Aire Acondicionado Central
El Aire Acondicionado Central es el que a partir de un equipo de climatización único
(bomba de calor o enfriadora) hace la distribución del aire (caliente o frío) a través de
conductos, generalmente escondidos en el falso techo. Se trata de una forma de
instalación de aire acondicionado más estética en la que no se ven ni aparatos ni
cableado pero que cumple las mismas funciones que una tradicional. Esta aplicación es la
más habitual en superficies grandes, ya que estas requieren equipos industriales que
suelen actuar como sistemas centralizados.
Los sistemas centralizados funcionan como los sistemas de bomba de calor o aire
acondicionado que se instalan a nivel doméstico, tienen una unidad exterior y una
interior, que en este caso distribuye el aire a través de conductos a distintas zonas,
además estos sistemas permiten zonificar (gestionar diferentes temperaturas o apagados y
encendidos), optimizando el consumo y haciendo que se puede conseguir una temperatura
óptima en todas las zonas según sus necesidades.
¿Cómo se instala el Aire Acondicionado Central?
Normalmente, la unidad interior va situada en el falso techo y de ahí parten diferentes
conductos que se reparten por todos los ambientes a través de rejillas, que impulsan aire y
lo retornan según las necesidades. Al igual que los aparatos de aire
acondicionado tradicionales, se controla la temperatura a través de un termostato, de
forma que el usuario puede adecuarla a sus necesidades. En instalaciones grandes, se
puede hasta controlar la climatización a través de sistemas informáticos, asegurando una
gestión óptima.
Principales ventajas del Aire Acondicionado Central
Reduce costes energéticos, los sistemas de climatización, bombas de calor o
enfriadoras industriales actualmente tienen rendimientos que llegan hasta el 400%.
Cuenta con beneficios estéticos, ya que la instalación está oculta, por lo que es
óptima para mejorar la imagen de una compañía y de sus locales.
Se consigue una climatización más uniforme en todos los ambientes, ya que el
sistema permite distribuir diferentes salidas para optimizar la distribución de aire, frente
a sistemas con salida de aire única que a veces necesitan altas velocidades de
ventilación o estar a temperaturas muy bajas para llegar a refrigerar los puntos más
alejados de la salida de aire.
Permite gestionar de forma independiente, con un sólo equipo distintos ambientes.
Reduce el ruido y las molestias, ya que la instalación se sitúa en el interior desde el
techo minimizando los ruidos frente a sistemas tipo cassette.
Sistema centralizado por unidades interiores
Este tipo de sistema utiliza unidades interiores tipo splits en pared o cassettes en
techo. Es el más indicado para zonificar una o varias estancias y tener un mayor
control. Permite climatizar únicamente las zonas que se vayan a usar en un momento
dado. Los equipos que cuentan con un sistema de refrigerante variable VRV permiten
seleccionar diferentes rangos de temperatura en las estancias, o incluso frío y/o calor
de forma independiente si tiene la opción de recuperación de calor.
Su dimensionamiento es bastante sencillo, ya que normalmente se instala una unidad
interior por estancia, y el propio instalador puede dimensionarla conociendo el volumen
de la misma. Sobre todo basándose en su experiencia. Se colocan en la parte alta de
la estancia para lograr una correcta recirculación del aire de la sala y que este no
incida directamente sobre las personas.
El mantenimiento de los filtros es bastante sencillo y podríamos realizar el cambio
nosotros mismos. Para recargar el gas refrigerante, cuando sea necesario, es mejor
contactar con un técnico o un servicio profesional, ya que estos pueden ser explosivos
o nocivos para la salud.
Sistema centralizado por conductos y rejillas
Otra opción a la hora de climatizar una vivienda es seleccionar un sistema de aire
acondicionado mediante unidades interiores tipo fancoil que impulsan el aire
climatizado por conductos y lo reparten por rejillas, difusores o toberas.
