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Epistola A Los Colosenses Un Mensaje de Esperanza y Verdad

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Epístola a los Colosenses: Un

Mensaje de Esperanza y
Verdad
La Epístola a los Colosenses, una de las cartas escritas por el apóstol Pablo,
es un poderoso mensaje de esperanza y verdad dirigido a la iglesia en
Colosas. Escrita durante el período de encarcelamiento de Pablo, la carta
aborda las falsas enseñanzas que estaban infiltrándose en la iglesia y
busca fortalecer la fe de los cristianos en Cristo como la fuente de toda
verdad y vida. La carta de Pablo a los Colosenses nos recuerda la
importancia de aferrarnos a Cristo como la cabeza de la iglesia y de
rechazar las falsas enseñanzas que amenazan nuestra fe.
Resumen de la Epístola
La epístola a los Colosenses, atribuida al apóstol Pablo, es una carta escrita a la iglesia en Colosas, una ciudad en la
región de Frigia, en el Asia Menor. La carta aborda las falsas enseñanzas que estaban surgiendo en la iglesia, desafiando
la autoridad de Cristo y promoviendo un sistema religioso que mezclaba elementos del judaísmo y del paganismo. Pablo
busca fortalecer a los colosenses en su fe en Jesucristo, revelando su superioridad sobre cualquier otra autoridad y su
suficiencia para la vida cristiana.

El mensaje central de la epístola se centra en la persona y la obra de Jesucristo, quien es presentado como la imagen del
Dios invisible, el creador de todo, y la cabeza de la iglesia. La carta expone la supremacía de Cristo sobre todas las
demás autoridades, incluidos los ángeles, los gobernantes terrenales y los poderes espirituales. Pablo también destaca la
importancia de la nueva vida en Cristo, la cual implica la eliminación del pecado y la adopción de una nueva identidad
como hijos de Dios.

La epístola a los Colosenses enfatiza la unidad de la iglesia, que se construye sobre la base de la fe en Cristo y la
práctica del amor mutuo. Pablo exhorta a los colosenses a vivir de acuerdo con la nueva vida que tienen en Cristo,
buscando la santidad y la justicia, y evitando los peligros de los falsos maestros y las influencias del mundo.
Destinatarios y contexto
La Epístola a los Colosenses está dirigida a la iglesia en Colosas, una ciudad de la región de Frigia en el Asia Menor. Esta
ciudad era un importante centro comercial en la ruta comercial que conectaba a Roma con el este. Como resultado, la
ciudad estaba compuesta por una población diversa, incluyendo griegos, romanos, judíos y otros grupos étnicos.

La iglesia en Colosas fue fundada probablemente por Epafras, un compañero de Pablo (Colosenses 1:7). La iglesia de
Colosas era una iglesia joven y vulnerable a las influencias de las filosofías y religiones paganas de la región.

Los Colosenses enfrentaban el peligro de ser influenciados por las ideas de los falsos maestros, quienes estaban
tratando de mezclar el cristianismo con prácticas y creencias paganas.
Los Colosenses también se enfrentaban a las tentaciones de la cultura romana, la cual se caracterizaba por su
hedonismo, su culto al cuerpo y su desprecio por la espiritualidad.
Es importante comprender el contexto cultural de Colosas para entender la intención de Pablo al escribir su carta.

Al escribir a los Colosenses, Pablo quería asegurarles que Jesús era la cabeza de la iglesia y que su evangelio era
completo y suficiente para todas las necesidades del hombre.
Fecha de la Epístola
Aunque no se menciona una fecha específica en la epístola misma, los estudiosos generalmente la sitúan entre los años
60 y 62 d.C. Esta estimación se basa en varios factores, incluyendo la fecha de la prisión de Pablo en Roma, la presencia
de Epafras en Colosas, y la situación general del cristianismo en la región durante esa época.

La fecha exacta es objeto de debate entre los estudiosos, pero la mayoría concuerda en que Colosenses fue escrita
durante el período de la primera prisión de Pablo en Roma, mencionado en Filipenses 1:12-13. Esta datación se apoya
en la mención de Epafras en Colosenses 4:12-13, quien fue enviado por la iglesia de Colosas a Roma para visitar a Pablo,
y en la información que Pablo recibió de Epafras sobre las falsas enseñanzas que se estaban propagando en Colosas.

Además, el contexto histórico de la carta sugiere que fue escrita antes de la destrucción del templo de Jerusalén en el
año 70 d.C., ya que no se menciona este evento en la epístola.

