Rhe MX 202505
Rhe MX 202505
El sacerdocio:
la misión de ser otro Cristo
Nunca dudemos de su amor
E n dos cosas nos conviene mucho estu- allí pido yo al Padre ofreciéndole al Hijo, de
diar, si no queremos ofender a Nues- allí pago yo lo que debo, y me sobra. Y aun-
tro Señor: una es en amar su bondad, otra en que mis dolores son muchos, allí hallo ma-
confiar de su misericordia. Grandísima es yor remedio y causa de alegría que en mí de
la ceguedad del ánima que a tan tristeza.
buen Señor no ama, y grande ¡Oh amoroso Dios y todo
es la flaqueza de quien en amor, y cuán grande bofe-
tanta muchedumbre de tada te da quien de to-
misericordia no con- do corazón no confía
fía. Y así como las en ti! Si con haber-
mercedes que nos ha nos tú hecho tantas
hecho nos deben in- mercedes, y lo que
Reproducción
Santiago Vieto
Mario Luiz Valerio Kühl u La liturgia dominical
Director edición México: Pedro, el verdadero pastor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 8
José Antonio Gonçalves Domínguez ¿Ovejas o polvo de los pies?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Consejo de redacción: Vacíos de sí mismos, llenos de Dios. . . . . . . . . . .
. . 10
Itinerario de una llamada
Severiano Antonio de Oliveira; ¿Cómo alcanzar la felicidad?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 12 al sacerdocio
Silvia Gabriela Panez;
Marcos Aurelio Chacaliaza C. u Tesoros de Mons. João
Total entrega a la Santa Iglesia. . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 12
Publicado por:
Heralds of the Gospel Foundation u Tema del mes – Sacerdocio
P.O. Box 42359 San Juan María Vianney, modelo de los
Houston, TX 77242 sacerdotes – «¡Después de Dios,
United States of America
el sacerdote lo es todo!». . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 16
Phone: 281-676-8526
E-mail: hgmag@heraldsusa.org El sacerdocio, antes y después de Cristo. . . . . . . . 20
Dario Iallorenzi
www.heraldsusa.org
u Un profeta para nuestros días
Virgin of Fatima Association Entre la vulnerabilidad humana
P. O. Box 698 y la fuerza divina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 24
Nobleton, ON L0G 1N0 El secreto del párroco
Canadá u Enseñanzas bíblicas 16 con más éxito
Phone: 1-800-674-3410 La purificación del altar por Judas Macabeo –
www.virginfatima.org En función del altar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . 28
E-mail: vfa@virginfatima.org
Canadian Publications Mail, u Santo Tomás enseña
Sales Agreement No. 40035333 La misa de un mal sacerdote,
¿tiene algún valor? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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México
Publicado en México por Futuro y Vida AC u Historia, maestra de la vida
Santiago Vieto
Dice el Génesis que los patriarcas, hasta Noé, ¡vivieron muchos siglos!
¿Cómo interpretar esto?
esto?
Taffarel Bezerra Lopes – Vía correo electrónico
Ante todo, debemos cuidarnos de la mentalidad pragmá- longevidad de los grandes personajes prediluvianos simboli-
tica, con tintes de ateísmo, que afirma o insinúa que es mito zaba la bendición divina que flotaba sobre ellos, transmitida
o mera leyenda todo lo que excede el intelecto humano. Im- de generación en generación hasta Noé. Siguiendo la misma
buidos de esa mentalidad, los autores racionalistas niegan lógica, a medida que los hombre se apartaban de las vías de
unánimemente la interpretación literal de los textos bíblicos la virtud, por el pecado, la bendición se retiraba progresiva-
relativos a la edad de los primeros patriarcas. mente, y, en consecuencia, su tiempo de vida disminuía.
Sin embargo, comentaristas de gran peso, como San Jeró- En resumen: ¿qué interpretación debemos aceptar? La Santa
nimo (cf. Liber Hebraicarum quæstionum en Geassim, c. 5-6) Iglesia nunca se ha pronunciado de manera solemne y definitiva
en el siglo v y San Juan Bosco (cf. Historia Sagrada. Primera sobre la necesidad de la interpretación literal de ese pasaje de las
época, c. 4) en el siglo xix, asumen la interpretación literal tanto Escrituras. Pero nada impidió que los patriarcas hayan vivido
de la longevidad de hombres como Adán o Matusalén, como siglos, porque «para Dios nada hay imposible» (Lc 1, 37).
del pasaje en el que Dios determina que la vida humana no pasa- Por encima de todo, nuestra preocupación debe ser otra:
ría —salvo raras excepciones— de los 120 años (cf. Gén 6, 3). ¿cómo me estoy preparando para la vida eterna, en com-
No obstante, existe también una interpretación simbólica paración con la cual mil años son sólo un abrir y cerrar de
y moral, que armoniza con lo literal, aceptada por la mayo- ojos? Que la Santísima Virgen nos ayude siempre a seguir
ría de los comentaristas. En el Antiguo Testamento, la larga el camino de las bendiciones de Dios, las cuales nos darán
vida significaba una especial predilección de Dios. Así, la fuerzas en esta vida y alegría sin fin en la otra.
A
l meditar sobre la tercera aparición del Re- son para la persona del guía de las almas actitudes
sucitado narrada en el Evangelio de este o palabras dudosas que pudieran generar confu-
domingo (Jn 21, 1-19), destaca, por su com- sión entre los fieles. El amor debe ser proclama-
portamiento ante el Señor, la figura de San Pedro. do a la luz del día, de manera definida. Y si hubo
En pocas Con su característico temperamento fogoso, Si- errores que escandalizaron procede una retracta-
món es el primero que salta al agua para encontrar- ción también pública.
líneas, el se con el divino Maestro, que los espera en la playa; La oportunidad de estas actitudes es subraya-
es el que corre a la red para llevarle los peces que Él da por el divino Pastor cuando, confirmando tres
Evangelio ha pedido; es el que repara, con tres actos de amor, veces a Pedro en el oficio de apacentar el rebaño,
esboza, en la la defección ocurrida en la noche de la Pasión
(cf. Jn 18, 15.25-27); es, finalmente, el pastor con-
usa las expresiones: «Apacienta mis corderos» y
«Pastorea mis ovejas» (Jn 21, 15-16). Cada miem-
persona de firmado en el cuidado del rebaño y que sellará su bro del Cuerpo Místico de Cristo pertenece al Se-
primado mediante el martirio profetizado por Jesús. ñor. El Papa es su representante, pero no el dueño
San Pedro, las Cada uno de esos momentos de la sencilla pero del redil; es su vicario, pero tendrá que rendir se-
característi- sublime narración revela, incluso en el contexto veras cuentas de su propia administración.
anterior a Pentecostés, algunas de las característi- Ahora bien, ¿cómo podemos discernir en los
cas del pastor cas del verdadero pastor de almas. pastores su grado de fidelidad? La primera lec-
Cuando el primer Papa se lan- tura (Hch 5, 27b-32.40b-41) muestra a San Pedro
tal como za al agua y nada hacia «el Se- transformado por el Paráclito y reconociendo en
ñor» (Jn 21, 7), nos muestra que sí su acción: «Testigos de esto somos nosotros y
lo quiere hemos de afrontar cualquier el Espíritu Santo» (Hch 5, 32). Y la señal de que
el Señor obstáculo para estar junto al realmente lo posee es su obediencia a la misión
Redentor, incluso —¡o ante divina de predicar el Evangelio, aunque ello su-
todo!— si todavía no somos ponga enfrentarse al mundo entero. Éste —con
perfectos. sus falsos profetas, que enseñan el error— trata
Al apresurarse a sacar la de silenciar la verdad y persigue a quienes poseen
red de la barca para coger el sello del don de Dios.
