CLASE SEMANA 1
A. LA HISTORICIDAD DE CRISTO
En la historia de la iglesia, el debate más acalorado en cristología ha sido el de cómo
entender la persona y la obra de Jesucristo. Algunos teólogos recientes han determinado
que Cristo no puede ser a la vez humano y Dios, y tratan de investigar históricamente la
vida de Jesús utilizando esta forma de pensar. Ciertos investigadores, encabezados por
Rudolf Bultmann, creen que la historia de Cristo está rodeada por el mito y que la clave
para entender la cristiandad es reinterpretar el mito para saber cómo influyó Jesús en sus
discípulos y en la gente que le rodeaba. Sin embargo, una perspectiva que utilice la fe
para interpretar la historia de Jesús, encontrado a través de la razón, proporciona una
metodología cristológica más adecuada.
1.1. Fuentes con valor limitado:
Los autores mencionados dan referencias al Cristo histórico de manera limitada y a
menudo indirecta. A continuación, se presenta una breve descripción de sus menciones,
junto con las fuentes bibliográficas según la norma APPA 7.
1. Suetonio: En su obra "Vidas de los doce césares", Suetonio menciona a
"Chrestus" como la causa de los disturbios entre los judíos en Roma durante el
reinado de Claudio. La mayoría de los estudiosos creen que esta referencia se
refiere a Cristo y que los disturbios se debieron a la propagación del cristianismo
entre la comunidad judía en Roma. (Suetonio, "Vida de Claudio", 25.4)
Referencia bibliográfica según la norma APPA 7: Suetonio. "Vida de Claudio." En
Vidas de los doce césares, 25.4. Edición de J. F. Rodríguez Adrados. Madrid: Gredos,
1992.
2. Plinio el Joven: En una carta dirigida al emperador Trajano alrededor del año
112 d.C., Plinio el Joven describe las prácticas de los cristianos en Bitinia (una
provincia de Asia Menor). En la carta, Plinio se refiere a los cristianos como
adoradores de Cristo y menciona que cantaban himnos en su honor. (Plinio el
Joven, "Carta a Trajano", 10.96-97)
Referencia bibliográfica según la norma APPA 7: Plinio el Joven. "Carta a Trajano." En
Epistulae, 10.96-97. Edición de R. H. Barrow. Cambridge: Cambridge University Press,
1966.
3. Luciano de Samosata: En su obra "Peregrino Proteo", Luciano describe a un
hombre llamado Peregrino que se convierte al cristianismo y luego se quema a sí
mismo en una hoguera durante los Juegos Olímpicos. Luciano se burla de los
cristianos en esta obra y se refiere a ellos como "gente crédula". (Luciano de
Samosata, "Peregrino Proteo")
Referencia bibliográfica según la norma APPA 7: Luciano de Samosata. "Peregrino
Proteo." En Obras, 11. Edición de M. D. Macleod. Madrid: Gredos, 2008.
4. Talo: El historiador romano Talo escribió sobre un eclipse solar que ocurrió
durante el reinado de Tiberio. Según Talo, este eclipse ocurrió durante la
crucifixión de un hombre llamado Jesús. Aunque el trabajo original de Talo se
ha perdido, su referencia ha sido citada por otros escritores antiguos, incluyendo
a Julio Africano y Eusebio de Cesarea. (Julio Africano, "Cronografía", 18;
Eusebio de Cesarea, "Historia Eclesiástica", 1.10)
Julio Africano. "Cronografía." En Fragmentos de historiadores griegos y romanos.
Edición de F. Jacoby. Leiden: Brill, 1958. Eusebio de Ces
- Tradiciones rabínicas: La tradición de los rabinos presenta a Jesús como un
maestro y predicador, pero no como el Mesías esperado por los judíos. Según los
textos talmúdicos, Jesús fue condenado y ejecutado por difundir creencias
consideradas blasfemas y por cuestionar la autoridad de las autoridades
religiosas judías de la época. Esta visión es reflejada en pasajes del Talmud
como Sanhedrín 43a, donde se mencionan las "cuatro tribulaciones" provocadas
por "Yeshu" (nombre utilizado para referirse a Jesús en el Talmud), y en
Shabbat 104b, donde se narra la ejecución de "Yeshu el Nazareno" por ser
hechicero e idolatra.
