RAEIC, Revista de la Asociación Española de Investigación
de la Comunicación
vol. 7, núm. 14 (2020), 209-235
ISSN 2341-2690
DOI: https://doi.org/10.24137/raeic.7.14.9
Recibido el 13 de abril de 2020
Aceptado el 27 de mayo de 2020
Comunicación Emergente: el caso del hashtag #el9ningunasemueve en
México
Emerging Communication: the case of the hashtag #el9ningunasemueve in
Mexico
Olmedo Neri, Raul Anthony
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
raulanthonyn@yahoo.com.mx
Forma de citar este artículo:
Olmedo-Neri, R. A. (2020). “Comunicación Emergente: el caso del hashtag #el9ningunasemueve en
México”, RAEIC, Revista de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación, vol. 7, núm.
14, 209-235.
https://doi.org/10.24137/raeic.7.14.9
Resumen:
La apropiación del espacio virtual por parte de los denominados “nuevos movimientos sociales”
implica reconocer una lógica que dista tanto del uso cotidiano que le da el sujeto dentro de la
producción y reproducción de su mundo de vida, como de las finalidades del capital o del propio
Estado. El empleo de las redes sociodigitales por parte del movimiento feminista constituye un
ejemplo sobre la convergencia de acciones offline y online, lo que da paso a una multiplicidad
de estrategias con el fin de materializar sus demandas y concretar la utopía que las moviliza.
Esta forma particular de apropiación se enclava en la propuesta conceptual de comunicación
emergente, donde las acciones colectivas innovan su repertorio de acción con el espacio digital.
En este sentido, en el presente trabajo se identifica y analiza la red de interacción-comunicación
subyacente en el hashtag #el9ningunasemueve creado por el movimiento feminista mexicano.
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Para ello se realizó la trazabilidad de dicho hashtag mediante la minería de datos y se empleó el
método de Análisis de Redes Sociales (ARS) para evaluar los indicadores tales como nivel de
grado, intermediación y densidad de red.
Palabras clave: Análisis de Redes Sociales, red, hashtag, movimiento social, Twitter.
Abstract:
The appropriation of virtual space by the so-called “new social movements” implies recognizing
a specific type of communication that is far from the use that the subject gives it within the
production and reproduction of his world of life, or from the use that the capital or the State
itself. The case of the use of these technological developments by the feminist movement is an
example of the convergence between offline and online actions, which gives way to a
multiplicity of strategies in order to materialize their demands and specify the utopia that
mobilizes them. In this sense, the purpose of this work is to identify and analyze the underlying
interaction-communication network in the hashtag # el9ningunasemueve created by the
Mexican feminist movement. For this, the traceability of said hashtag was performed through
data mining and the structure built with the Social Network Analysis (ARS) method was analyzed
in order to identify the relevant indicators such as grade level, intermediation and centrality.
Palabras clave: Social Network Analysis, network, hashtag, social movement, Twitter.
1. INTRODUCCIÓN
El movimiento feminista mexicano efectuó el 9 de marzo de 2020 una acción colectiva a nivel
nacional que venía preparando semanas antes como resultado de la creciente crisis social y
violencia estructural de la cual eran objeto las mujeres en diferentes esferas de la vida cotidiana.
La convocatoria tuvo dos bases: la primera fue de carácter online ya que parte de la diseminación
de esa acción se dio en redes sociodigitales como Facebook y Twitter; se crearon diversos
hashtags (Figura 1), entre ellos #el9ningunasemueve, mientras que la segunda base fue offline
debido al trabajo constante que realizaron las Organizaciones del Movimiento Social (CadenaRoa, 2016) para generar conciencia de la importancia de esta acción a escala nacional.
Así, a la par del #el9ningunasemueve se crearon otros hashtags como #ParoNacionalDeMujeres
y #UnDíaSinNosotras que en conjunto generaron una relación paradigmática en cuanto a
significación en el espacio digital se refiere. Es la violencia emanada del patriarcado el agravio
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fundamental en el mundo de la vida que deriva en el cuestionamiento del statu quo por parte
del movimiento feminista, el cual se organiza y establece un repertorio de acciones que
muestran su condición de sometimiento y explotación, reconociéndolo como uno de los
movimientos sociales más representativos de la sociedad moderna del siglo XXI.
Figura 1. Convocatoria para #el9ningunasemueve.
Fuente: Araceli Benítez (2020).
Dicha estrategia consistió en un paro nacional el 9 de marzo de 2020, donde las mujeres no
participarían en sus actividades diarias: escuelas, trabajos, calles y restaurantes permanecieron
vacíos en gran parte de la ciudad capitalina y otros estados en ese día; su acción convergente
tuvo un impacto offline a nivel económico de 37,000 millones de pesos y generó una
participación estimada de 22 millones de mujeres que se sumaron a dicha acción (Ayala, 2020),
así como un impacto online con la construcción de una red de interacción-comunicación
(Olmedo Neri, 2019a) derivada del hashtag #el9ningunasemueve.
Este ejemplo permite observar la convergencia mediática del repertorio de acción de los
llamados “nuevos movimientos sociales”, donde se establecen novedosas hibridaciones entre
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las acciones en el plano real concreto y el mundo virtual1. Durante ese día, el hashtag
mencionado tuvo un uso constante en Twitter para hacer evidente el efecto de la acción
colectiva ejecutada, así como de la reflexión sobre lo que implica la violencia estructural e
histórica vivida por este sector poblacional y la relación tensa que se generó con la
interpretación política que el gobierno federal mostró ante dicha acción.
Por lo anterior, a través del software NodeXL se realizó la construcción de una base de datos
derivada de la trazabilidad del hashtag #el9ningunasemueve en Twitter para identificar la red
subyacente y con ello identificar y caracterizar aquellos nodos (cuentas/perfiles) que poseen
una posición estratégica dentro de la dinámica interna de dicha red, sea mediante el contenido
que generaron o compartieron, así como por su rol en el mundo de la vida y el virtual. Para esto
se emplearon los indicadores del método de Análisis de Redes Sociales (ARS) como nivel de
grado, centralidad e intermediación. Con ello, se puede observar que los nuevos movimientos
sociales, donde se encuentra el movimiento feminista, se apropian de los desarrollos
tecnológicos en el seno de la Comunicación2 para intervenir en el espacio y la opinión públicas
a través de una estrategia conjunta en el espacio virtual y la materialidad social.
