Papers by jorge enrique deniri cueli
Diario Época, 2021
El articulo refiere a los aspectos de historia novelada paraguaya y las afirmaciones revisionismo... more El articulo refiere a los aspectos de historia novelada paraguaya y las afirmaciones revisionismo reivindicador a Francisco Solano López.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
II Jornadas sobre identidad cultural y política exterior en la Historia Argentina y Americana, celebradas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los días 6 y 7 de septiembre de 2004., 2004
En la segunda mitad del siglo XIX, imperialismo y librecambio convergen agresivamente sobre aque... more En la segunda mitad del siglo XIX, imperialismo y librecambio convergen agresivamente sobre aquellos estados que aún resisten a su influjo. La Cuenca del Plata no escapa a este proceso, impuesto de grado o por fuerza por Inglaterra, Francia, Estados Unidos y el Brasil – para lo que nos atañe -, respaldados en la omnipotencia de sus escuadras y los modernos fusiles de sus soldados.
Un caso es singular: El Paraguay, cuyo aislamiento secular, exacerbado bajo la dictadura de Francia, prolongada con ribetes menos despóticos por los López, va a ser sajado a sangre y fuego por los arrestos civilizadores de la Triple Alianza, para incorporarlo en estado poco menos que cadavérico al nuevo concierto general.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Anales Nro 15 Junta de Historia de Corrientes, 2013
Este trabajo es producto y constituyó la evaluación de un Curso de Posgrado de Escritura y lectur... more Este trabajo es producto y constituyó la evaluación de un Curso de Posgrado de Escritura y lectura en la Edad Moderna. Enfoque Paleográfico para el trabajo en Archivos y Bibliotecas, dictado en la Facultad de Humanidades de la UNNE y el Archivo General de la Provincia, en el año 2012, por los Doctores Ana María Martínez de Sánchez y Silvano Gabriel Antonio Benito Moya, de la Universidad Nacional de Córdoba, el Conicet y el CIESCS.
Se lo editó habiéndole incorporado las correcciones y sugerencias realizadas por ellos
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes., 2020
Invasión y ocupación militar de Corrientes por Andresito (1818 – 1819) II.
Andresito entra en la ... more Invasión y ocupación militar de Corrientes por Andresito (1818 – 1819) II.
Andresito entra en la ciudad de Corrientes el 21 de agosto de 1818, y abandona la localidad el 23 de marzo de 1819, vale decir que la ocupa siete meses, si bien al retirarse, deja efectivos al mando de Abearé, para que sostengan al gobernador artiguista Juan Bautista Méndez.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
El 24 de mayo del año 1818, un levantamiento de la fuerza veterana de la ciudad de Corrientes, de... more El 24 de mayo del año 1818, un levantamiento de la fuerza veterana de la ciudad de Corrientes, destituye al gobernador artiguista Juan Bautista Méndez y deja el poder en manos de un grupo de conjurados que encabezan José Simón García de Cossio y su primo José Francisco Vedoya, quien comanda los efectivos que se sublevan. En realidad, son varias las intrigas que acaecen al mismo tiempo, fogoneadas por las derrotas de Artigas y las constantes presiones desde Buenos Aires. De allí, ha venido el coronel Elías Galván, que al parecer trata inclusive con Méndez mismo, y de aquellos conciliábulos sale la designación del capitán Miguel Escobar, para marchar a la campaña a organizar milicias. Vedoya, instado por Cossio, se adelanta a dar el golpe, que satisface plenamente sus ambiciones personales. En primera instancia, entrega el poder político al Cabildo para que reorganice los poderes del estado, conservando el mando militar. Escobar, comienza a reunir efectivos en San Roque, dando a aquella fuerza en ciernes el título de "Ejército Libre". Por su parte Vedoya, denomina a las suyas "Ejército Provincial" y las acantona en Saladas. La situación queda en punto muerto, porque al parecer ambos jefes hesitan en pasar a la acción, hasta el mes de julio, cuando Escobar ofrece al Cabildo deponer las armas a cambio de que Vedoya haga otro tanto y Méndez sea reintegrado a su puesto. Entre