EL ESPÍRITU
SANTO
  En las Escrituras y su obra
Introducción
■ Anteriormente hemos examinado con cierta amplitud la
  persona y la obra de Dios el Padre, y, en los últimos, la persona
  y la obra de Dios el Hijo, Cristo Jesús.
■ El mensaje del evangelio completo proclama la centralidad de
  la obra del Espíritu Santo, como el agente activo de la Trinidad
  en la autor revelación de Dios a su creación.
■ Es apropiado ahora que nos enfoquemos en este estudio en la
  obra característica del Espíritu Santo.
■ Entre las diferentes actividades de los miembros de la Trinidad,
  ¿qué actividades se dice que son especialmente obra de Dios el
  Espíritu Santo?
Introducción
■ La tarea ha sido complicada por comprensiones incorrectas
  sobre la obra y la persona del Espíritu Santo, que han sido
  circuladas consciente o inconscientemente por toda la Iglesia
  en general.
■ Aquí se incluyen interpretaciones inexactas sobre el papel del
  Espíritu Santo en el Antiguo Testamento, así como sobre la
  relación del creyente con el Espíritu Santo antes y después de
  la conversión, y antes y después del bautismo en el Espíritu
  Santo.
■ La función del Espíritu Santo como quien ejerce hoy en dia la
  actividad Divina en sus relaciones con la creación.
■ Sin la actividad continuada de Dios a través del Espíritu Santo,
  sería imposible tener conocimiento de Él.
Introducción
■ Intentaremos obtener una perspectiva general de la enseñanza
  de todas las Escrituras sobre la obra del Espíritu Santo con el
  fin de entender de manera más completa qué clase de
  actividades han sido especialmente delegadas al Espíritu Santo
  por Dios el Padre y Dios el Hijo.
El Espíritu Santo
Su tarea
■ Podemos definir la obra del Espíritu Santo de la forma
  siguiente: La tarea del Espíritu Santo es la de manifestar la
  presencia activa de Dios en el mundo, y especialmente en la
  iglesia.
■ Esta definición indica que el Espíritu Santo es el miembro de la
  Trinidad que las Escrituras representan con más frecuencia
  como estar presente para hacer la obra de Dios en el mundo.
El Espíritu Santo
■ Aunque esto es cierto hasta cierto punto a lo largo de las
  Escrituras, es particularmente cierto en lo referente al nuevo
  pacto.
■ En el Antiguo Testamento, la presencia de Dios se manifestó
  muchas veces en la gloria de Dios y en las teofanías, y en los
  evangelios Jesús mismo manifestó la presencia de Dios entre
  los hombres.
■ Pero después de la ascensión de Jesús a los cielos, y
  continuando a lo largo de toda la era de la iglesia, el Espíritu
  Santo es ahora la manifestación primaria de la presencia de la
  Trinidad entre nosotros. Génesis 1.2; Hechos 1.8.
El Espíritu Santo
■ Incluso en el Antiguo Testamento, se predijo que la presencia
  del Espíritu Santo traería bendiciones abundantes de parte de
  Dios. Isaías predijo un tiempo cuando el Espíritu traería un
  gran avivamiento:
– La fortaleza será abandonada, y desamparada la ciudad
  populosa … hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado
  sobre nosotros. Entonces el desierto se volverá un campo fértil,
  y el campo fértil se convertirá en bosque. La justicia morará
  en el desierto, y en el campo fértil habitará la rectitud. El
  producto de la justicia será la paz; tranquilidad y seguridad
  perpetuas serán su fruto. Mi pueblo habitará en un lugar de
  paz, en moradas seguras, en serenos lugares de reposo. (Is
  32:14–18)
Espíritu Santo en las Escrituras
Nombres del Espíritu Santo (títulos)
■ ¿Quién es el Espíritu Santo?
■ Podemos encontrar la respuesta a esta pregunta estudiando los
  nombres que lleva y los símbolos que ilustran su labor.
■ Los nombres y títulos del Espíritu Santo nos revelan mucho
  acerca de quién es Él.
