¿Qué es la radiación UV?
El Sol es la mayor fuente de energía para muchos procesos que ocurren en la
naturaleza y también es vital para nosotros. De hecho, solo unos minutos de
exposición a la luz del día, gracias a la radiación ultravioleta (UV), es altamente
positivo para nuestro organismo. Pero es importante tener presente que también
puede ser causante de diferentes tipos de daños en nuestro cuerpo, como por
ejemplo generar quemaduras, envejecimiento prematuro de nuestra piel y
desencadenar algo tan terrible como el cáncer de piel.
A comienzo del siglo XIX, se descubrió que el Sol, además de la luz visible que
percibimos con nuestros ojos, emite una radiación “invisible” de longitud de onda
más corta que el azul y el violeta. Esta banda fue llamada “ultravioleta” abreviado
simplemente como UV.
La radiación UV se divide en tres bandas: UV-A, UV-B y UV-C. Cada una de ellas
tiene características que son importantes a considerar.
(La radiación electromagnética se genera por la vibración de electrones u otras
partículas con carga eléctrica. La energía producida por esta vibración viaja en
forma de ondas electromagnéticas.)
Los rayos UV se categorizan por su longitud de onda. Mientras más energética
sea la radiación menor es la longitud de onda que posee. La radiación UV-A es de
onda larga (320-400 nanómetros) así que es la menos energética de todas y del
total que emite el sol, casi toda (95%) llega a la superficie terrestre. Está presente
durante todo el año e incluso en días nublados. Esta tiene la capacidad de
atravesar vidrios (ventanas, parabrisas) y la ropa ligera. Prácticamente no
sentimos su efecto en nuestra piel y penetra hasta la capa más profunda de la
dermis, provocado una serie de enfermedades.
Un pequeño porcentaje (5%) de rayos ultravioletas que llegan a la Tierra
corresponden a UV-B. Su longitud de onda media (280-320 nanómetros) penetra
nuestra piel hasta la epidermis (capa inferior a la dermis). Es absorbida en gran
parte por la capa de ozono y nubes, y varía considerablemente entre diferentes
estaciones del año. La radiación UV-B es la única capaz de estimular la vitamina D
en el organismo, no obstante, y pese a su gran aporte, estas ondas
electromagnéticas se consideran como “radiación de quemaduras”, capaces de
producir reacciones alérgicas, suprimir el sistema inmune y provocar cáncer de
piel en el largo plazo, al igual que los rayos UV-A.
Como se imaginarán, dejamos el más peligroso para el último: los rayos UV-C,
correspondiente a los de onda corta (200 y 280 nanómetros), y -afortunadamente-
son absorbidos en su totalidad por la capa de ozono. En caso contrario, la vida
terrestre no sería posible debido a que su carga energética es mayor al tipo A y B
es capaz de afectar directamente a las células y el ADN.
Según información de la Sociedad Chilena de Dermatología, en el país, mueren
237 personas anualmente por cáncer a la piel. Hay estudios que indican que 10 de
cada 100 mil chilenos padece esta patología, la que va en un aumento de forma
imparable. Durante el período 2010-2015 se registró un aumento de casos de
cáncer de piel en nuestro país del 20%, afectando principalmente a personas
mayores y siendo la Región de Antofagasta donde existe mayor cantidad de gente
que la padece.
Desde el año 2006 existe una ley que obliga a las instituciones y empresas a
prevenir la radiación UV en los trabajos. Además, en el artículo N°18 de esta ley
se indica a la Dirección Meteorológica de Chile como la institución oficial
encargada de entregar la información acerca del pronóstico de Índice Ultravioleta
Factores de riesgo
Puesto que la RUV se origina en el sol, para alcanzar la superficie terrestre debe
cruzar la atmósfera y en ese trayecto puede ser afectada por varios factores que la
absorben y dispersan. Un primer factor es el ángulo cenital del sol que determina
el camino que deben recorrer los fotones para atravesar lacapa atmosférica, el
cual es mínimo cuando el sol se ubica verticalmente sobre nuestras cabezas (ce-
nit) y muy extenso cuando se encuentra próximo al horizonte. Este efecto depende
de tres variables a saber:
l Hora del día, pues el camino a través de la atmósfera es menor cuanto más
próximo esté el sol a la vertical del lugar (lo cual sucede a las 12:45 en el horario
de invierno y una hora más tarde en el
horario de verano).
