travestis es una respuesta que nos obliga a la reflexión en torno a los parámetros de la
inclusión en la escuela secundaria común.
ANIJOVICH:
El registro narrativo es un modo de organizar las observaciones. La observación es una actividad
central en la formación docente desde su origen, puede entenderse no solo como una estrategia
de enseñanza sino también como un espacio curricular propiamente dicho. No obstante, su
sentido, su valor y su contribución ha cambiado en función de la respuesta que en cada
momento se ha dado a la pregunta ¿para qué se observa? La observación está en relación directa
con la pregunta sobre sus motivos Puede observarse para constatar teorías, describir
situaciones, identificar conductas, reflexionar sobre las situaciones de enseñanza. Cada uno de
estos sentidos direcciona el modo de observar y el uso que, a posteriori, se haga de lo observado.
El propósito influye en lo que se observa, en cómo se lleva a cabo, quién es el observado, dónde y
cuándo tiene lugar la observación y qué uso se hace de los datos.
La observación como estrategia transversal de formación
Si bien históricamente y aún hoy la observación ha formado parte del espacio curricular en la
formación de docentes, la actividad de observar puede considerarse transversal al resto de las
asignaturas y dispositivos de formación desde la autoobservación y observación de pares,
docentes, alumnos e instituciones. La observación está al servicio de una formación centrada en
análisis: analizar las situaciones observadas implica tomar distancia de las mismas, observar a
otros y analizarlos para aprender a ser observadores y actores a la vez asi como profesionales
reflexivos.
La observación es un hecho cotidiano y espontáneo, hacemos observaciones en diferentes
dominios del mundo de la vida y, en función de esto, construimos conocimientos y experiencias.
A su vez, nuestros conocimientos y experiencias inciden en nuestras observaciones.
La palabra es polisémica, algunas de sus acepciones aparecen ligadas a distintos sentidos: de
regulación, de vigilancia y seguridad, de recriminación, y de análisis/interpretación. Los
significados más extendidos en las instituciones educativas son los de vigilancia y análisis e
interpretación, que, combinados, dan lugar a observar para evaluar (a los alumnos, docentes,
etc).
Al desanudar los sentidos que se le adjudica a la observación, es posible resignificarla. En la
escuela se la suele asociar con los procesos de evaluación y control. Sin embargo, el acto de
observar puede constituir una herramienta poderosa para la reflexión en y sobre la acción
docente.
De Ketele advierte la complejidad del fenómeno de la observación al definirla como un proceso
que precisa atención voluntaria y selectiva en función del objetivo que se quiere lograr, es decir
que requiere de algún instrumento para recoger información sobre el objeto o situación que se
desea considerar.
Proporciona una representación de la realidad que pretendemos estudiar, analizar y/o aprender.
En consecuencia, la intencionalidad identifica la función que tiene la observación y precisa
aquellos aspectos en los cuales focalizar ( no se puede observar todo y es necesario delimitar el
campo sobre el cual estás efectuará). La observación se torna sistemática cuando su frecuencia y
procedimientos se repiten y el acto de observarse acompaña con la utilización de técnicas de
observación y registro.
Es preciso observar con detenimiento y observar situacionalmente, lo cual implica una renuncia
a una comprensión total y completa del observado ya que no se trata de congelar hechos,
fenómenos, prácticas en un aquí y ahora, sino de entender que las situaciones observadas nunca
son completas y siempre son cambiantes.
La observación posibilita analizar la enseñanza, reconocer problemas, abrir un espacio para
indagar otras líneas de acción, desentraña la lógica de la práctica docente y su complejidad. De
este modo, la observación reclama apelar a una posición reflexiva permanente .
Los momentos de la observación
En relación con el tiempo destinado de la observación, en general el observador puede
permanecer de forma variable en el lugar en cuestión, tanto en periodos acotados de
observación como prolongados (observaciones transversales o longitudinales).
En cuanto al proceso de observación, es posible identificar 3 momentos:
    1. El momento de preparación
Requiere claridad acerca de la intencionalidad de la observación, que es lo que permitirá al
observador hacer foco (ej. en estrategias de enseñanza, tipo de conversación que se establece,
tareas que realizan los alumnos, uso del pizarrón, organización y secuenciación de los
contenidos)
Es importante tomar decisiones respecto de los instrumentos emplear, el tipo de formato de
presentación y el tipo de análisis e interpretación que se realizará
    2. El momento de observación propiamente dicha
Implica el registro de lo que se observa obtenido a través de toma de notas de la situación,
fotografías y video filmaciones o grabaciones de audio, recolección de materiales, etc.
Para darle Claridad al registro, es importante identificar los datos contextuales ( acerca de la
institución, características del lugar, población), las condiciones en las que se realizará la
observación, cantidad de alumnos, espacio físico, etc.