■ Aunque el nombre de “Espíritu Santo” no aparece en el
  Antiguo Testamento, se usan una serie de títulos equivalentes.
Espíritu Santo en las Escrituras
■ El título más frecuente en el Antiguo Testamento es “el
  Espíritu de Yahwé” (heb. ruáj YHWH [Yahwé]), o como se
  suele encontrar en numerosas traducciones antiguas: “el
  Espíritu del Señor”. Job 33:4
■ El Espíritu Santo es el poder ejecutivo de la Deidad, el cual
  trabaja en todas las esferas, tanto físicas como morales.
Espíritu Santo en las Escrituras
■ Encontramos un rico conjunto de títulos del Espíritu Santo en
  Juan 14–17, Jesús dice que enviará otro Consolador,
  Ayudador o Consejero.
■ Consolador es el titulo que mas se usa en estos pasajes.
■ La palabra Consolador (“paracletos” en el idioma griego)
  tiene el siguiente significado literal: uno llamado al lado de
  otro para el propósito de ayudarle en cualquier forma,
  particularmente en procedimientos legales y criminales. 
■ Les aconsejaban qué tenían que hacer y decir; actuaban como
  portavoces y a veces les representaban. Permanecían junto a
  las partes y asumían su defensa y protección en las pruebas,
  dificultades, y peligros de la situación.
Espíritu Santo en las Escrituras
■ En pocas palabras, hacían de la causa de sus amigos, su propia
  causa.
■ La palabra “otro” distingue al Espíritu Santo del Señor Jesús, y
  sin embargo le coloca en el mismo plano.
■ Estos pasajes son los que mas nos enseñan del Espíritu Santo
  en el Nuevo Testamento.
Espíritu Santo en las Escrituras
■ El Espíritu de verdad que habita en nosotros (Juan 14:16;
  15:26)
■   Maestro de todas las cosas
–   El que nos recuerda todo lo que Cristo ha dicho (14:26)
–   El que dará testimonio de Cristo (15:26)
–   El que convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio
    (16:8)
■ Todos estos títulos son la obra del Espíritu Santo como
  Consejero o maestro
Espíritu Santo en las Escrituras
■ En las Epístolas encontramos varios títulos del Espíritu
  Santo:
– “Espíritu de santidad” (Romanos 1:4)
– “Espíritu de vida” (Romanos 8:2)
– “Espíritu de adopción” (Romanos 8:15)
– “Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13; traducido
  también como el “Espíritu Santo prometido”)
– “Espíritu eterno” (Hebreos 9:14)
– “Espíritu de gracia” (Hebreos 10:29)
– “Espíritu de la gloria” (1 Pedro 4:14).
Espíritu Santo en las Escrituras
El Espíritu de Cristo
■ No hay una distinción esencial entre el Espíritu de Dios, el Espíritu de
  Cristo y el Espíritu Santo, porque hay un solo Espíritu Santo, como
  hay un solo Dios y un solo Hijo Romanos 8:9.
■ ¿Por qué se llama al Espíritu Santo el Espíritu de Cristo?
(1) Porque se le envía en el nombre de Cristo (Juan 14:26).
(2) Porque El es el Espíritu que envió Cristo.
(3) El Espíritu Santo es denominado el Espíritu de Cristo porque su
misión especial en esta edad es glorificar a Cristo (Juan 16:14).
(4) El Cristo glorificado está presente en la iglesia y en los creyentes por
medio del Espíritu Santo.
Espíritu Santo en las Escrituras
Símbolos Del Espíritu Santo
■ Los símbolos nos dan imágenes concretas de cosas que son
  abstractas, como la Tercera Persona de la Trinidad.
■ Los símbolos del Espíritu Santo también son arquetipos.
– En la literatura, un arquetipo es un carácter, tipo, tema o
  símbolo que aparece una y otra vez y que se puede encontrar
  en muchas culturas y momentos.
Espíritu Santo en las Escrituras
■ El viento
– La palabra hebrea ruáj tiene una notable amplitud semántica.
  Puede significar “aliento”, “espíritu” o “viento”. Se usa
  paralelamente a nefesh. Ezequiel 37:7–10, Juan 3:8, Hechos
  2:2.
