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De las Etimologías al Reloj Astronómico Conferencia de “Filosofía y Astronomía” del 1 de Julio de 2020 Universidad Sergio Arboleda, Bogotá. Nicolas Jaramillo El buen estudiante, entonces, debe ser humilde […] para aprender de todos voluntariamente […] nunca descartando los autores de doctrinas erradas como si fuesen veneno. Hugo de San Víctor. Didascalion 3, cap 13. Introducción: Conviene comenzar esta presentación, introduciendo los orígenes del pensamiento Medieval, de qué fuentes bebe. La razón de esta elección, radica en que los conocimientos de la antigüedad fueron discutidos, analizados, contestados, y en muchos casos, refutados a lo largo de la Edad Media. También en que, como dijo Hugo de San Víctor: “La primera [humildad], es que el [estudiante] no tenga desprecio por ningún conocimiento, ni ningún escrito.”1 Actitud que se mostró a lo largo de la Edad Media por todo aquello heredado de la antigüedad. En primer lugar, como es bien sabido, Eratóstenes demostró con sus cálculos la hipótesis según la cual la Tierra era redonda, tesis sostenida por Pitágoras, Platón y Aristóteles, y la midió en doscientos cincuenta y dos mil estadios, que presentan una desviación entre el 16% y el 1%. La tradición de este descubrimiento fue recogida por autores que fueron populares a lo largo de la Edad Media, como Plinio el viejo, Agustín, Jerónimo, Ambrosio y Cicerón.2 Otra importante herencia de la antigüedad para el pensamiento medieval es la conservación de las siete Artes Liberales, a través de la obra de Marciano Capela De nuptiis Philologiae et Mercuri, y su división medieval en el Trivium: Gramática, Retórica y Dialéctica o Lógica desde el año 1000; y el Quadrivium: Aritmética, Música, Geometría y Astronomía.3 El desarrollo de las artes liberales era potenciado por el uso de la hermenéutica textual medieval, 1 Hugh of St Victor, The Didascalion; A Medieval Guide to the Arts, Trans. Jerome Taylor, (New York: Columbia University Press, 1961). 94. 2 Lesly B. Cormack, “Myth 2: That Before Columbus, Geographers and Other Educated People Thought the Earth Was Flat.” in Newton’s Apple and Other Myths about Science, ed. Ronald L. Numbers and Kostas Kampourakis. (Cambridge Massachusetts: Harvard University Press, 2015) 16-22. 3 Peter Watson, Ideas: Historia Intelectual de la Humanidad, (Barcelona: CRÍTICA, 2013) 337, 576, 597-599. 1 heredada tanto de la hermenéutica romana, como de la patrística, que fomentaba el análisis de todo texto en cuatro modos: el literal o histórico, el alegórico, el moral y el anagógico.4 El conocimiento antiguo también proviene de fuentes germánicas. Como los contenidos científicos desarrollados en Grecia, Roma y Alejandría, se discutirán más adelante; la cosmología germánica se discutirá enseguida. La mejor muestra de la cosmología germánica que poseemos, es la contenida en la Mitología Escandinava, por lo cual de esta se hará a continuación una breve exposición. El poema Éddico Vǫluspá describe el universo mitológico así: “19. Ask veit ek standa,/ heitir Yggdrasill,/ hár baðmr, ausinn/ hvíta auri;/ þaðan komma dǫggvar/ þærs í dala falla,/ stendr æ yfir grønn/ Urðarbrunni.”5 Un árbol donde se encuentran los nueve mundos: Ásgarðr y Vanaheimr donde viven los dioses, Álfheimr y Svártalfaheimar para los elfos, Miðgarðr, el mundo humano y Hel el inframundo, Jǫtunheimar para los gigantes de hielo, Múspellsheimr para los gigantes de fuego, y Niðavellir, el mundo de los enanos.6 Sin embargo, la narrativa cosmológica germánica, está más interesada en el desarrollo escatológico que en la descripción de los mundos y las razas, a las cuales, aunque se asignan pequeñas descripciones, se resalta su valor para el desarrollo de la historia escatológica. También es importante resaltar que las fuentes mitológicas sufren muchas y variadas influencias que afectan su composición, y su uso por parte de los cristianos que las recopilaron.7 También hay evidencia de que los Nórdicos tenían alguna noción de la esfericidad del mundo. Pero, al ser fuentes creadas por cristianos, ya familiarizados con la educación tradicional cristiana,8 donde se encuentra esta noción, estas no fueron rechazadas, sino que se las incorporó a los debates sobre la historia de la salvación y esto nos trae también a el uso de las cosmologías a lo largo de la edad Media. De esta manera, se usaron las cosmologías grecorromanas y germánicas, como modelos del mundo o como alegorías.9 Las Etimologías, compendio de tradiciones de la antigüedad: 4 Robert M. Grant and David Tracy, A Short History of the Interpretation of the Bible (Minneapolis: Fortress Press, 1980), 85. 5 Vǫluspá; Konungsbók, ed. Jónas Kristjánsson and Vésteinn Ólason, Íslenzk fornrit Eddukæði vol. I: Goðakvæði, (Reykjavík: Hið íslenzka fornritafélag, 2014), 295. My translation: “An ash I know to stand, called Yggdrasill, high beam, sprinkled with white mud; thence come the dews those in the valleys fall, stands evergreen over the Well of Urðr.” 6 Henry Adams Bellows, The Poetic Edda, (New York The American-Scandinavian Foundation, 1923), 3n2. 7 Jens Peter Schjødt, “The Ragnarǫk Myth in Scandinavia-Finding, Inheriting and Borrowing.” in Finding, Inheriting or Borrowing? The Construction and Transfer of Knowledge in Antiquity and the Middle Ages, ed. Jochen Althoff, Dominik Barrens, Tanja Pommerening. (Bielefeld: transcript Verlag, 2019) 365-384. 8 Snorri Sturluson, Heimskringla, ed. Bjarni Aðalbjarnarson, Íslenzk fornrit vol. 26: Heimskringla I, (Reykjavík: Hið íslenzka fornritafélag, 1941) 10. Kringla Heimsins sú er mannfólkit byggvir, er mjǫk vágskorin. 9 J. R. R. Tolkien,“Beowulf: The Monsters and The Critics.” in An Anthology of Beowulf Criticism, ed. Lewis E. Nicholson. (Notre Dame: University of Notre Dame Press, 1963) 74. 2 Las Etimologías de Isidoro, fueron escritas entre el 600-636. Su intención principal es un compendio del lenguaje, pero los limites investigativos no están claramente delimitados.10 Evidentemente, su intención al desarrollar un compendio de análisis discursivo, lo lleva a explicar las disciplinas contenidas en el Trivium y en el Quadrivium especialmente en los primeros tres libros, y a explorar el origen de tales disciplinas. Así, en el libro tercero, Isidoro nos dice “Los Egipcios fueron los primeros en descubrir la astronomía. Sin embargo, los Caldeos fueron los primeros en enseñar la astrología […] Pero quien sea que fuera el inventor [de la astrología], fue movido por el movimiento de los cielos e incitado por el razonamiento de su mente, […] hizo observaciones de ciertas dimensiones y números.”11 Justo antes nos ha explicado que “Astronomía es la ley (cf. νόμος, ley) de las estrellas (aster), la cual, por razonamiento investigativo, toca sobre el curso de las constelaciones, y las figuras y posiciones de las estrellas respectivamente a ellas y a la tierra.”12 Aunque las definiciones parecen hablar de lo mismo, es claro que la astronomía describe la investigación numérica de las relaciones celestes y la Tierra, pero la astrología solo es descrita como una observación de ciertas dimensiones y cálculos hechos por alguien a quien los movimientos celestes inspiró pensamientos. Al explicar más adelante, Isidoro detalla las diferencias entre las dos disciplinas así: 1. Hay algunas diferencias entre la astronomía y la astrología. La astronomía se ocupa del giro en los cielos, el ascenso, descenso, y movimiento de las estrellas, y de donde toman las constelaciones sus nombres. Pero la astrología es en parte natural, y en parte supersticiosa. 