INFO R M E
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos
(2013-2022)
Investigadores:
Carlos Aponte Blank
Lissette González
Pilar Desirée González
Agosto
2023
El declive del Estado Social en
Venezuela y su incidencia en los
derechos humanos (2013-2022)
ISBN: XXX
Deposito Legal: XXX
Hecho el depósito que indica la ley
Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA)
Boulevard Panteón, Puente Trinidad a Tienda Honda.
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Rif. J-00309122-7
El contenido de esta obra puede ser citado y difundido por cualquier medio.
Agradecemos citar la fuente
Contenido
Resumen ejecutivo ................................................................... 6
Introducción .............................................................................. 8
EL ESTADO SOCIAL EN AMÉRICA LATINA:
UNA BREVE REVISIÓN CONCEPTUAL .......................... 10
EL CONTEXTO DEL DECLIVE
DEL ESTADO SOCIAL EN VENEZUELA ................. 15
La incidencia de las sanciones colectivas
en la debacle venezolana............................................... 20
EL DECLIVE EXTREMO DEL ESTADO SOCIAL
DURANTE EL GOBIERNO DE MADURO (2013-2021):
una exploración sobre la involución histórica
del Gasto Público Social. ....................................................... 24
El Gasto Social del Sector Público entre 2004 y 2021 28
Indicios analíticos de interés sobre el GPS
en la Ley de Presupuesto del 2022............................... 34
La dimensión y variación de los egresos sociales. .... 36
ESTADO SOCIAL Y DERECHOS HUMANOS ................. 41
Consideraciones finales ......................................................... 46
Referencias bibliográficas .................................................... 50
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Resumen ejecutivo
El retroceso venezolano ha repercutido en lamentables resultados
económicos y sociales como la Emergencia Humanitaria Compleja
instaurada en el país desde el 2015, caracterizada por la involución
del Estado Social, entre otros aspectos.
En ese sentido, la pérdida de capacidad estatal es observable en
diversos ámbitos: situación de la infraestructura básica, vialidad,
funcionamiento del sistema de justicia, entre otros. Pero donde
más claramente se ve el deterioro es en el área social. Actualmente
Venezuela cuenta con un Estado social extraordinariamente
menguado, hiperinformalizado, con una presencia bastante
nebulosa producto de la precariedad en su infraestructura,
insumos, presupuestos, remuneraciones, así como en la
decreciente cantidad y capacidad técnica del personal.
En un marco de colapso económico y de descenso del ingreso
petrolero, junto con el declive del Estado social, se produce un
empobrecimiento masivo y se forma la EHC que se expresa en
la abrumadora caída de indicadores claves de salud, nutrición y
hasta en la esperanza de vida.
En este texto comenzaremos por presentar la definición de Estado
Social y su revisión conceptual. En segundo lugar, abordaremos el
contexto económico y petrolero desde 2013, en el que trataremos
puntualmente sobre la incidencia de las sanciones económicas
generales. Luego, trataremos sobre el declive del Estado social en
Venezuela mediante una exploración centrada en el derrumbe del
Gasto Público Social.
El trabajo continúa con una panorámica sobre los derechos
humanos en el marco de la precariedad del Estado social
6
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
y de su grave contexto. Por último, cerraremos con
unas consideraciones finales en las que incluimos unas
recomendaciones para la acción pública.
Con base en lo anterior, se propone que el Estado venezolano
debe basar el diseño de las políticas sociales en una perspectiva
más amplia orientada al desarrollo, rendición de cuentas y
políticas públicas enfocadas en derechos humanos, como algunos
elementos transversales que incida en el mejoramiento de las
condiciones y calidad de vida de la población.
7
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Introducción
En este trabajo caracterizaremos sucintamente el declive
extremo que sufrió el Estado social venezolano en la última
década. Se trata de una involución que no tiene precedentes
en la historia del Estado Social en América Latina, historia
que se inició a principios del siglo XX en algunos países de la
región. El extraordinario retroceso venezolano ha repercutido
en lamentables resultados económicos-sociales como la
Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) instaurada en el
país desde el 2015 en adelante.
La EHC se caracteriza porque no ha sido originada por
ninguna guerra ni por alguna catástrofe natural. Es producto
del deterioro e incapacidad político-institucional de un
régimen que dilapidó gran parte de la pasajera fortuna
generada por el inmenso caudal de recursos provenientes
del petróleo sobre todo entre los años 2004 al 2014. Es un
caso de destrucción económico-social excepcional, en el
sentido estricto de la palabra. Y es bueno anticipar, aunque
lo volveremos a abordar en el texto, que la EHC precede con
mucho a las polémicas sanciones económicas generales en
materia financiera y comercial adoptadas por los Estados
Unidos, cuyas repercusiones más graves se producen
básicamente a partir de inicios del 2019.
La pérdida de capacidad estatal es observable en diversos
ámbitos: situación de la infraestructura básica, vialidad,
funcionamiento del sistema de justicia, entre otros. Pero
donde más claramente se ve el deterioro es en el área
social. Actualmente Venezuela cuenta con un Estado social
extraordinariamente menguado, hiperinformalizado,
con una presencia bastante nebulosa producto de la
precariedad en su infraestructura, insumos, presupuestos,
remuneraciones, así como en la decreciente cantidad y
capacidad técnica del personal.
8
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
En un marco de colapso económico y de descenso del ingreso
petrolero, junto con el declive del Estado social, se produce un
empobrecimiento masivo y se forma la EHC que se expresa en
la abrumadora caída de indicadores claves de salud, nutrición
y hasta en la esperanza de vida.
En este texto comenzaremos por presentar la definición
de Estado Social y su caracterización en el marco
latinoamericano. En segundo lugar, abordaremos el contexto
económico y petrolero desde 2013, en el que trataremos
puntualmente sobre la incidencia de las sanciones económicas
generales. Luego, trataremos sobre el declive del Estado
social en Venezuela mediante una exploración centrada en el
derrumbe del Gasto Público Social.
El trabajo continúa con una panorámica sobre los derechos
humanos en el marco de la precariedad del Estado social
y de su grave contexto. Por último, cerraremos con
unas consideraciones finales en las que incluimos unas
recomendaciones para la acción pública.
9
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
1. EL ESTADO SOCIAL EN AMÉRICA LATINA:
UNA BREVE REVISIÓN CONCEPTUAL.
El Estado social en este trabajo es concebido como un subsistema institucional estatal destinado a desarrollar la política
social. La política social (que es pública, pero no siempre
solamente estatal) provee bienes y servicios prioritaria y
directamente orientados a mejorar las condiciones sociales
y socio-económicas de vida de la población o de grupos
significativos de esta.
Esta definición del Estado social, que la combina estrechamente
con la de política social, implica que ese sub-conjunto estatal se
forma cuando esta política ha cobrado relevancia en la acción
del Estado, superando un umbral básico (que se acuerde para
el análisis) dentro de su gestión organizacional, jurídica, fiscal/
financiera e ideológico-comunicacional
Hay que destacar que la política social no debe ser entendida
como cualquier política hacia la sociedad (esto correspondería
a la idea general de política pública), sino como uno de los
tipos de políticas públicas y, especialmente, en este análisis,
como uno de los tipos de políticas estatales. La política social
se diferencia de otros tipos de política del Estado como las
de: economía; infraestructura general; defensa; seguridad
personal; administración de justicia; relaciones exteriores;
ambiente: por citar algunas de las relevantes1.
1.
10
Los párrafos anteriores retoman ideas de Aponte Blank, C. (2012). ¿Estado social o Estado de Bienestar en América Latina?. en http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ac/article/view/3341/3194
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
A partir de lo propuesto por Andrenacci y Repetto (2006)6 nos
hemos inclinado por identificar y clasificar a la política social
en 3 áreas principales:
Cuadro 1:
Las tres áreas de la política social
Sectorial
Selectiva
Inter-sectorial
Destacan tradicionalmente:
educación; salud y
nutrición; seguridad social;
y vivienda, desarrollo
urbano y servicios
conexos.
Orientada hacia la
población en pobreza
y otros grupos
específicos vulnerables
o discriminados como:
mujeres; sectores
etarios (niños; jóvenes
y personas mayores);
población indígena y otros
grupos etno-culturales
“minoritarios”; población
LGBTI; personas con
discapacidad; entre otros.
Área en la que, además
de campos como el socioambiental o el socioinfraestructural, resalta
el socio-económico. Esta
esfera incluye, junto
con las regulaciones de
las relaciones laborales,
las políticas activas de
empleo, de ingreso y de
“economía social”.
Fuente: Aponte Blank, C. (2012 y 2018).
Desde una perspectiva histórica general, tiende a considerarse
que puede hablarse de Estado social -en algunos paísesespecialmente desde fines del siglo XIX, cuando se formaron
las primeras iniciativas de importancia en el campo de la
seguridad social, complementando las acciones educativas y
de sanidad y asistencia social (más o menos extendidas) que
generalmente les precedían en esos casos.
Es importante subrayar que el Estado social, según la
visión antes propuesta, no significa lo mismo que lo que
se ha designado tradicionalmente como Estado social de
derecho. Obviamente, este último es un Estado de derecho
que se caracterizó por legitimar la intervención del Estado
2.
11
Andrenacci, L. y Repetto, F. (2006) Universalismo, ciudadanía y Estado en la política social latinoamericana en https://planificacionsocialunsj.files.wordpress.com/2011/09/andrenacci-repetto-un-camino-para-reducir-la-desigualdad.pdf
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
en diversas áreas de acción pública y, especialmente, en las
esferas (de la política) económica y (de la política) social.
En cambio, el Estado social lo concebimos como un Estado
de hecho referido solamente a lo social, en tanto que una
esfera delimitada y diferenciada dentro de la acción estatal: la
relativa a la política social. Y, más allá de esto, es fundamental
considerar que un Estado de derecho puede postular y
prever unos muy variados derechos socio-económicos; pero
ellos pueden ser cumplidos muy parcial o insuficientemente
en la realidad. Por esto, entre otras razones, es siempre
fundamental contrastarlo con la situación y el Estado social de
hecho que es el que privilegiaremos en nuestro análisis.
Por otra parte, hay que advertir sobre otra diferenciación
conceptual: El Estado social, tal y como lo concebimos en
este texto, no es necesariamente un Estado de bienestar; y,
en caso de serlo, puede ser conveniente adjetivarlo como
un Estado social de bienestar. Esto merece una explicación
complementaria.
