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Clase 4 - Psicología de Los Trastornos Alimenticios

Clase sobre psicología de los trastornos alimentarios: se aborda el concepto de anorexia y se ofrecen orientaciones para el abordaje desde el ámbito nutricional.

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Ivan Camacho
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Trastornos de la

Conducta Alimentaria
Anorexia
Psic. Fernando I.
Hernández Camacho
Conversemos en equipo

TCA: Trastornos de la Conducta Alimentaria |


Psicología al Desnudo - T1 E26
¿Qué son las TCA?
¿Cómo detectar las TCA?
¿Cómo atenderlas?

https://open.spotify.com/episode/6pzBlz9jvb2
Q7tdPXJxH7O?si=Ej6DLqngTB6pmWGSbxkxFA
Objetivos de
Aprendizaje
Analizar y comprender los conceptos
fundamentales de los trastornos de la
conducta alimentaria (TCA), con
énfasis en la anorexia nerviosa,
incluyendo su definición, criterios
diagnósticos, manifestaciones
clínicas, impacto psicosocial y
enfoques actuales de tratamiento,
para favorecer la identificación y
canalización pertinente en la
práctica nutritiva.
Lluvia de ideas:
¿Cuáles son las
representaciones sociales
sobre, la anorexia?
Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)
TCA: Grupo de trastornos caracterizados por patrones
anormales de alimentación y preocupación excesiva por el
peso y la figura corporal (APA, 2014).

Son alteraciones persistentes que afectan


negativamente la salud física o el funcionamiento
psicosocial.

Su origen es multicausal, integrando factores


biológicos, psicológicos y sociales.

Dentro de este grupo se incluyen, principalmente, la


anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por
atracón, la pica, el trastorno de rumiación, el trastorno
de evitación/restricción de la ingesta de alimentos.
Anorexia nerviosa
Trastorno caracterizado por: 1) la restricción de la ingesta
energética que conduce a un peso significativamente bajo,
2) miedo intenso a ganar peso y 3) alteración en la
percepción del propio cuerpo (APA, 2014).

En los manuales DSM-5 y CIE-11, la anorexia nerviosa se


clasifica principalmente en dos subtipos: el tipo restrictivo y
el tipo con atracones/purgas (el intercambio entre subtipos
no es infrecuente).

