Accesibilidad y Derechos de Discapacidad
Accesibilidad y Derechos de Discapacidad
Este material ha sido adaptado y validado al lenguaje claro por el área de Accesibilidad de la
Dirección Nacional de Inclusión para Personas con Discapacidad de la Agencia Nacional de
Discapacidad.
Introducción.
Referencias bibliográficas
Introducción
Todavía hoy, socialmente, las personas con discapacidad somos vistas como aquello que
nadie quiere ser, y créanme, que nosotras/es/os tampoco hemos elegido nuestros destinos,
pero sin duda, nuestras vidas serían mucho más simples si los entornos, las calles, nuestras
instituciones, los lugares de estudio, nuestros empleos, serían regidos por un modelo de
accesibilidad universal, en el que no nos tengamos que quedar afuera por no estar
garantizado nuestro derecho de asistir o permanecer. Julia Risso, Militante de Orgullo Disca
(Extracto Conversatorio #Construir Agenda. Cuerpos soberanos: Autonomías de las mujeres
y LGBTI+ con discapacidad. Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGD) ,2020).
¿Qué representa a hacer accesibles los bienes materiales (por ejemplo, equipos,
herramientas y mobiliarios) y simbólicos (bienes con valor cultural y económico) de una
comunidad a todos sus grupos, en su amplia configuración de intereses, necesidades y
composiciones culturales?
¿Cómo, aún hoy, los sesgos capacitistas (a) y sexistas atraviesan estos diseños?
Tal como se explicó en la Unidad 1, a lo largo del tiempo las cosmovisiones (b) sobre la
discapacidad avanzaron hacia un enfoque de derechos.
Sin embargo, en nuestra cultura todavía hoy existen representaciones de modelos ligados a
la perspectiva capacitista (c).
Esta mirada sesgada clasifica las corporalidades según un patrón hegemónico que divide
cuerpos “aptos y sanos” de los que, supuestamente, no lo son.
En este sentido, desde el Estado hay que originar políticas públicas en materia de
discapacidad desde estándares de igualdad.
Pensar desde el modelo social de la discapacidad significa abrir la mirada a las diferentes
personas en diversas situaciones, considerando sus contextos específicos. Ya que, como
definimos anteriormente, no hay personas discapacitadas sino entornos discapacitantes.
Podríamos decir que estas desigualdades son las expresiones de no reconocer la diversidad
y que la homogeneización de las mujeres y LGBTI+ con discapacidad refuerza dicha
desigualdad.
Por lo tanto, este proceso, propone comprender colectivamente y a través del enfoque
interseccional, como impactan de distinta manera el entramado de desigualdades en las
trayectorias de vida de mujeres y LGBTI+ con discapacidad.
Asimismo, queremos alertar para que estas diferencias de ningún modo deriven en falta de
acceso a derechos y al ejercicio de una ciudadanía (e) plena.
Referencias:
(d) Género: comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera
apropiados para los hombres y las mujeres.
(e) Ciudadanía: cuando una persona tiene derechos políticos y sociales que le permiten
intervenir en la política de un país, por ejemplo, votando.
También es un derecho esencial que resulta transversal (f) porque es la condición previa
para poder ejercer el resto de los derechos específicos, para que las personas con
discapacidad puedan participar de la vida social en igualdad de condiciones.
Tal como se establece en el artículo 9 de la CDPD (ONU, 2006): Los Estados que aprueban
este instrumento (la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad) y lo
incorporen a sus leyes nacionales, se comprometen a garantizar a las personas con
discapacidad: su acceso, en igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, al
transporte, la información y las comunicaciones y todos los servicios públicos, tanto en
zonas urbanas como rurales.
Los Estados también adoptarán las medidas oportunas para desarrollar y controlar todo lo
que se refiere a la accesibilidad en las instalaciones públicas y privadas, abiertas al público o
de uso público.
•Asegurar otras formas adecuadas de asistencia y apoyo a las personas con discapacidad
para garantizar su acceso a la información;
•Facilitar el acceso de las personas con discapacidad a los nuevos sistemas y tecnologías de
la información y las comunicaciones (TIC), incluida Internet;
Referencias:
(f) Transversal: cuando contenidos de distintos ámbitos se relacionan.