Este tipo de sistema nos permitirá una mejor difusión del aire, y por lo tanto un mejor
confort. Su instalación está condicionada la tipología constructiva de las estancias y
suelen presentar algunas ventajas respecto a los sistemas con unidades interiores
dentro de las estancias:
Mejor rendimiento y mayor eficiencia energética
Unidad interior oculta en falsos techos
Mejor difusión y recirculación del aire
Mantiene el diseño y la estética
Menor emisión de ruido
Un sistema de aire-acondicionado por conductos conlleva un estudio más detallado
que un sistema de climatización con splits, y ha de ser realizado por un profesional con
experiencia y conocimientos técnicos, ya que es necesario calcular y tener en cuenta
caudales, flujos de aire, difusión, caídas de presión de sistema, emisiones acústicas,
elección de las rejillas o difusores, etc. Este es un aspecto muy importante a tener en
cuenta, ya que de no hacerlo es posible que el sistema sea poco eficiente o que no
funcione, y que sea molesto o ruidoso.
Al realizar la impulsión del aire climatizado por conductos y rejillas tendremos una
temperatura constante en toda la vivienda, reduciendo la posibilidad de
zonificación. Es posible regular las rejillas de impulsión de aire, aunque esto afectará
al confort en otras salas de la vivienda.
La instalación supone una mayor inversión, y es necesario un mantenimiento periódico
de limpieza de conductos y limpieza de los filtros para eliminar polvo y partículas
nocivas acumuladas que debe ser realizado por los mismos servicios profesionales
que revisan y recargan el gas refrigerante.
Dimensionamiento y consumo
Para calcular correctamente la potencia frigorífica y calorífica de un sistema de aire
acondicionado centralizado hay que tener en cuenta los siguientes factores:
Tipo de vivienda y ubicación
Nº de estancias a acondicionar
Metros cuadrados de cada estancia
Número de personas en cada estancia
Aislamiento de muros y paredes
Número de ventanas y aislamiento de las mismas
Puertas y zonas de corriente
Infiltraciones y renovaciones de aire
Iluminación y equipos
Con esta información el técnico desarrolla los cálculos de cargas térmicas aplicando
una serie de fórmulas definidas.
A nosotros como usuarios nos interesa que el sistema elegido cuente con suficiente
capacidad para cubrir las necesidades de nuestra vivienda. Una forma sencilla de
comprobarlo es aplicar una relación de entre 100 y 150 frigorías por metro cuadrado
(m2). Es decir, si queremos enfriar un salón de 30 metros, necesitaremos una máquina
de entre 3.000 y 4.500 frigorías.
Este es un método sencillo de comprobación, y en ningún caso garantiza su correcto
dimensionamiento, pero está basado en la experiencia y nos permite hacernos una
idea de los equipos que nos están ofertando.
Los equipos cuentan con unas fichas de características que nos indican el consumo en
vatios eléctricos. Suele ser una cuarta parte de su potencia frigorífica y dependerá del
rendimiento del equipo. El consumo se podrá calcular a partir de multiplicar la potencia
del aparato por el promedio de horas diarias que esté conectado y por el factor
energía.
Cabe indicar que desde el año 2015 todos los aparatos deben incorporar una etiqueta
con su factor de eficiencia energética estacional (SEER para el modo frío) y su
coeficiente de rendimiento estacional (SCOP en modo calor). Estos datos figuran la
etiqueta de los equipos y permiten conocer el grado de eficiencia o rendimiento.
Normativa e instalación
Con la finalidad de garantizar unos objetivos mínimos de bienestar e higiene en las
instalaciones de climatización, en el dimensionamiento se tendrán en cuenta los
parámetros de calidad térmica prescritos en las Instrucciones Técnicas
del Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).
Para proceder a la instalación de los equipos es necesario conocer las normativas
municipales y de la comunidad de vecinos. Fundamentalmente estas normativas que
afectan a la instalación de máquinas de aire acondicionado regulan aspectos de
impacto visual, acústico y medioambiental.