Fuentes bibliográficas:
Cohen, M. (2008). Thw Talmudic Calumny against Christianity. En Jewish and
Christian Self-Definition: Vol. Three: Self-Definition in the Greco-Roman
World (pp. 17-49). Leiden: Brill.
Neusner, J., Avery-Peck, A. y Green, W. S. (Eds). (2000). The Encyclopaedia of
Judaism. Nueva York: Brill.
Vermes, G. (1985). Jesus in the Jewish Tradition: His Portrayal in Three
Millennia of Jewish Writings. Londres: SCM Press
1.2. Fuentes con valor significativo:
Flavio Josefo
Video Flavio Josefo, evidencia histórica: https://www.youtube.com/watch?
v=YVla75W5Pqo
Es uno de los historiadores más importantes de la antigüedad y es conocido por sus
escritos sobre la historia judía y romana. Uno de sus trabajos más conocidos es
"Antigüedades Judaicas", que fue escrito en el siglo I d.C. y se considera una importante
fuente histórica de la época.
- Es importante este personaje, debido a que nació en jerusalen poco despues de la
muerte de Jesús, 37-100 d. C (Eddy y Boyd, JL, 184).
- Es su escrito señala la muerte de Jacobo, hermano de Jesús (Josefo, CW. 645)
- Es mas que seguro durante si tiempo de vida en Jerusalen escuchó todas las
cosas sobre el cristianismo, de manera particular, los hechos de Jesús, los cuales
son señalados en sus escritos.
- Josefo ofrece un testimonio no cristiano de la historicidad de jusús y de Jacabo
(su hermano)
Uno de los pasajes más discutidos de "Antigüedades Judaicas" es el que hace referencia
a la existencia de Jesús de Nazaret. El pasaje en cuestión es conocido como
"Testimonium Flavianum" y ha sido objeto de controversia, ya que algunos estudiosos
sugieren que puede haber sido interpolado o modificado en algún momento después de
la muerte de Flavio Josefo.
A pesar de esta controversia, muchos estudiosos consideran que el "Testimonium
Flavianum" proporciona evidencia histórica de la existencia de Jesús de Nazaret. En su
forma actual, el pasaje dice lo siguiente:
"Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, si es que puede llamársele hombre,
porque hizo cosas maravillosas y fue maestro de aquellos que reciben con gozo la
verdad. Atrajo a muchos judíos y muchos gentiles. Él era el Cristo. Y cuando, por la
acusación de los principales hombres entre nosotros, Pilato le había condenado a la
cruz, los que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo. Porque él les apareció al
tercer día, vivo de nuevo, como los divinos profetas habían pronosticado estas y otras
diez mil cosas maravillosas acerca de él. Y la tribu de los cristianos, llamados así por él,
no ha desaparecido hasta hoy".
- Aquí hay algunas fuentes bibliográficas con norma APA 7 que podrían
resultar útiles para profundizar en el tema:
Ehrman, B. D. (2012). Did Jesus Exist?: The Historical Argument for Jesus
of Nazareth. HarperOne.
Meier, J. P. (1991). A marginal Jew: Rethinking the historical Jesus (Vol. 1).
Doubleday.
Price, R. M. (2000). Deconstructing Jesus. Prometheus Books.
Van Voorst, R. E. (2000). Jesus outside the New Testament: An introduction
to the ancient evidence. Eerdmans.