Es importante tener en cuenta que, aunque la fecha exacta de la escritura es incierta, la fecha aproximada nos
proporciona información valiosa sobre el contexto histórico y social en el que fue escrita Colosenses.
Temas principales
La supremacía de Cristo La nueva vida en Cristo

La Epístola a los Colosenses destaca la supremacía de Colosenses describe la transformación que


Jesucristo como cabeza de la Iglesia y Señor de todo. experimentamos al entrar en una relación con Cristo. La
Enfatiza su divinidad, su papel en la creación y su carta enfatiza que los creyentes están muertos al pecado
autoridad sobre todas las cosas. y resucitados con Cristo para una nueva vida.

Pablo enfatiza que Cristo es la imagen del Dios invisible, Esta nueva vida se caracteriza por la libertad del pecado,
el primogénito de toda creación y que en él habita la reconciliación con Dios y la participación en la
corporalmente toda la plenitud de la Deidad. naturaleza divina de Cristo.
La cristología en Colosenses
La epístola a los Colosenses presenta una cristología rica y profunda, enfatizando la supremacía de Cristo en todas las
cosas. El autor, Pablo, declara que Cristo es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15), el primogénito de toda
creación (Colosenses 1:15), y la cabeza de la Iglesia (Colosenses 1:18).

Cristo es presentado como la fuente de toda la creación (Colosenses 1:16), la plenitud de la divinidad (Colosenses 2:9), y
la única mediación entre Dios y los humanos (Colosenses 1:19-20). La epístola subraya la importancia de la obra
redentora de Cristo, a través de la cual los creyentes son reconciliados con Dios (Colosenses 1:20-22).

Colosenses también expone la deidad de Cristo, presentándolo como "la imagen del Dios invisible" (Colosenses 1:15),
afirmando que en él habita toda la plenitud de la divinidad (Colosenses 2:9). Esta enseñanza es fundamental para
comprender la naturaleza y la obra de Cristo, y su importancia para la salvación.

Cristo como la imagen de Dios: Colosenses 1:15 afirma que Cristo es "la imagen del Dios invisible," lo que significa
que él refleja perfectamente la naturaleza y el carácter de Dios.
Cristo como la cabeza de la Iglesia: Colosenses 1:18 declara que Cristo es "la cabeza del cuerpo, la Iglesia,"
mostrando su autoridad y dominio sobre la comunidad de los creyentes.
Cristo como la plenitud de la divinidad: En Colosenses 2:9, Pablo afirma que "en él habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad." Esta declaración subraya la deidad de Cristo, revelando que él es Dios en carne humana.
La eclesiología en Colosenses
La epístola a los Colosenses presenta una visión rica y profunda de la iglesia, enfatizando su unidad y su papel como el
cuerpo de Cristo. Pablo describe la iglesia como una comunidad diversa pero unida en Cristo, compuesta por judíos y
gentiles, hombres y mujeres, esclavos y libres. Esta unidad no se basa en la cultura, la raza o la condición social, sino en
la obra transformadora de Cristo en la vida de cada miembro.

Colosenses destaca la posición privilegiada de la iglesia como el cuerpo de Cristo. El término "cuerpo" es usado para
enfatizar la interdependencia e interconexión de los miembros. La iglesia es el cuerpo de Cristo, no solo en sentido
simbólico, sino en sentido literal, ya que Cristo está presente y activo en la iglesia a través del Espíritu Santo. Cada
miembro juega un papel importante en el cuerpo, con dones y talentos únicos que contribuyen al bienestar y la misión
del cuerpo como un todo.

Colosenses también explora la naturaleza universal de la iglesia, que trasciende las barreras culturales y étnicas. La
iglesia es un lugar donde la diversidad es celebrada y la unidad en Cristo es primordial. Esta visión de la iglesia tiene
implicaciones profundas para la vida de los creyentes, quienes están llamados a amar y servir a los demás dentro de la
comunidad cristiana, promoviendo la unidad, la armonía y el crecimiento espiritual.
La ética cristiana en Colosenses
La epístola a los Colosenses ofrece una visión profunda de la ética cristiana, guiada por la primacía de Cristo y la
realidad de la nueva vida en Él. La ética en Colosenses no se presenta como un conjunto de reglas o normas, sino como
el fruto natural de la fe y el amor a Cristo.

El corazón de la ética cristiana en Colosenses se encuentra en la enseñanza de vivir "como es digno del Señor,
agradándole en todo" (Colosenses 1:10). Esta es una llamada a la santidad y a la obediencia a Cristo en todos los
aspectos de la vida. La ética en Colosenses se caracteriza por su carácter práctico y holístico, abarcando la vida personal,
familiar, social y laboral.

