UNICIDAD
1. Isaías 7:14
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. (Dios con nosotros).
2. Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro;
y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe
de Paz.
3. 1 Juan 5:7
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo; y estos tres son uno. (RV60)
4. San Juan 1:14
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
5. San Juan 1:1-3
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho.
6. Colosenses 1:15-17
El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
Y no solo eso mis hermanos si no que hay más versículos que afirman la unicidad
de Dios con Jesús.
Por: Rigoberto Gómez
Iglesia Pentecostal Unida Hispana, Nicaragua
Iglesia Central, Jinotepe-Carazo.
       Cuando a Jesús se le preguntó que cuál es el primer mandamiento
de todos, su respuesta fue: “…oye Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor
UNO es” (Marcos 12:29). Esto es monoteísmo (creencia en un solo Dios) y
para describir esta doctrina utilizamos la palabra UNICIDAD cuyo
significado, según el diccionario de la real academia de la lengua
española (DRAE), es “cualidad de único”; y para ÚNICO encontramos que
significa SOLO y SIN OTRO de su especie, extraordinario, excelente,
INDIVISIBLE.
       Algunos tratan de explicar la doctrina del Dios único con la palabra
UNIDAD; sin embargo, el DRAE define esta palabra como UNIÓN (entre
otros significados), es decir, juntar dos o más cosas entre sí, haciendo de
ellas un todo; por tal razón es incorrecto utilizarla. La doctrina unitaria
calza muy bien en la llamada santísima trinidad ya que, según la
definición de esta última (trinidad), son tres personas distintas que
forman un solo Dios verdadero; es decir que es el producto de la unión de
tres partes (Padre, hijo y Espíritu Santo) para formar un todo (Dios).
      Sabemos que nuestro Dios no es una mezcla o unión, “Dios es
Espíritu…” (Juan 4:24) él no es persona, él es ÚNICO, INDIVISIBLE, sin
otro de su sustancia o esencia como dice 1Timoteo 6:16 “el ÚNICO (del
griego monos: solo o solitario) que tiene inmortalidad, que habita en luz
inaccesible…”, esta es la DOCTRINA DE LA UNICIDAD DE DIOS.
      El PADRE
       En Génesis 1:2 leemos: “… el Espíritu de Dios se movía sobre la faz
de las aguas” y si “Dios es Espíritu” y es SANTO podríamos decir que el
Espíritu Santo se movía en esas aguas (DIOS MISMO). Cuando Dios habló
y dijo “…hágase la luz…” hizo una función de padre ya que engendró por
medio de su palabra. Engendrar no solamente es procrear, el DRAE
también menciona que es causar, ocasionar y formar; y siendo así Dios
es el causante, el ocasionador y formador de todo lo que existe. A él se le
conoce como el PADRE en la creación y mientras se movía sobre la faz de
las aguas era Dios expresándose para que por medio de la palabra fueran
creadas todas las cosas.
      Jesucristo le dijo a Nicodemo “si os he dicho cosas terrenales y no
creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”, dicho de otra
manera, Jesús está diciendo que usa términos terrenales para explicar
los celestiales; por tal razón Dios se atribuye un título terrenal (PADRE)
para que podamos entenderlo. Isaías 64:8 dice: “…Jehová, tú eres
nuestro padre…”, también salmo 33:6 expresa: “por la palabra de Jehová
fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su
boca”, esto nos explica la razón por la cual ese Santo Espíritu (Jehová del
antiguo testamento), es llamado PADRE; pues “en el principio CREÓ
(ENGENDRÓ: CAUSÓ, FORMÓ) Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).
      EL VERBO
       En Juan 1:1 dice: “En el principio era el verbo, y el verbo era con
Dios, y el verbo era Dios”, el verbo es la palabra de Dios, esa voz que se
escuchó en la creación; pero también se nos hace mención de que esa
palabra o verbo “era CON Dios”, esta conjunción (con) une y hace énfasis
en lo inseparable de Dios y su verbo (palabra).
