as que es bastante estamos bordeando casi los 5,500 pastores en todo el Per.
28
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
3.2. El ethos o espiritualidad pentecostal en Amrica Latina
El ethos o espiritualidad del Pentecoslismo se maniesta con variados
matices y acentos en las diversas iglesias pentecostales y en las regiones en
estudio. Sin embargo, como sostiene el telogo norteamericano Steven
Land, todas ellas arman las doctrinas cardinales del cristianismo: la Trini-
dad, la Encarnacin y expiacin de Jesucristo; la necesidad de la fe en Jesu-
cristo para salvarse y el poder del Espritu Santo divino y la buenaventura
esperanza de que Cristo volver para consumar el reinado de Dios.
Para Gotto
13
, el pentecostalismo a nivel doctrinario o teolgico se fun-
damenta en cuatro principios bsicos: Cristo sana, salva, santica y viene
otra vez, es decir las bases del principio del evangelio cuadrangular:
Entonces por ah uno puede percibir a un pentecostal en el predicante doc-
trinario de estos cuatro principios. Desde un punto de vista fenomenolgico, uno
puede conocer a un pentecostal por: primero, ser una iglesia que se arraiga en los
sectores populares (ms pobres), especialmente en los sectores andinos y en los
sectores de migracin (en las colonias de migrantes de las ciudades); en segundo
lugar, es una iglesia que se fundamenta en la experiencia de la salvacin y la
santicacin, de ah que a un pentecostal se conoce ms por el predicamento del
testimonio de fe, la experiencia como el testimonio fundamental, de por qu son
creyentes. Si t buscas a un pentecostal, siempre est testicando de su salva-
cin, de su fe (Entrevista Rafael Gotto).
Por su parte Holenberger resalta tres caractersticas de la teologa pentecos-
tal: 1) que hablan en lenguas, los dones espirituales; 2) que son muy cristocn-
tricos, en el sentido de poner nfasis en la lectura bblica sobre Jess; y 3) el mo-
vimiento pentecostal se asume netamente en la doctrina de los metodistas, del
grupo de la santidad, que no basta hacer la conversin sino su santicacin.
An sabiendo que no existe una teologa pentecostal (en singular), Sepl-
veda describe algunas caractersticas de este ethos o espiritualidad pentecostal:
1. El encuentro con Cristo resucitado como experiencia fundante
Para el pentecostalismo, lo que constituye la vida o el ser cristiano
es el encuentro con Jesucristo. Un nuevo nacimiento. Se trata pues,
de un nuevo comienzo, un cambio de vida.
13
Entrevista a Rafael Goto, Presidente del CONEP, Iglesia Peregrinos del Per.
14
Juan Seplveda (s/f): Una aproximacin teolgica a la experiencia pentecostal latinoamericana.
29
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Se trata de Vivir la fe, de tener una experiencia de Dios. Para el
pentecostal, ser cristiano produce una diferencia radical de cambio
de vida. Supone una reidenticacin de la persona.
2. El Espritu Santo: el poder de Jesucristo resucitado en la vida del
creyente
La espiritualidad pentecostal es Cristocntrica, y el Espritu Santo
es el vehculo de la presencia viva y real de Cristo resucitado ac-
tuando en la persona, transformndola en una nueva criatura. Se-
gn Seplveda, lo que el Pentecostal sabe de Jesucristo lo sabe por
el testimonio de las Escrituras, pero ese saber se transforma en vida
por obra del Espritu Santo.
3. El cambio de vida como experiencia sanadora
La mayora de testimonios de los pentecostales percibe el cambio
como experiencia sanadora, es decir, como la superacin de situacio-
nes personales que han bloqueado una vida en plenitud y amor. Para
Seplveda este cambio no es objetivo, no se trata de cambio de su
condicin social, laboral, familiar, sino ms bien un cambio subjeti-
vo, en el modo de verse a s mismo, su entorno y la vida en general.
4. Una Iglesia Viva: la comunidad de los que han sido transforma-
dos por Cristo
La experiencia de cambio personal tambin se traduce en nueva co-
munidad, un nuevo pueblo. Seplveda seala que lo que constituye a
la Iglesia no es la adhesin comn a un credo, sino la comn partici-
pacin en la experiencia del encuentro con Jesucristo resucitado bajo
el poder del Espritu Santo. En este sentido, para los pentecostales, la
Iglesia es la comunidad voluntaria y abierta de todas y todos que han
experimentado la renovacin de sus vidas por la fuerza del espritu.
5. La bsqueda de Otro lenguaje teolgico
La compresin de la experiencia cristiana personal como un cambio
radical de vida, y de la iglesia como la comunidad de creyentes que
han experimentado esa profunda renovacin de sus vidas, presupo-
nen una vivencia de lo humano, que se describira como Holstico.
En palabras de Seplveda, es una percepcin de lo humano que no
opera con las clsicas distinciones de occidente: cuerpoespritu,
30
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
raznemocin. Desde esta perspectiva, se trata pues de buscar un
lenguaje profundo, que dentro de la experiencia pentecostal se pue-
de traducir en llanto, glosalia, danza, lamentos, o en las manifesta-
ciones corporales y/o extticas, propias de este grupo de personas.
Segn el experto, estas formas de expresin dentro de la iglesia pen-
tecostal son una forma de rescate de la nocin (y experiencia) de
la presencia y libertad del Espritu Santo, donde se ha iniciado un
proceso de liberacin de la teologa (como discurso de la fe cristia-
na) de su cautiverio por el racionalismo logocntrico occidental.
6. Salvacin presente y salvacin futura
Dentro del discurso pentecostal, se constata que lo central es el
anuncio de la disponibilidad de una salvacin aqu y ahora, posibi-
lidad que aparece avalada por la propia experiencia del predicador y
la comunidad de la que forma parte.
A partir de estos principios resumimos algunas caractersticas de la co-
rriente pentecostal en el Per:
- Una primera caracterstica a resaltar, es que el pentecostalismo como
Iglesia est arraigado en los sectores populares ms pobres del pas,
especialmente en los sectores rurales andinos y en los sectores urba-
nos, en los cuales se ubican las colonias de migrantes andinos. En este
grupo, una caracterstica del pentecostalismo es su carcter liberador
y emancipador, como se puede evidenciar en la siguiente cita:
Que es Cristo salva, Cristo sana (sana corporalmente), Cristo bau-
tiza con Espritu Santo y fuego, y Cristo viene otra vez a llevar a su
Iglesia, estos son digamos la doctrina fundamental ms importante
del pentecostalismo, por eso es que se extiende rpidamente, y lo que
tiene el pentecostalismo es que, al trabajar en los sectores ms populares,
entonces llegan con un mensaje liberador. De alguna manera un mensaje
que hace importante a la persona, porque ahora recibi a Cristo, tiene
algo. Antes no era nada, y ahora se convierte en un predicador
15
.
No obstante, es importante mencionar que el pentecostalismo ha tras-
cendido espacios y poblaciones. En los ltimos aos no se queda slo con
15
Mara Elena Zelada, Proceso Kairos.
31
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
los sectores pobres, sino que hay rostros pentecostales en sectores medios
profesionales, y zonas residenciales de Lima, como Surco y La Molina. Los
pentecostales son sinnimo de pobres, es una visin incompleta. (El subrayado
es nuestro)
16
- Una segunda caracterstica a rescatar, es que el Pentecostalismo como
iglesia se fundamenta en la experiencia de la salvacin y la santica-
cin, de ah que a un pentecostal se le conoce ms por el predicamen-
to del testimonio de fe, la experiencia personal como el testimonio
fundamental de su creencia, como sostiene nuestro entrevistado:
Siempre un pentecostal est testicando de su salvacin, de su fe. Te
va hablar cuando fue borracho, mujeriego, ladrn, etc., etc. El pente-
costal est obligado a dar testimonio de esa experiencia. Esa es la marca
distintiva del pentecostal. Por eso el pentecostal se convierte en un misio-
nero natural, debido a que, como ha experimentado el cambio de vida, l
nunca va dejar de contar lo que ha experimentado
17
.
- Un tercer rasgo del pentecostalismo es que ha generado una liturgia,
una oracin autctona, una cancin vinculada a la cultura local, de
esta manera no slo logra mayor cercana con las poblaciones, sino
rescata las costumbres locales para acercar a su fe, a partir de ella
encuentra conectividad afectiva y emocional con las personas. Hay
un reconocimiento de la persona, de su cultura, quizs sea uno de los
factores que mejor explica el crecimiento de esta iglesia:
El pentecostalismo es el que te va cantar huainitos, marinera, rancheras,
etc. porque se asimila fcilmente a las culturas locales, y las otras corrientes
no hacen eso. Ese puede ser la razn principal del crecimiento ms popular
de esta corriente, por la conectividad afectiva y emocional con la gente, con
una cultura determinada. Y por eso que algunos llaman como el pentacosta-
lismo nacional, porque no depende de los misioneros, se desarrolla indepen-
dientemente en los lugares donde trabaja, y toma las caractersticas culturales
(msica, costumbres, de cmo se renen en comunidad) y son autososteni-
bles. En estas iglesias nacionales toman sus elementos ms culturales que, de
alguna manera, les va a dar sentido de pertenencia a su comunidad
18
.
16
Manuel Penacho, Pastor de la Iglesia Vida.
17
Mara Elena Zelada. Proceso Kairos.
18
Mara Elena Zelada. Proceso Kairos.
32
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
- Pero tambin al pentecostal se le puede reconocer por su fundamentalis-
mo, o por el manejo escatolgico de carcter religioso, sera un cuarto rasgo
del Pentecostalismo. Hacen una lectura ms literal de la Biblia: literalizan
la lectura de la Biblia. Hay una lectura lineal tambin de la historia, por
eso en ellos se acenta un fundamentalismo teolgico religioso. El funda-
mentalismo se va asimilando como consecuencia del proceso del arraiga-
miento, que en el caso de Amrica Latina tiene caractersticas particulares
por la presencia de conictos y de posturas religiosas. El movimiento evan-
glico pelea por su instalacin en el campo religioso frente al catlico. De
hecho, en los aos 40 y 60 la lucha del movimiento evanglico fue una lu-
cha anticatlica; eso acenta el fundamentalismo, porque los evanglicos,
y dentro de ellos los pentecostales, vienen con la nueva creacin, la nueva
sociedad, el nuevo mundo, y anticipan la venida de Jesucristo.
- Otro rasgo es el nfasis en la teologa de la prosperidad muy cercana
a la ideologa del neoliberalismo econmico, como en los movi-
mientos carismticos. El neopentecostalimo carismtico, como En-
manuel, Camino de Vida, Agua Viva, entre otros tiene una activi-
dad poltica y de incorporacin a la vida social y poltica:
Ms guerrera, ms acelerada, porque eso afecta ms a la clase media alta.
Miran el evangelio desde otra perspectiva, por ejemplo participa mucha gente em-
presarial, o sea ya tiene otra cosmovisin, tiene una experiencia carismtica pero
desde su rango profesional, y miran a la iglesia desde otra perspectiva. A partir de
la aparicin de la corriente carismtica surge la teologa de la prosperidad, en el
sentido neoliberal que, signica el desarrollo del mercado, del individualismo, que
vamos salir adelante a golpe de esfuerzos personales y eso se vuelve religioso. En
los mensajes se lee como t puedes prosperar; t puedes ser empresario. Sin
embargo, el lado positivo de esa tendencia es que antes se viva de espaldas a la
historia. O sea, un pentecostal pensaba ms all en el cielo all en el cielo
ac en la tierra nada. Y eso era un escapismo hasta la dcada del 90. All hay
un cambio, y la Asamblea de Dios se remeci por completo. En algn momento
son ganados por esta ideologa de la prosperidad, que viene de Amrica Central
(1955); luego fue incorporado en el paisaje peruano por tres personajes: San
Cristbal, de Argentina; John Ecar; y la famosa pastora de la Asamblea de Dios,
Dina Santa Mara (de Salvador). Tambin de Puerto Rico se llama Roberto
Fonn l es el padre mentor, luego sigue San Cristbal y aqu en el Per es
Lozano a medida que va creciendo tiene diferentes matices
19
.
19
Mara Elena Zelada. Proceso Kairs.
33
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
En resumen, parece que hay cuatro elementos que hacen del movimien-
to carismtico un fenmeno religioso: a) por un lado, est el concepto de
la prosperidad, como la dimensin econmica y social; y el movimiento
carismtico ofrece un nuevo estatus econmico y social (los emprende-
dores econmicos individuales, familiares, etc.); b) el predicamento de la
prosperidad como un horizonte de xito, que regula todas las perspectivas
neoliberales, un elemento central que va acompaado por una accin p-
blica, la incidencia pblica. c) El carismatismo es la edicin del nuevo
pentecostalismo, ya no popular, marginal, sino de clase media que busca,
primero, acceder y buscar un nivel de inuencia en la gestin pblica, en
la estructura social. d) Pero estos dos elementos sealados arman un indi-
vidualismo, pero tambin mantienen el comunitarismo, como sostiene uno
de nuestros entrevistados:
El pentecostal en la corriente del evangelismo tradicional dice eso pero con-
serva an el comunitarismo; en cambio, el carismatismo es ms individualista. Y
eso va acompaado por el concepto del poder, ah se redondea, porque el poder
tambin se individualiza, por eso el carismatismo ha generado una nueva estructu-
ra que se funda en apstoles. El carismatismo, de algn modo, genera una cadena
de dependencia, de poder que vincula a todos. Esto es el movimiento neopente-
costal, carismtico, que los diferencia de los pentecostales. La interpretacin sera
de un trnsito de un pentecostalismo popular, marginal a un pentecostalismo ms
elitista que es el carismatismo; de un pentecostalismo del poder, del espritu, de
la fe, por lo tanto de dependencia de cuestiones ms religiosas espirituales que es
el pentecostalismo tradicional, a un pentecostalismo carismtico que es el poder
ms fctico, un poder poltico y social. En ese trnsito hay una evolucin de esas
iglesias pentecostales tradicionales, populares, que han ido tambin experimentan-
do una movilidad social, porque los hijos estn en la universidad, y se convierten
luego en una nueva empleocracia profesional, etc., y estas iglesias se obligan a
ubicarse tambin y a responder a una pastoral de clase media, por lo menos en un
sector medio intelectual, que comienza a tener nuevos roles
20
.
Un rasgo que dene y distingue a los pentecostales del resto de las igle-
sias es la presencia del Espritu Santo. Es el sello de marca de esta corriente,
interpretada como el aspecto que genera la capacidad de escuchar el men-
saje de Dios, que posibilita la fe, la regeneracin de la persona, como se
puede observar en la siguiente cita:
20
Rafael Gotto. Presidente del CONEP.
34
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Cuando una persona llega a la etapa de conversin, Dios le asesora para
que pueda orar. Y muchas veces, por la carga de la situacin social que vive,
entre los cuales estn el cansancio, los enredos de la vida, el Espritu Santo inter-
cede en el creyente. La presencia del Espritu Santo est en todo tiempo porque
esa presencia genera la capacidad de escuchar el mensaje de Dios. Es el que posi-
bilita la fe de la persona en Dios. Es el que hace la regeneracin de la persona. El
espritu se maniesta entre los pentecostales de una manera especial, misteriosa,
con una capacidad de la ciencia infusa, donde una persona puede hablar en
una lengua extraa, sin haber pasado por la academia, el Espritu Santo puede
tocar a la persona, su cerebro, su lengua para que esa persona en ese culto pueda
orar, digamos, en rabe por la situacin de Irak, Irn, Afganistn. Yo me
acuerdo cuando estaba estudiando en el seminario, en el primer ao, en el 67.
Estuvimos en el culto de noche, de vigilia en el Rmac, y un joven pronunci la
palabra Cristo en griego. Y nunca haba estudiado ni una palabra en griego.
Crhistos, deca Jo, Kristoz, el seor Jesucristo, el seor ungido. Eso deca
l. El Espritu Santo se maniesta para educar al creyente, para inspirar, para
ayudar, para darle fortaleza. Es el trabajo que hace el Espritu Santo, y en todos
los creyentes l est ocupado. Y hay momentos cuando hay un pensamiento
armnico, donde l descarga esa energa
21
.