2. MARCO TEÓRICO
La teoría de los “nuevos movimientos sociales” (Johnston, Laraña y Gusfield, 2001, Touraine,
2005; Melucci, 2010) se materializa a partir de la falta de herramientas teórico-conceptuales en
el ámbito sociológico para entender y analizar el surgimiento de movimientos que trascienden
la dicotomía contradictoria y dialéctica que venía presentándose de manera inevitable en
movimientos sociales como el obrero o el campesino. Esta teoría no busca explicar el cómo o el
cuándo, sino el por qué, es decir, las razones que motivan a los individuos para movilizarse aun
La noción “virtual” en entendida en este trabajo desde su condición compleja e híbrida; compleja porque constituye
en sí misma un mundo estructurado tecnológicamente y dotado de sentido humano, “es decir, hecho de
pensamiento, palabras, escrituras, e incluso, en cierta manera, de discursos” (Mathias, 2012: p. 145). Híbrida por la
confluencia entre el mundo dado y aquel creado a imagen y semejanza del capital; esta mezcla se entiende en el
sentido de metaxu que refiere un conjunto de “entes intermedios que se componen de manera híbrida, interactiva,
visualizable como imagen de síntesis, penetrable, que involucra la corporeidad del usuario, que se mezcla con la
imagen del cuerpo virtual” (Diodato, 2011: p. 158). Por lo tanto, lo virtual no sólo alude a lo que allí es creado en
tanto mundo, sino también todo aquello que es digitalizado para formar parte de ese nuevo espacio virtual.
2 Resulta necesario acotar que el uso de mayúscula en esta palabra alude a la Comunicación como campo científico,
es decir a todo el conjunto de teorías, métodos, técnicas y objetos de estudio que adquieren una perspectiva
comunicacional, mientras que la misma palabra con minúscula hace referencia a la práctica comunicativa en sus
diferentes niveles y a diversas escalas, por lo que mientras que la primera se enclava en el cuerpo teóricometodológico y disciplinar, el segundo se enfoca a la acción propia del acto comunicativo.
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cuando dichos fundamentos no sean aparentemente racionales o no posean los suficientes
recursos para llevar a cabo una acción en un momento específico.
De esta manera, esta teoría hace énfasis en el ámbito comunicativo e identitario ya que, “los
conflictos se desplazan del sistema económico-industrial hacia el ámbito cultural: se centran en
la identidad personal, el tiempo y el espacio de la vida, la motivación y los códigos del actuar
cotidiano” (Melucci, 2001, p. 128); bajo este contexto los medios de comunicación y el flujo de
información que
dichos movimientos sociales crean adquiere relevancia debido a que
“desempeñan un importante papel en los procesos de creación de los marcos de referencia de
los movimientos y en la interpretación de acontecimientos” (Gusfield, 2001, p. 109). Por lo
tanto, la necesidad de estas acciones colectivas en intervenir sobre dicho flujo de información y
comunicación se vuelve un imperativo categórico donde intervienen los desarrollos tecnológicos
de diversas maneras y a diferentes niveles (Tilly y Wood, 2010).
Esta teoría pone énfasis en aspectos culturales e identitarios que desplazan la contradicción por
injusticia, la normalidad por sometimiento y la revolución por reivindicación, dando así acciones
colectivas que pretenden influir ya no sólo en el sistema, sino en la posición que ostentan dentro
de dicha estructura socialmente producida y reproducida. Son el movimiento feminista,
LGBTTTIQA3, ecologista, altermundista, estudiantil e indígena, entre otros, los que ven en el
mundo de la vida las reglas y prácticas que los someten a un statu quo que no les permite
desarrollarse en plenitud.
De esta manera, la vida cotidiana se vuelve su campo de mayor incidencia e intervención que
con el paso de tiempo se amplía a otros ámbitos como el económico, político, social y
comunicativo. Con el devenir de la sociedad, estos movimientos han entendido que la constante
relación dialéctica que emanaba de las contradicciones de clase ya no era suficiente para su
lucha debido a la transversalidad de sus objetivos, por lo tanto, su función se vuelca a una
relación dialógica-dialéctica donde la imposición de poder se cambia por persuasión y
argumentación en favor de dichas transformaciones sustantivas.
De hecho, el complemento derivado de lo dialógico alude a la creación e incorporación de todo
un conjunto de cuerpos culturales, estructuras de significado y creencias que en su totalidad
conforman una ideología, la cual sirve al movimiento social para generar tanto identidad
colectiva, como un discurso que encarne su lucha, sus demandas y las utopías que incentivan la
3
Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual, Queer, Asexual.
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organización y movilización; cada movimiento social puede, por ende, tener su propia ideología
que les adjudica una forma de ver y transformar el mundo, por lo que en este ámbito existe una
pluralidad de ideologías que convergen, colisionan o derivan a una de tal clase pero superior, es
decir híbrida. Éstas “no son cualquier tipo de creencias socialmente compartidas, como el
conocimiento sociocultural o las actitudes sociales, sino que son más fundamentales o
axiomáticas. Ellas controlan y organizan otras creencias socialmente compartidas” (Van Dijck,
2005: 10), por lo que la función de la ideología no sólo es articuladora, sino estructurante de
pensamiento, alcances, discursos y acciones; en otras palabras creadora de mundos en
constante proceso de expansión, creación y recreación.
La ideología adquiere en los movimientos sociales un papel no sólo en términos de cohesión,
sino una función de cuestionamiento y reflexión sobre las metanarrativas (Inglehart, 2001) que,
por ejemplo, construyen roles, funciones y divisiones sociales basadas en el género, pero con un
profundo sesgo emanado del patriarcado. Por lo anterior, la presencia de la ideología que da
cohesión e identidad en el movimiento trasciende el grupo que la produce mediante las
estrategias, discursos y visiones que se esparcen en el espacio público en donde el “nosotros
público” se enfrenta con los otros “nosotros colectivo” emanados de estas acciones que generan
reflexiones en el seno de la cultura y los procesos de socialización.
