Papers by Manuel Perez Saldanya
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Verbalperiphrasen in den (ibero)romanischen Sprachen, 2003
The development of a future tense from a construction with the verb ‘to go’ constitutes a common ... more The development of a future tense from a construction with the verb ‘to go’ constitutes a common path of grammaticalization (cf. Bybee et al. 1994). This is in fact what we find both in English and in most of the Romance languages, cf., for instance, Sp. va a cantar, Fr. il va chanter. In Catalan, on the other hand, the formally equivalent construction va cantar is a perfective past ‘(s)he sang’. This evolution which, from a typological point of view, is highly anomalous, has not yet received a satisfactory explanation. Previous approaches have tried to explain the divergent evolution of the <vado + infinitive> construction in Catalan and in other Romance languages from the assumption that at the first stage this construction had an inchoative meaning (Meyer-Lübke 1899). But it is hard to see how the shift from inchoative to perfective meaning may have taken place.
We believe that the key to understanding this development is to be found in the textual con-texts where the first attestations of this construction are embedded. These are all narrative contexts where the infinitive in the <vado + infinitive> construction is a verb of accomplishment and where there is a subsequent action expressed in the past tense. The inference in such contexts is that the action expressed by the infinitive was accomplished. The grammaticalization process can be viewed as the progressive conventionalization of the accomplishment inference with simultane-ous shading of the lexical meaning of the verb of movement.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diachronic linguistics, 2009
Old Catalan shows an interesting alternation between two prenominal possessives constructions: th... more Old Catalan shows an interesting alternation between two prenominal possessives constructions: the construction with a possessive that functions as a determiner (i. e. son fill ‘his/her son’) and the construction with a possessive preceded by the definite article (i. e. lo seu fill ‘his/her son’ lit. the his/her son’). In this paper I argue that the construction without an article is less marked than the “article + possessive” construction, and that this difference is reflected in their use in discourse. Specifically, the construction without an article shows, in general, a greater frequency of use and can appear in any context, while the “article + possessive” construction is subject to semantic and pragma-stylistic restrictions.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
This paper sets out to analyse the development of demonstrative adverbs of place in Catalan and S... more This paper sets out to analyse the development of demonstrative adverbs of place in Catalan and Spanish. The main questions dealt with in this study are the following: (i) why two-term and three-term deictic systems often display a certain lack of stability so that diachronically two-term systems sometimes become three-term (as in old Catalan and Spanish) or, the other way round, three-term systems become two-term (like in late Latin and in Catalan during the modern era); (ii) if the most normal and expected development is for deictic systems to take on anaphoric values, why in the case of the adverb aquí (‘near the speaker and/or addressee’) in Catalan and the adverb ahí (‘near the addressee’) in Spanish the opposite process happens; (iii) what role is played in these changes by the functional and formal relations set up within the paradigms of nominal and adverbial demonstratives in each language.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Caplletra: revista internacional de filología
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
60 problemas de gramática, 2012
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Sintaxis histórica de la lengua española. Tercera parte: Preposiciones, adverbios y conjunciones. Relaciones interoracionales, 2014
En este capítulo hemos analizado los aspectos diacrónicos más relevantes de las llamadas oracione... more En este capítulo hemos analizado los aspectos diacrónicos más relevantes de las llamadas oraciones subordinadas causales y de las conjunciones que las introducen. Para el estudio de este tema, se parte de una clasificación detallada de los diferentes tipos de subordinadas causales (internas y externas, explicativas y no explicativas, temáticas y remáticas).
De todas las conjunciones causales del español, “ca” es la única que procede de una conjunción causal del latín clásico, la conjunción “quia”. Aunque su frecuencia es muy alta en los primeros textos, sólo se utiliza en las causales pospuestas externas. El resto de conjunciones se formó en latín tardío o ya en español, siguiendo unos procedimientos recurrentes, que condicionan en buena medida el tipo de causales donde aparecen inicialmente y los cambios que se producen en estas a lo largo de la historia. Las que se originan en construcciones temporales inicialmente se usan sobre todo en causales antepuestas orientadas a la fuerza ilocutiva y progresivamente se desplazan a las externas pospuestas. También se usan preferentemente en posición antepuesta, pero ahora en causales no marcadas, las introducidas por “como”, que finalmente han quedado fijadas en posición inicial. En cambio, se usa sólo en las pospuestas externas la conjunción “que”, que inicialmente puede aparecer en las causales orientadas al contenido proposicional y a la fuerza ilocutiva, pero que progresivamente queda relegada a estas últimas. Más libertad posicional y funcional tienen las que se formaron a partir de la preposición “por” (“porque”, “por cuanto”, “por razón que”, “por causa (de) que”). Además de poder usarse en causales internas, pueden aparecer en las externas pospuestas y en las antepuestas con un valor semejante a como, aunque también en este caso se constata una tendencia a restringir el uso de estas últimas.