Real Decreto 115/2017 para la comercialización y manipulación
de gases fluorados
La normativa más reciente que afecta a la instalación del aire acondicionado es el Real
Decreto 115/2017 por el que se regula la comercialización y manipulación de gases
fluorados y equipos basados en los mismos, la certificación de los profesionales que los
utilizan y el establecimiento de los requisitos para las instalaciones que desarrollen
actividades que los emitan, con la finalidad de evitar las emisiones a la atmósfera de los
gases fluorados de efecto invernadero.
Esta norma deroga al anterior RD 795/2010.
Esta normativa afecta tanto a profesionales que trabajen y comercialicen equipos
precargados de gas fluorado de efecto invernadero y no sellados herméticamente como
son, las bombas de calor y los equipos para aire acondicionado, como a los usuarios que
compren este tipo de equipos.
Pincha aquí para saber más sobre el Real Decreto 115/2017 y cómo te afecta para vender,
comprar o instalar aire acondicionado.
Normativa aire acondicionado en fachadas
Antes de instalar al sistema de aire acondicionado con su aparato exterior en la fachada,
debemos verificar las Ordenanzas de nuestro Ayuntamiento. Los ayuntamientos tienen
competencia en materia de paisaje urbano (uniformidad de fachadas) y medio ambiente
(ruidos o vibraciones que superen las reglamentaciones).
Conviene consultar las Ordenanzas en las Gerencias de Urbanismo y/o de Protección
Ambiental del Ayuntamiento correspondiente, que rigen las disposiciones concretas sobre
la distancia que debe guardar la instalación con las ventanas vecinas o cuantos
centímetros pueden sobresalir del plano de la fachada.
Como ejemplo, la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano de
Madrid (una de las más exigentes) limita el caudal máximo de expulsión de aire a fachada
a 3.600m3/h. Un caudal así equivale a unos 14kW de capacidad frigorífica.
En cuanto a la distancia, esta ordenanza obliga a separar las unidades exteriores 2,5
metros respecto a la acera, y si hay una rejilla para la salida del aire debe estar orientada
hacia arriba con una inclinación de 45 grados. También se debe mantener una separación
2,5 metros con ventanas que estén a un nivel superior, reduciéndose a 2 metros si la
ventana está al mismo nivel.
Por otra parte, si se acometen obras, será preciso obtener la licencia correspondiente.
Comunidad de vecinos
No hay que olvidar a la hora de la instalación es que se forma parte de una comunidad de
propietarios. De acuerdo con el Código Civil, los muros, los patios, las fachadas, las
cubiertas, etcétera, donde suelen instalarse las partes externas de la maquinaria de aire
acondicionado, son elementos comunes. Estas partes del edificio pertenecen en
copropiedad a los dueños de los pisos y locales, y ninguno de ellos puede, sin
consentimiento de los demás, hacer alteraciones en la zona común.
Obviamente, este tipo de instalaciones suponen una alteración estética y de uso de los
elementos comunes sobre los que se ubican, bien sea la cubierta del edificio, bien las
fachadas o las paredes de los patios. Por ello, es necesaria la autorización de la comunidad.
La discrepancia surge al analizar si esta autorización debe ser concedida por unanimidad, o
si bastaría la mayoría de los copropietarios.
La jurisprudencia más moderna viene flexibilizando la exigencia del consentimiento
unánime de todos los propietarios y preconiza que basta la mayoría, salvo que se trate de
instalaciones de gran envergadura, que afecten a las fachadas principales de la finca o
causen daños específicos a alguno de los vecinos. Además, a veces los estatutos o normas
de régimen interior de las comunidades pueden precisar las condiciones técnicas y la
ubicación de estas instalaciones.
Por otro lado, en caso de que surjan problemas con la comunidad, hay que analizar la
preexistencia de instalaciones análogas a la que se pretende ubicar en la finca, ya que
puede tratarse de una discriminación injustificada si se han admitido otras semejantes.
Respecto a la convivencia, está regulada también en los estatutos y las normas de régimen
interior de la comunidad, y en tal sentido pueden establecer, por ejemplo, la prohibición
de poner en marcha los aires acondicionados durante las horas de descanso, debido a los
ruidos y vibraciones que pueden originar.
