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Fernando Madedo
  • Argentina
  • Actualmente es Presidente de la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual, se desempeñó hasta octubre de 2018 como Deleg... moreedit
La industria de contenidos, pensada en la realidad latinoamericana a partir de las tecnologías de la información y la comunicación, y de la convergencia de los medios digitales, exige conocer el contexto de cada país y el momento de... more
La industria de contenidos, pensada en la realidad latinoamericana a partir de las tecnologías de la información y la comunicación, y de la convergencia de los medios digitales, exige conocer el contexto de cada país y el momento de desarrollo industrial de ese sector, así como las estrategias y planes de los diferentes países para desarrollar industrias de contenido que colaboren en la construcción de identidad, generación de empleos, capacitación profesional e inclusión social.
I) El audiovisual como industria cultural Así como las formas estéticas del lenguaje audiovisual tienen diversas expresiones y han evolucionado en el curso de su historia, su formato productivo también presenta facetas diversas y una gama... more
I) El audiovisual como industria cultural Así como las formas estéticas del lenguaje audiovisual tienen diversas expresiones y han evolucionado en el curso de su historia, su formato productivo también presenta facetas diversas y una gama de posibilidades que, con las nuevas tecnologías y formas de décadas de expansión, modelos de producción de diferentes características. La revolución tecnológica que comienza en la segunda mitad del siglo pasado y se acelera inusitadamente en la primera década de este siglo multiplicó las formas de producción de las obras audiovisuales y de sus modos de circulación. El audiovisual es una industria cultural que reúne los requisitos esenciales para ser considerada como tal. Aunque todavía despierte cierto recelo el uso de esta expresión porque une dos conceptos que provienen de fuentes contrapuestas, dado que "industria" alude al proceso económico de producciones de bienes materiales y "cultura", a una actividad creadora de contenidos simbólicos, en las últimas décadas, el término se ha precisarlo para evitar confusiones posteriores. Como bien señala Octavio Gettino, es necesario tener en claro los elementos de este concepto de contenidos laxos para saber … de qué hablamos cuando hablamos de industrias culturales (…). En tren de de la década de los noventa del siglo pasado asoció a las INDUSTRIAS CULTURALES al concepto de creación en una perspectiva más amplia, incorporando el reconocimiento de los "derechos de autor" sobre la producción de contenidos. A su vez, distinguió por primera vez el sector de los "bienes culturales" del correspondiente a los "servicios culturales" y señaló la existencia de un tercer sector, el de las "industrias conexas", dentro del cual se ubicarían las dedicadas a producir equipos e insumos para la producción y reproducción de bienes culturales (aparatos de TV y radio, reproductores de sonido e imagen, computadoras, etcétera) (Gettino, Octavio, El capital de la Cultura, Honorable Senado de la Nación, Dirección de Publicaciones, 2006, pág. 62). … las industrias culturales en tanto objeto de estudio, representan un tramo de la
Ubicar el film de Edgardo Cozarinsky en el ámbito del documental puede parecer obvio pero, al mismo tiempo, muy arriesgado. Justamente la peculiaridad de esa imagen del mar reside en poner de relieve un interesante conflicto entre... more
Ubicar el film de Edgardo Cozarinsky en el ámbito del
documental puede parecer obvio pero, al mismo tiempo, muy
arriesgado. Justamente la peculiaridad de esa imagen del mar
reside en poner de relieve un interesante conflicto entre 􂀜historia
􂀝, que siempre remite a un tiempo presente en la dialéctica
de su conciencia entre un pasado y un futuro, y que ostenta la
objetividad; y 􂀜memoria􂀝, que nos sitúa en la relación entre un
presente y su pasado, aquel que ya no existe y que, por tanto,
nos enfrenta a una inexorable subjetividad.
Aparecida en un número extraordinario del diario Crítica en septiembre de 1922, la Historia ligera de Leopoldo Torres Ríos junto con Este cine argentino de Ulyses Petit de Murat, publicado en 1959, inauguraron los estudios... more
Aparecida en un número extraordinario del diario Crítica en septiembre de 1922, la Historia ligera de Leopoldo Torres Ríos junto con Este cine argentino de Ulyses Petit de Murat, publicado en 1959, inauguraron los estudios historiográficos sobre cine argentino. Ambos textos se diferencian de la Historia del cine argentino escrita por Domingo Di Núbila (1959-1960) en tanto y en cuanto no exponen los acontecimientos históricos como sucesos evolutivos, sino que se detienen a indagar las contradicciones, las interrupciones como así también los logros habidos en nuestra cinematografía. Asimismo, el planteo de Di Núbila se aleja de los de Torres Ríos y Petit de Murat dado que en la narración de los acontecimientos prevalece el vínculo con la historia social y política del país, algo ausente en los dos primeros autores.