3.3. Derrotero histrico de la participacin poltica de los grupos evanglicos
Para Lpez (2004), a diferencia de otros estudiosos
22
, la participacin
poltica de los evanglicos se asociara a la consolidacin de la comunidad
evanglica en los aos 50:
...cuando ya exista una comunidad evanglica sucientemente establecida
y haba niveles de organicidad desarrollados, un periodo en el que se comenz a
notar un creciente inters de evanglicos vinculados a partidos de masas como La
Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) por incursionar en la vida
poltica
23
(2004:22).
21
Mara Elena Zelada Proceso Kairs.
22
Al respecto vase: Fonseca (1998), Arroyo y Paredes (1992), Gutirrez (2004).
23
La gestin pblica de Jos Ferreira, diputado entre 19581962 y senador (19631968 y
19851990 (integrante de la cdula parlamentaria del APRA), s puede considerarse como
un antecedente y como una experiencia pionera de participacin poltica de parte de un
ciudadano de confesin evanglica. Lo mismo se puede decir respecto de la presencia del
pastor presbiteriano Pedro Arana Quiroz en la Asamblea Constituyente de 1978 1979,
tambin integrante de la Clula Parlamentaria Aprista.
35
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
De hecho, existieron experiencias aisladas de participacin antes de
1990. Segn el autor, la presencia evanglica se puede ver en los gobiernos
locales. Una de ellas se remonta a 1916, cuando el misionero ingls Toms
Payne es elegido alcalde de Calca (Cusco).
Presencia evanglica en el gobierno local
- 1916 y 1930: El misionero Toms Payne es elegido alcalde de la provincia de Cal-
ca, Cusco.
- 1945 y 1956: Moiss Allanca es elegido alcalde del distrito de San Jernimo (Cusco).
- 19751977, el Pastor Florencio Durand de la Iglesia Beethel fue elegido como
alcalde del distrito de Huaylas en ncash.
Sin embargo, la primera experiencia partidaria organizada del grupo
evanglico se da a nes de 1979, cuando un grupo de pastores y lderes for-
m el Frente Evanglico (FE), con el objetivo de participar en el proceso
electoral en ciernes (1980). Sin embargo, de acuerdo a Lpez, por las ten-
siones teolgicas y polticas que se generaron en el liderazgo de las iglesias
evanglicas, el Frente Evanglico no pudo presentar candidatos.
Meses antes de las elecciones de 1985, se form un nuevo movimiento
poltico, denominado Asociacin Movimiento Cristiano de Accin Reno-
vadora (AMAR), que luego se vincul a un frente de partidos denominado
Convergencia Democrtica. En esa coyuntura, segn Lpez, bajo el para-
guas de ese frente de partidos no evanglicos de tendencia poltica no conservado-
ra, cinco evanglicos postularon como candidatos a senadores y diputados, pero
ninguno de ellos result electo (2004: 23).
Es importante mencionar la experiencia poltica del FREPAP
24
, quie-
nes a partir de la experiencia religiosa plantean una propuesta de pas ba-
sada en la agricultura. Sin embargo, la mayor notoriedad y presencia en la
escena poltica se da en la dcada de los 90, como sostiene Lay:
Muchos evanglicos fueron animados por la posibilidad que ofreca una perso-
na aparentemente honesta, simple, prctica, tcnica que se presentaba como evan-
glico. Ese fue un gran engao. Lleg al poder y nos dio la espalda. Fue un error
del que hasta ahora se lamentan... S. Fue un trauma muy fuerte. Y justamente a
raz de ese trauma hubo una reexin muy profunda, de la cual yo fui parte. En
24
Esta experiencia poltica corresponde a la corriente Israel del Nuevo Pacto Universal,
liderado por el Pastor Ataucusi Gamonal
36
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
ese punto comenzamos a ver que un cristiano con valores y principios debera estar
ms bien participando en poltica, en lugar de dejar el campo libre a aquellos que
entran slo por ambicin o codicia. Por eso el ao 2000 empieza a concretarse una
propuesta y un partido que pueda convocar a los cristianos con vocacin de servicio
a Dios y a la patria. (Entrevista en el diario La Repblica, junio 2007)
Finalmente, es importante resaltar la presencia evanglica en las lti-
mas elecciones generales (2006). En este escenario el Pastor Humberto Lay,
como lder de la iglesia evanglica liderando el partido Restauracin Nacio-
nal, estuvo entre los cinco primeros candidatos y a nivel regional, es impor-
tante sealar la presencia de Mximo San Romn (vicepresidente del Per
en el gobierno de Fujimori), que qued en segundo lugar en las elecciones
regionales del mismo ao para la presidencia de la Regin Cusco.
De hecho, como hemos visto lneas arriba, la participacin poltica de los
evanglicos ha tenido diferentes matices de acuerdo a las coyunturas que ha vi-
vido el pas, pero es innegable su presencia en el escenario poltico nacional, re-
gional y local. En este sentido, existen diversas experiencias de la participacin
poltica de los grupos evanglicos en sus diversas manifestaciones de fe cristiana.
Los resultados obtenidos por estas corrientes religiosas no se reeren nica y ex-
clusivamente a las labores de misin religiosa, sino fundamentalmente a los pro-
blemas estructurales que se presentan en cada coyuntura y regin especca.
Hoy en da la presencia poltica de los evanglicos es notoria, como
sostiene Lay:
Hubo que revertir un concepto, una manera de ver la poltica. Por dcadas,
en las iglesias evanglicas se ense que los cristianos no deban participar en
poltica porque se contaminaban. Es as que muchos estuvimos apartados de
la vida poltica del pas... (el subrayado es nuestro). Entrevista en diario La
Repblica (Junio, 2007).
El anlisis de la participacin poltica de los evanglicos debe considerar
tanto sus motivaciones como el marco temporal en que esas motivaciones
emergieron, ya que como sostiene este autor, los evanglicos tienen tam-
bin preocupaciones sociales y preferencias polticas que se maniestan de
varias formas y se expresan por diversos canales, como el de los movimien-
tos sociales, as como los procesos electorales peridicos (Lpez, 2004).
Citamos algunos ejemplos para ver su impacto en trminos de partici-
pacin poltica en las historias regionales del pas, como la experiencia de
37
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
la Iglesia Adventista en Puno, la experiencia de la Granja Porcn en Ca-
jamarca, las luchas por ms espacios ciudadanos, como veremos con mayor
detalle ms adelante, en Apurmac.
3.4. Impactos de la participacin poltica de los evanglicos en el
escenario regional
En el escenario peruano, en determinadas coyunturas hay varios casos
de enorme importancia sobre los roles e impactos generados por los grupos
evanglicos en sus diversas manifestaciones de fe cristiana. Los resultados
obtenidos no se reeren nicamente a las labores de misin religiosa, sino
fundamentalmente a su participacin poltica como respuesta a problemas
estructurales en cada espacio regional, con contradicciones sociales muy
fuertes. En las siguientes lneas describimos y analizamos cuatro casos em-
blemticos de participacin poltica de los grupos evanglicos en el esce-
nario regional:
3.4.1. Cerro de Pasco: Redoble por Rancas y Agapito Robles: la
lucha por las tierras
25
En las dcadas del 40 al 60, Manuel Scorza, poeta y novelista
26
,
recorra las zonas andinas, especialmente la regin central (Pas-
co, Junn y Huancavelica), que por esa poca era escenario de
conictos y de confrontaciones entre haciendas y comunidades
como corresponsal del diario La Tribuna en busca de noticias.
Las autoridades locales de entonces lo tildaron de comunista y
de agitador. En ese contexto, Scorza fue testigo presencial de los
conictos entre las comunidades de Pasco y la Cerro de Pasco Co-
oper Corporation, una empresa minera norteamericana. De esas
experiencias, Scorza rescata algunos personajes para sus novelas,
una de ellas es Redoble por Rancas, su novela de mayor repercu-
sin. El autor registra la lucha entre los campesinos indgenas de
Pasco, Yanahuanca y Rancas, y los terratenientes de esta regin y
una compaa minera. El libro devela la impotencia de los pueblos
frente a los intereses econmicos de los diversos grupos de poder.
25
Scorza, Manuel. Redoble por Rancas. Lima: Ediciones PEISA, 2002.
26
En sus aos juveniles fue corresponsal del diario La Tribuna, de liacin aprista.
38
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Un personaje importante en Redoble por Rancas es Agapito Ro-
bles, de liacin pentecostal, que aparece asumiendo el cargo de
personero
27
en los reclamos que la comunidad de Rancas haca
por las tierras a la empresa. En su calidad de personero, Robles
presenta una queja para solicitar el comparendo, cosa jams ima-
ginada en esas pocas, porque para los funcionarios de la justicia
los comuneros no tenan status ni valor. Agapito, es visto, a partir
de esta demanda, como una autoridad.
3.4.2. Puno: La lucha por la educacin y la construccin de ciudadana
Los primeros adventistas llegaron al Per y especcamente a Puno
en las primeras dcadas del siglo pasado, con el objetivo denido
de la dedicacin exclusiva a la misin religiosa. Sin embargo, su
presencia para algunos grupos de poder se presenta como un factor
de inestabilidad poltica y social. En efecto, un personaje que co-
bra importancia en la memoria histrica de los pobladores locales
es el misionero norteamericano Fernando Sthal
28
, por las acciones
sociales desplegadas en las comunidades, especialmente en los as-
pectos educativos y de salud.
Desde luego, la educacin fue pensada en la lectura de la Biblia. Em-
pero, an sin proponrselo, mucho antes que cualquier institucin
ellos los adventistas les dijeron a los indios de la zona altoandina
que eran ciudadanos, que como tales tenan derechos y para poder
exigirlos deban salir de la ignorancia. Esa propuesta progresista y
moderna trajo como consecuencia inmediata el enfrentamiento
con el poder local, especialmente con la iglesia ocial y los gamona-
les, por la negativa de los pobladores de pagar tributos al cura, a no
arreglar las iglesias, y a no trabajar gratis en las haciendas.
En aquella poca, las escuelas adventistas en Puno llegaron a tener
3,500 estudiantes, es decir, el 44% de la poblacin escolar de ese
departamento, dejando un impacto radical en la lucha por la re-
duccin del analfabetismo. Ellos fueron los precursores de la lucha
contra el analfabetismo. Actualmente, cuentan con una Escuela
27
Por cierto, antes de l los personeros eran casi siempre compadres del juez.
28
En cuya memoria construyeron en la plaza principal de la provincia de Platera un monu-
mento junto con un lder local.
39
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Normal en la ciudad de Juliaca, y recientemente una universidad,
bajo la administracin de esta corriente religiosa.
El maestro se convirti en un actor social importante porque se
ubic como integrante de la capa media, que aparece como la
bisagra entre los gamonales y los indios, junto con otros actores
emergentes como los comerciantes itinerantes y de otras deno-
minaciones. Los hijos de esta capa media estudiarn en las uni-
versidades en los periodos posteriores, y ms tarde contribuirn al
surgimiento del pensamiento crtico, no slo como los defensores
de los indios sino como los grupos que combatirn el racismo com-
binado con el paternalismo imperante en las reas rurales.
En 1923 se realiza un congreso indgena en la ciudad de Lima y all
se elabora un programa que resume el pensamiento y la prdica de
los miembros del Comit Pro Derecho Indgena Tawantinsuyo: de-
fensa de la comunidad, abolicin de servicios gratuitos, reclamo de
la escuela, garantas para la asociacin y libertad de cultos. Sin duda
alguna, en todo ese programa, haba la inuencia de los adventistas.
Pero el aspecto que ms destaca es su orientacin antifeudal
29
.
3.4.3. Cajamarca: La Granja Porcn: Los nuevos empresarios, el ca-
mino de la prosperidad
La Cooperativa o la Granja Porcn (Cajamarca) es una experien-
cia campesina donde se ha producido una transformacin agrope-
cuaria exitosa, pero tambin una transformacin religiosa, porque
en ella intervienen tres actores religiosos: una comunidad de la
corriente bautista; otra, la comunidad libre as se llama la comu-
nidad libre de Cristo; y luego, una experiencia pentecostal, como
se evidencia en la siguiente cita:
Hoy, en Porcn se autodenominan como una iglesia pentecostal libre,
independiente, con mucho nfasis en el comunitarismo bautista, y tam-
bin de la iglesia libre. Estn organizados como una iglesia autnoma,
eso signica que no tiene relacin con ninguna otra iglesia ni en el Per
29
Flores Galindo, Alberto. Buscando un Inca. Identidad y utopa en los andes. Lima: IAA,
1987; p. 268.
40
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
ni en Amrica Latina. Es una iglesia sui gneris, es la Iglesia Evanglica
de Porcn, que tiene tanto de la tradicin bautista, de la iglesia indepen-
diente y pentecostal
30
.
Geogrcamente, Porcn se ubica a 30 kms. de la ciudad de Caja-
marca, y la va que conduce a esta unidad de produccin est llena
de carteles de madera con citas bblicas, que dan un panorama y
un ambiente religioso sui generis. Desde sus inicios, Porcn fue
una hacienda ganadera creada en el siglo XVI (ao 1535), afecta-
da por la reforma agraria de 1969, luego transformada en ese perio-
do como una empresa asociativa con el nombre de Cooperativa
Agraria de Trabajadores Atahualpa Jerusaln. En la actualidad se
calica como el parque forestal ms grande del Per.
A partir de 1975, se inicia la ampliacin del bosque de 400 a 10,000
hectreas. Como resultado, hoy se tienen 12 millones de rboles
que producen 250 toneladas mtricas de madera para vender a
las paperas que operan en el norte del pas. Las 10 mil hectreas
de bosques forman parte de un complejo ecosistema altoandino
de ms de 12 mil 500 hectreas de extensin total. Los bosques
son fruto del esfuerzo que por ms de 20 aos han realizado los
propios campesinos de la zona, instituciones locales, nacionales y
la cooperacin tcnica y nanciera internacional, principalmente
la cooperacin Belga y la Comisin Europea, quienes invirtieron
en el Proyecto Piloto de Reforestacin en la Zona de Porcn. Los
resultados obtenidos en trminos econmicos son grandiosos:
Proyecto de reforestacin de ms de 10,000 hectreas (pinos, p-
tula, radiata, sendostrobus, quinual y aliso) que generan ingresos
econmicos anuales; granjas de animales; talleres artesanales; ga-
nadera y productos lcteos; piscigranja con ms de 59,000 truchas,
para nombrar a los ms importantes recursos agropecuarios y fo-
restales. Absorbe el 100% (1,050 campesinos) de la mano de obra
de la Cooperativa, reduciendo considerablemente la migracin,
mientras que la fauna silvestre ha encontrado su hbitat natural en
los alrededores. Todo este desarrollo tiene sustento en el esfuerzo
de sus asociados, que consolid un sistema empresarial basado en la
disciplina religiosa y el deseo de superacin y prosperidad.
30
Entrevista Proceso KAIROS.
41
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
El auge y la importancia que cobra el aspecto religioso, dentro de
esa transformacin de este espacio social, recin se da desde la poca
post reforma agraria de 1969. En qu factores radica esta prosperi-
dad econmica de la Granja Porcn? Una de las respuestas ms es-
pontneas pueda ser la puesta en vigencia de una teologa de la pros-
peridad que se correlaciona con la tica de trabajo de races andinas
de sus pobladores. Una segunda explicacin es la disciplina religiosa
estricta, de corte vertical, y de manejo familiar. Segn los testimo-
nios recogidos arman que: cumplen los mandatos de Dios. O la
vericacin de la fe religiosa en hechos concretos cuando sostienen
que con esta doctrina hay prosperidad y bendicin de Dios. Un
hecho palpable es que Dios ha bendecido nuestras tierras, gentes y
ganadera, ya que esta tierra era un lugar desierto, una zona pobre.
El testimonio de su mentor ms prominente de este xito empre-
sarial en mbitos rurales resume la trayectoria de esta granja:
No siempre Porcn fue as. Hasta hace ms de 20 aos, en esos cerros
ahora cubiertos de bosques slo haba rocas peladas y suelos pobres, ero-
sionados por las lluvias. Sembramos los rboles para proteger la tierra y
descubrimos luego que se abran una serie de posibilidades econmicas,
pues el clima y el paisaje cambiaron
31
.