Tipo restrictivo: Este subtipo describe presentaciones en


las que la pérdida de peso es debida sobre todo a la
dieta, el ayuno y/o el ejercicio excesivo.
Tipo con atracones/purgas: Durante los últimos tres
meses, el individuo ha tenido episodios recurrentes de
atracones o purgas (es decir, vómito autoprovocado o
utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o enemas).
Criterios diagnósticos
A. La restricción de la ingesta energética que conduce a
un peso significativamente bajo (APA, 2014).
En adultos es consecuencia de una pérdida de peso
significativa, pero en NNA se puede observar que no se
gana el peso esperado o no se mantiene el curso del
desarrollo normal (mientras crece en estatura).
La gravedad mínima se basa, en los adultos, en el índice
de masa corporal (IMC) actual o, en NNA, en el
percentil del IMC según la edad.
La OMS utiliza un IMC de 18,5 kg/m2 como límite
inferior del peso corporal normal, y propone uno menor a
17,0 kg/m2 como peso significativamente bajo.
Leve: IMC 17 kg/m2
Moderado: IMC 16-16,99 kg/m2
Grave: IMC 15-15,99 kg/m2
Extremo: IMC < 15 kg/m
Criterios diagnósticos
B. Miedo intenso a ganar peso
Este miedo intenso a engordar no se alivia por lo
general con la pérdida de peso, de hecho, puede
aumentar.
Pueden no reconocer ni admitir el miedo a ganar peso,
especialmente las personas jóvenes.
La historia colateral, los datos observacionales, los
hallazgos físicos y de laboratorio o el curso
longitudinal, pueden ser indicativas del miedo a ganar
peso o de comportamientos persistentes para impedirlo.
Criterios diagnósticos
C. Alteración en la percepción del propio cuerpo (APA,
2014).
Pueden sentir que tienen sobrepeso en general. O les
preocupa que algunas partes de su cuerpo están
"demasiado gordos".
Se emplean diferentes técnicas, de forma obsesiva,
para valorar la talla o el peso corporal.
La pérdida de peso se ve a menudo como un logro de la
autodisciplina, mientras que el aumento de peso como
un fracaso del autocontrol.
A menudo no admiten su delgadez, ni reconocen las
graves consecuencias médicas de su desnutrición.
La consulta del profesional ocurre generalmente por los
miembros de su familia.
Si los individuos buscan ayuda por su cuenta, se debe
normalmente al malestar asociado a las secuelas
somáticas y psicológicas del hambre.
Anorexia nerviosa atípica
La anorexia atípica, según el DSM-5, se clasifica dentro de
la categoría de “Otros Trastornos Alimentarios o de la
Ingesta de Alimentos Especificados” (OSFED) y en el CIE-11
como “otros trastornos alimentarios especificados” (APA,
2014; Saldanha e Itriyeva, 2018).
Los criterios diagnósticos para la anorexia atípica son los
mismos que para la anorexia nerviosa, con la excepción
de que, a pesar de una pérdida de peso significativa, el
peso corporal de la persona se mantiene dentro o por
encima del rango normal. Es decir, la persona presenta
restricción de la ingesta energética, miedo intenso a
ganar peso o engordar, alteración en la percepción del
peso o la figura corporal, pero no cumple con el criterio
de “peso significativamente bajo”.
La clave diagnóstica es la gravedad de la restricción y los
síntomas psicológicos, independientemente del peso actual,
lo que subraya la importancia de la evaluación clínica
más allá del IMC (Saldanha e Itriyeva, 2018).
Análisis de caso
¿Cómo influyen los
factores biológicos,
psicológicos y sociales?
Factores biológicos

El desarrollo de la anorexia nerviosa es el resultado de


la interacción de factores biológicos, psicológicos y
sociales.
Entre los factores biológicos destacan la
predisposición genética, alteraciones en los sistemas
de neurotransmisores como la serotonina y la
dopamina, y diferencias en la estructura y función
cerebral que afectan el procesamiento de
recompensas y el control cognitivo; estos factores
pueden aumentar la vulnerabilidad a la enfermedad y
explicar la diversidad en su presentación clínica (Zipfel
et al., 2015; Khan et al., 2023; Almaghrbi & Bawadi,
2024).
Factores psicológicos

En el ámbito psicológico, son relevantes rasgos como


el perfeccionismo, la baja autoestima, la
insatisfacción corporal, dificultades en la regulación
emocional y creencias rígidas sobre el peso y la
figura; además, la presencia de comorbilidades
psiquiátricas como ansiedad, depresión o trastornos
obsesivo-compulsivos incrementa el riesgo (Munro et
al., 2017; Khan et al., 2023; Bozzola et al., 2024).
Factores sociales

Los factores sociales incluyen experiencias de presión


social y cultural hacia la delgadez, eventos vitales
estresantes, dificultades en las relaciones familiares o de
amistad, y sentimientos de aislamiento o falta de
pertenencia; la alienación social y el miedo a la
evaluación negativa también pueden contribuir tanto al
inicio como al mantenimiento del trastorno (Oldershaw et
al., 2011; Cardi et al., 2018; Moreno-Encinas et al., 2021;
Thibault et al., 2023).
La combinación y acumulación de estos factores,
especialmente en la adolescencia, aumenta la
probabilidad de desarrollar formas más graves de
anorexia, por lo que la identificación temprana y la
intervención multidimensional son fundamentales para
prevenir la progresión de la enfermedad (Moreno-Encinas
et al., 2021; Thibault et al., 2023; Bozzola et al., 2024).
Manifestaciones fisiopatológicas
Signos físicos y síntomas.
Amenorrea en mujeres
Retraso en la menarquia en las niñas prepúberes
Estreñimiento, dolor abdominal, intolerancia al frío, letargia
y exceso de energía
Color amarillento en la piel (hipercarotenemia)
Vello corporal fino y suave (lanugo)
Erosión del esmalte dental
Cicatrices y callos en superficie dorsal de la mano
Disminución del deseo sexual (APA, 2014).
.
Endocrino.
Tiroxina (T4) en un nivel normal-bajo
Triyodotironina (T3) disminuida
Mujeres bajos de estrógenos
Hombres tienen niveles bajos de testosterona (APA, 2014).
Manifestaciones fisiopatológicas
Masa ósea.
Baja densidad mineral ósea, con áreas específicas de
osteopenia (baja producción de tejido óseo) u osteoporosis
Riesgo de fractura significativamente elevado (APA, 2014).