Para superar toda desigualdad por motivo de discapacidad, que no pueda resolverse a
través del diseño universal y de las medidas de accesibilidad, será necesario poder realizar
modificaciones sobre las estructuras existentes.
En este sentido, la CDPD (ONU, 2006) introduce un término clave: el de ajustes razonables
(g) que desarrollaremos más adelante.
Por otra parte, las medidas de acción positiva constituyen acciones de corrección de
desventajas previas que sufren las personas con discapacidad (por ejemplo: cupos laborales,
facilidades en la atención en los servicios públicos, tratos preferenciales, lugares asignados
en el transporte público, entre otros).
En este mismo sentido, es necesario revisar las leyes en materia de discapacidad desde una
perspectiva de géneros y diversidad.
Referencias:
(g) ajustes razonables: cuando las medidas de accesibilidad y de diseño universal no son
suficientes, se implementan modificaciones para que alguna persona con discapacidad en
una situación particular pueda ejercer un derecho. Un ejemplo en el ámbito laboral podría
ser reducir la jornada laboral o modificar la manera de realizar alguna tarea para una
persona con discapacidad intelectual.
Cuando se habla de barreras, en el caso de personas con discapacidad, nos referimos a los
obstáculos que impiden o dificultan su movilidad, comunicación y comprensión, afectando
su autonomía.
Es toda barrera que imposibilite o dificulte el uso y apropiación de los espacios públicos o
privados de uso público para las personas con discapacidad.
Las mujeres con discapacidad perciben que son “asistidas” en la vía pública como cuerpos
frágiles a los que se puede tocar, manipular, sin respeto por su autonomía y su privacidad.
Las dificultades a las que se enfrentan en los centros de salud, donde los consultorios suelen
ser angostos, no es frecuente que haya baños adaptados para personas con movilidad
reducida, ni camillas que se puedan vascular, es decir, subir o bajar para que una mujer con
discapacidad que esté en silla de ruedas, pueda pasar desde la silla fácilmente.
Esto obstaculiza no sólo el acceso a la salud, sino también el desempeño de las tareas de
cuidado.
Un ejemplo claro de esto es cuando los cambiadores para bebés se encuentran a una altura
fija que resulta inaccesible para mujeres o LGBTI+ con discapacidad.
Corresponde a este tipo de barreras el uso exclusivo de textos escritos en tinta en el caso de
personas ciegas; el uso del lenguaje oral sin otra mediación ante personas sordas; la
estructuración compleja de un mensaje en el caso de personas con dificultades cognitivas,
entre otras.
Mujeres con discapacidad visual que fueron objeto de acoso callejero, relatan que cuando
fueron a hacer la denuncia, se les solicitó que describieran físicamente a quien las había
acosado, como una única medida de prueba.
2.2.3 Barreras actitudinales
Las barreras actitudinales son las que emergen de los estereotipos y representaciones
naturalizadas de la discapacidad y que impactan en el trato.
A las personas con discapacidad, no se las suele tratar como adultas y con autonomía
respecto de sus decisiones.
Es fácil imaginar cómo esta situación se profundiza en el caso de mujeres y LGBTI+, que
están en posición desventajosa impuesta por el orden dominante de género donde son aún
más fragilizadas que sus pares varones.
En general, cuando ejercen un rol de cuidado o son madres, las mujeres y LGBTI+ con
discapacidad son observadas exhaustivamente para evaluar el cumplimiento de este rol,
poniendo en duda competencias y derechos.
Ejemplo, Camila relata: “Todo el tiempo me preguntan si tengo novio y si es como yo”.
Aquí se evidencia la presunción de heterosexualidad y el estereotipo de que personas con
discapacidad solo forman pareja con personas con discapacidad.
Las barreras (obstáculos) que experimentan las personas con discapacidad para tener
acceso a una educación inclusiva comprometen sus posibilidades y perjudican su capacidad
para participar en la adopción de decisiones en el ámbito público, lo cual repercute a su vez
en la capacidad institucional de sus organizaciones.