De esta manera la relación dialógica-dialéctica se materializa mediante un constante
intercambio de posiciones, percepciones y marcos de referencia entre quienes detentan el
poder y quienes ostentan la revolución silenciosa. Por ende:
Dichas manifestaciones tienden a generar un conflicto ya no de clase, sino de
representaciones sociales y más específicamente entre identidades dominantes y
emergentes; pensar esa nueva dicotomía ya no sólo es derrocar a la otredad, sino
convencerla de las demandas que se persiguen. (Olmedo Neri y Monferrer Thomás,
2019, p. 31)
Es en este último ámbito en el que descansa buena parte del trabajo analítico que se realiza, ya
que los desarrollos tecnológicos en el seno de la Comunicación han dado paso a novedosas
estrategias para: 1.) incrementar el alcance de las demandas propuestas por el movimiento
social, 2.) crear redes sociales de acción y comunicación como resultado de la convergencia
mediática dentro de su repertorio de acción, 3.) intervenir en el espacio público mediante el uso
de las redes sociodigitales y 4.) potenciar su visibilidad en el espacio público.
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Lo anterior ha dado paso a repensar el papel de Internet y las redes sociodigitales como espacios
para la organización y movilización social. La presencia de los movimientos sociales en el espacio
virtual ha derivado en establecer conceptos como movimientos en red (Castells, 2015) o
multitudes conectadas (Rheingold, 2004) que pretenden dar atención al proceso de apropiación
de estas innovaciones por parte de las acciones colectivas organizadas. Sin embargo, su
fundamento discursivo se acerca al determinismo tecnológico (Innerarity, 2011), además de
enfocarse en movimientos altermundistas que hacen énfasis en la crítica sobre la lógica del
sistema económico preponderante, dejando de lado las otras revoluciones silenciosas que están
realizando los movimientos sociales contemporáneos.
Esto ha generado la necesidad repensar las formas de domesticación (Morley, 2008) de las redes
sociodigitales por parte de los movimientos sociales contemporáneos; este proceso reflexivo y
analítico debe comprender diferentes áreas, particularmente:
…[las] aportaciones de la teoría de los movimientos sociales, como TMR [Teoría de la
Movilización de Recursos], y especialmente la teoría de los NMS [Nuevos Movimientos
Sociales], y de la teoría de la comunicación masiva, como las teorías de la Escuela de
Frankfurt y la Economía Política de la Comunicación, los Cultural Studies y de forma
destacada la Comunicación popular o Alternativa (Candón Mena, 2011, p. 176)
Bajo esta necesidad, el concepto de Comunicación Emergente pretende consolidarse como un
recurso teórico-analítico que no sólo se centre en las reivindicaciones, sino en las formas de
apropiación que hacen los nuevos movimientos sociales sobre innovaciones técnicas dentro de
la comunicación para materializar su utopía y alcanzar su horizonte de posibilidades.
Este concepto ha sido construido teórica y prácticamente a partir de cuatro dimensiones que
identifica Olmedo Neri (2020); estas dimensiones conforman este concepto y a la vez se
convierten en sus campos de estudio: una dimensión técnica en tanto su vinculación con la
comunicación en el espacio digital se inserta tanto en el soporte como las interfaces de dicho
espacio virtual; una dimensión mediática en tanto flujo de símbolos, información y actos propios
constituye a las redes como medios/canales de comunicación; la tercera dimensión es
económica y se fundamenta en la perspectiva emanada de la Economía Política de la
Comunicación (EPC) para dar atención a las contradicciones económicas, estatales y sociales que
se generan en la disputa del también denominado sexto continente en proceso de colonización;
finalmente, la cuarta dimensión tiene sus bases en la comunicación alternativa en tanto proceso
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de apropiación de los medios para generar procesos entre comunicación y desarrollo, para dar
con ello un giro en la comunicación en tato proceso y práctica fuera de las lógicas oficialistas del
Estado o de el lucro de la empresa privada.
Estas cuatro áreas se conjugan en el plano de los movimientos sociales y adquiere un carácter
de complejidad (Morin, 1994), debido a que la apropiación de las redes sociodigitales por parte
de estas acciones colectivas no es exclusiva y por ende, debe enfrentarse de diferentes formas
y a diversos niveles con estas cuatro dimensiones.
Cabe mencionar que fuera de las redes sociodigitales los movimientos sociales adquieren un
carácter comunicativo y simbólico per se, por lo que estos dos ámbitos no se reducen a procesos
dentro de sus repertorios de acción, ni a la técnica como medio y espacio para la práctica
comunicativa, ni mucho menos a los consecuentes procesos de socialización, sino que, al
repensar la parte comunicativa y simbólica que yace en las acciones de los movimientos sociales,
éstos pueden ser caracterizados como actos comunicativos con un sentido específico. Al hacer
esto es posible asumir que el propio movimiento social es en sí un mensaje en constante
codificación/decodificación y que toda acción dentro de su repertorio no es más que la
expresión comunicativa y simbólica de su ideología (que conjuga visiones, demandas, luchas y
objetivos); ellos son y hacen comunicación mediante su existir y movilización.
De esta manera, si sus acciones son actos eminentemente comunicativos, entonces los cambios
que se realizan a partir de ellos se pueden vincular a la teoría de la acción comunicativa
(Habermas, 1988) ya que dichas acciones serían el motor social (emanadas del individuo) que
generan algunos de los fenómenos de crisis derivados de las perturbaciones tanto en los
componentes estructurales como en los tres ámbitos (reproducción cultural, interpretación
cultural y socialización) del mundo de la vida (Figura 2).
Así, los constantes actos comunicativos que realizan el movimiento feminista sobre los tres
mundos que Habermas identifica (el subjetivo, el objetivo y el social) generan la pérdida de
legitimación de aquellas prácticas y percepciones socioculturales arraigadas en la división social
del trabajo a partir del género, lo cual deriva en la ruptura de tradiciones a partir de la
deconstrucción discursiva y práctica de la mujer. Por ello, dicha transformación consciente e
indirecta “se da de manera constante y a veces imperceptible, en otras ocasiones genera esas
perturbaciones de manera más rápida y algunas veces es lento, por tanto, conflictivo” (Olmedo
Neri, 2019b, p. 185).
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Figura 2. Fenómenos de crisis.