Es importante tener en cuenta que la cuestión de la historicidad de Jesús de
Nazaret es un tema en constante debate y que no hay una respuesta
definitiva. Por lo tanto, es recomendable explorar diversas perspectivas y
fuentes para formar una opinión informada sobre el tema
Cornelio Tásito
Cornelio Tácito fue un historiador romano que vivió en el siglo I y II d.C. En sus
obras, menciona brevemente a Jesús de Nazaret, también conocido como el
Cristo histórico, y su ejecución por parte del prefecto romano Poncio Pilato.
La referencia más conocida se encuentra en su obra "Anales", en el libro 15,
capítulo 44, donde Tácito habla de la persecución de los cristianos bajo el
emperador Nerón y afirma que:
"El autor de ese nombre era Cristo, quien, bajo el gobierno de Tiberio, fue
condenado a muerte por el procurador Poncio Pilato. Suprimida por el momento,
la perniciosa superstición brotó de nuevo no solo en Judea, donde se originó la
malvada cosa, sino también en Roma, donde todo lo que es desagradable y
vergonzoso se reúne de todas partes y se convierte en moda".
Esta breve descripción de Tácito proporciona evidencia histórica externa a la
tradición cristiana, que confirma la existencia de Jesús como una figura histórica
y la realidad de su crucifixión bajo el gobierno romano.
Fuentes bibliográficas:
Cornelio Tácito, Anales, libro 15, capítulo 44.
Norma APA 7 para citar esta referencia:
Tácito, C. (s. II d.C.). Anales, libro 15, capítulo 44.
Video de evidencia del nacimiento de Cristo:
https://www.youtube.com/watch?v=41no2YHQVbE
1.3. Fuentes cristianas
- Craig Blomberg (Teólogo):
En su libro "The Historical Reliability of the New Testament" (La Confiabilidad
Histórica del Nuevo Testamento), ofrece una extensa revisión de las evidencias para la
historicidad de Jesús y evalúa críticamente la confiabilidad de los documentos del
Nuevo Testamento. Proporcionan información histórica confiable y verídica acerca de
la vida de Jesús.
Blomberg destaca que la naturaleza de los documentos del Nuevo Testamento, su
cercanía temporal a los hechos que narran y la gran cantidad de manuscritos
disponibles, aumentan la fiabilidad histórica de los mismos. Además, Blomberg señala
que el hecho de que los evangelios se escribieran en un contexto en el que muchos de
los testigos oculares aún estaban vivos, les otorga un peso especial en términos de
autenticidad histórica.
Por supuesto, hay aspectos específicos de los evangelios que son debatidos por los
estudiosos, y que no se puede afirmar con certeza absoluta, como la datación precisa de
los evangelios y la autoría de algunos de ellos. Sin embargo, Blomberg sostiene que
estas cuestiones no son lo suficientemente significativas como para invalidar la
evidencia histórica sustancial que ofrecen los documentos del Nuevo Testamento.
Algunas de las obras que Blomberg cita en su libro incluyen:
Blomberg, Craig. The Historical Reliability of the New Testament. 2ª edición.
InterVarsity Press, 2007.
Bauckham, Richard. Jesus and the Eyewitnesses: The Gospels as Eyewitness
Testimony. Eerdmans, 2006.
Evans, Craig A. Fabricating Jesus: How Modern Scholars Distort the Gospels.
InterVarsity Press, 2006.
Referencia bibliográfica según la norma APPA 7: Blomberg, Craig. The Historical
Reliability of the New Testament. 2ª edición. InterVarsity Press, 2007.
- Craig A. Evans:
Es un destacado erudito del Nuevo Testamento que ha escrito extensamente sobre la
historicidad de Jesús y la confiabilidad de los documentos del Nuevo Testamento. En su
libro "Fabricating Jesus: How Modern Scholars Distort the Gospels" (Fabricando a
Jesús: cómo los eruditos modernos distorsionan los evangelios), Evans presenta una
fuerte defensa de la historicidad de Jesús y argumenta que los evangelios ofrecen una
imagen auténtica y confiable de su vida y enseñanzas.
