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Artículos LOS JÓVENES EN LA TRANSICIÓN Rafael Rubio Revista Hispano Cubana Ortega señalaba que “el concepto de edad no es de sustancia matemática sino vital, la edad no está sujeta a una fecha, no son cifras sino modos de vivir”... quizás por eso los jóvenes han demostrado a lo largo de la historia de la democracia moderna, un enorme poder para liderar los cambios políticos, especialmente aquellos que suponen el transito de una dictadura totalitaria a un sistema democrático. 116 La juventud entendida como transición, (y viceversa) Los cambios políticos que conducen a una transición de un gobierno dictatorial a una sociedad democrática, es quizás una de esas cosas inextricables en las que a pesar de haberse empleado tantas palabras y escritos que uno no tendría suficiente tiempo para leerlos en toda una vida, siguen existiendo grandes misterios sin resolver. Nos lo advierte Rilke, que en su Carta a un joven poeta señala que “Las cosas nunca son tan evidentes y claras como generalmente se pretende hacernos creer. La mayoría de los hechos no tienen explicación lógica; se cumplen en espacios en los que jamás entró una palabra”. Pero como un principio básico en la ciencia de la vida es conocer la realidad en profundidad para transformarla , vamos a tratar de descifrar qué lugar ocupa la juventud en este misterio. Esperemos que los jóvenes cubanos, que se encuentran metidos de lleno en este proceso, puedan extraer de este texto algunas ideas, o al menos motivos de esperanza. Muchas personas han planteado la juventud como espejo de la sociedad y yo me atrevería a ir un poco más allá para describirla como una auténtica metáfora de la transición democrática. Los jóvenes son la cara de los cambios políticos, que siempre tienen rostro juvenil: todos conservamos aun en la memoria las imágenes de la revolución naranja, en las que miles de jóvenes lucharon con éxito por devolver la libertad a Ucrania. Estudiantes activistas, militantes clandestinos, feministas reivindicativas y artistas bohemios, los jóvenes son la cara de la transición y parece que si no hay jóvenes no puede hablarse de auténtica transición. En primer lugar porque los jóvenes nos recuerdan el futuro. En segundo lugar, porque la juventud es en si misma una etapa de transi- ción biográfica, un transito a la vida adulta, no exenta de traumas, problemas, y aventuras apasionantes que se adaptan muy bien para simbolizar las transiciones colectivas que afectan al conjunto de la sociedad. Y en tercer lugar, porque el éxito de las transiciones no sólo se juega en los escenarios de la alta política, sino en la vida cotidiana —apropiación de los espa“Estudiantes cios públicos, liberación de los espacios privaactivistas, militantes dos— donde los jóvenes siempre ocupan un clandestinos, lugar protagonista. Los expertos coinciden en señalar como las transiciones se preparan feministas “molecularmente” antes de explotar, y, más allá reivindicativas y de las “minorías subversivas” existente en todo proceso de esta naturaleza, la causa más imporartistas bohemios, tante la encontramos en el terreno de los usos los jóvenes son la y costumbres. Es en la cultura, en la revolución de esas costumbres, donde los jóvenes adquie- cara de la transición ren un protagonismo especial, y habitualmente y parece que si no elementos como la moda, la música, la poesía hay jóvenes no o el cine se convierten en las armas más poderosas de la transición. Como dice el filósofo puede hablarse español José Luis Aranguren “los jóvenes aun de auténtica si saberlo del todo, introducen la novedad en la transición.” vida y en la historia” y, podríamos añadir, así preparan el terreno de la transición. Así lo explica Ulrick Beck, uno de los más famosos estudiosos de la globalización, al comentar los efectos que provoca esa participación de los jóvenes creando una nueva dimensión de lo político, que “irrumpe y se manifiesta al margen o más allá del sistema político formalizado, en un terreno denominado subpolítica, que es el espacio en el que se plantean los grandes temas del futuro”. Y esto lo vamos a comprobar a continuación, al desarrollar como las culturas juveniles han sido siempre un elemento característico de la transición, hasta podríamos decir que movimientos subculturales como los graffers, hip-hop, punks... son uno de los legados de la democracia. Portugal, Rusia, China, Chechenia, Ucrania: La historia se repite Todas las transiciones de dictaduras