Fuente: Habermas (1988, p. 203).
De esta manera, el movimiento feminista no puede reducirse a su análisis organizacional y
movilizador, sino a la lucha que ejercen en el plano simbólico y cultural tanto en el mundo real
como virtual, ya que sus demandas:
…revelan conflictos respecto de los códigos y los lenguajes que organizan los procesos
de aprendizaje y las relaciones sociales, y se traducen en desafíos simbólicos que se
suman o potencian otros desequilibrios en los códigos dominantes desde etapas
anteriores de la modernidad. (Millé, 2017, p. 94)
Por otro lado, la Comunicación Emergente contempla otros aspectos derivados de la apertura
comunicativa que Internet trae consigo como el potencial uso que le está dando el
contramovimiento (Monferrer Thomás, 2010) con la finalidad de reproducir su privilegio
encarnado en el statu quo. De hecho, con este concepto se reconoce que esta apertura
comunicativa no sólo es incorporada por el movimiento social en cuestión, sino también por
todas aquellas movilizaciones de resistencia que en conjunto conforman el contramovimiento y
que puede utilizar estos novedosos recursos de la misma o de mejor manera, por lo que su
presencia en las redes sociodigitales también resulta campo de estudio de este término.
Además, con la Comunicación Emergente no sólo se habla de apropiación, sino de
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transformación de la noción de medio en el espacio virtual ya que “deja de ser entendido en su
acepción de medio/vehículo para el flujo de información, y se es aprehendido como un
medio/contexto de interacción social donde se puede, y de hecho se hace, generar
metacomunicación” (Olmedo Neri, 2019, p. 111).
El concepto de metacomunicación adquiere relevancia en el ámbito digital para considerar que
los propios actos comunicativos e interacciones sociales que allí se desarrollan trascienden su
función temporal y son codificados con la finalidad de generar grandes cantidades de
información que conforman el big data (Han, 2018). De esta manera, “la esfera digital se vuelve
un mundo donde la información se vuelve mercancía y donde la identidad se asume como un
conjunto de variables que al conocerlas en su interacción podrán dinamizar el capitalismo en su
proceso de producción/consumo” (García Calderón y Olmedo Neri, 2019, p. 91); por tanto, la
metacomunicación es el registro de toda aquella información derivada de la interacción del
individuo en las interfaces de las plataformas sociodigitales, que conforman perfiles y son
potencialmente vendidas a empresas que las utilizan para sus estrategias publicitarias.
La noción de apropiación es otro elemento que fundamenta la articulación y construcción
conceptual de la Comunicación Emergente ya que se entiende el proceso social de aprendizaje
e integración en las prácticas culturales que reproducen la vida cotidiana de un sujeto (individual
o colectivo) en sociedad, por lo que dicho proceso abre paso a su concatenación con la
trayectoria analítica desde el campo de la Comunicación sobre el proceso de apropiación social
de los medios de comunicación, los cuales, al menos en el caso mexicano, han tenido proyectos
exitosos en la prensa y la radio. De esta manera, el concepto propuesto pretende dar atención
a la necesidad interdisciplinar de conjuntar los movimientos sociales con los procesos
comunicativos que se innovan con las nuevas tecnologías (Candón Mena, 2011).
La siguiente Figura da cuenta de esa vinculación teórica y los procesos históricos de apropiación
del medio por parte del sujeto (individual o colectivo) que realiza esa acción en el caso mexicano.
Este concepto, por tanto, responde a la continuidad histórica del proceso de apropiación de los
desarrollos tecnológicos por parte de la sociedad civil organizada en un Estado-Nación durante
procesos coyunturales que perduran en el tiempo, mediante la construcción de organizaciones
que gestionan dichos proyectos emancipatorios desde el acto comunicativo. Su delimitación al
contexto mexicano se da a partir del objeto de estudio, pero su aplicación en otros espacios, en
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otras sociedades permitirá rescatar los casos exitosos de apropiación, como de los propios
procesos de convergencia digital que se dan actualmente a escala local, regional y global.
Figura 3. Formas históricas de apropiación social de un medio de comunicación en México.
Fuente: Olmedo Neri (2019b, pp. 186-187).
Este nuevo contexto ha sido identificado y utilizado por el movimiento feminista en México,
dado que en los últimos años se ha generado una apropiación de dichos recursos a su
disposición, lo que ha permitido que el movimiento crezca, se disemine en otros estados más
allá de la capital mexicana, así como poner en la opinión pública uno de los problemas que más
aquejan a esta población: la constante violencia estructural que emana de prácticas, perceptos
y estereotipos culturales que encarnan en última instancia las relaciones asimétricas de poder
que históricamente han construido el androcentrismo. De hecho, destaca la trayectoria
conceptual en este sentido que da pauta para hablar de ciberfeminismo como corriente que
incluye a “Internet no sólo como protagonista de sus reflexiones, sino también como espacio de
acción, la consecuencia previsible es que se trata de un movimiento múltiple y descentralizado”
(Amparo, 2014, p. 159) y de tecnofeminismo, el cual reconoce la necesidad de revisar desde la
perspectiva de género el papel del desarrollo tecnológico para materializar políticas que deriven
en cambios sustantivos en la vida social (Gil, 2007).
Bajo este contexto, las redes sociodigitales se materializan como potenciales herramientas para
cumplir con los objetivos comunicativos, reivindicadores y movilizadores de los nuevos
movimientos sociales. Son las redes sociodigitales las que abren paso a la conformación de un
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espacio-no-físico (García Calderón y Olmedo Neri, 2019) que permite conformar alianzas,
difundir las demandas y visibilizar su condición ante un público trasnacional difuso, creciente y
latente. Tanto Internet como las redes sociodigitales, sin embargo, dentro del repertorio de los
movimientos sociales no fundan su actividad en el individuo, por el contrario, asimilan una
estructura reticular (Candón Mena, 2011; Meneses, 2015; Rovira, 2017) que les permite trabajar
de manera de red en la red. Así:
Para los nuevos movimientos internet no es solo una herramienta adaptada a sus
necesidades de la que hacen un uso instrumental. Éstos valoran el medio y se identifican
con el mismo por lo que la red forma parte de su propia identidad y encarna sus valores
y propuestas políticas. (Candón Mena, 2013, p. 105)
De esta manera, la noción de red no sólo responde a la dinámica arquetípica de Internet, sino a
las redes que tanto el individuo como las Organizaciones del Movimiento Social (OMS)
construyen y modifican a lo largo del tiempo. Esas redes no son más que el resultado histórico
de la incidencia del sujeto (individual o colectivo) en la vida social derivado de fines específicos;
la estructura que presentan dichas redes responde en gran medida a la finalidad o contexto por
los que se le convoque, de allí que dichas redes en el espacio real concreto presenten rasgos de
elasticidad, flexibilidad, direccionalidad y maleabilidad en los vínculos que ha generado el
individuo en su devenir social.