2. Es natural en la medida en que investiga los cursos del sol y la luna, o la posición especifica de las estrellas de acuerdo con las estaciones; pero es una creencia supersticiosa que los astrólogos (mathematicus) siguen cuando ellos practican augurio por las estrellas, o cuando asocian los doce signos del zodiaco con partes específicas del alma o del cuerpo, o cuando intentan predecir nacimientos y el carácter de las personas por el movimiento de los astros.13 10 C. S. Lewis, The Discarded Image: An Introduction to Medieval and Renaissance Literature, (London: Cambridge University Press, 1964), 91. 11 St Isidore, The Etymologies of Isidore of Seville, Trans. Stephen A. Barney, W.J. Lewis, J.A. Beach, Oliver Berghof, (Cambridge/New York: Cambridge University Press, 2006), 99. 12 St Isidore, The Etymologies, 99. 13 St Isidore, The Etymologies, 99 xxvi. 3 Lo anterior deja en claro que la función de la astronomía es principalmente natural y matemática, mientras que la astrología versa sobre supersticiones y cálculos naturales en igual medida. Es importante tener en cuenta, que, como sugiere C. S. Lewis al decir que aquellos entes que nosotros consideramos inanimados, eran considerados animados en la Edad Media “The answer in general is undoubtedly no. I say ‘in general’, because they attributed life and even intelligence to one privileged class of objects (the stars) which we hold to be inorganic.”14 El pensamiento medieval relacionaba el cielo con las realidades metafísicas, argumentando que el movimiento desciende de Dios hasta la esfera más pequeña, que es la Tierra.15 En Isidoro vemos una primera definición del mundo y el universo, en la que resume el modelo clásico según lo había heredado de los griegos y los romanos, al explicar de dónde provienen los nombres, explicita el modelo: “El mundo (mundus) es aquello que consiste en los cielos, la tierra, los mares, y todo lo de las estrellas. El mundo es así llamado, porque siempre está en movimiento (motus) […] Los filósofos han dicho que el cielo es redondeado, girando, y ardiendo;”16 y en el centro de toda la esfera universal, se encuentra la esfera terrestre “La forma del mundo se muestra así. Justo se eleva hacia la región norte, así declina hacia el sur. Su cabeza y su rostro, como si fuera, es la región oriental, y su punto más lejano es la región septentrional.”17 Aunque la explicación nos parezca extraña, el hecho de que los que usaron su obra a lo largo del medioevo se hayan referido a la esfera terrestre, prueba que con ella quería dar la descripción de una esfera. Continuaré con una larga cita en la que Isidoro relata aspectos importantes del funcionamiento celeste, tomando los fragmentos de entre los numerales xxx y lxx del libro III: Dios distinguió el cielo con luces brillantes, y Él lo llenó con el sol y el reluciente orbe de la luna, y Él lo adornó con brillantes constelaciones compuestas de estrellas refulgentes[…] y el cielo es llamado así, pues tiene las figuras de las constelaciones impresas en él, justo como un vaso grabado (caelare)[…] Los filósofos han propuesto siete cielos pertenecientes al universo, eso es, siete planetas, desde los movimientos coordinados de sus esferas. Ellos sostienen que todo está conectado a las trayectorias orbitales de estos planetas, y ellos piensan que los planetas están interconectados y 14 C. S. Lewis, The Discarded Image, 93. C. S. Lewis, The Discarded Image, 102. 16 St Isidore, The Etymologies, 100 xxxi. 17 St Isidore, The Etymologies, 99-100 xxx. 15 4 de alguna manera insertos unos entre otros, y que ellos giran hacia atrás y son llevados por un movimiento que es opuesto al de los otros cuerpos celestes.[…] La esfera del cielo rota del este hacia el oeste una vez en el plazo de un día y una noche, compuestas de veinticuatro horas, durante las cuales el sol, en su propia revolución, termina su propio curso sobre la tierra bajo ella.[…] Hay cinco zonas (zona) en los cielos, y basados en sus diferencias, ciertas regiones están habitadas debido a su temperatura templada, y algunas regiones son inhabitables por la brutalidad del frío o del calor. Son llamados zonas o círculos porque ellos consisten en una banda circular (circumductio) de la esfera.[…] ἀρκτικός[…] θερινός τροπικός porque en este círculo el sol hace el verano cuando está en su límite norte, y no viaja allende este círculo, sino más bien regresa inmediatamente. De ahí que es llamado τροπικός. El tercer circulo es llamado ἡμερινός,[…] porque el sol, cuando pasa a través a esta zona, hace el día y noche de igual longitud[…] El cuarto círculo se llama ἀνταρκτικός[…] El quinto círculo se llama χειμερινός τροπικός[…] porque cuando el sol viaja a esta círculo, hace invierno para aquellos que están en el norte, y verano para aquellos que viven en las regiones sureñas.[…] El tamaño del sol es más grande que el de la tierra[…] debemos considerar cuán distante está el sol de la tierra, la distancia que hace al sol parecer pequeño a nosotros.[…] El tamaño de la luna, se dice, es menor que el del sol.[…] De hecho, justo como el sol es más grande que la tierra, así la tierra es más grande que la luna por una cierta cantidad.[…] Algunos filósofos dicen que la luna tiene su propia luz[…] Otros mantienen al contrario que la luna no posee su propia luz, pero es iluminada por los rayos del sol, y por esta razón experimenta un eclipse cuando la sombra terrestre viene entre ella y el sol.[…] La luna está más cerca de la tierra de lo que lo está el sol.[…] porque el viaje sol completa en 365 días la luna recorre en treinta días. Por ello los antiguos establecieron meses basados en la luna, y años basados en el curso del sol.[…] Las estrellas son llevadas o se mueven. Aquellas que están fijas en cielo y se mueven con la bóveda celeste son llevadas. Pero algunas, los planetas, eso es, ‘vagabundos’, se mueven.[…] Las estrellas se diferencian entre ellas por su distancia desde la tierra, y por esta razón aparecen distintas a nuestros ojos, siendo más brillantes o menos brillantes. Así, muchas estrellas son 5 más grandes que aquellas que vemos como prominentes, pero ya que se encuentran más lejos, nos parecen pequeñas.