Siguiendo a diversos autores, consideramos que lo que
se acostumbra designar como el Estado de bienestar fue
surgiendo, especialmente a partir de la 2ª postguerra mundial,
en una parte de los países “occidentales” más desarrollados
del mundo en los que generalmente se fue creando un
régimen de bienestar económico-social, que le sirvió como
contexto. Pero hasta ahora, ningún país latinoamericano cubre
las características de ese tipo de Estado3.
En América Latina se han propuesto diversas
caracterizaciones y tipologías sobre los Estados sociales que
hemos tenido desde los años veinte del siglo XX, en las que
ha ido cobrando un papel central en años recientes el debate
sobre el universalismo, sus alcances y perspectivas en la
región. Para los propósitos de este análisis se parte de una
3.
12
Los párrafos anteriores retoman ideas de Aponte Blank, C. (2018). El Estado de Bienestar: ¿alternativa de desarrollo futuro o modelo en vías de extinción?. En https://www.researchgate.net/publication/330220714_El_Estado_de_bienestar_alternativa_del_desarrollo_futuro_o_modelo_en_vias_de_
extincion
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
clasificación en 4 tipos de Estado social (extenso; intermedioalto; intermedio-bajo; y, limitado) que se estructuran
mediante la comparación entre agrupamientos de los países,
según la combinación diferenciada de valores del IDH y de
otros indicadores claves de salud, educación y pensiones.
En el Cuadro 2 se exponen valores de esos indicadores
cercanos al año 2015 y Venezuela, si bien estaba comenzando
su deterioro económico-social, aún podía situarse entre los
países de tipo intermedio-alto.
Cuadro 2:
América Latina (18 países): Indicadores socioeconómicos seleccionados y
promedios por tipos de Estado social (cerca del año 2015)
Fuente: Aponte Blank, C., 2018.
13
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
En la actualidad, en medio de la opacidad de datos oficiales,
con la que el régimen político intenta evitar la comparación
de los registros oficiales del país con los de otras naciones, los
valores que registra Venezuela en casi todos estos indicadores
presentan unas involuciones inéditas en América Latina, hasta
el punto de que mientras esta nación parecía -para los años
2010/12- poder encaminarse, en medio de las ilusiones de la
bonanza petrolera, hacia el tipo de países con un Estado social
extenso, ha pasado luego a ser el único país latinoamericano
o caribeño que, de acuerdo con la información disponible, ha
retrocedido no solamente de un sub-tipo de Estado social (el
intermedio-alto) al inmediatamente inferior, sino hasta el más
limitado en cuanto a los indicadores que lo integran.
14
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
El contexto del declive del estado social en venezuela
Desde el año 2013 hasta el 2021 fue un período caracterizado
por el declive en los ámbitos económico, social, político
y humano del país, manifestándose en una regresión
impactante de la gran mayoría de los indicadores, entre
ellos los económicos y petroleros, tal como se refleja en los
siguientes cuadros:
CUADRO 3:
VENEZUELA. REFERENCIAS MACRO-ECONÓMICAS Y
FISCALES SELECCIONADAS: 2012-2021.
PIB REAL
AÑO
INFLACIÓN
2012
Índice PIB
2012=100
GASTO TOTAL DEL SECTOR
PÚBLICO (GTSP)
BALANCE FISCAL
Como %
del PIB
% Déficit
en Bs. de
1997
Índice
GTSP
2012=100
Tasa %
anual
100
40,3%
247479
100
-10,4
20,1
2013
622339
101,4
39,7%
247069
99,8
-11,3
56,2
2014
598103
97,4
50,1%
299650
121,1
-15,6
68,5
2015
560892
91,3
30,3%
169950
68,7
-10,7
180,9
2016
465314
75,8
25,2%
117259
47,4
-10,8
274,4
2017
392393
63,9
37,7%
147932
59,8
-23,0
862,6
2018
315400
51,4
37,3%
117644
47,5
-31,0
130.060,2
2019 (p)*
218572
35,6
20,1%
43933
17,8
-10,0
9.585,5
2020 (p)*
157153
25,6
14,65%
23023
9,3
-5,0
2.958,8
2021(p)*
165640
27,0
18,9%
31306
12,6
-4,5
686,4
Fuentes:
PIB real: para 2012-18: BCV, 2022; y para 2019-21, tasa de crecimiento anual del PIB: IIES-UCAB, 2022 (Cálculos propios).
GTSP como % del PIB: para 2012-17: FMI, 2021 y 2022; para 2018-2020: promedio de porcentajes anuales de FMI, 2022 e IIES-UCAB, 20224.
Para 2021, IIES-UCAB, 2022. (Cálculos propios)
Déficit fiscal: FMI, 2021 y 2022.
Tasa anual de inflación, para 2012-21, BCV, 2022.
4.
15
El FMI (2022) estima que el Gasto total del Sector Público es en 2018, 2019 y 2020: 48,4%; 21,4% y
10,9% del PIB. Para esos años el IIES-UCAB (2022) estima que esos porcentajes son: 26,2%; 18,8% y
18,4%. Optamos por promediar esos porcentajes para esos años.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Cuadro 4:
PETRÓLEO VENEZOLANO:
Promedio de producción diaria (barriles) y precio promedio anual (en US$ por barril) durante las
gestiones entre los años 1999-2022 y en años antecedentes seleccionados (entre 1970 y 1998)
AÑO
Precio US$
(por barril)
Producción
(barriles/día)
NOTAS
1970
1,84
3.700.800
Máxima producción nacional (hasta entonces: h/e). Inicia la década
1973
3,71
3.366.000
Máximo precio de la historia (h/e). Inicia la 1ª bonanza de precios.
1974
10,53
2.976.300
Sigue alza histórica del precio. Tendencia a la baja de producción
1976
11,15
2.294.401
Año de la nacionalización petrolera. Sigue baja de producción.
1981
29,71
2.108.300
Máximo precio histórico (h/e). Producción bastante estancada.
1986
12,82
1.648.500
Mínimo precio desde 1978. Cae la producción desde 1981.
1990
20,33
2.135.200
Recuperación del precio y producción. Inicio de Gran Viraje (CAP 2).
1994
13,23
2.369.900
Mínimo precio desde 1986 (h/e.). Alza de producción desde 1989.
1996
18,39
2.381.000
Máximo precio con Caldera 2. Inicios de Agenda Venezuela.
1998
10,57
3.120.000
Mínimo precio y máxima producción, desde 1974.
1999
16,04
2.800.400
Inicio de gestiones presidenciales de Chávez
2000
25,91
2.891.000
Máximo precio desde 1982.
2001
20,25
2.791.904
2002
21,99
2.782.000
2003
23,29
2.643.000
Referencia post-intento de golpe y paro “nacional” (en 2002/03).
2004
32,58
3.009.400
Máximo precio de la historia (h/e). Inicia 2ª bonanza de precios.
2005
45,74
3.066.800
Máxima producción con gestiones chavistas.
2006
55,21
3.035.600
Sigue alza de precios y comienza caída leve de producción.
2007
64,74
2.981.923
2008
86,49
2.957.536
Primer máximo histórico de precios de la 2ª bonanza
2009
57,01
2.878.060
Caída de precios, aunque superan los de 2006 (máximos, h/e)
2010
72,18
2.853.638
Recuperación de precios que superan los del 2007
2011
100,11
2.880.907
2012
103,42
2.803.930
2013
98,08
2.789.486
2014
88,42
2.682.633
Los de 2014 son los precios históricos máximos salvo 2011 a 2013
2015
44,65
2.653.871
Caída de precios y producción a valores menores al 2005
2016
35,15
2.372.503
Sigue caída de precios y producción: casi 300 mil menos desde 2015
2017
46,66
2.034.802
Sube precio, pero cae producción: casi 700 mil 2014-17. Sin sanciones
2018
61,41
1.516.000
Sube precios, pero cae producción en 500 mil desde 2017.
2019
56,7
792.000
Cae algo el precio y, con más sanciones, 700 mil barriles menos.
2020
28,12
498.000
Mínimo valor del barril desde 2003 y cae producción hasta 1943.
2021
51,45
554.000
Sube el precio y leve mejora productiva, desde el foso del 2020.
2022
76,96
685.583
Mayores precios mundiales desde 2014; leve aumento, pero sigue una
baja producción en medio de las sanciones.
Máximo histórico de precios de la 2ª bonanza. Reinicia baja de prod.
FUENTES:
Precio: para 1970-96: Baptista (2011, 117-121); para 1997-2014 (MINPET-PODE para 2006,2009 y 2014); para 2015-22: prensa digital (Economía
hoy, Tal Cual y otros).
Producción: para 1970-2019: Baptista y OPEP en Economía hoy. Digital (2020-22).
16
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Ante el desafío del desarrollo, la experiencia venezolana
muestra buena parte de los riesgos que plantea una
vulnerabilidad extrema a la volatilidad de los precios del
petróleo en el mercado internacional (en tanto que nación
petrolera), las repercusiones de una marcada incapacidad
para adoptar las reformas macro-económicas obvias que
han asumido –con la excepción de la fluctuante Argentinatodos los demás países latinoamericanos y, sobre todo en
lo que va de este siglo, las repercusiones de un estatismo
particularmente obsoleto e incoherente, que un activo
estimulador de las importaciones.
Venezuela fue el país latinoamericano de mayor crecimiento
económico entre los años veinte y sesenta del siglo pasado.
Para los años setenta destacaba favorablemente en América
Latina por muchos de sus indicadores de salud. Y también fue
comparativamente notable el avance educativo que tuvo en
los años sesenta y setenta. Pero, desde fines de los setenta el
país entró en una crisis de su modelo rentista-intervencionista
de desarrollo, crisis que -en medio de fluctuaciones- no
logró superar y que ha concluido en la debacle social que se
ha producido, la peor que conozca la experiencia histórica
latinoamericana, al menos desde inicios del siglo XX.
Para 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder, la economía
venezolana (su PIB real por habitante) había decrecido
significativamente con respecto a su nivel en 1976-77, años
en los que había alcanzado su máximo valor histórico.
Había pues una muy crisis que, además, se expresaba
contundentemente en la gran porción de población nacional
en situación de pobreza.