En el espacio virtual, por ejemplo, la red cobra forma a partir de la información que fluye entre
los nodos y sus respectivos vínculos; en ambos lugares, las redes, sus nodos y vínculos están en
forma latente y sólo se activan conforme el individuo las utilice para un fin específico. En
Internet, no obstante, para poder identificar esa estructura se requiere de nuevas formas para
la recolección de datos que impliquen uso de softwares o herramientas para la minería de datos,
así como de los métodos que permitan analizar un objeto de estudio de manera específica.
3. METODOLOGÍA
Tanto los movimientos sociales contemporáneos como las redes sociodigitales se estructuran a
partir de la noción de red, por lo que su análisis no puede reducirse al individuo, sino al conjunto
de relaciones que éste desarrolla y presenta en la sociedad. Este hecho permite utilizar el
Análisis de Redes Sociales (ARS) que posee una tradición interdisciplinar entre la Sociología, la
Psicología y las Matemáticas, por lo que este método “se encuentra por tanto en disposición de
afrontar transversalmente el sujeto de estudio aportando conceptos válidos tanto para analizar
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el modelo de comunicación en Internet como las redes sociales de los movimientos” (Candón
Mena, 2011, p. 170).
En el ARS, las redes están compuestas por nodos y vínculos; dentro del espacio sociodigital
generado por Facebook, Twitter, Snapchat, entre otros, los nodos son presentados por las
cuentas/perfiles de los usuarios que allí interactúan, mientras que los vínculos son todas
aquellas relaciones que se generan entre dichos nodos y que están condicionadas en gran parte
por las lógicas de acción de las interfaces de cada plataforma; las redes pueden, por tanto,
generarse a través de: 1) los lazos de amistad que se generan entre los usuarios, 2) las relaciones
asimétricas de interacción en las que se basan ciertas formas de vinculación como, por ejemplo,
el seguir/ser seguido dentro de la red, 3) el flujo de información y contenido que tiene un
carácter constante, oblicuo y redundante y 4) todas aquellas variables de interacción que
puedan se rastreadas mediante la minería de datos (Gunter, 2014).
De esta manera, en el espacio virtual la visualización de las redes depende de softwares que
permitan recolectar, almacenar y procesar grandes cantidades de metacomunicación, es decir
de información de comportamiento que se genera más allá de la mera interacción con otros
usuarios o con la información que fluye de manera multidireccional y a veces redundante.
Además de ello, se requiere un elemento que permita la relación entre los nodos (usuarios de
Twitter) mediante los vínculos que poseen entre sí, como por ejemplo los hashtags, los cuales
se consideran “herramientas poderosas para tener una conversación sobre un tema
estratégicamente seleccionado” (Bacallao-Pino, 2015, p. 37).
Particularmente se ha seleccionado analizar la red del hashtag #el9ningunasemueve en Twitter
debido a que esta forma creativa y expresiva es característica de dicha red sociodigital; la lógica
que encarna el hashtag refleja las condiciones de interacción de esta plataforma, ya que el límite
de caracteres en cada publicación hace necesario que los hashtags deban ser cortos, pero
contundentes, creativos, pero entendibles, con poca cantidad (de letras) pero con gran calidad
(de expresión). En suma, es un producto emanado de las lógicas de interacción-comunicación
que se han desarrollado como resultado de las formas de apropiación social de dicha red; su
construcción sintagmática, además, sirve de base para la generación de relaciones
paradigmáticas de significado que concatenan demandas, sentidos, símbolos y luchas en el
espacio digital; es una forma de encontrar en la inmensa otredad los potenciales vínculos con
aliados, simpatizantes, activistas o miembros de un movimiento social que superan la
separación geográfica de la realidad.
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Entonces el hashtag se consolida como una variable de trazabilidad obtenida por su capacidad
de diseminación mediante:
…la identificación del flujo de información que deriva de la réplica de dicho signo por
parte de los usuarios, sea mediante el retuit de una publicación que lo contenga o la
integración del hashtag en una publicación personal que derive en su reproducción por
otros usuarios, dando a la materialización de una red en la red. (Olmedo Neri, 2019ª, p.
110).
En este sentido, la red “es entendida como un tipo de relación específica que une un conjunto
definido de personas, objetos, hechos” (Rodríguez, 2005, p. 22). Para el presente análisis se ha
realizado una recolección de datos con el software NodeXL del 8 al 13 de marzo, de los cuales
se hizo una depuración para seleccionar aquellas publicaciones realizadas en México4 y con las
cuales fue posible identificar los indicadores relevantes de este método. Dicho software fue
seleccionado ya que “permite recopilar información de diferentes redes sociodigitales mediante
Application Programming Interface (API) de Twitter” (Olmedo Neri, 2019ª, p. 118). La red que
se obtiene está conformada por los vínculos de interacción generados por el uso del hashtag,
por lo que los nodos obtenidos pueden o no tener otra vinculación, por ejemplo seguirse
recíprocamente o de manera unilateral. Esta vinculación no es ajena ya que esta forma de
conexión permite diseminar información dentro de espacios más amplios, pero en este caso de
análisis, la vinculación se adquiere por el uso de hashtag; es la interacción mediada por dicho
producto simbólico lo que permite construir y delimitar la red que allí se genera.