[…] las estrellas son sin embargo, cosas que Dios creó al principio del mundo, y Él las puso en orden para que pudieran determinar las estaciones[…] Por tanto, observaciones de las estrellas, o horóscopos, o otras supersticiones que se apegan al estudio de las estrellas, eso es, con el fin de conocer los destinos – esas son indudablemente contrarias a nuestra fe,[…] de tal manera que ellos intentan de ser capaces de predecir los resultados de cosas por medio de cálculos dañinos, lo que es llamado astrología (mathesis). No solamente aquellos educados en la doctrina cristiana, pero también Platón, Aristóteles, y otros entre los paganos, fueron movidos por la verdad de las cosas en asentir en condenar esto en sus juicios, diciendo que una confusión de asuntos era generada por esta creencia. Porque si los humanos son forzados hacia varios actos por compulsión de su nacimiento, ¿entonces porque el bien merece alabanza, y porque el malvado debería cosechar el castigo de la ley?18 Lo cual deja en claro que, el modelo que Isidoro sostiene, es heredero del modelo clásico del universo, pero ha hecho un esfuerzo por conciliarlo con la doctrina Cristiana. De temporum Ratione, de Beda y la división del tiempo: Beda el Venerable fue un monje anglosajón nacido cerca al 673 y muerto en el 735. Pese a haber nacido y vivido en el noreste de Inglaterra, lejos de los centros de conocimiento del mundo medieval, su gran conocimiento e inteligencia fueron reconocidos a lo largo de la cristiandad. Después de su muerte, su obra fue largamente copiada y usada en la cristiandad, y, especialmente, en la corte de Carlomagno entre 800 y 814, donde era citado a la par de los padres de la Iglesia. También en la corte carolingia se encontraba uno de los manuscritos más antiguos de su Historia Ecclesistica Gentis Anglorum y múltiples copias de su obra se encuentran a lo largo y ancho de Europa. El monasterio donde prácticamente vivió toda su vida, el monasterio de Wearmouth y Jarrow, fue diseñado emulando el estilo romano y había sido adecuado con reliquias, pinturas y una librería de, al menos, doscientos volúmenes. 19 Esto permitió a Beda llegar a ser considerado el hombre más culto de su época. La obra de Beda se alimenta de la obra literaria a la que tenía acceso de manera extensa y por ello se considera que fue el inventor de la nota al pie de página, para poder citar su obra, 18 St Isidore, The Etymologies, 100-107. Martin J. Ryan and Nicholas J. Higham. The Anglo-Saxon World. (New Haven and London: Yale University Press, 2015). 166-168. 19 6 pero como dice Martin Ryan, “Yet it would be a mistake to see him as merely a compiler or copyist. His writings show an intelligent and creative mind at work, carefully selecting and shaping his source material, adding to it and correcting it where he felt necessary.”20 lo cual nos demuestra su importancia como intelectual, y en algunos casos, se esforzó largamente por producir una cronología cuando sus fuentes carecen de una.21 Y como él mismo dice, “Ex eo tempus uitae in eiusdem monasterii habitatione peragens, omnem meditandis scripturis operam dedi, atque inter obseruantiam disciplinae regularis, et cotidianam cantandi in ecclesia curam, semper aut discere aut docere aut scribere dulce habui.”22 Beda fue más innovador que Isidoro de Sevilla y sus estudios del antiguo testamento lo llevaron a rechazar la cronología del mundo aceptada hasta ese momento y a estar en desacuerdo con Isidoro, en dos obras tempranas De natura rerum y De temporibus, en el 703, sustrayendo a la edad aceptada de la tierra 1200 años, por lo cual estuvo en disputa con algunos monjes que decían que su nuevo cálculo era herejía.23 En su obra De temporum Ratione del 725, retomó sus esfuerzos expandiéndolos en una explicación total de cómo calcular la Pascua y organizar un calendario cristiano. Como nos dice Faith Willis, Beda logró sistematizar y organizar el conocimiento cronológico que lo precedía, el cual era fragmentario y normalmente estaba organizado en tablas pascuales que competían unas con otras. Beda, en cambio, buscó hacer el primer tratado exhaustivo del tema, en el que argumentó su postura haciendo de este libro un manual de cómputo temporal, logrando hacer del cómputo, una ciencia y logrando establecer la cronología propuesta por Dionisio el Exiguo de antes y después de Cristo.24 La importancia para la astronomía medieval de este tratado radica en que inaugura el computus, una ciencia medieval que se preocupa por responder a una pregunta: cómo establecer la fecha de Pascua. Wallis afirma que “Solving this problem, however, involves elaborate coordination of lunar and solar data; it also demands some delicate interpretation of conflicting biblical texts.”25 Lo cual demuestra que responder esta pregunta requería de grandes conocimientos matemáticos y astronómicos. La razón de que esto sea necesario se debe a que 20 Martin J. Ryan and Higham. The Anglo-Saxon World. 169. Martin J. Ryan and Higham. The Anglo-Saxon World. 73. 22 Bede. The Reckoning of Time, Trans. Faith Wallis, (Liverpool: Liverpool University Press, 1999). xv. „He pasado el tiempo de mi vida en este monasterio, siempre aplicándome al estudio de las Escrituras, y en medio de la observación de la disciplina de la regla, y cantando todos los días en el coro de la iglesia, siempre ha sido para mí dulce aprender o enseñar o escribir.“ mi traducción. 23 Martin J. Ryan and Higham. The Anglo-Saxon World. 170. 24 Faith Wallis, introduction to The Reckoning of Time, Trans. Faith Wallis, (Liverpool: Liverpool University Press, 1999). xvii. 25 Faith Wallis, introduction to The Reckoning of Time, xviii. 21 7 los judíos realizan la Pascua según las indicaciones del Éxodo, en la primera luna llena del primer mes lunar hebreo, que los padres de la Iglesia interpretaron como la primera luna llena, después del equinoccio de primavera. Dado que el calendario solar Juliano, antecesor del Gregoriano, divide el año en 36514 días, rebasando por poco la verdadera duración astronómica, esto llevó a que el solsticio se desplazara para atrás en el calendario. Además de introducir las reformas alejandrinas al calendario como hizo Beda, el cálculo de esa primera luna llena requiere sincronizar también el calendario lunar, el cual es aproximadamente once días más corto que el solar, y asegurarse de que Pascua de Resurrección sea en domingo, lo cual complica aún más la serie de cálculos que se han de organizar conjuntamente. Para complicar aún más las cosas, ni el equinoccio ni la primera luna llena se pueden determinar por observación directa, puesto que el cristianismo requiere de la cuaresma como preparación para este evento.26 El trabajo de Beda une así el desarrollo astronómico necesario para predecir la fecha de la Pascua, con exegesis bíblica. Así, cuando discute el origen de la división de la semana en siete días, menciona la división griega en siete días, pero inmediatamente destaca que Dios creó el mundo en seis días y al séptimo descansó, argumentando la perfección alegórica del número seis;27 o argumentando que los griegos comenzaban su semana con el día lunes puesto que “they thought that they received spirit from the Sun[…] I believe that this came to pass because the Sun, positioned in the midst of the planets, seem to give heat to the whole universe and, as it were, to vivify it, as spirit does.”28, analizando cosmológicamente el universo y las implicaciones espirituales de la creencia entre los paganos. También explica fenómenos terrestres en relación al calendario, como el fenómeno de las mareas: “For at [the Moon’s] every rising and setting, [the ocean] sends forth the strength of his ardour[…] as we taught above, the Moon rises and sets each day 4 puncti later than it rose or set the previous day; likewise, both ocean tides[…] never cease to come and go each day at[…] the same interval”29 Pues, aunque usa fuentes constantemente, su intención es enseñar a resolver un problema, desarrollando un método de manera original, así hace notar que la marea varía según la costa y que la marea causa aguas bajas en un lugar mientras marea alta en otro, y que, la luna gira alrededor de la tierra 28 veces en 29 días, haciendo un periodo de 342 días donde hay 684 mareas.30 26 Faith Wallis, introduction to The Reckoning of Time, xviii-xx. Bede. The Reckoning of Time, 32. 