– El significado básico de nefesh es “ser viviente”; esto es, todo
  lo que respire.
– Su amplitud semántica se desarrolla a partir de aquí, para
  referirse a prácticamente todos los aspectos emocionales y
  espirituales de un ser humano vivo.
Espíritu Santo en las Escrituras
El agua
– Como el aliento, el agua es también necesaria para sostener la
   vida.
– Jesús prometió ríos de agua viva. “Esto dijo el Espíritu” (Juan
   7:39). Vitales en la jerarquía de las necesidades físicas de los
   humanos, el aliento y el agua son igualmente vitales en el
   ámbito del Espíritu.
Espíritu Santo en las Escrituras
El fuego
– El aspecto purificador del fuego queda claramente reflejado en
   Hechos 2.
– Mientras que es un carbón tomado del altar el que purifica los
   labios de Isaías (6:6–7), en el día de Pentecostés, las “lenguas
   de fuego” simbolizan la llegada del Espíritu (Hechos 2:3).
Espíritu Santo en las Escrituras
El aceite
– El aceite es quizá el más familiar y común de los símbolos del
   Espíritu.
– Toda vez que se usaba aceite en los ritos del Antiguo
   Testamento, ello representaba utilidad, fructificación, belleza,
   vida y transformación. 
– En su sermón a Cornelio, Pedro afirma: “Dios ungió con el
   Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret” (Hechos 10:38).
– Citando Isaías 61:1–2, Jesús proclama: “El Espíritu del Señor
   está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas
   a los pobres” (Lucas 4:18).
Espíritu Santo en las Escrituras
La paloma
– El Espíritu Santo descendió sobre Jesús en la forma de una
  paloma en los cuatro relatos del Evangelio.
– La paloma es un arquetipo de delicadeza y paz.
– El Espíritu Santo habita en nosotros. No nos posee. Nos ata a
  sí en el amor, en contraste con las cadenas de los hábitos
  pecaminosos. Es delicado.
– Una tradición judía traduce Génesis 1:2 de la siguiente
  manera: “El Espíritu de Dios como una paloma cobijaba el
  haz de las aguas.”
– Mateo 3:16
Espíritu Santo en las Escrituras
Sello
– Esta ilustración presenta los siguientes pensamientos:
– (1) Propiedad. La impresión del sello implica una relación con
  el propietario del mencionado sello y constituye una prueba
  segura de que le pertenece. Efesios 1:13
– (2) También está implicado el concepto relativo a la seguridad,
  Apocalipsis 7:3.
– El Espíritu inspira la tranquilidad y la seguridad en el corazón
  del creyente Romanos 8:16.
– Efesios 4:30
Nadie comprende por completo al Dios infinito,
o a su infinito universo, ni conoce y comprende
 perfectamente todas las palabras de la Biblia.
Todos seguimos siendo discípulos (literalmente,
                  “aprendices”).
La obra del Espíritu Santo
Como Consolador
■ Tal como observamos en el estudio sobre los títulos del Espíritu Santo,
  éstos nos proporcionan claves para comprender su Persona y obra.
■ La obra del Espíritu Santo como Consolador comprende su papel como:
– El Espíritu de verdad que habita en nosotros (Juan 14:16; 15:26)
– Maestro de todas las cosas, como Aquél que nos recuerda todo cuanto
  Cristo ha dicho (14:26)
– El que dará testimonio a favor de Cristo (15:26)
– El que convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio (16:8)
   El Espíritu Santo en nosotros comienza a
aclarar las creencias erróneas, incompletas y
    desordenadas sobre Dios y su obra, sus
propósitos, su Palabra, y sobre el mundo, que
 traemos con nosotros a nuestra relación con
                     Dios.
La obra del Espíritu Santo
La Santificación
■ Convencer al mundo
– La primera etapa de la santificación, y la obra mayor del
  Espíritu Santo consiste en traer a las personas a una relación
  de pacto con Dios.
– El Espíritu tiene tres tareas entre los que no son convertidos:
– Convencer de pecado
– Dar testimonio de Cristo
– Confirmar la Palabra de Dios.