Normativa para la instalación de aire acondicionado en patio
interior
Al igual que la instalación en la fachada, instalar aire acondicionado en el patio interior de
un edificio, requiere de la aprobación de la comunidad de vecinos, ya que se trata de una
modificación de los elementos comunes. En este caso, la normativa que lo regula es la Ley
de Propiedad Horizontal, concretamente en el artículo 7.
Según reza este artículo, el acuerdo debe tomarse por mayoría y siempre que no
perjudique a ningún propietario (por ruidos, vibraciones, etc) ni se realicen obras
permanentes en los elementos.
Y una vez más, al igual que ocurre con la fachada, deberemos consultar la Ordenanza
General del Ayuntamiento que nos indica las especificaciones con las que se permite
instalar la unidad exterior del aire acondicionado, como nivel de ruido, caudal máximo de
expulsión del aire o distancia con las ventanas.
Si, a pesar de haberse aprobado la instalación de una unidad de aire acondicionado en el
patio interior por la comunidad de vecinos esta instalación no cumple con la Ordenanza
General, el Ayuntamiento puede sancionar al propietario que la incumpla ante la demanda
del vecino afectado.
Leyes de protección contra la contaminación acústica
Además de las ordenanzas de los ayuntamientos, cada comunidad autónoma regula sus
propias leyes de protección contra la contaminación acústica.
Si una unidad de aire acondicionado exterior instalada emite más ruido del permitido, su
instalación puede verse afectada por la ley de protección acústica de su comunidad
autónoma.
Normativa y gestión de riesgos frente a la Legionela
En nuestro país, la principal legislación sobre Legionela es el Real Decreto 865/2003, de 4
de julio, por el que se establecen los criterios higiénicos sanitarios para la prevención y
control de la legionelosis.
¿Qué potencia de aire acondicionado necesito?
Fórmula y factores de cálculo
Para poder calcular correctamente y con más exactitud qué potencia de aire
acondicionado o bomba de calor necesitamos para climatizar un recinto, es
necesario seguir unos pasos más detallados en el cálculo de carga térmica. En este
artículo explicaremos los conceptos y los datos que necesitamos saber para calcular
las cargas térmicas del aire acondicionado y veremos un ejemplo práctico para saber
la potencia en refrigeración necesaria según condiciones requeridas.
¿Qué es calor sensible y latente?
¿Qué datos debemos conocer para hacer el cálculo de la potencia del aire
acondicionado?
Qué aire acondicionado necesito según estancia
Cálculo de aire acondicionado para profesionales: ejemplo práctico
*Los cálculos que presentamos en este artículo son orientativos. Recomendamos
acudir a instaladores acreditados que te ofrecerán un estudio exacto de tus
necesidades.
¿Qué es calor sensible y latente?
Las cargas sensibles son aquellas que van a originar una variación en la temperatura
del aire y las cargas latentes son las que van a originar una variación en
la humedad absoluta del ambiente (contenido de agua en el aire).
El más importante es tener en cuenta todas las ganancias de calor que puede
contener en el recinto a ser climatizado tanto procedentes del ambiente exterior como
interior del edificio, así como:
Cargas provenientes del exterior
Carga sensible por radiación a través de los cristales y superficies soleadas.
Carga sensible por transmisiones por conducción a través de superficies no
soleadas.
Cargas sensibles y latentes introducidas a través del aire de renovación.
Cargas sensibles y latentes debido a infiltración.
Cargas provenientes del interior
Cargas sensibles y latentes generadas por las personas.
Cargas sensibles de iluminación.
Cargas sensibles generadas por equipos eléctricos.
Otras cargas generadas en el interior.
¿Qué datos debemos conocer para hacer el cálculo de la potencia del aire
acondicionado?
Para la realización de los cálculos de las cargas arribas mencionadas, necesitamos
disponer de los siguientes datos:
Ubicación.
Orientación geográfica.
Condiciones exteriores de humedad y temperatura.
Condiciones internas requeridas de humedad y temperatura, recomendada, 24º
en verano y 22º en invierno.
Superficie y altura del recinto a ser climatizado.
Dimensiones en m2 de las paredes y cristales.