Posteriormente, a pesar de la inmensa abundancia de
recursos que proporcionó la bonanza petrolera entre
2004 y 2014, durante la gestión de Chávez (1999-2012)
el PIB real por habitante apenas creció en un 1% anual,
lo que constituyó uno de los tres peores desempeños
latinoamericanos para esos años, tratándose en estos dos
otros casos de Nicaragua y Haití5.
5.
17
Ver Banco Mundial (2023) en https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.PCAP.KD?locations=ZJ
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Sin embargo, a pesar de la bonanza, ese pobrísimo
resultado económico se produjo en medio de un acelerado
endeudamiento y de un marcado déficit fiscal que repercutió
en la gestión pública del 2013-2014, aunque hay que advertir
que todavía para estos años persistían los altos precios
petroleros, cuyo máximo nivel se alcanzó en el 2011-12; pero
hasta el 2014 seguían en valores muy altos como puede verse
en el Cuadro 4.
La importante reducción de la pobreza según ingreso que se
produjo en Venezuela entre el 2004 y el 2008, fue un reflejo
indirecto de la pasajera bonanza petrolera y no puede asociarse
de forma directa a los programas sociales implementados en
esa época6. Pero, después de alcanzar su nivel mínimo en el
2008-2009, la pobreza se mantuvo en un porcentaje parecido
en los años siguientes y, luego, empezó su crecimiento
desde el 2013, aumento que se desbordó desde el 2015, con
repercusiones sociales extraordinariamente negativas.
Se suponía que el gobierno de Chávez promovería un proyecto
en favor de la población en pobreza. Sin embargo, todas las
mediciones creíbles indican que desde el 2016 se han alcanzado
los mayores niveles de pobreza (como lo ilustra la Encuesta
Nacional de Condiciones de Vida -ENCOVI- y el informe La
pobreza en la Venezuela del siglo XXI de PROVEA7), que se
hayan podido medir en el país desde que se iniciaron en los
años 70s los ensayos para estimar ese fenómeno.
La expansión masiva de la pobreza y de la pobreza extrema,
así como el deterioro de muchos de los indicadores sociales
básicos, explican la migración masiva de más de 6 millones de
ciudadanos, desde un país caracterizado en el siglo XX por ser
un receptor de inmigrantes.
Un proyecto político que se supuso se destinaba a fortalecer al
Estado social ha derivado en su decadencia, en una regresión
histórica que en muchas de sus características nos retrotrae al
limitado Estado social de hace más de medio siglo, antes de
que iniciáramos nuestra experiencia democrática.
6.
7.
18
Ponce, María Gabriela y González, Lissette (2016). Pobreza y gasto social en la Venezuela de la
Revolución Bolivariana, Caracas: CEDICE. Disponible en: https://cedice.org.ve/observatoriogp/portfolio-items/investigacion-4-pobreza-y-el-gasto-social-en-venezuela/.
Provea: La pobreza en la Venezuela del Siglo XXI. Aproximación a un estudio [en línea] https://provea.org/
actualidad/la-pobreza-en-la-venezuela-del-siglo-xxi-aproximacion-a-un-estudio/ Consulta del 30.03.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Como podrá verse en el Gráfico 1, el Gasto Público Social real
por habitante ya se situó en 2016/18 –hasta donde la limitada
información permite estimarlo- en los niveles que tenía a
fines del siglo XX/ inicios del siglo XXI, aunque estas son
unas finanzas públicas que en años recientes deben atender a
unos 4 millones o más de pensionados (y no a centenares de
miles, como en aquellos años) y que para el 2018 debían servir
para remunerar a casi el doble de trabajadores públicos que
en 2004. Luego, desde 2019, el Gasto Público Social real por
habitante se ha hundido en un foso que remite ese indicador
a cifras del pasado pre-democrático del país, con las graves
consecuencias sociales que ello comporta.
La situación de salud y nutrición constituye el núcleo más
ilustrativo del drama de la EHC que sufre Venezuela. Pero,
también, campos en los que hubo avances cuantitativos
durante los años de gestión de Chávez, como en la
matriculación educativa, muestran desde el 2013 un
estancamiento general y una tendencial reversión, sobre todo
en educación universitaria y media8.
El aumento de la cobertura de las pensiones de vejez, que fue
otro de los logros registrables durante la gestión de Chávez
(1999-2012) ha pasado a deteriorarse de un modo sustancial
por la desvinculación del monto de la pensión con respecto al
valor de la Canasta Alimentaria (marcador de pobreza extrema
según ingresos) que era el referente para calcularla desde
fines de los 90s. Pero, si las pensiones de vejez contributivas
venezolanas ya estaban entre las que tenían el valor más bajo
en América Latina hacia el 2013-149, ahora solo pueden ser
comparables con las ínfimas pensiones de Haití o de Cuba.
Y, en lo básico, este debilitamiento en la capacidad de acción
del Estado venezolano en lo social precedió a las sanciones
genéricas norteamericanas. Pero cabe detenernos brevemente
en este punto para referirnos a la visión oficial que pretende
atribuir a las sanciones toda la responsabilidad de la debacle
económico-social del país.
8.
9.
19
ENCOVI: [en línea]https://www.proyectoencovi.com/encovi-2018-encuesta-nacional-de-condiciones-de-vida-copy Consulta del 15.03.23.
CEPAL (2018) Panorama social de América Latina 2017. Obtenido de http://repositorio.cepal.org/
bitstream/handle/11362/42716/S1800002_es.pdf?sequence=7&isAllowed=y
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
La incidencia de las sanciones colectivas
en la debacle venezolana
El gobierno de Donald Trump adopta las primeras sanciones
genéricas o de impacto “colectivo” en agosto de 2017 (la Orden
ejecutiva 13808), tratándose de sanciones financieras con efecto
desde el 2018, aunque ya el Estado y PDVSA estaban en default
financiero, por lo que gran parte del daño en esa dimensión
estaba hecho10. La causa de esas sanciones estriba en que el
gobierno “ha incurrido en graves violaciones a los derechos
humanos, acciones antidemocráticas y es responsable de una
profunda crisis humanitaria”11. Dichas medidas impedían
a PDVSA o al gobierno venezolano: renegociar la deuda
con tenedores de bonos estadounidenses, venderles bonos
adicionales u obligaciones financieras de cualquier tipo.
Pero, las sanciones comerciales son las que tienen las
repercusiones más severas y estas entran en efecto a inicios de
2019, estando expresamente dirigidas a penalizar el comercio con
PDVSA (tanto que se les conoció como las sanciones petroleras)
así como con el Estado venezolano y con organizaciones que
negociaran directa a indirectamente con él12 .
Es cierto que ese tipo de sanciones genéricas incita al llamado
sobrecumplimiento por parte de empresas del exterior
para evitar ser sancionadas. Pero en este panorama hablar
de bloqueo económico es una desproporción. De hecho, el
régimen venezolano modifica desde el 2019 sus políticas
económicas hiper-estatistas y en particular las de control de
precios y de cambios, lo que amplía notablemente el acceso
a alimentos o medicinas importadas -sobre todo de Estados
10.
11.
12.
20
Ese impago venía preparándose e incluyó y repercutió en el debilitamiento de PDVSA en los años
subsiguientes lo que, siempre es bueno precisarlo, no puede atribuirse –para ese entonces- a las sanciones genéricas de Estados Unidos, aunque –desde ese momento-las sanciones limitan severamente
las posibilidades de recuperación económico-social del país.
Antes de esas sanciones “colectivas” o genéricas, el gobierno norteamericano, la Unión Europea
y otros gobiernos democráticos habían adoptado sanciones individuales contra funcionarios del
gobierno venezolano por causa de violación de derechos humanos o por fundada presunción de
corrupción. Pero, aunque la narrativa oficial ha intentado equiparar las sanciones genéricas y las
individuales, es claro que las primeras tienen repercusiones colectivas, en tanto que las segundas
pretenden sancionar a responsables personales, y se justifican debido a la inexistencia de autonomía
judicial que aprecian en el país para castigar a los autores de ese tipo de hechos.
Para más detalles véase Impacto y naturaleza real de las sanciones económicas impuestas a Venezuela [en línea] https://provea.org/publicaciones/investigaciones/investigacion-especial-impacto-y-naturaleza-real-de-las-sanciones-economicas-impuestas-a-venezuela/ Consulta del 20.02.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Unidos- productos que escaseaban con mucha frecuencia y
que estaban severamente limitados en el marco de aquellos
controles para los ciudadanos venezolanos, sujetos a las
importaciones y formas de distribución que adoptara el
Estado en ese tipo de rubros. A partir de 2019 estos productos
abundan, aunque sea limitada la población que pueda
consumirlos por su alto costo en relación con el bajísimo
ingreso promedio de la población venezolana.
Y en cuanto a las sanciones que inciden sobre todo desde
inicios de 2019 en la comercialización internacional del
petróleo venezolano, no puede desconocerse que ya venía
generándose un claro proceso de deterioro de la producción
petrolera, como puede verse en el Cuadro 4, especialmente
desde el 2015 como resultado combinado de una 2ª ola de
descapitalización de los recursos humanos de la industria
(después de la de 2002-03) junto con el ruinoso mecanismo de
financiamiento monetario de PDVSA que incidió en su sobreendeudamiento, procedimiento que comenzó desde los años
finales de las gestiones de Chávez13.
En cualquier caso, tampoco cabe negar que las sanciones
genéricas han afectado significativamente a una economía
ya devastada. Tal como señala la investigación Las sanciones
económicas contra Venezuela: consecuencias, crisis humanitaria,
alternativas y acuerdo humanitario14, publicada por Provea, sin
sanciones ya el país necesitaba ayuda humanitaria urgente
y, luego, con sanciones muchísimo más. Las sanciones
han congelado el uso de recursos financieros públicos en
el exterior y, aún en medio de acuerdos entre la oposición
y el gobierno para crear un Fondo social que gestionarían
organismos de las Naciones Unidas para atender parte de
13.
14.
21
Guerra, José (2018) Las cinco grandes hiperinflaciones en América Latina en https://observatoriodefinanzas.com/wp-content/uploads/Las-cinco-grandes-hiperinflaciones-en-America-Latina-OVF.
pdf y Guerra José (2022) Introducción en Propuestas para resolver la crisis económica de Venezuela
en https://observatoriodefinanzas.com/wp-content/uploads/OVF-Propuestas_para_resolver_la_crisis_economica_de_Venezuela052022.pdf
Las sanciones económicas contra Venezuela: consecuencias, crisis humanitaria, alternativas y acuerdo humanitario [en línea] https://provea.org/publicaciones/investigaciones/informe-especial-las-sanciones-economicas-contra-venezuela-consecuencias-crisis-humanitaria-alternativas-y-acuerdo-humanitario/ Consulta del 04.06.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
la emergencia humanitaria, no se ha logrado redireccionar
parte de esos recursos hacia la población que ha visto más
gravemente vulnerados sus derechos humanos.