La obra del Espíritu Santo
■ Purificar al creyente
– La segunda etapa en la santificación de una persona por el
  Espíritu es la conversión.
– El Espíritu de Dios le comienza a testificar a nuestro espíritu
  que ahora somos hijos de Dios (Romanos 8:15–16).
– El Espíritu de vida nos liberta de la ley del pecado y de la
  muerte (8:2; véase Juan 6:63). Somos nuevas criaturas en
  Dios (2 Corintios 5:17).
■ Dar poder al creyente
– Los creyentes están mejor capacitados para ayudar al Espíritu
  en su obra de santificar a otros, una vez que lo han recibido.
La obra del Espíritu Santo
■ Justificación
■ Hay tres formas adicionales en las que el Espíritu obra con el
  creyente:
– (a) santifica continuamente al creyente con respecto al pecado
– (b) libra cada vez más al creyente de las realidades de pecado
– (c) usa a los creyentes para que ayuden en la obra de
  santificación.
La obra del Espíritu Santo
El bautismo del Espíritu Santo
Separabilidad y Evidencias
■ La frase “bautismo en el Espíritu Santo” no aparece en la Biblia. Sin
  embargo, es bíblica en el sentido de que se origina en una fraseología
  similar usada por los escritores bíblicos.
■ Entre las otras terminologías, derivadas también del lenguaje del Nuevo
  Testamento, especialmente en el libro de Hechos, tenemos:
■ “ser lleno del Espíritu Santo”
■ “recibir el Espíritu Santo”
■ “derramamiento del Espíritu Santo”
■ “el Espíritu Santo cayendo sobre”
■ “el Espíritu Santo viniendo a”
■ y diversas variaciones de estas frases
La obra del Espíritu Santo
■ Nuestro Señor dijo que ocurriría por primera vez
  cuando el Espíritu llegara en el día de Pentecostés
  (Hechos 1:5).
■ Después Pedro le llamó a esto el “principio” (11:15–
  16).
 La aplicación de los principios aceptados …
apoyará el concepto de que ser bautizado en el
Espíritu Santo es algo distinto a la conversión
… La conversión comprende el establecimiento
  de relaciones con Dios; ser bautizado en el
   Espíritu comprende la iniciación en un
      ministerio poderoso y carismático
Evidencias del bautismo en el espíritu
Las lenguas como la evidencia física inicial
■ La literatura actual sobre este tema revela una considerable
  diversidad de posiciones sobre las lenguas.
■ No obstante, con respecto a las lenguas como la evidencia
  inicial del bautismo en el Espíritu Santo, estos puntos de vista
  se pueden categorizar de la siguiente manera:
– (1) las lenguas no son la evidencia del bautismo en el Espíritu
  Santo
– (2) el bautismo en el Espíritu Santo tiene algunas veces las
  lenguas como evidencia
– (3) el bautismo en el Espíritu Santo va siempre acompañado
  por la evidencia inicial de las lenguas.
Evidencias del bautismo en el espíritu
Las lenguas como la evidencia física inicial
■ Todos los demás comentarios sobre el bautismo en el Espíritu
  Santo deben señalar hacia la razón de esta obra especial, y la
  necesidad que Dios quiere que satisfaga.
■ Porque la Iglesia de hoy, como la Iglesia del libro de Hechos,
  necesita que el dinámico poder del Espíritu la capacite para
  evangelizar eficazmente al mundo y edificar el Cuerpo de
  Cristo.
   Los dones
■ La palabra que designa los dones espirituales (charisma),
  obviamente relacionada con la palabra empleada para
  expresar gracia, significa algo que se debe a la gracia de
  Dios. 
■ Un don espiritual es una habilidad “Dada por Dios” nos
  recuerda que Cristo y el Espíritu son los dadores de los
  dones, y “para el servicio”
■ Aunque existe una cercana analogía entre los dones
  espirituales y los talentos (ciertamente ambos son dados
  por Dios, 1 Corintios 4:7), los talentos, por ejemplo,
  pueden o no ser usados para servir al cuerpo.
Los dones
■ Hay diversos puntos de vista sobre la naturaleza de los dones
  del Espíritu.