a democracias, a lo largo del siglo XX, han tenido a los jóvenes como actores principales en los preparativos y en el climax. Los jóvenes bolcheviques, los universitarios de la reforma argentina de 1918, los socialistas de rostro humano húngaros y Revista Hispano Cubana Los jóvenes en la transición 117 Revista Hispano Cubana Rafael Rubio 118 checoslovacos, los “muchachos” de la revolución sandinista, los jóvenes leones surafricanos, los estudiantes rebeldes de la plaza de Tianánmen, o más recientemente casos como Chechenia, donde estudiantes de la facultad de pedagogía irrumpieron en la televisión estatal en 2004 para pedir ayuda contra los abusos de los militares o Ucrania... indican que la historia debería reservar, de hecho reserva, un papel importante a los jóvenes, en la historia de la transición. En este caso evocaré brevemente los tres ejemplos más cercanos al caso español: la transición portuguesa de 1974, la transición chilena de 1989, y la transición rusa de 1989. En el caso portugués, José Machado Pais recuerda que el anuncio de la revolución de los claveles lo dieron graffitis pintados por jóvenes desencantados con el régimen de Salazar: “fora o feixismo” “Liberdade” “Fora a PIDE” (policia militar) “Fim da guerrra colonial”, etc. Los jóvenes no entendían la causa por la que luchaban en Afríca, y se resistían a ser carne de cañón. Cómo decían uno de ellos ¿qué eramos nosotros? Carne a granel y brotaba un manantial impetuoso, resistir, no ser esa carne ingenua... El ejército no podría apuntar las armas al corazón de los portugueses y de aquellos a quienes el colonialismo (del que en Cuba saben mucho, también hoy) asesinaba. Los que se quedaban protestaban contra la injusticia y ante las estrechas redes represivas hacian oir su voz de la única forma posible, los graffiti. En el caso chileno, también fueron los jóvenes protagonistas. De una forma activa, aunque poco articulada, los jóvenes manifestaron un rechazo no muy dirigido, un rechazo que según Sandoval “no se concreta ni se materializa en un papel de actor social constitutivo del movimiento, ni un papel militante transformador, sino que se expresa en mil fragmentos y acciones diferentes, el consumo de drogas, el carrete, los ritos multifacéticos que cobran vida cuando cae la noche, la poesía, los mulares callejeros, el lenguaje hermético, las pandillas... “Hoy esos mismos jóvenes articulados están generando todo un movimiento que plantean formas de participación alternativa como las funas (performances burlescas que ridiculizan a los complices de la dictadura). El caso ruso es también interesante, allí los conocidos como “neformalniye grupirovki” (grupos informales) aparecen en el escenario en la segunda mitad de los 80, coincidiendo con los aires de transparencia promovidos por la perestroika. Tras el colapso de las formas únicas de encuadramiento proliferan una gran cantidad de grupos juveniles, en los que podríamos distinguir aquellos que tienen origen Los jóvenes en la transición El “modelo” español En España podríamos decir, que entre otras cosas, es el cambio de generación el que provoca el paso de la España de la Victoria y el Castigo, aun vigente en los años 50 a la España de la paz y del perdón, que es considerada el germen de la transición democrática, considerada hoy por muchos como modélica. En España, la oposición al régimen, podríamos decir la transición, adoptó esa forma cultural de subcultura, una subcultura que trataba de romper un buen número de costumbres prestablecidas, un conformismo que se reflejaba en costumbres como “hacer la noria”, que es como se llamaba al subir y bajar paseando por la calle mayor, y que era una señal de la invisibilidad de los jóvenes, su integración no Revista Hispano Cubana foráneo (rockers, heavies, punks, hippies, breakers...) que surgen de golpe, acumulando la experiencia de 30 años, y en segundo lugar un grupo local que tiene origen ruso, los nihilista (que el escritor albanés Ismail Kadaré, eterno candidato al Nobel, describe de forma espeluznante en “El ocaso de los dioses de la estepa”), se trata de jóvenes intelectuales entre ácratas y místicos, que intentan recuperar el estilo bohemio de los escritores de principios de siglo; los afganos, aquellos que sirvieron en Afganistán y al regresar tuvieron tremendos probleJuan Pablo II, un ejemplo para los jóvenes mas de adaptación, al pasar de héroes a perdedores de la noche a la mañana, los liubiertsi (jóvenes de un barrio obrero cercano a Moscú, que fueron utilizados por partidos xenófobos), pamietz (nacionalistas rusos, agresivos y antisemitas)... todas estas fuerzas que más adelante fueron utilizadas para mostrar las dificultades de transformación del régimen comunista y la decadencia de Rusia, también tenían dentro ciertas señales de esperanza. 