Un factor que no aparece en la opinin pblica es la temprana vincula-
cin de Porcn con la mina de oro de Yanacocha, propiedad de la familia
Benavides de la Quintana. Esta empresa compr unas 5,000 hectreas de
la granja Porcn, zona donde se tiene una reserva de mina de oro en el
subsuelo; el pago que hizo la minera se invirti en movilidad, construc-
ciones de hoteles y de comedores para uso turstico. De esa manera, se
produjo el trnsito de una agricultura tradicional hacia la actividad turs-
tica, mejorndose la calidad de la produccin agropecuaria e incidiendo
en la produccin de productos ecolgicos de bandera regional.
3.4.4. Apurmac: apropiacin de espacios de participacin local
En las dcadas pasadas en tiempos de violencia interna, los pen-
tecostales llegan al Valle de Apurmac llevados por su fe religiosa,
31
Alejandro Quispe, lder religioso y pionero de la forestacin.
42
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
y se ubican en el centro poblado Villa Virgen, en la que no slo se
fueron asentando, sino creciendo de manera acelerada hasta llegar
al 20% de la poblacin. Una situacin inversa a la religin catli-
ca, de hecho, en esos lugares no existe parroquia, no hay sacerdo-
tes, su presencia ocurre slo en ciertas celebraciones religiosas:
Cuando hay algunas estas noms como uno esperara en todos los
pueblitos una iglesia con sacerdote pues tiene que ver mucho la
poca de la subversin, eso ha inuenciado bastante
32
Ante las amenazas frecuentes tanto de Sendero Luminoso como
de las Fuerzas Armadas, se produce la migracin compulsiva de
la poblacin, y en medio de este panorama los evanglicos son
nombrados autoridades. Estos nuevos representantes tienen en
principio un gran dilema interno: cmo ser autoridad y vivir mi
fe?. Frente a ello, asumen compromisos sociales y polticos con la
poblacin, ante la ausencia y olvido evidente del Estado y de las
otras autoridades de todo el valle de Apurmac.
La base social con que cuentan las autoridades para la gestin local
son los agricultores evanglicos del valle Apurmac, liderado por los
pentecostales, que buscan trabajar con productos alternativos, como
chocolates para diabticos, gracias a la presencia de materia prima:
Hay cacao con estevia, vamos a ver cmo sale eso, y de alguna mane-
ra ser interlocutor vlido para presionar y conversar con las autorida-
des, especialmente por la presencia del narcotrco
33
Un aspecto que se hace reiterativo en esta corriente religiosa es
el trabajo en las zonas ms alejadas (hay una puna, ah estn
ellos), pero tambin el aspecto escatolgico, apocalptico en
sus prdicas religiosas (este mundo se va a acabar, no hay espe-
ranza), que si correlacionamos estos anuncios religiosos con las
pocas de caos y de crisis en la sociedad, coinciden plenamente.
Por eso, los lderes pentecostales se dedican a predicar y se con-
vierten en apstoles que anuncian el cambio (ya viene el Se-
or, entonces hay que prepararse y hay que olvidar todo), lo cual
es una marca inconfundible de la tendencia pentecostal.
32
Entrevista a Daniel Crdova.
33
Daniel Crdova.
43
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
IV. PRINCIPALES HALLAZGOS DE CAMPO
4.1. REGIN NCASH
MAPA: PRESENCIA DE LAS IGLESIAS EVANGELICAS
44
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
a. La presencia de las iglesias pentecostales en el Callejn de Huaylas y
las nuevas formas de relacin.
La presencia de las iglesias pentecostales en el Callejn de Huaylas vara
en antigedad tanto como en su diversidad. Encontramos referencias de la
presencia de algunas iglesias desde hace ms de veinte aos, mientras otras
llegaron hace cinco o seis aos a la zona. Estas iglesias se han ubicado en
las capitales de provincia, de distrito y en zonas rurales. El siguiente cuadro
muestra la presencia de las iglesias evanglicas en la regin ncash.
Cuadro No. 4
Iglesias Evanglicas en la Regin ncash
Nombres de Iglesias Total %
AMMI. Cristo Pentecosts 4 0.6
Apostlica del Nombre de Jess 2 0.3
Asoc. Iglesia Evanglica Pentecostal 1 0.1
Avivamiento Peruano Emmanuel 16 2.3
Bautista Independiente 5 0.7
Bethel 9 1.3
CEBP Convencin Evanglica Bautista 6 0.9
Alianza Cristiana y Misionera 8 1.2
IEP Iglesia Evanglica Peruana 28 4.1
IEPP Iglesia Evanglica Peruana Pentecostal 29 4.2
Iglesia de Cristo Pentecosts 30 4.4
Iglesia de Dios de la Profeca 51 7.4
Iglesia de Dios del Per 137 19.9
Iglesia del Nazareno 5 0.7
Iglesia Evanglica de Cristo del Per 37 5.4
Independientes y otras denominaciones 66 9.6
Las Asambleas de Dios del Per 200 29.0
Luz del Mundo 5 0.7
Metodista del Per 3 0.4
Misionero Internacional DUNAMIS 1 0.1
Movimiento Misionero Mundial 18 2.6
Pentecostal Misionera 17 2.5
Presbiteriana y Reforma del Per 8 1.2
Snodo Evanglica Luterano del Per 3 0.4
TOTAL 689
45
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Las iglesias de la corriente pentecostal, en sus distintas denominacio-
nes, llegan al 82% de las iglesias de la regin de ncash, siendo de todas
ellas las ms signicativas las Asambleas de Dios del Per (29%) y la Iglesia
de Dios del Per (19.9%).
La referencia al crecimiento de la presencia evanglica en las iglesias
visitadas
34
, es constante, siendo la mayora de los miembros que se inte-
gran, antiguos feligreses de la Iglesia Catlica que encontraron un nuevo
rumbo y sentido a su vida al incorporarse a estas iglesias.
Personalmente me ha ayudado en muchas razones, de repente antes cuan-
do estaba tomado llegaba a mi casa, faltaba el respeto a mi esposa, de repente
dar mal ejemplo a mis hijos, como un tomado que no me daba cuenta y hoy en
da no, hoy da veo y si alguna vez falta algo en mi casa ya preocupbamos en
comprar algo no, azcar, aceite, cualquier cosa que sirve a la cocina y otra cosa
que ya nos preocupamos es educar a nuestros nios que estudien y entonces nos
preocupa todas las cosas, ya no decimos este dinero es para cerveza o este ao
que va a hacer la esta, ya no ya Con ese dinero ya se ha tenido las cosas que
uno ha querido hemos comprado terreno ya tenemos mquina, tenemos capital
hay una buena inversin si inversin clara productiva, ya no muerta as
35
.
La mayora de estas iglesias pertenecen a las denominadas iglesias ins-
titucionalizadas con presencia a nivel nacional y con niveles de coordi-
nacin a nivel regional y local. Estos niveles de coordinacin responden
en algunos casos, como las Asambleas de Dios, a una estructura nacional
ms autnoma que el Movimiento Misionero Mundial, que reeren recibir
indicaciones para sus planes de accin de una estructura que sobrepasa los
lmites nacionales.
La presencia de las iglesias pentecostales y la relacin de sus miembros
al interior de sus comunidades, en muchos casos, ha sufrido un cambio, de
ser grupos cerrados en sus costumbres y creencias han pasado a ser miem-
bros activos de sus comunidades, participando incluso en sus liderazgos con
reconocimiento de la poblacin y las instituciones.
Yo soy Caracino, yo soy quechuahablante, hablo ms quechua que castellano
inclusive... Adems toda la sociedad me conoce, yo soy un notario tambin. Tene-
34
Asambleas de Dios, Iglesia de Dios del Per, Iglesia Evanglica Pentecostal del Per, Iglesia Cristiana
Pentecosts, Movimiento Mundial Misionero.
35
Entrevista a Francisco Galn Urbano, ex alcalde de Pampamaca.
46
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
mos nuestra cena de notario todos los mircoles en la noche. Por eso tambin podra
ser porque yo soy gente involucrada en la sociedad, no estoy al margen. Yo vivo mi
vida en la sociedad sin ser del mundo, sin ser de ellos Como le digo a usted, yo
hablo con mi iglesia, con la congregacin y le digo que hay que vivir en este mundo,
como parte de la sociedad pero sin ser del mundo. Eso hace que estoy integrado a la
sociedad, no estoy ajeno Ahora lo otro es que hace una dcada y media cuando
uno iba a las iglesias no se encontraba universitarios. Pentecostales universitarios era
rarsimo pero ahora se han promovido tanto que no hay diferencia. Se encuentra en
cualquier iglesia pentecostal universitarios, ya profesionales
36
.
Este cambio, que data de unas dos dcadas hacia la actualidad se debe
entre otros factores al avance logrado en la reexin teolgica que se dan
al interior de estas iglesias, y la presencia cada vez mayor de profesionales
al interior de las mismas que han contribuido a esta reexin. El siguiente
testimonio graca esta nueva situacin sealada:
El cambio se debe a que el estudio de la Palabra de Dios va avanzando,
vamos entendiendo mejor. Por ejemplo ac, antes nuestros hermanos evang-
licos eran cohibidos, les decan que con nadie deben hablar, con nadie deben
tener amistad, pero ya el estudio de la teologa cristiana ha avanzado ya ahora,
ms bien nos dice que debemos juntarnos con la gente que no es cristiana para
predicarle, porque si nos apartamos de ellos a quin le vamos a predicar y por
ah, ha cambiado bastante esos avances del estudio teolgico y el Espritu Santo
ha cambiado cada vez ms y va renovando, va trabajando y nos va haciendo
entender realmente lo que Dios quiere con nosotros
37
.
La relacin con el resto de miembros de sus comunidades tambin ha
seguido un proceso de apertura en la medida que, segn reeren, los valores
que ellos y ellas practican en su vida cotidiana como parte de su fe, les ha
ganado el respeto de la colectividad con la cual participan codo a codo,
como se puede apreciar en la siguiente entrevista:
s tenemos que trabajar para nuestra agua potable, para nuestras carreteras,
nuestro local comunal, etc., que va a ayudar el pueblo, debemos participar activamen-
te y todava nos dicen que debemos dar ejemplo nosotros de trabajo, de obediencia
38
.
36
Entrevista a Francisco Galn Urbano, ex alcalde de Pampamaca.
37
Entrevista a Pastor Hugo Arequipeo, Iglesia evanglica Monte de los Olivos de las
Asambleas de Dios, Cochigual, Yungay.
38
Entrevista a Pastor Hugo Arequipeo.
47
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
El testimonio que ha ido generando respeto y apertura de la comuni-
dad, as como nuevos congregados, tiene bases objetivas que se reejan
en un cambio de actitud y comportamiento con relacin a vicios y prc-
ticas mundanas. La disminucin del consumo de alcohol, la mejora en
las relaciones familiares, el progreso material de la familia por contar con
mayores recursos antes gastados en licor; el cambio de trato hacia los hijos
y la disminucin de la violencia domstica, son algunas de las constantes
referencias encontradas en los relatos.
Cuando entraron el Movimiento Misionero, en 1995 1996 estuvimos
odiados por toda la gente, porque vienen, destrozan a la gente que a nosotros
nos gusta, porque nosotros la tradicin, la costumbre, ellos nos van a quitar
todas las actividades que tenemos, muchas cosas, deciencias pero poco a
poco se dieron cuenta, un momento poco a poco alejemos de la esta, alejemos
de la borrachera, bueno ahora la gente est tranquila por esa parte y no hay una
diferencia mucho, no hay odio entre evanglicos con catlicos
39
.
Para quienes lo relatan como parte de su conversin personal, estos
cambios son motivo de orgullo y muestra de la accin palpable de Dios a
travs de su espritu. Para quienes miran estos cambios y su inuencia en la
comunidad, constituyen avances que ayudan a mejorar la calidad de vida
de las personas y generan conanza al momento de decidir con quines
trabajar proyectos de desarrollo.
Este testimonio es el que ha llevado a las comunidades a elegir a los repre-
sentantes de sus organizaciones entre los miembros de las iglesias cristianas:
Hay buen nmero de lderes comunales que son evanglicos por ejemplo,
su testimonio hace que la gente le d conanza, por ejemplo cuando el presidente
de la comunidad no toma no, pues si el resto de la gente toma, pues el hecho de
ser presidente es tener presencia; es importante esta tendencia del alcoholismo
que hay bastante en las zonas rurales, creo que con estos lderes se trata de
disminuir
40
.
El respeto de las comunidades tambin se ha ganado por gestiones e-
cientes donde no se han visto actos de corrupcin, se ha trabajado de manera
transparente y concertada con la poblacin e instituciones y se ha trabajado
39
Entrevista a Francisco Galn, ex alcalde de San Miguel de Aco, integrante de la comuni-
dad de Pampamaca.
40
Entrevista a Pastor Hugo Arequipeo.
48
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
a favor de la comunidad aun con presupuestos muy reducidos. Es importante
en este sentido el reconocimiento de los valores que acompaan estas ges-
tiones, ya que si se cae en robo o corrupcin ya no ests en el camino de
Dios
41
. Tambin los partidos polticos se han acercado a los miembros de
estas iglesias al reconocer la conanza que generan en la poblacin para ofre-
cerles cargos pblicos, expresando abiertamente el deseo de contar con ellos
por ser personas honestas y reconocidas en sus localidades por sus valores.
No encontramos, sin embargo, un patrn comn de actuacin de los
miembros de las iglesias evanglicopentecostales en relacin al compro-
miso por participar de los espacios locales de desarrollo, pues el Aviva-
miento se da ms en unas que en otras iglesias. Esto parece estar ms
en relacin al nivel de reexin interna a la que ha llegado dicho grupo
o dicha iglesia, y a su enfoque ms o menos tradicional. As pueden en-
contrarse miembros de iglesias que preeren no participar de espacios de
organizacin comunal porque all hay discusiones y es mejor no entrar
en eso. Pero tambin se encuentra pastores que proponen ideas, participan
activamente de estos espacios de concertacin y gestionan proyectos para
responder a las necesidades de la comunidad en general.
Pero no siempre las relaciones entre los miembros de las iglesias cristia-
nas y la comunidad han sido armoniosas, sobre todo al tratarse de cambios
producidos en la gestin de alguna autoridad cristiana que ha tratado de
trasladar rasgos y prcticas cristianas a la comunidad. En el caso de San
Miguel de Aco, por ejemplo, hubo resistencias a los cambios introducidos
por el alcalde miembro de las Asambleas de Dios, quien a travs de una
Ordenanza Municipal elimin la distribucin de alcohol en las faenas co-
munales a cambio de comida, o cuando decidi que la municipalidad no
compraba ms el licor para la esta patronal, etc., lo que ha generado el
reclamo de algunos pobladores no cristianos.
Por otro lado, este tipo de acciones han encontrado acogida entre institu-
ciones de apoyo y miembros del sector pblico como de salud, pues estas me-
didas han contribuido a reforzar el trabajo que realizan en el sentido de lograr
cambios de actitud relacionados al campo de la salud o la gestin pblica.
Desde el interior de sus mismas congregaciones, quienes han ejercido
cargo de autoridad han encontrado apoyo pero tambin cuestionamiento
41
Entrevista a Pastor Hugo Arequipeo.
49
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
y vigilancia, ya que abundan los ejemplos de quienes ejerciendo cargo p-
blico, no dieron buen testimonio. Esto a veces se explica, como sostiene
nuestro entrevistado:
porque no tiene bien fundamentada su fe, y a veces tiran a la mundanali-
dad, a la borrachera, las estas y es por ah, que a nosotros nos recomiendan bien
claro, de que si realmente est bien fundamentada nuestra fe y hemos madurado
espiritualmente podemos tomar el cargo de una autoridad, pero de otra manera
no Porque se desprestigia primeramente el nombre de Dios, imagnese que
yo siendo cristiano, siendo evanglico luego tomo la autoridad, y resulta que yo
estoy andando mundanamente en las estas, en las borracheras, el primero que
va a ser vituperado es el nombre de Dios y despus el nombre de la iglesia, por
eso debemos cuidarnos de todas esas cosas
42
.
Entonces, la percepcin que encontramos acerca de la gestin de au-
toridades evanglicas es variable. Los miembros de las iglesias muestran
en su mayora decepcin frente a los casos conocidos de mal testimonio;
los miembros de instituciones de cooperacin y de algn sector pblico,
muestran su satisfaccin por la forma eciente y transparente en que han
podido trabajar en algunos proyectos liderados por miembros de iglesias
evanglicas, aunque tambin reconocen la existencia de casos diferentes.