algunos peces, como Je- Más. El pastor, cuando es auténtico, debe lle-
sús le había pedido, ma- var su entrega hasta el extremo, portando consigo
nifiesta que el pastor, el cayado de la cruz. Dispuesto a trasponer los lí-
aun teniendo la misión mites del heroísmo, tiene siempre ante sí la pers-
de gobernar el rebaño, pectiva de dar su propia vida por las ovejas me-
debe estar siempre en diante el martirio, si —¡qué gloria!— Dios así lo
actitud de servicio tanto a determina. En este sentido, ¡qué testimonio daría
Archivo Revista
Sumario
V Domingo de Pascua
Vacíos de sí mismos,
llenos de Dios
õ P. Marcelo Javier Pérez Wheelock, EP
Para cumplir
L a Iglesia, desde sus orígenes, aprendió de la-
bios del divino Maestro a formular la súplica
contenida en el padrenuestro: «Venga a noso-
tros tu Reino» (Mt 6, 10). San Juan, en el pasaje del
(13, 7). Y el Señor nos da el ejemplo máximo de ello
en su Pasión, cuando se entregó por nosotros en la
cruz. Por eso el Apóstol de las gentes y San Berna-
bé advierten en la primera lectura de este domingo:
Apocalipsis que la liturgia presenta este domingo, vis- «Hay que pasar por muchas tribulaciones para en-
plenamente lumbra la plenitud de ese Reino cuando declara que trar en el Reino de Dios» (Hch 14, 22b). Se refieren
vio «un Cielo nuevo y una tierra nueva […], la nueva a los sufrimientos que nacen como fruto de la ver-
la nueva ley Jerusalén que descendía del Cielo» (Ap 21, 1-2), don- dadera caridad, imitando así el amor de Jesucristo.
del amor, de habrá una convivencia ininterrumpida con el Al- Ahora bien, para poseer plenamente ese amor
tísimo, pues será «la morada de Dios entre los hom- de Dios en nosotros, es necesario adoptar una acti-
se requiere bres. Dios morará entre ellos» (Ap 21, 3). tud radical: vaciarse de sí mismo. El Evangelio del
A lo largo de su vida pública, el Señor anunció día nos ofrece un detalle importante al respecto:
de nosotros la llegada de ese Reino y confirmó sus palabras «Cuando [Judas] salió, dijo Jesús: “Ahora es glori-
con innumerables milagros. El Evangelio de este ficado el Hijo del hombre”» (Jn 13, 31).
una actitud domingo nos muestra el cuidado y el cariño que, Comentando esta frase, San Agustín afirma:
radical: que al cabo de tres años, Jesús tuvo para con sus Após- «Salió Judas y ha sido glorificado Jesús; salió el
toles cuando, a punto de iniciar su viacrucis, les hijo de la perdición y ha sido glorificado el Hijo
nos vaciemos muestra el medio por el cual su Reino debía ins- del hombre. […] Al salir el no limpio, se quedaron
taurarse en la tierra, dándoles «un mandamiento todos los limpios y permanecieron con su Limpia-
de nosotros nuevo: que os améis unos a otros» (Jn 13, 34a). dor».1 Esta «limpieza» que tuvo lugar en el ámbito
mismos Aunque la antigua ley ya ordenaba el amor al
prójimo, la novedad de este precepto radica en el
colectivo de los Apóstoles debe producirse indivi-
dualmente en cada uno de nosotros. Por eso el obis-
modo de practicarlo. Mientras Moisés enseñaba a po de Hipona aconseja: «Tienes que llenarte del
amar al prójimo «como a sí mismo» (cf. Lev 19, 18), bien, derrama el mal. Imagínate que Dios quiere
en la nueva ley del amor Jesús indica: «Como yo os llenarte de miel; si estás lleno de vinagre, ¿dónde
he amado» (Jn 13, 34b). Por tanto, se trata de amar depositas la miel? Hay que derramar el contenido
al prójimo de la misma manera que Dios le ama. del vaso; hay que limpiar el vaso mismo; hay que
San Pablo, en la Primera Epístola a los Corintios, limpiarlo, aunque sea con fatiga, a fuerza de frotar,
describe de modo muy elocuente el para hacerlo apto para determinada realidad».2
amor cristiano: debe ser ante todo Esforcémonos, pues, por arrancar de nosotros
sufrido, porque «todo lo excu- todo egoísmo, orgullo y raíz de iniquidad, para vi-
Reproducción
sa, todo lo cree, todo lo vir con perfección el precepto del amor y hacer así
espera, todo lo soporta» que el Señor habite entre nosotros. «Dios es amor,
y quien permanece en el amor permanece en Dios
Detalle de y Dios en él» (1 Jn 4, 16).
«Las bodas de Caná»,
de Hieronymus 1
San Agustín. In Ioannis Evangelium. Tractatus lxiii,
Francken III
n.º 2.
2
San Agustín. In Epistolam Ioannis ad Parthos. Tracta-
tus iv, n.º 6.
Sumario
VI Domingo de Pascua
S i tuviéramos que definir a Dios con una sola ¿Ha habido algún hombre más amado por
palabra, sin duda sería amor. «Dios es amor» Dios que Nuestro Señor Jesucristo en su natura-
(1 Jn 4, 8), nos enseña el apóstol San Juan. leza humana? ¿Y cuál fue el mayor regalo que le
El amor forma parte de la esencia divina, el amor hizo el Padre? La cruz. ¿Ha habido alguna mujer
impulsa la convivencia entre las tres personas de más amada por Dios que la elegida por Él como
la Santísima Trinidad, el amor llevó al Creador a Madre, María Santísima? ¿Y cuál fue el regalo
realizar su obra; en resumen, es el amor del Todo- que le hizo el Padre? Acompañar
poderoso el que gobierna la historia. Dios todo lo la muerte atroz de su divino Hijo,
hace en función de su infinito amor y sin amor no sufriendo con Él y mezclando sus
hace nada. propias lágrimas con su pre-
Ese amor de Dios es uno de los aspectos ciosísima sangre. Y lo mis-
que más está presente en el Evangelio del mo ocurre con el resto de la
sexto domingo de Pascua (Jn 14, 23-29). humanidad. En el
El Señor declara: «El que me ama guar- Ahora bien, cuando una
dará mi palabra, y mi Padre lo amará, persona pierde esa visión sobrena- sufrimiento
y vendremos a él y haremos morada tural del sufrimiento y comienza aceptado con
en él» (Jn 14, 23). Es una afirmación a juzgar los acontecimientos con
osada, porque Jesús afirma que ojos materialistas, por tanto, fuera amor reside el
Dios habitará no sólo con, sino en de la perspectiva de Dios, la reali-
el interior de quien lo ama. Y, por dad que le rodea acaba perdiendo secreto para
si fuera poco, promete enviar a los su sentido, todo parece inexpli- alcanzar la
Apóstoles el propio Espíritu Santo, cable y los reveses se presentan
amor sustancial que une al Padre y al como auténticas tragedias. felicidad en
Hijo. ¿Puede haber mayor prueba de su El mundo de hoy, lamentable-
esta tierra y
Pdpics (CC by-sa 3.0)
amor para con los hombres? mente, ignora cada vez más el
Desgraciadamente, solemos enten- amor de Dios y, en consecuen-
der de manera equivocada ese amor, cia, procura la felicidad en una
la gloria en
creyendo que la prueba del afecto de vida libre de sufrimiento. La la eternidad
Dios por nosotros consiste en que Él nos búsqueda constante de placeres
dé todo lo que necesitemos, nos ofrezca y comodidades se ha convertido
todo tipo de felicidad, atienda nuestros en la tónica de la sociedad con-
mínimos caprichos. Pero la verdad es temporánea. El hombre olvida que
todo lo contrario. Cuanto más nos ama cuanto más se huye del sufrimiento,
el Señor, más sufrimientos nos envía. más se sufre.