■ Uno de ellos ve los dones como capacidades naturales.
– Por ejemplo, un cantante tendría el don de música, o un
  médico (por la vía de la ciencia médica) tendría el don de
  sanidad. No obstante, el talento humano solo nunca podrá
  cambiar al mundo.
■ Otro punto de vista considera que los dones son totalmente
  sobrenaturales.
■ Hay que aclarar sin embargo, compartir un don no constituye
  demostración de santidad, ni de haber conseguido un logro
  espiritual.
Los dones
■ Un tercer punto de vista es bíblico: los dones son
  encarnacionales.
– Esto quiere decir que Dios obra a través de los seres humanos.
  Los creyentes le someten su mente, corazón, alma y fortaleza a
  Dios.
– Consciente y voluntariamente le entregan todo cuanto son.
– El Espíritu los capacita sobrenaturalmente para ministrar más
  allá de sus posibilidades, al mismo tiempo que expresa cada
  don a través de su experiencia en la vida, su carácter, su
  personalidad y su vocabulario.
   Los dones
■ Se deben usar los dones en amor, debido al peligro de mala
  comunicación, aun por parte de aquéllos que tienen las
  intenciones más sinceras
■ Pablo es intensamente práctico.
■ Cuatro listas de dones espirituales aparecen en el Nuevo
  Testamento (Romanos 12:6–8; 1 Corintios 12:8–10; 1
  Corintios 12:28; Efesios 4:11). Algunos dones aparecen en
  más de una lista.
   Los dones
La Distribución de los Dones Espirituales
■ Son distribuidos por el Cristo resucitado y ascendido (Efesios 4:11)
■ El hecho de que la Cabeza del cuerpo le da dones a Su cuerpo eleva el
  uso de los dones a un nivel alto y santo.
■ Estos son Sus dones, que nos son confiados porque El necesita que
  nosotros los usemos para edificar Su cuerpo.
■ ¡Qué dignidad le da esto aun a lo que parece ser la obra de más
  humilde!
   Los dones
Son distribuidos por el Espíritu Santo de acuerdo a Su voluntad (1
Corintios 12:11, 18)
■ ¿Por qué le da El un don específico a un creyente? Porque El es quien
  mejor sabe lo que el cuerpo necesita y lo que le conviene a cada
  creyente para servicio. Si así lo creyéramos, esto impediría que nos
  quejáramos de no ser como otra persona, y debiera motivarnos a usar
  al máximo lo que Dios nos ha dado.
■ ¿Cuándo nos da el Espíritu Santo Sus dones? Es muy probable que en
  la conversión. Si son dones del Espíritu, y no tenemos el Espíritu
  hasta la conversión, entonces es de suponer que Sus dones se den en
  ese tiempo.
   Los dones
■ Son distribuidos a todos los creyentes
■ Ningún creyente está sin a lo menos un don espiritual. Pedro afirma
  claramente que todos tienen por lo menos uno (1 Pedro 4:10). Cada
  creyente es soltero o casado, y ambos estados son llamados dones
  espirituales (1 Corintios 7:7).
■ Una comparación interesante entre algunos de los dones espirituales y
  algunos de los mandamientos que son dados a todos los creyentes se
  pueden ver en la tabla siguiente.
■ El punto fundamental de esta comparación simplemente afirma que se
  nos manda servir en muchas áreas, ya sea que pensemos o no que
  tenemos el don espiritual correspondiente.
   Los dones
Apostolado (1 Corintios 12:28; Efesios 4:11)
■ En un sentido general, la palabra significa uno que es enviado (en el
  caso de Epafrodito en Filipenses 2:25).
■ Pero el sentido técnico del apostolado se refiere a los Doce, y
  posiblemente algunos otros como Pablo y Bernabé (Hechos 14:14).
■ El don fue dado para fundar la iglesia y fue acreditado por señales
  especiales (2 Corintios 12:12; Efesios 2:20).
   Los dones
Profecía (Romanos 12:6; 1 Corintios 12:10; 14:1-40; Efesios
4:11)
■ Como apostolado, profecía se usa tanto en un sentido general
  en un sentido técnico.