       Por medio de la innovación tecnológica nuestra voz puede ser
escuchada en cualquier parte del mundo y nadie puede decir que esa voz
tiene una identidad diferente a la de nosotros ya que fluye de nuestro
interior, es CON nosotros, es inseparable de nosotros; y aunque sea
capturada en un CD u otro medio no podemos decir que es otro ser
distinto, por eso Juan expresa, inspirado por el Espíritu, que el verbo (la
palabra) “era Dios”.
       Juan 1:14 dice: “y aquel VERBO FUE HECHO CARNE, y habitó entre
nosotros”, Jesús es el verbo hecho carne; 1 Juan 1:1 lo menciona
diciendo: “… lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
contemplado, y palparon nuestras manos tocante al verbo de vida (Jesús
hecho carne). El Espíritu de Dios (Dios mismo porque “Dios es Espíritu”)
habitó dentro de ese cuerpo, así lo declara el apóstol Pablo en 2 Corintios
5:19 “Dios estaba en (dentro de) Cristo reconciliando consigo al mundo”.
Se puede decir que hubo una fusión entre la deidad de Dios (su Espíritu)
y el verbo hecho carne (su humanidad) ya que no se puede separar a Dios
de su verbo o palabra; pues como alguien en cierta ocasión expresó: “la
palabra es el vehículo del pensamiento”, y en el pensamiento de Dios, su
plan de salvación, estaba el redimirnos manifestándose en un cuerpo a
quien el mundo conoció con el nombre de Jesucristo.
      DIOS MANIFESTADO EN CARNE
      Jesucristo no era otra persona, era Dios en un cuerpo de carne. En
Isaías 35:4 se profetizó: “… vuestro Dios viene…Dios mismo vendrá, y os
salvará…”, habría señales de su venida tales como: “los ojos de los
ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán… el cojo
saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo…” (v5-6); Jehová
del antiguo testamento prometió venir y no enviar a otro. Juan el bautista
mandó a preguntarle a Jesús: “¿Eres tú aquel que había de venir
(Jehová), o esperaremos a otro?”, siendo la respuesta del señor: “Id, y
haced saber a Juan las cosas que oís y veis (hechos y no palabras) los
ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados (señales
profetizadas por Isaías) y a los pobres es anunciado el evangelio” (Mateo
11:3-5). Con estas palabras Jesús está citando la escritura y afirmando
que él es Jehová del antiguo testamento, quien prometió venir y salvar a
su pueblo. 1 Timoteo 3:16 dice: “E indiscutiblemente grande es el
misterio de la piedad: DIOS FUE MANIFESTADO EN CARNE”, Dios se dio
a conocer (se manifestó) en un cuerpo humano, “por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo…”
(Hebreos 2:14). Nuestro Dios “se despojó asimismo” se su trono, de su
gloria “tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”,
porque antes de ser humano es Dios (Filipenses 2:7). Pablo dice que
“estando en la condición de hombre, se humilló asimismo, haciéndose
obediente hasta la muerte…” (Filipenses 2:8), al dejar su condición de
Dios se sometió a su propia palabra, humillándose asimismo, al orar
asimismo; pues su palabra lo manda al decir: “Tú oyes la oración, A TI
VENDRÁ TODA CARNE” (Salmo 65:2) y siendo carne tenía que sujetarse
(ser obediente) a lo que estaba escrito.