Una de las principales contribuciones de Evans es su énfasis en el contexto judío del
primer siglo en el que se escribieron los evangelios. Evans argumenta que los
evangelios deben ser entendidos en su contexto judío, lo que significa que deben ser
leídos en relación con la literatura y las creencias judías de la época. Este contexto judío
proporciona una clave importante para entender las enseñanzas y acciones de Jesús, así
como para evaluar su historicidad.
Otro argumento importante que Evans presenta es el papel de los testigos oculares en la
transmisión de la tradición evangélica. Evans argumenta que los evangelios fueron
escritos por personas que estuvieron en contacto directo con los testigos oculares de la
vida y enseñanzas de Jesús. Estos testigos oculares habrían sido capaces de
proporcionar una visión auténtica y precisa de la vida de Jesús, que fue preservada en
los evangelios.
Finalmente, Evans destaca la coherencia interna de los evangelios como una prueba de
su confiabilidad histórica. Argumenta que los evangelios presentan una imagen
coherente y consistente de Jesús, a pesar de las diferencias en los detalles y la
perspectiva de los diferentes evangelistas. Esta coherencia interna sugiere que los
evangelios no son simplemente invenciones literarias, sino que se basan en hechos
históricos reales.
Algunas de las obras que Evans cita en su libro incluyen:
Evans, Craig A. Fabricating Jesus: How Modern Scholars Distort the Gospels.
InterVarsity Press, 2006.
Bauckham, Richard. Jesus and the Eyewitnesses: The Gospels as Eyewitness
Testimony. Eerdmans, 2006.
Theissen, Gerd y Annette Merz. The Historical Jesus: A Comprehensive Guide.
Fortress Press, 1998.
Referencia bibliográfica según la norma APPA 7: Evans, Craig A. Fabricating Jesus:
How Modern Scholars Distort the Gospels. InterVarsity Press, 2006.
1.4. Primero credos Cristianos:
Credos de los apóstoles:
En el Credo de los Apóstoles, se afirma que Jesucristo "descendió al
infierno" después de su muerte en la cruz. Aunque esta afirmación no se
encuentra explícitamente en las citas bíblicas, algunos teólogos sostienen que
esta idea se basa en la interpretación de 1 Pedro 3:18-19 y 4:6, donde se
mencionan a los espíritus en prisión y a los muertos que son juzgados.
En Filipenses 2:6-11, se describe la humildad y la exaltación de Jesucristo.
El pasaje afirma que Jesucristo, siendo de naturaleza divina, se humilló a sí
mismo al tomar la forma de siervo y al obedecer hasta la muerte en la cruz.
Debido a su obediencia, Dios lo exaltó y le dio el nombre que está sobre
todo nombre. Este pasaje enfatiza la naturaleza divina de Jesucristo y su
humildad y obediencia en su vida y muerte.
En 2 Timoteo 2:8, se insta a los cristianos a recordar a Jesucristo, quien
resucitó de entre los muertos y es descendiente de David, según mi
evangelio. Este pasaje afirma la resurrección de Jesucristo y su conexión con
la línea real de David.
1 Timoteo 3:16 es una afirmación de la fe cristiana que probablemente se
utilizó como un credo temprano. El pasaje afirma que Jesucristo fue
manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, visto por los ángeles,
predicado entre los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
Este pasaje enfatiza la encarnación, la resurrección y la ascensión de
Jesucristo.
En 1 Corintios 15:3-8, se presenta un resumen del evangelio y se afirma que
Jesucristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, resucitó al tercer día y
se apareció a muchos. Este pasaje es una afirmación central de la fe cristiana
y enfatiza la importancia de la muerte y resurrección de Jesucristo como
fundamento de la salvación.