Si nos proporcionara una vida en la El secreto para alcanzar la feli-
que sólo hubiera alegrías, perdería- cidad consiste en aceptar nuestras
mos innumerables ocasiones de cruces de cada día. Al obrar así,
ganar méritos con vistas al Cie- demostramos el amor que le te-
lo y rara vez nos acordaríamos nemos a Dios y le retribuimos su
de mirar hacia lo alto. Sagrado Corazón de Jesús amor por nosotros.
perfecto que desciende del Padre de Y si, por una parte, el sacerdote es
En efecto, quien entra en la vía sa- las luces (cf. Sant 1, 17). aquel que se considera mero instrumen-
cerdotal está llamado a imitar al Sumo Como eslabón de unión entre Dios to de Dios, dispuesto a todos los holo-
Sacerdote, aquel que, «siendo de con- y los hombres, existe una cierta pari- caustos y listo a aceptar las humillacio-
dición divina, no retuvo ávidamente el dad entre la vocación sacerdotal y la nes como aroma de incienso, por otra,
ser igual a Dios; al contrario, se des- del ángel. No sólo por la práctica de la la total fidelidad a su altísima vocación
pojó de sí mismo tomando la condi- virginidad jamás interrumpida debe le exige ser ejemplo para los demás en
ción de esclavo» (Flp 2, 6-7). Por eso, asemejarse a los espíritus puros, sino su apostolado, según las palabras del
desde el momento en que fue ungido por la obligación de transmitir a los Señor: «Vosotros sois la luz del mun-
y le fueron impuestas las manos del demás la Bondad y la Verdad que es do. […] Brille así vuestra luz ante los
obispo sobre su cabeza, según la tra- Dios: «La boca del sacerdote atesora hombres, para que vean vuestras buenas
dición apostólica, debe desaparecer, conocimiento, y a él se va en busca de obras y den gloria a vuestro Padre que
en un completo olvido de sí mismo y instrucción, pues es mensajero del Se- está en los Cielos» (Mt 5, 14.16).
abandono en las manos de Dios. En el ñor de los ejércitos» (Mal 2, 7).
confesionario, en el altar, al adminis- No obstante, los ministros de Dios Fragmentos de cartas
trar los demás sacramentos, su perso- tienen precedencia sobre los ángeles de los años 2004 y 2005,
na no importa, pues quien está allí es del Cielo, porque éstos pueden soco- y de exposiciones orales
Nuestro Señor Jesucristo. rrer y animar a las personas que cus- pronunciadas entre 1992 y 2009.
El sacerdote es sacado de en me- todian, así como expulsar a los demo-
dio de los hombres y elevado para nios que las rodean, pero no poseen
ser embajador de Dios ante ellos, y la facultad de romper las cadenas que 1
Cf. Santo Tomás de Aquino. Suma Teoló-
de ellos ante Dios. San Isidoro, en su atan a las almas al pecado, mediante el gica. I, q. 1, a. 8, ad 2.
obra Etimologías, nos da el origen de munus de absolver obrando in persona 2
San Isidoro de Sevilla. Etymologiarum.
la palabra sacerdote: «quasi sacrum Christi.3 L. vii, c. 12.
dans».2 Es decir, el que distribuye Por lo tanto, por debajo de la dig- 3
Cf. San Alfonso María de Ligorio. La
las cosas sagradas, presentando las nidad de María Santísima, Madre de dignidad y santidad sacerdotal. La sel-
oraciones del pueblo, que deben su- Dios —que participa de manera rela- va. Sevilla: Apostolado Mariano, 2000,
bir a los oídos divinos, e intercedien- tiva en el orden hipostático4— se en- pp. 15-16.
do para que sean infundidas en las cuentra la figura imponente, majes- 4
Cf. Royo Marín, op, Antonio. La Virgen
almas toda dádiva buena y todo don tuosa y sagrada del sacerdote. María. 2.ª ed. Madrid: BAC, 1997, p. 101.
«¡Después de Dios,
el sacerdote lo es
todo!»
Si el fervor del rebaño depende del pastor,
¿cuál era, entonces, el secreto del más exitoso
Reinhardhauke (CC by-sa 3.0)
Fotos: Reproducción
Fila para confesarse con San Juan María Vianney - Capilla de la Providencia, Ars-sur-Formans (Francia);
en el destacado, cartas de la ordenación sacerdotal del santo y de su nombramiento como párroco de Ars.
En la página anterior, el Santo Cura de Ars - Iglesia de San Germán, Saint-Germain-les-Belles (Francia)
Sergio Hollmann
comentó que en aquel mo-
mento había sólo un pequeño
número de personas —no
más de doscientas treinta—,
pero que llegaría el día en Cuerpo incorrupto de San Juan María Vianney - Basílica dedicada a él en Ars-sur-Formans (Francia)
que Ars no podría contener la
cantidad de peregrinos que acudirían to del más exitoso de los párrocos? He
allí. Al final de su vida, esta profecía aquí lo que él mismo responde: «Mi
se cumplió al pie de la letra.
La Señora del Buen secreto es simple: dar todo y no con-
«¡Ars ya no es Ars!»,11 predicaba el Suceso le indica servar nada».13
P. Vianney desde el ambón. Todo ha- Éste es el epílogo de la gran obra
bía cambiado: los fieles, la Iglesia, in- el camino a todo legada por San Juan María Vianney:
cluso la ciudad en su aspecto material. el secreto del éxito apostólico reside
¡Qué inmensa transformación llevó a
sacerdote fiel: imitar en una intensa vida sobrenatural. Los
cabo un sacerdote en uno de los pue- al Cura de Ars, corazones sólo pueden ser abrasados
blos más pequeños de Francia! por el fuego que habita en el sacerdote,
Con Cristo, con la gracia ministe- cuyo secreto residía las almas darán fruto sólo si son fecun-
rial recibida en la ordenación, con una dadas por la sangre de su agricultor, el
profunda y continua devoción a María en dar todo de sí redil tendrá verdes pastos únicamente
Santísima, con una vida santa, un sa- si su pastor sabe regarlo con el rocío
cerdote es capaz de realizar las obras una parroquia, pronto se verán flo- celestial de la gracia.
más extraordinarias, ya sea en la con- recer las buenas costumbres, la fre- He ahí el camino de todo sacerdote
versión de una parroquia, de un país cuencia de sacramentos y la oración fiel. Es el camino señalado por Nues-
entero o incluso de toda una sociedad. mental».12 tra Señora del Buen Suceso: «Los
Y así se entiende cómo «las buenas sacerdotes desde el siglo xx deberán
costumbres y la salvación de los pue-
El secreto de Vianney amar con toda su alma a San Juan Ma-
blos dependen de los buenos pastores. Ahora bien, si el fervor del rebaño ría Vianney». ¿Y qué significa esto
Si hay un buen sacerdote al frente de depende del pastor, ¿cuál era el secre- sino que deberán imitarlo?
1
Pereira, ofm, Manuel Sou- 4
Idem, pp. 47-48. dotal con ocasión del 150 ani- 11
Idem, p. 55.
sa. Vida admirable de la Ma- versario del «dies natalis» del
5
Idem, p. 75. 12
San Alfonso María de Li-
dre Mariana de Jesús Torres Santo Cura de Ars.
gorio, apud Chautard, ocso,
y Berriochoa. Quito: Jesús de
6
Monnin, Alfred. Esprit du 8
San Juan María Vianney. Jean-Baptiste. El alma de todo
la Misericordia, 2008, t. iii, Curé d’Ars. Dans ses catéchis-
Pensamentos escolhidos do apostolado. Sevilla: Apostola-
p. 129. mes, ses homélies et sa conver-
Cura d’Ars. Juiz de Fora: Lar do Mariano, 2000, p. 52.
sation. 6.ª ed. Paris: Ch. Dou-
2
Ghéon, Henri. El Santo Cura Católico, 1937, p. 37.
niol, 1868, pp. 117-120. 13
Nodet, apud Benedicto XVI,
de Ars. Buenos Aires: Difusión, 9
Ghéon, op. cit., pp. 91-92. op. cit.
1986, p. 75.
7
Benedicto XVI. Carta para la
convocación de un año sacer- 10
Cf. Idem, p. 143.
3
Idem, p. 71.