       Jesús tomó el título de Hijo de Dios. La razón por la cual se le
otorgaría la manifiesta el ángel Gabriel al decirle a María: “El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
POR LO CUAL TAMBIÉN EL SANTO SER QUE NACERÁ, SERÁ LLAMADO
HIJO DE DIOS” (Lucas 1:35). Es el poder de su Espíritu (Dios mismo) el
que engendra o causa la formación de este ser dentro del vientre de
María. Ese ser el verbo (Dios) transformándose en un hombre en cuyo
interior emana la esencia de Dios “porque en el habita corporalmente
TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD” (Colosenses 2:9). Su gloria es como
la del unigénito, es decir, único engendrado o nacido (Juan 1:14), porque
es el único con una naturaleza humana y divina. Como hombre sintió
hambre (Mateo 4:2), pero como Dios alimentó a multitudes (Mateo 14:21);
como hombre se cansaba (Juan 4:6), pero como Dios él nos da el
descanso (Mateo 11:28); como hombre tuvo sed (Juan 4:7), pero como
Dios él nos da el agua de vida (Juan 4:14); como hombre lloró en la tumba
de Lázaro (Juan 11:35), pero como Dios lo resucitó (Juan 11:43-44). Pablo
dice: “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino
Cristo (naturaleza humana), el cual es Dios (naturaleza Divina) sobre
todas las cosas, bendito por los siglos. Amen”; sin embargo, el cuerpo de
Jesús deseaba su estado original, pues en Juan 17:5 dice: “…glorifícame
tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo
fuese”, es decir, el verbo hecho carne (Jesús) quería volver al seno o
interior de su esencia la cual es Espíritu porque “Dios es Espíritu” (Juan
4:24).
      Cuando Felipe le dijo a Jesús “muéstranos al padre y nos basta”, el
señor dejó clara su respuesta al contestar: “¿Tanto tiempo hace que
estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? el que me ha visto a mí
ha visto al padre; ¿Cómo, pues, dices tú: muéstranos al padre?” (Juan
14:8-9). Se deduce, por la misma palabra, que Jesús es el padre en su
Divinidad y que al mismo tiempo es Dios manifestado en carne.
      JESÚS ES EL ESPÍRITU SANTO
      En Juan 11:39 encontramos lo siguiente: “…aún no había venido el
Espíritu Santo, PORQUE JESÚS NO HABÍA SIDO AÚN GLORIFICADO”,
hasta que Jesús fuera resucitado podía derramarse el Espíritu Santo,
porque Jesús es ese Espíritu. 2 Corintios 3:17 dice: “porque el señor
(Jesús) es el Espíritu…”, Tomás llamó a Jesús “Señor mío, y Dios mío”
(Juan 20:28) y no fue reprendido por esto, pues, “este ES SEÑOR DE
TODOS” (Hechos 10:36). Siendo así, Jesucristo es el Espíritu Santo, él
mimo lo expresó en Juan 14:17-18 “el Espíritu de verdad, al cual el mundo
no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis
(conocían a Jesús), porque mora con vosotros (Jesús moraba con ellos),
y estará en (dentro de) vosotros. No os dejaré huérfanos (como padre),
vendré a vosotros (como Espíritu Santo)”. Con esto entendemos lo que
dice Pablo: “…Jesucristo está en (dentro de) vosotros” (2 Corintios 13:5).
En 1 Pedro 1:10-11 se nos da a entender que el “Espíritu de Cristo”
estaba en los profetas del antiguo testamento. Jesucristo es ese Espíritu
que se movía sobre la faz de las aguas, se hizo carne y mora dentro de
nosotros.