El uso de este tipo de herramientas de extracción de datos, no obstante, sugiere reconocer
sesgos per se producto de la capacidad del propio software5, de la propia API, y por los intereses
capitalistas del dueño de dicha plataforma (Twitter). Por ende, la posible existencia a priori de
Aunque la acción tuvo una escala eminentemente nacional, eso no impide que el hashtag hay sido usado en otros
países, sea por la confluencia de posturas similares o como parte de la necesidad del individuo de participar en estas
acciones organizadas en el espacio virtual. Además de ello, en la base de datos construida se han omitido tanto
aquellos nodos fuera del país o sin una ubicación establecida en la creación de un tuit, como aquellos que son difusos
en su territorialización, es decir, lugares imaginarios como “Narnia”, o referencias sentimentales como “en tus
ojos/corazón/mente”.
5 Las capacidades del software sobre la recolección presentan limitantes en la cantidad de información que puede
extraer sobre el tiempo; debido a la gran cantidad de interacciones, el software puede alcanzar su capacidad máxima
de recolección en límites cortos de tiempo, por lo que no permite que se desarrollen estudios longitudinales a menos
que se realice un conjunto de extracciones en periodos específicos dentro de la acción que genera el movimientos
social bajo estudio para tener la posibilidad de obtener una red diacrónica, que permite analizar su crecimiento y
cambio en los nodos más relevantes del dicha estructura reticular basada en el flujo de la información.
4
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un sesgo en la información obtenida mediante la minería de datos se vuelve un elemento que
el investigador debe reconocer en su proceso de investigación (Rogers, 2018).
Este sesgo se desarrolla a partir de la dualidad y contradicción que existe entre los intereses
privados y los usos que le dan los movimientos sociales a las redes sociodigitales, por lo que esta
dicotomía de intereses implica que “hay una tensión constante entre las estrategias tecnocomerciales de las plataformas y las tácticas activistas y sus valores” (Poell y Van Dijck, 2018, p.
552), por lo tanto, se debe reconocer que los datos obtenidos, al no ser conseguidos de primera
mano por parte del investigador, pueden ser parciales. Además de ello, otro sesgo que está
fuera del proceso técnico de recolección es el referente a la creciente generación de
cuentas/perfiles falsos o fantasmas que tienen finalidades políticas e informativas específicas
que pueden colisionar con los fines de las estrategias de estas acciones colectivas.
Una vez definido el proceso de extracción, es necesario mencionar los indicadores que serán
utilizados en el presente trabajo, mismos que se encuentran en la siguiente tabla.
Tabla 1. Principales indicadores del Análisis de Redes Sociales
Indicador
Tipo de red
Grado
Densidad
Intermediación
Camino geodésico
Definición
Puede ser dirigida (cuando se conoce la dirección del vínculo) o
no dirigida (cuando sólo basta la existencia del vínculo)
Es la cantidad de vínculos que posee un nodo en la red (pueden
ser de entrada o salida). Mayor nivel de grado implica una
posición más estratégica dentro del flujo de información.
Es el porcentaje de los nodos que se tienen en comparación con
el total posible que podría tener toda la red.
Es la cantidad de caminos geodésicos en los que un nodo
participa.
El número promedio de nodos requeridos para que dos nodos
cualesquiera de la red puedan vincularse.
Fuente: Elaboración propia.
Con estos indicadores del método de Análisis de Redes Sociales, se pueden entonces identificar
los actores más relevantes dentro de la red subyacente del hashtag, así como la estructura,
densidad y dinámica interna de dicha red mediante su nivel de cohesión. La relevancia de un
nodo sobre otros en la red se debe a su posición estratégica en el flujo de información, sea por
poseer el mayor número de vínculos, de ser promotor del contenido, diseminador del mismo,
su capacidad de conectar a nodos de manera directa o indirecta, así como por el rol que ostenta
en el mundo real concreto y que se replica en redes.
Este último aspecto resulta relevante, en tanto la profesión, prestigio, relevancia en al ámbito
local regional, nacional y acciones que se realizan en dicho espacio puede, y de hecho lo hace,
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replicarse en sus perfiles en Twitter, Facebook, Instagram o Youtube, por lo que la cantidad de
seguidores que posea un político, activista o investigador tendrá parte de su fundamento en las
esferas que se desarrolla y su impacto en la opinión pública. Además, es relevante destacar que
debido a la capacidad de presentación y representación que se da en el espacio virtual existe la
posibilidad de dotar vida a entes sociales, por lo tanto, empresas, organizaciones, personajes
animados y medios de comunicación pueden formar parte del entramado digital con propia voz.
Finalmente, en el caso de los medios de comunicación existe una diferencia radical ya que
mientras que aquellos grandes conglomerados mediáticos (prensa, radio y televisión) realizan
un proceso de digitalización para mantener su carácter masivo, se están conformando Medios
de Comunicación Digital Independiente (MCDI), es decir medios de carácter eminentemente
digital que son sustentados por activistas, profesionales, movimientos sociales u organizaciones
que crean y difunden información especifica para un sector poblacional que en los espacios
tradicionales sería difícil que se tratara; este hecho sucede con el movimiento de la diversidad
sexual (Olmedo Neri, 2019a), el movimiento feminista y todos aquellos movimientos
altermundistas que producen información contestataria al régimen en que los medios
tradicionales se fundan. Estos MCDI coadyuvan a la descentralización del abastecimiento de
información en la esfera pública y contribuyen al caos comunicativo que caracteriza a Internet..
4. RESULTADOS
A partir de la información recabada alrededor del hashtag #el9ningunasemueve se obtuvo una
red dirigida compuesta por 15,492 nodos, de los cuales 11,184 publicaron el hashtag junto a una
ubicación dentro del territorio mexicano, lo cual muestra que la red circunscrita a México
representa el 72.19% del total de nodos que tuitearon en el periodo comprendido del 8 al 13 de
marzo de 2020. Por otro lado, se obtuvo que a nivel general, la red tenía 20,953 vínculos, de los
cuales 13,316 se establecieron entre los nodos con una ubicación en el territorio mexicano, es
decir el 66.55% del total, lo que corrobora la función de estos dispositivos sobre el territorio ya
que “las redes sociales favorecen más la difusión de opiniones, reivindicaciones y repertorios de
acción en el ámbito nacional” (Pleyers, 2016, p. 170)
Lo anterior permitiría delimitar el impacto que tuvo en México y en otros países donde los
usuarios publicaron algún tema relacionado con el hashtag #el9ningunasemueve. En la siguiente
figura se puede observar la red del hashtag formada a través de aquellos usuarios que agregaron
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algún lugar de México en su ubicación. Dentro de esta figura, el tamaño del nodo es proporcional
al nivel de grado que poseen.