Hematología.
Leucopenia (disminución en glóbulos blancos)
Anemia leve
Trombocitopenia (disminución de plaquetas) (APA, 2014).

Gasto energético.
Reducción significativa del gasto energético en reposo.

Otras alteraciones en estudios de bioquímica sérica,


electrocardiografía y electroencefalografía (APA, 2014).
Epidemiología
A nivel mundial, la anorexia nerviosa afecta
principalmente a adolescentes y adultos jóvenes, con una
prevalencia de por vida estimada de hasta 4% en
mujeres y 0.3% en hombres (una proporción de 9 a 1)
aunque estudios recientes muestran que la incidencia
está aumentando en adolescentes menores de 15 años y
también en varones jóvenes (van Edden et al., 2021;
Wang et al., 2024). El grupo de mayor riesgo son las
mujeres adolescentes y adultas jóvenes (15-24 años),
pero la brecha de género se está reduciendo, ya que la
incidencia en hombres adolescentes ha crecido en las
últimas décadas (Javaras et al., 2015; Wang et al., 2024).
En cuanto a la mortalidad, la anorexia nerviosa sigue
siendo uno de los trastornos psiquiátricos con mayor
riesgo, con una mortalidad hasta cinco veces mayor
que la población general (van Edden et al., 2021).
Epidemiología
En México se diagnostican cerca de 22 mil casos
de TCA, en jóvenes de 13 a 18 años.) (Secretaría
de Salud, 7 de enero de 2023).
Se estima que el 25 por ciento de adolescentes
padece en diferentes grados un TCA;
generalmente, asociado con un problema mental.
La mayoría tarda varios años en buscar apoyo
médico, es poco frecuente que soliciten atención
en salud mental y acuden hasta que tienen un
intento suicida o conductas autolesivas graves.
El 1.6% (2.0% en mujeres y 1.2% en hombres) de los
adolescentes tienen riesgo de un trastorno de la
conducta alimentaria, en aquéllos entre 14 y 19
años, 2.3%, en zonas urbanas 2.1%, en la región
centro 2.9% (Villalobos-Hernández et al., 2023).
Epidemiología
En México, aunque faltan estudios epidemiológicos
nacionales representativos, datos indirectos y estudios
regionales muestran una alta preocupación social
por la anorexia, con México liderando las búsquedas
en internet sobre el tema en América Latina, lo que
sugiere una creciente visibilidad y posible subregistro
de casos (Eli, 2018). Un estudio reciente en médicos
internos y residentes del noreste de México reportó un
riesgo positivo de hasta 48.8% para anorexia o
bulimia en este grupo, sin diferencias significativas
entre hombres y mujeres, aunque el riesgo fue mayor
en los residentes de primer año, lo que resalta la
vulnerabilidad de los jóvenes adultos bajo estrés
(Ortiz-Lopez et al., 2023).
Tratamiento

El tratamiento de la anorexia nerviosa requiere


un enfoque multidisciplinario que integre
atención nutricional, psicológica y psiquiátrica.