Respecto al estudio específico de cada conjunción, se dedica un primer bloque a las tres conjunciones básicas del español medieval (“ca”, “que” y “porque”) y a la evolución posterior de dos de ellas (“que” y “porque”). Un segundo bloque ha sido dedicado a las conjunciones de origen temporal: “pues (que)”, “ya que”, “puesto que”, “dado que”, “visto que”; y un tercero, a “como” y a las locuciones que también presentan esta partícula: “comoquiera que”, “como que”. Se cierra el capítulo con una diacronía general, centrada en los principales cambios que se han producido en el sistema de conjunciones causales y en el tipo de subordinadas que estas introducen.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
En el capítulo se analizan los aspectos diacrónicos más relevantes de las llamadas oraciones subo... more En el capítulo se analizan los aspectos diacrónicos más relevantes de las llamadas oraciones subordinadas concesivas, a partir de un marco teórico que establece la función de las concesivas como mecanismo de gestión de la contraargumentación. El trabajo se centra fundamentalmente en el estudio de la formación y la evolución de los elementos que introducen estas construcciones: las conjunciones o locuciones conjuntivas, y las preposiciones o locuciones prepositivas, y también los conectores adverbiales que se relacionan con estas. Como se muestra a lo largo del capítulo, la formación de conjunciones y de otros elementos concesivos sigue unos patrones recurrentes que parten de fuentes léxicas o gramaticales bastante delimitadas. Por ello, las conjunciones concesivas del español son, en muchos casos, paralelas a las del latín, sin que exista continuidad entre unas y otras, y también a las de otras lenguas románicas, sin que haya que presuponer necesariamente influencias mutuas.
Para delimitar la evolución de cada conjunción concesiva se tienen en cuenta las propiedades básicas que presenta la subordinada que introducen: su uso como condicional concesiva o como concesiva propia, la posición antepuesta o pospuesta que presenta respecto a la principal, el modo en el que aparece (indicativo y subjuntivo), la posibilidad de usarse sin verbo explícito y su carácter factual o no factual. Partiendo de estas propiedades se muestra que diacrónicamente las conjunciones que tienen inicialmente un valor condicional concesivo y exigen el subjuntivo (por ejemplo "aunque", "puesto (caso) que", "aun cuando" y seguramente "maquer(a) que"), tienden a asumir un valor concesivo propio y a admitir también el indicativo o el uso sin verbo explícito. Este cambio también se suele asociar a una mayor libertad posicional, de manera que la subordinada no solo aparece en la posición antepuesta típica de las prótasis concesivas sino también la pospuesta. La evolución contraria, de conjunción concesiva propia a condicional concesiva, está diacrónicamente mucho más restringida y las conjunciones con valor concesivo propio normalmente no se usan con un valor condicional concesivo (por ejemplo, "pero que" o "si bien").
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Els Marges, 105, 2015
This paper provides a detailed classification of causal constructions in Catalan based on syntact... more This paper provides a detailed classification of causal constructions in Catalan based on syntactic, semantic, and pragmatic criteria. The classification distinguishes between internal (or non-explanatory) causal constructions and external (or explanatory) ones. External causal constructions are subdivided according to factors such as the information structure and their relationship with either the propositional content or the speech act. Finally, the conjunctions that introduce causal constructions are analysed and exemplified with the use of written texts.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
The history of indefinite quantifiers in Romance languages is basically the history of the develo... more The history of indefinite quantifiers in Romance languages is basically the history of the development
of new distributional patterns in the case of some Latin adjectives (Company 1991, 1997;
Batllori 1998). This new distribution will contribute to the construction of the new subclass
of Romance determiners we call Quantifiers. As explained by Zamparelli (2000), the growing
structural complexity of the left margin of DetP entails the specialization of old word classes for
those new positions. A Quantifier position creates thus the Quantifier word class. This is a longterm
process, the effects of which are clearly seen in medieval Romance for words derived from
adjectives, such as MULTUS and PAUCUS, but also in later Romance adjectives such as Catalan
bastant or even in Contemporary Catalan with the word suficient, which has a similar meaning
(Brucart; Rigau 2002, Camus 2005, 2008, 2009).