Reproducción
Parecería imposible que hubiera mayor sublimidad que la del
sacerdote de la antigua ley: ser el puente entre lo finito y el Infinito,
entre el tiempo y el Eterno, entre lo miserable y la Misericordia. Pero
las manifestaciones de la dadivosidad divina siempre se superan…
U
na de las escenas más con- Eterno: el Señor mismo sería su here- iluminada por esta palabra de oro:
trastantes de la Biblia se dad (cf. Núm 18, 20). sacerdote. Sin embargo, para com-
convirtió en el telón de fondo De la intransigencia frente a la co- prender lo que se entendía por tal ofi-
de la institución del sacerdocio. Por un rrupción, se originaba el «clero» del cio, debemos volcarnos en su sentido
lado, Moisés, que había convivido con Señor. De hecho, esta palabra proce- profundo en los idiomas del Antiguo
Dios durante cuarenta días en el Sinaí, dente del griego —κλῆρος: kléros— Testamento, del Nuevo Testamento y
recibía las tablas de la ley; por otro, el significa herencia.1 Se trata de la parte de la Iglesia.
pueblo hebreo prevaricaba postrán- del pueblo que sólo tiene al Señor por En la Biblia hebrea, el término ko-
dose ante un becerro de oro. Al bajar heredad. Sólo…, como si este término hen es el que lo designa. Su etimología
de su retiro en el monte, el hombre pudiera preceder al nombre de aquel puede conducir a dos significados que,
de Dios constató la enorme infideli- que lo es todo. en parte, describen al levita: si nos re-
dad de los descendientes de Abrahán montamos al verbo kánu, encontramos
y, tomado de celo, decidió intervenir.
Las etimologías de «sacerdote» el sentido de inclinarse, prestar home-
«Se plantó a la puerta del campamen- Desde ese momento en adelante, la naje; si vamos a la raíz triliteral kwn,
to y exclamó: “¡A mí los del Señor!”» Sagrada Escritura estará aquí y allá el de estar de pie, pues solamente al
(Éx 32, 26). Los hijos de Leví se aglo- sacerdote se le otorga comparecer de
meraron a su alrededor para reparar la pie ante Yahvé.2
honra de Dios ultrajada. En el antiguo Israel, A su vez, la versión de los Setenta
El Señor de los ejércitos, que pro- —la primera traducción griega de la
tege a los que lo defienden y exalta a Dios eligió y consagró Biblia—, adoptó, para la traducción de
los que lo vengan, no dejaría de recom-
pensar tal fidelidad. En función de la
a los levitas para kohen, el término hiereus, que contie-
ne la idea de sagrado, de lo que per-
obediencia de los levitas, los eligió y que le sirvieran en tenece a Dios y no a los hombres. «El
consagró (cf. Núm 3, 12) para servirle hiereus es el que tiene la función de
en el Tabernáculo como mediadores el Tabernáculo y cumplir las ceremonias sagradas y es-
suyos ante el pueblo. Por eso, en el re- pecialmente el sacrificio considerado
parto de la tierra prometida no recibi-
fueran mediadores como un servicio público».3
rían ninguna porción entre sus herma- suyos ante el pueblo Ya en la lengua de la Iglesia, el la-
nos, ya que afortunadamente tenían al tín, se utiliza la palabra sacerdos, que
Sumario
“Ya no vivo yo, es Cristo quien vive La prefigura da paso a
en mí” (Gál 2, 20)».12 su realización
Al consagrar el cuerpo sacra- Largo ha sido el camino re-
mental del Señor, el sacerdote corrido en este artículo: desde
adquiere también un poder Moisés hasta nuestros días,
directo sobre el Cuerpo casi treinta y cinco siglos.
Místico de Cristo. Es su Pero la ventaja de hacer en
deber instruir, santificar y un corto espacio de tiem-
gobernar a los miembros po un gran viaje es la de
de la Iglesia. Tales obli- abarcar de un solo vista-
gaciones llevan consigo zo el inmenso desarrollo
que tienda siempre hacia histórico de la gracia sa-
la perfección espiritual, cerdotal.
hacia el extremo de la El pueblo elegido de la
unión con el Señor, hacia antigua alianza acudía a
la cumbre del Calvario. los levitas para que presen-
Dios, sin embargo, se taran a Yahvé sacrificios de
convierte en el omnipotente expiación por sus pecados.
Cireneo de sus ministros y dis- En el Nuevo y Eterno Testa-
pone de las gracias más excelen- Lean mento, no obstante, el ministro
dr
tes para auxiliarlos. La gracia santi- o
So ordenado tiene el poder de renovar
uz
ficante, por ejemplo, que el sacramen- a cada día el sumo, perfectísimo y prefi-
to del orden aumenta ex opere operato gurado sacrificio de la cruz.
en el presbítero, «es como el último to- Celebración de la santa misa en la casa En la sinagoga, los israelitas busca-
que que asemeja el alma a Cristo».13 La Lumen Prophetæ - Franco da Rocha (Brasil) ban a los hijos de Leví para escuchar
gracia sacramental, además, «implica los oráculos divinos. En la Iglesia, los
un aumento de todas aquellas virtudes sacerdotes de Cristo, con una palabra,
y aquellos dones que podríamos llamar Los sacerdotes de la obran los mayores milagros: resuci-
profesionales: los dones de la piedad tan, por medio del sacramento de la
y la virtud de la religión, para ofrecer nueva ley actúan reconciliación, a las almas muertas
dignamente el sacrificio; el don de la en la persona del por el pecado; transubstancian el pan
sabiduría, para instruir; la virtud de la y el vino en el Cuerpo, Sangre, Alma y
prudencia, para gobernar».14 Señor: no están Divinidad del Salvador.
Si es cierto, en este sentido, que la Los sacerdotes de la antigua ley
existencia del sacerdote fiel se ase- ante el Altísimo, comparecían de pie ante el Señor. Los
meja a un crisol continuo de santidad, pontífices de la nueva ley actúan in per-
también es verdad que con ello se
es el Altísimo quien sona Christi, en la divina persona del
hace digno de ser «ciborio vivo de la está en ellos Señor mismo. No están ante el Altísi-
divinidad».15 mo, es el Altísimo quien está en ellos.
1
Cf. Danker, Frederick Wi- 4
Cf. Idem, ibidem. n.os 4-5. In: Obras. Madrid: ros. Madrid: Libros Litúrgicos,
lliam. A Greek-English Lexi- BAC, 2011, t. iii, pp. 646-647. 2012, [s.p.].
con of the New Testament and
5
Cf. Colunga, op, Alberto;
Other Early Christian Literatu- García Cordero, op, Maximi- 9
Cf. Santo Tomás de Aqui- 12
Concilio Vaticano II.
re. 3.ª ed. Chicago: University liano. Biblia comentada. Pen- no. «Commento alla Lettera Presbyterorum ordinis, n.º 12.
of Chicago, 2000, p. 548. tateuco. Madrid: BAC, 1960, agli Ebrei», c. vii. In: Commen- 13
Cf. Piolanti, Antonio, apud
Cf. De Vaux, Roland. Institu- t. i, p. 663. to al Corpus Paulinum. Bolog-
2
Bartmann, Bernardo. Teologia
na: Studio Domenicano, 2008,
ciones del Antiguo Testamento. 6
Cf. De Vaux, op. cit., Dogmática. São Paulo: Pauli-
2.ª ed. Barcelona: Herder, 1976, t. vi, pp. 375-377.
pp. 453; 458. nas, 1964, t. iii, p. 381.
pp. 449-450. 10
CCE 1548.
7
Idem, p. 462. 14
Idem, ibidem.
3
Auneau, Joseph. El sacerdocio 11
Pontifical Romano. Rito
8
San Juan Crisóstomo. «Tra- 15
Idem, ibidem.
en la Biblia. Estella: Verbo Di- de la ordenación de presbíte-
tado sobre el sacerdocio». L. 3,
vino, 1990, p. 10.
las cosas muy bien, en la acepción mo- calle sin sombrero, y nunca lo hacía
llevando un sombrero civil.