ambas fuerzas, se acuerda cesar las hostilidades, no recurrir al auxilio de tropas foráneas, mantenerse en sus acantonamientos y convocar por medio del Cabildo un Congreso que elija gobernador. El 23 de julio se reune el Congreso, pero para entonces los tenientes de Escobar, trabajados por Vedoya, lo abandonan y éste lo ataca, derrotándolo por completo en las riberas del río Corriente. Escobar busca refugio en Curuzú, bajo el amparo del irlandés Pedro Campbell, y Vedoya se cobra venganza en los indios de Garzas, que le suministraran caballada, arrasando la reducción, cuyos escasos supervivientes, en particular niños, son sometidos a cautiverio. Dueño de la situación, Vedoya obliga al Congreso a designarlo gobernador. Es entonces que Andresito, que vivaquea en la frontera con Corrientes, es llamado por Miguel Escobar para reponer a Juan Bautista Méndez, y se produce lo que Halperín Donghi denomina "una rápidamente exitosa invasión de guaraníes...La 1
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (VI). ¿Batallas o combates? ¿Regular o irre... more Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (VI). ¿Batallas o combates? ¿Regular o irregular? ¿Soldado o partidario? Los enfrentamientos entre Chagas y Andresito tienen hasta cierto punto una contextura, como diría Hernán Gómez, "trazada a compás": Chagas cruza el río Uruguay con sus fuerzas y Andresito lo enfrenta, es derrotado en mayor o menor medida, y se retira con los hombres que le quedan a un santuario en territorio correntino. Cuando Chagas recruza el río, vuelve a ocupar y guarnecer las ruinas que han quedado y se prepara para enfrentar una nueva embestida. Así, después de su grave derrota de San Borja, reorganizado, Andresito retorna a las misiones a mediados de 1817. Chagas invade franqueando nuevamente el río, pero esta vez se estrella contra la defensa organizada en Apóstoles. Herido y derrotado, se repliega a San Borja, hostilizado por las partidas de Andresito. Éste, refuerza sus guardias sobre el río y vivaquea desde agosto en el "Campamento General del Miriñay", próximo a la Capilla de Asunción del Cambaí. Acopia e intercambia vacunos y cueros tomados a los portugueses con los correntinos. Como la acción de Apóstoles es en realidad el principal triunfo de Andresito, quiero detallarla someramente asentando que, en principio, por sus características se presta más a ser considerada un combate que una "batalla", por los efectivos empeñados por los portugueses,-desconocemos la cuantía de las fuerzas de Andresito-, y la mecánica de la acción, que puede resumirse como sigue: En junio de 1817, Andresito se acuartela en Apóstoles, saqueada y destruida por Chagas meses antes. A fines de junio, una columna portuguesa de unos 800 hombres del Regimiento de Dragones de Río Pardo, e Infantería de Santa Catalina, comandados por Chagas, el mayor José María da Gama, el capitán Alexandre José de Campos y el alférez Antonio de Souza Coutinho, cruza el río Uruguay y maniobra hacia Apóstoles. En su mayoría, esas tropas se componen de indios guaraníes de las Misiones Orientales,-incluso los oficiales-, y un número que no supera los 200 hombres de soldados riograndenses. Los efectivos guaraníes alinean los restos de las fuerzas derrotadas por Chagas en San Borja el año anterior, y los aborígenes que lograron escapar de los sacos
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (V). ¿Estratega? ¿Táctico? ¿Partidario (gue... more Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (V). ¿Estratega? ¿Táctico? ¿Partidario (guerrillero)? Esta nota, en principio, busca satisfacer los interrogantes que dejó plantados el remate de la anterior. El primero de ellos, es ¿cuál fue en definitiva el objetivo final y cuáles los objetivos intermedios que se planteó Andresito para sus acciones militares? Creo que el objetivo principal que parece haberse autoimpuesto Andresito fue la recuperación de las Misiones Orientales, y el intermedio, el primero, apoderarse de San Borja, a la que muchos identifican como su suelo natal. El resultado final, como sabemos, fue un fracaso absoluto, debido no sólo a sus reiteradas derrotas, sino, sobre todo, a la