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Qué Es El Alcoholismo y El Abaco.

El alcoholismo se define como un deterioro en el funcionamiento de una persona debido al alcohol. Los síntomas incluyen trastornos de conducta, irritabilidad y psicosis. El tratamiento implica el reconocimiento del problema, desintoxicación, deshabituación y rehabilitación.
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Qué Es El Alcoholismo y El Abaco.

El alcoholismo se define como un deterioro en el funcionamiento de una persona debido al alcohol. Los síntomas incluyen trastornos de conducta, irritabilidad y psicosis. El tratamiento implica el reconocimiento del problema, desintoxicación, deshabituación y rehabilitación.
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¿Qué es el alcoholismo?

El alcoholismo se define, según la OMS, "como cualquier deterioro en el


funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir
razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho
trastorno".
El alcoholismo se encuentra relacionado con el 40-50% de los accidentes de tráfico, el
15-20% de los accidentes laborales, el 50% de los homicidios, etc.
Es importante recordar que todo alcohólico suele presentar de forma asociada elevado
consumo de tabaco, café e importantes trastornos en la dieta, con lo que su patología se
encuentra de forma incrementada.
¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?
El alcoholismo provoca una patología grave y profunda en el organismo, pudiendo
distribuirse su sintomatología y complicaciones en los siguientes apartados: físicos,
psíquicos y sociales.
Los datos clínicos de mayor interés suelen ser la ingesta de alcohol en ayunas, la
existencia de temblor o naúseas matutinas y lagunas amnésicas que coinciden con
ingestas importantes de alcohol.
No obstante, en la actualidad, el bebedor de fin de semana no presenta este tipo de
síntomas pero si alteraciones de conducta (entre ellas, los accidentes de tráfico y las
disputas familiares).
Entre los problemas psíquicos más habituales que provoca el alcoholismo están:
 Trastornos de la conducta por el consumo de alcohol.
 Irritabilidad en el medio familiar. Embriaguez.
 Delirium tremens. Alucinosis alcohólica.
 Psicosis alcohólica de Korsakoff. Delirio de celos.
 Demencia de los alcohólicos. Envejecimiento precoz.
¿Cómo se diagnostica el alcoholismo?
Para el diagnóstico de este problema, el especialista realizará una historia clínica
completa y orientada a detectar el problema.
Es fundamental la colaboración y ayuda del entorno familiar del paciente.
Será necesario realizar cuestionarios de despistaje y pruebas analíticas (determinación
de VCM, gamma-GT, transaminasas y estudio de lípidos) para evaluar el estado físico
del paciente.
Modos de llegada del paciente
El paciente que padece alcoholismo puede llegar a la consulta del médico de atención
primaria o al especialista, de tres maneras distintas:
 Por iniciativa familiar: suelen ser los familiares o personas situadas en el entorno
del alcohólico los que una vez detectado el problema acuden al profesioanl en
busca de ayuda. Esto ocurre habitualmente, porque es difícil que el alcohólico se
reconozca a sí mismo como tal.
 Por denuncias ante las autoridades: en casos de accidentes de tráfico,
alteraciones del orden, etc., en que ocasionalmente puede requerise la presencia del
médico que puede tener así el primer contacto con el paciente alcohólico.

 Por iniciativa propia: en el contexto de una patología orgánica, psíquica o social.


Pueden consultar por otro tipo de problemas tales como parestesias, temblores,
dolor en el hipocondrio derecho, etc. y en el curso de la entrevista, al realizar la
historia clínica se descubre una situación llamativa al preguntar por el consumo de
alcohol.
¿Cómo se trata el alcoholismo?
El tratamiento del alcoholismo pasa por diversas fases
Reconocimiento del problema: Lo primero que hay que hacer es el diagnóstico de
la enfermedad, con una fase posterior de sensibilización del paciente y motivación para
que colabore activamente en el tratamiento. El reconocimiento del problema será la base
de toda intervención posterior.

Fase de desintoxicación: La siguiente etapa es el tratamiento de la intoxicación


crónica o desintoxicación: el alcohol debe suprimirse de forma brusca y total. Frente a
la posibilidad de que el paciente presente un síndrome de abstinencia se iniciará una
pauta farmacológica con rehidratación vía intravenosa, vitamina B, sedantes específicos
y una dieta rica en hidratos de carbono. En el caso de que el paciente no se encuentre
muy motivado y la familia no desee colaborar activamente, la desintoxicación deberá
llevarse a cabo en con el paciente hospitalizado.

Fase de deshabituación: Una parte muy importante del tratamiento es la


deshabituación, ya que eliminar el hábito es más difícil que eliminar el tóxico. La
deshabituación debe ser realizada por un equipo multidisciplinar y especializado,
utilizando fármacos y técnicas psicosociales. Los grupos de discusión con enfermos
alcohólicos, libre, abierto y con la presencia de un terapeuta moderador, son la técnica
de elección en esta etapa del tratamiento de la dependencia alcohólica.
Fase de rehabilitación y reinserción social: Esta fase es la más prolongada, dura
aproximadamente unos 24 meses, y en este tiempo el paciente debe acudir regularmente
al centro especializado durante 1 o 2 veces por semana. Durante todo el proceso,
conviene que el paciente esté en contacto directo con su médico de Atención Primaria
ya que, una vez terminado el tratamiento, volverá a quedar bajo su cuidado.

Lo primero que hay que hacer es el diagnóstico de la enfermedad, con una fase posterior
de sensibilización del paciente y motivación para que colabore activamente en el
tratamiento.
El reconocimiento del problema será la base de toda intervención posterior.
¿Qué es el tabaquismo?

Es la adicción al tabaco provocada, principalmente, por uno de sus componentes activos:


la nicotina. La acción de dicha sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo.