Cuando salimos de São Paulo y
Hay en el sacerdote empezamos a entrar en los suburbios,
de repente veo que saca de una cajita
una especie de doble una gorra, de esas de mecánico nortea-
personalidad: el mericano, una especie de gorro blan-
dengue de fieltro verde oscuro, y se lo
individuo humano y pone en la cabeza. Le pasó el sombrero
al chofer —que ya sabía dónde guar-
un elemento superior, darlo, lo cual significaba esconder-
lo—, mostrando una tendencia a di-
vinculado a él como simular el hecho de que era sacerdote.
la llama a la vela Me pareció inexplicable que un ecle-
siástico, considerado uno de los más
Leandro Souza
un sacerdote de otro estado de Brasil
y que podíamos asistir a la conversa-
ción. Nos presentó, nos saludamos y
nos sentamos. En seguida vino el ca-
marero, tomó los pedidos y se fue. En-
tonces el sacerdote le dijo:
—Fulano, oye, ¿te has enterado de
la última?
Y él le respondió muy interesado:
—No. ¿De qué se trata?
—Don Mengano de Tal —un obis-
po— le envió un mensaje a D. Zutano Ordenación sacerdotal en la basílica de Nuestra Señora del Rosario, Caieiras (Brasil)
para decirle que no está de acuerdo
con D. Perengano… gos más jóvenes, y él era un hombre de
¡Un auténtico politiqueo!... No ha- más de 50 años—, lo saludaba amable-
bía quien lo siguiera. Sin embargo, él
Pese a los defectos de mente, le decía su nombre, le pregun-
estaba atentísimo. Me di cuenta de lo su propia naturaleza, taba cómo se llamaba. Todo ello hecho
mucho que ese sacerdote conocía todo con tanto respeto, gentileza y delicade-
ese politiqueo y lo devoraba con inte- el sacerdote brilla za que se percibía su consideración por
rés. Ése era el motivo del encuentro: el el sacerdocio.
otro sacerdote tenía más información,
de un modo especial
Dualidad de principios
así que iba a transmitírsela. cuando resplandece
El asunto duró desde el principio Se trataba de dos elementos dife-
hasta el final de la comida, sin que pu- la luz divina rentes, uno de los cuales provenía de
diéramos decir ni una palabra. Es com- cierto principio ajeno a su psicología.
prensible que al formar parte de la mesa que lo habita Si no fuera por una gracia, no actuaría
lo natural hubiera sido que nos pregun- así. Era como una lámpara que se en-
tara: «¿Qué estás estudiando? ¿Qué cur- En el comedor del hotel solían ha- ciende: una cosa es la lámpara apagada
so estás haciendo? ¿Cuántos años llevas ber grupos de personas con un sacer- y otra cuando está encendida.
como congregante mariano?». Pregun- dote. Normalmente se trataba de una Existía, pues, un principio, como
tas hechas con el objetivo de introducir boda realizada por la mañana o por la una bombilla que se encendía o se apa-
a una persona en la conversación. Nada. tarde, y el celebrante había sido invi- gaba, como una luz que lo habitaba,
Terminó la comida, nos levanta- tado a participar en la fiesta. Entonces pero que no era él, la cual le daba un
mos. ¡Qué alivio! comparecería presidiendo la mesa. Es- resplandor personal mucho mayor de
tas celebraciones eran una especie de lo habitual.
Consideración por la banquetes y tardaban mucho en termi- Una vez detuve el automóvil fren-
dignidad sacerdotal nar. Nuestra comida era sumaria y, por te a la casa de ese sacerdote, en cuyo
En sentido opuesto, durante el ca- tanto, la mayoría de las veces terminá- piso superior se encontraba el dormi-
mino tuvimos que entrar en otro ho- bamos antes. torio, el cual daba acceso al jardín y a
tel para comer, porque la carretera de Él, con toda reverencia, hacía la se- la calle. Había una celosía en lugar de
São Paulo-Río de Janeiro estaba muy ñal de la cruz y rezaba para concluir persiana, para que entrara el aire, de
mal en aquella época y el viaje duraba la comida, después iba a la mesa del modo que era posible ver el interior de
mucho tiempo. otro sacerdote —a menudo eran cléri- la habitación. Estaba vestido de sota-
Archivo Revista
Abandono completo a la
voluntad divina
Durante los terribles sufrimientos en territorio ruso fue
cuando pudo realizar todo el apostolado que deseaba.
Eran los designios de Dios para él, que se cumplieron
como menos se lo esperaba.
õ Guilherme Thiago Motta
ón
en la presencia del Señor comprende sí solo, todos los males. De lo cual con-
ci
uc
od
que rezar es el único apoyo en todas cluía: «Con esa experiencia, Dios me
pr
Re
las circunstancias de la vida, pero estaba probando a mí, como oro en
especialmente en los momentos el crisol, para saber cuánto queda-
de crisis y de desaliento, porque ba de mí mismo después de todas
«si lográramos unirnos a Dios mis oraciones y de mis profesio-
en la oración, descubriríamos nes de fe en su voluntad».11
claramente su voluntad y solo
desearíamos conformar nues-
Cumplir la voluntad divina
tra voluntad a la suya».7 A pesar de su contribución
al gobierno ruso, su «libertad»
Humildad y tan anhelada aún estaba lejos
abandono en Dios de hacerse realidad. Tendría que
Aunque su confianza sobre- permanecer cuatro años más res-
natural todavía vacilaba: «Estaba pondiendo a interminables inte-
cansado de aquella prueba, cansa- rrogatorios en Lubianka, sometido
do de luchar y, sobre todo, cansado también a quince años de trabajos
de darle vueltas a todo en el silen- forzados en Siberia y otros tres de
cio de mi solitario encierro […]; ¿Cómo había logrado sobrevivir durante supuesta libertad en tierras rusas.
años en condiciones tan atroces?
cansado de las dudas, los temores Sin embargo, durante los te-
Era la pregunta que le hacían
y de una ansiedad y una tensión cuando volvió a su país
rribles sufrimientos en Siberia y
constantes».8 en libertad en territorio ruso fue
El P. Walter Ciszek el día que regresó
En un momento dado, se pre- a Estados Unidos cuando pudo realizar todo el apos-
sentó un hombre simpático, que le tolado que deseaba: volver a cele-
ofreció darle la libertad si cooperaba tan conmocionado que inmediatamen- brar la santa misa, confesar, bautizar,
con el gobierno soviético. Como el sa- te empezó a firmar una a una las hojas consolar a los enfermos y atender a
cerdote dudaba a menudo en su deci- que contenían las falsas acusaciones los moribundos. Eran los designios de
sión, el interrogador lo llamó un día y contra él. Dios para él, que se cumplieron como
le mostró unos documentos que debía Cuando terminó de signarlas, se menos se lo esperaba.
firmar. Para su sorpresa, las páginas dirigió a su habitación atormentado y ¿Cómo había logrado sobrevivir
contenían delitos que él jamás había tenso hasta el punto de sufrir espasmos. durante años en condiciones tan atro-
cometido. Se hallaba, pues, ante una Pero poco a poco se fue calmando y se ces? Ésta era la pregunta que le hacían
encrucijada: la muerte y la tortura si puso a rezar. ¿Por qué había actuado sus entrevistadores nada más regresar
se negaba a colaborar, o la tan espera- así? «La respuesta era una única pala- a Estados Unidos, el 12 de octubre de
da «libertad» si capitulaba rubricando bra: yo. Estaba avergonzado porque, en 1963. «La Divina Providencia», res-
esos papeles. mi fuero interno, sabía que había inten- pondía el P. Walter Ciszek. «En los
Entonces se acordó de la promesa tado hacer demasiado yo solo y había campos y en las cárceles vi a mi alre-
del Señor de que el divino Paráclito fracasado. […] Llevaba años dedicando dedor mucho sufrimiento; yo mismo
hablaría a través de los cristianos lle- mucho tiempo a la oración, había logra- estuve a punto de sucumbir a la deses-
vados a juicio. «Pedí al Espíritu San- do valorar y agradecer a Dios su provi- peración y, en las horas más oscuras,
to que me guiara… y nada»,9 dice el dencia y su protección sobre mí y sobre aprendí a acudir a Dios en busca de
P. Ciszek. El presentimiento de una todos los hombres, pero nunca me ha- consuelo y a confiar solo en Él».12
muerte inminente, la sensación del bía abandonado de verdad».10 Dios no pide lo imposible a nadie;
abandono divino, la desesperación y el Ése fue su principal error: había con- para cumplir su voluntad, Él solamen-
miedo ante el interrogador, lo dejaron fiado demasiado en sí mismo, creyendo te exige el abandono en sus manos.