119 Rafael Rubio Revista Hispano Cubana conflictiva a las normas sociales (y que un famoso cineasta español, Bardem, reflejó magistralmente en una película del mismo nombre), esto se rompe en los años sesenta cuando los jóvenes comienzan a tomar la calle, y la convierte en escenario de sus protestas, las manifestaciones y sus happening contraculturales. “El éxito de las Se trataba de una nueva generación que no transiciones no sólo hablaba de la guerra, “mi guerra fueron los Beatles” se decía en España en esa época, y es se juega en los verdad como esa juventud que gritaba por el escenarios de la alta cambio escuchaban con veneración a los “nuemelenudos, anarquistas y jóvenes líderes política, sino en la vos de nuestro tiempo” (como decía un periódico vida cotidiana de la época). Frente al miedo de los 50 en los años sesenta comienza a verse como imparable —apropiación de alto grado de contestación, que pese a la los espacios públicos, un represión, reivindicaba que la oposición no era anulable y mucho menos despreciable. liberación de los Se produce una brecha social, que se espacios privados— manifiesta de una forma grandísima en disdonde los jóvenes tintos aspectos como el consumo (con la llesiempre ocupan un gada del SEAT 600, un modelo de coche que democratizaría el transporte), la moda (con la lugar protagonista.” llegada de la minifalda), la cultura de masas a través de la radio y la televisión, que hacen que la opinión pública sea de todos, las vacaciones en la playa, y, como reflejo de este deseo de cambio, la música, y en concreto la aparición de los cantautores como Lluis Llach, Luis Eduardo Aute, Nino Bravo o Canovas y Guzmán. Esta brecha se materializa también en la vida política, en lo que supone un recambio generacional. En el primer gabinete democrático en España aparece ya el recambio generacional en los líderes políticos tomando el liderazgo una generación de jóvenes políticos de entre 30 y 40 años, como Felipe González o Adolfo Suárez. La juventud española buscó apoyos en esa labor democratizadora, y los encontró en estructuras sociales que ofrecieron cobijo e impulso a los jóvenes durante la transición: la iglesia y la familia. Según estudios recientes, la iglesia en España actuó como el primer actor socializador de esta etapa. Una actividad socializadora que se parece bastante a la que desarrollaba la iglesia en otras dictaduras 120 como la chilena y sobretodo en la mayoría de los países del bloque comunista, entre los que Polonia y la actividad del Papa Juan Pablo II son los más conocidos, y que se parece bastante a la labor que la iglesia ha desarrollado en Cuba en los últimos tiempos. Labor de “paraguas”, que ofrece espacios de libertad, que da cobijo a todo tipo de actividades que se van integrando en la vida cotidiana de los jóvenes. Experiencias vividas en grupos de apostolados, labores sociales,... que permiten a los jóvenes incorporarse a la vida de la sociedad, y va introduciendo en los jóvenes una serie de costumbres, destrezas y habilidades para la gestión colectiva, a la vez que va normalizando la aplicación de una serie de normas y valores fundamentales para vivir en democracia, convirtiéndose así en un agente de socialización prioritario y de vínculo de conexión con la acción política de jóvenes de distintas condiciones sociales. Mientras que la familia suponía el reducto de la confianza, de la intimidad, un estímulo constante para la reivindicación del individuo y la libertad de expresión y pensamiento frente al adoctrinamiento del régimen que provocaba la parálisis. Las formas de los jóvenes iban impregnando la cultura y la sociedad española. Un fenómeno curioso de la transición española es la aparición de muchos neologismos y préstamos en el habla coloquial. Conceptos como España, valores eternos, comunismo, judaísmo... dejaron paso a palabras como democracia, autonomías, diálogo o estado de derecho, términos mucho más aperturistas. En esta transformación los jóvenes también tuvieron un especial protagonismo y palabras como Basca, que se refiere a mogollón de gente, buga, para decir coche, caballo, para la heroína, carroza, para llamar a alguien mayor; molar, que es gustar, la