Las sanciones, pues, agudizan la crisis de la economía
venezolana y sus inclementes efectos sociales. Como parte
de esta crisis, ha habido una caída del poder adquisitivo de
los hogares y de indicadores sociales, vinculados a salud y
alimentación, principalmente. Aunado a eso, la pandemia
del Covid-19 impactó de forma importante en el país, y la
capacidad de respuesta por parte del sector público ha sido
cada vez más limitada. Los recursos fiscales han sido escasos
y la opacidad en el uso de estos recursos (en medio de una
desbordada corrupción) ha sido otro impedimento que
obstaculiza la garantía de derechos.
Cabe advertir, en este marco, que investigaciones como
la de Dylan O’Driscoll15, demuestran que las sanciones
económicas llevaron a un aumento en la brecha de la pobreza
y que los sectores más vulnerables de la población son los
que sienten el mayor impacto. La mayoría de las veces las
sanciones genéricas no logran sus objetivos y las élites logran
esquivar los efectos adversos a diferencia de los ciudadanos
más pobres, que están francamente desprotegidos ante las
consecuencias de estas medidas.
Desde la instauración de la EHC en 2015, se requería de
programas de ayuda humanitaria para los sectores más
vulnerables. Con las sanciones (desde 2018), empeoraron
los efectos sociales de la crisis económica rentística. La EHC
ha empeorado con el transcurso de los años y las sanciones
colectivas coadyuvaron a eso, aunque no hayan sido la causa. Y
ciertamente, esas sanciones son hoy un factor que obstaculiza
notablemente (junto con la negativa del régimen de avanzar
hacia la reinstitucionalización democrática) un posible proceso
de recuperación económica y social sostenible.
15.
22
O’Driscoll, D. Impact of Economic sanctions on poverty and economic growth [en línea] https://
assets.publishing.service.gov.uk/media/5bace471ed915d259c43d848/136_Impact_of_Economic_sanctions_on_poverty_and_economic_growth.pdf Consulta del 03.03.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
En materia humanitaria han llegado hasta ahora donaciones
muy insuficientes y no hay ningún plan compensatorio
integral que alivie el sufrimiento de muchos millones de
personas. Ello hace ver a quienes emiten las sanciones, y a
algunos de los venezolanos que las aúpan, como enemigos de
quienes perviven en la miseria extrema.
23
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
2. EL DECLIVE EXTREMO DEL ESTADO
SOCIAL DURANTE EL GOBIERNO
DE MADURO (2013-2021):
una exploración sobre la involución
histórica del Gasto Público Social.
El Gasto Público Social (GPS) es la designación más común que
se da en América Latina a un tipo de egresos del Estado que se
identifican como sociales. Estos desembolsos representan una
dimensión muy relevante –la esfera financiera- para el estudio
de la política social y del Estado social.
Para analizar adecuadamente el GPS es conveniente que se
pueda tener acceso a un variado repertorio de registros fiscales
oficiales que permitan explorar los distintos niveles de gobierno
involucrados en los egresos de los sectores sociales, designación
también frecuente de ese gasto social que se ha referido
tradicional y predominantemente, en Venezuela y en casi toda la
América Latina y el Caribe, a cinco (sub-)sectores sociales:
24
•
Educación;
•
Seguridad social;
•
Salud (y nutrición);
•
Desarrollo (y/o asistencia) social;
•
Vivienda y desarrollo urbano.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
En Venezuela se incluye también desde hace varias décadas
a otros dos sub-sectores como parte del Gasto Público Social,
aunque estos han tenido un peso muy moderado en el mismo.
Son los campos de:
•
Cultura y Comunicación
•
Ciencia y Tecnología.
Desde un punto de vista “operacional” se puede asociar al
Estado social con los sub-sectores de gasto como los que
hemos expuesto: ellos pueden ser y entenderse como la base
tradicional del análisis sectorial de muchos de los Estados
sociales, aunque su posible extensión hacia otros sectores (por
ejemplo, los de la seguridad personal o ambiente) es materia
de debates conceptuales a menudo muy pertinentes.
Sin embargo, esto último no pone en cuestión que,
en particular los 5 campos antes priorizados, puedan
considerarse como el referente sectorial básico de la política
social: ese sub-conjunto reúne la gran mayoría del gasto
asociable con lo social (más allá de la extensión atribuida
a este término) según lo que compilan los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE)16 o los latinoamericanos, como se evidencia en
repositorios estadísticos básicos como el de CEPAL.
Por otra parte, el registro del gasto público (incluyendo
el social) es clasificado según tres niveles de gobierno,
aunque no siempre todos esos niveles son alimentados
informativamente por los organismos del Estado:
•
16.
25
El gasto del Gobierno Central (GC), es el referido al
conjunto de organismos de la Administración Pública
Nacional, en el que destaca la importancia fiscal del
Ejecutivo (Presidencia de la República y Ministerios).
En la OCDE es frecuente que las estadísticas fiscales separen el gasto educativo y el social, como
resultado de la evolución histórica temprana de la educación en muchos países desarrollados, especialmente en el siglo XIX.Sin embargo, los análisis de políticas sociales en las naciones de la OCDE
tienden a incluir a lo educativo como componente de lo social.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
•
El gasto del Gobierno General (GG), es el relativo
al conjunto formado por el Gobierno Central (GC)
y los gobiernos territoriales: gobiernos estadales
(gobernaciones) y municipales (alcaldías).
•
El gasto del Sector Público (SP), incluye –
potencialmente- al conjunto de todos los organismos
del Estado, tanto los que componen al Gobierno
General (GG) como los que tienen “autonomía
funcional-presupuestaria” con respecto a ese nivel
de Gobierno; entre estos cabe destacar por su
importancia en Venezuela, en este siglo XXI, los
egresos de empresas estatales como PDVSA y de
entes financieros públicos como el FONDEN.
Las erogaciones de los organismos públicos con
autonomía funcional son también llamados gastos “extrapresupuestarios” porque ellos no participan del ciclo
normativo de regulaciones y seguimientos administrativos,
que debería aplicarse a los gastos regulares de los organismos
centrales o territorialmente descentralizados del Estado.
El gasto del Sector Público equivale entonces a los egresos
financieros del GG más los extra-presupuestarios. Es
muy frecuente que los registros oficiales adjetiven como
“restringido” a los gastos sobre este nivel de gobierno (se
habla de Sector Público restringido), porque frecuentemente
no cubren los registros financieros de todos (sino de una
parte de) los organismos funcionalmente “autónomos” que
componen al Estado.
Lo antes planteado implica que, si se contara con la
información financiera apropiada, deberían poder
cuantificarse distintos tipos de Gasto Público Social (GPS)
según niveles de gobierno, destacando los siguientes:
26
•
Gasto social del Gobierno Central (GSGC).
•
Gasto social del Gobierno General (GSGG),
pudiendo diferenciarse el GSGC y el GS de los
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
gobiernos territoriales (GSGT), sub-divisible a su
vez en GS estadal y GS municipal.
•
Y, Gasto social del Sector Público (GSSP), pudiendo
diferenciarse el gasto social “extra-presupuestario”
con respecto al del GG.
Por ser el GSSP el gasto social de mayor cobertura
institucional, se le puede atribuir el máximo interés para las
apreciaciones globales sobre la evolución del GPS en un país.
Pero, esa importancia no implica que no sean fundamentales
los registros del GSGC y del GSGG, puesto que también
brindan orientaciones muy relevantes acerca de los niveles
institucionales, sectores y grupos sociales favorecidos por los
desembolsos financieros de estas instancias de gobierno. Y,
además, generalmente, es más difícil conseguir la información
desagregada del GSSP que la del GSGG y la del GSGC.
Un último asunto metodológico-conceptual básico a destacar
es que hay 3 modos principales de contabilizar el gasto
público social:
•
Un cálculo “directo”: designado como Gasto social
real, general o por habitante (que se obtiene con el
uso de deflactores y registros de población);
•
Y, dos cálculos “indirectos”:
•
Gasto social como % del PIB: mide la importancia
macroeconómica de ese gasto social.
•
Gasto social como % del gasto público total:
mide su relevancia fiscal.
Aunque todas esas cuantificaciones son útiles y permiten
abordar distintas dimensiones financieras, puede considerarse
que la medición directa del gasto (en términos reales, sea
global o por habitante) aporta la valoración más relevante
porque permite conocer cómo evoluciona el gasto en sí
mismo, en distintos momentos históricos y –de ser el casocon respecto a la cantidad de población a la que busca servir.
27
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
El Gasto Social del Sector Público entre 2004 y 2021
En el país, hasta donde sepamos, se proporcionó por primera
(y hasta ahora por única) vez, un registro oficial del Gasto
Social del Sector Público (restringido) entre el 2004 y 2012
por parte del Sistema de Indicadores Sociales de Venezuela
(SISOV), valiosa información que tiene particular interés
por ser el registro fiscal que alcanza la mayor cobertura
institucional del Estado.
Sin embargo, esas estadísticas sobre el GSSP se
descontinuaron al iniciarse las gestiones de Maduro, en
parte debido a los cambios organizacionales en el Ministerio
de Planificación (al que estaba adscrito el SISOV) que
produjeron la eliminación de ese Sistema de Información,
aunque suponemos que -sobre todo- su desaparición se debió
al grave deterioro de las condiciones económicas y sociales
que empezó a evidenciarse a través de diversos indicadores
estadísticos desde el 2013-14. Dicho deterioro se convirtió,
a partir del 2015, en una caída abismal que, con algunas
fluctuaciones en 2016-18, llegó a su más intenso nivel –hasta
nuevo aviso- en el periodo 2019-2021, teniendo al año 2020
como la más extrema manifestación de esa debacle, aunque
no es fácil hacer comparaciones inter-anuales en medio de las
limitaciones informativas existentes.