1
Actual Slonim, situada en 4.ª ed. Madrid: Palabra, 2020, 5
Idem, p. 32. 9
Idem, p. 80.
Bielorrusia. p. 27. 6
Idem, p. 42. 10
Idem, p. 84.
2
Ciszek, SJ, Walter Joseph; 3
Idem, p. 22. 7
Idem, p. 73. 11
Idem, p. 87.
Flaherty, SJ, Daniel L. Ca- 4
Idem, p. 29.
minando por valles oscuros. 8
Idem, p. 78. 12
Idem, p. 11.
§§ 1591-1592 La Iglesia entera es un pueblo sacerdotal. Por el bautismo, todos los fieles
participan del sacerdocio de Cristo. Esta participación se llama «sacerdocio común de los
fieles». […] El sacerdocio ministerial difiere esencialmente del sacerdocio común de los
fieles porque confiere un poder sagrado para el servicio de los fieles.
Dario Iallorenzi
Hna. Elizabeth Verónica MacDonald
«¡M
ira, Margaret!». Desde premacía. En efecto, la mayoría de los fuerzas satánicas que cerraron todos
una ventana enrejada miembros de las clases prominentes se los monasterios, profanaron sus insti-
de la Torre de Londres, habían hecho de la vista gorda frente a tuciones más sagradas y los consagra-
sir Tomás Moro llamaba a su hija para la herejía para salvar su propio pellejo. ron a la herejía por fuerza de la ley.
que contemplara la escena: cinco sa- Pero sabía muy bien que no serían
cerdotes —Juan Haile, párroco secu- sus razonamientos de abogado o de
Un santo surgido del anonimato
lar, Ricardo Reynolds, monje brigidino apologista los que convencerían a su Dice un viejo refrán: Cartusia sanc-
y renombrado teólogo, y tres priores hija ante la perspectiva del hachazo tos facit, sed non patefaci —La Cartuja
cartujos, Juan Houghton, Roberto del verdugo que pronto los separaría, hace santos, pero no los da a conocer.
Lawrence y Agustín Webster, atavia- sino el testimonio vivo de un amor Cuando en 1084, bajo inspiración di-
dos con el blanco hábito de su orden— más fuerte que la muerte: «¡Mira! ¿No vina, San Bruno fundó la Gran Cartuja
estaban siendo conducidos a Tyburn, el ves cómo esos benditos sacerdotes es- en los picos nevados cerca de Grenoble
infame cadalso a pocos kilómetros de tán yendo ahora tan alegremente a su (Francia), señaló a sus seguidores que el
distancia y destino final de aquellos que muerte como los novios a su boda?».1 servicio que la orden prestaba a la Santa
se atrevían a desafiar la voluntad real. En efecto, aquellos confesores de la Iglesia y a la sociedad se llevaría a cabo
Aquel 4 de mayo de 1535, por ne- fe, avanzando con paso firme y sem- en la soledad y el anonimato. Así pues,
garse a jurar el Acta de Supremacía blante luminoso para iniciar su pasión, Houghton podría haber pasado casi des-
por la que el monarca reinante, Enri- proclamaban que la Iglesia es inmortal apercibido para la posteridad si los pro-
que VIII, usurpaba el poder del Papa e indefectible y que la victoria está con tagonistas de lo que los historiadores no
para proclamarse cabeza de la Iglesia los que la defienden. dudan en llamar la «devastación»2 de In-
de Inglaterra —novedad cismática El líder indiscutible del conjunto —a glaterra no hubieran llamado a su puerta.
promulgada en todo el reino—, esos la manera de un padre— era dom Juan Nacido en Essex, de la pequeña
hombres, sometidos a una farsa de Houghton, de 48 años, prior de la cartu- nobleza, estudió Derecho en Cam-
juicio y condenados por alta traición, ja de la Salutación de la Santísima Ma- bridge. En torno a los 24 años fue or-
serían ahorcados y descuartizados. dre de Dios, erigida cerca de Londres. denado sacerdote secular; pero antes
Sin embargo, Tomás Moro no lla- Sería el primero de ese grupo en de cumplir los 30, la búsqueda de una
maba a Margaret para que asistiera a un sufrir el suplicio y, además, el primero entrega más radical lo llevó a la cartu-
espectáculo morboso. En ese momento, desde los tiempos paganos en morir en ja de Londres. En el momento en que
el ex canciller de Inglaterra, también Inglaterra por ser católico, convirtién- nuestra narración empieza, además de
encarcelado por haberse negado a se- dose en el protomártir de la Revolu- prior, era visitador de la provincia in-
pararse de la unidad de la Santa Igle- ción protestante en ese país y en digno glesa de su orden, es decir, la cabeza
sia, se enfrentaba a los argumentos de prototipo de cientos —si no miles— de nueve florecientes monasterios.
su hija que trataba de persuadirlo para de personas que dieron su vida entre Houghton solía decir que tenía án-
que jurara la mencionada Acta de Su- los años 1534 y 1680 en oposición a las geles a su cargo en lugar de hombres,
cartujos del mismo cenobio sufrieron descender, para doblegar la voluntad al prelado contar las dificultades su-
interrogatorios, prisión, torturas y el de Inglaterra».12 fridas por los católicos de la nación
martirio. A pesar de su actual desfiguración, anglicana, el Cura de Ars le dijo «con
Durante este período, un monje aún flota sobre Inglaterra «un perfu- una voz tan firme y segura como si es-
que había muerto por causas natura- me de ángeles que por allí han pasa- tuviera haciendo un acto de fe: “Mais,
les se le apareció a otro y le dijo: «Es- do»,13 decía el Prof. Plinio Corrêa de monseigneur, je crois que l’Église
toy bien, estoy en la gloria celestial, Oliveira. El sacrificio de una multitud d’Angleterre retournera à son ancien
[…] pero en una gloria mucho menor de hombres y mujeres de toda condi- splendeur [Pero, monseñor, creo que
e inferior que la de nuestros padres ción, que derramaron su sangre por la la Iglesia de Inglaterra volverá a su an-
que sufrieron, pues ellos gozan de fe durante la Revolución protestante, tiguo esplendor]”».14
gran gloria, coronados con la palma permanece como ofrenda de «aroma Tal punto de inflexión se producirá
del martirio. Y nuestro padre prior agradable» (Gén 8, 21). según la libre misericordia de Dios y
tiene una corona más espléndida que Hoy, junto al lugar del antiguo pa- de María Santísima, pero, por volun-
los demás».11 tíbulo de Tyburn, hay un convento de tad divina, sopesa la cooperación de
contemplativas benedictinas, cuya los justos. Hay almas llamadas a su-
¿Una futura resurrección vida de perpetua adoración eucarística frir de manera especial para obtener
para la fe? está dedicada a honrar a esos mártires las gracias necesarias para el cumpli-
Afirma un historiador: «El asesina- e impetrar la conversión del país. No miento del designio de Dios sobre la
to de Houghton fue de una naturaleza faltan palabras de santos que anuncian humanidad. Y San Juan Houghton se
singularmente atroz. Su historia es que eso sucederá, como las relatadas reveló como parte de ese grupo de al-
una viva demostración de los extremos por el arzobispo de Birmingham, Wi- mas sufridoras y confiantes en la vic-
a los que Enrique y Cromwell estaban lliam Bernard Ullathorne, a propósito toria final de la Santa Iglesia al subir
dispuestos a llegar, y de las profundi- de su visita a San Juan María Vianney serenamente al cadalso y abrazar a su
dades a las que estaban dispuestos a en 1854. Tras escuchar atentamente verdugo.