Si bien entonces el avivamiento en las iglesias ha llevado a una ma-
yor participacin y relacin de sus miembros en los procesos de desarrollo
de sus comunidades, animando a una accin en el mundo sin ser del mun-
do, stas no promueven al interior de sus congregaciones la participacin
poltica. Esto lo deja al libre albedro de sus miembros y a una decisin
personal que, con igual libertad puede ser apoyada o no por los miembros
de la iglesia, sin que exista un patrocinio institucional a la participacin
poltica de sus miembros.
b. Participacin de la iglesia pentecostal en los espacios locales y gestin
de desarrollo
La presencia de las iglesias evanglicas, y entre ellas las pentecostales,
en zonas de pobreza, as como el proceso de avivamiento que en ellas se
42
Entrevista a Pastor Hugo Arequipeo, Iglesia evanglica Monte de los Olivos de las
Asambleas de Dios, Cochigual, Yungay.
50
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
viene desarrollando, ha llevado a los miembros de estas iglesias que asu-
men cargos de liderazgo, y a sus lderes, convocados por la sociedad civil,
a participar de espacios de concertacin y dilogo a nivel local, y regional,
mostrando iniciativa y propuesta para desarrollar proyectos sociales que
benecien, no slo a los miembros de sus congregaciones, sino a la comu-
nidad en general, notndose aqu un cambio y apertura.
En las indagaciones hemos encontrado referencias a un trabajo concer-
tado con la MCLCP y con sectores pblicos, as como propuestas alcanza-
das a las instancias de coordinacin local y que han sido incorporadas al
presupuesto participativo. Tambin hemos encontrado una preocupacin
por atender, en zonas alejadas y pobres, necesidades bsicas que el Estado
no se encuentra atendiendo, a travs de proyectos nanciados y gestiona-
dos con eciencia reconocida.
A nivel del Callejn de Huaylas, las iglesias cristianas evanglicas cumplen
un rol importante, incluso desarrollan proyectos sociales, orientados a la infancia
en temas de nutricin y hemos encontrado varios alcaldes que han trabajado de la
mano sin discriminar Ellos estn muy preocupados por atender a la niez, in-
cluso hay comedores infantiles que, no solamente hay que darle de comer al nio,
sino es en qu medida el nio puede ser transformado en el acercamiento a Dios y
ese trabajo aqu en Huaraz es fuerte en las iglesias Ellos incluso estn haciendo
sus planes estratgicos para incluirlos en los temas del presupuesto participativo,
como proyectos sociales por ejemplo en el caso de Yungay es un caso tpico, la
Iglesia Bautista tiene un comedor que ahora va a ser nanciado por el gobierno
local y tambin por una iglesia cristiana de los Estados Unidos, entonces estn
tratando de sumar
43
.
En trminos generales existe una valoracin positiva de la participa-
cin de los miembros de las iglesias evanglicopentecostales en la orga-
nizacin y gestin local desde las instancias e instituciones externas. Este
reconocimiento destaca incluso que los programas funcionan mejor all
donde son manejados por lderes comunales que son miembros de estas
iglesias. Esta participacin, sin embargo, se da a ttulo personal pues las
iglesias como instituciones no lanzan a los candidatos ni avalan sus pos-
tulaciones pblicamente. Esto en parte para evitar que gestiones mal con-
ducidas puedan repercutir en la imagen de la iglesia en la cual congrega la
43
Entrevista a Hermes Curo Gamboa, Representante de World Vision International en
Huaraz.
51
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
autoridad cuestionada. Esta participacin a ttulo personal se da a diversos
niveles como ejemplica el pastor Luna, y en muchos casos a solicitud de
la poblacin y/o instituciones:
Hay muchos que participan; yo mismo por resolucin del Ministerio de
Educacin, yo soy parte de COPABE. Y la funcin de COPABE es scalizar
al director de UGEL, scalizar en lo econmico, asesorar, todo ese mundo de
cosas. Yo mismo viaj participando y conozco otros que participan en eso tam-
bin. Y tambin soy miembro de la Mesa de Concertacin de la Lucha contra
la Pobreza de la provincia de Huaylas. Y conozco otros que estn integrados. Y
eso es interesante, tambin participamos en el presupuesto regional. Y conozco
a otros tambin, y yo mismo soy parte tambin de la Defensora del Pueblo. La
gente, ellos me han buscado a m, han solicitado pero otros ya han entrado por re-
comendacin nuestra de participar. Y estamos trabajando de esa naturaleza.
44
SOBRE LA GESTIN DE FRANCISCO GALN EN CARAZ
Es una experiencia que tiene un ingrediente de mucha participacin. So-
bre todo el trabajo y el esfuerzo del alcalde, de tener una organizacin slida.
Inicialmente hizo que el distrito de San Miguel de Aco, de la provincia de
Carhuaz, se dividiera territorialmente en sectores. Se dividieron en 10 secto-
res, y en cada una de ellas funcionaron como una institucin con el nombre
de Comit de Gestin de Desarrollo, y cada una de ellas estaba en cada
casero y aglutinaba a diversas organizaciones locales, porque anteriormente
todo era disperso, entonces no se trabajaba bajo el concepto de territoriali-
dad (anexos, caseros, comunidad).
Esa experiencia comenz a funcionar desde la elaboracin del plan de
desarrollo a nivel distrital, plan de desarrollo concertado. Ah justamente se
hizo la zonicacin para recoger con mayor representatividad las propuestas
de desarrollo, y eso fue interesante porque fue un evento muy participativo,
porque internamente en los caseros se elegan los comits de gestin de de-
sarrollo, y cada uno de ellos era reconocido por el Consejo Municipal, y les
daba la acreditacin para hacer las gestiones externas en la regin.
Entrevista a Hugo Salazar CAREPer en Huaraz.
44
Entrevista a Vctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.
Cabe mencionar que la promocin de una mayor participacin en el
desarrollo comunitario se viene haciendo desde distintas instancias procu-
52
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
rando involucrar a las y los cristianos no slo como tal sino como ciudada-
no y ciudadana. Tal es el caso de la publicacin recientemente editada por
la MCLCP y las iglesias evanglicas que en ella participan, buscando llegar
con el fundamento bblico oportuno a las y los integrantes de las diversas
confesiones que de una u otra forma se articulan al trabajo de lucha contra
la pobreza en sus localidades, ya que la lucha contra la pobreza es un lla-
mado irrenunciable para quienes experimentan la gracias de Dios, porque
es parte de la expresin del amor al prjimo y la justa aspiracin de todo ser
humano a un desarrollo integral
45
.
A m me parece interesante, es ms hablando como CARE o como MCLP,
promovemos que el espacio pblico sea integrado por una diversidad de actores,
por ejemplo, nosotros tenemos de Caraz, dentro de la MCLP a un pastor evan-
glico, y el pertenece a la MCLP y ha ido a varias reuniones nacionales, porque
le da una connotacin diferente, ahora decimos iglesias en plural. Es ms, en las
experiencias que se ha tenido a nivel de lderes comunales o distritales con orien-
tacin evanglica, nos ha interesado porque hay en ellos mucho ms vocacin y
dedicacin al trabajo.
46
En primer lugar creo que es queremos incidir siempre en la honestidad, la
moral. Por que usted sabe que hay tanta gente que sube y lleva dinero y lo que
estamos promoviendo es que las autoridades sean plenamente honestas que se
conformen con lo que reciben mensualmente porque todas las dems cosas vie-
nen por inters.
47
En cuanto a la relacin con las autoridades, encontramos una mayo-
ritaria aceptacin y actitud de respeto hacia quienes ocupan estos cargos,
pues la Palabra de Dios en Romanos: 13,1 Obedeced a vuestras autori-
dades porque toda autoridad es puesta por Dios obliga a las cristianas y
los cristianos a obedecer, apoyar y ser cumplidores con lo que la autoridad
seale. En ese sentido, la oracin tambin se menciona como parte del
apoyo y como otra forma de participar en el gobierno de sus comunidades
que encuentran los integrantes de estas iglesias.
45
Entrevista a Pastor Hugo Arequipeo.
46
Entrevista a Hugo Salazar, de Care Per en el Callejn de Huaylas y Coordinador Regional
de la MCLP de ncash.
47
Entrevista a Vctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.
53
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
c. Los valores religiosos y la participacin poltica
Las entrevistas y referencias recibidas sobre la gestin pblica de miem-
bros de iglesias evanglicas, y entre ellas las pentecostales, en la zona del
Callejn de Huaylas, nos muestran dos realidades que parecen ser opuestas:
gestiones pblicas calicadas de ecientes y reconocidas incluso a nivel
nacional por sus logros, y gestiones que han sido igual que las dems
pues dejaron un saldo de acusaciones de mal manejo, poca transparencia y
comportamientos mundanos.
Es por esto que podemos armar que no encontramos una relacin di-
recta entre pertenencia a movimientos religiosos evanglicopentecostales
y gestin efectiva y transparente, en el caso de autoridades y lderes. Estas
caractersticas parecen responder ms a cualidades personales, a la madu-
rez de la fe de quienes se encuentran ocupando dichos cargos, al entorno
humano favorable que acompaa la gestin y al soporte recibido de insti-
tuciones y personas durante la misma.
Aqu es ms importante la persona que el grupo. Pancho como lder es el
que ha inuenciado en su comunidad. A veces decimos en la comunidad hay una
persona notable, digamos un lder nato, lo que l dice las dems personas siguen,
por el mismo valor que tienen Pancho ha sido representante de la iglesia evan-
glica y como tal a veces lo reconocan a veces decan all no hay trago, no
hay diversin yo creo que pesa la gura de la persona. Por otro lado, Pancho
no ha hecho proselitismo religioso, lo que vale ms es la prctica, su ejemplo, su
vida personal. Por ejemplo, en la lucha de la erradicacin del alcohol s le asoci
bastante a su postura evanglica luego la gente se dio cuenta que eso era po-
sitivo Denitivamente, la gura de la persona tena ms peso que cualquier
otro aspecto
48
.
Ciertamente, la congregacin religiosa anima y apoya conada en los
valores que comparte con el hermano o la hermana que se anima a postular
a un cargo pblico.
un hermano tambin debe cumplir con las actividades de sus trabajos,
de sus proyectos, las gestiones tambin va a cumplir, entonces eso es lo que nos
daba nimo. No es solamente erradicar alcohol, erradicar baja nutricin, sino
48
Entrevista a Hugo Salazar, de Care Per en el Callejn de Huaylas y Coordinador Regional de
la MCLP de ncash, rerindose a la gestin de Francisco Galn en San Miguel de Aco.
54
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
que un hermano ya va hacer que ah no hay robo, no hay engao, nada. Enton-
ces un hermano debe ser claro, visto frente a la poblacin entonces cul va a ser
el avance del cristianismo, porque cristianismo no vamos a entrar al inters del
dinero, entonces esa fue la animacin de la iglesia
49
.
Como mencionamos anteriormente, tambin los partidos polticos
buscan a los miembros visibles de las iglesias cristianas para animarlos a
participar en sus las.
A m mismo me han propuesto aqu en Caraz, los de los partidos. Me han
dicho usted es una persona nueva. Estamos viendo que su desenvolvimiento es
de una persona entregada a la sociedad. Seria bueno probar con usted y con usted
alcanzamos la alcalda pero yo he dicho que no. Porque no estoy preparado en
un determinado momento y de sopetn lanzarme a la alcalda.
Y otro partido viene para que yo pueda participar de teniente alcalde, tampo-
co. Para yo lanzarme a la candidatura tengo que hacer varias cosas: consultar a
la Ocina Nacional, proceso de licencia del ministerio y otras cosas pero sobre
todo la madurez de la persona para participar, para no terminar mal como ya ha
habido antecedentes. [los buscan] me lo dijeron, que nosotros somos gente bas-
tante honesta, de un nivel moral bastante alto y de una espiritualidad reconocida.
Y a m me lo han dicho de uno u otro partido y tambin porque estn mirando que
si l entra toda la gente los va a apoyar. Esos son los mviles.
50
No siempre la honestidad y vida recta son cualidades sucientes para asu-
mir cargos de responsabilidad pblica, pues la inexperiencia poltica y el entor-
no corrupto pueden llevar a una mala gestin. Como expresa Erika Izquierdo:
hay niveles y perles distintos, Hay muchos evanglicos ticos, formados,
reconocidos por sus comunidades que son lanzados a los cargos polticos con la
esperanza de que las cosas se hagan de manera ms clara. Llegan al poder sin tener
idea de pecado estructural y sin idea del manejo pblico ni del juego poltico que all
hay. Hay otros que, sin saber de poltica, llegan tambin pero han entendido mejor
que su misin es participar en la transformacin estructural de la sociedad. Sin em-
bargo, su desconocimiento les puede llevar a cometer errores y son presa fcil de los
polticos el gran conicto es que las iglesias no acompaan a sus lderes
51
.
49
Entrevista a Francisco Galn, ex alcalde de San Miguel de Aco, integrante de la comuni-
dad de Pampamaca.
50
Entrevista a Vctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.
51
Entrevista a Erika Izquierdo. Proyecto Desafo Mikeas.
55
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Asumir que Dios pone y Dios quita, es decir, que quien llega a un car-
go de poder es porque Dios lo quiere as, implica tambin asumir que quien
llega a dichos cargos es ms bendecido, ms santo, ms consagrado, espe-
rando casi automticamente perfeccin. Esto puede dejar a las y los lderes
evanglicos en una situacin de soledad donde la comunidad ya no es el
referente ni espacio de cuestionamiento. Otra cosa es lo referido al trabajo
conjunto a nivel comunal, como sostiene Lenna Hokeman, representante
ante la MCLCP del Comit interconfesional:
en general cuando la comunidad evanglica asume un compromiso lo hacen
con mucha seriedad, y hay un aporte muy decisivo en el proceso, contribuye mu-
cho para apoyar el proceso, para el cumplimiento de las cosas, le estoy hablando
a nivel comunal, de este tipo de propuestas como hacer un agua potable, plantear
campos de cultivo, etc..
El hecho de ser evanglicos y mostrar ciertos patrones culturales,
como el ser cumplidos con la palabra empeada, ser trabajador, no to-
mar, s genera conanza, para el trabajo con estas poblaciones. Aunque
tambin, como maniesta Hokeman, estos mismos patrones culturales
pueden ser un impedimento para el trabajo por el desarrollo de estas
poblaciones:
por ejemplo, en la misma zona tenemos dos pueblos donde hay una iglesia
evanglica que no ha permitido que ingrese el programa Juntos, para que los
miembros de la iglesia puedan participar en el programa, porque dicen que en el
programa Juntos les dan una tarjeta tipo banco, donde est ese cdigo de barras,
y dicen que esto es ponerle el sello del diablo, es del diablo y no lo permiten.
Entonces esas personas denitivamente no participan. El programa Juntos no ha
podido empadronarlos, conocemos familias que se mudaron a otros sitios para no
estar empadronados por el programa. Esto s es un efecto negativo, porque son
todas familias que viven en extrema pobreza.
Hay detrs de estos casos una cuestin teolgica que lleva a algunas
iglesias a aislarse y no participar en programas de desarrollo porque todo lo
que sea forneo, signique anotar nombres o utilizar productos con cdigo
de barras, se asume que es cosa de la bestia y no se participa. Como sos-
tiene Daniel Crdova:
Algunos han tratado de concienciar, pero no se han dado cuenta, que el
asunto va por el lado teolgico y nunca han hecho uso de quienes pueden ayudar
muy bien a planicar porque est por ese lado, por eso es que no participan.
56
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Pero ya est comenzando tambin en esos lugares una generacin joven que est
comenzando a ver las cosas diferentes
52
.
Existe, sin embargo, en trminos mayoritarios, una percepcin favorable
acerca del rol que toca cumplir a las iglesias evanglicopentecostales en el de-
sarrollo local, y est referido bsicamente al aporte que pueden dar a travs de
sus valores, para la conversin y el cambio personal, porque slo a partir de all
se puede esperar actitudes y desempeos pblicos diferentes, as como prcticas
cotidianas y domsticas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas.