actitud de los habitantes de los siete pueblos. Andresito no logró contar con uno de los principales elementos que exige la guerra de partidas, que es el apoyo de la población que, por las razones que fuera, pero esencialmente en base a beneficios materiales, lograron empoderar los portugueses. ¿Hay heroísmo en esas luchas desesperadas de Andresito y los suyos? Indudablemente, y no sólo por parte de sus partidas de milicianos, sino también de los guaraníes que se batían bajo las banderas de los Braganza, y de los comandantes portugueses. Todavía más: habiendo sufrido Andresito la derrota final más completa, lo que en el vocabulario castrense se conoce como "aniquilamiento", ¿Puede hablarse de heroísmo? Por supuesto que sí. Según la interioridad de las refriegas, la historia también tiene un lugar de honor para exaltar al vencido. Y hay ejemplos más que gloriosos en nuestro pasado, como el escudo otorgado a Pringles por su heroica derrota de Pescadores proclamando "Gloria a los vencidos de Chancay". ¿Por qué recién en tiempos recientes se reconocen gloria y honor en las acciones de Andresito y los suyos? En primer lugar porque es un derrotado, y a los vencidos, salvo que medien circunstancias excepcionalísimas, se les hace siempre cuesta arriba ocupar un podio en la Historia. Más allá de eso, quizá-y en este caso se trata de una apreciación subjetiva mía-, porque era un indio, y, reconocimiento real, los aborígenes han comenzado a obtenerlo en las postrimerías del siglo XX. No menor, creo, es la influencia que tuvo su 1
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (V).
¿Estratega? ¿Táctico? ¿Partidario (gue... more Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (V).
¿Estratega? ¿Táctico? ¿Partidario (guerrillero)?
Esta nota, en principio, busca satisfacer los interrogantes que dejó plantados el remate de la anterior. El primero de ellos, es ¿cuál fue en definitiva el objetivo final y cuáles los objetivos intermedios que se planteó Andresito para sus acciones militares?
Creo que el objetivo principal que parece haberse autoimpuesto Andresito fue la recuperación de las Misiones Orientales, y el intermedio, el primero, apoderarse de San Borja, a la que muchos identifican como su suelo natal.
El resultado final, como sabemos, fue un fracaso absoluto, debido no sólo a sus reiteradas derrotas, sino, sobre todo, a la actitud de los habitantes de los siete pueblos. Andresito no logró contar con uno de los principales elementos que exige la guerra de partidas, que es el apoyo de la población que, por las razones que fuera, pero esencialmente en base a beneficios materiales, lograron empoderar los portugueses.
¿Hay heroísmo en esas luchas desesperadas de Andresito y los suyos? Indudablemente, y no sólo por parte de sus partidas de milicianos, sino también de los guaraníes que se batían bajo las banderas de los Braganza, y de los comandantes portugueses. Todavía más: habiendo sufrido Andresito la derrota final más completa, lo que en el vocabulario castrense se conoce como “aniquilamiento”, ¿Puede hablarse de heroísmo? Por supuesto que sí. Según la interioridad de las refriegas, la historia también tiene un lugar de honor para exaltar al vencido. Y hay ejemplos más que gloriosos en nuestro pasado, como el escudo otorgado a Pringles por su heroica derrota de Pescadores proclamando “Gloria a los vencidos de Chancay”.
¿Por qué recién en tiempos recientes se reconocen gloria y honor en las acciones de Andresito y los suyos? En primer lugar porque es un derrotado, y a los vencidos, salvo que medien circunstancias excepcionalísimas, se les hace siempre cuesta arriba ocupar un podio en la Historia. Más allá de eso, quizá – y en este caso se trata de una apreciación subjetiva mía -, porque era un indio, y, reconocimiento real, los aborígenes han comenzado a obtenerlo en las postrimerías del siglo XX. No menor, creo, es la influencia que tuvo su enfrentamiento con el patriciado correntino aliado al puerto, de cuyo seno surgieron los grandes historiadores que fueron los primeros en hablar del pasado de la región y no hesitaron en demonizarlo.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (IV).