28 Bede. The Reckoning of Time, 33. 29 Bede. The Reckoning of Time, 83. 30 Bede. The Reckoning of Time, 84. 27 8 Brigitte Englisch define que ni el aparente abandono de teorías científicas antiguas, en favor de la creación de una técnica como fue el computus, ni el formato enciclopédico de De temporum Ratione son indicación de pobreza o decadencia cultural. La historiadora alemana destaca que, en la antigüedad, el quiadrivium de las Artes Liberales era exclusivamente un set de disciplinas especulativas usado para preparar a los que las aprendían para la abstracción necesaria para el pensamiento filosófico; esto ocasionaba que los antiguos negaran el valor de la experimentación, en favor de reflexiones metafísicas. En cambio, la revaloración de un conocimiento aplicado de manera instrumental, como lo es el computus, se permite el uso del conocimiento como fundamento de resolución de problemas prácticos, haciéndolo estructurado, empírico y racional al mismo tiempo. Así, Beda demuestra que su orientación intelectual se produce en ser capaz de transformar su comprensión del calendario en un sistema reproducible.31 De Beda a las Universidades: Alcuino de York, un monje anglosajón, fue nombrado por Carlomagno, hacía el 782, como director de la escuela palatina en su capital de Aquisgrán, por ser considerado el hombre más sabio de su época. Ayudó a educar a Carlomagno y a su corte, en especial en las siete artes liberales, y a impulsar las reformas culturales Carolingias, conocidas ahora como El Renacimiento Carolingio.32 Alcuino fue quien probablemente llevó la obra de Beda el Venerable a el imperio Franco, donde se estableció como un referente importante, y desde donde se difundieron la cronología adoptada de Beda de Antes y Después de Cristo, y su enseñanza del Calculus, además de ser quien probablemente llevó la copia de Historia Eclesiastica al palacio Carolingio.33 El mismo emperador Carlomagno, se dedica al estudio, según nos narra Eginardo, monje de la corte de Carlomagno en su biografía del emperador: “Cultivó con gran entusiasmo las artes liberales[…] En el estudio de la gramática fue discípulo del diácono Pedro de Pisa[…] en las otras disciplinas tuvo de preceptor a otro diácono, Alcuino[…]. Bajo su magisterio dedicó mucho tiempo y esfuerzo al aprendizaje de la retórica, la dialéctica y,[…] la astronomía;[…] escrutaba con gran atención[…] el curso de los astros.”34 Así, muchas de las nociones de ciencia se mantuvieron gracias al impulso carolingio, como nos narra Nancy Marie Brown sobre la adopción del cálculo de Beda, “According to the Church, the world would end six thousand 31 Faith Wallis, introduction to The Reckoning of Time, xxvi-xxviii. Eginhardo, Vida de Carlomagno, trad: Alejandra de Riquer (Madrid: Gredos, 1999), 91 y 91 n.110. 33 Martin J. Ryan and Higham. The Anglo-Saxon World. 166-167. 34 Eginhardo, Vida de Carlomagno, 91. 32 9 years after the Creation. But 6000 Annus Mundi was the year Charlemagne was to be crowned[…] He found it much preferable to change the date of his crowning to 800 Anno Domini.”35 Pues el cálculo de Beda daba esa fecha, como aún la mantenemos en nuestra cronología. Sin embargo, el impulso dado al estudio en la era carolingia, no perduró por varios factores: luchas dinásticas, una concentración del conocimiento en manos de la aristocracia y el clero, las reformas benedictinas que prácticamente acabaron con la educación popular merovingia, la desestabilización traída por las expediciones vikingas; y solo fue posible continuar el trabajo desarrollado con el ascenso al trono imperial y la fundación del Sacro Imperio Romano-Germánico en el 962, por Otón I. A partir de ese momento, el influjo de la filosofía árabe, y la aparición de obras de Aristóteles, trajo nuevas discusiones que ampliaron las posibilidades de interpretación, dando paso al desarrollo de lo que sería la Escolástica. Notker Labeo (c.950-1022) será el primer traductor y comentarista directo de Aristóteles en la Edad Media. Aunque Aristóteles sostiene una cosmología muy similar a la clásica que ya hemos expuesto, su método investigativo y su análisis filosófico ayudará a los medievales a reconceptualizar ideas, y al mismo tiempo, dará forma a una cosmología harmónica que persistirá como modelo, hasta la llegada de Copérnico. La mística Hildegart von Bingen (1098-1179) describirá e ilustrará en su Liber divinorum operum los distintos niveles de las esferas celestes mostrando una tierra esférica en el centro. También en su tratado Scivias, compuesto entre los años 1141-1150, representa el universo de manera única para el contexto medieval: en primer lugar, la forma de huevo y el éter puro sobre el que flotan las estrellas fijas y los planetas interiores, mercurio, venus y la luna. Y aún más sorprendente, en el centro del esquema una mezcla de los cuatro elementos, quizás en representación de la Tierra, pero que en todo caso, una representación de la tierra inédita hasta ese momento. Más allá de las estrellas fijas y los planetas inferiores, se encuentra un fuego oscuro, ignis niger, y más allá un lucidus ignis, fuego claro, donde yacen, de manera ascendente a la Tierra, el sol, marte, júpiter y saturno.36 Sin duda alguna, la influencia más importante para el cambio alrededor del año lo dará en el año 999, al ser nombrado Papa, Silvestre II, (c.946-1003), quien estudió árabe y fue un experto matemático que ayudó a reintroducir el ábaco y la esfera armilar en Europa, además de 35 Nancy Marie Brown, The Abacus and the Cross: The Story of the Pope Who Brought the Light of Science to the Dark Ages, (New York: Basic Books, 2012), 98. 36 Edward Grant, Planets, Stars, and Orbs: The Medieval Cosmos, 1200-1687, (Cambridge: Cambridge University Press, 1996), 40-42. 