1
Cf. Hendricks, ocart, 3
Brennan, Malcolm. Martyrs London: Burns & Oates, 1890, 11
Chauncy, op. cit., p. 74.
Lawrence. The London Char- of the English Reformation. p. 44. 12
Meyer, op. cit., pp. 209-210.
terhouse. Its Monks and Its Saint Marys (KS): Angelus, 6
Idem, p. 50.
Martyrs. London: Kegan Paul 1996, p. 5.
13
Corrêa de Oliveira, Pli-
Trench, 1889, pp. 150-151.
7
Idem, pp. 50-51. nio. «Perfume de Anjos que
4
Walsh, William Thomas. Phi-
passaram…». In: Dr. Plinio.
2
Cobbett, William. A History lip II. Charlotte: TAN, 1987,
8
Idem, p. 51.
São Paulo. Año I. N.º 9 (dic,
of the Protestant Reformation p. 36. 9
Meyer, G. J. The Tudors. New 1998), p. 35.
in England and Ireland. 2.ª ed. York: Delacorte, 2010, p. 216.
5
Chauncy, ocart, Maurice. The
New York: Benziger Brothers,
14
Ullathorne, osb, William
History of the Sufferings of Ei- 10
Hendricks, op. cit., p. 154.
1905, p. 21. Bernard. Letters. London: Bur-
ghteen Carthusians in England.
ns & Oates, 1892, pp. 52-53.
P
ara romper la monotonía de un cercaban y alguna bonita florecilla se ble proporción entre la altura, la anchu-
día siempre igual al anterior, el inclinaba al alcance de su mano, la mi- ra y la longitud del hermoso edificio.
Dr. Plinio salía de vez en cuan- raba con agrado, aspiraba su perfume La luz de sus vitrales difunde ma-
do a pasear con su madre por la acera y hacía comentarios con su hijo. Éste tizados colores que lo llenan de una
de la calle Alagoas,1 donde vivían. Nun- asentía, pero encontraba mucho más penumbra acogedora. Y hay algo en él
ca la llevaba a la plaza Buenos Aires, hermosa el alma de su madre que la de balsámico, de un discreto y perfu-
por miedo a cruzar con ella la súper propia flor… mado aceite que impregna de grave-
transitada avenida Angélica. Tomaba, En el fondo, en sus comentarios dad y de afabilidad todo el ambiente, al
pues, en sentido opuesto a la menciona- minuciosos, coherentes, admirativos, mismo tiempo que le «susurra» al fiel:
da plaza, por una calle en aquel tiempo Dña. Lucilia se remitía implícitamente «Tú ya has sufrido, pero tendrás que
mucho menos frecuentada que hoy en al divino Creador de aquellas peque- sufrir todavía más. Sin embargo, aquí
día, donde todavía subsistían un gran ñas maravillas. encontrarás un lenitivo. ¡La vida es
número de bonitas casas con jardín. así! Pero entre las paredes de este edi-
Última visita a «su» iglesia del ficio encontrarás ayuda para sufrir».
Recuerdos de los últimos Sagrado Corazón de Jesús Esa iglesia, en efecto, comunica tam-
paseos a pie Hacía ya mucho tiempo que Dña. bién, y armónicamente, esperanzas de
Cuando el sol disminuía el rigor de Lucilia no visitaba la iglesia con la cual alivio, de ayuda, y de situaciones que
sus rayos, caminaban los dos, muy des- sentía una enorme consonancia, esce- justifiquen la cristiana alegría.
pacito, entreteniéndose con un poco de nario de tantos coloquios con Nuestro De la penumbra emergen imágenes
conversación. A Dña. Lucilia le encan- Señor, y a la cual se refería como «mi» de rostro serio y ameno, cuya mirada
taba apreciar las flores de los sucesivos iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.2 socorre y protege.
jardines por los cuales pasaba, conside- Un día, el Dr. Plinio le propuso ir a ese En la parte delantera de la nave late-
rando siempre el aspecto superior de lo santuario para rezar todo el tiempo ral, en el lado de Evangelio, se encuen-
que fuese digno de admiración. Era la que quisiese. Ella aceptó de inmediato tra la conmovedora imagen del Co-
delicadeza de una rosa, o el vivo color esa agradable invitación. razón de Jesús: sacral, digna, serena,
de otra, o el fruncido de los pétalos de La intimidad indeciblemente res- compasiva, pero entristecida, en vista
un clavel, o el suave perfume exhalado petuosa de Dña. Lucilia con su divino de la ingratitud de los hombres.
por ellas. De ese modo, considerando Maestro adquiría un colorido propio En la nave lateral opuesta, del lado
las innumerables minucias de la vida cuando cruzaba aquel sagrado umbral. de la Epístola, la blanquísima imagen
cotidiana, mantenía su mirada siempre De hecho, el ambiente sacralmente se- de María, Auxilio de los cristianos
puesta en lo alto. rio del interior de ese templo es muy —triunfante, virginal, pura, leve, bon-
Si la vegetación de los jardines propicio a la meditación y a la re- dadosa, también compasiva— parece
asomaba a través de las rejas que los flexión, a lo que contribuye la agrada- rebosante de la sobrenatural armonía
Retiros espirituales
C ooperadores de los Heraldos del Evangelio y fa-
milias amigas aprovecharon el puente de Carnaval
Las actividades se desarrollaron en Tocancipá (Co-
lombia), Buenos Aires y Ciudad de México, así como en
para participar en distintos retiros espirituales promo- las ciudades brasileñas de Mairiporã (São Paulo), Río
vidos por la institución y, así, prepararse mejor para la de Janeiro y Campos dos Goytacazes (Río de Janeiro);
Pascua. Eucaristías, charlas, períodos de meditación y Maringá y Piraquara (Paraná); Belo Horizonte, Juiz de
una amena convivencia fraterna marcaron esos días. Fora y Montes Claros (Minas Gerais).
Ronny Fisher
Jesse Arce
México Colombia
Pa
b
lo
Ve
la
Willian Drobot
Mairiporã Piraquara
Paola de Araújo
Willian Drobot
Paulo Yang
Jesse Arce
Campos dos Goytacazes Colombia
Tatiane de Oliveira
Daniele Fiorindo
Montes Claros Juiz de Fora
Alc
idio
Mir
an
da
Ronny Fisher
Paulo Yang
Willian Drobot
Juiz de Fora Piraquara
Maria Fernanda Aguiar
Pablo Vela
Jesse Arce
1 2 3
Willian Drobot
Ricardo Scheneider
Fabio Batista
4 5 6
Solemnidad de San José – En vísperas de esta gran solemnidad, los Heraldos del Evangelio participaron en la
procesión y misa en honor al Santo Patriarca en la catedral metropolitana de San José de Costa Rica (fotos 1 a 3). El
mismo día 19 de marzo, centenares de fieles pudieron consagrarse al esposo virginal de María en San Salvador y en
las ciudades brasileñas de Ponta Grossa (foto 4), Piraquara (foto 5) y Belo Horizonte (foto 6).
Re
pr
od
uc
ci
ón
François Boulay
Ronny Fischer
1 2 3
Consagración a la Virgen – En los meses de febrero y marzo, nuevos participantes del curso ofrecido por la
plataforma de formación de los Heraldos del Evangelio realizaron su consagración como esclavos del amor a
Jesús, por las manos de María, según el método de San Luis Grignion de Montfort. Las ceremonias tuvieron lugar
en la capilla de la Ascensión del Señor de Pachuca (foto 1) y en la parroquia de San José de Aguascalientes, en
México, así como en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe de Montreal, Canadá (foto 3), y en la parroquia de
Santo Domingo de Guzmán de Santiago, Chile (foto 2).
