Ficha de catedra modulo 1- materiales
El Cuidado y los Derechos del Adulto Mayor: Una Comprensión
Multidimensional del Envejecimiento
El abordaje integral del cuidado del adulto mayor exige una comprensión
profunda del proceso de envejecimiento en sus múltiples dimensiones:
biológica, psicológica y social. La literatura gerontológica ofrece un marco
robusto para analizar estas transformaciones, crucial para fundamentar
prácticas de cuidado respetuosas y efectivas.
Aspectos Biológicos del Envejecimiento:
El envejecimiento biológico se define como un proceso intrínseco y
progresivo caracterizado por la declinación gradual de la función fisiológica,
la disminución de la capacidad de adaptación al estrés ambiental y un
aumento de la susceptibilidad a las enfermedades (Hayflick, 1994;
Kirkwood, 2005). A nivel sistémico, diversos órganos y aparatos
experimentan cambios significativos. El sistema cardiovascular puede
presentar una disminución de la elasticidad vascular, un aumento de la
presión arterial y una menor eficiencia cardíaca, incrementando el riesgo de
enfermedades cardiovasculares (Lakatta, 2002). El sistema nervioso
experimenta una reducción en el número de neuronas, alteraciones en la
neurotransmisión y una disminución de la velocidad de procesamiento de la
información, lo que puede influir en la cognición y la función motora (Birren
& Fisher, 1995). El sistema musculoesquelético sufre una pérdida de
masa muscular (sarcopenia) y densidad ósea (osteoporosis), lo que
incrementa la fragilidad y el riesgo de caídas y fracturas (Evans, 2004).
Otros sistemas, como el inmunológico, el endocrino y el sensorial, también
experimentan cambios que impactan la homeostasis y la percepción del
entorno (Finch & Austad, 2001; Morley, 2003; Schneider & Rowe, 1996). La
comprensión de estos cambios y su impacto funcional es esencial para
adaptar las estrategias de cuidado y prevenir complicaciones.
Aspectos Psicológicos del Envejecimiento:
El envejecimiento psicológico implica una compleja interacción de cambios y
continuidades en los procesos cognitivos, afectivos y de personalidad
(Baltes, Staudinger, & Lindenberger, 1999). Si bien ciertas funciones
cognitivas, como la velocidad de procesamiento, la memoria de trabajo y la
atención dividida, pueden mostrar un declive gradual con la edad, otras,
como el conocimiento cristalizado y la sabiduría, pueden mantenerse o
incluso aumentar (Schaie, 1996). Los procesos afectivos en la vejez se
caracterizan por una mayor regulación emocional y una tendencia a
priorizar las emociones positivas (Carstensen, Fung, & Charles, 2003). La
personalidad tiende a mostrar una relativa estabilidad a lo largo de la vida
adulta, aunque pueden ocurrir ajustes en respuesta a eventos vitales y
cambios en el entorno (Costa & McCrae, 1994). Modelos teóricos como la
Teoría de la Selectividad Socioemocional (SST) de Carstensen et al. (1999)
resaltan la importancia de las relaciones sociales significativas en la vejez.
La comprensión de estos procesos psicológicos es crucial para fomentar el
bienestar emocional, promover la estimulación cognitiva y apoyar la
adaptación a los desafíos de la vejez.
Aspectos Sociales del Envejecimiento:
El envejecimiento no ocurre en un vacío, sino que está profundamente
moldeado por el contexto social y cultural (Riley, Kahn, & Foner, 1972). Los
roles sociales de los adultos mayores experimentan transformaciones
significativas, especialmente con la jubilación, que implica la redefinición de
la identidad y la búsqueda de nuevas formas de participación (Atchley,
1989). Los vínculos sociales, incluyendo las relaciones familiares, la amistad
y la participación en grupos comunitarios, juegan un papel fundamental en
el bienestar y la salud de los adultos mayores, proporcionando apoyo
emocional, compañía y un sentido de pertenencia (Berkman & Syme, 1979).