10 promover el estudio del griego, del árabe y de la astronomía. Según se dice, también introdujo los numerales arábigos en Europa.37 Como nos dice Darlington, el Papa Silvestre II, al crear su esfera armilar, la dividió en 60 grados y no 360, pero posicionó de manera correcta el ecuador terrestre, y de maneras aproximadamente correctas el círculo polar y el trópico de cáncer,38 y la descripción de su construcción por parte de su ayudante Richer nos permite hacernos una idea: He succeeded equally in showing the paths of the planets when they come near or withdraw from the earth. He fashioned first an armillary sphere. He joined the two circles called by the Greeks coluri and by the Latins incidentes because they fell upon each other, and at their extremities he placed the poles. He drew with great art and accuracy, across the colures, five other circles called parallels, which, from one pole to the other, divided the half of the sphere into thirty parts. He put six of these thirty parts of the half-sphere between the pole and the first circle; five between the first and the second; from the second to the third, four; from the third to the fourth, four again; five from the fourth to the fifth; and from the fifth to the pole, six. On these five circles he placed obliquely the circles that the Greeks call loxos or zoe, the Latins obliques or vitalis (the zodiac) because it contained the figures of the animals ascribed to the planets. On the inside of this oblique circle he figured with an extraordinary art the orbits traversed by the planets, whose paths and heights he demonstrated perfectly to his pupils, as well as their respective distances.39 La introducción de la obra de Aristóteles, y su implementación en el modelo según se extendió después del papado de Silvestre II, trajo una mejor comprensión de la Tierra, según los modelos antiguos, al mismo tiempo que se expandió la alfabetización en varios niveles,40 aunque revivió debates sobre la existencia de las antípodas y sobre la habitabilidad de las zonas tórridas y templadas.41 37 Nancy Marie Brown, The Abacus and the Cross. Oscar G. Darlington, “Gerbert, the Teacher”, American Historical Review. 52, n° 3 (1947): 468. 39 Oscar G. Darlington, “Gerbert, the Teacher”, 468-469. 40 Brian Stock, The Implications of Literacy: Written Language and Models of Interpretation in the Eleventh and Twelfth Centuries, (Princeton: Princeton University Press, 1983) 9. 41 Kirsten A. Seaver, Maps, Myths, and Men: The Story of the Vinland Map, (Stanford: Stanford University Press, 2004) 205-208. 38 11 En seguida describiré el modelo según fue sistematizado, y luego entraré a debatir discusiones específicas para mostrar cómo varios intelectuales cuestionaron las ideas, lo cual llevó a la astronomía moderna. C. S. Lewis nos devela el modelo general que se usó en la Edad Media, como una serie de esferas huecas y translucidas y la Tierra esférica en el centro, se mantiene estática. Desde la Tierra, las primeras siete esferas que se contienen mutuamente están dominadas por un astro luminoso comenzando por el menos exterior al más exterior de los siete cielos o esferas, se encontraba primero la luna, mercurio, venus, el sol, marte, júpiter y saturno. La siguiente esfera era llamada el Stellatum, donde están fijas las estrellas cuya posición relativa entre sí nunca cambia, a diferencia de los planetas. Más allá del Stallatum se encuentra el Primum Mobile, el primer móvil, una esfera inferida como aquella que mueve a las otras. Según los antiguos, después del primer móvil, no había nada. Aristóteles en la Física y en la Metafísica, identifico el origen de todo movimiento con el Motor Inmóvil, pero dijo que fuera del primer móvil no había ni tiempo, ni materia ni espacio. Para el modelo medieval, en cambio, el Primum Mobile era solamente la última, y más grande esfera del mundo material. Ningún objeto era más grande en la mentalidad medieval, que la esfera del Primum Mobile, de proporciones asombrosas, difíciles de conceptualizar, en especial si tenemos en cuenta que el tamaño de las estrellas era descrito, en varias ocasiones, como noventa veces más grandes que el sol o la luna, y según El leyendario inglés del sur, una compilación de leyendas populares, si alguien viajara cuarenta millas y un poco más al día, no habría llegado al Stellatum en 8000 años.42 Sin embargo, los medievales no aceptaron que fuera del límite material del mundo no hubiera nada, pues interpretaron que fuera del universo, se encuentra Caelum ipsum, el cielo mismo, donde habita Dios con sus ángeles y con los bienaventurados, llamado también el Empíreo. Dante lo describe así después de pasar los nueve cielos en el Paradiso de su Divina Commedia: che deduce l'ardüa sua matera terminando, con atto e voce di spedito duce ricominciò: “Noi siamo usciti fore 42 C. S. Lewis, The Discarded Image, 96-102. 12 del maggior corpo al ciel ch’e pura luce: luce intellettüal, piena d’amore; amor di vero ben, pien di letizia; letizia che trascende ogne dolzore.43 Donde el mayor cuerpo al que se refiere, es claramente el Primum Mobile ya mencionado, y el cielo de pura luz, luz intelectual, pleno de amor; es el cielo espiritual, más allá de todo firmamento material, donde está Dios. Como nos recuerda C. S. Lewis: para la imaginación, la distancia y la dimensión de nuestro universo, no es de importancia, pues, aunque la distancia radique en diez millones de millas, o mil millones de millas, las sumas pueden ser abstraídas matemáticamente, pero ninguna puede ser imaginada.44 Esto tiene una consecuencia conceptual, según la cual, en la imaginación medieval, el modelo fue valorizado conjuntamente en términos científicos y alegóricos, siguiendo la lectura de la biblia. Así, el universo fue conceptualizado alegóricamente como una esfera perfecta, dividida en nueve esferas concéntricas, siendo el 9 múltiplo de 3, y el 3 está unido claramente a la trinidad en la mente medieval. Además, el modelo requiere ser puesto en movimiento. Debemos recordar lo que dice C. S. Lewis con respecto a la diferencia entre nuestra concepción contemporánea del universo, y la medieval: “The really important difference is that the medieval universe, while unimaginably large, was also unambuously finite.”45 Asi mismo, algunos debates sobre el movimiento del universo, están también articulados alrededor de la discusión de si el universo fue creado ex nihilo, esto es, de la nada o era eterno, como proponía El Filósofo (Aristóteles), y sobre si el mundo es corruptible, significando tanto un estado de decaimiento, como un estado de perpetuo cambio, y por ende, si el movimiento y el orden de los astros se correspondía con la escritura, y dejaría de moverse al final de los tiempos.46 En el modelo fue generalmente aceptado, pero no siempre, que todo movimiento, poder y eficacia, descendía de Dios y en ese sentido, del círculo de máximo nivel de perfección al círculo de menor perfección, pues el movimiento del primer móvil requería menos movimientos Dante Alighieri, La Divina Commedia: Paradiso XXX 35-42, (Milan: Mandadori Libri S.p.A., 2016), 830. “La cual deduce su ardua labor terminada, con gesto y voz de líder dice: ‘Nosotros hemos salido del mayor cuerpo al cielo que es luz pura; luz intelectual, plena de amor; amor del verdadero bien, pleno de dicha; dicha que trasciende toda dulzura.” Mi traducción. 44 C. S. Lewis, The Discarded Image, 98-99. 45 C. S. Lewis, The Discarded Image, 99. 46 Edward Grant, Planets, Stars, and Orbs, 70-95. 