■ En el sentido general se refiere a la proclamación y, por lo
  tanto, a la predicación.
■ Pero técnicamente un profeta no sólo podía proclamar el
  mensaje de Dios, sino que también era capaz de predecir el
  futuro
   Los dones
Milagros (1 Corintios 12:28) y Sanidades (vv. 9, 28, 30)
■ Esta es la facultad de hacer señales especiales que incluyen
  la sanidad física.
■ Pablo ejerció este don en Efeso (Hechos 19:11–12); pero, sin
  embargo, el no lo ejerció o no pudo ejercerlo en los casos de
  Epafrodito (Filipenses 2:27), Timoteo (1 Timoteo 5:23), o
  Trófimo (2 Timoteo 4:20).
   Los dones
Lenguas e interpretación de lenguas (1 Corintios 12:10)
■ El don de lenguas es la habilidad dada por Dios de hablar en
  un idioma terrenal desconocido para el que habla.
■ La interpretación de lenguas es la facultad de interpretar ese
  mensaje en un lenguaje que entienden los oyentes.
■ Sin duda, en la primera aparición de las lenguas, en Hechos
  2, se trataba de idiomas (note la palabra “lenguas” en vv. 6 y
  8).
  Los dones
Evangelización (Efesios 4:11)
■ Esta habilidad de proclamar el mensaje del Evangelio con
  claridad excepcional, también incluía la idea de que el
  ministerio del evangelista era itinerante.
■ Además se podía ejercer públicamente o en privado.
■ Ya sea que uno tenga o no el don de evangelización, todo
  creyente debe testificar.
   Los dones
Pastor (Efesíos 4:11)
■ Esta es la habilidad de pastorear al pueblo de Dios,
  proveyéndoles, cuidándoles, y protegiéndoles.
■ En el versículo 11 enseñar está conectado con pastorear, y en
  Hechos 20:28 el gobernar también lo esta.
Enseñar (Romanos 12:7; 1 Corintios 12:28; Efesios 4:11)
■ Esta es la habilidad de enseñar la verdad de Dios.
  Aparentemente, el don a veces se da solo y en otros casos en
  conexión con el de pastorear.
   Los dones
Servir (Romanos 12:7; 1 Corintios 12:28; Efesios 4:12)
■ Esta es la habilidad de ayudar o servir en el sentido más
  amplio de la palabra.
Fe (1 Corintios 12:9)
■ Esta es la facultad de creer a Dios para que El supla
  necesidades específicas. Todo creyente debe andar por fe y
  cada uno tiene una medida de fe, pero no todos tienen el don
  de fe.
   Los dones
Exhortación (Romanos 12:8)
■ Esto abarca la habilidad de animar, consolar, y amonestar a
  las personas.
Discernimiento de espíritus (1 Corintios 12:10)
■ Esta era la facultad de distinguir entre las fuentes genuinas y
  las falsas de la revelación sobrenatural cuando se daba en
  forma oral antes de que el canon se completara.
Hacer misericordia (Romanos 12:8)
■ Como el don de servir, éste implica socorrer particularmente
  a los enfermos y los afligidos.
   Los dones
Dar (Romanos 12:8)
■ Esta parece ser la habilidad de ser muy generoso en el uso de
  los medios que uno posee.
■ Se debe ejercer con sencillez, sin la idea de recibir algo en
  cambio o de lucro personal.
Administración (Romanos 12:8; 1 Corintios 12:28)
■ Esta es la capacidad para gobernar en la iglesia.
   Los dones
Sabiduría y conocimiento (1 Corintios 12:8)
■ Como otros dones de la iglesia primitiva, éstos implicaban la
  habilidad de entender y comunicar la verdad de Dios a las
  personas.
■ Esta lista enumera dieciocho dones distintos (aunque yo he
  juntado varios de ellos). ¿Es esto todo? En ningún lugar
  hallamos alguna sugerencia de que haya otros dones, y los
  que han sido enumerados parecen ser suficientes para la
  edificación del cuerpo de Cristo.