      EL NOMBRE DE JESÚS
      La Biblia declara que Jesús, en su humanidad, es “un poco menor
que los ángeles” (Hebreos 2:7); pero también, en su humanidad, es mayor
que ellos por “cuanto heredó un más excelente nombre que ellos”
(Hebreos 1:4), Jesús como hombre heredó el nombre de lo Divino (Su
Espíritu).Estaba profetizado: “…mi pueblo sabrá mi nombre por esta
causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré
presente” , Jehová del antiguo testamento daría a conocer su nombre, él
mismo lo haría porque su palabra dice “estaré presente”. Jesucristo
cumplió con esto al decir: “He manifestado (dado a conocer) tu nombre a
los hombres…” (Juan 17:6) y lo vuelve a declarar en el versículo 26: “…
les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún”. Jesucristo
afirmó no traer su propio nombre al decir: “Yo he venido en nombre de mi
Padre, y no me recibís; si otro viniere en SU PROPIO NOMBRE, a ése
recibiréis”; sin embargo, los religiosos de aquel tiempo lo rechazaron y
decían a los apóstoles “que no hablasen en el nombre de Jesús” (Hechos
5:40), “ni enseñasen en el nombre de Jesús” (Hechos 4:18). Hoy nos
damos cuenta que el nombre de Jesucristo es un nombre “sobre todo
nombre” (Filipenses 2:9) y que “no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12) porque “la
piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del
ángulo” (Hechos 4:11) y nosotros lo hemos recibido le conocemos y
declaramos que “ES DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS, bendito por los
siglos. Amen (Romanos 9:5).
Un día viniendo Jesús con sus discípulos por un camino cerca de Cesárea
de Filipo, se dirigió a ellos y les pregunto: "¿Quién dicen los hombres que
soy yo?. Sus discípulos le respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros,
Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Entonces, el les hizo otra
pregunta: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Respondiendo Pedro le
dijo: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Inmediatamente después
de la respuesta de Pedro, Jesús dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos.
De acuerdo con las palabras de Jesús, nadie puede saber quién es realmente
el Hijo, a menos que le sea revelado por Dios. Jesús también declaro en
Lucas 10:22. Nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el
Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Hoy en día
muchos dicen saber quién es Jesús pero no todos han recibido la revelación
del Hijo de Dios y de su Nombre.
La doctrina sobre la naturaleza de Dios se llama Unicidad, esta palabra
significa Cualidad de Único. Esta se halla claramente en las escrituras y
afirma que Solo hay un Dios, sin distinción de personas y que en Jesucristo
habita corporalmente toda la plenitud de la deidad Col 2:9.
Dios es absoluta e indivisiblemente uno. "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios,
Jehová uno es." Deuteronomio 6:4. En su eterna naturaleza no hay distinción
ni separación. Todos los nombres y títulos de la deidad como Dios, Jehová,
Señor, Padre, Verbo y Espíritu Santo, se refieren a un mismo ser. Muchos
pasajes bíblicos enfatizan la Unicidad de Dios. (Isaías 42:8; 43:10-11; 44:6-8,
24; 45:21-23; 46:6-9; Marcos 12:28-30; Gálatas 3:20; 1 Timoteo 2:5; Santiago
2:19; entre muchas otras referencias).
El titulo Padre describe el oficio de padre de toda la creación, padre del
unigénito Hijo de Dios y padre de todos los que son nacidos de nuevo
(Deuteronomio 32:6; Malaquías 2:10). El titulo Hijo se refiere a la
manifestación en carne del único y verdadero Dios. (2 Timoteo 3:16;
Colosenses 2:9; 1 Juan 5.20). El titulo Espíritu Santo demuestra esencia
fundamental de Dios. El Espíritu Santo es Dios en actividad en la Iglesia hoy,
regenerando y cambiado vidas, ungiendo a los creyentes y consolándolos
con su presencia. El Espíritu Santo es el Único Dios. (Ezequiel 36:37; 37:14;
Hechos 5:3-4; 1 Juan 3:24). El Jesús es Espíritu Santo (Gálatas 4:6; 2
Corintios 3:17; Romanos 8:9).
Dios quiere que le conozcamos, que sepamos con certeza quién es él.
Bienaventurados somos porque esto no lo puede revelar un hombre sino
solo Dios y el nos ha revelado quien es él, nos ha Dado a conocer su
nombre. El nombre de Jesús es nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.
      Por lo visto no lees mucho la biblia, tratare de explicarte lo más claro
      que pueda, espero me comprendas lo mejor posible…Me basare
      solamente en la biblia cristiana para darte explicaciones de mis
      argumentos…
      Tienes un error al decir tres dioses, los cristianos creemos que existe
      un solo Dios, quien te diga que son tres dioses no sabe de lo que
      habla, te pregunte que si eres testigo de Jehová, porque ellos enseñan
      a sus seguidores que los cristianos tenemos 3 dioses en uno, cosa que
      es falsa.