43 13 que los de las esferas interiores, aunque en general también, se reconocía una cierta preponderancia al sol sobre otras estrellas y planetas por su luminosidad, su gran tamaño y su importancia para la tierra.47 Así pues, la rotación del Primum Mobile en sentido orienteoccidente, terminando un giro cada 24 horas, causaba que el Stellatum girase, aunque este también ofrecía resistencia, y así el movimiento descendía del primer móvil, a la última esfera móvil, que es la de la luna. Ahora, se conceptualizó que las esferas inferiores giraban de occidente a oriente, en una revolución que toma 36,000 años para completarse, pero que, debido al impulso del primer móvil, los fuerza hacía atrás, de tal manera que su movimiento termina siendo hacia el oeste, pero de una manera lenta, por su impulso de moverse hacia oriente, que como aclara C. S. Lewis, “The reader will no doubt understand that this was no arbitrary fancy, but just such another ‘tool’[…]; an intellectual construction devised to acommodate the phenomena observed”.48 Además de sus movimientos y la mutua influencia entre esferas, se sostenía que los astros podían influir sobre la Tierra y todos sus elementos, así como la luna conjuraba las mareas, así todos los astros influían sobre los humores y los cuatro elementos. Esto fue aceptado en la Edad Media, incluso por la Iglesia. Sin embargo, aunque esto suene a astrología, debemos pensar que la Iglesia no aceptaba las premisas astrológicas, porque a) se usaban tanto como formas de lucro que engañaban, tanto como factor de decisión política; o b) contra la idea de que la influencia astral determinaba las acciones y eventos, de tal manera que anulaba el libre albedrio; y también c) contra la adoración de los planetas, el sol y la luna, en especial siguiendo antiguos ritos. Por ejemplo, Tomás de Aquino, defendía que la influencia de los astros sobre los elementos y, por ende, sobre los cuerpos, era incuestionable como principio natural, y por medio de la influencia sobre los cuerpos humanos los astros podían influir, pero no determinaban, la razón y la voluntad. Así, para el pensamiento medieval, un astro puede generar una inclinación a actuar de una manera, pero el hombre siempre será libre. Sobre la adoración, Alberto Magno, en su Speculum Astronomiæ, da directrices sobre qué está permitido en prácticas agrarias con imágenes planetarias: enterrar en un campo una tabla con el símbolo planetario para atraer su influencia es válido, pero usar la tabla con invocaciones o sufumigaciones no lo es.49 47 C. S. Lewis, The Discarded Image, 102. And Edward Grant, Planets, Stars, and Orbs, 225-227. C. S. Lewis, The Discarded Image, 102-103. 49 C. S. Lewis, The Discarded Image, 102-104. 48 14 Los planetas siguieron siendo llamados por sus nombres clásicos, y se les asignó formas poéticas derivadas de la antigüedad y unas áreas de influencia particular: Saturno, produce plomo en la Tierra, y melancolía en los hombres. Influía sobre los elementos para propiciar calamidades como la peste y la mala suerte, domina ciertamente sobre el año actual. Dante lo relaciona con los contemplativos, y se lo conectaba también con la enfermedad, la debilidad y la vejez. Júpiter, o Jove, producía estaño en la Tierra y jovialidad en los temperamentos, días prósperos y pacíficos. Para Dante los sabios y los príncipes justos se encuentran en su esfera paradisiaca. Marte hace hierro, y produce violencia y resistencia robusta, que se refiere tanto a cuerpos fuertes, como a caracteres obstinados. Así también, influye para que haya guerra y desolación, y en la Divina Comedia se encuentran en esta esfera los mártires. El Sol, a su vez, produce el metal más noble, el oro, y es considerado la mente y el ojo del universo. Influye en los hombres para que sean sabios y generosos, desprendidos de lo terreno. Dante puso en su esfera a los filósofos y teólogos. Produce fortuna en un amplio espectro. Venus convierte en cobre las sustancias terrenas, y en los mortales belleza, enamoramiento y la seducción; y Dante ve en su esfera a los penitentes plenos de amor y entrega; aumenta la probabilidad de que haya eventos alegres o festivos. Mercurio produce azogue o mercurio, como no podría ser de otra manera, y en los temperamentos, no hay demasiada unidad según cada autor le daba una definición distinta: Isidoro lo asocia al comercio, y Dante asigna a los bienaventurados que fueron hombres de acción benéficos a la sociedad esta esfera, y muchos otros intelectuales al estudio, la lectura, o la labor artística; produce fervor. La luna marca el límite entre los cielos translunares, y el sublunar y en la aproximación más aristotélica, entre lo incorruptible y lo corruptible, y, por ende, de la necesidad a la contingencia. Sus rayos producen la plata, su fuerza las mareas, y en los mortales, tanto el deseo de viajar, como el tipo de locura llamado lunatismo; influye en cambios de vida y Dante pone en su esfera a aquellos que tuvieron que dejar la vida conventual por una razón válida. Los planetas influían mediante cambios en el aire, y la conjunción de los astros creaba la pestilencia, tanto en el sentido de un mal olor, como en el de la enfermedad contagiosa. Y muchas enfermedades se atribuían a la conjunción o preponderancia de algunos astros en un momento, por esta razón, cuando un médico medieval no encontraba razones para una 15 enfermedad, la atribuía a las influencias, que en italiano se dice Influenza y de ahí se deriva el nombre de la influenza. Para terminar con el movimiento, cabe aclarar que el sistema se movía como una especie de reloj, con la tierra en el centro, y que la tierra, estática, era la única que carecía de luz en algunos momentos, pues se teorizaba que la luz solar iluminaba la totalidad de los cielos, y según algunos autores, como Isidoro y Dante en el Convivio, las estrellas brillaban en la noche, pues la luz solar que las alcanzaba producía en ellas un reflejo lumínico. Así, los cielos estarían iluminados constantemente, mientras que la tierra se vería oscurecida por su propia sombra cónica, al girar el sol alrededor de ella. El universo medieval no es conceptualizado como el nuestro, como un vacío sin sonido, pues cada planeta, esfera y estrella produce una melodía mientras gira en su respectiva esfera.50 Las esferas celestes no se consideraban hechas de un material solido en sentido estricto, y los elementos presentes en ellas actuaban de manera diferente, haciendo posible el funcionamiento del sistema.51 Ahora, es importante aclarar, que lo que da movimiento al sistema, desde la perspectiva aristotélica, es que el Motor Inmóvil mueve a los entes, como quien es amado, y así, el primer móvil se mueve por amor a Dios desde la perspectiva general medieval, y aquello que ama, debe ser inteligente, por lo cual, se llamó a esos seres Inteligencias, aunque la relación entre la materia y la inteligencia tomó múltiples interpretaciones. Por ejemplo, en el pensamiento escolástico desarrollado en las universidades, se rechazó casi unánimemente que las esferas poseyeran por sí mismas alma, y por ende, inteligencia, y el funcionamiento de estas fue largamente discutido.52 Este modelo, fue el que se discutió en la era de las universidades y catedrales que comenzó después del año mil. Universidades, Relojes, y Traducciones: Antes de avanzar en la época de las universidades hasta el final de esta exposición, es importante traer a colación, que, como las funciones de la astronomía medieval rebasan nuestra moderna interpretación científica, y que los que la practicaban eran filósofos y no científicos en el sentido moderno del término.53 Además, aunque el modelo que se discutió es la versión más clásica, en el norte se preservaron por similar razón las antiguas tradiciones. La razón básica es que la astronomía en la Edad Media no es simplemente una ciencia, sino una Imago mundi, que como define Rudolf 50 C. S. Lewis, The Discarded Image, 104-112. Para la información de los párrafos anteriores. Edward Grant, Planets, Stars, and Orbs, 328-345. 