Sin embargo, el envejecimiento también puede conllevar desafíos sociales
como la pérdida de seres queridos, el aislamiento social, la discriminación
por edad (edadismo) y las dificultades económicas (Butler, 1969; Palmore,
1999). Comprender estos aspectos sociales es esencial para promover la
inclusión social, fortalecer las redes de apoyo y abordar los desafíos que
pueden comprometer la calidad de vida de los adultos mayores.
En conclusión, una comprensión integral del proceso de envejecimiento
requiere la articulación de las perspectivas biológica, psicológica y social.
Estos tres dominios interactúan de manera compleja, influyendo en la
trayectoria individual del envejecimiento y en las necesidades de cuidado.
Un cuidador informado sobre estos aspectos estará mejor equipado para
brindar una atención sensible, adaptada y respetuosa de la singularidad de
cada adulto mayor.
Referencias Bibliográficas:
Atchley, R. C. (1989). A continuity theory of normal aging. The
Gerontologist, 29(2), 183-190.
Baltes, P. B., Staudinger, U. M., & Lindenberger, U. (1999). Lifespan
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Berkman, L. F., & Syme, S. L. (1979). Social networks, host resistance,
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Carstensen, L. L., Isaacowitz, D. M., & Charles, S. T. (1999). Taking
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Costa Jr, P. T., & McCrae, R. R. (1994). Stability and change in
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Finch, C. E., & Austad, S. N. (2001). History and prospects: Paradigms
in the biology of aging. In C. E. Finch & S. N. Austad (Eds.), Handbook
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Hayflick, L. (1994). How and why we age. Ballantine Books.
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Lakatta, E. G. (2002). Arterial aging and cardiovascular disease.
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Morley, J. E. (2003). Anorexia of aging: physiology and
pathophysiology. Physiological Reviews, 83(2), 557-627.
Palmore, E. B. (1999). Ageism: Negative and positive. Springer
Publishing Company.
Riley, M. W., Kahn, R. L., & Foner, A. (1972). Aging and society,
volume one: An inventory of research findings. Russell Sage
Foundation.
Schaie, K. W. (1996). Intellectual development in adulthood. In J. E.
Birren & K. W. Schaie (Eds.), Handbook of the psychology of aging
(4th ed., pp. 291-309). Academic Press.
Schneider, E. L., & Rowe, J. W. (1996). Handbook of the biology of
aging (4th ed.). Academic Press.
El Cuidado y los Derechos del Adulto Mayor: Fundamentos para una
Práctica Responsable
El cuidado del adulto mayor se fundamenta en el reconocimiento de sus
derechos inherentes y en la comprensión del rol del cuidador como un
agente clave en la promoción de su bienestar integral.
Derechos del Adulto Mayor:
El marco legal, tanto a nivel nacional como internacional, establece los
derechos fundamentales de las personas mayores, buscando garantizar su
dignidad, autonomía y participación plena en la sociedad.
Marco Legal Nacional e Internacional: La Constitución
Nacional argentina consagra principios de igualdad y no
discriminación, fundamentales para la protección de los adultos
mayores. La Ley N° 27.360 (Maltrato al Adulto Mayor) específica
medidas para prevenir, sancionar y erradicar el maltrato en todas sus
formas (República Argentina, 2017). A nivel internacional, la
Convención Interamericana sobre la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores (2015) establece
estándares específicos, reconociendo derechos como la igualdad y no
discriminación por edad, el derecho a la vida y a la dignidad en la
vejez, a la independencia y autonomía, a la participación e
integración comunitaria, a la seguridad y a una vida sin violencia
(Organización de los Estados Americanos, 2015).
Principios Fundamentales: Estos marcos legales se basan en
principios esenciales. La autonomía reconoce el derecho del adulto
mayor a tomar decisiones sobre su propia vida y cuidado. La
dignidad implica el respeto inherente a su valor como ser humano,
independientemente de su edad o condición. La participación
subraya su derecho a involucrarse activamente en la toma de
decisiones y en la vida social y comunitaria. La no discriminación
prohíbe cualquier distinción o exclusión basada en la edad. El acceso
a la justicia garantiza que puedan hacer valer sus derechos ante la
ley (Guía para adultos mayores en la República Argentina, s.f.).