Yo creo que las iglesias deben orientar su trabajo hacia la formacin espiritual de
las personas, porque si no hay esa transformacin, le digo que el desarrollo est muy
lejos. Hemos visto, ncash despus de los 70 ha tenido el mayor nanciamiento a
nivel nacional despus del sismo y si es que hablamos de proyecto sostenible, y hemos
luchado contra la pobreza y seguimos luchando, pero si nosotros buscamos un ejemplo
de esa lucha o de esa sostenibilidad, nunca vamos a encontrar por qu? Porque si no
hay cambio en las personas, si yo no cambio de actitud, si yo no cambio mis valores,
como me han enseado, por ejemplo en el hogar, de ser honrado, de ser responsable,
de ser disciplinado de ser honesto, no va a haber nada. Y creo que las iglesias, tanto
catlicas y evanglicas, tienen ese rol, y dice incluso si ah tenemos un solo Dios y cada
quien a su manera pues no, pero si pusiramos realmente nuestros ojos a l para que
l sea el artce para el cambio de las personas podramos pensar en un desarrollo
humano sostenible, sino para m esta lejos.
Estos valores, cuando estn presentes en la gestin de lderes y auto-
ridades, son claramente reconocidos por las comunidades y miembros de
instituciones que trabajan en la zona, como una oportunidad para avanzar
en el logro de objetivos de bien para la comunidad.
Buenoyo creo que en primer lugar la solidaridad porque eso ellos prac-
tican ese tipo de valor. La justicia en trminos muy amplios y aplicados a su
gestin, de ser justos en la gestin, la persona para actuar. El otro valor es la
participacin, y la conanza. Creo que es clave la conanza porque cuando la
sociedad pierde la conanza y la credibilidad en sus autoridades, s hay quiebre.
La otra es la honradez, es uno de los valores importantes y, sobre todo, la libertad
como valores fundamentales. Y si vemos en los planes de desarrollo, estn escri-
tos ah estn la honradez, la disciplina, la transparencia
53
.
52
Entrevista a Daniel Crdova, Iglesia Evanglica Pentecostal del Per.
53
Entrevista a Hugo Salazar, de Care Per en el Callejn de Huaylas y Coordinador Regional de
la MCLP de ncash, rerindose a la gestin de Francisco Galn en San Miguel de Aco.
57
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Estar en el mundo sin ser de l, es decir, preocuparse por los problemas
de la comunidad, participar en sus soluciones, sin contaminarse con los vi-
cios del mundo. Esta es la consigna de las y los miembros de las iglesias que
vienen participando en sus comunidades, como reere el pastor Luna:
Si, [los miembros de Asambleas de Dios participan] son dirigentes y hasta
donde conozco, porque yo he conversado con los mismo alcaldes y las mismas
personas que promueven esto, son los lugares donde mejor funciona el vaso de le-
che, alfabetizacin, porque hay salud. Y nuestros hermanos estn participando.
Hay motivacin de la iglesia y que no tienen que marginar. Tenemos que
vivir, como dijo Jesucristo en este mundo pero sin ser de este mundo. Tenemos
que incidir en el Evangelio, el poder de Dios en la vida de la persona. Eso es.
54
Incidir en el cambio de las personas a travs del conocimiento y prcti-
ca convencida de la Palabra de Dios, esa sera una gran motivacin para la
participacin y al mismo tiempo, el gran aporte moral que podran dar las
iglesias pentecostales, segn alguno de sus pastores:
incidir sobre la gente con el evangelio. Eso es lo ms grande que pode-
mos hacer porque de otra manera, qu? Porque si vamos a ir a lo intelectual,
el mundo est lleno de intelectuales; vamos a ir a lo econmico, lo mismo, a lo
social igual. A lo moral? hasta dnde va la tica, la moral? Para mi es incidir,
no con los cargos polticos sino el evangelio. Si yo tengo un cargo poltico, alguna
funcin, en qu incido? En mi criterio, en mi vivencia. Porque Pablo dice que
somos cartas abiertas, conocidos por todos, ledos por todos. Entonces aqu en la
ciudad salgo por ah y todos me conocen que soy pastor evanglico, que mi con-
ducta es diferente, y cuando algo quieren y como ya les dije ustedes son gente
honesta, de profunda espiritualidad y de una moral muy reconocida y todas esas
cosas. Pero para incidir algo en nuestro pas no son los cargos ni las funciones,
sino la vivencia. Jess no llen la cabeza tanto
55
.
d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el mbito local
Acerca de la participacin de la mujer en los espacios de organizacin y
gestin local encontramos un reconocimiento general a la importancia de
54
Entrevista a Vctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.
55
Entrevista a Vctor Luna, Pastor de la Iglesia Asambleas de Dios en Caraz.
58
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
su participacin al interior de sus iglesias y a su participacin en la comu-
nidad. Donde s encontramos diferencias es en relacin al rol que cumplen
al interior de las iglesias y los cargos que pueden ocupar. Las iglesias pente-
costales maniestan tener los mismos atributos, roles y encargos al interior
entre hombres y mujeres, incluso cuentan con algunas pastoras:
La mujer dentro de la Iglesia es igual casi al varn, porque en Cristo no hay
acepcin, no hay diferencia entre hombre y mujer, en Cristo somos uno solo,
la mujer puede predicar, puede ir a trabajar, la mujer puede ir a visitar, a orar
por un enfermo, tiene las mismas facultades que un varn. Hay pastoras, hay
predicadoras, hay diaconisas, dirigentas de la comunidad. Eso s, no hay ningn
problema, como le digo igual que como el varn con tal de que den buen testimo-
nio, esa es la recomendacin.
En el caso de las esposas de los pastores, tambin llamadas pastoras,
encontramos referencias a que ocupan un lugar importante y tienen un rol
de formacin, acompaamiento y enseanza sobre temas de familia, educa-
cin de los hijos, orientacin sobre la vida de pareja. Tambin trabajan en
las escuelas dominicales y visitan las diversas congregaciones de su iglesia
con el encargo recibido. Pueden incluso predicar si el pastor est ausente
y representarlo.
Ha habido un desarrollo, pero dependiendo de las Iglesias, tambin. En esta
Iglesia tronco que es las Asambleas de Dios... importante en este momento
las pastoras no pueden casar, no pueden bautizar tampoco, pero pueden llegar
a un cierto grado de liderazgo mayor que antes. Se ha logrado que hayan... las
Iglesias estn organizadas por regiones tan bien, como Direccin Nacional y
Regional y han podido ser hasta lderes regionales, una especie de presbtero,
hasta all. Ha habido un avance por lo menos en la Iglesia donde estoy, ahora
ltimamente en junio hemos aprobado el ministerio igual, sin ninguna diferencia
del hombre y la mujer, es decir ahora la mujer puede bautizar, puede dar la
cena y puede ser inclusive la lder mxima: la presidenta nacional. Nosotros la
llamamos presidenta nacional, al que se llama obispo de una Iglesia. Pero no es
lo comn, aqu bueno, en nuestra Iglesia desde siempre ha podido ser pastora,
que es la pastora que dirige una congregacin, slo que siempre dependa de un
pastor hombre para dar la santa cena, en n
56
.
56
Entrevista a Daniel Crdova.
59
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
La participacin de las mujeres evanglicas y pentecostales en sus co-
munidades es amplia, comprometida y reconocida. Estn presentes en la
mayora de organizaciones comunitarias y muchas veces ocupan cargos de
responsabilidad. Esto, sin embargo, no es comn a las integrantes de todas
las iglesias pues se encuentran diferencias de criterio para la participacin
en la comunidad, tal como nos comenta Epifana Inocente:
57
mis hermanas son del Movimiento Misionero Mundial, a mis hermanas
le hicieron renunciar al cargo del Vaso de Leche, del comedor y les dijeron no
debemos estar contaminadas del mundo. El mundo es algo que trae problemas y
lo que dice el pastor ellos obedecen al pie de la letra y ellas me dicen: ay que
cosas tendrs, ests perdiendo tu tiempo en vez de que ests clamando, en vez
que ests orando haciendo tu ayuno, ests metida ah perdiendo tu tiempo, ya
Dios te va a proveer, no te va a hacer faltar, mi hermana siempre me dice por
qu te metes en esto...
Siempre he dicho: Seor, aydame, same. Lo que yo s tengo que
transmitir a muchas mujeres porque ellas a veces no hablan, se quedan calladas,
no reclaman y bueno, gracias a Dios en todo este ao que vengo acompaada de
Dios. Muchas veces en las Iglesias no te apoyan los pastores. Del templo que yo
vengo decan que no debemos estar, pero gracias a Dios en esos ltimos tiempos
la Iglesia est aceptando, porque estbamos cerradas, que no debemos hablar de
participacin ciudadana, de sexo, de violencia familiar, u otros programas; por
eso, muchas veces hablaba con el consultorio, hablaba con el pastor, pastor le
digo nosotras estamos encerradas en la Iglesia: domingo, martes estudio, pero
si estamos viviendo en una comunidad y pasan tantas cosas no sabemos, hay
cosas nuevas para m que he aprendido lo que es, por ejemplo en el Red Jubileo
la deuda externa, y si s de comedores s de la Ley 25530 y los Desafos del
Milenio... y as entonces yo voy a aprender tambin, no slo me queda para m,
traigo para mi comedor, incluso si hay movilizacin les llevo a la movilizacin.
Sin embargo, es importante mencionar que a pesar de este reconocimien-
to y presencia activa de las mujeres a nivel de las iglesias, existe ausencia de
representacin femenina en las directivas nacionales, y el espacio poltico
tanto a nivel regional como nacional. Al respecto Daniel Crdova plantea:
pero el mayor problema que tenemos ah, es que la mujer misma no
concibe todava que pueda ser, y es un trabajo que hay que hacer
57
Entrevista a Epifania Inocente Meza, lder comunitaria y promotora del Proyecto Desafo Mikeas.
60
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
e. Impactos logrados a nivel de gestin local: la experiencia de Francisco
Galn en la Municipalidad de San Miguel Aco
Entonces a travs de eso, agarrando mi Biblia, yo estudiando,
yo me or y clam y toda mi gestin ha salido bien...
Francisco Esteban Galn Urbano, naci el 17 de setiembre de 1955, en
el Casero de Pampamaca, distrito de San Miguel, provincia de Carhuaz,
ncash. Actualmente tiene 52 aos de edad. Es parte de la Iglesia Movi-
miento Misionero Mundial. Este movimiento lleg en 1994 1995, y l
entra poco a poco, viendo los cambios en su hermano, como nos cuenta:
Mi hermano entr primero miembro, luego yo; poco a poco nos reunamos
pero desde esa fecha, cuando entraron, cuando nos vieron entrar en 1995
1996, estuvimos odiados por toda la gente, porque vienen, destrozan a la gente,
lo que a nosotros nos gusta, la tradicin, la costumbre, ellos nos van a quitar
todas las actividades que tenemos pero poco a poco se dieron cuenta, un mo-
mento poco a poco alejemos de la esta, alejemos de la borrachera. Bueno ahora
la gente est tranquila por esa parte y no hay una diferencia mucho; no hay odio
entre evanglicos con catlicos, claro con el ejemplo
Antes de entrar al Movimiento Misionero Mundial, era catlico, con
todas sus implicancias, como l mismo maniesta:
(yo era) fantico de las estas, las organizaba en Semana Santa, obse-
quiante la borrachera, ms de mil cajas de cerveza habr tomado cambi
cuando vi a mi hermano que es evanglico; porque tomar cerveza es destruir la
casa; hacer la esta es destruccin de la casa; porque nada te sirve ni alguien
te dice gracias al contrario, ms te lleva las cosas de tu casa y de ah poco a
poco me di cuenta.
Francisco empieza a reexionar no slo sobre los efectos del alcohol en
su organismo, sino en su relacin familiar:
De repente antes cuando estaba tomado llegaba a mi casa, faltaba el respeto
a mi esposa, de repente dar mal ejemplo a mis hijos como un tomado que no me
daba cuenta.
Poco a poco empieza a ver los cambios en su vida diaria, de hecho su
ingreso al Movimiento Misionero, posibilita una mejor relacin con sus
hijos, su esposa, hay una claridad respecto a las prioridades de gasto y una
mejor distribucin de la misma, como sostiene:
61
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Hoy da veo y si alguna vez falta algo en mi casa, ya preocupbamos en
comprar algo no, azcar, aceite, cualquier cosa que sirve a la cocina. Y otra cosa
que ya nos preocupamos es educar a nuestros nios que estudien y entonces nos
preocupa todas las cosas, ya no decimos este dinero es para cerveza o este ao que
va a hacer la esta, ya no ya Con ese dinero ya se ha tenido las cosas que uno
ha querido, hemos comprado terreno, ya tenemos mquina, tenemos capital, hay
una buena inversin s, inversin clara productiva, ya no muerta as.
En 1996 empieza su participacin poltica en la esfera local. Ese ao
asume una regidura, y el 1998, a la muerte del titular, asume la alcalda
de su distrito. Al terminar el periodo es elegido alcalde, y tras una gestin
exitosa, es reelegido en el cargo. En este camino, sobre todo en los primeros
aos, su iglesia lo anim:
O sea, la reexin de la Iglesia fue esto: cuando un hermano entra,
prcticamente la tradicin, la costumbre, es la esta, es la borrachera que no
deba haber; un hermano siempre va a sujetar No slo eso, sino un hermano
tambin debe cumplir con las actividades de sus trabajos, de sus proyectos, las
gestiones tambin va a cumplir. Entonces eso es lo que nos daba nimo. No es
solamente erradicar alcohol, sino que un hermano ya va hacer que ah no hay
robo, no hay engao, nada. Entonces un hermano debe ser claro, visto frente
a la poblacin, entonces cul va a hacer el avance del cristianismo, porque no
vamos a entrar al inters de uno mismo. No va a ver nada de eso. Entonces esa
fue la animacin de la iglesia.
Sus primeros aos de gestin local le sirven a Francisco para aprender y
ver de cerca la realidad y las necesidades de la comunidad. Fueron tambin
aos decisivos para marcar un estilo de gestin que se podra denominar
como libre de alcohol, que al inicio tuvo cierta resistencia, pero luego
logr simpatas:
Ms que todo yo prcticamente de aqu conoc la realidad, la necesidad de
poblacin; me puse fuerte como autoridad como persona y todos los vicios ya
disminu. Los vicios de estas tradicionales, como uno, la esta patronal y otro,
todo esto, licores en faenas que organizaba la municipalidad en todos los sectores.
Y entonces la gente me dijo por qu? Porque no debe ser as, yo le responda, yo
no estoy ofendiendo ni les puedo quitar, si usted desea hgalo, porque no puedo
impedir como autoridad yo no prohbo, sino yo estoy sacando una ordenanza
para cumplir en faenas comunales que antes que comprar la municipalidad el
alcohol, ahora ya no, porque ahora hay que dar olla comn, la comida caliente
62
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
que coman y por eso una ordenanza en las tareas comunes que organiza las fae-
nas comunal, que no haya alcoholismo, sa es la ordenanza. No van a confundir
con lo que te estoy prohibiendo, si el hombre quiere venir a tomar que tome, pero
gracias, no han tomado El dinero del Estado slo viene solamente para acti-
vidades del trabajo, de proyectos. Entonces, en ese sentido, lo que conversemos
dos aos y en total, hasta ahorita, hasta mi ltima gestin, la gente ha quedado
contento, agradecido, por qu razn, porque la ciudadana ya no tomaba alco-
hol. Entonces las mujeres, las seoras, las madres, los hijos, quedaban agradeci-
dos, porque todo varn llegaba sano y las mujeres ya cambiaban la modalidad de
vestir, de alimentar, en todo aspecto, educar a sus hijos, o sea bien bonito.
Como resultado de esta nueva forma de trabajo, en su comunidad se
cambian prcticas y costumbres que priorizaban el alcohol en las celebra-
ciones, como l mismo nos cuenta:
por ejemplo la comunidad de Acompampa, que era de tal tradicin el
alcoholismo, porque la comunidad nmero 1 sali en las inauguraciones y ya
no preparaban alcohol, ni cerveza, nada, sino ya comida y as en eso toda la
gente coma, chico y grande. Y as pues hemos mejorado, y hemos mejorado en
Pampamaca y ya no tombamos alcohol.