El Guerrero.
Por razones de época, de... more Mitos, verdades y leyendas sobre Andresito Guacurari. (IV).
El Guerrero.
Por razones de época, de los “Tenientes de Artigas” que recortó como objeto histórico el Teniente Coronel oriental Enrique Patiño, al momento presente Andresito Guacurarí es el más conspícuo.
¿Cuáles son las causas de esa preeminencia? Patiño enlista, además de Andresito, a Blas Basualdo, Fernando Otorgués, Pedro Campbell y Manuel Vicente Pagola. Los dos últimos de especial interés para Corrientes, Campbell por su actuación junto a Andresito durante la ocupación de la provincia, y Pagola porque dio su nombre al Regimiento 9 de Infantería, de tan dilatada trayectoria en nuestro medio.
El hecho es que, en punto a capacidad militar, sería muy largo historiarlo, pero cada uno de ellos puede competir, ventajosamente, con Andresito, cuyos biógrafos han convertido la guerra de partidas que libró con sus milicias indígenas, en “campañas” formales para luchar contra las fuerzas regladas de los portugueses. Y cuando hablo de guerra de partidas, me refiero a una forma de luchar de las fuerzas irregulares que los salteños han inmortalizado como “montoneras” bajo el mando de Güemes y los cruceños a las órdenes de Warnes, que los españoles usaron contra Napoleón bajo las banderas de Juan Martín “El Empecinado”, y si nos aventuramos en el tiempo, los romanos contra Aníbal antes de suicidarse en Cannas, Bertrand Duguesclin contra los ingleses en la Guerra de los cien años, mucho después, Louis Botha contra los británicos en África del Sur y, todavía más cerca nuestro, Vo Nguyen Giap en Indochina contra los franceses y en Viet Nam contra los norteamericanos.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Mitos, Verdades y Leyendas sobre Andresito Guacurarí. (III). Artigas y Andresito. En las dos nota... more Mitos, Verdades y Leyendas sobre Andresito Guacurarí. (III). Artigas y Andresito. En las dos notas anteriores, busque reseñar la bruma histórica que rodea la figura de Andresito, salvo el lustro 1815-1820, dejar asentado que quien lo incorpora a nuestra Historia es Bartolomé Mitre, el papel de los "Padres fundadores" de la Historia de la actual Provincia de Misiones, en especial Aníbal Cambas y Julio César Sánchez Ratti, y el modo como el peronismo primero y el progresismo luego lo empoderaron para sus propios relatos. También me adentré en las discusiones en torno a la grafía y significado de su nombre, si era un indio o un mestizo y qué relevancia tuvo en ello la fidelidad de sus seguidores. Del mismo modo, hice presente, puesto que desconocemos cómo era en realidad, de qué modos explota la fantasía su presunta imagen, y no menos fantásticamente, cuáles eran sus cualidades, cuán poco sabemos de su vida privada, y que esfuerzos se hicieron para adjudicarle descendientes imposibles en Corrientes. Ampliando algo, los apologetas, quizá con un punto de anacronismo psicológico, se empeñan en pergeñar un Andresito "culto", que hablaba varios idiomas, leía y escribía corrientemente, y además contaba con aptitudes musicales de nota. ¿Es así? No podemos saber si hablaba varios idiomas, sólo presumirlo desde luego, y en ese tren habrá champurreado el castellano y el portugués y hablado con mayor solvencia el guaraní como la lingua franca de las milicias que comandaba. Tampoco puede aseverarse que supiera leer y escribir bien. La lectura por razones obvias, y de la escritura, que hay abundantes muestras en el Archivo General de la Provincia, sin ninguna duda muchas son de la pluma de secretarios y sólo la firma es suya, y hay otras, verdaderos galimatías, que me inclino a pensar que le pertenecen. De todas formas, que escribiera bien o mal no le quita ni agrega nada, y según lo que fue su vida no se trata de algo central ni mucho menos. Sí sirve para separar las aguas, porque la "leyenda negra" hacía de ese tipo de cuestiones algo capital para separar la "civilización" de la "barbarie" (después de todo la escritura es lo que tradicionalmente ha separado a la Historia de la Prehistoria), y a la inversa, la leyenda "blanca", siempre se empeña en descubrir cualidades y calidades en sus héroes, aún donde no las hay. Por lo que hace a sus dotes 1