52 C. S. Lewis, The Discarded Image, 113-115. 53 Edward Grant, Planets, Stars, and Orbs, 21. Jacques Le Goff, Los Intelectuales en la Edad Media, (Barcelona: Editorial Gedisa S.A., 1990), 21-23. 51 16 Simek es “ the sum of all our concepts of the physical and spiritual world which allows us to come to terms with all the eternal human questions”,54 así, cuando Ari Þorgilsson escribió Íslendingabók, la más antigua historia de Islandia, hacía 1134, incluyó un capítulo sobre el calendario solar que tenían los islandeses de la Era Vikinga. Era un año de 364 días y se añadía una semana de 7 días cada séptimo año, dando un cálculo aproximado de 36516 días y lo compara con el calendario cristiano.55 Esto es de importancia, pues para dar sentido a la realidad, no se ignoraban los conocimientos antiguos, ni sus tradiciones, sino que se intentaba incorporar aquello que se considerara de valor. En el norte se preservó la mitóloga germánica, como se mencionó al principio, no tanto por su valor astronómico, aunque se han propuesto interpretaciones astromitológicas,56 si no por su uso literario, histórico y posiblemente escatológico.57 Así, pues, para poner de ejemplo a los islandeses del siglo XII, estos adoptaron el conocimiento producido en el resto del mundo, mostrando una clara preferencia por el quadrivium, y produciendo textos que excedían el conocimiento geográfico, que como se reconoce está relacionado con la astronomía, y también produciendo un surplus en temas mitológicos.58 Pero, para volver al tema general, es importante entender que, hacia finales del siglo XI y a principios del siglo XII, se comenzaron a introducir los textos de origen árabe, y sus traducciones del griego, incluyendo los textos de Aristóteles. En especial, son dignos de mención los esfuerzos de Gerardo de Cremona, para traducir del árabe al latín, y Guillermo de Moerbeke, que tradujo del griego al latín las obras de Aristóteles, entre otras. El hecho de que se tradujeran las obras trajo nuevas preguntas y discusiones, ayudó a consolidar las universidades y los currículos, y comenzó el desarrollo del pensamiento científico; pues sin las discusiones y el cuerpo teórico, los pensadores de los siglos XVI y XVII, habrían tenido poco que pensar y reflexionar. El género clásico de discusión filosófica en el contexto escolástico era Rudolf Simek, “The Medieval Icelandic World View and The Theory of The Two Cultures”, Gripla: Nordic Civilization in The Medieval World. XX (2009): 183. 55 Ari hinn fróði Þorgilsson, Íslendingabók, ed. Jakob Benediktsson, Íslenzk fornrit vol. 1, (Reykjavík: Hið íslenzka fornritafélag, 1986), 9-11. 56 Gísli Sigurðsson, “Snorri’s Edda: The Sky Described in Mythological Terms”, in Nordic Mythologies: Interpretations, Intersections, and Institutions, ed. Timothy R. Tangherlini. (Los Angeles: North Pinehurst Press, 2004) 184-198. Johnni Langer, “The Wolf’s Jaw: an Astronomical Interpretation of Ragnarök”, ARCHEOASTRONOMY AND ANCIENT TACHNOLOGIES. 6, n° 1 (2018): 1-20. 57 Rudolf Simek, “The Medieval Icelandic World View and The Theory of The Two Cultures”, 191-193. Robert Bartlett. “From Paganism to Christianity in Medieval Europe.” in Christianization and the Rise of Christian Monarchy: Scandinavia, Central Europe an Rus’ c. 900−1200. Ed. Nora Berend. (Cambridge: Cambridge University Press, 2007) 64. Gabriel Turville-Petre, Myth and Religion of the North, (Westport: Greenwood Press, 1975), 264. 58 Rudolf Simek, “The Medieval Icelandic World View and The Theory of The Two Cultures”, 183-196. 54 17 la questio que consistía en desarrollar temas mediante preguntas y respuestas, donde se recapitulan las posiciones de otros autores alrededor de una cuestión, y se presenta la posición propia y argumentos a favor y en contra.59 De las escuelas (Schola) episcopales y catedralicias, nació, en el siglo XI, la universidad. Las escuelas admitían estudiantes que no iban a convertirse en clérigos, lo cual también aumentaba las demandas de la enseñanza, pues implicaba que se educara en asuntos más amplios que aquellos que servían para motivos religiosos. El fundamento de las nacientes universidades era el debate intelectual y en muchos casos la enseñanza se basada en discutir un texto y argumentar a favor y en contra de alguna postura. Por ello, la enseñanza del Trivium fue complementada con el Órganon de Aristóteles, que permitía incorporar la lógica a estas tres disciplinas.60 El desarrollo de las catedrales y las universidades también permitió el desarrollo de otro campo, que unió tanto la arquitectura, la lectura, la medicina y la astronomía. El abad Suger diseño entre 1140 y 1144, la primera catedral, buscando, mediante el estudio de los textos del Pseudo-Dionisio, expresar la realidad divina mediante la luz. Esto requirió un gran trabajo intelectual y matemático, como un mayor énfasis en el aspecto visual que en auditivo. Asi mismo, los textos de Alhazen llegaron en ese siglo por medio de una traducción. La óptica de Alhazen, proponía que, contrario a la teoría de Ptolomeo, no es el ojo el que emite una luz, si no que el sol, emitía una luz y que el ojo, por una membrana transparente, hacia una impresión de cámara oscura en el ojo, y el cerebro reconocía el mensaje visual. Otro aspecto de gran importancia, como dice Brian Stock, es que el interés por lo visual y lo que la mente percibe, trajo un nuevo interés por el sentido del tiempo, pues se quería mayor exactitud. Esto está acompañado de la invención del reloj mecánico con foliote y Escape de Varilla hacía 1270, aunque antecedido por desarrollos mecánicos de cuenta del tiempo desde el siglo noveno, así, la relación entre los eventos y los hombres, se hizo menos subjetiva, al tener un sistema temporal ajeno a ambos pero que mediaba la relación entre sucesos y experiencia.61 En las universidades, en especial en la Universidad de París, hacía finales del siglo XIII desde el 1270 y a lo largo del siglo XIV, se matizó y criticó la obra de Aristóteles y a las interpretaciones escolásticas de los siglos anteriores, que intentaron armonizar Aristóteles con la fe cristiana. En este contexto, Juan de Sacrobosco (Holywood) escribió el manual de astronomía más importante de los próximos cuatro siglos, entre 1244 y 1256, llamado Tractatus 59 Edward Grant, Planets, Stars, and Orbs, 12-14, 23-24. Watson, Ideas, 574-577. 61 Stock, The Implications of Literacy, 82-86. 