En resumen, estas citas bíblicas amplían la comprensión de las afirmaciones
centrales de la fe cristiana en los credos tempranos, incluyendo la naturaleza
divina de Jesucristo, su humildad y obediencia, su resurrección y ascensión,
y su muerte y resurrección como fundamento de la salvación
Padres apostólicos:
- Videos de Clemente de Roma: https://www.youtube.com/watch?
v=wJe8bVYiQvs
Clemente de Roma e Ignacio son dos de los Padres Apostólicos, líderes cristianos de los
primeros siglos después de Cristo. Sus escritos proporcionan evidencia histórica de la
existencia de Jesús y su impacto en la iglesia primitiva.
- Clemente de Roma:
Fue uno de los primeros obispos de Roma y escribió su Epístola a los Corintios
alrededor del año 96 d.C. En este escrito, Clemente hace varias referencias a Jesús,
incluyendo su muerte en la cruz y su resurrección. También habla de la enseñanza de
Jesús y su ejemplo de amor y humildad. Clemente también hace referencia a los
evangelios y otros escritos del Nuevo Testamento, lo que indica que estos textos ya se
estaban utilizando como autoridad en la iglesia primitiva.
- Ignacio de Antioquía:
VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=9jdykqCM14A
Fue el obispo de Antioquía en el siglo I y escribió varias cartas a las iglesias durante su
viaje a Roma, donde fue martirizado en el año 107 d.C. En sus escritos, Ignacio hace
varias referencias a Jesús como el Hijo de Dios y el Salvador. También habla de la
importancia de su muerte y resurrección como fuente de vida eterna para los creyentes.
Ignacio también menciona a los apóstoles y otros líderes de la iglesia primitiva como
testigos de la vida y enseñanzas de Jesús.
Ambos escritores utilizan criterios de historicidad de la Escuela de Lincona, que se
enfoca en la autenticidad, la coherencia y la verificación externa de los textos históricos.
Sus escritos muestran una coherencia con los evangelios y otros textos del Nuevo
Testamento, y también se han verificado externamente a través de otras fuentes
históricas.
Fuentes bibliográficas:
Clemente de Roma. (2013). Epístola a los Corintios. Editorial Clie.
Ignacio de Antioquía. (2016). Cartas. Editorial Clie.
Bruce, F. F. (1960). The New Testament Documents: Are They Reliable?
Eerdmans.
TAREA EN CLASE (HERRAMIENTA PADLE):
En base a las evidencias científicas presentadas sobre la historicidad de Cristo desde
el ámbito secular y cristianas, señale de manera argumentada cinco beneficios en la
manera que ayuda las evidencias tanto en la iglesia local cristiana y la sociedad en
general.
2. La deidad de Cristo:
La deidad de Cristo se encuentra en el pináculo de la controversia y la creencia sobre la
fe cristiana. Aunque algunos han sobredimensionado la deidad de Cristo, otros como los
ebionitas y los arrianos han dibujado a Cristo como un humano único que no poseía
ninguna naturaleza divina. Pasajes bíblicos relevantes indican claramente que este no es
el caso. Más recientemente, se ha desarrollado la “cristología funcional,” que se centra
en las acciones de Jesús más que en su naturaleza. Una vez más, la evidencia bíblica no
apoya esta idea. La deidad de Cristo tiene auténtico valor para el creyente en cuanto al
conocimiento de Dios, la nueva vida, la relación personal con Dios y la habilidad para
alabar a Cristo por lo que es.
Siendo al mismo tiempo perfectamente humano y perfectamente divino, el Señor
Jesucristo es semejante y a la vez distinto a los hijos de los hombres. Las
Escrituras son muy claras respecto a la semejanza de Él con los humanos (Jn.
1:14; 1 Ti. 3:16; He. 2:14-17), y lo presentan como a un hombre que nació,
vivió, sufrió y murió entre los hombres. Pero de igual manera la Biblia enseña
que Él es diferente a nosotros, no solamente en el carácter impecable de su vida
terrenal, en su muerte vicaria y en su gloriosa resurrección y ascensión, sino
también en el hecho maravilloso de su preexistencia eterna.