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Mitos, Verdades y Leyendas sobre Andresito Guacurarí. (II). En la nota anterior, traté lo que con... more Mitos, Verdades y Leyendas sobre Andresito Guacurarí. (II). En la nota anterior, traté lo que considero las cuestiones iniciales respecto de Andresito, señalando el carácter de imprecisión, incertidumbre y, directamente, desconocimiento que rodean su figura. Nada sabemos de él antes de 1815, y también desconocemos las circunstancias exactas en que finó, cómo y dónde. Asimismo, puntualicé que quien lo introduce en nuestra Historia nacional fue Bartolomé Mitre, lo que da por tierra con todas las fabulaciones respecto a los "silencios" y ocultamientos en torno suyo, y reseñé cómo los "padres fundadores" de la Historia de la actual provincia de Misiones, encabezados por Aníbal Cambas, lo escogieron para héroe epónimo cuando bregaban por convertir en provincia el antiguo territorio federal, desgajado de Corrientes por Roca. Pofundizando, demarqué el proceso histórico posterior, haciendo referencia a la publicación de Sánchez Ratti en "Todo es Historia", y al empoderamiento del ya héroe por el progresismo, trasvasándolo de las plumas de los padres fundadores, todos ellos fervientes antiperonistas, a su propio relato. Finalmente, sinteticé los hechos y elementos de juicio que abonan decir que las fechas pautadas para su nacimiento y deceso también son aleatorias, y las discusiones no cerradas tampoco, respecto a cómo se escribe y qué significa su apellido. En esta oportunidad, en primer término voy a referirme al origen étnico de Andresito, ya que es otra de las cuestiones en las que no hay consenso. ¿Era un indio guaraní puro? ¿Era un mestizo?. Machón y Cantero, aseveran: "…aunque algunos historiadores afirman que Andresito era mestizo, diversos documentos de la época lo llaman el indio o el tape Andresito…", y abundan: "…la palabra tape no implica una carga despectiva…"), lo cual confirmaría que era un guaraní auténtico, de lo que nunca renegó; de no haber sido así, tampoco se podría explicar la fidelidad ciega que guardaban hacia él sus hermanos…". No estoy de acuerdo. "indio" y "tape", fueron vocablos tradicionalmente peyorativos, y vale aclarar que "tape", cabe asociarlo al "Tapé", una determinada región geográfica genérica de una etnia guaraní, como sostienen Machón y Canteros.
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Diario Época de Corrientes, 2020
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Uploads
Papers by jorge enrique deniri cueli
Un caso es singular: El Paraguay, cuyo aislamiento secular, exacerbado bajo la dictadura de Francia, prolongada con ribetes menos despóticos por los López, va a ser sajado a sangre y fuego por los arrestos civilizadores de la Triple Alianza, para incorporarlo en estado poco menos que cadavérico al nuevo concierto general.
Se lo editó habiéndole incorporado las correcciones y sugerencias realizadas por ellos
Andresito entra en la ciudad de Corrientes el 21 de agosto de 1818, y abandona la localidad el 23 de marzo de 1819, vale decir que la ocupa siete meses, si bien al retirarse, deja efectivos al mando de Abearé, para que sostengan al gobernador artiguista Juan Bautista Méndez.
¿Estratega? ¿Táctico? ¿Partidario (guerrillero)?
Esta nota, en principio, busca satisfacer los interrogantes que dejó plantados el remate de la anterior. El primero de ellos, es ¿cuál fue en definitiva el objetivo final y cuáles los objetivos intermedios que se planteó Andresito para sus acciones militares?
Creo que el objetivo principal que parece haberse autoimpuesto Andresito fue la recuperación de las Misiones Orientales, y el intermedio, el primero, apoderarse de San Borja, a la que muchos identifican como su suelo natal.
