EXAMEN DE LENGUA 1º BACHILLER: TEMAS 1 Y 2
NOMBRE:
Recuerda
Abdicar de todas las causas para centrarnos en la crisis no nos va a hacer
menos pobres, sino tan sólo más miserables
ROSA MONTERO
11 DIC 2012 - 00:02 CET
El otro día le oí decir a alguien: “¿Y qué fue del cambio climático? Ya nadie habla de eso”. Cierto. Y
no solo del cambio climático: por ejemplo, ¿qué fue del debate sobre la energía nuclear tras el ataque
de pánico cuando Fukushima? ¿O de la hambruna del Cuerno de África? Quiero decir que estamos
amorrados a la crisis y no somos capaces de prestar atención a nada más. Incluso los temas que
parecen salirse de este duelo obsesivo por lo perdido, como el independentismo de Cataluña, al final
se reducen a lo mismo: creen que así se escapan de la crisis.
Sé bien que esta sociedad está sufriendo mucho, pero pienso que hay que hacer un esfuerzo por
recordar que el mundo sigue ahí, más grande y más complejo que nuestros miedos. Me revienta esa
cantinela a la que muchos se aferran para justificar su pasividad: “Con la que está cayendo, ¿cómo
vamos a preocuparnos de la miseria en África, de la situación de las mujeres afganas, de los
emigrantes, del bienestar de los animales, de los derechos de los presos (que algo malo hicieron),
de…?”. Pero yo creo que abdicar de todas las causas no nos va a hacer menos pobres, sino tan solo
más miserables. Habrá que esforzarse, porque no podemos abandonarlo todo. Por ejemplo, olvidarse
del hambre en el mundo es una indecencia. Una de cada ocho personas del planeta corre el riesgo
de morir de hambre: en total, 900 millones, la mayoría mujeres y niñas. Una tragedia indigna y
evitable: producimos suficientes alimentos. En Navidades, mientras te atiborres de comilonas,
acuérdate de tu vecino de escalera, que quizá este año lo esté pasando fatal. Pero piensa también
en los otros vecinos de la Tierra. Entra en la campaña de Intermón Oxfam: por solo dos euros,
alimentarás a una persona durante una semana en Sahel:
http://www.intermonoxfam.org/es/mesapara7000millones/que-es-la-mesa
1. Formula el tema.
2. Explica la organización de las ideas del texto (estructura).
3. Resume el texto.
4. Explica el sentido de la expresión del texto: “yo creo que abdicar de todas las causas
no nos va a hacer menos pobres”.
5. Funciones del lenguaje presentes en los enunciados subrayados. Justifica las
respuestas.