Melin Nava

En este ensayo, se plantea la relación entre los procesos históricos y la conformación de la memoria colectiva en una ciudad, en nuestro caso, Caracas, siguiendo la indicación de Carlos Castilla del Pino (1989) "...la biografía de la ciudad debe ser adecuadamente reconstruida de manera de lograr su desarrollo armónico y coherente..."

Este artículo aborda un proceso de sensibilización social hacia el valor del Paisaje Urbano Cultural para la calidad de vida de una comunidad. El proyecto es un proceso dinámico, aún activo en otros sectores de la ciudad, pero que se inició en los sectores tradicionales de Altamira Norte (1945) y Los Palos Grandes (1939) en 2016. Nuestro fin es crear consciencia colectiva de la relación entre desarrollo urbano y cohesión social a través de la valoración estética de los sectores y de las pequeñas historias de sus habitantes, sobre los lugares más significativos del lugar, independientemente de la valoración institucional que estos ostenten, valiéndonos de las redes ciudadanas para su promoción. Nuestro trabajo utiliza el dibujo urbano como herramienta fundamental para aproximarse al vecino y ponderar los niveles de conciencia colectiva sobre el patrimonio contextual del espacio urbano.. Adicionalmente, propicia la participación de actores sociales y estimular la diversidad de miradas sobre un mismo territorio. Como resultado en esta fase, hemos identificado elementos materiales de la arquitectura residencial, que han sido invisibilizados, tal vez por la vertiginosidad característica del desarrollo urbano de Caracas.

El presente ensayo fue presentado en el XV Seminario de Arquitectura Latinoamericana en Bogotá, Colombia en 2013, y fue el preámbulo del Salón Temático 4, dedicado a las lecciones de la participación ciudadana para la arquitectura. En este ensayo, la autora plantea la importancia que han adquirido los movimientos sociales en los tiempos actuales, para estimular una participación ciudadana necesaria para la reformulación de ciudades sostenibles y con gobernanza, planteando como ejemplo una figura como lo ha sido el Comité de Usuarios de un espacio público en Caracas.

La obra literaria de Francisco Herrera Luque (1927- 1991), se desarrolló en torno a lo que él mismo, en su condición de médico psiquiatra, denominó personalidades psicopáticas del venezolano, identificadas por él a partir de la comparación de hechos documentados de la historia de Venezuela, con la figuración de personajes relevantes. Esta obra se considera básica para la comprensión del imaginario colectivo y su incidencia en la conformación de las ciudades venezolanas, particularmente su capital. Nuestro artículo extrae algunos pasajes de dicha obra, e interpreta su contenido desde la perspectiva ciudadana, extrayendo como conclusión el sentido atávico presente en la etapas de construcción de la ciudad: "El análisis de la obra de Herrera permite acceder a un estadio de reflexión hacia la ciudad posible, donde lo más importante es asimilar las condiciones reales de interacción e interrelación formal y funcional que establecemos entre los miembros de la sociedad como entes reflectantes de la imagen de la ciudad. Sólo al tomar conciencia de estas particularidades, se podrán comenzar a subsanar terribles inconsistencias de la ciudad y se podrá asumir a la
misma, más como un ente propio, reflejo de nuestra personalidad
y de nuestra identidad, a nuestro pesar, y no sólo como un espacio-
dormitorio, en el que se está sólo por necesidad" (2000, 184)