El resultado final, como sabemos, fue un fracaso absoluto, debido no sólo a sus reiteradas derrotas, sino, sobre todo, a la actitud de los habitantes de los siete pueblos. Andresito no logró contar con uno de los principales elementos que exige la guerra de partidas, que es el apoyo de la población que, por las razones que fuera, pero esencialmente en base a beneficios materiales, lograron empoderar los portugueses.
¿Hay heroísmo en esas luchas desesperadas de Andresito y los suyos? Indudablemente, y no sólo por parte de sus partidas de milicianos, sino también de los guaraníes que se batían bajo las banderas de los Braganza, y de los comandantes portugueses. Todavía más: habiendo sufrido Andresito la derrota final más completa, lo que en el vocabulario castrense se conoce como “aniquilamiento”, ¿Puede hablarse de heroísmo? Por supuesto que sí. Según la interioridad de las refriegas, la historia también tiene un lugar de honor para exaltar al vencido. Y hay ejemplos más que gloriosos en nuestro pasado, como el escudo otorgado a Pringles por su heroica derrota de Pescadores proclamando “Gloria a los vencidos de Chancay”.
¿Por qué recién en tiempos recientes se reconocen gloria y honor en las acciones de Andresito y los suyos? En primer lugar porque es un derrotado, y a los vencidos, salvo que medien circunstancias excepcionalísimas, se les hace siempre cuesta arriba ocupar un podio en la Historia. Más allá de eso, quizá – y en este caso se trata de una apreciación subjetiva mía -, porque era un indio, y, reconocimiento real, los aborígenes han comenzado a obtenerlo en las postrimerías del siglo XX. No menor, creo, es la influencia que tuvo su enfrentamiento con el patriciado correntino aliado al puerto, de cuyo seno surgieron los grandes historiadores que fueron los primeros en hablar del pasado de la región y no hesitaron en demonizarlo.
El Guerrero.
Por razones de época, de los “Tenientes de Artigas” que recortó como objeto histórico el Teniente Coronel oriental Enrique Patiño, al momento presente Andresito Guacurarí es el más conspícuo.
¿Cuáles son las causas de esa preeminencia? Patiño enlista, además de Andresito, a Blas Basualdo, Fernando Otorgués, Pedro Campbell y Manuel Vicente Pagola. Los dos últimos de especial interés para Corrientes, Campbell por su actuación junto a Andresito durante la ocupación de la provincia, y Pagola porque dio su nombre al Regimiento 9 de Infantería, de tan dilatada trayectoria en nuestro medio.
El hecho es que, en punto a capacidad militar, sería muy largo historiarlo, pero cada uno de ellos puede competir, ventajosamente, con Andresito, cuyos biógrafos han convertido la guerra de partidas que libró con sus milicias indígenas, en “campañas” formales para luchar contra las fuerzas regladas de los portugueses. Y cuando hablo de guerra de partidas, me refiero a una forma de luchar de las fuerzas irregulares que los salteños han inmortalizado como “montoneras” bajo el mando de Güemes y los cruceños a las órdenes de Warnes, que los españoles usaron contra Napoleón bajo las banderas de Juan Martín “El Empecinado”, y si nos aventuramos en el tiempo, los romanos contra Aníbal antes de suicidarse en Cannas, Bertrand Duguesclin contra los ingleses en la Guerra de los cien años, mucho después, Louis Botha contra los británicos en África del Sur y, todavía más cerca nuestro, Vo Nguyen Giap en Indochina contra los franceses y en Viet Nam contra los norteamericanos.
Un caso es singular: El Paraguay, cuyo aislamiento secular, exacerbado bajo la dictadura de Francia, prolongada con ribetes menos despóticos por los López, va a ser sajado a sangre y fuego por los arrestos civilizadores de la Triple Alianza, para incorporarlo en estado poco menos que cadavérico al nuevo concierto general.
Se lo editó habiéndole incorporado las correcciones y sugerencias realizadas por ellos
Andresito entra en la ciudad de Corrientes el 21 de agosto de 1818, y abandona la localidad el 23 de marzo de 1819, vale decir que la ocupa siete meses, si bien al retirarse, deja efectivos al mando de Abearé, para que sostengan al gobernador artiguista Juan Bautista Méndez.