Desde la perspectiva nutricional, la prioridad es


la restauración del peso y la corrección de la
malnutrición mediante planes individualizados de
realimentación, supervisados por dietistas
expertos, con protocolos que minimizan riesgos
como el síndrome de realimentación y adaptan
la ingesta energética y proteica a las
necesidades del paciente (Cuerda, 2019)
Tratamiento

En el ámbito psicológico, las terapias más


respaldadas incluyen la Terapia Cognitivo-
Conductual Mejorada (CBT-E), la Terapia Familiar
Basada en la Evidencia (FBT) para adolescentes, y
modelos como MANTRA (Maudsley Model of
Anorexia Nervosa Treatment for Adults), que han
mostrado eficacia comparable a otros enfoques y
son bien aceptados por los pacientes (Schmidt et
al., 2015; Le Grange et al., 2021; Bray, 2023).
La colaboración entre psicólogos y dietistas, como
en el modelo CBT-IE, mejora la adherencia y los
resultados al abordar tanto los aspectos cognitivos
como los nutricionales de la enfermedad (Bray,
2023).
Tratamiento
En casos graves o de riesgo vital, la hospitalización
es necesaria para estabilización médica,
reanimación nutricional y manejo de complicaciones,
siguiendo protocolos estructurados y con equipos
interdisciplinarios (Cuerda, 2019).
El tratamiento psiquiátrico incluye la evaluación y
manejo de comorbilidades como depresión,
ansiedad o trastornos obsesivo-compulsivos, y
aunque los fármacos no son el tratamiento principal,
pueden ser útiles en casos seleccionados para
mejorar síntomas asociados (Szilárd et al., 2024). Los
modelos de atención escalonada, que ajustan la
intensidad del tratamiento según la respuesta y las
necesidades familiares, han mostrado buenos
resultados en adolescentes (Le Grange et al., 2021).
Role-playing
Atención en la consulta
Reflexión individual:
¿Cómo podrías aplicar
este conocimiento en tu
futura práctica
profesional?
Referencias:
Almaghrbi, H., & Bawadi, H. (2024). Genetic polymorphisms and their association with neurobiological and psychological
factors in anorexia nervosa: a systematic review. Frontiers in Psychology, 15. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2024.1386233
Bozzola, E., Cirillo, F., Mascolo, C., Antilici, L., Raucci, U., Guarnieri, B., Ventricelli, A., Santis, E., Spina, G., Raponi, M., Villani, A., &
Marchili, M. R. (2024). Predisposing Potential Risk Factors for Severe Anorexia Nervosa in Adolescents. Nutrients, 17.
https://doi.org/10.3390/nu17010021
Bray, M., Heruc, G., Byrne, S., & Wright, O. R. (2023). Collaborative dietetic and psychological care in Interprofessional
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Disorders, 11. https://doi.org/10.1186/s40337-023-00743-w
Cardi, V., Mallorqui-Bague, N., Albano, G., Monteleone, A. M., Fernandez-Aranda, F., & Treasure, J. (2018). Social Difficulties As
Risk and Maintaining Factors in Anorexia Nervosa: A Mixed-Method Investigation. Frontiers in Psychiatry, 9.
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Cuerda, C., Vasilglou, M. F., & Arhip, L. (2019). Nutritional Management and Outcomes in Malnourished Medical Inpatients:
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Javaras, K. N., Runfola, C. D., Thonton, L. M., Argebo, E., Birgegard, A., Norris, C., Yao, S., Rastam, M., Larsson, H., Lichtenstein, P., &
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Le Grange, D., M. Pradel, D. Pogos, et al.(2021). Family-based treatment for adolescent anorexia nervosa: Outcomes of a
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Moreno-Encinas, A., Graell, M., Martínez-Huertas, J. A., Faya, M., Treasure, J., & Sep´´úlveda, A. R. (2021). Adding maintaining
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Zipfel, S., Giel, K., Bulik, C., Hay, P., & Schmidt, U. (2015). Anorexia nervosa: aetiology, assessment, and treatment.. The lancet.
Psychiatry, 2 12, 1099-111 . https://doi.org/10.1016/S2215-0366(15)00356-9

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