Fecha del año, que determina la altura máxima que alcanza el sol sobre el
horizonte o bien su proximidad mínima al cenit local, durante el día.
l Latitud: La intensidad de la radiación es siempre superior cerca del Ecuador, en
días despejados de nubes, ya que los rayos solares incide perpendicularmente a
la superficie terrestre, teniendo un menor recorrido por la cubierta de ozono. Este
último hecho va aumentando el recorrido por au-mento del ángulo cenital del sol
cuando nos acercamos hacia los polos y de esta forma disminuye
progresivamente la radiación UV-B en estas latitudes.
Para un lugar determinado, la combinación de las dos primeras variables
determina que las condiciones más desfavorables ocurran durante el verano entre
las 11 y 15 hora local y en invierno entre las 12 y 16 hora local.
Altitud: A mayor altitud la atmósfera es más delgada, por lo que el flujo de fotones
de radiación ultravioleta aumenta entre 11% y 14% por cada 1.000 metros de
ascenso.
l Reflexión de la superficie (albedo): La nieve refleja hasta un 80% de los rayos
UV, la arena clara y seca refleja alrededor de un 15% y la espuma del agua de mar
hasta un 25%. También ciertas superficie como el cemento y los metales brillantes
pueden reflejar cantidades importantes.
Nubosidad: Las nubes reducen escasamente la radiación ultravioleta (sólo un
10%). El rol atenuador de la radiación UV por la nubosidad convectiva ha sido
parametrizado en función de la cobertura, con un 50% de cielo cubierto la
radiación se reduce en un 10%, pero para coberturas mayores el efecto aumenta
significativamente llegando a anular completamente la radiación UV en el caso de
cumulonimbos con cobertura total.l Material Particulado (contaminación)
Efectos en la salud
Dependiendo de su intensidad, la luz solar afecta principalmente la piel y los ojos,
produciendo efectos dañinos a corto y largo plazo.
Los efectos que puede producir sobre la piel son:
Quemaduras, alergia, dermatitis actínica, envejecimiento prematuro de la piel,
cáncer de piel.
Estos efectos varían de acuerdo a las características de la piel, siendo las
personas de tez blanca las mas sensibles de todas, pues se queman con suma
facilidad.
A nivel de los ojos la exposicion a la luz solar puede provocar queratitis actínica
(quemadura de la cornea), degeneracion de la retina, cataratas(opacidad del
cristalino), lo que produce disminución progresiva de la visión.
Los efectos de la radiación solar son acumulativos, irreversibles y progresivos.
Autoexamen
Cada uno de nosotros puede realizarse “el autoexamen de la piel”, con el fin de
poder evidenciar algún cambio notorio en la piel. Los lunares que cambian de color
(dos tonalidades) y aumentan de tamaño o se elevan bruscamente, deben ser
signos de alarma. Picazón, sangramiento o presencia constante de costras porque
la lesión no cicatriza bien, son signos de la presencia de cáncer en la piel. El
autoexamen debe hacerse al menos 1 vez al mes, con ayuda de un espejo.
Sin embargo, al momento de autoexaminarse es importante que se tenga en
cuenta algunos mitos que la población ha llevado a lo largo de los años,
especialmente en nuestro país.
Puestos de trabajo
Se consideran expuestos a radiación UV aquellos trabajadores que ejecutan
labores sometidos a radiación solar directa en días comprendidos entre el 1° de
septiembre y el 31 de marzo, entre las 10.00 y las 17.00 horas, y aquellos que
desempeñan funciones habituales bajo radiación UV solar directa con un índice
UV igual o superior a 6, en cualquier época del año.
El índice UV proyectado máximo diario debe ser corregido según las variables
latitud, nubosidad, altitud y elementos reflectantes o absorbentes, según
información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile.
Medidas de control
La radiación solar es mayor entre las 10:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde,
por lo que es especialmente importante protegerse la piel durante esas horas.
Limitación del tiempo que la actividad demanda bajo el sol. Esto puede ser difícil
de lograr en ciertas actividades. Si tiene que pasar todo el día al aire libre, tómese
unos momentos de descanso, bajo techo si es posible. Al menos trate de estar a la
sombra algunos minutos cada hora.
· Aplicación de crema con filtro solar sobre la cara, cuello, manos, antebrazos,
orejas y en general, cualquier parte descubierta. Use un producto con un factor de
protección solar (SPF) de 15 o mayor.
· Aplíquese el filtro solar antes de salir al aire libre. Es necesario volver a aplicar el
producto en otros momentos durante la jornada. Esto último con una importante
relación con el tipo de trabajo, ya que, para trabajos pesados con requerimientos
importantes de disipación de calor, la transpiración puede ser un factor muy
importante.
· Uso de anteojos para el sol con filtro ultravioleta, se pueden sufrir daños a la
vista como consecuencia de una prolongada exposición al sol.
· Consuma agua regularmente, evite la deshidratación.