Figura 4. Red del hashtag #elningunasemueve.
Fuente: Elaboración propia con Gephi
De esta manera, a mayor tamaño el nodo en cuestión posee una mayor cantidad de vínculos
dentro de la red. Lo anterior posiciona a dicho nodo en un lugar estratégico dentro del flujo de
información, ya que él puede diseminarla de manera potencial en otros espacios mediante la
arquitectura reticular de la red, así como por la respuesta que poseen los contenidos que
publica. Es relevante mencionar que los nodos que no poseen una vinculación con otro perfil
dentro de la red son tienen vínculos reflexivos, es decir, aquellos usuarios cuya publicación con
el hashtag no fue compartida por otros usuarios y fue en su caso comentada o retuitedo por el
mismo nodo; ellos no pudieron generar un debate con otros usuarios a partir del contenido que
publicaron, ni participaron en el debate generado en otros espacios de la red. De manera
específica, existen 1,850 nodos que poseen un vínculo reflexivo dentro de la red.
Además de la cantidad de nodos y vínculos es necesario conocer el porcentaje de cohesión que
poseen en la red, por lo que el indicador de densidad permite obtener que aunque es una red
relativamente grande, su densidad es de 0.01%, lo cual permite afirmar que dicha red posee
muy poca cohesión entre los nodos, es decir que el número de vínculos que presenta es inferior
al 1% del total posible que podría generarse. Esto adquiere relevancia por la finalidad primaria
del hashtag en esta estrategia: su diseminación en el espacio virtual, más que la generación de
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vínculos fuertes que derivan en seguir/ser seguido a/por alguien, por ello la tarea en dicho
ejercicio fue llegar a la mayor cantidad de personas para generar conciencia y visibilizar el
impacto de dicha acción dentro y fuera de sus respectivos espacios geográficos.
En la siguiente tabla se identifican los cuatro nodos con mayor nivel de grado y sus respectivos
indicadores.
Tabla 2. Principales indicadores de nodos.
Nodo
Rol
@pueblaeschula
@guruchuirer
@pajaropolitico
MCDI
MCDI
MCDI
Seguidor
de AMLO
@feriaeleazar
Grado de
entrada
968
857
386
Grado de
salida
1
1
10
339
6
Grado
Intermediación
969
858
396
0.0
0.0
4,695.5
345
2,024.5
Fuente: Elaboración propia.
A partir de esta información se puede observar que la mayoría de los nodos que poseen un alto
nivel de grado son Medios de Comunicación Digital Independientes (MCDI), es decir, medios
netamente digitales que “no pretenden, hasta el momento, trascender al espacio mediático en
el plano real debido a las limitantes contextuales establecidas por conglomerados mediáticos
que detentan el poder y monopolizan la opinión pública” (Olmedo Neri, 2019ª, p. 124). Estos
MCDI se caracterizan por producir grandes cantidades de información en términos de memes,
notas o difusión de contenido que circula de forma redundante en las redes sociodigitales y que
es de interés para los movimientos sociales ya que su contenido no será presentado de manera
constante en medios de comunicación masiva como prensa, radio o televisión.
De hecho se puede observar su carácter mediático en el número de personas que sigue y los
seguidores que posee, por lo que el rol que desempeñan en el ámbito virtual supera la actividad
política que realiza por ejemplo el seguidor de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Estos
datos implican reconocer que los indicadores son autónomos entre sí, por lo que un alto nivel
de grado no necesariamente corresponde con un nivel de intermediación similar; incluso ni
siquiera una cantidad relevante de seguidores o personas a las que se sigue condicionan de
manera total los indicadores seleccionados.
La noción de grado (la cantidad vínculos que posee un nodo) se divide en grado de entrada (las
veces en que dicha publicación es replicada, retuiteada y en todo caso diseminada en el espacio
virtual) y el grado de salida (aquellas publicaciones o retuits emanadas del nodo). Por ejemplo,
en el caso de @pueblaeschula sólo publicó un tuit referente a los efectos del paro nacional de
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mujeres, el cual fue compartido 968 veces; esa publicación, no obstante, no originó un debate
particular sobre el contenido de la publicación, por lo que eso se ve reflejado en su nula
capacidad de intermediación dentro de la vinculación con otros nodos.
Así pues, se observa la cantidad de interacción que se dio en Twitter a partir del flujo de
información; no obstante, estos indicadores no dan por sí un nivel de centralidad alto, sino que
posiciona de manera estratégica a dichos nodos dentro del flujo de información. En las
siguientes figuras puede observar la publicación de @pueblaeschula y @guruchirer que
generaron el nivel de grado de entrada que poseen. Ambos tuits concatenan el hashtag
#el9ningunasemueve con denuncias que fortalecen la necesidad de realizar el paro nacional, así
como los efectos que generaron a nivel de marcas como signo de apoyo a la lucha que el
movimiento reivindicaba con la ausencia de las mujeres dentro de la vida cotidiana.
Figura 5. Tuit de Qué Chula es Puebla.
Figura 6. Tuit de Gurú Político.
Fuente: Qué Chula es Puebla (2020).
Fuente: Gurú Político (2020).
En este sentido, la mera cantidad de vínculos no significa necesariamente una posición de
centralidad dentro de la red en general, por lo que más allá de los vínculos es la participación
constante para incrementar tanto el flujo de información como la dirección del mismo. De allí
que aunque posean un grado alto, no poseen ni centralidad ni intermediación de relevancia
dentro de la red.
De esta manera, la cuenta @pajaropolitico posee una posición específica debido a que sus
publicaciones no sólo generaron una cantidad relevante de vínculos, sino también procesos
multidireccionales dentro del flujo de información que lo posicionan con un grado de
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intermediación igual a 4,695.5, lo cual significa que dentro de todos los caminos posibles para
conectar dos nodos, la también cuenta del MCDI llamado Animal Político participa en más de
cuatro mil ocasiones como un nodo necesario para dicho flujo informativo. En la siguiente figura
se presentan algunas de las publicaciones que dieron paso al debate en red a partir de su
contenido.