    3. El momento de análisis posterior a la observación
Conlleva la elaboración de las notas y la construcción de un registro que sea comunicable a
otros, y contempla, además, la instancia de análisis e interpretación de la situación observada
Los instrumentos de observación
Todo observador, cuando observa, se vale de sus Marcos de referencia, sus metas, sus prejuicios,
sus habilidades. Con estas referencias previas, utiliza un instrumento que guía la observación y
el registro, cuya elección depende de los propósitos de la observación y del marco teórico que la
sostiene. Podemos identificar ciertos tipos de instrumentos según se centren en el desarrollo de
las acciones o en la presencia o ausencia de atributos. Esto da lugar a 2 clases de registros:
    ➔ Registros categoriales
Se basan en categorías predeterminadas para registrar los hechos, a medida que se producen.
Solo se registra lo que está en la lista. El observador cuenta con grillas, listas y escalas en las que
pueda notar no solo la presencia o ausencia de un determinado comportamiento si no la
intensidad y frecuencia con que se produce. Son cerrados ya que tienen un número finito de
categorías o unidades de observación prefijadas, e identificadas a priori. El sistema
observacional es completo (no se añaden nuevas categorías). Instrumentos:
    -   Listas de cotejo o corroboración: detectan presencia o ausencia de un atributo o acción,
        sin añadir ninguna apreciación cualitativa.Solicita una respuesta del tipo sí o no
    -   Escalas de estimación: indagan en un conjunto de características o de cualidades y
        proporcionan la oportunidad de indicar el nivel en el cual se ha logrado cada una, o su
        frecuencia de aparición (ej nunca, pocas veces, algunas veces, casi siempre, siempre)
    ➔ Registros narrativos
Las observaciones centradas en el desarrollo de las acciones narran la situación, pormenorizan
lo ocurrido y pueden dar lugar a distintos tipos de registros narrativos. Se construyen en 2
momentos distintos: durante la observación y después de ella. Son abiertos, por ende permiten
al observador captar un segmento más amplio del contexto. Instrumentos:
    -   Diarios: son informes personales que se utilizan para recoger información sobre una
        base de cierto continuidad. Suelen contener notas confidenciales acerca de
        observaciones, sentimientos, reflexiones, interpretaciones, hipótesis o explicaciones. El
        diario refleja la experiencia vivida por su autor
    -   Registros de incidentes críticos: son descripciones de hechos que han ocurrido en el
        transcurso del proceso de enseñanza; son relatos descriptivos de episodios significativos
        que se efectúan en el momento en que suceden o pueden realizarse retrospectivamente.
    -   Notas de campo: registros efectuados en un lenguaje cotidiano sobre el observado.
        Forma narrativo-descriptiva de apuntar observaciones, reflexiones y acciones de un
        amplio espectro de situaciones. Incluyen impresiones e interpretaciones del observador.
        Su objetivo es que no se pierda información obtenida y que esta se encuentra en todo
        momento accesible a nuevos análisis e interpretaciones
Las notas que se realizan en el momento de la observación propiamente dicha son crudas; se
tornan en notas cocidas al ser elaboradas con más detalles a posteriori de cada observación. en
las notas de campo hay 2 tipos de contenido: descriptivo (intenta abordar la imagen de la
situación, personas, conversaciones y reacciones observadas lo más fielmente posible), y
reflexivo (incorpora el pensamiento, las sensaciones, ideas e interpretaciones del observador).
El hecho de pasarlas en limpio y presentarlas dentro de un formato determinado, implica una
actividad de codificación: la información cruda seleccionada se traduce y ordena para ser
transmitida a alguien (uno mismo u otros).Las utilización de cuatro columnas en las notas
posibilita la diferenciación entre la descripción, las sensaciones del observador, las hipótesis
teóricas iniciales y la sucesión del tiempo; esenciales para distinguir los procesos involucrados
en toda observación. Otros recursos son las fotografías y grabaciones que logran registros
permanentes.
En cuanto al análisis de los datos, el observador pone en relación su marco teórico con la
situación observada, retoma las primeras hipótesis y las revisa, corrobora, desarrolla y
cuestiona
En el caso de las observaciones realizadas de las prácticas docentes, para la formación de
futuros docentes, importa tanto la comprensión e interpretación de las situaciones observadas
como la revisión crítica de las acciones de enseñanza. Esto puede llevarse a cabo desde una
mirada reflexiva en dispositivos como tutorías individuales y trabajo grupal, mediante la
retroalimentación entre compañeros. El meta-análisis que se produce posibilita avanzar en
registros más completos, más enfocados, con mayor claridad y comunicabilidad. A su vez, es
fundamental que el análisis incluya la mirada del observador sobre sí mismo
Aprender a “hacer foco”
Desde una visión positivista, existen desventajas clásicas que se plantean sobre las
observaciones. Entre ellas, que el observador pone en juego su subjetividad en las
interpretaciones (sesgo del observador), así como la reactividad (influencia del observador
sobre los observados).Si bien es cierto que en tu observación necesariamente interviene la
subjetividad de quien observa, la conciencia de este fenómeno permite integrarlo al análisis de
las ecuaciones observadas.