Desde el 2016 dejó de presentarse públicamente la Ley de
Presupuesto de la Nación. Pero, por fin, hubo la oportunidad
de acceder a unos registros sobre el Gasto Social 2018-21
(básicamente del GC) como parte de la presentación de la Ley
de Presupuesto para el Ejercicio Económico Financiero 202217.
Sin embargo, con la parcial excepción de los datos sobre el
año 2018, la mayoría de las cifras de esa fuente son de poca
utilidad para un cálculo relativamente sistemático de las
finanzas públicas (incluyendo las sociales).
17.
28
En lo adelante las menciones a esta Ley se referirán a ONAPRE: 2021, Ley de Presupuesto para el
ejercicio Económico Financiero 2022 (y sus Anexos).
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Ante la ausencia de registros fiscales oficiales acerca del GSSP
del 2013 en adelante, hemos optado por combinar distintas
fuentes (como puede verse en el Gráfico 1), para producir
unas “simulaciones” acerca de ese GSSP en términos “reales”
por habitante, entre 2004 y 2021. Si bien es cierto que el
interés de este texto se centra en los años 2013 en adelante,
los antecedentes (en este caso 2004 al 2012) cumplen un muy
valioso papel de interpretación comparativa, lo que motiva su
inclusión en este análisis.
Con base en lo que registra el Gráfico 1 hay que diferenciar,
en primer lugar, dos periodos básicos sobre el GSSP real por
habitante18 entre 2004 y 2021:
Gráfico 1:
Gasto Social
(egresos hacia 7 sub-sectores sociales) del Sector Público (GSSP)
en términos reales por habitante: n ejercicio simulado para 2004-2021 (Bs. de 1997).
498
424
453
430 443
441
407
373
302 317
343
339
302
236
244
92
49
65
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021
(E) (E)
FUENTES:
Gasto Social del Sector Público (GSSP):
•
para 2004-2012, SISOV (2014);
•
para 2013-14, gasto social anual del gobierno general (ONAPRE, 2015) más un 9% complementario como gasto
extrapresupuestario para completar el GSSP;
•
para 2015-2017, 60% del GTSP como % del PIB según Cuadro 1 (tasa del FMI, 2022);
•
para 2018-2020, 60% del GTSP como % del PIB según Cuadro 1 (tasas promedio del FMI, 2022; e IIES-UCAB, 2022);
•
para 2021, 60% del GTSP como % del PIB según la tasa del IIES-UCAB (2022).
PIB (corriente y constante, en Bs. 1997): para 2004-2018: BCV, 2022; el PIB constante de 2018 es la base para el cálculo del PIB real en 2019-21,
según la tasa de variación anual propuesta por el IIES-UCAB, 2022 (Cálculos propios)
Población: Cepalstat (2022), basado en CELADE y ONU. Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.
18.
29
Gasto Público Social (GPS) referido a los 7 sub-sectores antes identificados bajo ese término en Venezuela.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
•
2004-2014, en el que el GSSP real por habitante
expresa –con ciertas fluctuaciones- la nueva
bonanza petrolera que registró el país durante esos
años. Se trata –como conjunto- del periodo en el que
el GSSP ha sido el más elevado en toda la historia
de las finanzas públicas venezolanas. El gasto social
sube drásticamente entre 2004 y 2006 y alcanza sus
máximos registros en la historia fiscal nacional en
los subperiodos 2006-07 y 2011-1419.
•
2015-2021, en el que se produce una declinación
asombrosa –con puntuales altibajos entre 2016 y
2018- del GSSP real por habitante. En 2019-21 el
GPS ha retrocedido a valores reales por habitante
que estimamos que corresponden a los que tenía
el GPS a fines de los años 50s-inicios de los 60s.
Pero este antecedente no sólo era el gasto de un
Estado social “limitado” (o a lo sumo del inicio de
un Estado “intermedio-bajo”) sino que era un gasto
que involucraba a pocos trabajadores públicos y sin
casi pensionados/jubilados; en contraste solo estos
conceptos atañen en 2018 a más de 2,5 millones de
trabajadores y a unos 4 millones de pensionados
(de distinto tipo), discordancia de épocas que
ayuda en parte a entender la precariedad de las
remuneraciones y pensiones actuales.
En lo que respecta al primero de los periodos
expuestos (2004-2014) hay que precisar que
la importancia atribuida al GPS no se debió
exclusivamente a la expansión de los recursos
fiscales por efecto de la bonanza petrolera. Ya en
1999-2003, lapso que corresponde a las gestiones
de Chávez que precedieron a ese boom petrolero,
se había alcanzado el mayor promedio anual de
gasto social real por habitante que cualquiera de los
quinquenios (para usar esta referencia temporal)
que preceden a esos años en nuestra historia. En
19.
30
En medio de este periodo de bonanza (2004-2014) hubo un descenso transitorio del gasto público, en
2009-10, debido a una disminución coyuntural del precio del petróleo en el mercado mundial.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
ese sentido, la priorización del GPS despuntó como
una constante en los gobiernos del chavismo hasta
que la debacle fiscal, que se inicia en el 2015 y que
se acrecienta casi ininterrumpidamente hasta el
2020, destruye los claros avances tendenciales que
mostró el GPS desde el inicio de esas gestiones20.
Ahora, esa debacle fiscal fue producto de la
destructiva e imprevisiva gestión del gobierno
de Chávez que la generó especialmente desde
el 2003, aunque fuese involuntariamente, como
resultado de un anacrónico hiper-estatismo
económico canalizado mediante: extensos y
persistentes controles de precios y de cambios;
expropiaciones absurdas; decisiones arbitrarias
con repercusiones económico-financieras, por
ej. en materia salarial o laboral, amparadas en la
circunstancial disponibilidad estatal de recursos
financieros de origen petrolero; estímulo persistente
a las importaciones; y, menosprecio explícito de
los derechos de propiedad en el país. Ese rumbo
predominó desde el 2003 hasta el 2018, teniendo
propósitos expresamente anticapitalistas desde
el 2005 y que se acentuaron durante el primer
gobierno de Maduro (2013-2018).
Así para el 2015-16, después de una extraordinaria década
de bonanza, insólitamente, el país no solo no contaba con
ahorros estatales significativos, reservas que generaron la
gran mayoría de los principales países exportadores de
petróleo en los inicios del s.XXI, sino que registraba el severo
déficit fiscal antes mencionado y, como producto de esa
irresponsable gestión, el Estado tuvo que declarar a fines de
2017 un default financiero ante muchos de sus acreedores.
Tampoco el Estado venezolano había invertido sustancial
ni eficientemente en sus servicios e industrias durante la
bonanza, siendo uno de los principales destinos de esa
deseable inversión el de la publicitada y reiteradamente
20.
31
Más detalles en Aponte Blank, C. (2014) La política social durante las gestiones presidenciales
de Hugo Chávez (1999-2012). Obtenido de http://www.ucv.ve/fileadmin/user_upload/cendes/tesis/2015_Aponte_Pol%C3%ADtica_social_venezolana_1999_2012.pdf
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
incumplida expansión petrolera de comienzos de siglo
“revolucionario”, la llamada “siembra petrolera” de las
épocas de Rafael Ramírez, presidente de Petróleos de
Venezuela (PDVSA) entre 2004 y 2014.
Debe recordarse y destacarse que aún hasta el 2014, es decir
durante los dos años iniciales de las gestiones de Maduro,
se mantuvieron unos elevadísimos precios petroleros, que
están en el rango de los máximos valores en toda la historia
petrolera venezolana (v. Cuadro 4)21.
Esto resalta la extraordinaria imprevisión que caracterizó
a la voracidad fiscal, abundante fuente de las asombrosas
ineficiencias y corruptelas durante las gestiones de Chávez
y de Maduro22. Ambas administraciones tienen una
responsabilidad fundamental e ineludible, aunque paradójica
–por la importancia discursiva que le brindan a lo social-,
en el declive histórico del Estado social venezolano, caída
estrechamente asociada con el destructivo manejo fiscal
esbozado hasta ahora.
El segundo período (2015-2021) que registra el gráfico 1
evidencia un declive financiero, que no parece tener parangón
en la historia del Estado social latinoamericano. Hay una
creciente gravedad del derrumbe fiscal en materia social en
estos años en los que cabe diferenciar dos sub-períodos: 20152018; y, 2019-2021.
Con respecto al 2015-18 merece resaltarse que:
21.
22.
32
•
en el año 2015 el gasto social real por habitante del
sector público (GSSP que era de 339 Bs. de 1997) se
reduce en aproximadamente una cuarta parte del
valor que tuvo como promedio anual en 2011-14 (456
Bs. de 1997) y se sitúa comparativamente cerca de los
valores de ese gasto a inicios de la bonanza (2004-05);
•
para 2016-18 el promedio anual del GSSP real
por habitante retrocede mucho más (a Bs. 251),
mostrando unos valores anuales promedio bastante
Cabe decir que esos precios declinan básicamente desde el 2º semestre de 2014.
El mayor precio promedio anual del barril de petróleo venezolano en el siglo XX fue de 29,1 US$ en
1981. Desde el 2004, a |excepción del año 2020, siempre se superó ese valor de la cesta. (v. Cuadro 4).
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
próximos a los que pueden atribuirse a ese gasto a
fines del siglo XX-inicios del s. XXI (es decir para
los años 1997-200323).
23.
24.
33
•
En cuanto al periodo 2019-21, el GSSP real por
habitante promedia anualmente apenas 69 Bs. (de
1997) lo que evidencia un extraordinario descenso
adicional del GSSP real por habitante, con respecto
a su valor en 2018 (Bs. 244 de 1997) y con el que
promediaba anualmente en 2011-12 (Bs. 437).
•
Lo expuesto significa que el valor anual que
estimamos para el GSSP real por habitante en 201921 es apenas un 16% (una sexta parte) del que tenía
en los dos últimos años de Chávez (2011-2012); es
decir que se ha derrumbado en un 84% de su valor,
proporción que suponemos bastante cercana a la
debacle atribuible al Gasto Público Total, en general
(v. Cuadro 3)24.
Aponte Blank, C. (2014), antes citado, pág.115.
No es de extrañar que desde el 2013 hasta el 2020 (con una frágil recuperación en 2021-22) se haya
producido en Venezuela un descenso abismal del Gasto Público Social puesto que, siendo una parte
fundamental del Gasto Público Total, es inevitable que corra en lo básico con la suerte que corresponda a las finanzas del Estado en general.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Indicios analíticos de interés
sobre el GPS en la Ley de Presupuesto del 2022.