Las barreras al transporte público, la falta de ajustes razonables, así como un nivel bajo o
insuficiente de ingresos y el desempleo de las personas con discapacidad limitan asimismo
la capacidad de esas personas para participar en actividades de la sociedad civil.
Para superar estas barreras diarias a las que se enfrentan las personas con discapacidad es
imprescindible, en principio, poder escucharlas, consultarlas y abrir la mirada hacia el
enfoque de la interseccionalidad (por ejemplo, la raza, la clase u orientación sexual, y otras
categorías sociales que se construyen y se relacionan entre sí) que nos pone en diálogo con
realidades heterogéneas y diversas.
Una vez que se han podido visualizar los obstáculos que se presentan cotidianamente a las
personas con discapacidad y los que se suman por la condición de género, identidad de
género u orientación sexual de estas personas, es preciso trabajar sobre los denominados
apoyos y ajustes razonables.
Como ejemplo de ello, podríamos pensar en cómo una mujer o LGBTI+ con baja visión
puede necesitar un artefacto eléctrico en su escritorio, que ilumine un área específica, para
que pueda utilizar su remanente visual.
Referencias:
(h) Paradigma: ejemplo o modelo de algo.
“Necesitamos que en todos los hospitales y en los centros de salud haya intérpretes en
lengua de señas argentina, que las camillas ginecológicas sean accesibles para las personas
con discapacidad motriz, que la información nos llegue a todes en los formatos requeridos,
1
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm
2
Palacios, A. (2008) El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Primera edición:
octubre 2008. Grupo editorial CINCA. Disponibles en:
https://www.cermi.es/sites/default/files/docs/colecciones/Elmodelosocialdediscapacidad.pdf
lenguaje sencillo, en sistema braille, con descripción de imágenes y subtítulos en caso de
contenidos audiovisuales. Ya que de lo contrario se estarían vulnerando nuestros derechos
sexuales y reproductivos. Esta vulneración de nuestros derechos se hace evidente también
cuando nos exigen que contemos con un acompañante para acceder a distintas
prestaciones dentro de los hospitales o centros de salud, o cuando en el caso de estar
acompañades se le habla directamente a esa persona y no a nosotres. También ocurre
cuando no se nos informa o no se pide nuestro consentimiento a la hora de realizar alguna
intervención médica”. (Marina Piamonte, 2020. Extracto Conversatorio #Construir Agenda.
Cuerpos soberanos: Autonomías de las mujeres y LGBTI+ con discapacidad. MMGD)
Referencias:
(i) macrotipos: tipografía y tamaño de letra de entre 16 y 20 puntos utilizada para
personas con baja visión.
(j) capacidad jurídica: cuando la persona tiene capacidad de ejercer o exigir sus derechos
(ser titular de derechos) y obligaciones, por ejemplo, presentándose y enfrentando un
juicio, comprando una vivienda, firmando un contrato laboral.
Lo dicho (por medio de todos los sistemas y códigos de signos) y también lo no dicho,
aquello que no se pone en discurso porque no se establecen sus condiciones de producción
y no es tematizado por las comunidades parlantes pero que, sin embargo, forma parte de un
horizonte de sentidos posibles.
Abordar cuestiones referidas a la accesibilidad y la comunicación cuando se trata de pensar
en las problemáticas específicas que corresponden a las mujeres y LGBTI+, nos confronta
con discursos aún más silenciados que no alcanzan a ser tematizados y tomados por la
agenda pública.
Referencias:
(k) comunicación: Acción de comunicar o comunicarse, recibimos la información y
debemos poder comprenderla, utilizarla y tomar decisiones.
Las desigualdades históricas de poder, hacen que resulte necesario individualizar estas
voces, en especial aquellas acalladas por otras opresiones, y aquellas referidas a la identidad
de género u orientación sexual.
Recordamos que desde la perspectiva que mencionamos a lo largo de este curso del modelo
social de la discapacidad, se hace foco en la interacción de las personas con su entorno.