En cuanto a su humanidad, Él tuvo principio, pues fue concebido por el poder
del Espíritu Santo y nació de una virgen. En cuanto a su divinidad, Él no tuvo
principio, pues ha existido desde la eternidad. En Isaías 9:6 leemos: «Porque un
niño nos es nacido, hijo nos es dado.» La distinción es obvia entre el niño que
nació y el Hijo que nos es dado.
Así también en Gálatas 4:4 se declara: «Cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley.» El que
existía desde la eternidad, llegó a ser, en la plenitud del tiempo, «nacido (la
descendencia) de mujer». Declarando que Cristo fue preexistente, meramente se
afirma que Él existió antes de que se hubiera encarnado, puesto que todos los
propósitos también afirman que Él existía desde toda la eternidad pasada. La
idea de que Él era preexistente sólo en el sentido de ser el primero de todos los
seres creados (la así llamada herejía arriana del siglo IV) no es una enseñanza
moderna. Así las pruebas de su preexistencia y las pruebas para su eternidad
pueden ser agrupadas juntas. Es también evidente que si Cristo es Dios, Él es
eterno, y si Él es eterno, Él es Dios, y las pruebas para la deidad de Cristo y su
eternidad se sostienen unas a otras.
La eternidad y deidad de Jesús es establecida por dos líneas de revelación: 1a.)
Declaraciones directas, y 2a.) Implicaciones de la Escritura.
2. Afirmaciones directas de Jesús en cuanto a su deidad:
La eternidad y deidad de Jesucristo están sostenidas en una vasta área de la Escritura, la
cual afirma su infinita Persona y su existencia eterna igual con las otras Personas de la
Trinidad. Este hecho no es afectado por su encarnación.
La Escritura declara en Juan 1:1-2: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.» De acuerdo a Miqueas
5:2: «pero tú, Belén Efrata, pequeño para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá
el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
eternidad.» Isaías 7:14 afirma su nacimiento virginal y le da el nombre de Emanuel, lo
cual significa «Dios con nosotros». De acuerdo a Isaías 9:6-7, aunque Jesús fue un niño
nacido, Él fue también dado como un Hijo y es llamado específicamente «el Dios
fuerte». Cuando Cristo declaró en Juan 8:58:
«De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy», los judíos entendieron
que esto era una afirmación de la deidad y la eternidad (cf. Ex. 3:14; Is. 43:13). En Juan
17:5, Cristo, en su oración, declaró: «Ahora, pues, Padre, glorifícame tú para contigo,
con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese» (cf. Jn. 13:3).
Filipenses 2:6-7 dice que Cristo fue «en forma de Dios» antes de su encarnación. Una
declaración más explícita se hace en Colosenses 1:15-19, donde se declara que
Jesucristo es, antes de toda la creación, el Creador mismo, y la imagen exacta del Dios
invisible. En 1 Timoteo 3:16 se declara a Jesucristo como «Dios... manifestado en
carne». En Hebreos 1:2-3 el hecho de que el, Hijo es el Creador y la exacta imagen de
Dios se declara nuevamente, y su eternidad se afirma en 13:8 (cf. Ef. 1:4; Ap. 1:11). La
Escritura declara muy a menudo que Cristo es eterno y que Él es Dios. La educación
contemporánea, la cual acepta la Biblia como la autoridad irresistible con excepción de
algunas sectas-, afirma la eternidad y deidad de Cristo.
3. Implicaciones de que el Hijo de Dios es Eterno:
La Palabra de Dios constante y consistentemente implica la preexistencia y
eternidad del Señor Jesucristo. Entre las pruebas obvias de este hecho pueden
resaltarse varias:
1. Las obras de la creación son adjudicadas a Cristo (Jn. 1:3; Col. 1:16; He.
1:10). Por lo tanto, Él antecede a toda la creación.