La formulación de la Ley de Presupuesto ha sido
tradicionalmente una de las principales oportunidades para
explorar parte del complejo rumbo de la gestión financiera
del Estado, siendo fundamental el aporte estadístico de la
Exposición de motivos que acompaña al proyecto de dicha
Ley. La especial relevancia potencial que tiene la Ley para el
2022 se debe a que es la primera vez en la que, desde fines del
año 2015, esa propuesta legal ha sido relativamente accesible
a los medios de comunicación autónomos y a fuerzas políticas
no oficialistas, aunque tampoco en esta ocasión se la ha
divulgado “legalmente” de manera pública.
Debemos recordar que el proyecto de Ley de Presupuesto para el
2016 fue el último presentado para su discusión ante la legítima
Asamblea Nacional (AN), parlamento en el que, por primera
vez, desde 1998, había ganado la oposición. Junto con ese
proyecto de Ley se presentaron, como había sido la costumbre,
los registros del Gasto preliminar –sujeto a correcciones- del
Gobierno Central y de los Gobiernos territoriales (Gobernaciones
y Alcaldías) hasta el 2014, además de un avance importante
sobre los egresos efectuados en el 2015.
Después de eso, no había vuelto a presentarse públicamente
una Ley de Presupuesto. El proyecto de Ley para el 2017 se
presentó a fines de 2016 ante el Tribunal Supremo de Justicia,
amparando la aprobación de esa Ley por esa Corte con base
en un supuesto desacato legal que se le atribuía a la AN que,
casualmente, era por vez primera de mayoría opositora en
este siglo.
Y luego, las Leyes de Presupuesto para el 2018, 2019 y
2020 y 2021 fueron aprobadas por la ilegítima Asamblea
Nacional Constituyente. La Ley de Presupuesto 2022 (y los
complementos que acompañaron a su proyecto) tampoco
fue hecha pública en sentido estricto: no fue impresa en
34
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Gaceta Oficial ni sus Anexos están disponibles en las páginas
digitales de la Oficina Nacional de Presupuesto o de la AN.
Sobre el año 2023, 77,1 % del Presupuesto de la Nación25 se
destinará a la inversión social, fundamentalmente en áreas
como salud, seguridad social, educación, desarrollo social,
vivienda, entre otros.
En relación a los años 2018-2021, hay un deterioro alarmante
de la calidad de la información estadística que presenta esa
Ley y sus documentos adjuntos en diversas dimensiones:
la información del gasto de los gobiernos territoriales es
asombrosamente precaria; la distribución sectorial del gasto
es casi siempre muy imprecisa, como veremos; carece de
la básica interrelación entre el gasto y las variables macroeconómicas, las cuales omite puesto que la información sobre
muchas de ellas tampoco ha sido hecha pública, como por
ejemplo el PIB desde 2018; y, finalmente, la propuesta de Ley
elude referencias a casi cualquier problema que dependa de la
gestión gubernamental: guerra económica, sanciones y otros
factores destructivos distintos al gobierno son los causantes
de las dificultades del país.
25.
35
Delcy Rodríguez: 77,1 % del Presupuesto 2023 irá a la inversión social [en línea] https://observatorio.
gob.ve/delcy-rodriguez-771-del-presupuesto-2023-ira-a-la-inversion-social/ Consulta del 20.07.23
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
La dimensión y variación de los egresos sociales.
Al presentar el proyecto de Ley de Presupuesto 2022 ante
la AN oficialista -a fines del 2021- la vicepresidenta Delcy
Rodríguez, quien se ha encargado de esa tarea desde el
2018, informa que el presupuesto para el 2022 será de 62.379
millones de Bs. que equivalían (al cambio oficial de ese
momento) a 13.457 millones de US$. Uno de los anuncios más
destacados en esa presentación es que se destinará el 76,8%
del presupuesto para inversión social.
La vez anterior, a fines del 2020, al presentar el proyecto de Ley
de Presupuesto para el 2021, Delcy Rodríguez había resaltado que
la inversión social alcanzaría a 76,4%26 de ese presupuesto y que
ello aumentaba en 35% esos egresos con respecto a los asignados
en 1999, lo que implicaría que esa “inversión social” era para
entonces un monto cercano al 40-41% del Presupuesto total.
Según las declaraciones de Maduro o de su vicepresidenta,
la llamada inversión social habría tendido a moverse desde:
un 72-74%, en los proyectos de Ley de 2017 y 2018; a 75,4%
(2019), 75,9% (2020), 76,4% (2021) y, 76,8% (2022), en los
proyectos de Ley de los años respectivos27.
Entre los anuncios de esos años, uno de especial interés en materia
social fue hecho por Delcy Rodríguez al presentar el proyecto
de Ley para 2019 porque detalló -en algo- lo que se designaba
como inversión social, concepto al que se atribuía un 75,4% del
presupuesto que incluía: 25% para seguridad alimentaria; 13%
para educación; 12% para la plataforma de protección social que
incluye al sistema patria y sus diversos bonos sociales; 9% para
salud28, entre otros. En medio de las extremas imprecisiones llama
mucho la atención que se asigne una cuarta parte del presupuesto
total a una supuesta seguridad alimentaria, que probablemente
incluya los programas nutricionales-alimentarios (como los
Comités Locales de Abastecimiento y Producción y el Programa
26.
27.
28.
36
Ministerio del Poder Popular de Economía, Finanzas y Comercio Exterior [en línea]http://www.
mppef.gob.ve/gobierno-venezolano-prioriza-proteccion-del-pueblo-destinando-76-4-del-presupuesto-2021-a-la-inversion-social/ Consulta del 15.05.23.
Encontré esta referencia: https://mppre.gob.ve/2021/12/11/presupuesto-2022-77-destinado-inversion-social/
Ministerio del Poder Popular de Economía, Finanzas y Comercio Exterior [en línea]http://www.
mppef.gob.ve/presentado-ante-la-anc-presupuesto-economico-2019-que-destina-754-a-la-inversion-social/ Consulta del 15.05.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
de Alimentación Escolar) pero que también muy posiblemente
deba incluir diversas inversiones para el estímulo productivo en el
agro, que normalmente no entran en ese tipo de egresos sociales,
sino en los llamados egresos productivos o económicos.
En ausencia de fuentes de información sectorial confiables,
hemos estimado que el Gasto Social del Sector Público (los
egresos hacia los 7 sectores sociales tradicionalmente incluidos
bajo este nombre) pueda calcularse para los años 2015-2021
como un 60% del Gasto Público Total y no como el 75% hacia
el que apuntan las alocuciones oficialistas, al menos desde el
2017 en adelante. Abordaremos a continuación este asunto.
El GPSSP entre 2015 y 2021: 60% o 75%.
CUADRO 5
Inversión social y Sectores de egresos en el proyecto de Ley de Presupuesto para 2022:
Porcentajes con respecto al presupuesto total
CONCEPTO de EGRESO
En Inversión
Social (%)
Sector de
Egresos (%)
Educación
15,3
Desarrollo social y participación
15,2
Salud
7,6
Vivienda y Desarrollo Urbano
7,1
Ciencia y tecnología
4,6
Seguridad social
3,7
Cultura y comunicación
2,0
SECTORES SOCIALES
55,5
Seguridad y Defensa
No especifica
9,6
Dirección superior del Estado
No especifica
3,3
SERVICIOS GENERALES
12,9
12,9
Situado constitucional
3,2
4,7
Fondo de Compensación Inter-territorial (FCI)
0,7
1,5
EGRESOS NO CLASIFICADOS
SECTORIALMENTE
3,9
15,8
Infraestructura productiva y Obras Públicas
4,5
Varios
SECTORES PRODUCTIVOS
4,5
15,8
TOTAL INVERSIÓN SOCIAL
76,8
OTROS VARIOS (No sectores)
23,2
TOTAL SECTORES
100
Fuentes: Inversión social (Cuadro 1-3, 13); Sector de Egresos (Cuadro 6-19, 131) en ONAPRE: 2021.
37
100
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
La Ley para el 2022 ayuda a entender con bastante claridad la
relación y diferencia entre los egresos hacia los sectores sociales
(los 7 sectores tradicionalmente designados como Gasto
Público Social: GPS) y la llamada inversión social (INSO),
que incluye algunos rubros que no parecen caber en ningún
concepto sectorial de política social, por extenso que sea.
Como se expone en ese Cuadro 5 sobre la Ley de Presupuesto
2022, lo que se ha tendido a clasificar tradicionalmente (en
Venezuela y en buena parte de Latinoamérica) como Gasto
Público Social (GPS), es decir los egresos hacia los sectores
sociales, totaliza el 55,5% del presupuesto. Pero, lo que se
está designando como Inversión Social llega a 76,8% (es decir
un 21,3% más) porque se adicionan montos sustraídos y
sumados desde otros sectores de clasificación presupuestaria
de la misma ONAPRE.
En el caso de esta Ley de Presupuesto 2022, todo indica que
las erogaciones hacia el sector de servicios generales (dada
la exacta similitud de los porcentajes) se sumaron todas a la
inversión social. Ahora, ¿por qué atribuirle todo el costo de
la Dirección superior del Estado al sector social? y, aunque
existe un muy válido debate sobre la vinculación de (al menos
una parte de) las políticas de seguridad personal/ciudadana
(especialmente su dimensión preventiva y de reintegración
de los privados de libertad) con la política social, esa es
una discusión en curso y que en ningún caso supone que
cualquier gasto del amplísimo campo de seguridad y defensa
sea parte de la política social. ¿Las compras militares, los
gastos en armamento son inversión social?
Pero, podría contestarse entonces que nadie ha dicho
exactamente eso, sino que inversión social es un concepto
novedoso, que va más allá de los conceptos restrictivos de
política o gasto social, vinculados con los 7 sub-sectores. Eso
estaría bien y habría que ver la argumentación conceptual y
estadística que acompaña a esa visión; pero el problema que
persiste es que todo indica que se hace un uso comparativo
inapropiado a partir de la idea de inversión social: es muy
38
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
posible que lo que compara la vicepresidenta como inversión
social en 2021 en comparación con 1999 sea un monto
complementario con respecto al de los sectores sociales (en
2021) que se contrasta con el monto de los solos sectores
sociales (en 1999). Y algo parecido –en medio de las muy
imprecisas fuentes de cálculo- podría estar ocurriendo con la
comparación del Ministerio del Poder Popular de Planificación
(2022)29 de la “inversión social” entre el lapso (1999-2020) y
los años (1977-1998): en el primer caso, se está presentando un
impreciso porcentaje que incluye a los sectores sociales junto
con otros varios egresos y se le contrasta con otro porcentaje
que todo parece indicar que, en lo básico, se refiere solo a los
egresos de los 7 sectores sociales.