3
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/155000-159999/158649/norma.htm
Podrán el documento de Recomendaciones para el tratamiento responsable y respetuoso
de la discapacidad en los medios audiovisuales en el siguiente enlace:
https://defensadelpublico.gob.ar/tratamiento-respetuoso-y-responsable-de-la-
discapacidad-en-los-medios-audiovisuales/
En Argentina está vigente la Ley 26.653 (Año 2010) de Accesibilidad de la Información en las
Páginas Web para facilitar el acceso de las personas con discapacidad a los contenidos de
estas páginas.
El Estado nacional, entiéndanse los tres poderes que lo constituyen, sus organismos
descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas del Estado y las
empresas privadas concesionarias de servicios públicos, empresas prestadoras o
contratistas de bienes y servicios, deberán respetar en los diseños de sus páginas Web las
normas y requisitos sobre accesibilidad de la información que faciliten el acceso a sus
contenidos, a todas las personas con discapacidad con el objeto de garantizarles la igualdad
real de oportunidades y trato, evitando así todo tipo de discriminación.
Se entiende por accesibilidad a los efectos de esta ley a la posibilidad de que la información
de la página Web, puede ser comprendida y consultada por personas con discapacidad y por
usuarios que posean diversas configuraciones en su equipamiento o en sus programas.
El cuerpo normativo, tanto a nivel nacional como supranacional (l), establece un marco de
protección de los derechos de las personas para evitar todo sesgo o discriminación por
motivos de raza, clase, orientación sexual e identidad de género (ll), discapacidad, entre
otras.
Sin embargo, la brecha entre igualdad formal y sustantiva se manifiesta en indicadores que
muestran la permanencia de las desigualdades.
Por tal motivo, es necesario que accedan a posiciones de liderazgo y puestos de toma de
decisión.
Referencias:
(l) supranacional: Que está por encima de los gobiernos de cada país. Por ejemplo, la
Organización de naciones Unidas (ONU) es un organismo supranacional.
(ll) identidad de género: forma en la que se quiere vivir el género que podría o no
corresponder con el sexo con el que nacimos.
Por todo lo anterior, es importante fortalecer el acceso a la justicia a las personas con
discapacidad, especialmente mujeres y LGBTI+ con discapacidad.
Referencias:
(m) Barreras sistémicas: son parte de las estructuras sociales y administrativas del sistema
financiero, y que crean o perpetúan una posición de desventaja relativa para la mujer a
causa de su identidad grupal.
(n)Procedimientos periciales: acciones que el perito ejecuta para desarrollar con
eficiencia, efectividad y con orden el trabajo pericial. Por ejemplo, informe
psiquiátrico, psicológico, forense, de caligrafía, entre otras acciones.
Sin embargo, se mantenía un enfoque restrictivo de las autonomías, ya que todas las
decisiones que involucraban la vida de las personas con discapacidad, incluidas otras áreas
que no eran estrictamente sanitarias, las definía la medicina.
Dentro de este paradigma persiste esta práctica, lo que provoca la permanencia de un tipo
de intervención sin tomar en cuenta la integralidad de la persona.
A modo de ejemplo Jazmín, una adolescente trans con discapacidad, relata que concurrió al
centro de salud de su barrio a una consulta médica y el profesional que la atendió la llamó
con el nombre que figura en su DNI que aún no contiene el cambio registral de identidad.
Jazmín se pregunta: “¿por qué no respeta mi nombre elegido?, ¿por qué no me mira?, y
¿por qué no habla dirigiéndose a mí, y sí lo hace a quien me acompaña?”.
Para poder acceder al derecho integral a la salud, las personas con discapacidad tienen que
gestionar, en forma gratuita, el Certificado Único de Discapacidad (CUD).
Respecto de los derechos sexuales y reproductivos se debe remarcar que las mujeres y
LGBTI+ con discapacidad se enfrentan a más barreras que el resto de sus pares sin
discapacidad, lo cual obstaculiza el cumplimiento de dichos derechos.