¿Estratega? ¿Táctico? ¿Partidario (guerrillero)?
Esta nota, en principio, busca satisfacer los interrogantes que dejó plantados el remate de la anterior. El primero de ellos, es ¿cuál fue en definitiva el objetivo final y cuáles los objetivos intermedios que se planteó Andresito para sus acciones militares?
Creo que el objetivo principal que parece haberse autoimpuesto Andresito fue la recuperación de las Misiones Orientales, y el intermedio, el primero, apoderarse de San Borja, a la que muchos identifican como su suelo natal.
El resultado final, como sabemos, fue un fracaso absoluto, debido no sólo a sus reiteradas derrotas, sino, sobre todo, a la actitud de los habitantes de los siete pueblos. Andresito no logró contar con uno de los principales elementos que exige la guerra de partidas, que es el apoyo de la población que, por las razones que fuera, pero esencialmente en base a beneficios materiales, lograron empoderar los portugueses.
¿Hay heroísmo en esas luchas desesperadas de Andresito y los suyos? Indudablemente, y no sólo por parte de sus partidas de milicianos, sino también de los guaraníes que se batían bajo las banderas de los Braganza, y de los comandantes portugueses. Todavía más: habiendo sufrido Andresito la derrota final más completa, lo que en el vocabulario castrense se conoce como “aniquilamiento”, ¿Puede hablarse de heroísmo? Por supuesto que sí. Según la interioridad de las refriegas, la historia también tiene un lugar de honor para exaltar al vencido. Y hay ejemplos más que gloriosos en nuestro pasado, como el escudo otorgado a Pringles por su heroica derrota de Pescadores proclamando “Gloria a los vencidos de Chancay”.
¿Por qué recién en tiempos recientes se reconocen gloria y honor en las acciones de Andresito y los suyos? En primer lugar porque es un derrotado, y a los vencidos, salvo que medien circunstancias excepcionalísimas, se les hace siempre cuesta arriba ocupar un podio en la Historia. Más allá de eso, quizá – y en este caso se trata de una apreciación subjetiva mía -, porque era un indio, y, reconocimiento real, los aborígenes han comenzado a obtenerlo en las postrimerías del siglo XX. No menor, creo, es la influencia que tuvo su enfrentamiento con el patriciado correntino aliado al puerto, de cuyo seno surgieron los grandes historiadores que fueron los primeros en hablar del pasado de la región y no hesitaron en demonizarlo.
El Guerrero.
Por razones de época, de los “Tenientes de Artigas” que recortó como objeto histórico el Teniente Coronel oriental Enrique Patiño, al momento presente Andresito Guacurarí es el más conspícuo.
¿Cuáles son las causas de esa preeminencia? Patiño enlista, además de Andresito, a Blas Basualdo, Fernando Otorgués, Pedro Campbell y Manuel Vicente Pagola. Los dos últimos de especial interés para Corrientes, Campbell por su actuación junto a Andresito durante la ocupación de la provincia, y Pagola porque dio su nombre al Regimiento 9 de Infantería, de tan dilatada trayectoria en nuestro medio.
El hecho es que, en punto a capacidad militar, sería muy largo historiarlo, pero cada uno de ellos puede competir, ventajosamente, con Andresito, cuyos biógrafos han convertido la guerra de partidas que libró con sus milicias indígenas, en “campañas” formales para luchar contra las fuerzas regladas de los portugueses. Y cuando hablo de guerra de partidas, me refiero a una forma de luchar de las fuerzas irregulares que los salteños han inmortalizado como “montoneras” bajo el mando de Güemes y los cruceños a las órdenes de Warnes, que los españoles usaron contra Napoleón bajo las banderas de Juan Martín “El Empecinado”, y si nos aventuramos en el tiempo, los romanos contra Aníbal antes de suicidarse en Cannas, Bertrand Duguesclin contra los ingleses en la Guerra de los cien años, mucho después, Louis Botha contra los británicos en África del Sur y, todavía más cerca nuestro, Vo Nguyen Giap en Indochina contra los franceses y en Viet Nam contra los norteamericanos.