60 18 de sphera; en él hizo un compendio del conocimiento y describió el funcionamiento del universo.62 Jean Buridan (c.1300-1359-62), en su obra Questions on De caelo, se alejó y criticó filosóficamente algunos conceptos de Aristóteles.63 Grant, un historiador de la ciencia nos dice que “By its very nature, the questio form encouraged differences of opinion. It was a good vehicle for dispute and argumentation, Medieval scholastics were trained to dispute and therefore often disagreed among themselves. In almost all questions, there were at least two, and often more, previously distinguished positions.”64 Aunque él mismo reconoce que la mayoría de los intelectuales intentaron reconciliar sus conclusiones con las de Aristóteles. Buridan, en una obra de cuestiones a la Física de Aristóteles, aplicó una teoría que había desarrollado para explicar el movimiento de proyectiles sobre el ímpetu. Con esto quería decir fuerza impresa a los objetos por la cual producen movimiento, a los objetos celestes, implicando que una fuerza impresa a los objetos celestes, al no encontrar resistencia, les habría permitido mantenerse en movimiento por virtud del ímpetu original. Aunque su obra pasó virtualmente desapercibida, Alberto de Sajonia, que conocía su obra, expuso su teoría del ímpetu a su vez, en su comentario a la Física. Al exponer su teoría, Buridan primero explica que la biblia no menciona nunca inteligencias que den movimiento a los astros ni a las esferas; por eso, él se sentía libre de intentar explicar el movimiento del firmamento sin ellas65 y proponía lo siguiente: God, when He created the world, moved each of the celestial orbs as He pleased, and in moving them He impressed in them impetuses which moved them without his having to move them any more except by the method of general influence whereby He concurs as a co-agent in all things which take place… And these impetuses which He impressed in the celestial bodies were not decreased nor corrupted afterwards, because there was no inclination of the celestial bodies for other movements. Nor was there resistance which would be corruptive or repressive of that impetus.66 Buridan, Nicolas de Oresme (c.1320-1382) y Alberto de Sajonia (c.1320-1390), también cuestionaron que la Tierra estaba estática. Jean Buridan, al notar que la diferencia entre las densidades de los objetos la gravedad los atraía al centro de la Tierra, de maneras distintas, 62 Grant, Planets, Stars, and Orbs, 33-34. Grant, Planets, Stars, and Orbs, 25-26. 64 Grant, Planets, Stars, and Orbs, 26. 65 Grant, Planets, Stars, and Orbs, 548-550. 66 Grant, Planets, Stars, and Orbs, 548. 63 19 conjeturó que el centro de la Tierra no podía ser el centro exacto del universo, y por eso conjeturó que, con el movimiento geológico de los elementos terrestres, se movía también el centro de gravedad terrestre, “As a consecuence, the earth is mobile, because with each shift of its center of gravity, the whole earth undergoes a small rectilinear motion as the new center of gravity seeks to coincide with the geometric center of the universe.”67 Por otro lado, al retomar la mención que hace Tomás de Aquino del comentario de Simplicio, de que el análisis del movimiento no cambia en exceso si se acepta un firmamento estático y una tierra que rota sobre su propio eje, Buridan se da cuenta de que entonces, el movimiento de los planetas también estaría implícito. Para demostrar que esto es posible, compara la visión de una persona en un barco en movimiento, que ve un barco estático como si se moviera y concluye, que esta es la explicación más convincente, pues requiere menos movimientos por parte del firmamento para explicar todo. Sin embargo, decide optar por refutar sus propios argumentos, pues al no conocer de qué sustancia están compuestos los otros planetas, piensa que están hechos de materiales menos densos y que la tierra, en cambio, está compuesta de materiales que requerirían más ímpetu para mantenerla en rotación constante.68 Para terminar, es menester hablar de Richard de Wallingford (1292-1336). El astrolabio llegó a Europa a través de los árabes en el siglo XI e influyó en la manera de medir los astros y su posición. Richard de Wallingford, que era hijo de un herrero y, por ser reconocido su talento, fue educado en Oxford, donde descubrió su vocación, y terminó siendo abad de la gran abadía de San Alban. Allá, desde 1327 hasta 1336, intentando resolver el problema de la manera de calcular las fechas, los movimientos de los astros y la hora de manera que se pudiera predecir en un instante exacto del día donde se encuentra un astro, unió su conocimiento de astronomía, matemática y horología. Así, desarrolló un reloj astronómico que, sin duda, era el mecanismo más complejo que existía en su época. No solo daba la hora y el minuto, sino que detallaba el movimiento del sol y la luna, e indicaba el movimiento de algunos planetas junto a la marea. Murió de lepra que había contraído en su viaje a Aviñón en 1226 al ser nombrado Abad.69 Como dice Michael Shank, el desarrollo de la universidad como institución y la posibilidad de que cualquiera estudiara en una permitió que el conocimiento no se viera cerrado en una elite muy pequeña, como había sucedido en la antigüedad, y, además, adopción por parte del cristianismo de conocimientos, disciplinas y tradiciones externas a su origen cultural, 67 Grant, Planets, Stars, and Orbs, 622-625, quote from 624. Grant, Planets, Stars, and Orbs, 638-642. 69 John North, God’s Clockmaker: Richard of Wallingford and the Invention of Time, (London: Hamble and London, 2005). 68 20 permitió el desarrollo de la ciencia moderna.70 Además, la invención del reloj astronómico permitió la conceptualización de tecnologías como solución a problemas astronómicos. Conclusiones: Evidentemente, la astronomía a lo largo de la Edad Media fue heredera de la antigüedad clásica, y de los árabes más tarde. Sin embargo, como es evidente a lo largo de esta presentación, desde la obra de Beda hasta finales de la Edad Media, los medievales no solo fueron depositarios de una tradición, si no que fueron capaces de mejorar y refinar aquello que les llegaba. Aunque no fueron mencionados directamente en esta presentación, los problemas que presentaba conseguir textos fue una circunstancia que no impidió que se mantuviera el conocimiento, pero que si ralentizó la divulgación en algunos casos. Quiero dejar en constancia que la discusión y la innovación fueron temas de importancia para el pensamiento medieval, y que la preservación de las antiguas tradiciones les permitió una ampliación de sus bases epistemológicas, logrando así que, según lo expresa Peter Watson, para el siglo XII Europa entrara en una “bisagra” que le permitiría tomar la delantera y rebasar culturalmente al resto de civilizaciones en los próximos siglos.71 Michael H.. Shank, “That There Was no Scientific Activity Between Greek Antiquity and The Scientific Revolution.” in Newton’s Apple and Other Myths about Science, ed. Ronald L. Numbers and Kostas Kampourakis. (Cambridge Massachusetts: Harvard University Press, 2015), 15. 71 Watson, Ideas, 503-529. 70 21