Brasil – El día 8 de marzo, más de quinientos devotos de la Santísima Virgen se reunieron en la casa de los
Heraldos del Evangelio de Campos dos Goytacazes (Río de Janeiro) para participar de una «Tarde con María», que
contó con la presencia del P. Ricardo José Basso, EP.
Como la palmera,
¡florecerán!
Gustavo Kralj
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pulos la certeza de la Resurrección. Inmaculada Concepción. A
El Señor es, pues, el victor Rex con- Ella, más que a cualquier otra
tra el demonio, el pecado y la muerte. criatura, cabe el elogio del libro
Por eso los fieles cantan al unísono sagrado: «Crecí como palmera
con la Iglesia, en la secuencia de la de Engadí» (Eclo 24, 18). San
misa de Pascua: «Muerto el que es la Juan Eudes5 explica que tales ala-
Vida, triunfante se levanta». Y el Bea- banzas designan la fortaleza y la
to Fra Angélico deslizó hábilmente su paciencia que la Virgen demostró al
pincel sobre el lienzo, representando a ser sacudida por los vientos de las tri-
Cristo resucitado portando la bandera bulaciones, así como las notables vic-
y la rama de la victoria. torias que obtuvo contra los enemigos
de nuestra salvación. Imagen del alma recta, constante,
Una profunda lección de constancia
Como guerreros del Altísimo humilde, fuerte y vigilante, la palmera
Por otro lado, la palmera parece una es un monumento levantado por el
planta calculada para aguantar tormen- Las ramas de la palmera brotan des- divino Artífice y símbolo de su triunfo
tas. Su follaje disperso no retiene el agua de su interior como lanzas que, con el Detalle de «La Resurrección de Cristo»,
de lluvia y permite el paso del viento, lo tiempo, florecen en miles de pequeñas de Fra Angelico - Museo de San Marcos,
Florencia (Italia). En la página anterior,
que la hace ligera y resistente al mismo espadas…, ¡he ahí su follaje! La planta destacada, una palmera imperial
tiempo. De ahí que San Francisco de «demuestra su valor en que sus hojas
Sales3 viera en la constancia una de las son como espadas».6 De hecho, en un «¡Ven a habitar también en estas alturas!
propiedades de esa planta: no se rinde, vasto reino como el de las palmáceas, Aquí el aire es más puro, la vista más
no cae ni se abate, por muy grande que no podía faltar la representación de la completa y magnífica. Una vez fui igual
sea la carga que se le ponga; su tronco guerra. La palmera imperial, en parti- que tú; sube a lo alto, ven y sé igual o su-
no se arrastra por el suelo, sino que se cular, tiene una grandeza bélica, y de perior a mí. ¡Alabemos juntos a Dios!».
eleva sin miedo, atraído por las altu- su figura hay quien tejiera un casi for- Con esa grandeza mimosa la Divi-
ras. E incluso azotadas por el viento zoso elogio: «En una belleza esplén- na Providencia adorna a sus criaturas.
—reflexionaba una vez el Prof. Plinio dida que aterra, / pasas desatando un
Corrêa de Oliveira— las palmeras no aire de guerra».7
Fructificando bajo el
pierden su altiva apariencia: «Se incli- Hay palmeras que se asemejan a velo de la humildad
nan con elegancia, como una gran dama guerreros siempre en su puesto de «Aunque la palmera sea la princesa
haría una reverencia. Ofrecen resisten- guardia, vigilantes contra el adversa- de los árboles, es, sin embargo, la más
cia al viento, como diciendo: “¿Quieres rio, con la espada desenvainada, en la humilde, lo cual lo demuestra al es-
derribarme? ¡Me volveré más grácil!”».4 inalterable posición de presentar armas conder sus flores»8 en grandes envol-
Sorprendentemente, sus raíces no a su Creador, el Señor Dios de los ejér- turas, llamadas espatas. Este elemento
son profundas, sino que se extienden citos. Paradójicamente, estas mismas constituye una interesante estrategia:
en rayos a su alrededor. Es como si de ramas se inclinan con encanto, combi- conserva los frutos protegidos de la in-
la tierra sólo buscara un apoyo para su- nando combatividad con amabilidad, temperie, exponiéndolos sólo cuando
bir a las altas regiones, enseñando a los radicalidad con compasión. están maduros.
hombres que en este mundo no hay mo- Es un símbolo de la grandeza que De igual modo, «solamente la hu-
rada permanente; caminan como hués- debe caracterizar al alma virtuosa, ya mildad sabe con sencillez hacer en pú-
pedes y peregrinos lejos del Señor, ha- sea de un prelado, un rey, un padre de blico lo que debe aparecer y en secreto
cia la patria celestial (cf. Heb 11, 13.16), familia o un religioso, pues la alta digni- lo que debe permanecer oculto».9 Quien
recompensa que espera a quienes se dad que su estado les confiere, lejos de es verdaderamente humilde reconoce
mantengan fieles hasta el final: «Con repeler al pequeño, como que lo invita: sus propios talentos, los dones naturales
1
Josi, Enrico. «Palma». In: Pas- 3
Cf. San Francisco de Sales. te Mère de Dieu». In: Œuvres 8
San Francisco de Sales,
chini, Pio (Dir.). Enciclope- «Les vrays Entretiens spiri- Complètes. Vannes: Lafolye op. cit., p. 358.
dia Cattolica. Firenze: Sansoni, tuels». In : Œuvres. Annecy: Frères, 1907, t. v, p. 165. 9
Tissot, Joseph. La vida inte-
1952, t. ix, p. 650. J. Niérat, 1894, p. 365. 6
San Francisco de Sales, rior. 19.ª ed. Barcelona: Herder,
2
Beata Ana Catalina Emme-
4
Corrêa de Oliveira, Pli- op. cit., p. 365. 2003, pp. 425-426.
rick. Visiones y revelacio- nio. Conferencia. São Paulo, 7
Bilac, Olavo. «Palmeira im- 10
San Francisco de Sales,
nes completas. Buenos Aires: 12/10/1990.
perial». In: Obra reunida. op. cit., p. 359.
Guadalupe, 1952, t. ii, pp. 408, 5
Cf. San Juan Eudes. «L’enfan- São Paulo: Nova Aguilar, 1996,
412-413. ce admirable de la Très Sain- p. 279.
Francisco Lecaros
en sufragio de las almas de los falle- sacrificio por el eterno descanso del
cidos, a fin de acelerar su liberación incumplidor. Al cabo de un mes, Justo
de las llamas purificadoras. Esta cos- se le apareció a su hermano y le reveló
tumbre se intensificó después de un que había sido liberado del Purgatorio
suceso ocurrido con el papa San Gre- gracias a la «Hostia salvadora».
gorio Magno (cf. Diálogos. L. iv, c. 57, La confianza en la eficacia del san-
n.os 8-17) en el siglo vi, que dio origen a to sacrificio dio origen a la tradición
El Purgatorio - Santuario de Nuestra
una práctica peculiar en la Iglesia, que de celebrar treinta misas consecutivas
Señora de La Salette (Francia)
perdura hasta nuestros días. por una persona fallecida. Aunque es-
Un monje llamado Justo, viendo oro entre sus pertenencias, algo ab- tas misas no tengan actualmente un
que se acercaba el final de sus días, solutamente prohibido por la regla. formulario propio, la costumbre conti-
le confió a su hermano, el médico que Al enterarse, San Gregorio mandó núa hasta hoy con el nombre de Misas
le asistía, que tenía tres monedas de que reprendieran severamente al mo- gregorianas.
Moral…, ¿manipulada?
Comportamientos corrientes, a los que a menudo no
les damos la más mínima importancia, pueden influir
profundamente en la formación de nuestra mentalidad…
õ P. Louis Goyard, EP
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existe en la vida real, menos aún existe
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Sumario
La Visitación - Catedral de
Chartres (Francia)
Francisco Lecaros
Canal eficaz de la acción del Espíritu Santo