Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo
REFLEXIN PERSONAL PARA PREPARAR LA REUNIN
Leer Marcos 1,1-15 y Lucas 7,18-23
Segn tu modo de ver, despus de
leer estos textos, Cul es el proyecto de Jess al
venir al mundo?
Tienes t proyecto de vida? Est
situado tu proyecto personal dentro del proyecto
de Jess?
ORACIN INICIAL
Seor Jess, te confesamos como el Hijo nico del Padre e igual a El. Te adoramos
como la Palabra por la que Dios se ha expresado y comunicado definitivamente a los
hombres. Queremos en este da escucharte, conocerte ms, seguirte ms fielmente.
Queremos aprender la verdad y asumir el proyecto de vida que nos has trado: esa
nueva forma de ser felices, esa manera de realizarnos plenamente descubriendo y
cumpliendo el plan de Dios sobre cada uno de nosotros. Queremos vivir en la libertad
de quienes han sido arrancados del pecado. Queremos experimentar, como T, la
unin del Espritu Santo, para anunciar a nuestros hermanos la buena noticia del Reino
de Dios. Ya que T nos has prometido que estaras con nosotros hasta el fin de los
siglos, contamos hoy y siempre con tu presencia, con tu luz y con tu fuerza. Amn
LECTURA Y COMENTARIO DE LA PALABRA DE DIOS
- Leer Lucas 4,16-22
Qu comentarios, interrogantes o sentimientos nos sugiere este texto?
Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo
Segn este pasaje evanglico, Quin es Jess y cul es la razn de ser de su
presencia en el mundo?
NOTAS PARA PROFUNDIZAR EL TEMA
Hemos tenido ocasin de escuchar
tantas veces diversos pasajes del Evangelio,
que no nos es difcil recordar muchos
hechos y palabras de Jess. Sin embargo,
corremos el peligro de retener en la
memoria lo que nos parece ms anecdtico
y dejar escapar lo esencial.
La primera pregunta que es
necesario formular, si queremos descubrir
el propsito esencial de la vida y obra de
Jess, es la siguiente: Qu vino a hacer
Nuestro Seor Jesucristo?. Ante esta
pregunta, muchas personas responden, sin
haberlo interiorizado jams, lo que han
escuchado: a salvarnos, a redimirnos; sin lograr decir nada ms. Se trata de una
pregunta fundamental para quienes somos discpulos de Jess y, por lo mismo,
estamos llamados a continuar y a llevar a cabo su proyecto. En efecto, la comunidad de
Jess, que es la Iglesia, no tiene otra razn de ser que estar toda ella al servicio de la
obra que El ha venido a cumplir en la tierra.
El ambiente judo, en el que se presenta Jess, est marcado por una larga
expectativa. Es un pueblo que viene esperando siglos la llagada de un enviado de Dios,
de un Mesas. Por eso, tiene tanta audiencia la palabra de Juan el Bautista, que era un
personaje prcticamente desconocido y, sin embargo, llega a provocar un movimiento
popular en torno a l. La gente acude a hacerse bautizar, como respuesta a su llamado
al arrepentimiento y a recibir a otro ms fuerte que viene detrs.
En medio de este movimiento suscitado por Juan y un gesto de fidelidad a
Dios y solidaridad con su pueblo, como lo hemos visto, se introduce Jess. El quiere
empezar su misin perdido entre la masa que confiesa sus pecados. En este momento
en que Jess aparece, totalmente identificado con las angustias y esperanzas de su
pueblo, se manifiesta Dios para declararlo su Hijo predilecto al que le ha encomendado
su una misin. Este es el punto de partida de la actividad de Jess, quien ha pasado
desapercibido durante treinta aos en Nazaret y todava pasar algn tiempo de
soledad y oracin en el desierto.
Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo
Despus de la prueba del desierto, Jess regresa a Galilea con la fuerza del
Espritu Santo (Lc 4, 14). Pone su centro de confluencia de pescadores, campesinos,
mercaderes, El, Dios se acerca a los hombres de un modo absolutamente nuevo.
Marcos, que hace coincidir el inicio de la predicacin de Jess con el
encarcelamiento del Bautista (Mc 1,12-14), nos trae su primer anuncio: Se ha
cumplido el plazo, ya llega el Reino de Dios. Convertos y creed la buena noticia (Mc
1,15). Jess habla ante todo de un plazo, se refiere a ese anhelo de Israel que espera
un Mesas; luego, anuncia la llegada del Reino de Dios. Sintoniza as con la predicacin
de los profetas, pero no se limita a repetir un tema antiguo, porque lo presenta con
una autoridad y una novedad hasta entonces desconocidas. Es que habla desde su
propia experiencia, desde su ser totalmente invadido por Dios.
Ms adelante volveremos sobre esta realidad del Reino de Dios, que es la
buena noticia que Jess nos trae y que se menciona unas 120 veces en el Evangelio.
Por ahora, dejemos que resuene en nosotros como reson en los odos de Israel.
Empecemos a familiarizamos con este anuncio como algo que responde a todas
nuestras esperanzas y necesidades; como algo, que al mismo tiempo, supone una
intervencin de Dios. Se trata de la conviccin de este mundo tendr que llegar a ser
lugar en el que Dios reine y en el que la humanidad tenga la alegra de vivir de acuerdo
con su voluntad.