famosísima movida y la pasma para hablar de la poli pasaron al lenguaje coloquial y muchas forman parte hoy del Diccionario de la Real Academia. Era la forma que tenían los jóvenes de reivindicar así su deseo de ser ellos mismos, de tener su propio lenguaje. Cuba: Algunas lecciones Cuba tiene una historia, y un presente, de jóvenes comprometidos en la lucha por la democracia. La labor de organizaciones como, la Juventud Católica, la Federación Universitaria , el Directorio Revolucionario Estudiantil, forma parte de la historia, y vidas como la de Pedro Luis Boitel o José Antonio Echevarría, se han convertido ya en objeto de estudios, e incluso novelas como la de Cabrera Infante o la de mi amigo Nacho Uría, “Amaneció Revolución”. Revista Hispano Cubana Los jóvenes en la transición 121 Rafael Rubio Revista Hispano Cubana Desde muy pronto los jóvenes se convierten en un elemento clave de la oposición. Primero contra Batista, donde el asesinato de cuatro jóvenes católicos de la Universidad de Villanueva, cuando se dirigían a unirse al ejército rebelde, supuso uno de los acontecimientos que precipitó la revolución. Tras la revolución los jóvenes también fueron de los primeros en reaccionar en la universidad donde un grupo de estudiantes católicos dirigidos por Alberto Müller, sobrino del obispo de Matanzas, atacaban al régimen desde su boletín de noticias, Trincheras, pronto sufriría las represalias, Trincheras sería quemado públicamente y él mismo se vería obligado a marcharse de la universidad y a dedicarse a la actividad clandestina. Otro periódico juvenil, el Diario de la Marina, de inspiración católica, que había criticado a la Revolución trató de sacar a la calle un artículo, más bien un manifiesto, en el que 300 de sus 450 trabajadores pedían elecciones libres. El Sindicato Pedro Luis Boitel de Artes Gráficas y la Asociación de Periodistas lo impidieron rompiendo las planchas con las que se iba a imprimir el texto, y cuando solicitaron la ayuda de la policía para evitar el atropello esta contestó que no veía ninguna señal de desorden; “muéstreme un hombre muerto y entraré en acción”. Su editor, José Ignacio Rivero, protestó y huyó a la Embajada de Perú y el Diario de Marina fue clausurado; y enterrado simbólicamente por un grupo de estudiantes en un montículo de la Universidad. Pronto el gobierno de Fidel Castro se dio cuenta del descontento de los jóvenes y decidió conquistar también la universidad que se convirtió en un lugar “solo para los revolucionarios”, como reza el cartel de la entrada en la Universidad de La Habana. Así los jóvenes “antirrevolucionarios” fueron perseguidos desde los años 60. Las faldas cortas, el pelo largo o el ser joven y católico eran perseguidos como contrarrevolucionarios, y debían rehabilitarse en las terribles UMAP, conocidos como los GULAG cubanos. En abril de 1980 más de cientoveinticincomil cubanos zarparon a todo riesgo a la inmensidad del mar. Y muchos miles más demostraron su intención de hacerlo, aunque no lograron su objetivo. La 122 oleada migratoria fue de jóvenes, sobretodo de entre los 25 y 40 Los jóvenes en la transición años, que “convencidos hasta el tuétano de la falsa prédica social y material del comunismo, desafiaron la martillada historia oficial y se fueron sin mirar atrás”. Fue el acto liberador de la primera generación del hombre nuevo creado por Castro, que pese al adoctrinamiento y el aislamiento, decidió jugarse la vida para renunciar a su “privilegiada” condición. Revista Hispano Cubana Los jóvenes protagonistas de la transición en Cuba Hoy los jóvenes cubanos son el resultado de una sociedad que perdió sus valores esenciales. Han crecido y crecen en familia divididas por la ideología, la prisión, el exilio o, en el caso más “La juventud común y desarraigante, el miedo a no pensar igual, y son víctimas de un sistema que preespañola buscó tende condenarlos a la uniformidad con fórapoyos en esa labor mulas como las de las escuelas agrarias, que les obliga a abandonar temporalmente sus estu- democratizadora, y dios y sustituirlos por el trabajo agrícola, conlos encontró en viviendo en un ambiente hostil. estructuras sociales Aun así, también esos jóvenes cubanos están involucrados en la lucha por la democraque ofrecieron cia. Su trabajo desde movimientos “de mayocobijo e impulso a res” como el de Oswaldo Payá, u otros dentro los jóvenes durante de la isla, les ha convertido en protagonistas de la transición a la democracia. Jóvenes como la transición: la Lester González (27), Luis Enrique Ferrer (27), o “aun jóvenes” como Regis Iglesias (34), José iglesia y la familia.” Daniel Ferrer (34), Pablo Pacheco (34) o Normando Hernández (35), sufren en prisión por intentar acelerar el proceso hacia la democracia, denunciando los abusos de una dictadura que no les deja vivir su juventud. A pesar de la represión los jóvenes cubanos siguen siendo “la esperanza viva de la Patria cubana”, como recordó el Papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba. Los jóvenes cubanos de dentro y fuera de la Isla están jugando ya un papel esencial en la transición a la democracia, que ya está en marcha. Junto a la labor individual de estos jóvenes que luchan por la democracia, en estructuras y grupos “de mayores”, merece la pena destacar el Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia es una organización formada por jóvenes estudiantes universitarios y profesionales cubanos que impulsan desde el año 1996 un proyecto de 123 autonomía universitaria. Revista Hispano Cubana Rafael Rubio 124 En enero de 1996, tres jóvenes miembros del Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia, compañeros de estudios y procedentes del más humilde sector de la sociedad, presentaron la petición de autonomía universitaria al Consejo de Estado, Ministerio de Educación Superior y otras instancias del gobierno de Cuba. La respuesta del gobierno ante esta solicitud, realizada de forma cívica y pacífica, fue la de someter a estos jóvenes a actos de represión, que llegó a encarcelar a algunos de ellos como Nestor Rodríguez Lovaina, Juan Carlos Herrera Acosta, Claro Sánchez Altarriba, Eddy Mena González o Radamés García de la Vega. A fines del año 1998, Néstor Rodríguez Lobaina, el principal promotor de este proyecto, sale de prisión para continuar el desarrollo de esta propuesta a pesar de la represión. En marzo del 2000 es encarcelado nuevamente hasta que fue liberado recientemente tras cumplir los 6 años y medio de su injusta condena, en la prisión de Guantánamo. Otros han continuado su labor y, a pesar de la represión, en diciembre del 2004, presentaron nuevamente el Proyecto Universitarios Sin Fronteras, revisado y actualizado. En estos momentos jóvenes de diversos lugares del país como Rolando y Alfredo Rodríguez Lovaina, Luis Enrique Morell, o Janet Mosquera Cayón recogen firmas por la autonomía universitaria y el pasado 18 de abril se presentó ante las Universidades de La Habana, Las Villas y Oriente, una carta, elaborada y firmada por el ingeniero en Informática Rolando Rodríguez Lovaina, dirigida al presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) el joven Joan Cabo Mijares, en la que demandan autonomía universitaria y presentan un proyecto de reformas. El proyecto presenta una propuesta para la desideologización de las universidades en la Isla, consideradas como tribuna del conocimiento y no de dogma político, una propuesta para lograr un espacio donde debatir los temas fundamentales que preocupan a la sociedad, y que del debate abierto y sincero emerja la verdad. Denuncia la falta de libertades a que están sometidos los estudiantes y solicita a las autoridades que dentro de los recintos universitarios se respete la libertad de expresión y asociación, que no se discriminen a los estudiantes por su credo religioso o político, o por el color de su piel. Otras reivindicaciones del proyecto Universitario sin Fronteras son, la autodirección con responsabilidades propias, la formación de nuevos valores, el respeto absoluto y la tolerancia hacia el ser humano, la convivencia pacífica, decir NO al militarismo, la derogación de todo Los jóvenes en la transición Revista Hispano Cubana tipo de marginación, discriminación y exclusión por motivos políticos en el proceso de ingreso o de selección en estos centros de educación superior. Para terminar denunciando como actualmente en las universidades cubanas existen mecanismos coercitivos que obstruyen lamentablemente el accionar verdadero y libres de los estudiantes dentro del recinto universitario, y finalizar reivindicando una universidad para todos los cubanos. “Que la familia Recientemente, tras la presentación del Proyecto, el coordinador del Movimiento suponía el reducto de cubano de Jóvenes por la Democracia y firla confianza, de la mante de la carta, Rolando Rodríguez Lobaina fue detenido de forma irregular por intimidad, un las fuerzas de seguridad cubanas. Rolando estímulo constante fue detenido en la carretera cuando