Entre los aspectos éticos más destacados en Colosenses, encontramos:

Amor y perdón

Colosenses nos exhorta a "soportar con paciencia unos a otros, y a perdonarse mutuamente si alguno tiene queja contra
otro. Como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros" (Colosenses 3:13).

Honestidad y justicia

Los cristianos deben "hablar verdad cada uno con su prójimo" (Colosenses 3:9) y "no robar" (Colosenses 3:9). La justicia
social y la defensa de los vulnerables son también temas importantes en Colosenses.

Humildad y servicio

Colosenses destaca la necesidad de "humildad" y "sometimiento unos a otros" (Colosenses 3:12), así como el servicio a
los demás.

Pureza y santidad

Los creyentes deben "despojarse del antiguo hombre, con sus hechos, y revestirse del nuevo hombre, el cual conforme a
la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno" (Colosenses 3:9-10).

En resumen, la ética cristiana en Colosenses es una llamada a vivir una vida transformada por Cristo, reflejando su
carácter en todos los aspectos de nuestra vida.
El peligro de los falsos maestros
La Epístola a los Colosenses advierte sobre el peligro de los falsos maestros que intentan socavar la fe cristiana con
enseñanzas falsas y engañosas. Estos maestros, a menudo disfrazados de sabiduría y espiritualidad, presentan un
evangelio distorsionado que amenaza la unidad y la solidez de la comunidad cristiana.

Distorsión de la persona y obra de Cristo: Los falsos maestros minimizan la divinidad de Cristo, presentándolo como
una criatura superior, pero no Dios. También distorsionan su sacrificio en la cruz, negando su poder de redención y
reconciliación con Dios.
Énfasis en prácticas rituales: Estos maestros enfatizan la importancia de ceremonias y prácticas religiosas externas,
desviando la atención de la fe en Cristo como fuente de verdadera espiritualidad.
Falsa humildad y ascetismo: Algunos falsos maestros promueven la idea de una espiritualidad basada en la
austeridad, la auto-negación y la búsqueda de la perfección personal, desvalorizando la gracia de Dios y el poder del
Espíritu Santo.
Promesas de liberación mágica: Otros falsos maestros ofrecen soluciones fáciles y rápidas a los problemas de la vida,
prometiendo liberación del sufrimiento a través de prácticas esotéricas o mágicas, desviando la atención de la
verdadera fuente de liberación que es Jesucristo.

Para combatir el peligro de los falsos maestros, Pablo exhorta a los colosenses a estar firmes en la enseñanza de la fe
cristiana, a buscar la sabiduría y la comprensión de Dios, y a ser cautelosos con las doctrinas que contradigan el
evangelio de Cristo.
La lucha espiritual
La Epístola a los Colosenses destaca la realidad de la lucha espiritual que enfrentan los creyentes. Pablo, al describir la
vida cristiana, compara la fe con una batalla contra fuerzas espirituales de oscuridad que buscan socavar la fe de los
cristianos. Estos enemigos, como los describe Pablo, son los poderes de este mundo, las fuerzas espirituales de maldad
en los lugares celestiales y los gobernantes de las tinieblas de este siglo.

La lucha espiritual no se trata de una confrontación física con enemigos visibles, sino de una batalla contra las fuerzas
invisibles del mal que buscan influir en los pensamientos, las emociones y las acciones de los creyentes. Pablo enfatiza
la necesidad de revestirse de la armadura de Dios, que incluye la verdad como cinturón, la justicia como coraza, la
preparación para el evangelio de la paz como calzado, la fe como escudo, la salvación como yelmo, y la oración como
espada.

La lucha espiritual se libra a través de la oración constante, la lectura de la Palabra de Dios, la obediencia a su voluntad
y el apoyo de la comunidad cristiana. Los creyentes deben estar alerta, firmes en su fe, vigilantes contra las artimañas
del enemigo y confiando en el poder de Dios para vencer en la batalla espiritual.
La vida nueva en Cristo
Colosenses describe la vida cristiana como una transformación radical, una nueva creación en Cristo. Los creyentes dejan
atrás su antiguo modo de vida, marcado por el pecado y la muerte, para entrar en una nueva realidad, llena de vida y
esperanza.

