A partir de los trabajos realizados por el equipo de investigadores de la Division de Arqueologia del Museo de La Plata en el sitio El Shincal de Quimivil (Londres, Depto. de Belen, Catamarca) desde el ano 1992, han surgido diferentes... more
A partir de los trabajos realizados por el equipo de investigadores de la Division de Arqueologia del Museo de La Plata en el sitio El Shincal de Quimivil (Londres, Depto. de Belen, Catamarca) desde el ano 1992, han surgido diferentes problematicas relacionadas con la preservacion del sitio y la conservacion del patrimonio arqueologico en general. En este marco surge la iniciativa de realizar un proyecto que permita abordar las mismas desde una perspectiva integral, que recupere los contextos y los procesos de construccion social, asi como los usos y representaciones de los diferentes actores involucrados. Consideramos al patrimonio cultural como una construccion social que se configura a traves de un proceso historico, constituido a partir del conocimiento generado entre los investigadores y los diferentes actores sociales de la comunidad, dentro de un determinado espacio de discusion. El objetivo de nuestro trabajo consiste en la formacion y capacitacion de docentes y alumnos a tr...
El Depósito 25 es uno de los tres depósitos con que cuenta la División Arqueología del Museo de La Plata y alberga aproximadamente 60.000 piezas, distribuidas en más de 50 colecciones. El origen de cada una de estas colecciones se... more
El Depósito 25 es uno de los tres depósitos con que cuenta la División Arqueología del
Museo de La Plata y alberga aproximadamente 60.000 piezas, distribuidas en más de 50
colecciones. El origen de cada una de estas colecciones se remonta a épocas y situaciones
diversas e involucra, en muchos casos, a algunos de los más reconocidos investigadores que ha
tenido la institución. La sumatoria de las historias de las colecciones estructura la historia de la
División, la que ha su vez forma parte de la del Museo y de la de la arqueología argentina.
Desde el año 2008, profesionales y pasantes alumnos de la División desarrollan en el D25
tareas de reacondicionamiento y puesta en valor de los materiales allí depositadas, orientadas
tanto a la actualización de los datos de inventario disponibles y al mejoramiento de las
condiciones de almacenamiento, como a generar condiciones adecuadas de acceso y consulta de
los materiales por parte de los investigadores. Es la primera vez en muchos años que el
mencionado D25 cuenta con personal permanente a cargo del mismo, y dicha situación se
relaciona con un esfuerzo institucional general de mejoramiento del estado de los repositorios del
Museo.
Dos las colecciones arqueológicas más antiguas ubicadas en el D25 y que están siendo
revisadas en la actualidad son la Colección Bruch y la Colección Lafone Quevedo, ambas
integradas por piezas provenientes de provincias del norte argentino y colectadas e ingresadas al
Museo entre fines del siglo XIX y principios del XX. Pero mientras que los materiales reunidos
por Lafone Quevedo son reconocidos a nivel americano como un importante corpus de piezas
representativas de las culturas del NOA y han sido objeto de diversos estudios y reestudios, la
existencia del conjunto colectado por Bruch solo parece ser conocido por los especialistas,
quienes apenas se han interesado por revisarlo en el curso de los últimos cien años. Cuando
menos, así parece indicarlo una primera revisión de publicaciones en las que se cita el análisis de
material de las colecciones de la institución, en las que la mención del primero resulta una
constante, mientras que el nombre del segundo casi no aparece.
De igual modo, un porcentaje significativo de las piezas que históricamente han integrado
las exhibiciones del Museo pertenecen a la Colección Lafone Quevedo, mientras que solo unas
pocas de la Bruch han sido presentadas al público en el curso de los últimos 120 años.
Curiosamente, tal diferencia en la apreciación de ambas colecciones no parece haber
influido en el tratamiento de almacenamiento, inventariado y conservación dado a las piezas, ya
que ambos conjuntos se encontraban en condiciones semejantes al momento de iniciarse las
mencionadas tareas de puesta en valor. En el presente trabajo, se exponen sintéticamente las
historias y datos de inventario disponibles para los materiales de dichas colecciones, a la vez que
se mencionan las acciones realizadas para favorecer su consulta por los investigadores.
Museo de La Plata y alberga aproximadamente 60.000 piezas, distribuidas en más de 50
colecciones. El origen de cada una de estas colecciones se remonta a épocas y situaciones
diversas e involucra, en muchos casos, a algunos de los más reconocidos investigadores que ha
tenido la institución. La sumatoria de las historias de las colecciones estructura la historia de la
División, la que ha su vez forma parte de la del Museo y de la de la arqueología argentina.
Desde el año 2008, profesionales y pasantes alumnos de la División desarrollan en el D25
tareas de reacondicionamiento y puesta en valor de los materiales allí depositadas, orientadas
tanto a la actualización de los datos de inventario disponibles y al mejoramiento de las
condiciones de almacenamiento, como a generar condiciones adecuadas de acceso y consulta de
los materiales por parte de los investigadores. Es la primera vez en muchos años que el
mencionado D25 cuenta con personal permanente a cargo del mismo, y dicha situación se
relaciona con un esfuerzo institucional general de mejoramiento del estado de los repositorios del
Museo.
Dos las colecciones arqueológicas más antiguas ubicadas en el D25 y que están siendo
revisadas en la actualidad son la Colección Bruch y la Colección Lafone Quevedo, ambas
integradas por piezas provenientes de provincias del norte argentino y colectadas e ingresadas al
Museo entre fines del siglo XIX y principios del XX. Pero mientras que los materiales reunidos
por Lafone Quevedo son reconocidos a nivel americano como un importante corpus de piezas
representativas de las culturas del NOA y han sido objeto de diversos estudios y reestudios, la
existencia del conjunto colectado por Bruch solo parece ser conocido por los especialistas,
quienes apenas se han interesado por revisarlo en el curso de los últimos cien años. Cuando
menos, así parece indicarlo una primera revisión de publicaciones en las que se cita el análisis de
material de las colecciones de la institución, en las que la mención del primero resulta una
constante, mientras que el nombre del segundo casi no aparece.
De igual modo, un porcentaje significativo de las piezas que históricamente han integrado
las exhibiciones del Museo pertenecen a la Colección Lafone Quevedo, mientras que solo unas
pocas de la Bruch han sido presentadas al público en el curso de los últimos 120 años.
Curiosamente, tal diferencia en la apreciación de ambas colecciones no parece haber
influido en el tratamiento de almacenamiento, inventariado y conservación dado a las piezas, ya
que ambos conjuntos se encontraban en condiciones semejantes al momento de iniciarse las
mencionadas tareas de puesta en valor. En el presente trabajo, se exponen sintéticamente las
historias y datos de inventario disponibles para los materiales de dichas colecciones, a la vez que
se mencionan las acciones realizadas para favorecer su consulta por los investigadores.