Jess se presenta, pues, ante su pueblo con un mensaje que debe comunicar y
con un proyecto que quiere realizar: El Espritu del Seor est sobre m, porque l me
ha ungido para que d la buena noticia a los pobres. Me ha enviada para anunciar la
libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en la libertad a los oprimidos,
para proclamar el ao de gracia del Seor (Lc 4,18-19).
La inquietud dramtica que
se ir planteando en los aos de
actividad de Jess s si su oferta
responde o no, a las expectativas
del pueblo. Por eso, Jess no slo
habl sino que tambin hizo (He
1,1). Su palabra estaba garantizada
por unos hechos: Si no creis a mis
palabras, creed a mis obras (Jn
10,22-28). No es, pues, un
demagogo que hace promesas.
Jess se presenta con una misin,
con un programa digno de crdito
porque estaba avalado por la
autoridad irrefutable de sus
Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo
hechos. Cuando Juan Bautista, desde la crcel, enva dos de sus discpulos a
preguntarle: Eres t el que ha de venir o debemos esperar a otro?. Entonces Jess
cur a muchos de enfermedades y malos espritus, y a muchos ciegos les devolvi la
vista. Despus contest a los enviados: Vayan a contarle a Juan lo que han visto y
odo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los
muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena noticia. Y dichoso el que no se
escandalice de m. (Lc 7,20-23). Hace as referencia a que se estn cumpliendo los
anuncios hechos por los Profetas (Is 26, 19; 29,18; 35,5-6; 61,1).
El proyecto de Jess se revela, pues, en su persona, en su vida, en su palabra y
en sus hechos. Jess mismo va anunciando, viviendo y realizando en el mundo el
misterio del Reino de Dios. De ello da muchos signos; recodemos algunos:
Revela un nuevo rostro de Dios como
Padre que ama a sus hijos con ternura,
los cuida, los llama a la fraternidad, los
perdona y los invita a una plana
realizacin (Mt 6,30-32; Lc 15,4-32).
Hace una opcin radical en su vida, para
la que est plenamente disponible:
cumplir siempre y en todo la voluntad
del Padre (Jn 4,34; 6,38; Lc 22, 42).
Comparte la vida y la suerte de los
hombre; hacindose especialmente solidario con los pobres, los marginados y
los pecadores (Mt 9,10-13; Mc 2,17; 6,34; Lc 15,1-2).
Perdona con infinita comprensin y misericordia a los pecadores (Mc 2,5; Lc 7,
48).
Cura toda dolencia en el pueblo, mostrando as la el poder y la bondad de
Dios (Mt 4,23-24; Mc 1, 29-34).
Combate el poder y la accin de los espritus del mal, liberando al hombre de
su opresin (Mc 1,23-28; Mt 12,28-29).
Lucha contra toda discriminacin social, econmica y religiosa (Mc 1,40-45).
Defiende, an arriesgando conscientemente la propia vida, que le hombre
tiene un primado sobre cualquier ley, an la religiosa y que el amor est por
encima de todas las normas (Mc 2, 23-27; 3,1-5; 7,1-23).
Conforma un grupo de seguidores, que sean amigos suyos y amigos entres s
(Mc 1,16-20; 2,14), con mismo poder y misin, constituyendo la primera
comunidad apostlica al servicio del Reino de Dios.
Llega hasta dar la vida en prueba de su fidelidad a Dios y a los hombres (Jn 15,
13).
Se levanta del sepulcro, y se constituye seor de la creacin e inaugura la vida
nueva y definitiva para la humanidad (He 2,24.32.36; 3,26).
Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo
Enva el Espritu Santo sobre sus discpulos para que lleguen a la verdad plena y
para que tenga la fuerza para instaurar el Reino de Dios en el mundo (Jn 15,26;
16,7-14; 20,22-23).
El anuncio de este proyecto, que sigue siendo vlido actual para nosotros hoy,
conlleva la existencia de un cambio y adhesin: convertos y creed en la buena
noticia. Para quien quiera seguir a Jess y adoptar su programa de vida, las cosas
no pueden seguir iguales; por eso, pide a sus discpulos una postura activa y
comprometida.
Despus de escuchar su palabra y ver la actuacin de Jess al gente quedaba
pasmada y comentaba: Una doctrina nueva, expuesta con autoridad; manda hasta
a los espritus inmundos obedecen (Mc 1, 27). Nunca hemos visto cosa igual (Mc
2,12); no habla como los letrados que dicen, pero no hacen (Mt 23, 3).
Pero los grandes del poder tenan cada vez ms miedo, y para mantener la
unin y la paz entre las autoridades religiosas judas y la autoridad civil romana, busca
el modo de eliminarlo. Jess es consciente del conflicto, pero no se deja intimidar por
las amenazas y peligros en el cumplimiento de su misin, que conduce valientemente
hasta el final (Mc 14, 35; Jn 10,17-18).
PARA EL DIALOGO Y LA VIDA
Cules son las esperanzas del hombre actual?
Cules son las actitudes del mundo frente al proyecto de Jess de
Nazaret?
Estamos dispuestos nosotros a aceptar la persona, el mensaje y el
proyecto de Jess, con todas sus consecuencias?
La Iglesia, comunidad de los seguidores de Jess, es un lugar de reposo, o
es, ms bien, un lugar de trabajo, donde hay un proyecto para realizar?
Concretamente, Qu juzgamos que nos corresponde hacer a nosotros,
hoy?
Para profundizar este tema: Catecismo de la Iglesia Catlica 1730-1742
ORACIN FINAL
Oracin comunitaria a partir del encuentro vivido hoy.
Recitacin de Padre nuestro.