En ese sentido, la Ley 25.673 (Año 2003) busca garantizar los derechos para nuestra salud
sexual y procreación responsable.
Referencias:
(ñ) Esterilización forzada: esterilización que se produce en una o más personas sin su
consentimiento ni justificación médica o clínica, con intención punitiva o
anticonceptiva forzosa.
Dicha normativa busca que las personas puedan adoptar decisiones libres de discriminación,
imposiciones o violencia.
Para el efectivo cumplimiento de sus derechos, es necesario que los productos destinados a
la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados sean
accesibles para las personas con discapacidad.
Del mismo modo, resulta necesario que el sistema de salud cuente con camillas
ginecológicas para personas con discapacidad motriz, y brinde información accesible en los
centros de salud (por ejemplo, hospitales, clínicas, salas de primeros auxilios, etcétera).
Ambas leyes ajustaron sus marcos y antecedentes a la Convención Sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad.
Las personas con discapacidad y en particular las mujeres y diversidades, tienen más
probabilidad de no asistir a la escuela o abandonar la escuela antes de terminar la
educación primaria o secundaria.
Según datos aportados por el Informe Alternativo para el comité de seguimiento de la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Año 2017),
el 8 por ciento de las mujeres con discapacidad no sabe leer ni escribir.
Además, entre las que asistieron a la escuela, sólo el 20 por ciento terminó el nivel
secundario.
Esto es, por ejemplo, facilitar el uso de la lengua de señas, el sistema Braille, los formatos
aumentativos, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) (p) para garantizar
la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad en materia de educación.
Con respecto a la Educación Sexual Integral (ESI), creada a partir de la ley 26150 (Año 2006),
se explicita que los/as/es chicos/as/es, que estén dentro del sistema educativo, de todos los
niveles y todas las modalidades, tienen derecho a recibir contenidos sobre educación sexual
integral.
Los mismos deben ser acordes a su edad, validez científica y estar actualizados.
Referencias:
(o) entorno educativo: Son entornos educativos los jardines maternales, escuelas
infantiles, guarderías, escuelas, universidades, Institutos Terciarios, Centros Educativos
Terapéuticos, etcétera.
(p) TIC: tecnologías de almacenamiento, procesamiento, recuperación y comunicación de
la información a través de diferentes dispositivos electrónicos e informáticos.
2.5.3 Acceso al mundo del trabajo, el empleo y la producción
Sobre la incorporación de las mujeres y LGBTI+ al mundo del trabajo, en los últimos años, se
ha logrado una mayor visibilización en cuanto a las brechas y tipos de segregaciones.
Ahora bien, para las mujeres y LGBTI+ con discapacidad, el mundo del trabajo presenta
mayores desafíos y desigualdades. Ellas se enfrentan a barreras actitudinales, físicas y
comunicacionales que dificultan su participación en condiciones de igualdad de
oportunidades.
Es muy importante señalar cómo incide la falta de recursos económicos que deriva en
situaciones de pobreza a las que se enfrentan muchas personas con discapacidad.
Se forma así, un círculo vicioso en la relación de la pobreza con la discapacidad. Es decir, hay
muchas personas con discapacidad que caen en la pobreza y también muchas personas que,
siendo pobres, adquieren discapacidad.
Entonces la pobreza resulta un factor de desigualdad que obstaculiza, aún más, el acceso a
derechos.
En comparación con las mujeres y LGBTI+ sin discapacidad, se estima que experimentan
mayores tasas de desempleo e inactividad económica.
Por otra parte, la segregación vertical o “techo de cristal” refiere a la escasa presencia de
mujeres y LGBTI+ en puestos de dirección y de toma de decisiones en el mundo del trabajo,
empleo y producción.
Según el Registro Nacional de las Personas con Discapacidad (ANDIS), de las mujeres con
Certificado Único de Discapacidad, solo el 9,9 por ciento trabaja, un 4,6 por ciento menos
que los varones en esa categoría.
Las mujeres certificadas (con CUD) que no trabajan alcanzan un 90,1 por ciento, un 4,6 por
ciento más que los varones en la misma categoría.
