TAREA GRUPAL
- REALIZA UNA ENTREVISTA A LOS PADRES Y PROFESORES BUSCANDO ELEMENTOS
CLAVE DEL PROBLEMA.
- DISEÑO UNA TÉCNICA DE INTERVENCIÓN CON EL PROFESOR
TAREA INDIVIDUAL
Descripción del caso
Identificación del paciente
Daniel (nombre figurado) es un niño de 6 años que cursa primero de educación
primaria. Es el mayor de dos hermanos (hermana de 20 meses). Actualmente, el niño
vive con su madre (35 años) y su hermana, ya que los padres se han separado hace
unos meses. El padre (35 años) visita al niño casi diariamente, ya que éste reclama con
bastante insistencia su presencia. Presenta dificultades en el nivel de adquisición de
conceptos y su rendimiento académico no es el esperado. El nivel socioeconómico
familiar es medio-alto.
Motivo de consulta
El profesor demanda ayuda al Gabinete Psicopedagógico del centro escolar debido a
los problemas de comportamiento que Daniel presenta en el aula y en el recreo. El
niño muestra dificultades para cumplir las normas y seguir las rutinas, además de
presentar una serie de conductas disruptivas hacia sus compañeros y profesores.
Historia del problema
Daniel es un niño inquieto, con marcada actividad motriz y con reacciones
temperamentales ante las negativas y/o frustraciones, asociados a componentes
agresivos, especialmente con la madre. De siempre ha tenido limitaciones en la
relación con sus iguales. En las etapas iniciales se vinculaban con las limitaciones en la
comunicación verbal, pero posteriormente se puso en evidencia las pobres habilidades
para las relaciones sociales, dando muestras de intolerancia y reaccionando con
violencia cuando se veía bloqueado y no sabía continuar el juego que había iniciado.
Por un lado, según informa la psicopedagoga del centro, ha estado en contacto con el
niño desde el inicio de la escolarización, desde infantil el niño manifestó problemas en
la adaptación escolar, con verbalización de rechazo para asistir al colegio. Presentó
conductas escolares disruptivas, teniendo comportamientos agresivos con los
compañeros, lo que incluso le llevó a suspender su asistencia al comedor escolar. Todo
ello se asoció a una inadecuada interacción con los compañeros. Daniel también
mostró alteraciones disciplinarias, acatando mal las indicaciones y adoptando
frecuentemente actitudes negativistas ante los trabajos que se le indicaban. Todo esto
repercutía desfavorablemente en los niveles de aprendizaje, destacando un marcado
déficit de atención.
Respecto a la información recopilada de los padres, éstos refieren un único
acontecimiento estresante en la vida del niño, el fallecimiento de los abuelos maternos
en un accidente de tráfico en periodo lactante del paciente. Por otro lado, según
informa el tutor, las dificultades por las que demanda ayuda se manifiestan desde el
inicio de este curso académico.
El niño presenta diariamente una serie de conductas disruptivas que provocan
alteraciones en el desarrollo de las clases y que atenta sobre la integridad física de sus
compañeros y profesores. Además, también manifiesta excesiva violencia verbal,
insultos y amenazas hacia sus iguales y adultos.
Evaluación del caso
En primer lugar, cabe reseñar que la intervención fue, exclusivamente, en el centro
escolar, por lo que la información fue recabada sólo por parte del tutor, la
psicopedagoga del centro y el propio niño.
La participación por parte de los padres, en este caso, fue inexistente, si bien dieron
consentimiento informado para la intervención.
Análisis funcional
Para modificar las conductas-problema que conforman el trastorno, llevamos a cabo
un análisis funcional que nos permite recabar información para plantear los objetivos
de la intervención terapéutica, identificar las condiciones que mantienen el
comportamiento y seleccionar los medios más útiles para producir los cambios
deseados y valorar, posteriormente, los resultados alcanzados. Cuando Daniel se
encuentra ante situaciones en la que el profesor demanda el cumplimiento de normas
y rutinas se inicia en él un desencadenamiento de respuestas motoras. Éstas aparecen
en forma de agresiones físicas y verbales hacia sus compañeros y profesores.
El niño no obedece a las demandas del tutor, el cual responde con un alto grado de
desesperación y de confrontación con el niño, lo que incrementa la intensidad de la
conducta disruptiva. Referente a la respuesta fisiológica, según indica el profesor, el
niño se muestra nervioso y excitado. En cuanto al componente cognitivo, el niño tiene
verbalizaciones negativas como que siempre le castigan o le riñen a él.
Por un lado, la inconsistencia en los castigos, en algunas ocasiones por parte del
profesor, y la ausencia de refuerzo ante las conductas adaptativas que el niño realiza
han dado lugar al origen de las conductas disruptivas. El profesor debe rebatir con el
niño para conseguir el cumplimiento de las normas y rutinas, y en el caso de no
suprimir la rabieta, termina por aplicarle un castigo o dejarle fuera de clase, en el
pasillo. Además, cabría destacar, que el acontecimiento estresante que sucedió, el
fallecimiento de los abuelos maternos, cuando el niño era pequeño, acompañado de la
inconsistencia de normas y límites por parte de los padres pudo influir en la conducta
del niño y en el desarrollo del segundo trastorno. Las conductas disruptivas que Daniel
presenta se mantienen en el tiempo por refuerzo positivo, ya que el profesor le presta
atención al niño cuando se da la conducta problemática y, en ocasiones, el niño
consigue lo que quiere; y por refuerzo negativo, ya que a través de su conducta
consigue no llevar a cabo una actividad desagradable. Todo ello está teniendo
repercusiones en el aula, ya que las disputas son frecuentes, dando lugar a un mal
ambiente al no saber el profesor reconducir la conducta del niño.
Tareas.
- Hipótesis de trabajo.
- Áreas de tratamiento.
- Desarrolla alguna sesión de tratamiento.