Lo anterior no significa que se desconozca que el chavismo
planteó amplia y claramente que el gasto social debía ser
priorizado en su gestión gubernamental ni implica negar que
se hayan producido avances potenciales muy significativos
en los montos tendenciales del gasto social real por habitante,
como % del presupuesto total y como % del PIB, entre 1998 y
2014 (o, por lo menos, entre 1998 y el 2012)30. De hecho, puede
considerarse que el aumento significativo del gasto social fue
uno de los logros potencialmente más relevantes en materia
de política social que tuvieron las gestiones de Hugo Chávez
entre 1999 y 2012, junto con la expansión de la matrícula
escolar (aunque especialmente en los primeros años de
gestión en pre-escolar y básica) y la expansión de la cantidad
y valor de las pensiones de vejez.
Este último caso resulta especialmente relevante para abordar
uno de los temas estratégicos en materia de gasto social: la
sostenibilidad. Más allá del debate sobre la inefectividad
e ineficiencia de una parte importante de ese gasto hay un
29.
30.
39
Ministerio del Poder Popular para la planificación (2022) Venezuela en Cifras: Nuestra transición
al socialismo; pp. 94-96. Obtenido dehttps://mppp.gob.ve/wp-content/uploads/2023/04/VENEZUELA-EN-CIFRAS_ENERO2022.pdf
Hay una duda acerca del comportamiento del gasto público social en 2013 y 2014 con respecto a su
trayectoria previa. Hay fuentes (ONAPRE) que apuntan a un incremento del GPS en tanto que otras
apuntan a una reducción relativamente leve. Hay que recordar que las estimaciones de ONAPRE
para 2014 eran aún preliminares (registros de gastos estimados hasta septiembre) y después se
descontinuaron.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
problema fundamental de sostenibilidad financiera de los
egresos asumidos hacia el futuro. En el caso de las pensiones,
a partir de la Gran Misión en Amor Mayor Venezuela
(instrumentada en el año electoral de 2012) parecía haberse
asumido que toda mujer de 55 años y más y que todo hombre
de 60 años y más, hubiesen cotizado o no a la seguridad
social, tendrían derecho a una pensión de vejez que, de
acuerdo con la Constitución, sería igual a un salario mínimo
que debería considerar como una referencia básica de su
valor el que se calculara con base en la Canasta Alimentaria
Normativa (del Instituto Nacional de Estadísticas), marcador
de una línea de pobreza extrema por ingresos.
No está mal que se haya pretendido universalizar una
pensión básica, equivalente –hasta donde se entiende- a un
salario mínimo. Pero, más allá de la bonanza y del incentivo
electoral, había que financiarla y no se conoce ningún estudio
que haya calculado los costos a corto, mediano y largo plazo
de esa decisión. Este es solo uno de los muchos componentes
de una improvisación fiscal extrema que condujo a que el país
terminara teniendo el salario mínimo más bajo y el monto de
pensión más reducido de toda la América Latina, en abierta
contraposición lo que había previsto la Constitución de 1999.
La sostenibilidad del gasto es fundamental para que
puedan funcionar las prestaciones regulares de servicios,
pero, además, también, para que puedan expandirse y,
de ser el caso, para que mejoren las remuneraciones, las
infraestructuras y tecnologías que contribuyen a aumentar la
calidad e impacto la inversión social.
40
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
3. ESTADO SOCIAL Y DERECHOS HUMANOS
Venezuela ha sufrido en el siglo XXI un deterioro
socio-económico sin precedente en América Latina. Es
prácticamente inevitable que el Estado social, al igual que
casi todos los otros componentes de la vida socioeconómica,
hayan vivido un grave declive en Venezuela desde el 2013
hasta el 2020-21.
El contexto social, político y económico del país ha
enfrentado, y continúa sufriendo, una serie de escenarios
adversos: debilidad institucional; crisis en los servicios
públicos; economía devastada producto, principalmente, de la
hiperinflación y caída del PIB; descontento de la ciudadanía
expresado en el incremento de protestas sociales; desvío
de recursos y corrupción generalizada, entre muchos otros
aspectos, han creado una situación desfavorable para la
garantía de los derechos humanos.
El surgimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja
desde el 2015, como explicamos antes, se expresa en
indicadores diversos sociales claves pero también Venezuela
es el país del mundo que, entre el 2014 y el 2019, sin haber
atravesado por una guerra ni por desastres naturales
generalizados, retrocedió más en el Índice de Desarrollo
Humano (IDH) del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). Venezuela desciende entre esos años 44
lugares en la clasificación del IDH, el mayor descenso entre
los 189 países considerados. Pasa de un IDH calculado en
0,775 (en 2014) a uno de 0,743 (en 2017) y a 0,711 (en 2019) 31.
31.
41
Aponte Blank, C. (2021). La debacle venezolana: exploraciones con el IDH: 2014-2019. [Presentación
en power point, 60 aniversario CENDES-UCV]
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
En materia económica, a partir de diciembre de 2021 se
consideraba que había finalizado el ciclo de hiperinflación,
y diversos analistas comienzan a mostrar estimaciones de
crecimiento. El Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello estimó
que la economía venezolana creció 5% durante 2021 y que
crecería en 8,6% en 202232. Esta leve mejora se atribuye a una
serie de políticas orientadas a recuperar el equilibrio fiscal:
aumento del precio de la gasolina subsidiada33 y disminución
de las estaciones de servicio que la ofrecen a este precio;
disminución del déficit fiscal de 20% del PIB en 2017 a 7,9%
en 2020, principalmente por la disminución del gasto real en
salarios y en mantenimiento de la infraestructura.
Pero, después de la asombrosa caída de un 75% del PIB que
ilustramos en el Cuadro 1, la leve recuperación económica del
2022, influida por la mejora de los ingresos petroleros, ya ha
dado paso a nuevos signos de recesión en el primer semestre
del 2023 en medio de la persistencia de elevadísimos niveles de
inflación. Para 2023, si bien ya no existe hiperinflación, el Banco
Central estima una inflación de 234,1% para el año 2022 (y,
todavía, entre junio 2023 y junio 2022 la inflación es de 404,4%;
BCV, 2023) en tanto que Venezuela sigue situándose entre las 3
economías con más altos niveles inflacionarios del mundo.
Como comentamos en el punto 2, si bien no puede atribuirse
a las sanciones una responsabilidad inicial ni exclusiva en la
formación del colapso económico y social del país, sí parece
resultar cierto que, sin una modificación de las sanciones
económicas generales o “colectivas” será improbable que el
país pueda emprender un proceso de crecimiento económico
y de recuperación social e institucional sostenibles. De allí que
sea cada vez más urgente que los actores políticos oficialistas
y opositores arriben a acuerdos para la reinstitucionalización
democrática y para el cese de las sanciones genéricas
adoptadas por los Estados Unidos.
32.
33.
42
El Ucabista: Crecimiento económico de 8,6% e inflación de 225% proyecta el IIES UCAB para este
año [en línea] https://elucabista.com/2022/02/22/crecimiento-economico-de-86-e-inflacion-de-225-proyecta-el-iies-ucab-para-este-ano/#:~:text=%2D%20Para%20este%20a%C3%B1o%2C%20de%20resultar,%25)%20y%202019%20(9.586%25). Consulta del 12.03.23.
Bloomberg: PDVSA: precio de la gasolina subsidiada en Venezuela tendrá un aumento [en línea]
https://www.bloomberglinea.com/2021/10/23/precio-de-la-gasolina-subsidiada-en-venezuela-tendra-un-aumento-pdvsa/ Consulta del 12.03.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
En lo que respecta al sector social, la ENCOVI 2022, señala
que: “Venezuela es el país más desigual de América, con
un indicador de 56.7”34, de coeficiente GINI, que mide la
desigualdad, basado en la distribución de la riqueza de
los países. Como lo sustentan diferentes indicadores, la
desigualdad y la exclusión son dos condiciones que han
agravado la situación de pobreza y regresión de derechos
humanos en el país.
Además, la ENCOVI destacó que algunas características
acerca de los programas sociales emblemáticos de la gestión
de Nicolás Maduro: Los bonos de “protección social”,
transferencias monetarias permanentes o eventuales, otorgados
con marcada discrecionalidad, hasta donde pueda saberse,
hacia algunos sectores de la población; y, las cajas de alimentos
CLAP. Sobre estas últimas el 10% de la población no las recibía,
mientras que el 35% era beneficiado de manera mensual, el
40% cada 2 ó 3 meses y el 24.1% cada 4 meses o más. Sobre las
transferencias monetarias se encontró que al menos 69% de los
hogares recibieron al menos 1 bono en los últimos 12 meses (el
porcentaje para el 2021 fue de 71%), siendo su monto promedio
de unos 6.3$35. Esto último da cuenta de su característica
primordial: una inverosímil precariedad.
En el marco del Plan de Respuesta Humanitaria, el Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia evaluó a 82.827 niños y
niñas menores de cinco años: 6,1% presentaron desnutrición
aguda, 4,6% desnutrición moderada y 1,4% desnutrición
severa36. Del mismo modo, la Oficina de la ONU para la
Coordinación de Asuntos Humanitarios, reportó que 8.199
niños y niñas menores de 5 años, atendidos en centros de
34.
35.
36.
43
Encovi: Condiciones de vida de los venezolanos ENCOVI 2022. [en línea]https://assets.websitefiles.
com/5d14c6a5c4ad42a4e794d0f7/636d0009b0c59ebfd2f24acd_ Presentacion%20ENCOVI%202022%20
completa.pdf Consulta del 25.02.23
Ibídem
UNICEF: Reporte de situación Nº 1: enero-junio 2022 [en línea] https://www. unicef.org/venezuela/
media/6501/file/Enero%20-%20Junio%202022.%20 Respuesta%20de%20UNICEF%20Venezuela.pdf
Consulta del 19.01.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
salud y espacios comunitarios, presentaron desnutrición
aguda y 4.600 mujeres embarazadas o en periodo de lactancia
presentaron bajo peso37.