¿Por qué el tabaquismo es un factor de riesgo?


Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el
tabaco provoca cerca de 52.000 muertes anuales en España (Fuente CNPT: 2018) por
dolencias como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar y el cáncer de pulmón y
faringe. Por si esto fuera poco, es también es el factor de riesgo cardiovascular más
importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces
mayor que en el resto de la población.
Fumar apenas un cigarrillo al día lleva aparejado un riesgo de enfermedad coronaria o
ictus mucho mayor del esperado: aproximadamente la mitad del riesgo de los fumadores
de 20 cigarrillos al día. No hay un nivel seguro de tabaquismo para la enfermedad
cardiovascular. Los fumadores deberían intentar eliminar del todo el hábito, en lugar de
disminuir el consumo para reducir el riesgo
Hay dos factores por los que el tabaco puede producir una isquemia coronaria:
 Nicotina. Desencadena la liberación de las catecolaminas (adrenalina y
noradrenalina) que producen daño en la pared interna de las arterias (endotelio),
aumenta el tono coronario con espasmo, produce alteraciones de la coagulación,
incrementa los niveles de LDL (colesterol malo) y reduce los de HDL (colesterol
bueno). La concentración de nicotina en sangre depende más del patrón de
consumo (caladas más o menos profundas) que del contenido de nicotina del propio
cigarro
 Monóxido de carbono. Disminuye el aporte de oxígeno al miocardio y aumenta
la agregabilidad plaquetaria (la capacidad de las plaquetas de agregarse y formar
coágulos)
¿Por qué dejar de fumar?
 Mejora la respiración y te cansas menos
 Disminuye la predisposición a toser y contraer infecciones
 La piel y el rostro se recuperan del envejecimiento prematuro
 Recupera el sentido de gusto y olfato
 El deterioro de la función pulmonar se ralentiza
 Después de un infarto, reduce la tasa de preinfarto y muerte súbita en un 20-50
por ciento
 Un año después de dejar de fumar el riesgo de infarto de miocardio se reduce
a la mitad
¿Cómo dejar de fumar?
Fases de abandono del tabaco
Dejar de fumar es un proceso de varias etapas:
1. Precontemplación. Tienes intención de dejar de fumar en el futuro.
2. Contemplación. Piensas dejar de fumar en los próximos seis meses, aunque
dudas de tu capacidad para conseguirlo.
3. Preparación. Has pensado un plan de acción para dejar el tabaco el próximo
mes. De hecho, ya estás intentando fumar menos.
4. Acción. Has dejado de fumar totalmente en los últimos seis meses.
5. Mantenimiento. Ya no tienes que realizar tantos esfuerzos para evitar la recaída.
Este periodo abarca entre los seis meses y los cinco años desde el abandono del
consumo.
6. Recaída. La mayoría de los ex fumadores ha recaído alguna vez. ¡Recaer no
implica fracasar! El mayor peligro es no intentarlo nunca.
7. Finalización. Desaparece el deseo de fumar y no temes una recaída.
 caramelos sin azúcar, rodéate de personas que te puedan ayudar,.
.................Y recuerda: ¡cada hora que pasas sin fumar es un éxito
absoluto!

Tratamiento del tabaquismo


1. Tratamiento no farmacológico
 Materiales de autoayuda
 Consejo breve o apoyo motivacional por parte de profesionales sanitarios
 Educar para analizar motivaciones, asociaciones y situaciones de riesgo;
aprender a afrontar situaciones conflictivas y búsqueda de apoyo social
 Apoyo social (entorno familiar, profesional y de amigos)
 Apoyo grupal
 Métodos psicoterápicos
2. Tratamiento farmacológico
 Tratamiento con sustitutivos de la nicotina (TSN): chicles, inhalador, spray,
parches y comprimidos
 Citisima
3. Otras terapias
 Ejercicio físico
 Acupuntura e hipnoterapia (aunque no existe evidencia científica de su eficacia)
Tabaquismo en la mujer embarazada
Fumar durante el periodo de gestación exponen al feto a graves peligros como joven
fumador pasivo en desarrollo:
 Riesgo superior de aborto espontáneo
 Posibilidad de nacimiento prematuro
 Disminución de peso del recién nacido
 Malformaciones congénitas en el cráneo y el aparato urinario
 Aumento del riesgo de muerte súbita del lactante, ya que las cifras demuestran
que el número de casos en madres fumadoras es tres veces mayor. En madres
que fuman más de 20 cigarrillos cada día, la incidencia puede llegar a ser siete
veces más frecuente
Tabaquismo en niños y adolescentes
El 41,3% de los jóvenes de entre 14 y 18 años declara haber fumado en alguna ocasión,
mientras que el 9,8% asegura fumar a diario (Algunos factores que explican esta
temprana adicción son:
 Influencias sociales
 Familia y amigos fumadores
 Actitudes favorables ante el consumo
 Asociación de tabaco y alcohol con el placer
Los jóvenes que llegan a los 15 años sin probar el tabaco tienen muchas posibilidades
de no ser fumadores en toda su vida.
Fumadores pasivos
En España mueren anualmente 6.200 fumadores pasivos al año, de los cuales,
5.000 fallecen por aspirar el humo en su propio hogar y el resto por hacerlo en su
entorno laboral. Según datos del Comité Nacional para la Prevención del
Tabaquismo (CNPT), el riesgo de padecer cáncer de pulmón es de un 20 a un
50 por ciento más elevado en quienes conviven con personas fumadoras. Además, la
exposición al aire contaminado por el humo del tabaco supone un aumento del 30 por
ciento de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Si vives con alguien
que consume una cajetilla diaria es como si tú fumaras también nueve
cigarrillos.

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