    Conclusiones
■ El Espíritu Santo distribuye todos estos dones según su poder
  creativo y su soberanía.
■ La palabra “quiere” (1 Corintios 12:11, gr. búletai) está en tiempo
  presente, y presenta implícita y fuertemente su personalidad
  continuamente creativa.
■ Notamos además que la Biblia no traza límites entre los dones.
– “Exhortar” es parte del don de profecía en 1 Corintios 14:3; sin
  embargo, en Romanos 12:8 se considera como un don aparte.
– Además de esto, las diferentes personalidades pueden expresar los
  dones de maneras distintas, y en una variedad de ministerios
Principios para los dones
1. Debemos ejercer nuestro ministerio de una manera
   proporcionada a nuestra fe.
2. Nos debemos centrar en los ministerios que sabemos que
   tenemos, para desarrollarlos.
3. Debemos mantener actitudes correctas: dar con generosidad,
   dirigir con diligencia, mostrar misericordia con alegría.
4. Todos tenemos funciones diferentes en el Cuerpo de Cristo,
   y debemos entender su relación con todo el cuerpo.
Principios para los dones
5. Los dones son para edificar a todos, y no solamente a la persona
   individual.
6. No debemos sentirnos superiores, ni inferiores, puesto que todos los
   miembros son igualmente importantes.
7. Los dones nos son dados; nosotros no los alcanzamos. La voluntad y
   la soberanía de Dios deciden sobre su distribución. Los siguientes
   verbos muestran su acción concreta de situar estos dones en la Iglesia:
   “dada” (Romanos 12:6), “puso” (1 Corintios 12:28) y “constituyó”
   (Efesios 4:11). Pablo afirma también en 1 Corintios 12:28–31 que
   debemos centrarnos en los ministerios que sabemos que Dios nos ha
   dado.
    Principios para los dones
8. Al mismo tiempo, son manifestaciones dadas por Dios; no talentos
humanos. Dios concede dones continuamente, según Él quiere. Debemos estar
abiertos a todos ellos. Si sabemos qué parte del Cuerpo somos, y cuáles son
nuestros ministerios, entonces podremos canalizar los dones con eficacia.
9. Aunque podamos ejercitar un don al máximo, sin el amor, ese ejercicio es
inútil. Está claro que sólo tenemos un conocimiento parcial; sólo podemos
expresar ese conocimiento parcial. Los dones son dados continuamente a la
medida de la fe de la persona (no de una vez para siempre). Es necesario
probar los dones; éstos caen bajo los mandatos del Señor. El punto focal es el
desarrollo hacia la madurez de la Iglesia, no la grandeza del don. Estas
verdades nos deben llevar a la humildad, al aprecio por Dios y por los demás,
y al deseo ardiente de obedecerle.
Principios para los dones
10. Los ministerios capacitadores tienen la función especial de liberar a
los demás para su ministerio, y desarrollar la madurez en ellos. Los
apóstoles, los profetas, los evangelistas y los pastores-maestros son
dones de Cristo a la Iglesia. Aparecen en orden histórico en la fundación
y consolidación de la Iglesia, y no en una especie de rangos de autoridad
(1 Corintios 12:28).
11. Debemos ministrar la gracia de Dios en sus diversas formas. En 1
Pedro 1:6 se nos revela que los cristianos habían sido afligidos en
diversas pruebas; Dios tiene una gracia especial que ministrar en cada
una de esas pruebas. El ministro fiel sabrá cómo ministrar según la
necesidad. Necesitamos escoger con cuidado cuándo, dónde y cómo
ministrar mejor la gracia de Dios.
Principios para los dones
12. Debemos ministrar seguramente apoyados en la fortaleza
del Señor. No debemos ser tímidos, ni hacerlo en nuestra propia
fortaleza. Esto es similar a Romanos 12, donde se habla de que
ministremos en proporción a nuestra fe, pero Pedro dice
después que hablemos como si estuviésemos pronunciando “las
palabras de Dios” (1 Pedro 4:11).
13. Por último, Dios debe recibir toda la gloria. Todos los dones
son gracias con las cuales Dios ha bendecido a su Iglesia.