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Uploads
Papers by Manuel Perez Saldanya
We believe that the key to understanding this development is to be found in the textual con-texts where the first attestations of this construction are embedded. These are all narrative contexts where the infinitive in the <vado + infinitive> construction is a verb of accomplishment and where there is a subsequent action expressed in the past tense. The inference in such contexts is that the action expressed by the infinitive was accomplished. The grammaticalization process can be viewed as the progressive conventionalization of the accomplishment inference with simultane-ous shading of the lexical meaning of the verb of movement.
De todas las conjunciones causales del español, “ca” es la única que procede de una conjunción causal del latín clásico, la conjunción “quia”. Aunque su frecuencia es muy alta en los primeros textos, sólo se utiliza en las causales pospuestas externas. El resto de conjunciones se formó en latín tardío o ya en español, siguiendo unos procedimientos recurrentes, que condicionan en buena medida el tipo de causales donde aparecen inicialmente y los cambios que se producen en estas a lo largo de la historia. Las que se originan en construcciones temporales inicialmente se usan sobre todo en causales antepuestas orientadas a la fuerza ilocutiva y progresivamente se desplazan a las externas pospuestas. También se usan preferentemente en posición antepuesta, pero ahora en causales no marcadas, las introducidas por “como”, que finalmente han quedado fijadas en posición inicial. En cambio, se usa sólo en las pospuestas externas la conjunción “que”, que inicialmente puede aparecer en las causales orientadas al contenido proposicional y a la fuerza ilocutiva, pero que progresivamente queda relegada a estas últimas. Más libertad posicional y funcional tienen las que se formaron a partir de la preposición “por” (“porque”, “por cuanto”, “por razón que”, “por causa (de) que”). Además de poder usarse en causales internas, pueden aparecer en las externas pospuestas y en las antepuestas con un valor semejante a como, aunque también en este caso se constata una tendencia a restringir el uso de estas últimas.
Respecto al estudio específico de cada conjunción, se dedica un primer bloque a las tres conjunciones básicas del español medieval (“ca”, “que” y “porque”) y a la evolución posterior de dos de ellas (“que” y “porque”). Un segundo bloque ha sido dedicado a las conjunciones de origen temporal: “pues (que)”, “ya que”, “puesto que”, “dado que”, “visto que”; y un tercero, a “como” y a las locuciones que también presentan esta partícula: “comoquiera que”, “como que”. Se cierra el capítulo con una diacronía general, centrada en los principales cambios que se han producido en el sistema de conjunciones causales y en el tipo de subordinadas que estas introducen.
Para delimitar la evolución de cada conjunción concesiva se tienen en cuenta las propiedades básicas que presenta la subordinada que introducen: su uso como condicional concesiva o como concesiva propia, la posición antepuesta o pospuesta que presenta respecto a la principal, el modo en el que aparece (indicativo y subjuntivo), la posibilidad de usarse sin verbo explícito y su carácter factual o no factual. Partiendo de estas propiedades se muestra que diacrónicamente las conjunciones que tienen inicialmente un valor condicional concesivo y exigen el subjuntivo (por ejemplo "aunque", "puesto (caso) que", "aun cuando" y seguramente "maquer(a) que"), tienden a asumir un valor concesivo propio y a admitir también el indicativo o el uso sin verbo explícito. Este cambio también se suele asociar a una mayor libertad posicional, de manera que la subordinada no solo aparece en la posición antepuesta típica de las prótasis concesivas sino también la pospuesta. La evolución contraria, de conjunción concesiva propia a condicional concesiva, está diacrónicamente mucho más restringida y las conjunciones con valor concesivo propio normalmente no se usan con un valor condicional concesivo (por ejemplo, "pero que" o "si bien").
of new distributional patterns in the case of some Latin adjectives (Company 1991, 1997;
Batllori 1998). This new distribution will contribute to the construction of the new subclass
of Romance determiners we call Quantifiers. As explained by Zamparelli (2000), the growing
structural complexity of the left margin of DetP entails the specialization of old word classes for
those new positions. A Quantifier position creates thus the Quantifier word class. This is a longterm
process, the effects of which are clearly seen in medieval Romance for words derived from
adjectives, such as MULTUS and PAUCUS, but also in later Romance adjectives such as Catalan
bastant or even in Contemporary Catalan with the word suficient, which has a similar meaning
(Brucart; Rigau 2002, Camus 2005, 2008, 2009).