regresaba a Guantánamo desde Holguín, conducido a para la reivindicación una estación de la Policía Nacional Revoludel individuo y la cionaria (PNR) de Guantánamo donde el libertad de expresión jefe de la unidad amenazó con golpearlo salvajemente. De acuerdo a oficiales de la PNR y pensamiento frente en Guantánamo, Rolando fue trasladado al al adoctrinamiento tribunal provincial de Matanzas acusado por del régimen una causa del año 97, una causa que Rolando ya cumplió, afortunadamente el 16 que provocaba de setiembre, tras 9 días de injusta detención la parálisis.” fue liberado. La detención del líder juvenil ha sido el último episodio de una campaña de represión, dirigida contra los jóvenes, denunciada por la Comisión de Derechos Humanos: “Desde mediados de enero hasta los primeros días del pasado abril, el gobierno de Cuba realizó una intensa redada policial que llevó a las prisiones a unos 400 adolescentes y jóvenes”, bajo cargos de “peligrosidad predelictiva”. Los jóvenes tienen una edad promedio de 18 años y fueron encarcelados, sobre todo en La Habana, mediante la fórmula de “peligrosidad predelictiva”, en una denominada “Operación de Contención”, que la Comisión considera “una verdadera e inaceptable operación de limpieza social y una violación específica de las leyes vigentes en Cuba”. Los jóvenes encarcelados fueron “internados en prisiones de alta 125 seguridad, principalmente en el Combinado del Este”, el mayor Rafael Rubio Revista Hispano Cubana recinto carcelario del país, ubicado en La Habana, allí, los jóvenes quedaron “aterrorizados al presenciar los amotinamientos ocurridos en ese penal los días 19 de marzo y 5 de abril, con el resultado de varios presos muertos y decenas de heridos”, dijo la CCDHRN en el informe. Nuevamente en junio fueron detenidos 19 jóvenes en el poblado La Pimienta, municipio Cabaiguan, provincia Sancti Spíritus, en el mes de junio. Los jóvenes fueron acusados como “potencial delictivo extremadamente peligroso” y como le manifestara el jefe de la PNR, que estaban “acusados por todo lo que se perdiera o se robaran en los alrededores del poblado”. Tres de estos jóvenes de nombre desconocidos fueron conducidos a prisión, mientras que los restantes permanecen en sus viviendas en espera de ser enjuiciado por peligrosidad. 126 Solidaridad Internacional Los jóvenes cubanos no están solos. En los últimos años han surgido en la comunidad internacional distintas iniciativas de jóvenes cubanos, muchos de ellos nacidos ya fuera de la isla, y no cubanos que de formas distintas ofrecen su apoyo y reivindican el papel que los jóvenes deben jugar, y están jugando ya, en la transición. Una de ellas es la asociación Raíces de Esperanza, una asociación de jóvenes cubanoamericanos, que a través del estudio de posibles modelos de transición y la colaboración con el movimiento democrático en la Isla, ha logrado sacar de la apatía a las jóvenes generaciones de la Diáspora. Compuesta por estudiantes de más de 23 universidades norteamericanas Raices de Esperanza ha organizado ya dos ediciones de la Georgetown&Harvard Cuba Conference, que ha ofrecido a sus participantes una serie de ponencias, de contenido principalmente académico, orientadas a fomentar el diálogo sobre el futuro político, económico y social de Cuba. La conferencia, que contó con la participación de los Presidentes José María Aznar y Luis Alberto Lacalle, fue un soplo de aire fresco en el camino de la disidencia cubana, y ese fue quizás el primer objetivo cumplido, transmitir nuevas esperanzas, dejando clara su disponibilidad para coger el relevo de sus mayores. Otras iniciativas han traspasado las fronteras del exilio. El 29 de julio de 2005, jóvenes líderes latinoamericanos de Chile, Argentina, Perú, México, Costa Rica constituyeron en La Habana el Comité Internacional de Jóvenes por la democracia en Cuba, con la firma del Memorando de La Habana. El acto se ratificó en la Ciudad de México en el mes de agosto, donde jóvenes de 15 países latinoamericanos apadrinados por el exPresidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle. Los jóvenes en la transición Por otro lado, líderes universitarios de la Democracia Cristiana de América, reunidos en San José Costa Rica, en el mes de septiembre, declararon su apoyo a los jóvenes cubanos que luchan por una Cuba libre y democrática, y proclamaron su solidaridad y apoyo moral al Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia y a su Proyecto de Universitarios sin Fronteras, reiterando