Figura 7. Tuit de Animal Político.
Figura 8. Tuit de Animal Político.
Fuente: Animal Político (2020).
Fuente: Animal Político (2020).
Finalmente, es relevante el papel que juega el usuario @feriaeleazar debido a que dentro de
esta dinámica, jugaría el papel de integrante de un grupo opositor a la postura que el
movimiento feminista adoptó en el ámbito político, debido a que su acción fue interpretada por
el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como un ataque ideológico al proyecto
de nación que encabeza. Esto generó una polarización que se replicó en Twitter de dos formas:
la primera mediante la circulación de información que atacaba los objetivos del paro nacional y
la segunda forma mediante el etiquetar el hashtag junto a la cuenta oficial de AMLO
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(lopezobrador_) haciendo un reclamo hacia la falta de empatía que poseía el presidente de
México ante la violencia estructural que somete a las mujeres en la vida cotidiana6.
En la siguiente figura se puede observar el tipo de contenido que fue publicado desde esta
cuenta:
Figura 9. Tuit en contra del #el9ningunasemueve.
Fuente: ElextremadamenteChairoTropical (2020).
Aunque históricamente en las acciones generadas por los movimientos sociales se encuentra
presente la posibilidad de que otros grupos se infiltren para realizar disturbios y con ello
desprestigiar la lucha social, lo cierto es que la actitud ejercida desde el poder político no ha sido
la adecuada ante la demanda de un sector poblacional que ha adquirido una cantidad de
derechos y nuevas prácticas en el mundo de la vida desde el siglo XX. En última instancia se
muestra cómo las tensiones entre quienes demandan cambios sustantivos en la sociedad y
quienes detentan la capacidad de cambio mediante la creación de políticas públicas se hacen
presente en las redes sociodigitales de manera abrupta y disruptiva, donde los medios de
comunicación masivos analógicos no forman parte de la opinión pública, por lo que “la red ha
proporcionado a muchas minorías la posibilidad de expresarse” (Durán Barba y Nieto, 2006, p.
105).
Es relevante identificar que el usuario @lopezobrador_ no utilizó el hashtag, mientras que tuvo un grado de
entrada de 217, número que equivale a las etiquetas de dicha cuenta junto al hashtag.
6
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Esta tensión entre el poder y la acción del movimiento feminista generó contenido
evidentemente conflictivo, donde se muestra la crítica a la falta de atención a una demanda que
tiene un alcance nacional relevante. En las siguientes figuras se puede observar esta relación
conflictiva entre el movimiento y la posición del gobierno federal.
Figura 10. Tuit sobre mañera de AMLO el 9
de marzo.
Figura 11. Tuit sobre el efecto del
#el9ningunasemueve.
Fuente: SapoderSonora (2020).
Fuente: Ar2Mx (2020).
Así, se puede observar que a partir de la apertura comunicativa que deviene con las redes
sociodigitales los individuos pueden intervenir en la esfera opinión pública que se genera en
dicho espacio virtual alrededor de un tema. Las relaciones de comunicación generan una
horizontalidad discursiva y de (re)presentación en las asimetrías que se encarnan en el mundo
real concreto.
5. CONCLUSIONES
A lo largo del presente trabajo se ha realizado un análisis de los efectos que, en términos
comunicativos, se generaron en el espacio virtual a partir de una acción concreta por parte del
movimiento feminista en México. El llamado a un paro nacional por parte de las mujeres tuvo
un impacto a nivel offline así como uno a nivel online; en este último ámbito se analizaron los
flujos de información que se generaron en la red dirigida por parte del hashtag
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#el9ningunasemueve, dando paso a una trazabilidad no sólo del flujo de información, sino
también del contenido que generó los vínculos entre usuarios.
La estrategia realizada en el espacio virtual mediante el hashtag se convierte en un ejemplo de
comunicación emergente ya que, la difusión de sus demandas con dicho producto simbólico y
textual en Twitter, así como su posterior vinculación simbólica a otras exigencias del mismo
movimiento y a reflexiones emanadas de las propias integrantes y simpatizantes de esta acción
colectiva, permite entrever las formas en que estos novedosos desarrollos tecnológicos innovan
las estrategias de su repertorio de acción para incrementar su alcance, visibilizar su lucha y
concientizar sobre la necesidad de atender las problemáticas de este sector. Con esta acción de
comunicación emergente también se observa la relación dialógica-dialéctica donde conseguir el
cambio se da mediante el flujo constante de información y los actos comunicativos que
desencadenan un cuestionamiento de las prácticas culturales, subjetividades y juicios de valor
que se producen y reproducen en la vida cotidiana; por tanto, la creación del hashtag
#el9ningunasemueve representa el resultado del uso de las lógicas operativas de Twitter a favor
de sus intereses y objetivos de comunicación.
Dentro del flujo de información se identificó que aquellos nodos que poseían un nivel mayor de
grado eran los Medios de Comunicación Digital Independiente (MCDI) quienes difundieron tanto
el llamado al paro como las relaciones tensas entre la demanda feminista y la posición del
gobierno respecto a la atención que requería un problema que atañe a las estructuras sociales
y culturales de la moderna sociedad mexicana.
También se observó que esta acción convergente entre el mundo real y el espacio virtual supone
un ejemplo de la tendencia en que las redes sociodigitales se ha vuelto una herramienta dentro
del repertorio de acción de los nuevos movimientos sociales. Además, estas acciones al ser
concebidas dentro de la acción comunicativa de Habermas permite vincularlas como procesos
inmanentes de la sociedad para transformarla a partir de la producción de los fenómenos de
crisis, que en última instancia es una necesidad innata del desarrollo de la sociedad.
Los cambios en el mundo social necesariamente se enfrentan a una resistencia debido a que el
cambio supone en primera instancia incertidumbre y después, de manera más lenta,
asimilación. Lo que realmente importa es no sólo derrocar la otredad para implantar mediante
la imposición un cambio, sino convencer de manera permanente a los que se resisten de la
necesidad de realizar ese cambio. Sólo en ese momento será posible que el horizonte que se
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proponen los nuevos movimientos sociales se materialice en una multiplicidad de mundos
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