En cuanto al sector salud, en 2022 se cumplieron diez años
del colapso del sistema sanitario público. Muchos años de
deterioro y fallas institucionales, financieras y operativas
del sistema dieron lugar a que en 2012 se observaran signos
claros de un menoscabo significativo de las capacidades en
los servicios de salud38. Si de recursos económicos se trata,
el Ministerio de Salud, recibió 3.157 millones de bolívares
durante el ejercicio económico financiero 2022, aunque solo
14% de ese presupuesto (Bs. 459 millones) serán recursos
para remuneraciones. Hay que destacar que al menos 96 %
de las unidades de atención ambulatoria son regidas por el
Ministerio de Salud, entre ellas 213 hospitales39.
Asimismo, se pudo conocer que el porcentaje del gasto
público destinado al sector educativo en 2022 fue de 15,3%,
lo cual se encuentra por debajo del 20% recomendado por la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura. Se estima que el gasto anual por alumno
en 2022 fue de 234 dólares ($), lo cual resulta insuficiente
para sufragar gastos salariales, de dotación, infraestructura,
comedores escolares, entre otros servicios40.
La iniciativa HUM Venezuela divulgó, en marzo de 2022, la
actualización de su informe de seguimiento a los impactos
de la EHC41 tras el confinamiento por la pandemia de
Covid-19, sobre la base de un total de 28,7 millones de
personas la EHC continuaba impactando a más del 90% de la
población: “hasta marzo 2022 las personas con necesidades
humanitarias alcanzaron número de 19.1 millones en salud,
37.
38.
39.
40.
41.
44
La Verdad: Hay más de 8 mil niños con desnutrición aguda en Venezuela [en línea] https://www.
laverdad.com/zulia/202065-hay-mas-de-8-mil-ninos-condesnutricion-aguda-en-venezuela.html
Consulta del 19.01.23.
Provea: Informe Anual 2022 Derecho a la salud [en línea] https://provea.org/wp-content/
uploads/2021/05/09-Salud-2022-1.pdf Consulta del 20.04.23.
Tal Cual [en línea] https://cronica.uno/salud-educacion-y-pensionados-recibiran-menos-recursos-para-remuneraciones-que-vicepresidencia-de-economia/ Consulta del 20.04.23.
Provea: Informe Anual 2022 Derecho a la educación [en línea] https://provea.org/wp-content/
uploads/2021/05/06-Educacion-2022-1.pdf Consulta del 20.04.23.
HUM Venezuela: Informe de seguimiento a los impactos de la Emergencia Humanitaria Compleja en
Venezuela tras el confinamiento por la pandemia de COVID [en línea] chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https:// humvenezuela.com/wp-content/uploads/2022/09/HumVenezuelaInforme-Marzo-2022.pdf Consulta del 20.04.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
así como en agua y saneamiento, y de 18,7 millones en el
sector de alimentación: además de 6.2 millones de niños,
niñas y adolescentes en edad escolar que presentaban serias
dificultades para recibir educación básica o están fuera del
sistema educativo”42.
En un informe sobre la situación del derecho a la
alimentación, realizado por la Federación Internacional de
Derechos Humanos (FIDH) y Provea43 se recordó que al
menos 30% de los niños y niñas padece de alguna forma
de desnutrición, entre quienes más de la mitad sufriría de
desnutrición aguda o severa. Además, que la falta de acceso
a otros recursos como la tierra, el agua y ciertos servicios
básicos también influyen en la inseguridad alimentaria.
El Estado venezolano, tiene la obligación de garantizar el
disfrute de los niveles mínimos esenciales de cada derecho
humano y adoptar políticas que protejan a los más vulnerables y
debe adoptar prioritariamente medidas como de transferencias
sociales eficientes y eficaces que mitiguen las precariedades
extremas de grandes sectores de las poblaciones más
vulnerables (los niños, las personas mayores, las poblaciones
indígenas y otros sectores objeto de discriminación).
42.
43.
45
Íbidem.
FIDH y Provea denuncian serias violaciones al derecho a la alimentación [en línea] https://provea.
org/actualidad/derechos-sociales/fidh-yprovea-denuncian-serias-violaciones-al-derecho-a-la-alimentacion/ Consulta del 25.05.23.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Consideraciones finales
A lo largo del presente trabajo hemos mostrado cómo a través
de diversas evidencias se puede constatar el debilitamiento
del Estado Social en Venezuela.
Las cifras del gasto público son elocuentes y muestran la
drástica caída en la inversión social en el país. También se
ha destacado que esta caída no es imputable ni principal ni
solamente a la existencia de sanciones generales de Estados
Unidos. Si bien estas han agudizado la situación de colapso,
la caída del arcaico modelo económico hiper-estatista del
chavismo, que predominó hasta el 2018, junto con el descenso
del gasto público al menos desde el 2015, son parte de los
factores que preceden nítidamente a las repercusiones
atribuibles a dichas sanciones.
El efecto de la disminución en el gasto social se evidencia en
los indicadores de las condiciones de vida de la población
y, especialmente, en la pérdida de la vocación universalista
en servicios básicos como salud y educación. En materia
de salarios y, sobre todo, de pensiones, durante el período
estudiado se perdieron totalmente los avances que se
habían registrado en la primera década del siglo XXI. Las
remuneraciones en el sector público y las pensiones (en medio
de fluctuaciones) solo cubren porciones ínfimas del valor de
una canasta alimentaria y, ni siquiera, en una altísima parte
de los casos, alcanzan el monto individual del ingreso de
pobreza extrema del Banco Mundial. La inmensa mayoría
de la población venezolana está en pobreza y no tiene claras
alternativas nacionales para superar esa condición.
El debilitamiento del Estado Social venezolano ha ocurrido
en el marco de una grave crisis económica. SI bien a partir
de finales de 2021 se logró contener la hiperinflación, luego
de una redefinición sustancial de las políticas hiper-estatistas
que privaron claramente hasta el 2018 y con base en un
ajuste económico-fiscal drástico, sigue siendo un modelo
46
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
importador pero, ahora, sin mayor intermediación del Estado
lo que ayuda a explicar el cese de la extrema escasez (no del
costo) en muchos rubros de alimentos y medicinas. Como
decíamos, este aumento en los precios de bienes de consumo
esencial no ha sido acompañado de políticas de protección
significativas que mitiguen los efectos sobre la población más
vulnerable y eviten el incremento de la pobreza.
El gobierno enfocó su política social en programas
asistencialistas poco transparentes y sin rendición de
cuentas. De las decenas de inefectivas misiones sociales
hoy perviven dificultosamente algunos naufragios entre
los que destacan como herencia los CLAP, un polémico e
irregular programa de subsidio directo hacia la población,
con escasos aportes nutricionales; y, los llamados bonos de
protección social al pueblo, que son unas transferencias de
una precariedad lastimosa.
El diseño de las políticas sociales no tiene en su centro el
fortalecimiento de las redes públicas que garantizan los
derechos sociales de la población. Los sistemas públicos
de salud, educación y seguridad social no son prioridad; la
entrega de unos precarios subsidios (a través de los CLAP
o del Carnet de la Patria) se ha convertido en el emblema
fundamental de las políticas sociales, dejando a un lado la
construcción de las capacidades básicas de la ciudadanía.
Es evidente que mientras no se eliminen o cambien
las sanciones genéricas norteamericanas el horizonte
de crecimiento económico seguirá siendo limitado y
continuarán los problemas fiscales que restringen las
capacidades para aumentar el gasto público social de
forma que puedan atenderse las apremiantes necesidades
de la población venezolana. Sin embargo, el aumento de
los recursos económicos por sí solo no será suficiente para
fortalecer nuevamente nuestro Estado Social para lograr, así
garantizar los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales de los venezolanos.
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El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
Con base en lo anterior, se proponen
algunas recomendaciones:
48
•
El Estado venezolano debe cumplir con su
obligación de rendir cuentas sobre las finanzas
públicas, en general y sobre las políticas sociales,
en particular. La ausencia de información pública y
transparente dificulta la evaluación independiente
de la cobertura e impacto de las políticas públicas.
•
Basar el diseño de las políticas sociales en una
perspectiva más amplia orientada al desarrollo y
a la promoción de pisos de protección social en
vez de programas sociales con fines inmediatistas.
Estas políticas deben tener en cuenta elementos
como inversión en el talento humano, garantía de
un nivel de vida digno y desarrollo de capacidades,
y la mejora de un sistema de seguridad social.
•
El Estado debe cumplir con sus obligaciones
contractuales con los diferentes gremios de
trabajadores del sector público y recuperar el valor
del salario y del empleo decente de los funcionarios
sin los cuales no es posible prestar servicios de
calidad a la población venezolana.
•
En materia de políticas educativas, es esencial
contar con información sobre la infraestructura de
las escuelas, la disponibilidad de los docentes, así
como diseñar e implantar sistemas de medición de la
calidad de la enseñanza que permitan identificar las
fallas en el sistema público de enseñanza y así poder
diseñar políticas orientadas a prevenir la deserción
y aumentar el logro educativo de la población que
permanece en el sistema educativo público.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
49
•
Mientras se mantenga la actual situación
caracterizada por bajos ingresos y empobrecimiento
masivo, la garantía del derecho a la educación debe
incluir necesariamente el diseño de políticas para
disminuir las barreras de acceso económico a la
educación. En ese sentido, son necesarios no solo el
Programa Alimentario Escolar, sino además apoyo
para la dotación de uniformes y útiles escolares, así
como transporte escolar o pasaje estudiantil para
los estudiantes de educación media.
•
El Estado debe aprobar la Ley Orgánica de Salud,
conforme a las disposiciones constitucionales. Este
marco legal debe redactarse luego de una amplia
consulta de los gremios de salud, la comunidad
científica y académica, la sociedad civil, el sector
privado, los ciudadanos y comunidades en general.
•
Es imprescindible reconocer el profundo colapso del
sistema sanitario público y ampliar la cooperación
y asistencia humanitaria internacional, para
emprender –en conjunto con todos los actores de
la sociedad civil y del sector privado– proyectos de
reforma estructural en el marco de los estándares
internacionales del derecho a salud.
El declive del Estado Social en Venezuela
y su incidencia en los derechos humanos (2013-2022)
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