De hecho, en ese cambio inuye mucho que las autoridades y lderes
locales no tomen alcohol. La gente ve a partir de un caso concreto que es
posible un mundo diferente para ellos, como sostiene Hermes Curo, repre-
sentante de World Visin Internacional:
hay buen nmero de lderes comunales que son evanglicos, por ejemplo su
testimonio hace que la gente le d conanza, por ejemplo cuando el presidente
de la comunidad no toma, pues si el resto de la gente toma, pues el hecho de ser
presidente es tener presencia, es importante, ms que todo recuperar esas ten-
dencias del alcoholismo que hay bastante en las zonas rurales, creo que con estos
lderes se trata de disminuir
El trabajo de Francisco Galn en la gestin local ha sido valorado por
todas las organizaciones que trabajan en la zona. Contar con primer grado
de primaria de instruccin, no ha sido una limitacin para estar al frente
del municipio, durante once aos de una labor eciente y reconocida.
Bueno, somos los engredos de Care no slo Care sino varias institu-
ciones, ONG, digo Foncodes, Critas, CEDEP, todos cuando eran invitados
venan, por qu razn? Porque en la concertacin, en la reunin que tuvimos
63
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
pasbamos 120, 140, 180, 190 entre varones y mujeres, tambin invitbamos
los jvenes, invitamos a todititos; entonces conoca las cosas del Estado que nos
daba dinero y cmo podemos priorizar las obras, entonces dnde vamos a atacar
y con qu origen va a apoyar Por eso el Care nos escoga a cualquier sitio o
lugar para aprender ms y ese aprendizaje traje ac e informaba y procedimos las
cosas. La experiencia que tombamos, aplicbamos, la informacin as, y con
eso por ejemplo, en Cajamarca en Celendn fuimos a tres municipalidades, cua-
tro municipalidades hacan una alianza y hacan un proyecto y las informaciones
y balances en cada sectorial. Entonces, sectorial hicimos en las comunidades,
empezbamos en los distritales y terminbamos en los caseros cada tres meses,
cada cuatro meses informbamos en qu avances estbamos, entonces por eso
siempre tambin nos llevaban los cabildos, antes eran en la capital del distrito.
Como resultado de ello se reconocen obras y logros en el campo de
la salud, en el mejoramiento de infraestructura educativa y urbana, en la
organizacin interna del municipio y la participacin vecinal.
Bueno, una obra ms priorizamos, el tema de la salud, de la desnutricin
crnica. Eso aqu debemos atacar porque tenemos desnutricin crnica. Despus
tenemos en educacin baja en la enseanza, en los profesores. Entonces ya pu-
simos en control, uno por uno ya analizamos. Por ejemplo, un padre tomador
y una madre que no ve a los hijos como debe ser, entonces el hijo siempre va a
estar desnutrido. Entonces ya conversemos: uno, ya tienen que evitar tomar,
alcoholismo, porque el pap tiene la culpa porque con ese dinero lleva un ali-
mento: Compren algo para sus hijos y compren jabn para que anden limpio
porque la seora tiene que lavar, de esa manera mejoran la calidad de vida de la
humanidad
Como sostiene Silvia Cabanillas Moreno, responsable del Puesto de
Salud el Distrito de Acco:
Para nosotros realmente ha sido un gran apoyo que l haya estado liderando
el distrito, porque se ha podido avanzar, por ejemplo, el trabajo como el munici-
pio y comunidad saludable. Ha sido el primer municipio saludable reconocido a
nivel de la regin, incluso ha sido felicitado, ha llevado la experiencia a nivel de
Lima porque hemos trabajado la disminucin del consumo de alcohol y lo que es
el trabajo del presupuesto participativo. En eso hemos logrado que se pueda ver a
travs de la regin que una comunidad s puede cambiar, cuando los lderes estn
comprometidos en lo que es salud. Este trabajo se ha iniciado con esto de perte-
necer a una iglesia en la que tienen ellos sus concepciones, y eso ha trascendido
64
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
a la comunidad, por ejemplo, se compraban alimentos y cocinaban las mujeres
y eso se reparta en esas faenas comunales, y eso ya con los aos en el 2002,
2003, 2004 se ha ido aanzando ms, ha quedado entonces nosotros o sea
para que esto contine dentro del distrito, se hizo la ordenanza, hemos trabajado
con los lderes, con las autoridades comunales para que esto se siga fortaleciendo,
porque como le digo, a nivel nacional esto ha sido un gran impacto... porque
no solamente ha disminuido el consumo del alcohol sino tambin ha disminuido
la violencia contra la mujer. l present ese trabajo en Lima como municipio y
como comunidad saludable, y eso hasta ahora sigue su experiencia y lo siguen
difundiendo y difundiendo, que s se puede llegar a cambiar los pueblos a razn
de predicar los valores. S, porque ah una cosa est como amarrada a la otra; el
tema del alcohol est muy amarrado a la violencia.
Por otro lado, empieza una nueva forma de gestin muy vinculada a la
comunidad. Es a partir de la gestin de Francisco Galn que los Cabildos
se convierten en prcticas institucionales:
Ni conocamos cabildos porque no hacan. Entonces el manejo administrati-
vo tambin, documentos no estaban seleccionados, en la municipalidad encontra-
mos as todo desorden. Como yo entr como alcalde cada cosa en archivadores,
desde esa fecha a ahora la municipalidad tienen sus estantes totalmente ordenados
lo pusimos desde el 2000 Foncodes por esa parte cada ao nos premiaba con los
proyectos adicionales. Esta ltima gestin me premi con 400,000 soles Otros
200,000 para el mejoramiento de agua potable para siete sectores Foncodes
entonces nos daba premio por ver que habamos trabajado bien.
Asimismo, se priorizan proyectos sociales para mejorar la calidad de
vida de la poblacin, como el dotar de agua a las comunidades. Como se
sabe, reconocer el acceso al agua como un derecho humano hace que las
autoridades se preocupen por la calidad y su estricta vinculacin con la
salud de los nios y nias:
a nivel distrital las obras primordiales: agua potable, porque antes tombamos
el agua de la acequia, entonces de ah las enfermedades vienen de arriba porque cuyes
muertos, perros muertos, siempre encontrbamos en la acequia, y las basuras entonces
ya venimos lo que prcticamente ya no hubo la diarrea, porque en mi primera gestin
totalmente 100% agua potable, entonces ese fue nuestro primer objetivo. Segunda prio-
ridad, hemos tenido electricacin y todos en la comunidad tenemos, no solamente en la
urbanizacin sino todos; en la punta del cerro hay electricacin si hay casas. Despus
tenemos canal de irrigacin, despus tenemos lozas deportivas tenemos en Huapra,
65
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
luego tenemos ac en Pampamaca y ya el terreno para el estadio en San Miguel hemos
comprado. Y tambin hemos construido escuelas como para inicial, como para primaria
y cerco perimtrico. Todo eso s en las obras que hemos hecho, y tambin hemos hecho
alcantarillas, mejoramiento de carreteras, trochas carrozables, eso hemos hecho.
El trabajo, el esfuerzo, las decisiones, han ido de la mano de la oracin,
la palabra de Dios y el consejo del Pastor.
cuando yo or, cuando yo clam para salir de mi casa al consejo o cuando
he tenido problemas, por ejemplo, quin me va a cuidar, por ejemplo. Siempre
nosotros creemos en Dios porque t dices: l que cree en m va a ver resueltos
todos sus problemas. Entonces a travs de eso, agarrando mi Biblia, yo estu-
diando, yo me or y clam y toda mi gestin ha salido bien mi informacin; para
que mis contadores para que no atrasen; mis ingenieros que no atrasen, mis regi-
dores para que no levante contra mi persona o el pueblo que no levante contra mi
persona, porque si es Dios que prcticamente que gue, entonces a travs de eso
tengo una creencia profunda, profunda, verdaderamente que existe Dios.
Es por eso ya tambin, todo eliminemos tambin todos los vicios terrenales
que hacemos, es por eso creo, pero tambin cuando ya tena ms problemas, al
pastor le conversaba, este problema tengo, el pastor me deca o ya en mi casa o
en la iglesia: a orar, ese ha sido el gran apoyo.
Pero el trabajo no se hizo solo, la comunidad, las autoridades y las ins-
tituciones tuvieron un rol que jugar durante estos aos de gestin, como
Francisco Galn reconoce:
Pero porque voy a decir que slo solamente. Con sector salud, de la posta con
eso hemos cumplido, bonita la posta, hemos tenido una conanza en el trabajo y
siempre hemos trabajado unidos, eso s no, cuando yo llegaba pase seor alcalde,
yo tambin deca: Silvia, ven para ac, con el teniente alcalde tambin ven para
ac porque hay que hacer esto, esto es lo que falta, entonces vamos a hacer una
charla en esta comunidad, porque en esta comunidad he visto seor dos hombres
han maltratado a las mujeres hay padres que no cumplen con sus hijos, no
compran tiles, a ver vamos vamos a hablar, mientras ah encontrbamos
que los paales tienen que lavar, tienen limpiar, porque ahora tienen agua potable,
hasta preparacin de alimentos cmo se prepara los alimentos ah est, decimos
lavando la mano, llevando como dando de comer.
Los logros de su gestin han valido el reconocimiento a nivel nacional
y premios otorgados desde por distintas instituciones del sector pblico.
66
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
El premio hemos logrado es de diplomas. El primero que hemos logrado es
un trofeo, el de la resolucin de felicitaciones de la Contralora de Lima y tambin de
Foncodes, tambin del Ministerio de Salud como municipio saludable por la disminu-
cin del alcoholismo tenamos 70% de desnutricin crnica, de ah bajamos, dej
en 35%... con Care tenamos una alianza en peso y talla, entonces qu decimos cada
distribucin de vaso de leche, cada dos meses entonces el control peso y talla, todas las
enfermeras, sector por sector, entonces tenamos un cronograma, tal hora tal sitio, tal
hora tal sitio, tal da tal sitio cronograma y al ltimo evalubamos.
A todo lo mencionado cabe agregar que el trabajo realizado desde la
alcalda se realiz con un equipo mnimo, pero procurando generar capa-
cidades en la gente de su propia comunidad, como comenta Hugo Salazar,
representante de Care Per en el Callejn de Huaylas:
Es un distrito que tena solamente una tesorera como personal y un secretario
para registrar, entonces no haba burocracia all En su gestin ha generado capa-
cidades locales si uno conversa con Santa (la tesorera), uno queda asombrado por
los aprendizajes logrados por ella. De cmo de una situacin de ser analfabeta est
dirigiendo el presupuesto de un gobierno local y bien interesante ver a una mujer
vestida con su pollera, con su chequera y una computadora al lado impresionante,
una campesina autntica y cmo ella desarrollaba ese trabajo y asista a los even-
tos en Lima, en las ocinas del MEF. Entonces, alrededor de l se han formado mu-
chos jvenes campesinos, que han tenido mucha oportunidad para trabajar con l.
Ahora, despus de la labor cumplida en la alcalda de su distrito, Fran-
cisco Galn participa en su comunidad, aportando desde sus conocimien-
tos y facilitando la gestin de proyectos a travs de las buenas relaciones
que lleg a establecer.
Entonces, ahorita en salud lo que estamos pensando con Visin Mundial, co-
cinas mejoradas para toda la casa, ya lleg. Tambin la gallina ponedora, tambin
ya lleg. Y tambin a travs de eso, quin puede criar pues, los jvenes y cmo
puede eso ya puede mejorar la calidad, para mejorar la calidad del humano debes
tener unas pequeas microempresas, por ejemplo, as como la venta de artesana,
o productores de la venta de cuyes, o productores de biohuertos con hortalizas, ya
estn trabajando. Y yo creo que van a mejorar, va a mejorar, y da a da que venga
turismo y un da quizs vender, quizs nuestra artesana, las comidas preparadas
de la zona, algo ya se puede mejorar a la poblacin en la comunidad
Y en la educacin tambin igualito el pueblo controla a sus profesores, y los
alumnos tiene que aprender mejor... y los profesores deben estar concursados, ya
67
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
no queremos profesores de tercera De la comunidad tenemos compromiso en
mejorar las cosas, la limpieza, la faena y cumplir con nuestro deber como padres
de familia, tiles escolares para los nios, ahora tenemos uniformes e igual va
a tener el director, el director tiene que ser puntual, ahorita por ejemplo es una
dama y est trabajando bien por la educacin.
4.2. REGIN ICA
MAPA: PRESENCIA DE LAS IGLESIAS EVANGELICAS
68
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
a. La presencia de las iglesias pentecostales en la Regin Ica y las nuevas
formas de relacin.
El surgimiento de las corrientes evanglicas a inicios del siglo XX se
produce en un proceso similar a la Iglesia Catlica
58
, pero sin las conse-
cuencias funestas de la religin catlica. La llegada de las misiones religio-
sas evanglicas desde el exterior estaba determinada por una distribucin
geogrca para cada corriente religiosa; pese a ello, se generaron conictos
y divisiones de grupo por la ocupacin del espacio prejado. El siguiente
testimonio graca esa decisin para la labor misional de las corrientes
evanglicas en el pas:
Entonces regionalizaron todo el Per. Por ejemplo, le voy a dar un dato
histrico: en Huancayo estaban los Metodistas, esa era su zona. No poda
entrar la Presbiteriana ni la Luterana, y ellos (las corrientes evanglicas)
haban hecho una especie de pacto. Cuando llegan (los de Asamblea de Dios)
en 1919, el nico lugar que quedaba slo era ncash entonces los manda-
ron a ncash, y el primero que llegaron fue a Matute, un lugar de Chimbote.
Estuvieron all 6 meses y despus se fueron al Callejn de Huaylas. Y reciben
una profeca y se van a Huancayo que era el lugar de los metodistas, pero los
pentecostales estn entrando enviados por Dios!... entonces ah empez la
incisin entre las denominaciones de otras iglesias histricas; el presbiteriano
misionero se establece en Escocia y en Inglaterra, y los que llegan al Per
son precisamente los escoceses e ingleses, que se instalan fundamentalmente
en la zona de Lima, con el Colegio San Andrs, Anglo Peruano, con mucha
inuencia en el pensamiento social y poltico de algunos peruanos, pero la
otra zona presbiteriana fue Cajamarca, Chachapoyas y Amazonas a IEP
que es un movimiento libre (escocs tambin) se instala tambin en Lima,
y especialmente en el sur andino (Cusco, Apurmac, Puno); junto con los
adventistas que se instalan en Puno. Y en Lambayeque y La Libertad est
58
Cuando se produce el hecho histrico ms notable en el siglo XVI, el descubrimiento de
Amrica, para la evangelizacin del Nuevo Mundo los funcionarios coloniales de la metr-
poli, en alianza con la Iglesia Catlica, disearon la estrategia de distribucin del espacio
recin descubierto segn las ordenes religiosas encargadas de la evangelizacin. As, por
ejemplo los dominicos tenan un territorio determinado, igual los mercedarios, los agus-
tinos, los betlehemitas, etc., adems de la poltica de extirpacin de idolatras en algunas
regiones en sus expresiones ms perversas en contra de la religin andina. El resultado nal
fue la proliferacin de nombres de pueblos, de santos patronos y vrgenes de cada orden
religiosa, a lo largo y ancho del territorio peruano.
69
Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
el Movimiento de Santidad, desde 1904 (los Peregrinos y los Nazarenos),
los Peregrinos pertenecen a la corriente Metodista de Santicacin (norte-
americano)
59
.
El espacio de la regin Ica para la labor misionera de la corriente
evanglica viene a ser la prolongacin del espacio limeo, por su cer-
cana geogrfica, por el desarrollo de las vas de comunicacin, y por
ser el espacio reservado para el Iglesia Evanglica Peruana (de corrien-
te escocesa). Sin embargo, la aparicin de la corriente pentecostal en
Ica con todos sus matices, es reciente; sus inicios se remontan apenas
a las ltimas cinco dcadas (1956), siendo la provincia de Chincha el
espacio privilegiado:
la Iglesia Pentecostal se ha dado origen en el ao 1957 aqu en Ica.
Especcamente este local, donde estamos, el pastor antiguo ha sido el pionero
de esta obra, el fundador. Pero a raz de abocarse en la sesin del Evangelio, l
ha descuidado a la propia casa. Este lugar debera estar muy desarrollado, muy
crecido pero prcticamente no se ha hecho nada. Yo estoy aqu hace ya 14 aos.
Yo soy natural de la Selva Central.
En todas ellas la distincin ms pronunciada es el apego al Espritu Santo:
Nuestras races. Nosotros hablamos en lenguas, buscamos nuestras races
en el Espritu Santo y en los frutos del Espritu Santo. En nuestra enseanza est
toda la enseanza bblica, apostlica, que creemos en la palabra.