su compromiso solidario con el Movimiento “Otro periódico Cívico Cubano, que busca la transformación pacífica hacia la libertad y la democracia en su juvenil, el Diario de país. Entre los firmantes se encontraban la Marina, de representantes de Chile, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Nicaragua y Venezuela. inspiración católica, que había criticado Revista Hispano Cubana Mirando al futuro a la Revolución La juventud es la esperanza de Cuba. La trató de sacar a la experiencia histórica nos muestra como la mejor manera de hacer realidad esta especalle un artículo, ranza es a través de sus propias armas. Armas más bien un como la música, o la literatura forman parte del arsenal que tenemos los jóvenes para ayu- manifiesto, en el que dar al pueblo cubano a mirar hacia delante, a 300 de sus 450 seguir soñando con la libertad, a no resignarse, a convertir en realidad ese lema de la trabajadores pedían antiglobalización, “Una mundo mejor es elecciones libres.” posible”, que en Cuba es un clamor. Una Cuba en la que las jóvenes cubanas, auténticas bellezas, no estén obligadas a ejercer de jineteras o los jóvenes cubanos tengan más opción que tratar de escapar, ejerciendo de improvisados marineros y lanzarse al mar, camino de la libertad. Se lo decía Juan Pablo II, no podemos conformarnos, hemos de esforzarnos con todas nuestras energías en hacer que esta tierra sea cada vez más habitable para todos. Los jóvenes necesitan poder construir el futuro. Esto se ve muy bien en una película muy reciente de un director español, que fue alumno de la escuela de S. Antonio de los Baños, que muestra el estado de la juventud cubana. La película se llama Habana Blues y muestra una juventud acorralada necesitada de futuro, de buscar horizontes más amplios. Una juventud que se ahoga en la falta de libertad y busca en la música como válvula de salida de todas sus aspiraciones, aparecen así múltiples grupos, que canalizan toda esa creatividad 127 cubana, hacia una de las manifestaciones más propias de esa cubanía, Revista Hispano Cubana Rafael Rubio 128 (que Fernando Ortiz, definía como un tremendo ajiaco), que es una señal de la identidad propia del pueblo cubano y de su juventud, la música, convertida en una auténtico instrumento de democracia. Podríamos acabar como empezamos, con consejos de poeta. Rilke diseña todo un manual de pensamiento para la juventud, un manual para el joven demócrata cubano “apártese de las formas demasiado comunes y que se encuentran con facili“La mejor manera dad: son las mas difíciles, porque se necesita mucha madurez para aportar algo propio de hacer realidad donde existen en cantidades buenas y, en esta esperanza es a parte, sobresalientes tradiciones. Por tal través de sus propias motivo, líbrese de los motivos generales y tome los que le ofrece su diario devenir. Muesarmas. Armas como tre sus tristezas y deseos, los pensamientos que acuden a su muerte y su fe en algo bello; la música, o la muestre todo eso con profunda sinceridad literatura forman interior, serena, sumisa, y para expresarse, use parte del arsenal los objetos de su entorno, imágenes de sus sueños y las cosas esenciales de sus recuerdos. Si que tenemos los su vida cotidiana le parece pobre, no la culpe, jóvenes para ayudar cúlpese a usted mismo, reconozca que no es lo al pueblo cubano a suficiente poeta para encontrar en ella sus En los creadores no cabe la pobreza, mirar hacia delante, riquezas. ni los lugares pobres e indiferentes. Y aunque a seguir soñando usted estuviera en una cárcel sin poder percibir los rumores del mundo exterior, ¿no tendría con la libertad.” siempre su infancia, esa riqueza preciosa, grandiosa, fuente inagotable de recuerdos?. Regrese a ella su mirada. Intente aflorar las brumosas sensaciones de tan inmenso pasado; se fortalecerá su personalidad, se acrecentará su soledad y se hará un lugar a la sombra, en el cual, el estrépito de los otros pasa de largo y lejano.” Estos consejos nos servirán para alumbrar el camino que todavía le queda por recorrer a la juventud cubana: “acepte su destino y llévelo con su sufrimiento y su grandeza, sin preguntar jamás por la recompensa que hallará afuera. Pues el creador debe ser un mundo en si mismo, encontrar todo en si y en su propia naturaleza. De cualquier forma, tampoco habría sido en vano el recogimiento interior en que le insisto. En todo caso, partiendo de ahí, su vida encontrará sus propios caminos, y le deseo que sean dichosos, ricos y amplios”.