      Los cristianos creemos que solo hay un Dios verdadero, pero este se
      ha manifestado al mundo de tres formas diferentes… estas son el
      padre, el hijo y el espíritu santo… una manera para explicarlo mejor, es
      tomando como analogía el agua, H2O, dos moléculas de hidrogeno y
      una de oxigeno, es un liquido como bien sabes, pero también puede
      ser un sólido si se congela, o si se llega a la temperatura adecuada 100
      ºC aprox también se hace vapor… el agua la puedes encontrar, en
      estado sólido, liquido o gaseoso, y en cualquiera de sus 3 estados
      sigue siendo agua… mas el sólido no es liquido, el liquido no es gas, y
      el gas no es sólido… ese es el ejemplo más acertado para hacer una
      analogía con respecto a la naturaleza de Dios.
      Ten en cuenta que si usas la traducción del nuevo mundo, la que usan
      los TJ, encontraras cambios y alteraciones que no se encuentran en
      los escritos originales en hebreo, latín o griego… si no sabes leer
      estos idiomas existen traductores en Internet, y los textos originales
      están en muchas páginas también, o si no consúltale algún experto…
te recomiendo que utilices la traducción de Reina-Valera que usan los
cristianos protestantes y los adventistas del 7mo día, o la de la biblia
de Jerusalén que usan los católicos, son traducciones muy fieles.
Tomare como primer ejemplo Génesis 1:26-27 Entonces dijo Dios:
“Hagamos [observe que habla en plural] al hombre a nuestra [otra vez
en plural] imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los
peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.' Y creó Dios al
hombre a su imagen”
Esa palabra HAGAMOS esta en plural en los textos hebreos, pero
además hay otra palabra que no podemos apreciar en la traducción,
porque esa palabra es Dios, lo traducimos así, pero la palabra que va
en ese lugar es “Elohim” que es una palabra en plural…. Y esa palabra
es con la que los judíos en todo el antiguo testamento llamaban a
Dios.. De hecho lo utilizan más de 2000 veces… una traducción para
esa palabra podría ser “ellos” pero lo extraño es que solo la usan para
referirse a Dios o a Jueces.
(Deuteronomio 6:4) Oye, Israel: Jehová nuestro Dios [aquí esa palabra
es Elohim otra vez], Jehová uno es
¿Ahora Jesús es Dios?
(En Juan 20:28), encontramos cuando uno de sus apóstoles le llamó
Señor y Dios. No sólo llamó a Jesús su Señor, sino que también llamó
a Jesús su Dios. Su nombre fue Tomás, uno de los doce originales
En todos estos versículos Jesús es llamado Dios…Tito 2:13 y 2 Pet.
1:1. Jn. 1:1; Jn. 20:28; Rom. 9:5; Fil. 2:6; Tito 2:13; Heb. 1:8 y 2 Ped.
1:1..
Aparte de todos los versículos donde los apostolotes de dicen Dios,
también hay una confesión de el hacia uno de sus discípulos en (Juan
14:7-9)
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora
le conocéis, y le habéis visto.
14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no
me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;
¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? .
Ahora observa esto en el libro de Apocalipsis o Revelaciones como lo
quieras llamar
(apocalipsois1:8) Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el
Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso…
entendemos que el único Todopoderoso es Dios… que antes de el no
hay nada y después de él no hay nada
Si sigues leyendo 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro
en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en
la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio
de Jesucristo.
1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una
gran voz como de trompeta,
1:11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.
Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están
en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y
Laodicea.
1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete
candeleros de oro,
1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del
Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el
pecho con un cinto de oro.
Juan Dice que el alfa y el omega, que el todopoderoso es Jesús.