En el contexto regional de Ica, la provincia de Chincha es la que
concentra la mayor cantidad de iglesias pentecostales, en su vertiente de
Asamblea de Dios, y por ende mayor nmero de creyentes:
Mire, globalmente estamos hablando de la Asamblea de Dios, ahora tiene 9
iglesias, 9 congregaciones en Ica. Y tenemos aproximadamente unos 400 miem-
bros. Y en las reas rurales unos 400 miembros
60
.
En el siguiente cuadro se aprecian las diversas iglesias evanglicas,
en las que predominan las iglesias pentecostales en todas sus denomi-
naciones.
59
Entrevista Proceso Kairs.
60
Entrevista a Julio Mitac.
70
Liliana Berta Herrera / Jess Orccottoma Crdenas
Cuadro No. 5
La diversidad de iglesias y la ubicacin en los espacios locales
Fuente: Manual Estadstico: Investigacin Socio Religiosa. Editorial Amanecer Per.
Nombres Total Ica Chincha Nazca Palpa Pisco
ACMEP 16 14 0 2 0
AIPA 6 4 0 0 2
AMMI 5 1 0 0 4
Apostlica del Nombre de Jess 4 0 0 2 2
Bautista Independiente 13 9 2 2 0
Bblica de Fe 1 0 0 1 0
Casa de Oracin Cristiana 3 1 12 0 0
Centro Victoria - Cntico Nuevo 2 2 0 0 0
Comunidad de Lima 1 1 0 0 0
Comunidad de Vida Cristiana 1 1 0 0 0
El Shaddai 1 1 0 0 0
EMaus 2 0 0 0 2
Hermanos Libres 8 4 0 2 2
Alianza Cristiana Misionera 5 1 4 0 0
IEP 19 2 5 3 2 7
IEPP 31 19 1 5 2 4
Iglesia de Cristo Pentecosts 4 1 2 0 1
Iglesia de Dios de la Profeca 4 0 3 0 1
Iglesia de Dios del Per 4 4 0 0 0
Iglesia de Dios Pentecostal
Movimiento Internacional 3 0 3 0 0
Independiente y otras denominaciones 31 0 25 3 3
Las Asambleas de Dios 56 8 31 7 4 6
Luz del Mundo 1 1 0 0 0
Movimiento Evanglico Misionero 6 6 0 0 0
Metodista del Per 8 2 6 0 0
Misin evanglica Misionera 0 0 0 0 0
Movimiento Misionero Mundial 16 6 3 2 1 4
Pentecostal de Cristo 3 0 0 0 3
Pentecostal de Jesucristo 8 1 7 0 0
Pentecostal del Pacto 1 0 0 0 1
Pentecostal Misionero 1 0 0 0 1
Primitiva Pentecostal 3 2 0 1 0
Prncipe de Paz 7 7 0 0 0
Via del Rey 14 0 14 0 0
TOTAL 298 98 118 30 9 2
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Fe y valores en la gestin del desarrollo local: Experiencias en ncash e Ica
Una de las explicaciones del crecimiento de las corrientes evanglicas
en esta regin tiene que ver con la metodologa de trabajo implementada.
Del conjunto de esas estrategias de trabajo, sobresale de manera singular el
nfasis puesto en la relacin personal de los misioneros con los nuevos cre-
yentes. Y en las reas rurales, esa estrategia (donde hay notable debilidad
en la alfabetizacin de la poblacin) resulta clave y decisiva, porque sin-
toniza con un conjunto de aspectos de la cultura andina: lo sagrado como
concepto y como espacio de vida, honradez, la tica al trabajo, no mentir,
y la transparencia de los actos como testimonio de una persona.
Relacin personal de los misioneros con la poblacin.
La visita de los misioneros puerta a puerta.
El establecimiento de estudios en hogares
Las campaas religiosas llamadas cruzadas
El uso de los videos con mensajes bblicos.
Sin embargo, el conjunto de las acciones desplegadas como parte de la
estrategia de trabajo explicitan mejor los resultados obtenidos como creci-
miento en nmero de iglesias y en nmero de miembros de los pentecos-
tales. Finalmente, un dato importante para explicar el crecimiento de las
corrientes evanglicas, especialmente las pentecostales, es la apropiacin
de la msica y costumbres de la cultura local, lo cual logra un acercamiento
de la poblacin que no se da por ejemplo en otras iglesias.
Aunque no se resalte en los testimonios, es clave en este proceso de
crecimiento la importancia que se le da a los temas sociales como parte
de un discurso poltico o de incidencia poltica, como levantar temas en
aspectos claves como pobreza, desnutricin, exclusin, etc., como se puede
evidenciar en la siguiente cita:
impedidos por un apego a la literalidad de la Biblia; no obstante, realizan
un conjunto de acciones a las que llaman ayuda social que comprende: acti-
vidades pro fondos, alfabetizacin, campaa de salud en los centros educativos,
apoyo a nios indigentes con ropa y comida, compromiso para realizar trabajos
comunales, apoyo a las familias de extrema pobreza, participacin en clubes de
madres y comedores populares, y la visita a las crceles
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Julio Loza, Iglesia Evanglica Pentecostal del Per.
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Con estas acciones, en buena cuenta, estn cerca de los pobres, de los
excluidos, de aquellos a quienes las polticas sociales implementadas por
los gobiernos de turno no llegan.
b. La coyuntura de emergencia (terremoto) y el rol de la corriente
evanglica
En tiempos normales, una potencialidad de la corriente evanglica pue-
de ser el intento de crear espacios de socializacin, de apoyo y de bsqueda
de consensos en trminos religiosos. En ese camino se entiende la creacin
de fraternidad de pastores representativos que tiene cierta facilidad para
concertar con ciertas organizaciones que puedan dar alguna capacitacin,
captar donativos o tender redes institucionales.
En este espacio de coordinacin no se busca ni se debate las diferencias
de creencias, ni de los problemas que el contexto de coyuntura poltica
ofrece, sino se trata de dar presencia en la escena pblica como grupo de
creyentes de una corriente religiosa, diferente a la Iglesia Catlica.
Cada una tiene su particularidad y respetamos las creencias de cada uno de
ellos. No se nos ha ocurrido unirnos a todas las iglesias, solamente los pentecos-
tales lo hemos hecho
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.
Uno de los objetivos es fortalecer el grupo como cuerpo pastoral, pero
tambin para darle visibilidad y presencia a nivel regional:
para ganar Ica para Cristodar testimonio pblico de nuestra fe, salimos a
las calles con banderolas, pancartas, hacemos carros alegricos. Hacemos cultos
unidos como un testimonio de fe, entonces la ciudad se da cuenta que la iglesia
ya no es un grupo minsculo
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Esa potencialidad de organizacin religiosa tambin sirve para muchas
acciones que fortalecen el grupo evanglico mediante seminario de capa-
citacin, organizacin de congresos, etc. Sin embargo, en tiempos donde
suceden hechos inesperados como el caso del reciente terremoto, las accio-
nes desplegadas tienen otro ritmo, otras proyecciones religiosas, por ejem-
plo rpidamente han logrado la llegada de grupos paraeclesisticos, ONG,
coordinaciones con la fraternidad, y a travs de ella llegar a los miembros
de la congregacin que en gran parte han sido damnicados, mayormente
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Entrevista al Pastor Gerardo Castro.
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Entrevista al Pastor Gerardo Castro.
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en la zona rural, tambin en la zona de Parcota, que llegaron a 80 y/ 85%
de creyentes damnicados.
Las diferentes congregaciones han respondido espontneamente para
darles auxilio a los damnicados, y se han formado diferentes brigadas, por
ejemplo, como seala un entrevistado:
socorristas de la iglesia bautista que ha apoyado a mucha gente Y ellos
tienen socorristas mayormente norteamericanos que les estn dando bastante
ayuda. En las primeras semanas le han ayudado a mucha gente con alimentos,
agua, ropa. Ha llegado a mucha gente. Se ha notado la presencia evanglica aqu
en Ica
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.
Las organizaciones de apoyo como Misin Mundial, una ONG de ten-
dencia cristiana que ha ayudado con muchas cosas, como se puede eviden-
ciar en la siguiente cita:
Apoyamos con herramientas para remocin de escombros, carretillas, ropa
y alimentos. Otras organizaciones como Paz y Esperanza (conjuncin de dife-
rentes congregaciones como de la Alianza Misionera, Iglesia Evanglica Perua-
na, Emmanuel, los presbiterianos, los bautistas), es decir una asociacin cristia-
na de servicio (ONG), de carcter ecumnico, con nanciamiento del exterior,
apoyaron con algunos mdulos de vivienda pequea a los damnicados de las
reas rurales. O el apoyo de la Canasta Samaritana, especialmente en San
Clemente, administrada por la iglesia catlica, con la distribucin de cocinas,
ollas y canastas llenas. Y el apoyo de Lima brindada por la corriente evanglica
en vveres, ropa y medicina
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La respuesta que dieron los integrantes de las iglesias de Asambleas de
Dios tiene signos de mucha solidaridad en medio de la pobreza y apertura
para el trabajo misionero, pero tambin para la atencin de las secuelas psi-
colgicas post terremoto. Desde la Iglesia ha sido una respuesta importante
para la salud mental, pero sobre todo, por que han llegado a aquellos grupos
humanos donde el apoyo de otras instituciones
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no ha llegado:
Y los alentamos, que tengan fe, que oren. Haba personas histricas por el
terremoto y orando con ellas ms que todo dndoles ese servicio espiritual. Y mu-
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Entrevista a Julio Mitac.
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Entrevista a Julio Mitac.
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Como aquella ejecutada por el proyecto de Brigadas de la Ponticia Universidad Catlica
del Per.
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chas personas se han reconfortado. En un primer momento hicimos eso, despus
de acuerdo de la ayuda que llegaba, hemos compartido
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.
En el siguiente testimonio se aprecia otros rasgos de solidaridad y de fe
religiosa:
Bueno, vamos a hablar de un 60% de los evanglicos aqu en Ica. Algunas
iglesias no lo han hecho pero la Asamblea de Dios lo hemos hecho y lo estamos
haciendo en nuestra posibilidad. Somos una iglesia pobre pero pensamos que de
lo que Dios nos bendice podemos compartir, es parte de la obra del Seor. Hay
mucha gente ahorita donde hemos hecho esa obra que est demasiado agradecida
a la iglesia evanglica, a las iglesias evanglicas en esta regin: Chincha y Pisco.
La gente est despertando y pensando por qu pensaba que la iglesia evanglica
era otra cosa. Pero ahora que hemos abierto nuestras puertas y hemos salido a
darle la mano a esas personas, entonces ellos tambin estn abriendo sus corazo-
nes para pensar y recibir a Dios
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.
Qu pensaba la gente de los grupos religiosos y de los evanglicos? La
religin considerada como el opio del pueblo; que nosotros estamos ence-
rrados aqu viviendo en nuestras cuatro paredes, y pensando solamente en
alabar a Dios. Y ahora que estn viendo esto han cambiado su manera de
pensar. Ahora mucha gente est agradecida al apoyo de las iglesias evan-
glicas del Per.
El terremoto: la desobediencia a Dios
Como es de suponer, los casos extremos como el del terremoto, es una
buena ocasin para desplegar los discursos escatolgicos, rasgo resaltante
de los pentecostales. Y esos discursos ortodoxos proliferan en la periferia de
la ciudad y en las reas rurales. Hay en ello la literalidad de la Biblia, es
decir, la lectura lineal, casi textual. Junto a esa forma de la lectura hay el
predominio del discurso fundamentalista. De tal suerte, el terremoto recien-
te sera como los designios de Dios y los anuncios de la venida de Jess.
Pero tambin puede ser leda como la consecuencia de la desobediencia
a Dios, es el castigo para que regresemos al camino de Dios:
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Entrevista a Gerardo Castro.
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Entrevista a Gerardo Castro.
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El alejamiento de Dios, porque l es el dador de todo lo bueno, da lo mejor
para sus hijos. El enemigo es que viene a destruir esas cosas buenas; el te-
rremoto ha sido un castigo para los inconversos, especialmente el epicentro que
fue entre Chincha y Piscola gente estaba tan corrupta en ese lugar que Dios
ha tenido que castigarlos a ellos y disciplinarnos a nosotros los creyentes que
Dios nos est hablando a nosotros, la iglesia; nos est haciendo un llamado de
atencin, una disciplina para enderezarnos
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Pero tambin est presente el discurso escatolgico, que plantea que
la pobreza, no desaparecer, porque as est escrito en la Biblia, como se
pueden evidenciar en las siguientes citas:
la pobreza siempre va a existir pero se necesita tener la sabidura de Dios
para saber manejar las situaciones. Siempre existir la pobreza mientras estemos
en esta tierra porque es parte de la profeca: de hambres, terremotos y pestes.
creemos que Jesucristo va a venir por segunda vez porque as dice la
Biblia, no porque a nosotros se nos ha ocurrido Y esa es una realidad que
nosotros como cristianos, evanglicos, creemos que se va a dar. Llegar en al-
gn momento en el que miles desaparecern de esta tierra como en el tiempo de
No en el caso de Sodoma y Gomorra, tambin De tal manera creemos
en estos tiempos lo que la iglesia le llama el rapto de la iglesia, se va a suscitar
antes de la llegada de Jesucristo El terremoto bueno, pensamos que son
seales. S que muchos dicen que son castigos, juicios de Dios, pero yo creo
que son seales porque la Biblia dice en Mateo 24:7, 6 son seales antes de
la venida de Jesucristo. No solamente el terremoto sino hambre, peste, que son
las enfermedades que se estn multiplicando. Ese tipo de cosas son seales y esto
que ha pasado son seales que, Cristo, pues, vuelve o sea, por supuesto, que
hubieron terremotos en toda la historia pero se ha ido incrementando. Eso nos da
seales fuertes de que Cristo viene lo que s nos dice la Biblia es que su venida
ser de acuerdo a las seales. Y estas son seales
c. Participacin de la iglesia pentecostal en los espacios locales y gestin
de desarrollo
En el tramo entre Ica y Pisco se observa los inmensos campos de cultivo
para la exportacin (alcachofas y esprragos); junto a este espacio, estn las
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Entrevista a Julio Mitac.
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pequeas parcelas y el despliegue de trabajo de los pequeos agricultores,
donde se aprecia el apoyo de las instituciones para lograr despejar los pro-
blemas de pobreza y hambre. Llegando al centro poblado de Palto llega a
la memoria la pregunta obvia: Cmo responden los grupos evanglicos al
trabajo de promocin productiva en esta zona? Nuestra primera sospecha
se conrma con la opinin de los tcnicos del CEDEP:
son bien organizados, en los trabajos programados cumplen con las tareas,
no tenemos problemas con ellos, nuestras metas anuales siempre se cumplen con
ellos; y no as en otros centros poblados
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Esta aseveracin del compromiso y de eciencia mostrada por los grupos
de la corriente evanglica en los aspectos productivos es una cara de la
medalla en el tema de desarrollo local. Pero cuando se trata de gestin local
y de poltica de incidencia con cargos y responsabilidades en los gobiernos
locales y otras instancias de participacin local las opiniones cambian radi-
calmente. Esta es la otra cara de la medalla, es decir, si bien responden de
manera organizada y eciente a los aspectos productivos, cuando se habla de
acceder a espacios de decisin, o entrar al espacio polticopblico, existen
temas an no resueltos. Ellos denen la poltica como el acto de gobernar.
Y para cumplir con ese rol se requiere de cierta preparacin distinta a la
confesin de fe religiosa, como se puede observar en la siguiente cita:
para eso hay hombres que estn preparados, que tengan una cualidad espe-
cial o una vocacin poltica. Si nosotros descubrimos dentro de la iglesia que hay
un hermano que tenga una vocacin poltica, que ha hecho un buen trabajo no
tenemos ningn inconveniente
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En los hechos concretos, hay presencia espordica en la Mesa de Con-
certacin de Lucha contra la Pobreza MCLP; sin embargo, son muy cr-
ticos del rol de estos espacios:
es un engaa muchachos; por ah no va la cosa porque si el presupuesto es
chiquito cmo lo vas a estirar; porque las aspiraciones del pueblo son grandes, las
necesidades son tremendas y las autoridades que entran siempre lo hacen entre
ellos, con su grupo y entre ellos se reparten la torta. Eso de la MCLP es para que
se entretenga la gente. De repente les sale una obrita por ac, por all y de veras,
yo he asistido varias veces. Lo mismo pasa en el presupuesto participativo:
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Notas de cuaderno de campo. Opiniones de los tcnicos del CEDEP.