Entre las mujeres certificadas (con CUD) que se encuentran ocupadas, el 69,4 por ciento
trabaja como obrera o empleada (un 11,5 por ciento más que los varones en el mismo
rubro), mientras que un 29,2 por ciento trabaja por cuenta propia.
Apenas el 1 por ciento está empleada con personal a cargo, frente al 1,7 por ciento de
varones ocupados como patrones con personal a cargo.
El 59,1 por ciento de las mujeres tienen entre 15 y 64 años (3,8 por ciento más que los
varones en el mismo tramo), es decir, que se encuentran dentro de la población llamada
"económicamente activa".
Las mujeres adultas mayores de 65 años concentran un 24,9 por ciento (5,6 por ciento más
que los varones en el mismo tramo), mientras que las mujeres menores de 14 años
alcanzaron el 16,2 por ciento del total (un 9,5 por ciento menos que los varones en el mismo
tramo).
Sin duda, la ley 22.431 (Año 1981)4, que establece el cupo de al menos un 4 por ciento de
ocupación de personas con discapacidad por parte del Estado Nacional, sus organismos
descentralizados o autárquicos (q), los entes públicos no estatales, las empresas del Estado
4
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/20000-24999/20620/texact.htm
y las empresas privadas concesionarias de servicios públicos, es una medida de acción
positiva relevante.
Sin embargo, es necesario que esta medida sea fortalecida desde un enfoque de género y
diversidad.
Otras de las problemáticas que se visualizan en relación con el mundo del trabajo, tienen
que ver con el suministro y recepción de cuidados (derecho de las personas a ser cuidadas y
a cuidar en un marco de corresponsabilidad social).
Esta es una de las demandas que ha sido visibilizada por familias diversas y organizaciones
de la sociedad civil que reclaman reglas y medidas específicas (licencias, permisos, apoyos)
para participar del mercado laboral en igualdad de condiciones.
Referencias:
(q) Autárquicos: autosuficientes. Estos organismos son independientes. Un ejemplo es la
Defensoría del Pueblo de la Nación.
El cuidado representa, por lo tanto, una dimensión central del bienestar social.
Esta actividad puede ocurrir en forma no asalariada (r), basada en vínculos o relaciones
familiares o comunitarios, proveerse en el sector público o puede estar comercializada y ser
adquirida en el mercado.
5
El documento completo en el siguiente enlace:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-de-politicas-de-cuidado3.pdf
Referencias:
(r) no asalariada: persona que brinda un servicio temporal a otra por un salario sin que
exista entre el trabajador y quien requiera de sus servicios, una relación de empleado y
jefe.
Sin embargo, los requerimientos de apoyo en el cuidado también los tienen personas fuera
de estas circunstancias que dependen de que alguien les ayude en estas tareas para poder
ellas trabajar en otras (Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, 2020, página 5).
En el documento mencionado, también se subraya que, “en el caso particular de las mujeres
con discapacidad se presume que no pueden ser cuidadoras y no se les brindan los apoyos
que pudieran requerir para ejercer ese rol. Incluso en muchos casos, se las aleja de sus
hijos/as por un riesgo incierto que se presume para estos/as sobre la base de prejuicios
imperantes” (Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, 2020, página 6).
Por eso, consideramos imprescindible, como punto de partida, tanto desde el Estado como
desde la sociedad civil, impulsar procesos de construcción de un nuevo sentido común
acerca de la discapacidad desde el enfoque del modelo social.
Este proceso nos invita a reflexionar acerca de la vida que merece ser vivida, qué significa el
buen convivir; tomar distancia crítica de una cotidianidad administrada por la ecuación
tiempo- productividad donde hay jerarquías generizadas, corporales y étnico-raciales, para
darle a la vida, en su diversidad, un orden prioritario.
¿Qué formas y lugares puede encontrar la militancia (t) y la lucha por los derechos en las
situaciones de enfermedad?
Inicio del fragmento. A finales de 2014 estaba enferma con una afección crónica que
reaparece cada 18 meses más o menos y me deja durante unos 5 meses incapacitada para
caminar, conducir, hacer mi trabajo, a veces hablar y salir de la cama.