We believe that the key to understanding this development is to be found in the textual con-texts where the first attestations of this construction are embedded. These are all narrative contexts where the infinitive in the <vado + infinitive> construction is a verb of accomplishment and where there is a subsequent action expressed in the past tense. The inference in such contexts is that the action expressed by the infinitive was accomplished. The grammaticalization process can be viewed as the progressive conventionalization of the accomplishment inference with simultane-ous shading of the lexical meaning of the verb of movement.
De todas las conjunciones causales del español, “ca” es la única que procede de una conjunción causal del latín clásico, la conjunción “quia”. Aunque su frecuencia es muy alta en los primeros textos, sólo se utiliza en las causales pospuestas externas. El resto de conjunciones se formó en latín tardío o ya en español, siguiendo unos procedimientos recurrentes, que condicionan en buena medida el tipo de causales donde aparecen inicialmente y los cambios que se producen en estas a lo largo de la historia. Las que se originan en construcciones temporales inicialmente se usan sobre todo en causales antepuestas orientadas a la fuerza ilocutiva y progresivamente se desplazan a las externas pospuestas. También se usan preferentemente en posición antepuesta, pero ahora en causales no marcadas, las introducidas por “como”, que finalmente han quedado fijadas en posición inicial. En cambio, se usa sólo en las pospuestas externas la conjunción “que”, que inicialmente puede aparecer en las causales orientadas al contenido proposicional y a la fuerza ilocutiva, pero que progresivamente queda relegada a estas últimas. Más libertad posicional y funcional tienen las que se formaron a partir de la preposición “por” (“porque”, “por cuanto”, “por razón que”, “por causa (de) que”). Además de poder usarse en causales internas, pueden aparecer en las externas pospuestas y en las antepuestas con un valor semejante a como, aunque también en este caso se constata una tendencia a restringir el uso de estas últimas.
Respecto al estudio específico de cada conjunción, se dedica un primer bloque a las tres conjunciones básicas del español medieval (“ca”, “que” y “porque”) y a la evolución posterior de dos de ellas (“que” y “porque”). Un segundo bloque ha sido dedicado a las conjunciones de origen temporal: “pues (que)”, “ya que”, “puesto que”, “dado que”, “visto que”; y un tercero, a “como” y a las locuciones que también presentan esta partícula: “comoquiera que”, “como que”. Se cierra el capítulo con una diacronía general, centrada en los principales cambios que se han producido en el sistema de conjunciones causales y en el tipo de subordinadas que estas introducen.
Para delimitar la evolución de cada conjunción concesiva se tienen en cuenta las propiedades básicas que presenta la subordinada que introducen: su uso como condicional concesiva o como concesiva propia, la posición antepuesta o pospuesta que presenta respecto a la principal, el modo en el que aparece (indicativo y subjuntivo), la posibilidad de usarse sin verbo explícito y su carácter factual o no factual. Partiendo de estas propiedades se muestra que diacrónicamente las conjunciones que tienen inicialmente un valor condicional concesivo y exigen el subjuntivo (por ejemplo "aunque", "puesto (caso) que", "aun cuando" y seguramente "maquer(a) que"), tienden a asumir un valor concesivo propio y a admitir también el indicativo o el uso sin verbo explícito. Este cambio también se suele asociar a una mayor libertad posicional, de manera que la subordinada no solo aparece en la posición antepuesta típica de las prótasis concesivas sino también la pospuesta. La evolución contraria, de conjunción concesiva propia a condicional concesiva, está diacrónicamente mucho más restringida y las conjunciones con valor concesivo propio normalmente no se usan con un valor condicional concesivo (por ejemplo, "pero que" o "si bien").
of new distributional patterns in the case of some Latin adjectives (Company 1991, 1997;
Batllori 1998). This new distribution will contribute to the construction of the new subclass
of Romance determiners we call Quantifiers. As explained by Zamparelli (2000), the growing
structural complexity of the left margin of DetP entails the specialization of old word classes for
those new positions. A Quantifier position creates thus the Quantifier word class. This is a longterm
process, the effects of which are clearly seen in medieval Romance for words derived from
adjectives, such as MULTUS and PAUCUS, but also in later Romance adjectives such as Catalan
bastant or even in Contemporary Catalan with the word suficient, which has a similar meaning
(Brucart; Rigau 2002, Camus 2005, 2008, 2009).