Rol del Cuidador como Promotor y Garante: El cuidador tiene la
responsabilidad ética y profesional de actuar como promotor y
garante de estos derechos en su práctica diaria. Esto implica respetar
las decisiones del adulto mayor, tratarlo con dignidad, fomentar su
participación en las actividades y decisiones relacionadas con su
cuidado, y denunciar cualquier forma de discriminación o maltrato
(Ética y Derechos Humanos con Adultos Mayores - APDH, s.f.).
El Rol del Cuidador:
La figura del cuidador es central en la atención integral del adulto mayor,
con funciones y responsabilidades bien definidas.
Definición y Alcances del Rol: El cuidador es la persona que asiste
y apoya al adulto mayor en sus necesidades diarias, tanto físicas
como emocionales y sociales. El alcance de su rol puede variar según
el contexto (domiciliario, institucional) y las necesidades específicas
del adulto mayor (Cuál es el rol del cuidador domiciliario & sus
Funciones - Grupo Medincare, s.f.).
Principios Éticos Fundamentales: La práctica del cuidado debe
regirse por principios éticos sólidos. El respeto por la individualidad,
las creencias y la historia de vida del adulto mayor es primordial. La
confidencialidad en el manejo de la información personal y clínica
es esencial. La beneficencia impulsa al cuidador a buscar el
bienestar del adulto mayor, mientras que la no maleficencia exige
evitar cualquier acción que pueda causarle daño. La justicia implica
brindar un cuidado equitativo, sin discriminación (Ética del Cuidador:
Claves y Consejos de Cuidado - Blog Familiados, s.f.).
Responsabilidades Específicas en el Cuidado Integral: Las
responsabilidades del cuidador abarcan la asistencia en las
actividades de la vida diaria (higiene, alimentación, movilidad), el
apoyo emocional, la administración de medicamentos (bajo
supervisión profesional), la observación y el reporte de cambios en la
salud, la creación de un entorno seguro y estimulante, y la
colaboración con otros profesionales y familiares (Rol, funciones y
perfil del Cuidador Domiciliario, s.f.).
Delimitación de Funciones y Límites Profesionales: Es crucial
que el cuidador comprenda la delimitación de sus funciones y los
límites de su intervención profesional. No debe realizar tareas que
correspondan a otros profesionales de la salud (enfermeros, médicos,
terapeutas) sin la debida capacitación y supervisión. Reconocer
cuándo es necesario solicitar ayuda o derivar a otros profesionales es
una señal de responsabilidad y profesionalismo (Límites en las tareas
de un cuidador o una cuidadora de ancianos - Cuidum, s.f.).
En síntesis, el cuidado del adulto mayor se cimienta en un marco de
derechos y principios éticos que guían la labor del cuidador. Comprender la
legislación vigente y los principios de autonomía, dignidad y participación,
junto con una clara definición del rol, las responsabilidades y los límites
profesionales, son esenciales para brindar una atención de calidad que
promueva el bienestar y el respeto de las personas mayores.
Referencias Bibliográficas:
Cuál es el rol del cuidador domiciliario & sus Funciones - Grupo
Medincare. (s.f.). Grupo Medincare. Recuperado de
https://grupomedincare.com.ar/
Ética y Derechos Humanos con Adultos Mayores - APDH. (s.f.). APDH.
Recuperado de https://www.apdh-argentina.org.ar/
Ética del Cuidador: Claves y Consejos de Cuidado - Blog Familiados.
(s.f.). Blog Familiados. Recuperado de https://blog.familiados.com/
Guía para adultos mayores en la República Argentina. (s.f.). Consejo
de la Magistratura - Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires.
Recuperado de
https://es.wikipedia.org/wiki/Consejo_de_la_magistratura
Límites en las tareas de un cuidador o una cuidadora de ancianos -
Cuidum. (s.f.). Cuidum. Recuperado de https://www.cuidum.com/
Organización de los Estados Americanos. (2015). Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores. Recuperado de https://www.oas.org/es/
República Argentina. (2017). Ley N° 27.360. Recuperado de
https://www.infoleg.gob.ar/