Escuché los ruidos de las manifestaciones entrando por mi ventana. Postrada en la cama,
levanté mi puño de mujer enferma en solidaridad. Empecé a pensar qué modos de protesta
están permitidos para las personas enfermas. Me pareció que muchas para las que era
especialmente importante el «Black LivesMatter» podrían no estar presentes en las marchas
porque estaban atadas por un trabajo, bajo la amenaza de ser despedidas si se
manifestaban, o quizá literalmente encarceladas. O porque sentían miedo de la violencia y
brutalidad policial, o a causa de una enfermedad o discapacidad, o porque estaban cuidando
a alguien con una enfermedad o discapacidad. Fin del fragmento.
Referencias:
(s) ejercicio soberano: ejercer el derecho de elegir y tomar decisiones.
(t) militancia: cuando una persona pertenece a un grupo, especialmente a un partido o
una organización política.
Material de estudio
● ANDIS (Año 2020) Registro Nacional de Personas con Discapacidad con CUD. Material
Inédito.
● Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Observación general
número 3 (Año 2016), sobre las mujeres y las niñas con discapacidad, CRPD/C/GC/3, 25
de noviembre del año 2016. Adjunto.
● REDI (Año 2017) Informe alternativo para el comité de seguimiento de la Convención
Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, disponible en:
http://www.redi.org.ar/Documentos/Informes/Informe-alternativo-Argentina-
2017/Informe-Alternativo-Argentina.pdf
● Defensoría del Público (Año 2020) Recomendaciones para el tratamiento responsable y
respetuoso de la discapacidad en los medios audiovisuales. Recuperado de:
https://defensadelpublico.gob.ar/tratamiento-respetuoso-y-responsable-de-la-
discapacidad-en-los-medios-audiovisuales/
● Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) - (Año 2018) Estudio Nacional sobre el
Perfil de las Personas con Discapacidad: resultados definitivos del 2018. - Primera
edición. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Instituto Nacional de Estadística y Censos -
Recuperado de:
https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/publicaciones/estudio_discapacidad_2018_b1.p
df
● Hevda, Johana (Año 2018) “Teoría de la Mujer Enferma”. Recuperado de:
https://madinamerica-hispanohablante.org/teoria-de-la-mujer-enferma-johanna-hedva/
● Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual. Boletín Oficial de la República
Argentina, Buenos Aires, Argentina, 10 de octubre del 2009.
● Ley 25.673 de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable, Boletín Oficial de la República Argentina, Buenos Aires, 21 de noviembre
del 2002.
● Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la Atención por Aborto y
Postaborto. Boletín Oficial de la República Argentina, Buenos Aires, 15 de enero de 2021
● Ley 27611 de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera
Infancia. Boletín Oficial de la República Argentina, Buenos Aires, 15 de enero de 2021.
● Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (Año 2020) Construir Agenda. Cuerpos
soberanos: autonomías de las mujeres y LGBTI+ con discapacidad. Conversatorio.
Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=qMZsluOWEOw
● Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (Año 2020) Hablemos de Cuidado.
Nociones básicas hacia una política integral de cuidados con perspectiva de géneros.
Recuperado de: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/mesa-interministerial-
de-politicas-de-cuidado3.pdf
● OMS (Año 2011) INFORME MUNDIAL LA DISCAPACIDAD Ediciones de la OMS, Ginebra,
Suiza recuperado de:
https://www.who.int/disabilities/world_report/2011/summary_es.pdf?ua=1
● ONU (Año 2006) Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Recuperado de: https://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf
● ONU (Año 2018) Realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible por, para y con
Persona con Discapacidad, Informe de la ONU sobre Discapacidad y Desarrollo 2018,
página 110.
● Palacios, Agustina (Año 2008) El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterización
y plasmación en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad. Primera edición: octubre 2008. Grupo editorial CINCA.
https://www.cermi.es/sites/default/files/docs/colecciones/Elmodelosocialdediscapacida
d.pdf