Qué aire acondicionado necesito según estancia
En caso de no disponer de todos los datos necesarios o no necesite tanta precisión y
detalle en los cálculos que expondremos a continuación, se puede utilizar las
siguientes ratios generales de climatización:
Potencia del aire en viviendas: 90-130 W/m2
Potencia del aire en oficinas: 180 – 250 W/m2
Potencia del aire para habitación de Hotel u Hospital: 120-150 W/m2
Potencia del aire para salas de reuniones, centros comerciales,
restaurantes, teatros, aulas: 220 – 350 W/m2
Cálculo de aire acondicionado para profesionales
Para poder ayudar a la comprensión de cada etapa del cálculo de cargas, suponemos
el siguiente ejemplo para saber la potencia en refrigeración necesaria según
condiciones requeridas.
DATOS DE CÁLCULO:
Tipo de edificación: Un aula.
Superficie total:10m x 6,4m =64 m2.
Aforo: 25 personas.
Iluminación:15 pantallas de (4x18w).
Ordenadores: 25 uds.
U pared interior: 2,39 w/m2.
U pared exterior: 0,64 w/m2.
U tejado:1,05 w/m2.
U cristal: 2,81 w/m2.
Factor solar: 0,65.
Transmisiones por radiación a través de los cristales
Todas las zonas con vidrios hacia el exterior deben tener en cuenta el cálculo de
ganancia solar en el cristal con la siguiente formula:
Q radiación cristales = 10 m2 (5m2 x 2 ventanas)x 516 W/m2 (Carga máxima de radiación 23/07 a las
16h) x 0,65 x 1.17
Q radiación cristales = 3924,18 W
Q = Superficie x Radiación Solar x Factor Solar x marco metálico
Superficie: Suma de la superficie de todos cristales, separados por
orientación.
Radiación Solar: Se debe extraer el mayor valor de radicación solar de la
tabla del manual Carrier, teniendo en cuenta la latitud y orientación.
Factor Solar: Se debe verificar el factor del vidrio a ser instalado.
Marco Metálico: Generalmente se considera un valor de 1.17.
Transmisiones por radiación a través de las paredes exteriores y tejados soleados
Para el cálculo de radiación por pared y tejado, se aplica la siguiente ecuación:
Q = Superficie x Te (Variación de Temperatura Equivalente) x U (Coeficiente de
Transmisión)
Q fachada oeste = 30 m2 ((4m x 10m) – (5m2 x 2 ventanas))x 14,6ºC x 0,64w/m2
Q = 280,32 w/m2
Q tejado = 64 m2 (6,4m x 10m)x 18ºC x 1,05 w/m2
Q radiación tejado= 1209,6 W
Superficie: Suma de la superficie de todas las paredes exteriores, separados
por orientación.
Te (Variación de Temperatura Equivalente): Es la suma de la temperatura
equivalente más elevada en la orientación con la corrección, lo cual sacamos
se puede encontrar fácilmente en el manual de Ashrae, a parte de los valores
mínimo preestablecidos en el documento HE del CTE.
U (Coeficiente de Transmisión): varía según el tipo de material, en el código
técnico CTE-DB HE1 se puede encontrar los valores mínimos.
Transmisiones por conducción a través de todas las paredes y cristales no soleados
Para las superficies que no son soleadas, así como cristales, paredes exteriores e
interiores, se utiliza la formula a continuación:
Q = Superficie x ΔT (Variación de Temperatura) x U (Coeficiente de Transmisión)
Q transmisión. cristales = 10 m2 (5m2 x 2 ventanas)x 7ºC (31-24)x 2,81 w/m2
Q transmisión cristales= 196,7 W
Q paredes interiores = 91,2m2 (4 x (6,4 + 10 + 6,4))x 2,39 w/m2 x 3,5ºC (7ºC /2)
Q paredes interiores = 762,88 W
Superficie: Suma de la superficie de todas las paredes y cristales.
ΔT (Variación de Temperatura): Temperatura exterior menos temperatura
interior.