2. El Ángel de Jehová, cuya apariencia se recuerda a menudo en el Antiguo
Testamento, no es otro que el Señor Jesucristo. Aunque Él aparece algunas veces
como un ángel o aun como un hombre, Él lleva las marcas de la deidad. Él
apareció a Agar (Gn. 16:7), a Abraham (Gn. 18:1; 22:11-12; véase Jn. 8:58), a
Jacob (Gn. 48:15-16; véase también Gn. 31:11-13; 32:2432), a Moisés (Ex. 3:2,
14), a Josué (Jos. 5:13-14) y a Manoa (Jue. 13:19-22). Él es quien lucha por los
suyos y los defiende (2 R. 19:35; 1 Cr. 21:15-16; Sal. 34:7; Zac. 14:1-4).
3. Los títulos adjudicados al Señor Jesucristo indican la eternidad de su Ser. Él
es precisamente lo que sus nombres sugieren. Él es «el Alfa y Omega», «el
Cristo», «Admirable», «Consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Dios»,
«Dios con nosotros», el «gran Dios y Salvador» y «Dios bendito para siempre».
Estos títulos identifican al Señor Jesucristo con la revelación del Antiguo
Testamento acerca de Jehová-Dios (compárese Mt. 1:23 con Is. 7:14; Mt. 4:7
con Dt. 6:16; Mr. 5:19 con Sal. 66:16, y Sal. 110:1 con Mt. 22:42-45).
Además, los nombres que el Nuevo Testamento le da al Hijo de Dios se hallan
íntimamente relacionados con los títulos del Padre y del Espíritu, lo que indica
que Cristo está en un plano de igualdad con la Primera y la Tercera Personas de
la Trinidad (Mt. 28:19; Hch. 2:38; 1 Co. 1:3; 2 Co. 13:14; Jn. 14:1; 17:3; Ef.
6:23; Ap. 20:6; 22:3), y explícitamente Él es llamado Dios (Ro. 9:5; Jn. 1:1; Tít.
2:13; He. 1:8).
4. La preexistencia del Hijo de Dios se sobreentiende en el hecho de que Él tiene
los atributos de la Deidad: Vida (Jn. 1:4), Existencia en sí mismo (Jn. 5:26),
Inmutabilidad (He. 13:8), Verdad (Jn. 14:6), Amor (1 Jn. 3:16), Santidad (He.
7:26), Eternidad (Col. 1:17; He. 1:11), Omnipresencia (Mt. 28:20),
Omnisciencia (1 Co. 4:5; Col. 2:3) y Omnipotencia (Mt. 28:18; Ap. 1:8).
5. De igual manera, la preexistencia de Cristo se sobreentiende en el hecho de
que Él es adorado como Dios (Jn. 20:28; Hch. 7:59-60; He. 1:6). Por lo tanto, se
concluye que siendo el Señor Jesucristo Dios, Él existe de eternidad a eternidad.
Este capítulo, que recalca la Deidad de Cristo, debe estar inseparablemente
relacionado con el que sigue, en el cual se da énfasis a la humanidad del Hijo de
Dios, realizada a través de la encarnación.
TAREA PRIMERA SEMANA:
Realizar un análisis de los evangelios:
En base a los contenidos desarrollados en las clases, realizar un análisis crítico de los
evangelios y examinar los diferentes relatos de la vida y enseñanzas de Jesús (diez
pasajes bíblicos), y comparar / contrastar los relatos con los fundamentos seculares
señalados por Paúl Barnett, quien cuestiona la veracidad de los señalamientos de
Cornelio Tácito sobre la historicidad de Cristo (Barnett, FHC, 58).
Desarrollar la tarea en un máximo de 4 páginas.
Bibliografía a ser utilizada:
- Evans, Craig A. Fabricating Jesus: How Modern Scholars Distort the
Gospels. InterVarsity Press, 2006.
- Josh McDowell. Sean McDowell. (2018). Evidencia que Demanda un
Veredicto, EDITORIAL MUNDO HISPANO. Texas, EEUU.