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Entrevista al Pastor Gerardo Castro.
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No quieren incursionar, no quieren insertarse porque siguen diciendo que par-
ticipar de eso es corrupcin, pecado. pero tambin hay otros pastores con esa
tendencia, que siguen diciendo que no hay que participar en la poltica porque es
sucia, hay corrupcin
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Para otros grupos religiosos que no son de la corriente pentecostal, la
participacin en gestiones polticas locales es buena porque es un mandato
de Dios:
que la poltica en s es mandato de Dios, as se lee en el Gnesis de Abra-
ham, para qu lo puso en el huerto? Para que administre, as dice. Y la poltica
es la ciencia de administracin, la ciencia del racionamiento de las cosas para que
todo vaya en orden. La poltica es eso, entonces cmo decir que la poltica es el
diablo, que el diablo la est utilizando, denigrando, corrompiendo. Porque noso-
tros los evanglicos hemos renunciado voluntariamente, y hemos dado en bande-
ja de plata para que Satans haga lo que quiera, que eso es muy diferente.
La necesidad de crear una comunidad cristiana tiene ms valor que la
gestin local, porque estn ms cerca de la gente pobre, de los excluidos:
nosotros estamos comprometidos, por ejemplo aqu en este lugar, estamos
en San Joaqun, Ica. Cuando no exista la iglesia era un lugar demasiado oscu-
ro, en cuanto a la vida moral, mucha droga, delincuencia. Pero entonces Dios
nos ha trado ac, hemos levantado la obra y ahora hay muchos delincuentes,
drogadictos que ya han venido a la iglesia y que la gente de ac ha puesto una
esperanza de la que la iglesia va a seguir ayudando. Entonces somos como la sal
de la tierra para este sector.
Es decir, de acuerdo a la lectura de los integrantes de la iglesia, ellos son
los encargados de interceder por los necesitados frente a Dios:
salimos, hablamos, aconsejamos, orientamos, de acuerdo a nuestras posi-
bilidades. Y como que la gente del barrio tiene cierta esperanza en la iglesia. Y
nosotros nos sentimos responsables de ellos tambin nos iremos preparando y
consagrando para el momento porque nosotros, la Asamblea de Dios, creemos
en el rapto. Que Cristo vendr y llevar a su iglesia al arrebatamiento cree-
mos en eso y nos estamos preparando tambin para ese momento
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Entrevista a Julio Mitac.
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Entrevista a Julio Loza.
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Sin embargo, cuando se hace una proyeccin al futuro del rol de los
grupos evanglicos las percepciones cambian radicalmente. Las experien-
cias recientes de participacin activa de los lderes evanglicos en la ges-
tin local, regional y nacional, son referentes importantes para repensar lo
poltico, de hecho hay referencias bblicas al respecto. Ante la posibilidad
de asumir cargos como alcalde, presidencia regional, regidores, etc., inme-
diatamente aparecen como modelos los nombres que guran en el antiguo
testamento, como Daniel, Jos o Abraham, que son los casos ms emble-
mticos como se puede evidenciar en la siguiente cita:
...la Asamblea de Dios sera una iglesia fuerte, pues. Sera una iglesia ben-
decida. Haramos algo ms por nuestra ciudad, por nuestra comunidad Esta-
mos orando, seguro que con el tiempo la iglesia va a crecer y van a entrar
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Una condicin para que se d este proceso, sin duda alguna, es la pre-
paracin de fortalecimiento de capacidades individuales para la gestin
poltica, de hombres nuevos con mejores capacidades y sabiduras:
...que la iglesia es del Seor y cuando Dios quiere hacer algo lo hace en su
tiempo. Y l va preparando a las personas quienes van a llevar a cabo esas si-
tuaciones. Entonces yo creo que a la iglesia le toca esperar, orando al seor para
que Dios, si est en sus planes, poner hombres. Porque sera hermoso tener un
gobierno cristiano en el Per. Todo cambiara pero se es un asunto que ms le
compete a Dios.
No hay consenso sobre la gestin poltica en los mbitos locales, pero
existe el predominio y opcin por el trabajo social, aunque esta labor linda
muchas veces con asistencialismo:
...salimos a los campos rurales donde hay gente que necesita, sobre todo
ahora despus del terremoto que hay mucha necesidad. Nosotros salimos y cor-
tamos el cabello a los nios, adultos, seoras. Tenemos hermanos peluqueros,
que hacen limpieza de cutis, llevamos ropas usadas
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Lo que queda como saldo de esa postura es la prctica de los valores
ticos en la gestin pblica, siendo ellos como los mejores consejeros de
las autoridades, su rol an se encuentra inmerso dentro del espacio de la
sociedad civil, en un rol ms de vigilancia de la gestin local. Pero en este
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Entrevista al Pastor Gerardo Castro.
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Entrevista al Pastor Gerardo Castro.
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caso se trata de una vigilancia con propuestas, que en el caso de este grupo
se traduce en consejos:
Al hombre con vocacin poltica hay que apoyarlo Dios lo va a levantar
para hacer buenas cosas dentro de nuestra comunidad, de nuestra ciudad. En-
tonces creemos que es el hombre, es la iglesia que tiene que respaldar en ese sen-
tido para afrontar esas cosas de pobreza y todo eso. Yo creo que cuando haya un
buen gobernante todas esas cosas se van a superar. Ante todo, la gestin debe
ser transparente, tener buena conciencia, buen principio nosotros apoyamos
de esta manera para que una gestin sea exitosa
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d. Los liderazgos femeninos en los NMR en el mbito local
En la mayora de las iglesias evanglicas, especialmente de las pentecostales
se aprecia con mucha notoriedad la presencia mayoritaria de las mujeres. Es este
segmento el que hace la comunidad cristiana, la proyeccin social y los com-
promisos ms importantes. Ellas son pastoras evangelistas, misioneras, maestras
y pueden llegar al grado de licenciados pero no pueden ordenarse, no pueden
bautizar el agua ni hacer una Santa Cena y otras cosas ms. Sin embargo, esa
presencia mayoritaria se contradice cuando se indaga por los roles importantes
que deben ocupar en los espacios de decisin. Hay una notoria ausencia de las
mujeres en cargos jerrquicos, en roles principales en trminos religiosos; eso
implicara una fuerte carga de la tradicin religiosa en contra de las mujeres,
que por muchos aos se ha mantenido esa tradicin, esa costumbre.
Las mujeres tienen un trabajo muy arduo aqu en la iglesia. Tenemos un de-
partamento aqu en la congregacin que se llama liga femenina. Entonces ellos
tienen una presidenta, la junta directiva. No solamente trabajan en el ornato de
la iglesia, el templo mejor, sino que tambin ellas se dedican a poder ayudar a las
personas en esa rea se dedican ellos. Otra cosa es administrar a las personas
enfermas. O sea hacer las visitas y como son mujeres, tienen ms tiempo; en
cambio, el varn est trabajando en sus quehaceres, labores y ellas tienen ms
tiempo de hacer. Muchas tambin van a las crceles y fruto de ello es que perso-
nas que han salido del penal y buscan a esas hermanas. Hay un caso de un joven
que sali del penal y busc a la hermana y se entreg al seor
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Entrevista a Julio Loza.
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No pueden hacer el bautismo porque es funcin del varn, ni dirigir
el culto principal de la iglesia, tampoco asumir el cargo de pastoras de una
iglesia porque no est escrito en el sacramento de la iglesia. Sin embargo,
pueden ser predicadoras, y con esa tarea van a los anexos y pueblos, hasta
pueden tener culto:
...para el servicio igual con los mismos privilegios que el hombre; en ese
sentido no tenemos discriminacin con las dems. Han sido llamadas tambin a
servir, a predicar, igual que el varn para ensear. No hay diferencia, ellas
estn organizadas en concilio femenino y hacen actividades: viandas y juntan
dinero. De ah compramos ciertas cosas, regalos, para llevarlo a los nios en las
zonas necesitadas
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A pesar del discurso y de cambios de la normatividad interna dentro de
las iglesias Evanglicas, en particular la Iglesia Evanglica Pentecostal del
Per, las mujeres an tienen poco espacio para la participacin poltica.
De hecho su mayor visibilidad y presencia est en la organizaciones de la
sociedad civil. Por ejemplo, su labor post terremoto ha sido canalizar la
ayuda, se les ha encargado esa responsabilidad. En este criterio, prima ms
el rol materno de las mujeres.
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V. REFLEXIONES FINALES: PARTICIPACIN
POLTICA DE LOS PENTECOSTALES EN LAS
ZONAS DE ESTUDIO Y SU IMPACTO EN EL
ESPACIO LOCAL Y REGIONAL
Una primera evidencia, es el crecimiento importante de los Nuevos
Movimientos Religiosos, en particular de las Iglesias Pentecostales Asam-
bleas de Dios a lo largo del Per, especialmente en las zonas de estudio.
Este crecimiento se debe a varios factores, como la ausencia del Estado,
cuyo espacio ha sido ganado por estos grupos religiosos, la apertura y el uso
de la cultura local (msica) para sus prdicas, pero sobre todo, hay un tema
de reconocimiento de las personas.
En el panorama regional de ncash e Ica se aprecia diversidad de
iglesias evanglicas, y dentro de ellas, diversidad de iglesias pentecostales
ubicadas en las capitales de provincia, de distrito y en zonas rurales. El
rasgo que ms sobresale es la vinculacin con el segmento de poblacin
de extrema pobreza y la incorporacin de las culturas locales a los cultos
religiosos. Esa puede ser una de las explicaciones, por ejemplo, de su ace-
lerado crecimiento en las ltimas dcadas. Las iglesias visitadas y men-
cionadas son Asambleas de Dios, Iglesia de Dios del Per, Iglesia Evan-
glica Pentecostal del Per, Iglesia Cristiana Pentecosts, Movimiento
Mundial Misionero.
Hay un reconocimiento casi general de parte de los miembros de
las Iglesias Evanglicas en el sentido de la necesidad de participar
en el mundo sin ser del mundo que explica y est a la base de una
participacin mayor de los miembros de las iglesias evanglicas, en
particular de las iglesias pentecostales, en los espacios comunales de
organizacin, los liderazgos, los programas sociales y proyectos. Se
da el caso de pastores que participan de los espacios de concertacin
local alcanzando propuestas gestionadas por ellos para ser incorpora-
das en los presupuestos participativos. Esto representa un cambio en
lo relacionado a sus niveles de participacin en comparacin a dca-
das pasadas. En esta nueva mirada del espacio pblico, la presencia
de profesionales en los ltimos quince aos al interior de las iglesias
y la reflexin teolgica que ha avanzado al interior, es importante
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en la medida en que han abierto su mirada al mundo para estar en
l sin ser de l.
Si antes no participaban y tenan fundamento bblico para eso,
ahora participan y cambian y le encuentran fundamento bblico por la
nueva interpretacin que ahora dan a los textos. Una nueva mirada a
las inuencias del contexto en el quehacer religioso. Entonces, si antes
hubo divisin y aislamiento entre poblacin catlica y evanglica, hoy
esas divisiones no se maniestan. Por el contrario, es cada vez ms co-
mn encontrar en los trabajos organizativos de las comunidades a gente
de distintas iglesias trabajando juntos y liderados por miembros de igle-
sias evanglicas pentecostales que gozan del respaldo y la conanza de
la poblacin.
Por otro lado, no hay una relacin directa entre pertenencia a
movimientos religiosos evanglicopentecostales y gestin efectiva y
transparente, en el caso de autoridades y lderes. Estas caractersticas
parecen responder ms a cualidades personales de quienes se encuen-
tran ocupando dichos cargos. Sin embargo, el componente religioso
para la gestin local es clave, porque enfatizan los aspectos ticos en
la gestin pblica. De hecho, en algunas zonas visitadas, la gestin de
alcaldes pentecostales ha signicado un avance evidente en niveles de
organizacin, participacin comunal, gasto transparente, lo cual marca
notorias diferencias con la actuacin de otras autoridades ediles de las
zonas estudiadas.
Si miramos la percepcin acerca de la gestin de autoridades evangli-
cas es variable. Algunos miembros de las iglesias muestran decepcin fren-
te a los casos conocidos; otros reconocen su trabajo. Sin embargo, donde s
hay consenso en el reconocimiento de la importancia del trabajo realizado
por los miembros de las Iglesias Evanglicas en el desarrollo local, son las
instituciones de cooperacin y de algn sector pblico. Ellos muestran su
satisfaccin por la forma eciente y transparente en que han podido traba-
jar en proyectos liderados por miembros de iglesias evanglicas. Reconocen
que all donde existe un lder de la iglesia pentecostal asumiendo cargos de
decisin, los programas funcionan mejor. Este mismo reconocimiento se
percibe en parte de la poblacin hacia sus vecinos, miembros de iglesias
evanglicas pentecostales, que asumen cargos por pedido de la organiza-
cin comunal en reconocimiento a su honradez. Las comunidades y has-
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ta partidos polticos hacen explcita su satisfaccin en que miembros de
iglesias pentecostales evanglicas asuman estos cargos por los valores que
llevarn consigo a su actividad.
No encontramos un patrn general de actuacin de los miembros de las
iglesias evanglicopentecostales en relacin al compromiso de participar
en los espacios locales de desarrollo. Esto parece estar ms en relacin al
nivel de reexin interna a la que ha llegado dicho grupo o dicha iglesia
y a su enfoque. De esta manera, se pueden encontrar miembros de iglesias
que preeren no participar de espacios de organizacin comunal porque
all hay discusiones y es mejor no entrar en ese terreno. Pero tambin se
encuentra pastores que proponen ideas, participan activamente de estos
espacios de concertacin y gestionan proyectos para responder a las ne-
cesidades de la comunidad en general. Y en particular en ncash, hemos
encontrado experiencias exitosas que podran ser sistematizadas como una
nueva forma de gestin local.
Algunas iglesias evanglicas reconocen de manera explcita la impor-
tancia de la participacin de las mujeres dentro de las estructuras religiosas
como pastoras. Aunque, pese al avance en trminos normativos dentro
de algunas iglesias evanglicas, en particular de la Iglesia Pentecostal del
Per, donde se reconoce la participacin de las mujeres dentro de la orga-
nizacin interna como Pastoras, existe ausencia de liderazgos femeninos
en la escena poltica local, nacional y regional. Su presencia y actividad
est centrada en las organizaciones de la sociedad civil. Las esposas de los
pastores ocupan un lugar importante y tienen un rol de formacin, acom-
paamiento y enseanza sobre temas de familia, educacin de los hijos,
orientacin sobre la vida de pareja. Tambin trabajan en las escuelas do-
minicales y visitan las diversas congregaciones de su iglesia con el encargo
recibido. Pero este reconocimiento y la mayor participacin an no se tras-
lada a la esfera directiva de sus iglesias y en la esfera pblica; queda a nivel
de organizacin comunal. No hemos encontrado mujeres pentecostales en
cargos de alcaldesas.
Finalmente, desde el interior de las iglesias, segn los entrevistados, el
rol que toca cumplir a las iglesias evanglicopentecostales en el desarrollo
local est fuertemente vinculado a la conversin y cambio personal por
considerarse que slo a partir de all se puede esperar actitudes y desempe-
os pblicos ticos y diferentes.
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ANEXOS
ENTREVISTAS LIMA
Erika Izquierdo
Daniel Crdova
Pedro Vliz
Ricardo Verstegui
Lenna Hokeman
Rafael Gotto
Mara Elena Zelada
ENTREVISTAS HUARAZ
Hugo Salazar, CARE PERU
Maril Escobedo Saavedra
Donato Palomino
Vctor Luna, Pastor de Caraz
Francisco Galan
Cabanillas, Visin Mundial
Enfermera de Caraz
Entrevista grupal con integrantes de la MCLCPHuaraz
ENTREVISTAS EN ICA
Julio Mitac, Asamblea de Dios
Julio Loza, Iglesia Evanglica Pentecostal del Per
Gerardo Castro, Asamblea de Dios
Bernab Yaque, Asamblea de Dios
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