Cuando se trata de paredes interiores de recintos no climatizados, se divide el
resultado de la variación de temperatura entre dos.
Tipo de actividad y aforo
Tener en cuenta la actividad en el recinto a ser climatizado es muy importante, dado
que la tasa metabólica cambia con relación al tipo de actividad desempeñada, así
como, oficina, sala de espera, aula, comercio, etc. A continuación, obtenemos el calor
sensible y latente de aporte por la ocupación.
Carga sensible de ocupación
Q sensible ocupación = 25 x 70 W/persona
Q sensible ocupación= 1750 W
Q = Nº de personas x calor sensible/persona
Carga latente de ocupación
Q = Nº de personas x calor latente/persona
Q latente ocupación = 25 x 47 W/persona
Q latente ocupación = 1175 W
Los datos de calor sensible y latente por persona en función del tipo de actividad
ejercida, puede ser extraído del RITE.
Cantidad y potencia de los equipos eléctricos y electrónicos
Se considera en el cálculo de carga aportado por equipos que la potencia íntegra de
funcionamiento de los equipos se transforma en calor sensible. Considerando que
todos los equipos no funcionarán a la vez, se utiliza un coeficiente de simultaneidad
del 0,75 a la suma obtenida de todas las potencias.
En caso de no disponer de dichos datos, se puede considerar los factores por metro
cuadrado.
Oficinas y similares: 10 o 15 W/m2
Panadería: 35 W/m2
Q equipos= 25 x 120 W/ordenador
Q equipos = 3000 W
Tipo y potencia del alumbrado
El cálculo de potencia instalada en iluminación interior sigue el mismo criterio del
cálculo de potencia de equipos electrónicos, dado que, si no dispone de valor de calor
disipado, puede tener en cuenta los ratios de iluminación del CTE:
Auditórios, teatros: 15 W/m2
Administrativo: 12 W/m2
Hospitalario: 15 W/m2
De lo contrario, se puede calcular carga sensible según el tipo de iluminación y
cantidad:
LAMPARA TIPO INCANDESCENTE
Q = nº de lámparas x potencia unitaria
LAMPARA TIPO FLUORESCENTE
Q = 1,25 (reactancia) x nº de lámparas x potencia unitaria
Q iluminación = 1,17 x 15 x 72 W (4x18W)
Q iluminación = 1264 W
Ventilación e infiltración de aire exterior
Para asegurar la calidad del aire, se debe considerar en cálculo de cargas la
aportación de aire exterior. El CTE establece un caudal mínimo en función de la
tipología del edificio:
Para hospitales, clínicas, laboratorios y guarderías -Calidad Óptima (IDA 1): 20 L/s
(72 m3/h) por persona
Para oficinas, residencias de ancianos y estudiantes, salas de lectura, museos,
tribunales, aulas de enseñanza y piscinas climatizadas - Calidad Buena (IDA 2): 12,5
L/s (45 m3/h) por persona
Para edificios comerciales, cines, teatros, salones de actos, hoteles, restaurantes,
cafeterías, bares, salas de fiesta, gimnasios y centros deportivos – Calidad media
(IDA 3): 8 L/s (28,8 m3/h) por persona
Calidad Baja (IDA 4): 5 L/s (18 m3/h) por persona
Para saber la carga térmica del aire de renovación e infiltración, necesitamos tener
en cuenta las cargas sensibles y latentes a través de las siguientes formulas:
CARGA SENSIBLE DE VENTILACIÓN E INFILTRACIÓN DE AIRE EXTERIOR
Q sensible ventilación = 1125 m3/h (IDA 2 - 45 m3/h * 25 personas) x 1,18 Kg/m3 x 0,24 Kcal/kgºC x
7ºC (31-24)
Q sensible ventilación = 2230 Kcal/h = 2593,49 W
Q = Caudal (m3/h) x ρ (densidad del aire) x Ce aire (calor especifico del aire) x ΔT
Caudal: Es calculado multiplicando la cantidad de personas por una de las
IDAs especificadas en el CTE. En caso de infiltración, necesita calcular el
caudal de aire infiltrado.