En relación con la objetividad, se esperaba que el observador sea neutral; pero es inevitable que
un observador haga intervenir sus saberes previos, sus representaciones y sus concepciones
sobre el objeto observado, y que agregue, complete y complemente las lagunas. Esto sucede
porque el que ve no es el ojo sino el sujeto, culturalmente situado y socializado, con
determinadas experiencias y conocimientos.
De este modo, dado que toda observación está marcada por las diferentes perspectivas de los
observadores, el sujeto que observa no dispone de verdades, sino de versiones construidas
desde su singular punto de vista. Se observa a partir de variados filtros y desde allí se significa lo
que se observa. El papel del observador es fundamentalmente activo. Una de las tareas del
observador consiste, entonces, en tomar cada vez mayor conciencia de los marcos de
interpretación, tanto propios como de los sujetos a los que observa.
Respecto a la reactividad que genera el observador en la escena, el impacto de su presencia
variarán en función del tipo de intervención que realice, es decir, el grado de participación en la
situación observada. Sin embargo, aún en aquellas observaciones no participantes, la sola
presencia de un sujeto extraño o ajeno a la escena habitual genera modificaciones. Por este
motivo, es necesario tomar algunos recaudos, como establecer algunos acuerdos/contratos
entre los actores involucrados en la observación. Esto implica explicitar el sentido de la
observación, aclarando para qué se observa, cómo se va a procesar la información relevada, qué
se va a hacer con ella, así como de grado de intervención/participación previsto. Estos son
modos de minimizar los efectos reactivos ya que si dichos aspectos quedan en penumbras,
pueden provocar tensiones entre el observador y los observados.
Del mismo modo, el tiempo destinado a la observación es relevante para paliar el impacto que
produce el observador en la situación de observación. Tampoco hay que desestimar la ubicación
del observador en el espacio, ya que la observación desde un lugar único ofrece una imagen
relativa, y una desde distintos puntos posibilita diferentes perspectivas (2 o más observadores).
La construcción de la equidistancia y el aprendizaje sobre lo relevante a ser observado son 2
cuestiones a resolver en el proceso de observación. La equidistancia expresa el difícil equilibrio
que el observador construirá entre no ser ajeno a la situación sin referentes para comprenderla,
ni un nativo del lugar que no puede tomar distancia de aquello que conoce.
La posición de extranjeridad hace referencia a una actitud de interrogación, de búsqueda de
sentido sobre lo que se hace cotidianamente, el extranjero se convierte en una figura que puede
descubrir nuevos significados al interpretar lo obvio y lo cotidiano, al balancear en cuotas
variadas la semejanza y la alteridad. No hay conocimiento sin extranjeridad, en tanto se produce
un efecto de extrañamiento, resultado de un trabajo que no se contenta con repetirse
rutinariamente. Aprender a observar desde la extranjeridad, implica romper la somnolencia, ya
que en tanto observadores debemos revisar, reflexionar, y deconstruir las naturalizaciones ya
establecidas desde los inicios de nuestro trayecto escolar.
Gracias a la educación de los ojos, para los expertos es posible distinguir lo esencial y más
significativo y rechazar lo poco trascendente, ya que cuenta con una estructura que hace
eficiente la búsqueda de lo primordial.
Sin embargo, entre los principiantes y sus observaciones se destacan una serie de dificultades
frecuentes (especialmente en el registro descriptivo): el registro expresa muy poco sobre la
situación observada; el registro descriptivo contiene esencialmente hipótesis teóricas; el
registro descriptivo contiene esencialmente valoraciones y; se produce una focalización en la
atención y el orden de la clase. También existen dificultades a la hora del análisis:
    - el efecto de novedad que pueden tener las primeras impresiones, y que suele
        distorsionar los juicios que se emiten luego
    - la generalización, a partir de una parte, que se produce cuando se consideran algunas
        actuaciones como si fueran una muestra representativa de la situación observada
    - tendencia a tipificar algunas situaciones como conductistas, tradiciones u otros rótulos
        de forma peyorativa obstaculizando un análisis en profundidad
La reflexión sobre la observación
La observación permite acercar a los futuros docentes a situaciones cotidianas y problemáticas
que enfrenta todo profesor al dar su clase. Desde la enseñanza y a través de las observaciones, se
trata de propiciar espacios en los que los futuros docentes puedan construir una mirada sobre sí
mismos y sus propios implícitos, sobre la cultura, las teoría subjetivas, el habitus, la relación con
los otros y la forma de actuar, así como adquirir una visión sobre lo que sucede en una clase
propiamente dicha.