Esta vida nueva en Cristo se caracteriza por:

Liberación del pecado: El poder del pecado y la muerte se rompe a través de la gracia de Dios y la fe en Jesucristo. La
antigua naturaleza pecaminosa es crucificada y se experimenta la libertad del perdón y la reconciliación con Dios.
Unión con Cristo: La unión con Cristo es la base de la nueva vida. Los creyentes se identifican con Cristo en su
muerte y resurrección, y se convierten en miembros de su cuerpo, la iglesia.
Transformación moral: La nueva vida en Cristo trae consigo una renovación moral. Los creyentes son llamados a vivir
conforme a la nueva naturaleza que han recibido en Cristo, mostrando amor, compasión, humildad, y otros frutos del
Espíritu Santo.
Esperanza futura: La vida nueva en Cristo no es solo una experiencia presente, sino también una promesa de
esperanza para el futuro. Los creyentes tienen la seguridad de una vida eterna con Dios y la promesa de la
resurrección.
Exhortaciones finales
En los últimos capítulos de la epístola a los Colosenses, Pablo termina con una serie de exhortaciones poderosas y
prácticas para la vida cristiana. Estas palabras finales enfatizan la importancia de vivir de manera digna de la llamada
que hemos recibido en Cristo. Pablo anima a los Colosenses a:

Fidelidad y Amor

Vivir en unidad, amor y perdón (Colosenses 3:12-15): Pablo les recuerda que son llamados a ser un cuerpo en Cristo, a
amarse unos a otros y a perdonarse mutuamente, como Dios los ha perdonado.

Ser pacientes y comprensivos (Colosenses 3:12-14): La vida cristiana requiere paciencia y comprensión, especialmente en
las relaciones con los demás.

Vestirse con la nueva naturaleza en Cristo (Colosenses 3:12-14): Significa poner en práctica las virtudes del amor, la paz,
la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y el dominio propio.

Consejos para la vida cristiana

Ser obedientes a los líderes (Colosenses 3:18-22): Pablo exhorta a los esclavos a obedecer a sus amos, pero lo hace en
un contexto de mutua consideración y respeto, con un enfoque en la justicia y la gracia.

Ser diligentes y fervorosos en el servicio (Colosenses 3:23-24): El trabajo que se realiza para Cristo debe hacerse con
corazón sincero y con el deseo de agradar a Dios.

Ser humildes y agradecidos (Colosenses 3:15-17): Pablo enfatiza la importancia de la humildad y la gratitud en la vida
cristiana.

Mensajes de paz y esperanza

Mantener la paz (Colosenses 3:15): Pablo aconseja a los Colosenses a buscar la paz en sus relaciones con los demás.

Ser constantes en la oración (Colosenses 4:2): La oración es un elemento esencial de la vida cristiana y un medio para
mantener una conexión cercana con Dios.

Ser sabios y aprovechar las oportunidades (Colosenses 4:5): Pablo anima a los Colosenses a vivir con sabiduría,
aprovechando las oportunidades para compartir la fe en Cristo.

La epístola termina con un saludo final, mostrando la gracia de Dios en la vida del apóstol y recordando a los Colosenses
que son amados por Dios. En el último verso, Pablo dice: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros. Amén."
(Colosenses 4:18)
Conclusión y Aplicación
La Epístola a los Colosenses nos presenta un retrato profundo de la vida cristiana en Cristo. La carta destaca la
supremacía de Cristo, su posición como cabeza de la Iglesia, y la importancia de vivir una vida transformada por su
gracia.

Colosenses nos anima a rechazar las falsas enseñanzas que amenazaban la unidad y la fe de la iglesia primitiva. La carta
nos recuerda que nuestra identidad y seguridad están en Cristo, no en prácticas religiosas, filosofías o legalismo.

1. Vivir en Cristo: La carta nos exhorta a poner nuestra mirada en Cristo, buscando crecer en su conocimiento y
viviendo a la luz de su amor.
2. Luchar contra el pecado: Colosenses nos recuerda la lucha espiritual que enfrentamos y nos equipa con las armas
espirituales para resistir las tentaciones.
3. Servir a los demás: La carta enfatiza la importancia de la unidad en la Iglesia y la necesidad de servir a los demás
con amor y compasión.
4. Evitar los falsos maestros: Colosenses nos enseña a discernir las falsas enseñanzas y a aferrarnos a la verdad del
evangelio.

Al aplicar estos principios en nuestra vida, podemos experimentar la plenitud que solo se encuentra en Cristo. Podemos
crecer en nuestra fe, vivir vidas transformadas por su gracia y ser instrumentos de paz y amor en el mundo.

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