ρ (densidad del aire): 1,18 kg/m3
Ce aire (calor especifico del aire): 1012 J/KgºC = 0,24 Kcal/KgºC
ΔT: Diferencia entre temperatura exterior e interior
CARGA LATENTE DE VENTILACIÓN E INFILTRACIÓN DE AIRE EXTERIOR
Q = Caudal (m3/h) x ρ (densidad del aire) x Ce agua (calor especifico del agua)
x Δw
Q latente ventilación = 1125 m3/h (IDA 2 - 45 m3/h * 25 personas) x 1,18 kg/m3 x 0,54 kcal/kgºC x 7
g/Kg AS (19 - 12)
Q latente ventilación = 5017,95 Kcal/h = 5835,88 W
Caudal: Es calculado multiplicando la cantidad de personas por una de las
IDAs especificadas en el CTE. En caso de infiltración, necesita calcular el
caudal de aire infiltrado.
ρ (densidad del aire): 1,18 kg/m3
Ce aire (calor especifico del agua): 2257 J/KgºC = 0.54 Kcal/KgºC
ΔT: Diferencia de la humedad absoluta entre el ambiente exterior y el interior
que se puede localizar utilizando la tabla psicométrica.
TOTAL CARGAS (LATENTE + SENSIBLE)
Q TOTAL SENSIBLE = Q radiación cristales+ Q radiación tejado + Q transmisión
cristales+ Q paredes interiores+ Q sensible ocupación+ Q equipos+ Q iluminación+ Q
sensible ventilación
Q TOTAL Q radiación cristales+ Q radiación tejado + Q transmisión cristales+ Q
paredes interiores+ Q sensible ocupación+ Q latente ocupación + Q equipos+ Q
iluminación+ Q sensible ventilación+ Q latente ventilación
Q TOTAL SENSIBLE = 3924,18 + 1209,6+ 196,7+ 762,88+1750 + 3000 + 1264 + 2593,49
Q TOTAL SENSIBLE = 14.700,85 W = 14,7 kW
Q TOTAL = 3924,18 + 1209,6+ 196,7+ 762,88+1750 + 1175 + 3000 + 1264 + 2593,49 + 5835,88
Q TOTAL = 21.711,73 W = 21,7 kW
RELACIÓN W/m2 del ejemplo = 339 W/m2
Concluyendo, en un espacio acondicionado que se requiere mantener cierta condición
de diseño, por ejemplo, temperatura de bulbo seco de 24 °C y humedad relativa de
55%, las fugas de calor y la humedad hacia dentro del espacio deben ser
compensadas suministrando aire más frio que la temperatura de diseño del espacio
con el objetivo de remover el calor sensible y eliminar la humedad, dado que el aire
suministrado debe tener un punto de rocío menor que el punto de rocío del espacio en
la condición de diseño.
El calor que el aire acondicionado debe extraer del espacio acondicionado es la suma
del total de cargas sensibles y cargas latentes del espacio, pero para mantener la
condición de diseño no es simplemente suficiente extraer del espacio la misma
cantidad de calor que la que gana éste por hora. Deben extraerse las cantidades
correctas de calor sensible y de calor latente, y de ahí la importancia del punto de
rocío del aparato.
La relación del calor sensible del espacio al calor total del espacio se llama factor de
calor sensible y puede expresarse en la forma:
FACTOR DE CALOR SENSIBLE: Qs / (Qs + Ql)
FACTOR DE CALOR SENSIBLE = 14700,85 / 21.711,73
FACTOR DE CALOR SENSIBLE = 0,68
Qs = ganancia de calor sensible por hora
Ql = ganancia de calor latente por hora
Por lo tanto, con la suma de todas las cargas (sensible + latente) podemos saber
la potencia de refrigeración y/o calefacción necesaria para el recinto, pero si
necesita mantener una cierta humedad y temperatura de diseño, a partir del factor de
calor sensible y el ábaco psicométrico se puede determinar el correcto punto de rocío
del aparato y por consiguiente calcular el caudal de aire necesario, la temperatura de
entrada y salida de la batería.